Fragmento del cuadro «Retorno de Zheng He». Wikimedia commons, dominio público.

Viajes de Zheng He, el eunuco de la Flota del Tesoro

Los viajes de Zheng He (1371-1433) tuvieron lugar entre el mar de China, el golfo de Bengala, el mar de Arabia y el golfo Pérsico. Fue el navegante más importante de la historia de China. Navegó y exploró siete veces el océano Índico con la Flota del Tesoro, compuesta por más de 300 barcos y un total de 27.800 hombres.

Reportaje de
José Vicente Castelló 
何维柯
Zheng He es
el navegante más importante de la historia de China. Recorrió medio mundo años antes que lo hiciera Cristóbal Colón. Lo pudo conseguir gracias a la avanzada tecnología china  y la orientación mediante la brújula. Completó un ambicioso plan de comercio y expansión cultural del emperador Yongle.

Estatua de Zheng He en Nanjing. Foto: wikimedia commons, dominio público.
Estatua de Zheng He en Nanjing. Foto: wikimedia commons, dominio público.

Los viajes de Zheng He

El almirante Zheng He lideró siete grandes viajes entre 1405 y 1433. Navegó a través de vastas redes de comercio en Asia, África y más allá. Su flota, conocida como la «Flota del Tesoro», era una colección de enormes barcos de carga y de guerra. Algunos de estos navíos medían más de 120 metros de largo. Eran capaces de llevar hasta 500 personas, además de grandes cantidades de mercancías.

Estos siete legendarios viajes se realizaron durante la dinastía Ming bajo el mandato del emperador Yongle. El emperador buscaba expandir su influencia y establecer la supremacía marítima de China. Las expediciones de Zheng He consiguieron el objetivo del emperador Zhu Di, también llamado Yongle. Promovieron el comercio, la diplomacia y la apertura de nuevas rutas marítimas. También contribuyeron al intercambio cultural y al entendimiento entre los pueblos con los que Zheng He contactó.

Viajes de Zheng He entre 1405 y 1433. Wikimedia commons, dominio público.
Viajes de Zheng He entre 1405 y 1433. Wikimedia commons, dominio público.

Zheng He (郑和), de sobrenombre Sānbǎo (三保)

Zheng He se escribe en chino  郑和, ( Zhèng Hé) o como se le decía en su época Cheng Ho. Ese nombre, sin embargo, lo recibió del emperador Yongle. Su nombre original era Mǎ马和. También se le conocía con el sobrenombre de Sānbǎo o lo que es lo mismo 三保) (1).

Nació en la aldea de Hedai, provincia de Yunnan, en 1371. Murió realizando su último viaje en alta mar cerca de las costas de la India en 1433. Tenía con 62 años de edad. Dos años más tarde, en 1435, recibió homenaje con un mausoleo erigido en Nanjing. Su padre, Ma Haiji, y su madre, Weng, tuvieron seis hijos de los que Ma He era el segundo varón.

Casta «semu»

Aunque era chino, Zheng He no pertenecía a la etnia han. Se incluía entre lo que desde la Dinastía Yuan (1279-1368) se denominaba “casta semu”. Esta palabra designaba a todos aquellos que no fueran han, mongoles o extranjeros. Dentro de la casta semu, Zheng He perteneció a la subcasta de la etnia hui. Esta era la única etnia de importancia durante los Ming.

Las características de esta etnia son la práctica del islam y el uso del chino mandarín como lengua habitual. Se cree que sus orígenes musulmanes. Sus ancestros eran árabes que emigraron a China durante la dinastía Tang (618-907) y Song (960-1279). Estos orígenes fueron claves para que le escogieran como almirante de la Flota del Tesoro, ya que iba a visitar regiones de esa religión.

Castrado a los 10 años

Cuando Ma He contaba tan sólo con diez años de edad, la provincia de Yunnan fue reconquistada por el ejército chino de la dinastía Ming (1368-1644). El joven He fue capturado, castrado y reclutado como soldado. La castración cumplía en la sociadad china de la época una función social importante. Tras ella se le envió a servir a Beiping bajo las órdenes del príncipe Zhu Di.

el emperador Zhu Di, llamado también Emperador Yongle. Foto: Wikimedia commons, dominio público.
el emperador Zhu Di, llamado también Emperador  Taizong o «Yongle». Foto: Wikimedia commons, dominio público.

El emperador Zhu Di, «Yongle»

Precisamente este príncipe, Zhu Di, ascendió en 1402 al trono con el nombre de emperador Taizong . A su reinado se le conoce como Yongle (1402-1424) o de la “Eterna Felicidad”. Zheng He se convirtió  con el tiempo en oficial del ejército y fue el propio emperador quien le puso el nombre de Zheng He como recompensa por sus servicios en la conquista de Nanjing. Con ese nombre quiso preservar la memoria de su caballo perdido en la batalla de Zhengcunba. Así, el eunuco Sanbao se convirtío en Sanbao Zheng He.

Poco a poco, Zheng He se fue distinguiendo como un joven oficial de gran habilidad, tanto para la guerra como para la diplomacia. Rápidamente se hizo con amigos influyentes en la Corte que le ayudaron a subir posiciones. Bajo el mandato del emperador Zhu Di el imperio alcanzó su máximo esplendor y la economía creció a un ritmo vertiginoso. Para poder estrechar la comunicación con otros pueblos, Zhu Di decidió enviar a su eunuco en jefe a recorrer el “Océano Occidental” —lo que correspondería hoy al Océano Índico—, organizando en total siete grandes expediciones navales.

El almirante Zheng He

Zheng He hizo siete viajes; el primero en 1405 y el último en 1431. Fue el almirante de una flota de más de 300 barcos que regresaron cargados de oro, plata y otros tesoros. Un total de 27.800 hombres estuvieron bajo su mando. El eunuco y sus marinos recorrieron medio mundo, llegando hasta el reino de Shampa en el sur de lo que es hoy en día Vietnam. También visitaron el reino de Siam —actual Camboya, Laos y Tailandia—, Malaca —en Malasia—, Java y Sumatra —en Indonesia.

Maqueta de uno de los «Barcos del Tesoro» en el Museo Nacional de Beijing. Foto: wikimedia commons, dominio público.
Maqueta de un navío de la flota de Zheng He. Wikimedia commons, domino público.

El almirante con su frota de «Barcos del Tesoro» atravesó el Océano Índico hasta Cochinchina —en el delta del Mekong—, Ceilán —actual Sri Lanka- y Calicut, en la hoy provincia india de Kerala y conocida entonces como “La ciudad de las especias”. Las escuadrillas de la flota de Zheng He recorrieron los mares de Filipinas, India, el Golfo Pérsico, Arabia Saudí —donde visitó La Meca—, África Oriental, África del Sur e, incluso, Egipto. Los viajes de Zheng He contribuyeron al intercambio comercial, cultural y tecnológico entre China y todos esos lugares.

La Flota del Tesoro

La poderosa flota de Zheng He no sólo asombró a los navegantes árabes. También cautivó la atención de los comerciantes de Venecia que frecuentaban la ruta entre Ormuz —en el golfo Pérsico y Adén. En realidad, los viajes de Zheng He se adelantaron 87 años a los de Cristóbal Colón (1541-1506), 93 años a los de Vasco de Gama (1469-1524) y 116 años a los de Fernando de Magallanes (1480-1521).  Todos ellos más famosos y admirados que el propio eunuco chino. Tras su muerte en 1433 nunca más la armada china volvió a realizar ninguna expedición de este tipo por los mares del mundo.

La ciudad de Nanjing acoge de manera permanente una reproducción de un «Barco del Tesoro». Foto: Wikimedia commons, dominio público.
La ciudad de Nanjing acoge de manera permanente una reproducción de un «Barco del Tesoro». Foto: Wikimedia commons, dominio público.

Las flotas de Zheng He eran, en realidad, mucho mayores y numerosas que las de los navegantes europeos. El comandante chino capitaneaba entre 48 y 63 navíos en cada expedición. En una ocasión llegó a dirigir 317 barcos y unos 28.000 hombres. Cristóbal Colón llevaba sólo 3 barcos y 90 marineros. Vasco de Gama mandó 4 navíos y 160 hombres. Fernando de Magallanes era el comodoro de 5 barcos y 265 marineros. Por su parte, las naves de Zheng He medían 122 metros de eslora y tenían un desplazamiento de 1.000 toneladas, mientras que las de Cristóbal Colón apenas 30 metros y un desplazamiento de 200 toneladas.

Una ciudad flotante

Eso significa que, comparados con los buques de hoy en día, los barcos chinos asemejaban los gigantescos portacontenedores transoceánicos. Además, junto a estos, navegaban también otras naves menores como almacenes con provisiones, cuadras, porta-municiones, aguadores, enfermería o lanchas pequeñas. Toda una ciudad flotante. Los arquitectos navales chinos fueron capaces de construir tales naves con precisión. Los astrólogos chinos estaban preparados para dirigir la llamada Flota del Tesoro sin perder nunca el rumbo. Siempre volvieron a casa sanos y salvos.

Grabado de uno de los barcos del almirante. Foto: Wikimedia commons, dominio público.
Grabado de uno de los barcos del almirante. Foto: Wikimedia commons, dominio público.

El cambio de emperador

Tras el cambio de emperador en 1424 —cuando ascendió al trono Hongxi (1424-1425)— y en 1425 —cuando le sucedió el emperador Xuande (1425-1435)—, las expediciones se suspendieron y Zheng He no volvió a emprender un nuevo viaje hasta 1431, que sería su séptima y última expedición. Con ella visitó nuevamente el Sudeste asiático y los países del Océano Índico.

Sus misiones sirvieron como un acicate para la emigración, gracias a la cual se produjo la colonización china en el Sureste asiático. Los descendientes de esos primeros chinos emigrados continúan hoy en día viviendo en lugares como Singapur, Malasia, Vietnam, Tailandia, Indonesia y Filipinas. También hay descendientes en menor medida por multitud de islas del Océano Pacífico.

La carga de la flota

Los barcos de Zheng He iban cargados con todo tipo de productos chinos y artesanía. Esas mercaderías sirvieron para el intercambio comercial, como vino, especias, té, pasta, bordados, seda, gasas, ovillos de hilo, lana, porcelana, pinturas, caligrafías o jade. Además, entre los marinos que le acompañaban había gran cantidad de artesanos, médicos, comerciantes, cocineros, funcionarios, científicos, astrónomos para dirigir las rutas y tomar nota de la posición de las estrellas allá por dónde pasaban, barberos, sastres, artistas y, por supuesto, soldados bien entrenados. También llevaban animales vivos —cerdos, vacas, ovejas, pollos, gallinas ponedoras, patos, etc.—, que les servía de víveres.

Dibujo de una jirafa del S. XV. Foto: Wikimedia commons, dominio, público.
Dibujo de una jirafa del S. XV. Foto: Wikimedia commons, dominio, público.

La Flota del Tesoro de Zheng He también se trajo de sus viajes materiales nuevos para la construcción, combustible, maderas preciosas, joyas y especias. Todos ellos eran artículos desconocidos por los chinos También trajo alguna que otra enfermedad no catalogada en China y animales exóticos.

En una ocasión se trajo de África dos jirafas y un par de cebras. La Corte Imperial sufrió una conmoción al ver la extraordinaria belleza de estos animales. El emperador Yongle los calificó como como “criaturas mágicas de la buena suerte”. Fueron reproducidos en bronce. Se convirtieron en unos de los símbolos decorativos de los palacios imperiales junto con las grullas, las tortugas, el qilin, el ave fénix o los dragones.

Por su parte, los marineros del eunuco conocieron de la mano de los árabes la técnica para la correcta fabricación del vidrio añadiéndole bórax, lo que lo hacía resistente al fuego y más duradero. Dicho proceso se extendió rápidamente por China. El vidrio se convirtió a partir de entoces en un utensilio de uso diario común.

Vista completa del cuadro «Retorno de Zheng He». Wikimedia commons, dominio público.
Vista completa del cuadro «Retorno de Zheng He». Wikimedia commons, dominio público.

El verdadero objetivo de las expediciones y el destino de la flota

Todo ello pretendía, más que conquistar otras naciones, mostrar el enorme poderío de los chinos. Según el oceanógrafo Jin Wu, el objetivo de la Flota del Tesoro fue “manifestar la gloria y el poder de la Dinastía Ming (1368-1644) y recabar tributos de los bárbaros que habitaban más allá de los mares”.

Zheng He siempre respetó las demás naciones y las costumbres locales convirtiéndose en un mensajero de paz y en embajador de la civilización china. Muchos reyes de esos países recibieron personalmente a Zheng He. Incluso, enviaron a algunos de sus ciudadanos a Beijing en la flota del eunuco a aprender de la tecnología y las costumbres de China.

Con el reinado del emperador Xuande (1425-1435) la dinastía Ming (1368-1644) comenzó una etapa de oscurantismo y aislamiento del resto de naciones. Esta etapa duró varios siglos. Siguió los preceptos confucionistas de protección de la cultura china frente a nuevas tendencias extranjeras. Esto hizo que Zheng He dejara de viajar y que su flota fuera desapareciendo poco a poco. Muchas de sus naves fueron destruidas, abandonas o reconvertidas en barcos de pesca. El poderío de China en esa época llegó a su fin y desde entonces el contacto con los foráneos fue limitado. Esto contribuyó a que los viajes de Zheng He pasaran inadvertidos y la cultura china se convirtiera en una incógnita para Occidente.

El emperador Xuande estaba más interesado en controlar los ataques por el norte de los mongoles y en reflotar la economía. Su pronto fallecimiento dio paso a un emperador de siete años, llamado Jungtong, que fue incapaz de controlar la política del país en manos de sus consejeros.

Libros sobre La Flota del Tesoro

Tras sus siete expediciones, los marineros y subordinados de Zheng He redactaron varios libros narrando sus aventuras. Entre ellos se conserva Notas de los viajes a los países extranjeros. En él se describen las características geográficas y naturales de las costas, las costumbres locales y las condiciones de vida de las sociedades que visitaron, extrañas a los chinos. Estaban dirigidos a los eruditos de las clases altas capaces de comprender los textos y asimilar la existencia de “otro mundo”.

Uno de sus sirvientes, llamado Ma Huan, recopiló las observaciones de Zheng He en un libro titulado Visión triunfal en un mar sin límites. Fei Xin construyó su relato en la obra llamada Visión triunfal: barcos navegando bajo un cielo estrellado. Ambas se han convertido en documentos de gran importancia a la hora de estudiar los viajes del eunuco y de comprender el intercambio entre la Dinastía Ming (1368-1644) y las naciones extranjeras.

La tumba de Zheng He

Los documentos oficiales de sus viajes —en los que llegó a visitar más de 30 naciones— escritos por él mismo fueron, sin embargo, destruidos por mandarines burocráticos de la época. Ellos  no veían con buenos ojos que un eunuco lograra tanto poder y prestigio dentro de la corte Ming. No obstante, hoy en día existen todavía los astilleros originales en Nanjing donde sus naves fueron construidas, así como los canales por los que se llevaban hasta el mar. También se puede visitar la tumba de Zheng He en Niushou (Nanjing, provincia de Jiangsu), donde reposa parte de su cabello, ropa, zapatos y algunas pertenencias fueron depositadoss en 1435. Suerpo físico cuentan las crónicas que fue arrojado al mar.

En 1985, durante el 580 aniversario del primer viaje de Zheng He, su tumba fue restaurada según las costumbres islámicas. Se le añadió un mausoleo según el estilo de la Dinastía Ming (1368-1644), con frescos con mapas de sus viajes. A este mausoleo  se accede por una escalinata con 28 escalones de piedra dividida en cuatro secciones con siete peldaños. Ello representa los siete viajes que realizó durante su vida.

Las rutas marítimas chinas y las innovaciones navales

Las teorías de Gavin Menzies

Hay teorías que narran que Zheng He fue mucho más allá. En la obra 1421, el año que China descubrió el mundo, Gavin Menzies —un capitán de submarinos británico— afirma rotundamente que las naves de Zheng He arribaron hasta Australia, Nueva Zelanda y el Polo Sur. Gavin Menzies sostiene que recorrieron toda América, la Antártica, el norte de África y llegaron hasta las puertas de Europa. Es más, afirma que Cristóbal Colón y otros navegantes europeos utilizaron los mapas cartografiados por Zheng He.

Muchas de las afirmaciones de Menzies no cuentan con una evidencia científica probada. El ex-oficial británico lanza una tesis provocativa que no ha sido demostrada. Supondría un cambio radical de la historia de la humanidad.

Zheng He eunuco chino
Presunto mapa del mundo elaborado por Zheng He en 1418. Wikimedia commons, dominio público.

Notas del artículo

(1). El sobrenombre de Sanbao tiene un origen y significado incierto. Los historiadores no se ponen de acuerdo en cuanto a su significado. Existen tres teorías más o menos defendidas sobre lo que realmente quiere decir y el por qué se le puso:

  • (A) Sanbao —traducido como “El tercer tesoro” y escrito así en chino 三宝—, podría referirse a que su padre lo llamaba de este modo porque Zheng He era el tercer hijo de los seis que tenía.
  • (B) Sanbao, con el mismo significado que antes y la misma escritura, se referiría a los “Tres tesoros del Budismo”, pues Zheng He, que nació musulmán, con el tiempo abrazó la religión budista.
  • (C) Sanbao —三保 con el significado del “El tercer protector”— se referiría a que Zheng He en vida prometió honrar, servir y proteger hasta la muerte a tres emperadores de la dinastía Ming (1368-1644), aunque si esta teoría fuera cierta, dicho nombre se le hubiera dado no de joven, sino ya en una edad madura.

Revista Instituto Confucio 5

Publicado originalmente en: Revista Instituto Confucio.
Número 5. Volumen II. Marzo de 2011.

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