El té maofeng

El té maofeng, más que una leyenda

El té maofeng, uno de los diez mejores tés de China, proviene de la montaña de Huangshan, al sur de la provincia de Anhui. La humedad y sus más de 700 m de altitud hacen que sea un lugar privilegiado para la cosecha de esta preciada infusión de hojas verdes.

El té maofeng (毛峰茶). crece con gran humedad a más de 700 metros de altitud. Foto: 123RF.
El té maofeng (毛峰茶). crece con gran humedad a más de 700 metros de altitud. Foto: 123RF.

Reportaje de
Cristina Amat
帝娜
En Huangshan (黄山; literalmente “Montaña Amarilla”), al sur de la provincia de Anhui, se puede encontrar uno de entre los diez clasificados como mejores tés de China: el té maofeng (毛峰茶). La humedad y sus más de 700 metros de altitud hacen que sea un lugar privilegiado para la cosecha de esta preciada infusión de hojas verdes. Su nombre “maofeng” hace honor tanto a la fina película de pelo (, máo) blanco que recubre sus hojas, como al paisaje característico de la Montaña Amarilla, con pinos de peculiares formas que crecen en la mismísima cima de la montaña (, fēng). Un buen número de literatos han sido atraídos por la belleza y la majestuosidad de sus numerosas cimas. Diferentes poetas como Li Bai (李白, 699-762), Jia Dao (贾岛, 779-843), Du Xunhe (杜荀鹤, 846-906) o Zheng Zhen (1199-1262), dedicaron a estas montañas algunos de sus versos:

Amanecer en la Montaña Amarilla.
Zheng Zhen

Treinta y seis extraños picos,
Inmortales con negros penachos.
El sol de la mañana ilumina las copas de los árboles,
En este mundo celestial de montañas.
Habitantes de China, ¡alzad la mirada!
Por mil años van y vienen las grullas.
Recogiendo la leña de lugares lejanos
Arrancando de sus grietas maderos.

El té maofeng es protagonista de algunos grandes poemas, cmo el de Zeng zeng, donde lo relacionan con las grullas. Foto: 123RF.
El té maofeng es protagonista de algunos grandes poemas, cmo el de Zeng zeng, donde lo relacionan con las grullas. Foto: 123RF.

Estas montañas sirvieron de inspiración literaria y artística así como de patria para el té maofeng. La mejor época del año para recoger las hojas de esta variedad es al principio de la primavera, justo antes de la fiesta de Qingming, la fecha que marca el comienzo de la temporada de las actividades agrícolas. Este té es tan especial que solo se recogen exclusivamente el brote y las dos hojas contiguas (que además han de ser de idéntico tamaño). Se enrollan de tal manera que se puede apreciar una fina capa aterciopelada y sedosa de apariencia brillante. El té de mayor calidad es elaborado en el mismo día que se recoge. A continuación, se procede a tostarlo en una sartén profunda, donde se saltea y agita manualmente a gran velocidad (aproximadamente unas 60 veces por minuto). Esta fase detiene el proceso de oxidación de las hojas y establece su calidad, ya que es la habilidad del manipulador la que determinará su punto óptimo: ni demasiado crudo ni excesivamente tostado. Su secado comienza a 90ºC y finaliza a 60ºC. Para su óptima degustación se recomienda utilizar un vaso de cristal o de porcelana. Popularmente se dice que la primera taza de este té verde es aromática, la segunda dulce y la tercera garantiza un sabor más intenso. El té maofeng posee las características antioxidantes de todo té verde, estimula el sistema nervioso y reduce la presión arterial.

El té maofeng necesita para su óptima degustación una juego de cristal o de porcelana. Ftoo: 123RF.
El té maofeng necesita para su óptima degustación una juego de cristal o de porcelana. Ftoo: 123RF.

Gran parte de los tés más destacados de China están envueltos en leyendas y el de maofeng no es una excepción. Según la tradición, en la remota area de Huangshan vivían una bella joven recolectora de hojas de té y un joven y apuesto estudiante. Ambos no tardaron en enamorarse aunque su relación no iba a ser fácil. El terrateniente también tenía sentimientos hacia la chica y, abusando de su poder, quería a toda costa casarse con ella. Para ello, fue a ver a los padres de la hermosa recolectora y consiguió que le cediesen a su hija en matrimonio. Ella acudió la noche previa a la boda a casa de su enamorado y descubrió, horrorizada, que el propietario de las tierras lo había asesinado cobardemente. La joven lloró durante días y noches hasta que ella misma acabó convirtiéndose en lluvia. Y no paró de llover hasta que, bajo sus lágrimas, nació la primera planta del exquisito té de maofeng

Y no paró de llover hasta que, bajo sus lágrimas, nació la primera planta del exquisito té de maofeng. Foto: 123RF.
Y no paró de llover hasta que, bajo sus lágrimas, nació la primera planta del exquisito té de maofeng. Foto: 123RF.

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Revista Instituto Confucio 31

Publicado originalmente en: Revista Instituto Confucio.
Número 31. Volumen IV. Julio de 2015.

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