Las 55 minorías étnicas de China reconocidas por el Estado representan el 8,5% de la población, unos 120 millones de personas. Celebran el Año Nuevo con tradiciones únicas. Desde el Festival del Agua de los dai hasta el kaquewa de los derung, pasando por el Nawuluzi de los kazajos, estas comunidades ofrecen un mosaico cultural que enriquece la Fiesta de la Primavera, la celebración más emblemática del país.
Un reportaje de
Carlos García de la Morena
Minorías étnicas de China: 120 millones de personas
Un 8,5% de la población pertenece a alguno de estos grupos que, en conjunto, alcanzan los 120 millones de habitantes. Sus respectivas cosmovisiones modelan la manera en que entienden tradiciones como la del Año Nuevo o Fiesta de la Primavera, la conmemoración insignia en China.
La etnia tibetana con el pueblo ihoba
Una de las etnias más prominentes es la tibetana, que está conformada —en China, sin computar otros países— por alrededor de 7,5 millones de personas repartidas por el Tíbet —3,6 millones—, Gansu, Sichuan, Yunnan y Qinghai. Poco tiempo después del Año Nuevo chino, los tibetanos celebran su propio festejo de acuerdo con el calendario vernáculo. Para ajustar los 30 días que abarcan un mes solar con los 29,5 días del lunar, cada intervalo de dos años y medio a tres años se suma un mes a su calendario. En función del área geográfica, se celebra el primer día del decimoprimer, decimosegundo o primer mes del año tibetano. Por su parte, la etnia tibetana monba representa el com, un género teatral propio. Mientras que el también tibetano pueblo ihoba, al terminar la temporada agrícola, congregan al clan y festejan con profusión de carne y licor. Incluso aprovechan la festividad para celebrar bodas.
El pueblo dai, las etnias blang i achang
El pueblo dai es otra de las minorías étnicas chinas que conservan su festividad autóctona de Año Nuevo, la Fiesta del Agua —compartida con las etnias wa y de’ang—,que tiene lugar en torno al 11 de abril. Su calendario comienza en el año 638. La duración de esta fiesta es de cuatro días: los dos primeros para despedir el año saliente y los dos últimos de bienvenida al entrante. Esta comunidad se agrupa en varias prefecturas autónomas del sur de la provincia de Yunnan, además de haberse expandido por otros países del sudeste asiático, especialmente en la limítrofe Birmania. Durante estos días se dedican a salpicarse agua los unos a los otros como símbolo de deseos auspiciosos.
En esta región, las etnias blang y achang celebran sus respectivas fiestas, llamadas hounan y woluo.
La etnia shui
Otra etnia, la shui, habita en la provincia sureña de Guizhou y en la región autónoma de Guangxi. Para esta comunidad, el Año Nuevo abarca 49 días, entre el octavo y el décimo mes lunar. La fiesta más popular se llama Duan o Festival del Melón. Los lugareños ofician eventos en torno a figuras de animales, como el dragón, el pato y el caballo, además de bailar, cantar y realizar ofrendas a los ancestros.
Las diez etnias musulmanas
Muy próximo al Festival de la Primavera, la solemnidad de Corbán —Eid al-Adha o fiesta del sacrificio— es uno de los más emblemáticos para las diez etnias musulmanas que pueblan China. Los uigures y tayikos de la región autónoma de Xinjiang lo conciben como su Año Nuevo, que comprende tres días de descanso. En esta fiesta los hombres se bañan, visten sus mejores prendas y rinden tributo a los fallecidos frente a sus tumbas. La carne de cordero se reparte entre familiares, amistades y quienes sufren escasez. En la misma región, los kazajos celebran la fiesta Nawuluzi. Además de rogar por buenas cosechas, se tocan instrumentos de cuerda, compiten por capturar una oveja a caballo o practican lucha libre.
Los derung
Más al sur, en el valle del río Dulong, en la provincia de Yunnan, se encuentra una de las minorías étnicas más exiguas de China, los derung. Su Año Nuevo tiene lugar el decimosegundo mes según el calendario lunar y se denomina kaquewa. Los chamanes de la tribu sacrifican animales como ofrenda celestial y para calmar a los espíritus inicuos. Durante esta festividad, los derung bailan en torno a los cadáveres, con las mujeres destacando por sus llamativos tatuajes faciales.
La etnia mongola
Esparcida por las provincias del noreste de China y Mongolia Interior, la etnia mongola viste de blanco con motivo del festival que le da nombre y que, desde la dinastía Yuan (1271-1368), es símbolo de buena suerte para el comienzo del año. En las celebraciones, se ofrenda a los dioses del Fuego y la Cocina, así como al Buda y los ancestros. Destacan, por su color, los productos lácteos, como el queso y la mantequilla. A su vez, existe el muy acendrado rito de cocinar un cordero entero, deudor de la tradición tribal y nómada.
También se escucha el evocador sonido de las cuerdas del matouqin, mientras que, en las estepas, los pastores lanzan vino al dios del cielo como signo de respeto y en recuerdo a sus ancestros. Entre otras minorías étnicas, estas son solo algunas pinceladas del vasto lienzo de sus costumbres festivas, complemento todas ellas de la gran celebración del calendario tradicional chino: la Fiesta de la Primavera.