Detalle de la ropa del emperador Qianlong (1736-1796). Museo Grassi, Leipzig, Alemania. Foto: Wikimedia commons. Dominio Público.

La antigua cultura china de la seda

Por sus ricos colores y estampados, la seda china antigua desempeñó un importante papel en las solemnidades y ceremonias antiguas y originó también una rica tradición folclórica. La sericultura y el hilado y tejido de la seda tuvo su origen en China hace miles de años.

Reportaje de
Yang Shuobin 
杨朔镔
La seda china está presente en la cultura desde el Neolítico. China fue el primer país en desarrollar la sericultura y el hilado y tejido de la seda. El yacimiento arqueológico de Hemudu (河姆渡) de 7.000 años de antigüedad reveló una talla en forma de gusano de seda. Este yacimiento se encuentra en la ciudad de Yuyao (余姚), provincia de Zhejiang (浙江).

Entre las inscripciones en huesos y caparazones de tortuga descubiertas en las ruinas de Yin (殷墟), capital de la dinastía Shang (, hacia 1600-1046 a.C.), figuran numerosas referencias a los gusanos de seda y el Morus alba o árbol de la morera.

Modelo a escala 1:48 de la villa neolítica de Hemudu. Foto: Wikimedia commons, dominio público.
Modelo a escala 1:48 de la villa neolítica de Hemudu. Foto: Wikimedia commons, dominio público.

Hasta llegar a los años de los Reinos Combatientes (战国时代, 475-221 A.C.) la fabricación de una seda fina y resistente, gasas de seda, brocado, sarga de seda, damasco y otros tipos de telas fue duradero y fructífero.

La llegada del brocado en la fabricación de seda china

En las dinastías Tang y Song (唐宋, 618-907 y 960-1279 respectivamente), el bordado realizado en telar con sedas e hilo de oro, el estampado y teñido de tejidos, alcanzaron madurez. La aparición del brocado representó especialmente un hito en la historia de la artesanía de la seda en China.

Hasta el día de hoy los conocidos como tres grandes brocados del mundo: el de Sichuan (蜀锦, shǔjǐn), el Song (宋锦, sòngjǐn) y el de nube (云锦, yúnjǐn) aún representan su máxima expresión mundial. 

Brocado de seda china de la dinastía Tang. Exhibido en el Museo Provincial de Sichuan. Foto: Wikimedia commons, dominio público.
Brocado de seda china de la dinastía Tang. Exhibido en el Museo Provincial de Sichuan. Foto: Wikimedia commons, dominio público.

La seda china como indicativo de poder

En el Libro de los ritos (礼记) se indica que solo los miembros de la familia real pueden vestirse de seda. Las primeras referencias a esta cuestión en El clásico de la historia (尚书) son las recogidas en las “doce indicaciones”. Esta norma establece los doce tipos de decoraciones y estampados establecidos para el emperador y sus ministros con el fin de mostrar sus rangos y dignidades. Entre ellos, el tocado de seda del emperador incluía los siguientes motivos:

  • el sol
  • la luna,
  • las estrellas y constelaciones
  • montañas
  • el dragón

Había además otros doce tipos de imágenes que se combinaban además en diversos colores, y que correspondían cada uno con la virtud propia del emperador. Esta tradición se transmitió hasta llegar a la dinastía Qing (, 1644-1911) y se convirtió en parte importante de la cultura palaciega.

La costumbre de ofrecer sacrificios a la “deidad del gusano de seda” (蚕神, cánshén) se convirtió igualmente en legado.

Cultura de la seda
Emperador Amarillo. Wikimedia Commons, dominio público.

 

De Huangdi (黄帝), el legendario y ancestral Emperador Amarillo, se dice que “al colgar sus ropas, se imponía el orden en China” (垂衣裳而天下治, Chuí yīshang ér tiānxià zhì). Este dicho ejemplifica cómo, a través del preceptivo código de vestimenta imperial, se creía conferir a la nación con la debida propiedad y ceremonia, al llevar así a cabo el gobierno regular del país.

Leyendas sobre el origen chino de la seda

La principal consorte del Emperador Amarillo (Huangdi, 黄帝, perdido en el Neolítico hace 26 siglos) fue Lei Zu (嫘祖). La tradición la señala como la transmisora de la crianza del gusano de seda al pueblo.

Lei Zu (嫘祖), la madre de los gusanos de seda

Lei Zu (嫘祖) enseño a sus súbditos a devanar la seda de sus capullos y confeccionar prendas con dicho tejido. Lei Zu (嫘祖) ha pasado a las generaciones posteriores como la imagen divina de la “Madre de los gusanos de seda.” La costumbre de oficiar sacrificios en su honor se convirtió en uno de los ritos palaciegos y populares más importantes de la China antigua.

El Emeprador Amarillo y su consorte, la Madre de la Seda.Foto: Wikimedia commons, dominio público.
El Emperador Amarillo y su consorte Ley Zu, la Madre de la Seda.Foto: Wikimedia commons, dominio público.

El altar de la diosa de los gusanos de seda

En la actualidad, en el intacto jardín imperial de la dinastía Qing, correspondiente al rincón noreste del parque Beihai en Beijing, existe todavía el conocido como “Altar a la diosa de los gusanos de seda,” (先蚕坛, Xiāncántán) de paredes rojas y tejas verdes, solemne y majestuoso.

Allí, las consortes imperiales de las dinastías Ming y Qing oficiaron en su día numerosos y solemnes ritos de sacrificio, recogieron morera y criaron gusanos con el fin de bendecir a la nación por una actividad siempre fecunda y próspera.

La leyenda de la “joven con cabeza de caballo” (马头娘, Mǎtóuniáng).

Entre el pueblo, por su parte, se difundió ampliamente la leyenda de la “joven con cabeza de caballo” (马头娘, Mǎtóuniáng). El legendario caballo era de un blanco inmaculado y semejante a la nieve. Sufrió incontables vicisitudes y peligros para ayudar a la joven de los gusanos de seda a encontrar a su querido padre.Éste había sido alistado a la fuerza y el caballo lo rescató del campo de batalla.

El padre de la muchacha mató al caballo para evitar el matrimonio de la bestia con la muchacha. Como resultado, la piel del animal se transformó en una fresca brisa que envolvió a la joven, y surgió así la “deidad del gusano de seda”, caracterizada con cabeza de caballo y cuerpo de gusano.

Historias similares aparecen repetidamente en las obras Testimonios en busca de lo sobrenatural (搜神记), Extensos registros de la era Taiping (太平广记) y en otras antiguas recopilaciones sobre hechos fantásticos.

Capullos de seda. Foto: 123RF.
Capullos de seda. Foto: 123RF.

Seda china y literatura antigua

Es inevitable y muy estrecha la relación entre la seda china y la literatura. La cuestión de la crianza del gusano de seda y el cultivo de la morera como industria se convirtió en tema recurrente para muchos hombres de letras de las sucesivas dinastías.

En el Shijing (诗经), la antología poética más antigua que se conoce, ascienden a un total de 39 los poemas que tratan, entre otras cuestiones relativas a la producción de gusanos de seda, de los diversos tipos de morera, su recolección, la crianza del gusano y los procesos de hilado, devanado y tejido.

Conmueve especialmente la figura de las jóvenes recolectoras de la morera, laboriosas, bellas, inteligentes y honradas. Sus desvelos afectuosos y románticos han quedado ampliamente recogidos en los versos del Shijing y nos permiten, más de tres mil años después, revivir ese sentimiento conmovedor y cargado de una persistente melancolía.

Obras como la Balada de la seda blanca (白丝行) de Du Fu (杜甫, 712-770), gran poeta de la dinastía Tang; Sarga de seda (缭绫) de Bai Juyi (白居易, 772-846), también perteneciente a la dinastía Tang; o la Balada del brocado (织锦曲) de Wang Jian (王建); representaron célebres creaciones de una profunda y larga influencia.

Ropaje del emperador Qianlong (1736-1796). Foto: wikimedia commons, dominio público.
Ropaje del emperador Qianlong (1736-1796). Foto: wikimedia commons, dominio público.

Seda y arte

En el ámbito del arte, las Escenas de la labor campestre y tejido (耕织图) de Lou Shu (楼璹, 1090-1172), magistrado de los primeros años de la dinastía Song del Sur (南宋) cobraron fama como “la pintura en rollo que aportó el testimonio completo más temprano en China sobre el modelo de vida tradicional de la labor del campo para los hombres y el tejido para las mujeres”.

El artista investigó a fondo los campos y sus labores y, aplicando una técnica de dibujo monocromático en tinta, creó detalladas escenas panorámicas que representan un retrato exhaustivo del mundo de los gusanos de seda, las moreras y el tejido de la seda. Una vez concluidas, las pinturas pasaron al palacio de la dinastía Song y gozaron del aprecio y elogios de los sucesivos emperadores, al utilizarse frecuentemente sus motivos en ropas de seda.

La difusión de la cultura de la seda china antigua

Más adelante surgieron todo tipo de copias oficiales y populares que se extendieron por toda China a la historia del arte, la ciencia y la tecnología, la agricultura y la artesanía en expresiones únicas. Con anterioridad a la popularización del papel como medio de expresión, un tipo de seda delgada y resistente, y la sarga de seda, representaron el material de libros y pinturas.

La inmensa mayoría de las pinturas anteriores a la dinastía Song se realizaban sobre seda. Sirva como ejemplo la pintura de Las doncellas imperiales adornando su pelo con flores (簪花仕女图), de la dinastía Tang y cuya popularidad ha llegado a nuestros días, que fue pintada sobre un colorido rollo de seda.

La Ruta de la Seda

A través del comercio de este hilo de tan alto valor, se estableció un intercambio económico amplio, activo y duradero entre China y otros países en la antigüedad. De manera temprana en el siglo V a.C., China ya era conocida en la Grecia clásica con el hermoso nombre de “Seres”, palabra que significa “tierra de la que procede la seda” o “país de producción de la seda”.

Se dice que para acabar con el control persa sobre la Ruta de la Seda, el emperador bizantino Justiniano I (527-565) envió emisarios para que, ocultando las larvas de los gusanos de seda en sus cayados, los trajesen a Roma. No obstante, y según los anales históricos, fue aproximadamente durante el siglo III cuando comenzó a desarrollarse, tanto en Bizancio como en otros países de la Europa occidental, la industria de los gusanos y el tejido de la seda. En la actualidad, la ciudad española de Valencia conserva la Lonja de la Seda, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. 

Rutas marítimas chinas: mapa con la ruta marítima de la seda resaltada. Fuente: UNESCO.
Rutas marítimas chinas: mapa con la ruta marítima de la seda resaltada. Fuente: UNESCO.

La Ruta Marítima de la Seda

Era un día de julio del año 1405 correspondiente al tercero en el poder del emperador Yongle (永乐). En el estuario del río Yangtsé ondeaban las banderas de más de 240 barcos tripulados por 27.400 hombres. Además de porcelana y té, la carga de estos barcos se componía de seda, un bien estimado por los occidentales como un producto de incomparable valor.

Zheng He

Esta es la descripción de una de las expediciones al oeste del océano Pacífico de Zheng He (郑和, 1371-1433), el famoso almirante y explorador de inicios de la dinastía Ming (, 1368-1644). Fue a partir de este momento cuando se abrió la Ruta Marítima de la Seda, una vía de intercambio de seda china por manufacturas del mundo occidental. Fue el comienzo la era de las grandes navegaciones en la historia de la humanidad.

La Ruta de la Seda: una historia inacabada


Revista Instituto Confucio 33

Publicado originalmente en: Revista Instituto Confucio.
Número 33. Volumen VI. Noviembre de 2015

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