Sometida al control estatal, el proceso de la fabricación de seda aportaba valor comercial y fiscal e implicaba a millones de personas en China entre el siglo VI y el siglo XIV
La sericultura era considerada una tarea femenina dentro de las estructuras familiares y talleres. Era una tarea muy dura e importante, pues la historia de la seda china está vinculada al crecimiento económico, el poder y el lujo. Este hecho, y las estrictas normas sobre su uso quedan recogidos ya desde entes del siglo V a.C. en dos de los cinco clásicos del confucianismo, el Libro de los ritos (礼记) y El clásico de la historia (尚书).
La fabricación de seda natural entre los siglos VI y XIV
El libro clásico de Needam ofrece datos de un florecimiento de la fabricación de seda entre los siglos VI y XIV. Los funcionarios imperiales no sólo se ocupaban de la fabricación de seda diaria. También invertían esfuerzos en asegurar el funcionamiento de esta actividad en el tiempo, velando por aquellos aspectos que favorecían la producción futura. Según sigiere esta cronología, probablemente ese cuidado imperial sucediera en los siglos anteriores y también después.
La ruta de la seda terrestre estaba en pleno funcionamiento desde el siglo II a.C. La ruta marítima de la seda iba a ser un instrumento efectivo a partir del siglo XI. El florecimiento de la producción de seda natural estaba servido. Este era el antiguo proceso de manufactura:
Plantación de moreras
Entre los siglos VI y XIV era habitual emitir decretos para la plantación obligatoria de moreras para cada unidad familiar. Esta plantación se realizaba bajo la supervisión de líderes locales. Ello aseguraba una provisión constante de materia prima para la industria de la seda.
Si tenemos en cuenta que cada gusano consumía unos 23 g de hojas de morera desde que salía del huevo hasta que estaba listo para confeccionar el capullo, era muy importante no descuidar el suministro futuro de hojas.
Impuestos y economía
La estructura del estado mandaba la cantidad de seda que los campesinos debían pagar anualmente. El uso de la seda para pagar impuestos era habitual. Durante la dinastía Sui (581-618) y en la dinastía Tang (618-907), los agricultores pagaban tributos en forma de seda cruda, telas de seda, derivados o incluso trabajo.
Estos impuestos se fijaban como una cuota obligatoria por familia o individuo. Esta política continuó bajo los mongoles en la dinastía Yuan hasta el siglo XIV.
La fabricación del hilo de seda natural en la antigua China
Durante la dinastía Tang la manufactura de la seda alcanzó un gran florecimiento. Abarcó el periodo desde el año 618 hasta el 907 d.C. Este periodo de esplendor continuó en la dinastía Yuan hasta el siglo XIV y también después. Durante este tiempo, la seda no solo se utilizaba en la vestimenta de lujo sino que también desempeñaba un papel crucial en la cultura y la economía de China. La seda era un importante artículo de comercio y un símbolo de estatus social.
Casetas de cebado
Las casetas de cebado servían para alimentar a los gusanos con hojas frescas de morera. Las hojas se colocaban en bandejas dispuestas en estantes para alimentar a los gusanos de manera regular. Este proceso exigía una atención constante y era realizado por mujeres.
Enmarcado de ramas para los gusanos
Los gusanos de seda se colocaban en marcos de ramas cuando estaban listos para formar sus capullos. Este sistema permitía a los gusanos adherirse mientras producían la seda. Nuevamente, las mujeres eran las encargadas de esta fase de la sericultura, siguiendo tradiciones transmitidas de generación en generación.
Pesaje de capullos de seda
El peso del gusano estaba incluido en el pesaje de los capullos. Se utilizaban balanzas precisas hechas de madera y metal para asegurarse de que cada capullo cumpliera con los estándares requeridos. Aunque tanto hombres como mujeres participaban en este proceso, era común que las mujeres artesanas llevaran a cabo esta tarea.
Remojo y devanado de la seda
Los capullos se sumergían en agua caliente para ablandar la sericina y facilitar el desenrollado de los hilos. Este proceso era conocido como «devanado».
Nuevamente era un trabajo realizado por mujeres. El agua caliente facilitaba la separación de los hilos individuales, sin romperlos, para formar carretes. Era un trabajo delicado y exhaustivo.
Los telares
Los telares entre los siglos VI y XVII eran complejos y permitían la creación de intrincados patrones. Requerían mucha destreza. También las mujeres solían ser las tejedoras principales en los talleres.
En «Science and Civilisation in China», Joseph Needham destaca el perfeccionamiento del telar y del brocado. Ello permitió la creación de intrincados tejidos, muy valorados tanto en el comercio interior como exterior.
El brocado era un tejido de lujo, fabricado con hilos de seda, oro o plata. Durante la dinastía Tang (618-907), se desarrollaron telares manuales avanzados que permitían tejer patrones complejos. Este desarrollo continuó en la dinastía Song (960-1279), cuando la producción textil alcanzó una mayor sofisticación y se documentaron enormes cantidades de seda producidas para fines comerciales y fiscales.
Los telares manuales de brocado de este período eran capaces de crear patrones tridimensionales y requerían una habilidad técnica avanzada por parte de los artesanos.
Estos telares, especialmente el telar de brocado de tiro, jugaban un papel crucial en la creación de textiles para la corte imperial y el comercio internacional.
Fuentes de la reseña «La fabricación de seda en la antigua China»
Joseph Needam (1988), Science and Civilisation in China. Ed. Cambridge
Marie-Louise Nosch, Zhao Feng and Lotika Varadarajan (2014), Global Textile Encounters, Ed. Oxbow
Wikipedia: History of Silk.
Imágenes: Sericultura en China – Wikimedia Commons.