La milenaria medicina china tradicional ofrece múltiples opciones posibles y eficaces para la prevención y el tratamiento de las más diversas enfermedades. Las dolencias físicas, mentales y espirituales mejoran mediante la combinación del equilibrio mental, las plantas medicinales, el masaje y la acupuntura.
Reportaje de
José Vicente Castelló
何维柯
Con una práctica de miles de años, la medicina china tradicional tiene poco claros sus orígenes. Una de las primeras evidencias que tenemos de su práctica real la encontramos en unos huesos inscritos durante la dinastía Shang (1766-1046 a.C.). Durante la dinastía Song (960-1279) se estableció el primer sistema farmacéutico para estandarizar su práctica.
Una opción de tratamiento válida para muchas enfermedades
Estas prácticas lienarias funcionan muy bien en la mejora de síntomas desagradables, tales como dolor de cabeza, de espalda, artritis o de garganta. Sin embargo no es un remedio efectivo en la lucha contra el cáncer terminal o problemas cardiológicos. Por otro lado, no produce efectos secundarios ni adicción.
En 1975 la Organización Mundial de la Salud (OMS) reconoció los beneficios de la Medicina China en el tratamiento de ciertas enfermedades. Así mismo, en 1979, las Naciones Unidas admitieron que también podía usarse para tratar infecciones víricas y bacterianas, problemas respiratorios, circulatorios, así como lesiones musculares o dolencias artríticas e inflamatorias.
Medicina china tradicional: taoísmo y confucionismo
El pilar de esta práctica milenaria la encontramos en dos corrientes del pensamiento chino: el taoísmo y el confucionismo. Los antiguos chinos concebían al ser humano como parte del cosmos, por lo que si se vivía en armonía con el cielo y la tierra, se gozaba de buena salud. Esta creencia de equilibrio universal recibe el nombre de dào (道), que significa “vía, camino”. De ahí sale etimológicamente el taoísmo que sería el camino o la vía hacia la armonía con las grandes fuerzas naturales.
Este pensamiento cree que la salud necesita ser cultivada mediante diversos métodos higiénicos y terapéuticos que ayuden a prevenir enfermedades o recuperar la salud. Serían los siguientes:
- dietética
- herbolaria o fitoterapia
- acupuntura
- masaje
- moxibustión
- helioterapia
- respiración
- meditación
- visualización
- ejercicio físico.
Clasificación de los alimentos según la medicina china tradicional
Una buena alimentación es fundamental para mantener una salud óptima. Así si la nutrición es adecuada la energía (qì en chino 气) será abundante, los órganos estarán bien nutridos. Por tanto, nuestro sistema nervioso y nuestras emociones estarán en armonía.
La medicina china tradicional clasifica los alimentos según diferentes criterios dependiendo de sus características y potencial curativo.
Energía intrínseca
Según la energía intrínseca pueden ser calientes y templados –los cuales tonifican o calientan–, neutros –armonizan– y frescos y fríos –refrescan e hidratan–.
Sabor
Según su sabor pueden ser ácidos –actúan sobre el hígado–, amargos –favorecen la evacuación intestinal y drenan el corazón–, salados –actúan sobre el riñón y la vejiga– y dulces –elevan la energía y actúan sobre el bazo, el páncreas y el estómago–.
Color
Según su color, los alimentos revitalizan –rojo–, estabilizan –amarillos–, desintoxican –verdes–, astringen –negros– y purifican –blancos–. La dieta según la medicina china tradicional nos ayuda a ser conscientes en todo momento de cómo nos sentimos. Podemos encontranos con calor o frío, cansados o excitados, con sequedad o sudorosos… o con muchos más estados físicos o de ánimo. A partir de ahí podemos modificar nuestra dieta para recuperar el equilibrio natural interno. Como reza un proverbio chino: “la enfermedad entra por la boca”.
Plantas medicinales, los remedios de la abuela
La medicina herbolaria china o fitoterapia persigue tratar todo el cuerpo en lugar de enfocarse en un solo órgano o enfermedad. Es muy común ver en China multitud de farmacias donde se venden todo tipo de hierbas y productos derivados de animales clasificados en cajas de madera.
Los ingredientes pueden variar desde los más normales hasta los más sofisticados. Los primeros podemos encontrarlos también en occidente. Se trata del ginseng, la jalea real y hierbas varias. Los segundos no son habituales y suscitan no pocas reservas. Hablamos de la piel de serpiente, el cuerno de alce, los caballito de mar, los gusanos de seda secos, los escorpiones o el polvo de perla. Algunos de este segundo grupo están prohibidos porque ponen en peligro la supervivencia de determinadas especies. Son la garra de tigre, el cuerno de rinoceronte, la bilis de oso o los caparazones de tortuga.
Todos estos componentes pasan por un proceso de elaboración que va desde el limpiado a la cocción, pasando por el secado o triturado. Ello depende de su naturaleza su dosificación y el tratamiento al que están destinados.
Plantas y tipos de pulso en la medicina china tradicional
Todavía se utilizan alrededor de siete mil plantas provenientes de raíces, tubérculos, hojas, ramas y frutos. Otros mil productos de origen animal o mineral engrosan también esa lista de remedios. Aunque todos son clasificados como “hierbas”.
Antes de adquirir cualquier tipo de hierba medicinal, es fundamental acudir a un médico especialista en medicina tradicional china. El médico nos reconocerá y encontrará nuestra dolencia mediante un examen del pulso. Hay más de treinta tipos de pulso distintos. Dependiendo de si es fuerte, fino, pausado, rápido, enérgico o frágil, podrá determinar qué remedio necesitamos y cómo tenemos que administrarlo.
También examinará nuestra lengua para ver si está seca, húmeda, limpia, sucia, pálida o grasienta. Dependiendo de su estado recetará una hierba u otra.
Tongrentang, la farmacia de 400 años
En Beijing, la farmacia más antigua es Tongrentang (同仁堂). Fundada en 1669, es el portaestandarte de la medicina china tradicional. A partir de 1723, primer año del reinado Yongzheng del emperador Qing, Tongrentang suministró en exclusiva a la clínica imperial medicinas y recetas propias, disfrutando de privilegios imperiales durante 188 años.
Durante los últimos tres siglos, Tongrentang se ha adherido al método tradicional de elaboración de medicamentos. Ha ganado fama tanto dentro como fuera de China debido a sus recetas únicas, la excelente calidad de sus materias primas, las exquisitas técnicas de producción y los impresionantes efectos curativos de sus productos.
Ha desarrollado, además, diez productos clave y diez medicinas muy famosas, entre las que se incluye Níuhuáng Qīngxīn Wán (píldora de bezoar para el corazón) y Wūjī Báifèng Wán (píldora de hueso de pollo negro), las cuales han encontrado mercado tanto en el interior como en el exterior de China.
Hoy en día, Tongrentang es sinónimo de gran calidad y genuina reputación. Desde que se abriera la primera farmacia en la calle Dashilan de Beijing, Tongrentang ha crecido imparablemente y ha establecido una cadena de tiendas por todo el país y también en el extranjero. Únicamente en Beijing, existen docenas de farmacias Tongrentang.
Muchas de las tiendas Tongrentang de Beijing ofrecen diversos servicios, tales como consulta médica, procesamiento de hierbas medicinales, envío a domicilio o cambio de divisas. En 1992 se estableció la Beijing Tongrentang Group Corporation, y desde entonces, ha abierto oficinas en Hong Kong, Malasia, Australia, Estados Unidos y el Reino Unido.
Yin y yang en la medicina china tradicional
Uno de los aspectos más sugerentes de la Medicina China es el equilibrio de las fuerzas que pertenecen a un todo y que se inspira en el concepto taoísta del Yin (阴) y el Yang (阳). La vida se considera como un juego de opuestos –hombre y mujer, sol y luna, caliente y frío, arriba y abajo–, mientras que todas las cosas existen como resultado de su interacción con sus opuestos.
La Medicina China se fundamenta en la creencia de que para que el cuerpo esté sano, sus opuestos también deben hallarse en un estado de equilibrio dinámico. Por ejemplo, un defecto de agua en el sistema crea la deshidratación, mientras que un exceso la hidropesía; demasiado calor provoca fiebre y demasiado frío, escalofríos.
Se considera el cuerpo como un todo integrado, de manera que en cualquier enfermedad es todo el cuerpo, en lugar de sólo la parte enferma, el que necesita tratamiento. Por su parte, los alimentos también poseen cualidades Yin o Yang, por lo que éstos deben observarse con relación a la persona y a su estado.
Acupuntura, la madre de la Medicina China
Muchas veces se confunde a las técnicas de acupuntura (zhēnjiŭ en chino o 针灸) como si de la única forma de medicina tradicional china se tratara, sin embargo, forma parte de ella y es una más de entre las diversas técnicas que emplea.
La acupuntura es una práctica que recurre al uso de agujas insertadas en diversos puntos específicos del cuerpo –se han identificado más de dos mil, aunque únicamente se usan unos ciento cincuenta–. En la antigüedad, las agujas estaban hechas con caña de bambú, oro, plata, cobre o latón, mientras que en la actualidad se usa el acero inoxidable.
La filosofía que sustenta la acupuntura dice que la energía vital (qì en chino) fluye por una red invisible de meridianos del cuerpo que a modo de senderos de energía une los tejidos superficiales a los órganos internos. Los doce canales principales reciben el nombre del órgano con el que están relacionados y también pueden clasificarse en Yin o Yang dependiendo de si se encuentran en la zona posterior (donde nos da el sol, es decir, la espalda) o en la zona anterior (donde nos da la sombra, es decir, el frente).
Las especialidades de la acupuntura
Dentro de la acupuntura observamos diversas especializaciones que se caracterizan por un tratamiento diverso. Así tenemos la auriculopuntura –colocación de agujas en la oreja, representante gráfica de todo el organismo–, la digitopuntura –presión de los dedos sobre los puntos de acupuntura muy utilizado en el automasaje–, la moxibustión –aplicación de calor local mediante un cono de hierba en puntos específicos de acupuntura– y la electroacupuntura –colocación de corrientes eléctricas de muy baja intensidad ideal para afecciones reumáticas o musculares–.
Otras formas de tratamiento
Además del tratamiento con plantas medicinales, la acupuntura, una buena dieta y un equilibrio entre el Yin y el Yang, la Medicina China recurre a otras técnicas curativas que son igualmente válidas.
El masaje chino (ànmó 按摩 o tuīná 推拿)
El masaje chino (ànmó 按摩 o tuīná 推拿) además de ser una forma en sí misma de tratamiento para multitud de afecciones del aparato locomotor, prepara el cuerpo y los meridianos energéticos para su posterior tratamiento con agujas de acupuntura mejorando el resultado de éstas. Los más populares son los masajes de pies –que hace presión sobre los órganos internos del cuerpo humano reflejados en la planta del pie– y el masaje terapéutico de cuerpo completo.
E arte marciall tàijíquán (太极拳)
El tàijíquán (太极拳), además de ser un arte marcial, está considerado como una serie de ejercicios de meditación que mediante movimientos lentos revitaliza el cuerpo, aporta serenidad y mantiene el equilibrio de la energía de los canales de acupuntura.
El ejercicio energético qìgōng (气功)
El qìgōng (气功) es un tipo de ejercicio energético que combinado con la respiración ayuda a hacer fluir la energía por todo el cuerpo desbloqueando las zonas donde hay un estancamiento de energía. También es una técnica de imposición de manos donde el terapeuta envía su qi a la persona enferma, ayudando al restablecimiento de su salud.
Las ventosas (huǒguàn o 火罐)
El método de las ventosas (huǒguàn o 火罐) consiste en la colocación de vasos de cristal, habitualmente en zonas planas del organismo, y que, haciendo el vacío mediante el calentamiento de la ventosa, se adhiere a la piel con la finalidad de aumentar la irrigación de la sangre en esa zona, lo que ayuda a provocar estímulos cutáneos y tisulares, y expulsa los factores patógenos externos, sobre todo el viento y el frío.
Los raspados (guāshā o 刮痧)
La insolación por medio de raspados en el cuello, pecho o espalda de un paciente (guāshā o 刮痧) con un utensilio romo –antiguamente se usaba una espátula de jade– sirve para la desintoxicación de la sangre, mejorar su circulación, regular los órganos y sus funciones, y nos libera del dolor, la fiebre, la tos, las náuseas y otros síntomas menores.
Publicado originalmente en: Revista Instituto Confucio.
Número 9. Volumen VI. Noviembre de 2011.
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