Los restos arqueológicos del yacimiento de Zengpiyan (Guilin), cuentan con una antigüedad de entre 7.000 y 12.000 años, y muestran una civilización con elevados conocimientos en la elaboración de piezas cerámicas. Junto con instrumentos elaborados en piedra, cerámica, hueso y otros vestigios materiales, se han hallado huesos pertenecientes a cerdos domésticos, y también sepulturas con cadáveres colocados de lado con sus piernas flexionadas.
Reportaje de
Wu Yunfan
吴云凡
El descubrimiento y conservación del sitio arqueológico de Zengpiyan puede considerarse el mayor logro de la arqueología rupestre en el sur del país en los años 70 del pasado siglo, y también uno de los hallazgos prehistóricos de mayor influencia nacional en dicho periodo. El yacimiento ocupa una superficie de más de 200 m2 y en él se encontraron numerosos pozos con rastros de ceniza y desperdicios. Sucesivas excavaciones han recuperado instrumentos elaborados en piedra, cerámica, hueso y otros vestigios materiales, que demuestran que Guilin fue uno de los más importantes lugares de origen de la producción cerámica no solo del sur de China sino de todo el país. Además de ello, se han hallado allí una gran cantidad de restos de animales, incluidos los más tempranos huesos pertenecientes a cerdos domésticos, y también sepulturas con cadáveres colocados de lado con sus piernas flexionadas en una curiosa posición de cuclillas, lo que convierte a este lugar en una excelente ventana a la que asomarse para estudiar tan vetusta cultura.
En consonancia con su importancia como uno de los orígenes de las artes cerámicas chinas, los alfareros de Zengpiyan emplearon un característico método de mixtura de componentes para la elaboración de sus productos, lo que ofrece un claro testimonio de los extraordinarios conocimientos técnicos que poseían. Dicho método consistía en emplear el barro común y un ingrediente alternativo, como piedra machacada, conchas u otras materias primas según una proporción determinada; y añadir después agua para mezclarlos y conseguir así un objeto artesanal semiacabado de gran cohesión y resistencia al fuego. La vasija obtenida podía soportar una cocción a muy alta temperatura y no se despedazaba ni rompía fácilmente. Gracias a esta técnica, quienes habitaron Zengpiyan alcanzaron un estadio cultural caracterizado por la cocción de alimentos, un hito que supuso un gran avance para la civilización.
El análisis arqueológico de las piezas más tempranas desenterradas en Zengpiyan, puso en evidencia el uso de la mencionada técnica de la mixtura de componentes para realizar objetos peculiares. Mediante el amasado y moldeado, y sin haber sido sometidas previamente a un proceso de cocción a alta temperatura, dichas piezas poseían las características básicas de la cerámica común y una contrastada utilidad práctica, con lo que podían colocarse directamente sobre el fuego para calentar alimentos. De hecho, se cree que esas muestras de la primera etapa constituyen un ejemplo incipiente de producto cerámico y pertenecen, por lo tanto, a la clase de “piezas cerámicas embrionarias”. Se trata de una tipología cuya aparición anuncia la transición cultural de lo crudo a lo cocido y testimonia el alto grado de desarrollo humano en ese estadio primigenio de la evolución.
Centro de producción cerámica
Al mismo tiempo, se han hallado en numerosos yacimientos de los alrededores de Guilin vasijas cerámicas de más de 10.000 años de antigüedad, que guardan una evidente relación con la cerámica embrionaria de Zengpiyan. Ello constituye una demostración del avance y perfeccionamiento de la técnica de mixtura y una prueba de la importancia de Guilin como uno de los centros originarios de producción cerámica de China.
Gracias a las sucesivas campañas de excavación, y al análisis arqueológico de los restos materiales, animales y humanos desenterrados, se pueden distinguir cuatro etapas en el desarrollo de Zengpiyan según sus características culturales. A la fase más temprana se adscribe un importante número de fósiles de cerdos que, a juzgar por los especialistas, ya presentaban una morfología modificada debido a un largo proceso de domesticación. Nos encontramos aquí ante el resto verificado más temprano de un cerdo criado en cautividad conocido en China hasta la fecha. La economía de esta cultura residía principalmente en la recolección, la pesca, la caza y una primitiva forma de domesticación de animales.
En la segunda etapa, quizás, ya hubo un cierto desarrollo de la agricultura primitiva y se produjo una difusión generalizada de la crianza de puercos, aunque no representaba una parte imprescindible del sistema económico. En la tercera fase, la población de la zona comenzó a habitar fuera de las cuevas y a construir viviendas con troncos de madera o cañas de bambú. Se transformaron así los habitáculos primitivos en un lugar de enterramiento para los ancestros, a la vez que idearon el peculiar sistema antes mencionado de posicionamiento de los cadáveres sobre un lado con las piernas flexionadas.
En el cuarto estadio aparecen figurillas cerámicas de refinada textura y variada decoración, con una gran riqueza tipológica, y también surgen instrumentos de trabajo de acabado bruñido como hachas y cuchillos de piedra o de hueso, entre otros útiles. Todos ellos presentan una excelente factura y son prueba fehaciente de sus avances. Esta última fase de Zengpiyan, situada cronológicamente entre el 6000 y el 5000 a.C., constituye el nivel más alto de la civilización prehistórica del área de Guilin.
Desde el Instituto de Arqueología de la Academia China de Ciencias Sociales, y también desde otros departamentos afines, coinciden al afirmar que la antigua cultura de Zengpiyan poseía un alto coeficiente intelectual y un extenso bagaje de conocimientos. La técnica de la mixtura de componentes para la elaboración de piezas cerámicas fue una invención de hace miles de años atribuible a este pueblo, lo que convierte a Guilin en un santuario ancestral de la sabiduría humana.