La traducción entre lenguas tan distantes como son el chino y el español constituye una tarea muy complicada ya que desde el punto de vista lingüístico, es inmensa la distancia que les separa.
Maritza C. Ruiseco / Instituto Confucio de la Universidad de La Habana
Traducir entre lenguas lingüísticamente próximas no es una labor fácil, entre otras cosas, porque es preciso no solo conocer el idioma, sino también su cultura. Sin embargo, la traducción entre lenguas tan distantes como son el chino y el español constituye una tarea muy complicada.
China, lo he dicho siempre, no es un país diferente, sino un mundo diferente; otra manera de ver, entender y razonar la vida. Por otra parte, se ha dicho con justicia que es imposible separar el idioma de la cultura que lo crea. Así las cosas, desde el punto de vista lingüístico, es inmensa la distancia que separa al español del chino.
El idioma chino pertenece a la familia sino tibetana, es una lengua analítica y posee tonos distintivos; es decir, es una lengua en la cual el tono favorece la distinción sintáctica dentro de un contexto oral, del significado de una palabra. Veámoslo más claro:
- 妈 mā → en primer tono significa “madre”
- 麻 má → en segundo tono es el nombre genérico del cáñamo
- 马 mǎ → en el tercer tono significa “caballo”
- 骂 mà → en el cuarto tono significa “maldecir”
Otra característica de las lenguas analíticas, conocidas también como aislantes, es que la casi totalidad de sus morfemas lo son libres, es decir, se les considera “palabras” con significado propio, de manera que a cada sílaba le corresponde un concepto básico. Así vemos el siguiente ejemplo:
- Todos mis alumnos son cubanos 我的学生们都是古巴人, que literalmente vendría a ser: 我 (yo, pronombre personal) 的 (partícula para designar el posesivo) 学生 (estudiante) 们 (afijo que pluraliza los pronombres en singular y a algunos sustantivos) 都 (todos) 是 (ser) 古巴 (Cuba) 人 (persona).
Las lenguas sintéticas, como el español, se caracterizan por una tendencia a incluir mucha información en los sufijos y prefijos, y la clasificación gramatical se determina previamente mediante la variación de la forma, así se fija su cualidad de género, número, tiempo y modo. De igual manera, el orden de los sintagmas no altera el significado de la oración, por lo que el orden de las palabras tiende a ser más libre. No ocurre así en las lenguas analíticas donde nos encontramos que el orden de las palabras dentro de la oración es muy significativo, no existe concordancia entre sujeto, verbo y adjetivos, y no utilizan flexiones para el género ni el número, por lo que dependen del contexto para interpretar el significado de la oración.
Como podemos apreciar, las diferencias esenciales entre el chino y el español se centran fundamentalmente en el aspecto morfológico. La oración en español es una cadena de sintagmas con signo gramatical cuyas relaciones sintácticas son explícitas y formales mientras que la oración china puede considerarse una secuencia de conceptos cuyas relaciones sintácticas dependen en gran medida del orden y el contexto en el cual se encuentren. Por ejemplo,
- 研究科学 / 科学研究
- Investigación científica / Investigar la ciencia
En los dos ejemplos anteriores es evidente que un simple cambio de ubicación de la palabra 人民 altera el sentido de la oración. En el primero de los casos funciona como sustantivo, mientras que en el segundo, como adjetivo. Igual sucede en el segundo de esos ejemplos citados.
Ahora bien, refiriéndonos propiamente al contexto, cuando leemos expresiones tales como: 小孩玩儿 (“El niño juega” o “Los niños juegan”), 鸟飞 (“El pájaro vuela” o “Los pájaros vuelan”), 学生正在学习 (“El estudiante está estudiando ahora” o “Los estudiantes están estudiando ahora”), ¿cómo saber cuántos niños juegan, cuántos pájaros vuelan o cuántos estudiantes estudian si el carácter en sí no nos indica si es plural o singular? Obviamente es el contexto el que aclara tales interrogantes.
Por otra parte, el contexto cultural tiene igualmente una importancia singular en la traducción del chino moderno, lo cual se pone de manifiesto durante la traducción de las frases hechas, modismos, dichos o locuciones (los famosos chéngyŭ o 成语). Como se sabe, estas pequeñas sentencias de tan solo cuatro caracteres y estructura invariable, constituyen una de las características más notables de este idioma.
Por lo general, representan siempre algún pasaje histórico o de la tradición popular del país. Son sentencias o moralejas que de ninguna manera podemos comparar con los refranes en español, no solo por la rigidez de su estructura formal, sino además porque su uso es mucho más frecuente entre la población china que el que tiene en Iberoamérica el refranero popular español.
Para traducir fuera de contexto estas frases hechas chinas hay que poseer unos buenos conocimientos del idioma, alguna noción de la historia y, sobre todo, de la cultura china. Quizás uno de los ejemplos más notables sea el que mostramos a continuación:
- 四面楚歌 (sìmiàn chŭ gē), literalmente sería: el número 4 + lados + chŭ (el nombre de un reino) + canciones
La traducción literal al español nada tiene que ver con canciones, ni con los cuatro lados de una cosa, sino que es el equivalente a la frase española “Estar rodeado de enemigos por todos lados”, “Estar completamente aislado”, “Encontrarse en un callejón sin salida”. El origen de este dicho se encuentra en la leyenda o imaginería popular china, pues cuentan que una vez el ejército Han cercó a 8.000 soldados del ejército del reino de Chu, quienes oyeron una noche canciones de su tierra natal y al escucharlas interpretaron que el enemigo había arrasado con su localidad y apresado a sus coterráneos, los cuales cantaban tristemente. Esto provocó la deserción en masa del ejercito Chu y el suicidio de su general, pues nunca imaginaron que se trababa de una treta de los Han para desmoralizarlos.
Una expresión china muy común es 狗咬吕洞宾 (gǒu yǎo Lǚ Dòngbīn), lo que literalmente significa “Gruñir y morder a Lǚ Dongbin”. Fuera de contexto la frase no tiene ningún significado. Otra cosa muy distinta es cuando se conoce que 吕洞宾 es uno de los ocho inmortales (se refiere a 八仙 o Bāxiān, siete hombres y una mujer santos y sabios muy venerados por los taoístas). A partir de aquí, la frase adquiere significado y podría traducirse como “Tomar a una persona buena por mala”, porque el perro muerde a un santo y porque además, por lo general, es el hombre quien alimenta al perro. En español tenemos una frase equivalente: “morder la mano que te da de comer”. En otros casos lo he visto traducido como alguien que no distingue el bien del mal, lo cual es también aceptable.
Hay innumerables ejemplos de este tipo, pero con los que hemos citado deseamos demostrar que en chino el contexto adquiere una importancia vital para comprender el mensaje.
Por otra parte, un término aislado puede tener múltiples acepciones y solo el contexto lingüístico o el contexto cultural pueden definir el sentido.
Publicado originalmente en:
Revista Instituto Confucio.
Número 10. Volumen I. Enero de 2012.
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