Una bola de Xiuqiu es el símbolo de amor de la etnia Zhuang. Tiene el tamaño de un puño y está lleno de semillas. Fotomontaje: Javier Pérez.

«Xiuqiu», símbolo auspicioso de amor y fraternidad

El «xiùqiú» (绣球) es un amuleto chino muy popular que representa la suerte y la fortuna, consiste en una bola multicolor bordada a mano, tiene un tamaño parecido al de un puño y está relleno de semillas. Antiguamente existía la costumbre en China de buscar pareja mediante el lanzamiento de un xiuqiu.

Artículo de
Zhou Fuqin 
周福芹
El xiùqiú (绣球), amuleto chino muy popular que representa la suerte y la fortuna, consiste en una bola multicolor bordada a mano generalmente por las chicas. Además de presentarse en formas de elipse, cuadrado o rombo, la bola recurre mayoritariamente a la forma redonda, tiene un tamaño parecido al de un puño y está relleno de semillas, asimismo sobre los dos extremos opuestos de la bola se colocan respectivamente una cinta coloreada y un colgante rojo.

Una bola de Xiuqiu. Fotomontaje: javier Pérez.
Una bola de Xiuqiu. Fotomontaje: Javier Pérez.

Teniendo en cuenta que dicha bola es la prueba de amor entre los chicos y las chicas jóvenes de la etnia zhuang y, a su vez, tiene muy buena acogida gracias a sus connotaciones auspiciosas, el xiuqiu se ha convertido en un artículo artesanal característico de la provincia autónoma Zhuang de Guangxi. Sus características son el color rojo, el amarillo y el verde como tonalidades esenciales, y está hecho de doce pétalos bordados con flores de ciruelo, orquídeas, crisantemos, bambú, golondrinas, dragones y aves fénix. Las bolas se rellenan de semillas de cereales, de algodón o de alubias de soja a fin de, por un lado, aumentar el peso para facilitar su posterior lanzamiento y, por el otro, consolidar y profundizar los matices de amor o buena cosecha.

Además en Guangxi tienen otra variedad de bola conocida como duìxiù xiùqiú y realizada a mano por artesanos siguiendo la técnica tradicional llamada precisamente duìxiù. Su estructura compleja y peculiar, el material con el que está hecho y su producción manual, junto con un acabado fino y los colores vivos hacen que esta bola sea única y goce de un gran prestigio en todo el mundo. Para la elaboración de un xiuqiu normal se utiliza un cabo de hilo para bordar los dibujos sobre cada cara de la bola, mientras que un duixiu xiuqiu de calidad superior recurre al doble cabo de hilo para resaltar la complejidad y el refinamiento de los patrones, cuyos perfiles están muy bien definidos hasta tal punto de dar la sensación de que los objetos están vivos.

El juego de lanzar la bola tiene lugar principalmente durante el Año Nuevo Chino o durante el Festival de las Canciones del 3 de marzo, el cual coincide con el período de la siembra primaveral. El hecho de rellenar el xiuqiu con semillas de cereales manifiesta la aspiración de logar una buena cosecha; asimismo tiene la connotación de fecundidad, siendo testigo del amor entre las parejas.

Antiguamente existía la costumbre de buscar pareja mediante el lanzamiento de un xiuqiu. Cuando las chicas tenían edad para casarse, los padres acordaban un día (por lo general el 15 de enero o el 15 de agosto del calendario lunar) para reunir bajo su balcón a los solteros interesados. Cuando la joven estaba arreglada, salía y saludaba a todos los presentes, y lanzaba una bola de colores a los chicos aspirantes a casarse con ella. Quien la conseguía, podía proponerle matrimonio. Por lo general, las chicas se fijaban antes en el chico que le gustaba e intentaban lanzar la bola hacia él para que pudiera recogerla con más facilitad.

Además, dicho lanzamiento de bolas, como actividad con una dilatada tradición, forma parte también del Festival Gexu, una celebración típica de la etnia zhuang de esta zona que incluye también la actuación de canciones fol-klóricas y tiene lugar durante los días festivos más importantes de cada año, tales como el Año Nuevo Chino, el 3 de marzo o durante la Fiesta de la Luna.

Los invitados, en este caso chicos y chicas jóvenes, acuden a los campos o a las orillas del río y se dividen en grupos por sexos. Con una distancia marcada entre ellos, comienzan a cantar uno tras otro para saludar y profundizar en el conocimiento mutuo a través de las canciones. Las letras pueden englobar muchos aspectos: desde la vida cuotidiana, los sentimientos, hasta las actividades agrícolas. Desde un lado se lanza una pregunta y el otro da la respuesta de manera espontánea y adecuada. Las voces aparecen sucesivamente y suenan muy agradables y melodiosas. Durante el canto, las chicas lanzan las bolas hacia los chicos del otro lado, quienes las cogen, las aprecian en la mano un rato y se las devuelven con una gran sonrisa. Esta forma de lanzamiento se llama “tirada colectiva o de trato social”, y consiste en que tanto las chicas como los chicos pueden tirar la bola a cualquiera del otro lado, mientras que existe otra variedad conocida como “tirada exclusiva” en la que después de los contactos preliminares y de que ambos estén interesados en seguir conociéndose, la chica saca del bolsillo un xiuqiu elaborado por ella misma y se lo lanza a un chico en concreto para que se lo quede como señal de buena impresión. Si el chico está de acuerdo, puede aportar la bola como prueba y mandar a una casamentera a pedirle en matrimonio. Esta celebración, con canciones y lanzamiento de bolas, puede durar hasta la noche o incluso la madrugada.

Esta tradición se remonta a la dinastía Tang (唐, 618-907) o Song (宋, 960-1279) y hoy en día aún se conserva en las comarcas de Guangxi, tales como en Baise, Liuzhou, Nanning, Hechi, etc. Entre todas, destaca la celebrada en Jingxi, por su prestigio y número de participantes.

El Xiuqiu es el símbolo del amor de la etnia Zhuang . Foto: 123RF
El Xiuqiu es el símbolo del amor de la etnia Zhuang . Foto: 123RF

Existe un xiuqiu gigantesco fabricado en Guangxi que forma parte de la colección del Museo Nacional de Etnias de Japón. Además, para celebrar la transferencia de las soberanías de Hong Kong y Macao a China en 1997 y 1999 se encargaron dos bolas de 1,97 y 2 metros de diámetro respectivamente y otra de más de dos metros para la cumbre China-ANSA (Asociación de Naciones del Sudeste Asiático).

En la actualidad, el xiuqiu de Guang-xi ha penetrado en la sociedad china y se emplea para regalar entre amigos y familiares, como adornos para el hogar o para hacer obsequios en el ámbito diplomático, convirtiéndose de hecho en un embajador que difunde la cultura china y en una plataforma para la difusión del amor, la amistad y los nexos familiares.

En determinadas zonas del Sudeste Asiático como Vietnam, Birmania y Tailandia, o incluso en México, también tienen la tradición de elaborar estas bolas y regalarlas a los familiares o amigos como amuleto de la buena suerte. No obstante, el xiuqiu mexicano tiene un tamaño más reducido con solo seis pétalos y se presenta igualmente de colores múltiples. Durante los festivos importantes o la llegada de huéspedes distinguidos, los mexicanos, que destacan por su hospitalidad, suelen regalar a los mayores o a los invitados una bola similar al xiuqiu como símbolo de suerte. Los tailandeses consideran el xiuqiu como representante de Buda, un amuleto que se lleva diariamente para fortalecer la salud y protegerse de las influencias negativas.


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Publicado originalmente en: Revista Instituto Confucio.
Número 21. Volumen VI. Noviembre de 2013.

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