Peonías en árbol. Pieza del Museo Metropolitano de Arte de Nueva York, MET. Wikimedia commons, dominio público.

El mudán o peonía, es un arbusto que tiene su origen en la región oeste de China. Sus raíces destacan en la medicina tradicional china y es conocida por los colores brillantes y el tamaño de sus flores. Su flor se ha convertido en símbolo de felicidad, suerte, fortuna y prosperidad.

Un reportaje de
Li Qiushi 
李秋实
El mudán (牡丹 mǔdān, peonía o paeonia suffruticosa en su denominación en latín), es un arbusto de hoja perenne de la familia floral. Tiene su origen en las zonas montañosas de Qinlin (秦岭) o Dabashan (大巴山), ubicadas en la región oeste de China. Sus raíces, dānpí (丹皮), destacan en la medicina tradicional china por su valor farmacéutico.

Los múltiples nombres del mudán o peonía

Desde la antigüedad, el mudán se ha caracterizado por tener múltiples especies, un amplio abanico de colores brillantes, el tamaño de sus flores y su magnificencia. Estas singularidades han hecho que el mudán sea conocido como “el rey floral”, “la flor de la fortuna” o “la flor de la beldad nacional”, y se haya convertido así en símbolo de felicidad, suerte, fortuna y prosperidad.

La buena acogida que obtiene esta planta a lo largo y ancho de China, se podría comparar a la fama de la rosa en Europa.

Flor de mudán o peonía china. Foto: Diego Delso, Wikimedia commons, dominio público para «aeonia suffruticosa».
Flor de mudán o peonía china. Foto: Diego Delso, Wikimedia commons, dominio público para «aeonia suffruticosa».

Las zonas ancestrales de cultivo

A lo largo de la historia, la principal zona de cultivo del mudán se ha situado en la parte central de China, es decir, en el curso medio e inferior del río Amarillo con unos puntos estratégicos de mayor prestigio y tradición, como la ciudad de Luoyang (provincia de Henan), Heze (provincia de Shandong) o Pekín.

Otra variedad floral, el sháoyào (芍药 peonía híbrida o Paeonia lactiflora), muestra un alto nivel de similitud con el mudán, tanto en la forma de la flor, como en las hojas. Antiguamente las dos especies se conocían única e indistintamente como sháoyào. Así sucedió hasta la dinastía Tang (, 618-907) cuando se empezó a diferenciar entre las dos variedades. De hecho, en muchos idiomas, las dos variedades comparten denominación.

En realidad, el mudán es una planta leñosa, mientras que el sháoyào, es una planta herbácea. Además, otra diferencia entre ambos es el período de la floración, que el del mudán tiene lugar a principios de mayo y el del sháoyào se retrasa un poco más.

Aspecto de la planta de mudán o peonía china. Foto: Wikimedia commons, dominio público para «aeonia suffruticosa».
Aspecto de la planta de mudán o peonía china. Foto: Wikimedia commons, dominio público para «aeonia suffruticosa».

Inicio del cultivo en el s. III

De acuerdo con los documentos históricos, el inicio del cultivo del mudán como planta decorativa se podría remontar al período de las dinastías Meridionales y Septentrionales (南北朝 220-589). Prueba de ello es el libro que Charles Darwin escribió en los años 70 del siglo XIX La variación de animales y plantas domesticados, en el que mencionó que la plantación del mudán empezó hace más de 1.400 años, durante dichas dinastías.

Los primeros jardines documentados de peonía china o mudán

Alrededor del año 600, el emperador Suiyang (隋炀) ordenó el cultivo de plantas exóticas en el jardín Xi Yuan (西苑) en Luoyang. Entre las plantas que el emperador ordenó cultivar estaba la peonía que, de esta manera, se convirtió en el primer jardín real en la historia china dedicado a esta planta.

En la dinastía Tang, debido a que el mudán era la flor más apreciada por la emperatriz Wu Zetian (武则天), su cultivo fue muy popular tanto en la capital oficial (Chang’an, la actual ciudad de Xi’an) como en la capital auxiliar (Luoyang).

De hecho, versos como únicamente flores extraordinarias como el mudán, pueden activar y conmover a la ciudad capital” o “los 20 días de la floración del mudán motivan y fascinan a todos los ciudadanosconstituyen un fiel reflejo del interés de los ciudadanos por contemplar su plena floración. Además, los documentos históricos revelan que en la dinastía Tang se recurría a técnicas como calentar los invernaderos con hornos con el fin de adelantar el periodo de floración del mudán.

Tang Xuazong, Yang Guifei y Li Bai

A lo largo del reinado del emperador Tang Xuanzong (唐玄宗), había un floricultor llamado Song Danfu, residente en la ciudad de Luoyang, quien descubrió el secreto para desarrollar nuevas especies mediante la técnica del injerto. Como consecuencia de este descubrimiento, Tang fue destinado al pabellón imperial en la Montaña Li, a las órdenes del emperador, con el objetivo de plantar miles de peonías de colores distintos.

Retrato de LI Bai. Autor desconocido. Wikimedia commons, dominio público para «Li Bai».
Retrato de LI Bai. Autor desconocido. Wikimedia commons, dominio público para «Li Bai».

Las canciones de Li Bai

Un día el emperador visitó el jardín real acompañado de Yang Guifei (杨贵妃), su concubina favorita, y sus ministros, para contemplar las flores del mudán. Asimismo, el emperador mandó a Li Bai (李白), el poeta de mayor reputación de la época, escribir Qing Ping Diao (清平调), tres canciones cuyo tema se centraba en describir la belleza de esta flor.

Más tarde, las canciones fueron interpretadas por el mejor cantante de China, Li Guinian (李龟年), acompañado por Líyuán (梨园 El Jardín de las Peras), la academia nacional de música y danza de la dinastía Tang

El poeta Li Zhengfeng (李正封) y el mudán

Otro famoso verso escrito por Li Zhengfeng (李正封), poeta de la misma dinastía, dice así:

Después de beber, me extasié
contemplando la belleza de las flores.
Su aroma rico se ha quedado
en mi ropa sin desvanecerse
.

Gracias a este verso se conoce al mudán por la expresión “color nacional y fragancia celestial” (国色天香), que transmite la magnificencia y el olor que presenta el mudán como la flor más apreciada en China.    

Peonías en árbol de Zhao Chang. Pieza del Museo Metropolitano de Arte de Nueva York, MET. Wikimedia commons, dominio público.
Peonías en árbol de Zhao Chang. Pieza del Museo Metropolitano de Arte de Nueva York, MET. Wikimedia commons, dominio público.

Apogeo del cultivo

El cultivo del mudán en la ciudad de Luoyang alcanzó su apogeo durante la dinastía Song del Norte (北宋, 960-1127), cuando se fomentaron y consolidaron técnicas como el injerto, la conservación o la aceleración de la floración. Como consecuencia, se dispararon los precios de algunas especies de mudán.

La variedad “yaohuang” (姚黄), caracterizada por su elegancia; la variedad “weizi” (魏紫) destacada por su color vivo y sus grandes pétalos; y la “Luoyang hong” (洛阳红), que se distingue por su color rojo alegre y brillante como el sol naciente. Estas especies, que se cultivaron hace más de 800 años, siguen teniendo buena acogida en la actualidad.

Libros

Durante la dinastía Song ( 960-1279) se escribieron libros dedicados específicamente a esta planta, entre los cuales se encuentran:

  • Notas sobre el mudán en la ciudad de Luoyang de Ou Yangxiu (欧阳修)
  • Notas sobre las plantas en la ciudad de Luoyang de Zhou Shihou (周师厚)
  • La enciclopedia del mudán de Zhang Xun (张峋)
  • Notas sobre los jardines emblemáticos en la ciudad de Luoyang de Li Ge (李格).

Estas obras han recopilado información sobre el origen del cultivo de mudán en Luoyang, las técnicas aplicadas, las preciosas variedades, las casas especializadas en la plantación, así como las ocasiones para contemplar estas flores delicadas.

Peonias pintadas por Yun Shouping de la dinastía Qing. Museo de Arte de Clevelend. Foto: Wikimedia commons, dominio público
Peonias pintadas por Yun Shouping de la dinastía Qing. Museo de Arte de Clevelend. Foto: Wikimedia commons, dominio público

El cultivo del mudán se extiende durante las dinastías Ming y Qing

Durante las dinastías Ming (1368-1644) y Qing (1644-1911), el cultivo del mudán se extendió no solamente hasta Pekín (capital de ambas dinastías) o Heze (provincia de Shandong) sino también hasta Lanzhou (al noroeste de China) y a regiones ubicadas alrededor del Lago Tai (太湖), al sur del río Yangtze.

Simbología y arte

La peonía siempre ha sido símbolo de fortuna y riqueza en China. El escritor Zhou Dunyi (周敦颐), de la dinastía Song, expresó lo siguiente en su libro Discurso sobre mi preferencia al loto: “desde la dinastía Tang, el mudán ha sido la flor más valorada por sus connotaciones de gloria y prosperidad.”

çAsimismo, durante las dinastías Tang, Song, Ming y Qing, se sucedieron artistas de prestigio pertenecientes a escuelas tradicionales chinas que centraban sus pinturas en el mudán, entre los cuales destacan:

  • Wu Changshuo (吴昌硕), por su estilo puro y fresco
  • Yun Nantian (恽南田), por no arredrarse de los fuertes colores como el rojo y el verde
  • Qi Baishi (齐白石), cuyo estilo artístico aplicado en dibujos de mudán integra un toque realista y abstraccionista
  • Zhang Daqian (张大千), quien recurre a colores vivos y alegres para reproducir esta flor exótica en el papel.
Mudan Peonía
Las «Flores en un florero» de Giuseppe Castiglione o Láng Shìníng, pintor jesuita durante el s XVIII en la Ciudad Prohibida de Beijing, son florres de mudán. Wikimedia Commons, dominio público para «Giuseppe Castiglione».

La exportación de mudán y la Ruta de la Seda

El mudán comenzó a extenderse fuera de China durante la dinastía Tang; de hecho, se introdujo en Japón alrededor del siglo VIII. Como consecuencia de la apertura de la Ruta de la Seda y los avances que se lograron en el ámbito de la navegación marítima, los viajeros o comerciantes occidentales pudieron adquirir productos artesanales chinos como cerámica o bordado en los que figuraban las flores autóctonas.

Detalle de una flor de mudán pintada por Yun Shouping de la dinastía Qing. Foto: Wikimedia commons, dominio público
Detalle de una flor de mudán pintada por Yun Shouping de la dinastía Qing. Foto: Wikimedia commons, dominio público

Cuando los europeos vieron dibujos de plantas exóticas como la flor de ciruelo (梅花 méihuā), la magnolia ( yùlán), la peonía, la camelia (茶花 cháhuā), el crisantemo (菊花 júhuā) o el bambú (竹子 zhúzi), muchos creyeron que estas plantas eran parte de la idealización o imaginación romántica de los orientales. 

Dicha visión no cambió hasta el período entre los siglos XVII y XIX, cuando muchas plantas chinas llegaron a países occidentales como Inglaterra, Francia, EE.UU. y Holanda, un hecho que hizo que los europeos se diesen cuenta de que en este misterioso país se escondían grandes tesoros de animales y plantas por descubrir.

 

La colonización del mudán en los países europeos

A raíz de ello, Inglaterra, EE.UU. y Francia destinaron expediciones a fin de explorar estos valiosos recursos naturales de origen chino y llevárselos a sus propios países para su posterior cultivo o desarrollo de nuevas especies.

En la actualidad, el mudán ya se ha conseguido trasplantar en países como Gran Bretaña, Francia, EE.UU., Alemania, Dinamarca, Holanda, Canadá y Rusia, y se ha convertido en una de las especies de mayor reputación en todo el mundo.


Revista instituto Confucio 25

Publicado originalmente en la Revista Instituto Confucio.
Número 25. Volumen 4. Julio de 2014.

Las Montañas de Fuego registran altas temperaturas y su color rojizo junto con la distorsión óptica del calor producen la sensación de fuego ardiente en la lejanía. Foto: 123RF.

Las Montañas de Fuego es un famoso episodio de Viaje al Oeste, la gran novela clásica china. Pero su existencia es real y son una famosa atracción turística. Situadas en el punto más caluroso de China, tienen un color rojizo y en ellas no crece ni una brizna de hierba. El intenso calor de Xinjiang proyecta una intensa luz rojiza y parece que la montaña arda con humo de llamas.

Reportaje de 
Peng Yirui
彭伊睿
Las Montañas de Fuego (火焰山, Huǒyàn shān), llamadas Kizil Tag en lengua uigur, están situadas al norte de la Depresión de Turpan, en la Región Autónoma Uigur de Xinjiang, y son una famosa atracción turística. Estas montañas, que tienen un color rojizo y una altura media de unos 500 m sobre el nivel del mar, se extienden a lo largo de más de 100 km de este a oeste con multitud de macizos donde no crece ni una brizna de hierba.

Este lugar es el punto más caluroso de China, llega en verano a los 50 ºC, y en su superficie más cálida se alcanzan los 70 ºC. Sus habitantes dicen que en la arena se pueden hasta freír huevos y cocinar daping (大饼, una especie de torta) sin necesidad de hacer fuego, lo que no ofrece dudas sobre la intensidad de sus altas temperaturas. En verano se registran muchas horas de sol en Xinjiang, lo que proyecta una intensa luz rojiza sobre las Montañas de Fuego durante todo el día que las cubre con su calor y que da la sensación, desde lejos, que la montaña arde con humo como si estuviera en llamas.

Sun Wukong y la Princesa de Hierro en una imagen del libro «Viaje al Oeste» editado por Shidetang Hall de Jinling en 1592. Wikimedia commons, dominio público para «Princess Iron Fan».
Sun Wukong y la Princesa de Hierro en una imagen del libro «Viaje al Oeste» editado por Shidetang Hall de Jinling en 1592. Wikimedia commons, dominio público para «Princess Iron Fan».

Viaje al oeste (西游记, Xīyóu Jì)

Si se habla de las Montañas de Fuego, todos en China se acuerdan de la obra Viaje al oeste (西游记, Xīyóu Jì). En este famoso libro clásico, una de las cuatro grandes novelas de la literatura china, el monje Xuanzang (唐僧, Táng Sēng) y sus cuatro acompañantes viajaron al oeste y hallaron diversos obstáculos por el camino, al mismo tiempo que sentían un calor cada vez más sofocante e insoportable.

Finalmente encontraron a un anciano que vivía cerca de las montañas y le preguntaron: “Si estamos en otoño, ¿por qué hace tanto calor aquí, como si fuera verano?”. El anciano respondió: “Muy cerca de aquí se encuentran las conocidas como ‘las Montañas de Fuego’, donde hay constantes llamas durante todo el año, por eso hace un calor abrasador y no hay otoño ni primavera, solo un eterno y tórrido verano”.

La Princesa del Abanico de Hierro

El monje y sus acompañantes no sabían cómo atravesar la montaña, así que tuvieron que pedir prestado a la Princesa del Abanico de Hierro (铁扇公主, Tiěshàn gōngzhǔ) su aventador para poder apagar las llamas y continuar la travesía. Pero la princesa del Abanico de Hierro era la madre del muchacho Rojo y la mujer del todopoderoso rey Toro.

Xuanzang ya había tenido un desagradable encuentro con el muchacho Rojo, que quiso comérselo, así que fue Sun Wukong (孙悟空) el que se encargó de conseguir el abanico. En su primer intento, acabó saliendo despedido por los aires con un solo movimiento del abanico de la princesa.

Para su segundo intento, obtuvo un elixir que le permitió ser inmune a los poderes del aventador pero la princesa le cerró la puerta. Lo que hizo entonces fue hacerse pequeño para meterse en la taza de té de la princesa y así acabar dentro de su estómago cuando se lo bebiese. Una vez dentro, aumentó de tamaño y empezó a golpearle el estómago, causándole terribles dolores hasta que no tuvo más opción que prestarle el abanico.

La Princesa del Abanico de Hierro y Sun Wukong. La imagen es una pieza de ukiyo-e, impresión de madera, de Tsukioka Yoshitoshi en el S. XIX. Wikimedia commons, dominio público para «Princess Iron Fan».
La Princesa del Abanico de Hierro y Sun Wukong. La imagen es una pieza de ukiyo-e, impresión de madera, de Tsukioka Yoshitoshi en el S. XIX. Wikimedia commons, dominio público para «Princess Iron Fan».

El abanico y Sun Wukong, el rey mono

Sun Wukong se lo llevó a las Montañas de Fuego y lo usó, pero las llamas se hicieron más y más grandes hasta superar los 30 m de altura. Entonces comprendió que el abanico que había llevado era falso. Con mucho ingenio, se convirtió en el rey Toro y fue de nuevo a ver a la princesa del Abanico de Hierro, obteniendo finalmente el verdadero y preciado instrumento para sofocar así las llamas de las montañas y continuar su viaje al oeste.

Sun Wukong, el Rey Mono. Ilustración de Matsukawa-Hanzan (1818-1882). Wikimedia commons, dominio público.
Sun Wukong, el Rey Mono. Ilustración de Matsukawa-Hanzan (1818-1882). Wikimedia commons, dominio público.

La otra leyenda de Las Montañas de Fuego

Existe también una historia sobre el origen de estas montañas. Se cuenta que quinientos años antes, cuando Sun Wukong se rebeló contra el Cielo, estos montes no existían. Sun Wukong fue capturado por el Señor Supremo Lao, quien lo apresó y lo encerró en el Brasero de los Ocho Trigramas. Tras superar sin dificultades numerosas pruebas salió de ese lugar de un salto y lo tumbó. El fuego que vertió este brasero se convirtió en las Montañas de Fuego.

Montañas de Fuego. Wikimedia commons, dominio público.
Montañas de Fuego. Wikimedia commons, dominio público.

Pero esto no es más que una leyenda. En realidad, estas inusuales Montañas de Fuego se formaron a raíz de las particulares características geográficas y climáticas de la región: por su continua e irregular extensión estas montañas cubiertas de desfiladeros son fruto de los movimientos tectónicos durante millones de años. Las Montañas de Fuego están situadas en la Depresión de Turpan, en el interior de Eurasia, muy lejos del mar y alejadas de cualquier humedad, con cambios de altura que hacen de este un lugar especialmente seco y caluroso, convirtiéndose en “el único horno que existe más allá del paralelo 42 norte”. 


ic_ESP_41

Publicado originalmente en: Revista Instituto Confucio.
Número 41. Volumen II. Marzo de 2017.

Detalle de Cien caballos, 1728. Foto: arthistoryproject.com para Giuseppe Castiglione. Dominio público.

Lang Shining fue un misionero italiano llamado Giuseppe Castiglione que pintó en la Ciudad Prohibida para el emperador y la corte.

Reportaje de
Wang Wen
王文
El nombre original del jesuita italiano Láng Shìníng (郎世宁) era Giuseppe Castiglione (1688-1766). Nació en la ciudad de Milán e ingresó en la Compañía de Jesús cuando tenía 19 años. Pintó diversos frescos en la catedral de Génova. Fue enviado por la Compañía de Jesús a Macao en mayo de 1714 y poco después llegó a Guangzhou.

El gobierno local de la ciudad avisó de su llegada a la corte imperial. Muy pronto, el emperador Kangxi (康熙) le permitió viajar hasta la capital del imperio chino. Al año siguiente, Lang Shining llegó a Beijing y el emperador Kangxi lo recibió y le dejó alojarse en la Iglesia Católica, situada fuera de la puerta Donghuamen. Al saber de sus dotes artísticas, le ofreció un trabajo en la corte como pintor. Fue así cómo empezó a pintar para el emperador y su corte.

Ocho Corceles, de Lang Shining. Foto: Wikimedia Commons, dominio público para «Guiseppe Castiglione»
Ocho Corceles, de Lang Shining. Foto: Wikimedia Commons, dominio público para «Guiseppe Castiglione». Lang Shining, era el nombre chino de Giuseppe Castiglione. Fue un gran experto en pintar caballos.

La pintura en la corte de la dinastía Qing

A principios de la dinastía Qing (清, 1644-1911), la pintura de la corte tuvo un desarrollo muy activo. Los emperadores Kangxi, Yongzheng (雍正) y Qianlong (乾隆) mandaron buscar a los pintores chinos más famosos para que acudieran a Beijing a pintar en palacio. Al mismo tiempo, se contrató también a muchos artesanos especializados en el montaje de cuadros, escultura, cloisonné, una antigua técnica de esmalte alveolado con la que se decoraban objetos metálicos, y en la fabricación de muebles y tejidos.

El contenido de las pinturas de la corte era muy amplio: el registro de un importante acontecimiento histórico, el elogio de los éxitos conseguidos por la corte imperial, etc. Por otro lado, los pintores también acompañaban al emperador durante sus horas de ocio y copiaban los cuadros clásicos. Además de Lang Shining, había otros pintores occidentales en palacio, como el checo Ai Qiming, el francés Wang Zhicheng, de He Qingtai, el italiano An Deyi o Pan Tingzhang, entre otros.

El emperador Kangxi y su gratitud a Tang Ruowang

El emperador Kangxi tenía un sentimiento especial hacia los misioneros occidentales. Esto se debe a que, en 1661, cuando su padre el emperador Shunzhi se encontraba en el lecho de muerte por culpa de una viruela, dudó sobre cuál de sus hijos sería su sucesor. El misionero alemán Tang Ruowang le aconsejó que fuera el tercer hijo, llamado Xuanye, pues éste ya había sobrevivido a la viruela y tenía los anticuerpos de la enfermedad de por vida. Por esta razón, Xuanye heredó el trono a los 8 años de edad, convirtiéndose en el emperador Kangxi.

Además, el monarca prestó mucha atención a las nuevas ciencias y tecnologías introducidas por los misioneros extranjeros. De este modo, el almanaque que utilizaron en aquel entonces fue elaborado por el alemán Tang Ruowang, el cañón de hierro usado por los ejércitos chinos fue diseñado por el misionero belga Nan Huairen, incluso la malaria que sufrió Kangxi fue curada gracias a la quinina traída por el predicador francés Bai Jin.

«Pavo real extendiendo sus plumas de la cola», 1758. Foto: arthistoryproject.com para Giuseppe Castiglione. Dominio público.
«Pavo real extendiendo sus plumas de la cola», 1758. Foto: arthistoryproject.com para Giuseppe Castiglione. Dominio público.

Giuseppe Castiglione también estaba allí

Sin embargo, Lang Shining (recordemos, nombre chino de Giuseppe Castiglione) descubrió que las personas interesadas en la ciencia occidental, como el emperador, escaseaban en China. La mayoría de los mandarines estaban más preocupados por conseguir el poder y por gozar de los placeres terrenales que por asuntos más intelectuales. Incluso el emperador consideró en una ocasión la ciencia y la tecnología como un elegante pasatiempo sin un fin preciso.

Lang Shining, el especialista en óleo que cambio su técnica

Lang Shining estaba especializado en pintura al óleo. Sin embargo, al emperador Kangxi no le gustaba la sombra que tenían los retratos pintados con esa técnica, por lo que éste se vio obligado a aprender las técnicas de la pintura china. Lang tenía un talento extraordinario y no le costó nada aprender los secretos de la pintura tradicional china, así como hablar chino y manchú.

La primera obra maestra de Lang –una obra sobre los objetos de la Fiesta del Doble Cinco– fue pintada a principios del reinado del emperador Yongzheng (1678-1735). Gracias al empleo de colores claros y oscuros, y al juego de luces y sombras, esta obra producía una sensación cúbica nunca antes vista en la pintura china.

Dos jefes a caballo. Lang Shining. Foto: Wikimedia commons,dominio público para Giuseppe Castiglione.
Dos jefes a caballo. Lang Shining. Foto: Wikimedia commons,dominio público para Giuseppe Castiglione.

De pintor a maestro de pintores

El sucesor de Kangxi, el emperador Yongzheng, también apreciaba las pinturas de Lang Shining al óleo, por lo que le ordenó enseñar los secretos de esta técnica occidental a los pintores chinos. Por este motivo, los cuadros al aceite se hicieron muy populares en palacio. Nian Xiyao, hermano del famoso cortesano Nian Gengyao, bajo la orientación de Lang, escribió la obra Shìxué (视学), el primer libro que trataba de la perspectiva en China.

En 1724, Yongzheng mandó ampliar el Antiguo Palacio de Verano, conocido como Yuánmíngyuán (圆明园). Lang pintó sobre seda escenas en las que aparecía el emperador Yongzheng de excursión, contemplando flores o bebiendo según el orden de las cuatro estaciones del año. Dicha obra recibió el nombre de “Pintura del paseo que Yongzheng hizo por el Antiguo Palacio de Invierno durante doce meses”.

El primer contacto con el futuro emperador Qianlong

En el Antiguo Palacio de Verano Lang Shining se encontró con el joven Aixinjueluo Hongli. En ese momento, Hongli solo tenía 25 años y todavía era un príncipe a quien le gustaba mucho las técnicas y arte de este pintor occidental. En 1735, Hongli ascendió al trono y se convirtió en el emperador Qianlong (1711-1799). Durante su reinado China alcanzó la cima de su prosperidad.

Qianlong, un emperador ilustrado

El rey Qianlong estaba considerado un sabio en muchas disciplinas, como poesía, canto, caligrafía o pintura. Es por ello que dirigió la redacción de la biblioteca enciclopédica más grande de la historia china, titulada Sìkù Quánshū (四库全书). Además, le gustaba el arte de la cerámica y coleccionar caligrafías y cuadros antiguos, por lo que la pintura de la corte imperial llegó a la cumbre. Fue entonces cuando a Lang Shining se le promovió como pintor supremo.

«Colección de bellezas», 1725. Museo de Shanghai. Foto: Wikimedia commons, dominio público para «Beauties Collection Giuseppe Castiglione».
«Colección de bellezas», 1725. Museo de Shanghai. Foto: Wikimedia commons, dominio público para «Beauties Collection Giuseppe Castiglione».

Lang Shining, diseñador de la corte

El emperador Qianlong visitaba al maestro italiano casi todos los días y, cuando estaba de buen humor, se sentaba a pintar con él. Al mismo tiempo continuó la expansión del Antiguo Palacio de Verano, y ordenó a Lang el diseño del mayor jardín de estilo europeo de toda China, que quedaría ubicado en el pabellón occidental, el llamado Hǎiyàntáng (海晏堂). Según se dice, en un principio, Lang quería construir en él una estatua de una mujer desnuda.

Pero a Qianlong no le pareció una buena idea, con lo que el jesuita diseñó una fuente con los doce signos del zodiaco hechos de bronce que según la hora del día, manaban un chorro de agua determinado.

Por aquel entonces, Lang registró muchos personajes y acontecimientos importantes con su pincel, como si de una cámara fotográfica se tratara, como la escena en la que Qianlong recibió en la residencia de montaña de Chengde (actual provincia de Hebei) a los líderes de las minorías que le rendían pleitesía.

Los cuadros de Giuseppe Castiglione, el pintor de Qianlong

Durante la época de Qianlong, el ejército Qing apaciguó tres rebeliones internas producidas en la provincia occidental de Xinjiang. Bajo sus órdenes, Lang Shining, junto con otros pintores occidentales, Wang Zhicheng, Ai Qimeng y An Deyi, pintó un conjunto de obras que reflejaban con gran detalle estas situaciones. En total realizó 16 cuadros en los que se presentaban los principales éxitos logrados por el ejército Qing y el incidente y el resultado de las rebeliones.

Siguiendo el consejo de Lang, los cuadros terminados se enviaron a París para que el famoso escultor Li Ba los esculpiera en cobre, hiciera doscientas copias y las enviara de nuevo a China.

Uno de los retratos de la colección llamada «Emperador Qianlong, la emperatriz y once consortes imperiales», 1770. Museo de Arte de Cleveland. Foto: arthistoryproject.com para Giuseppe Castiglione. Dominio público.
Uno de los retratos de la colección llamada «Emperador Qianlong, la emperatriz y once consortes imperiales», 1770. Museo de Arte de Cleveland. Foto: arthistoryproject.com para Giuseppe Castiglione. Dominio público.

Los retratos de las once consortes imperiales, sin ver a las modelos

En una ocasión, Qianlong le pidió al italiano que pintara los retratos de sus once concubinas. Sin embargo, como solo el emperador podía verlas, Lang Shining tuvo que pintarlas imaginándose cómo serían. Cuando el emperador le preguntó cuál de las concubinas era la más guapa, el pintor respondió que no sabía qué decir, pues él solo se había dedicado a contar las tejas de la techumbre del pabellón donde se alojaban las mujeres.

Entonces, Qianlong le preguntó cuántas tejas había en total, a lo que Lang contestó: “En cada fila hay treinta tejas”. Tras comprobarlo, el monarca pensó que el pintor era todo un honorable e íntegro caballero.

Experto pintor de caballos

Lang era un gran experto en pintar caballos. Así, alguna de sus obras más famosas fueron Caballos pastando en el prado, Practicando equitación o Los cien caballos, pintadas en 1728. Este cuadro se trata de un rollo largo con un centenar de caballos en diferentes posturas: de pie, al trote, arrodillados o acostados, y unos pastores, situados en los extremos del rollo, controlando la manada.

Gracias al pincel, al papel, a la tinta china y a la aplicación de las técnicas occidentales destacaba sobremanera la estructura anatómica, el tamaño y la textura del pelaje de los caballos. La obra tenía un significado simbólico evidente: el sabio emperador era como un pastor que cuidaba de sus ciudadanos serenamente.

Algunas de sus obras fueron colectivas

Algunas obras de Lang parecían ser fruto de la descoordinación debido a la intervención directa de Qianlong. Así, había rollos en los que Lang había pintado los rostros de los personajes, mientras las montañas, las rocas o el fondo del mismo estaban pintadas por otros artistas señalados por el emperador. Sin embargo, la firma que aparece es la de Lang Shining. Llama la atención también que los caracteres escritos en algunos de sus cuadros tengan trazos demasiado perfectos, por lo que se sospecha que no los escribió él mismo, aunque se sabe que hablaba mandarín.

 

Paisaje, de Guiseppe Castiglione, o Lan Shining. Wikimedia commons, dominio público para «Guideppe Castiglione».
Paisaje, de Guiseppe Castiglione, o Lan Shining. Wikimedia commons, dominio público para «Guideppe Castiglione».

Lang Shining, 50 años pintando en la Ciudad Prohibida

Tras más de 50 años trabajando como pintor de la corte imperial, Lang Shining consiguió ser el favorito de los emperadores Kangxi, Yongzheng y Qianlong, convirtiéndose así en el maestro principal de los pintores imperiales y logrando que sus cuadros colgasen en la librería privada de Qianlong durante mucho tiempo. A pesar de todo eso, cada vez que pintaba un cuadro nuevo, tenía que mostrarle al emperador un borrador para su aprobación.

Desavenencias con el emperador

A pesar de su carrera como pintor, Lang nunca olvidó su vocación misionera. Cuando una vez Qianlong le hizo una visita de rutina, el pintor aprovechó para contarle, de rodillas, las injusticias y las dificultades que sus compañeros jesuitas sufrían en algunos lugares de China y le entregó una carta de la Compañía de Jesús dirigida al emperador.

Los eunucos presentes se horrorizaron por su atrevimiento, sin embargo Qianlong le dijo con tranquilidad: “No les pedí a mis súbditos que recriminaran vuestra religión, simplemente les prohibí que se convirtieran en cristianos”. A partir de ese momento, cada vez que el pintor entraba en palacio se le registraba de arriba abajo.

El emperador Qianlong también le perdonó cuando compró terrenos ilegales de manos de los manchús. Una anécdota registrada en los archivos de la Ciudad Prohibida de Beijing cuenta que, durante un verano muy caluroso, el italiano pidió que se instalara una pérgola que le hiciera sombra, deseo que cumplió el monarca poco después.

Rollo de la Gran Inspección del Emperador Qianlong por Lang Shining. Foto: Wikimedia commons, dominio público para «Guideppe Castiglione».
Rollo de la Gran Inspección del Emperador Qianlong por Lang Shining. Foto: Wikimedia commons, dominio público para «Guideppe Castiglione».

Qianlong y Shining una relación de amistad

El 19 de julio de 1757 fue el 70 cumpleaños de Lang Shining y Qianlong le preparó una fiesta en el Antiguo Palacio de Verano y le regaló varias caligrafías suyas y otros objetos de gran valor. Después de la celebración en palacio, se dirigió a la iglesia católica de Beijing sentado en un palanquín guiado por un grupo de 24 músicos y multitud de cortesanos, montados a caballo para conmemorar allí con los demás misioneros su aniversario.

La muerte de Giuseppe Castiglione, Lang Shining

El 16 de julio de 1766, Lang Shining falleció a los 78 años de edad. Qianlong le otorgó un título póstumo de honor y mandó que fuera enterrado en el cementerio construido especialmente para los misioneros extranjeros. El famoso jesuita italiano Matteo Ricci (1552-1610), que vivió en China durante la dinastía Ming (明, 1368-1644), también está enterrado en este lugar.

Lang Shining vivió en Beijing 51 años y creó una gran cantidad de pinturas. Sin embargo, jamás se hizo un autorretrato. En la obra Historia de la dinastía Qing solo se recogen unas pocas palabras sobre el pintor italiano, por lo que no se conocen muchos detalles sobre su vida, ni siquiera el aspecto que tenía.


Publicado originalmente en: Revista Instituto Confucio.
Número 23. Volumen II. Marzo de 2014.

Botella y copa de vino de arrox de Shaoxing huadiao. Foto: Bernt Rostad. Wikimedia commons, dominio público para Shaoxing rice wine.

El vino de arroz Shaoxing (绍兴), variedad ‘huadiao’ (花雕酒) es la bebida más famosa de la zona de Jiangnan. La variedad ‘huadiao’ (花雕酒) se elabora tradicionalmente con excelente arroz glutinoso y levadura de cerveza fermentados con el agua mineral más cristalina posible.

Reportaje de
Wang Yuqing
王雨晴 
El vino de arroz Shaoxing (绍兴), huadiao, con su color amarillo, es la bebida más famosa que existe al sur del delta del río Yangtsé. Es típico de la zona conocida como Jiangnan (江南). La variedad huadiao (花雕酒), es una de la más exquisitas y reputadas. Este licor se distribuye en hermosas vasijas decoradas, que hacen que aquellos que lo prueban, encuentren reflejada en el profundo sabor del añejo huadiao, la belleza de Jiangnan.

Historia del vino de arroz Shaoxing y su nombre huadiao

El vino de arroz Shaoxing posee una larga historia y un origen muy particular. Se cuenta que en la región de Shaoxing, antiguamente, cuando en una familia rica nacía un niño los padres enterraban en el jardín vino de muy buena calidad para celebrar el nuevo nacimiento. Este no era un vino amarillo cualquiera sino que estaba elaborado con excelente arroz glutinoso y levadura de cerveza fermentados con el agua mineral más cristalina posible. Pero lo más particular era el recipiente en el que se almacenaba, con múltiples colores y grabados decorativos, que le confirieron el nombre de vino huadiao (lit. “flores esculpidas”).

Vasija clásica para vino de Sahoxing en Hong Kong. Foto: Janine Cheung. Wikimedia commons, dominio público para Shaoxing rice wine.
Vasija clásica para vino de Sahoxing en Hong Kong. Foto: Janine Cheung. Wikimedia commons, dominio público para Shaoxing rice wine.

Enterrar el vino en espera de la ocasión para beberlo

Probablemente, mucha gente en China habrá oído hablar de nü’er hong (女儿红) y zhuangyuan hong (状元红), ambos nombres están relacionados con esta bebida. En otros tiempos, las familias más acomodadas deseaban que su hijo fuera un buen estudiante para conseguir una nota muy alta en el examen imperial.

Si el hijo obtenía el mejor resultado y volvía triunfante a casa, los padres desenterraban el vino que habían escondido en el jardín el día de su nacimiento y celebraban el resultado con los vecinos para compartir su alegría. El vino zhuangyuan hong tiene su origen en esta tradición, pues en chino la palabra zhuangyuan se refiere al mejor resultado obtenido en el examen imperial y hong hace referencia al color rojo del envase.

La historia del nü’er hong (nü’er significa “hija” y hong “rojo”) es incluso más bonita. Si una familia adinerada tenía una niña, soterraban el vino en el jardín y lo descorchaban años después para su boda, cuando su hija ya era adulta y hermosa. Tras limpiar la tierra del recipiente, ofrecían la bebida a los invitados durante el banquete. Se dice que el nü’er hong posee un color elegante, un aroma intenso y dulce que reposa en un recipiente rojo que se asemeja al maquillaje rojizo de la novia en el día de su casamiento.

Una botella de vino de arroz de Shaoxing huadiao de un supermercado en 2024. Foto: SWsky6C15DZTLia. Wikimedia commons, dominio público para Shaoxing rice wine.
Una botella de vino de arroz de Shaoxing huadiao de un supermercado en 2024. Foto: SWsky6C15DZTLia. Wikimedia commons, dominio público para Shaoxing rice wine.

El clima de Jiangnan

El vino huadiao de Shaoxing proviene de los pueblos de agua de Jiangnan, por ello, este vino representa la delicadez de la gente de Jiangnan, que también pone una especial atención a la hora de servir este preciado líquido según la estación del año.

En invierno, el clima de esta zona es húmedo y frío por lo que es costumbre tomarlo caliente y añadirle jengibre y bayas de goji. Mientras fuera llueve sin cesar, su dulce aroma inunda el hogar y se bebe en familia como una forma ideal de pasar un rato hablando y disfrutando.

Sin embargo, en los calurosos días de verano, se prefiere poner en el vino ciruelas secas y hervirlo ligeramente para que desprendan su acidez y se mezclen bien con el vino huadiao. Pero en verano no lo toman caliente sino que lo meten en la nevera y esperan a que la temperatura del vino baje a unos 15 ºC para sacarlo y añadirle hielo. Después, se refrescan con pequeños sorbos y sacian la sed con este delicioso elixir que es tanto ácido como dulce.

Vino de arroz para cocinar de Shaoxing. Foto: Renbucholz. Wikimedia commons, dominio público para Shaoxing rice wine.
Vino de arroz para cocinar de Shaoxing. Foto: Renbucholz. Wikimedia commons, dominio público para Shaoxing rice wine.

El vino de Shaoxing huadiao, ideal para cocinar

El vino huadiao no solo se puede beber sino que, gracias a su excelente calidad y sabor, también es ideal para utilizarlo en la cocina y es particularmente útil a la hora de eliminar el olor intenso del pescado al que le aporta un aroma especialmente agradable. Las razones por las que este licor es mundialmente famoso son su rico color, sabor muy dulce, propiedades que nutren la piel y entonan el cuerpo, además de tener una hermosa historia. 

Más sobre las bebidas y licores en China:

El vino en China: historia y cultura


Instituto Confucio 45

Publicado originalmente en: Revista Instituto Confucio.
Número 45. Volumen VI. Noviembre de 2017.

El emperador Tang y sus generales. Fresco en las cuevas de Mogao en Dunhuang. Foto: Wikimedia commons, dominio público.

La Cueva de los Sutras de Dunhuang es una caverna escondida en la decimoséptima cueva de las Grutas de Mogao, fue descubierta en 1900 por un sacerdote taoísta. Un tesoro cultural y artístico oculto durante 800 años.

Reportaje de
Wang Wen
王文
La Cueva de los Sutras (1) (经洞, Càngjīngdòng) de Dunhuang fue descubierta el  22 de junio de 1900 por Wang Yuanlu (圆箓), un sacerdote taoísta de la dinastía Qing (, 1644-1911). Este monje descubrió una caverna escondida en la decimoséptima cueva de las Grutas de Mogao (莫高窟, Mògāo Kū). El hallazgo significó dar la máxima importancia al estudio de un depósito de tesoros culturales y artísticos que habían permanecido ocultos durante 800 años.

Dunhuang, una puerta hacia China

Después de que Zhang Qian (张骞) explorara la Ruta de la Seda (丝绸之路, Sīchóuzhīlù), la apertura de la China antigua hacia el exterior se concentró en el oeste del país, y Dunhuang (敦煌, Dūnhuáng) se convirtió en la puerta que unía esa zona con la parte continental de China.

La cultura china se difundía hacia el oeste a través del corredor de Hexi (河西) –una vía de miles de kilómetros–, mientras que las grandes civilizaciones occidentales como la cultura egipcia, la griega, la hindú y las del Asia Occidental entraron en China a través de la Ruta de la Seda.

Las culturas occidentales y orientales confluyeron en Dunhuang. Además, por su situación geográfica y las condiciones climáticas, Dunhuang se convirtió en una especie de valioso oasis y una perla eterna en el desierto del Gobi (戈壁, Gēbì): una tierra sagrada donde las diferentes culturas se han integrado armoniosamente y lo que ha fijado en su memoria muchas leyendas misteriosas.

Grutas de Mogao.
Grutas de Mogao en Dunhuang. Foto: Wikimedia commons, dominio público.

Las Grutas de Mogao, un tesoro de incalculable valor

Las Grutas de Mogao, también conocidas como las “Cuevas de los mil Budas” (千佛洞), están situadas al este del monte Mingsha (鸣沙山), a 25 kilómetros al sudeste de la ciudad de Dunhuang. Es un depósito tridimensional de tesoros de arquitectura, de escultura y de murales. Las Grutas de Mogao, consideradas el “Museo del Louvre oriental”, se concibieron en el año 366 d.C. En la actualidad, se conservan 735 cuevas, 45.000 m2 de murales y más de 2.000 esculturas multicolor.

El origen de la Cueva de los Sutras sigue siendo un misterio hoy en día. Se dice que alrededor del siglo XI, para evitar la destrucción de los tesoros budistas durante las guerras, los monjes de Mogao guardaron y escondieron todos los documentos, expedientes, sutras y cuadros de budas en esta cueva.

Posteriormente, algunos de estos monjes se refugiaron en diferentes lugares y otros murieron, lo que causó que esta cueva repleta de tesoros permaneciera “dormida” durante 800 años.

Imagen de la portada de un rollo manuscrito budista en la biblioteca hallada en las Grutas de Mogao, en Dunhuang. Foto: wikimedia commons, domino público para «Grutas de mogao».
Imagen de la portada de un rollo manuscrito budista en la biblioteca hallada en las Grutas de Mogao, en Dunhuang. Foto: wikimedia commons, domino público para «Grutas de mogao».

Entre los siglos V y XI más de 50.000 documentos se guardaron en las Grutas de Mogao, de los cuales unos 30.000 eran sutras budistas. La mayoría de ellos son manuscritos entre los que se pueden hallar incluso algunos ejemplares únicos. Además de documentos en chino, los hay en otros idiomas, como tibetano antiguo, khotan, sánscrito, uighur, sogdiano, turco o hebreo, entre otros. Se cuentan también más de un millar de cuadros y bordados.

Algunos de los manuscritos budistas encontrados en esta famosa cueva de Dunhuang no están incluidos en “Tripitaka” (大藏, Dàzàngjīng) (2); mientras que otros incluso no se pueden encontrar ni en la India. Algunas obras maestras desaparecidas durante muchos años fueron descubiertas por primera vez en este sitio. Aquí se ha encontrado:

  • La versión recién revisada de la medicina china, que se considera la primera farmacopea
  • La metodología de la acupuntura tibetana, el libro más antiguo sobre la acupuntura
  • Recetas para teñir el pelo y el bigote
  • Recetas para el tratamiento de enfermedades cardíacas
  • Jin Zou Yuan Zhuang, el periódico más antiguo
  • El Buda Sakyamuni
  • Causas y condiciones, el primer libreto de drama en chino
  • La enciclopedia de la escritura Dunhuang, la primera instrucción de redacciones oficiales
  • El calendario Dunhuang, el primer calendario semanal que llegó a Asia Occidental
  • Las primeras muestras de yínglián (, pareados que se cuelgan en los pilares de una sala)

La pérdida de las reliquias culturales

Las Grutas de Mogao fueron descubiertas en un momento histórico poco apropiado. Wang Yuanlu, el primero en encontrar las reliquias culturales, y los funcionarios locales allí presentes, no supieron reconocer su considerable valor histórico y académico. Además, en aquella época –a finales de la dinastía Qing ( 1644-1911)–, China se vio inmersa en diferentes conflictos dentro y fuera de sus fronteras y, como consecuencia, el gobierno desatendió los asuntos culturales.

El sacerdote taoista Wang Yuanlu, que descubrió las Grutas de Mogao en 1900. Foto: Davin7, Wikimedia commons, domino público para «Wang Yuanlu».
El sacerdote taoista Wang Yuanlu, que descubrió las Grutas de Mogao en 1900. Foto: Davin7, Wikimedia commons, domino público para «Wang Yuanlu».

 

Paul Pelliot en el nicho de manuscritos de las Cuevas de Mogao (1869-1910). La foto se conserva en el Musée Guimet. Autor: Charles Nouette. Wikimedia commons, dominio público.
Paul Pelliot en el nicho de manuscritos de las Cuevas de Mogao (1869-1910). La foto se conserva en el Musée Guimet. Autor: Charles Nouette. Wikimedia commons, dominio público.

 

Foto tomada en 1907 de una de las cuevas de Mogao por el sinologo Aurel Stein. Wikimedia commons, dominio público para «Aurel Stein».
Foto tomada en 1907 de una de las cuevas de Mogao por el sinologo Aurel Stein. Wikimedia commons, dominio público para «Aurel Stein».

 

Aurél Stein en 1909. Foto: Wikimedia commons, dominio público; Thompson, The Grosvenor Studios.
Aurél Stein en 1909. Foto: Wikimedia commons, dominio público; Thompson, The Grosvenor Studios.

Sin embargo, al enterarse del hallazgo los arqueólogos y exploradores acudieron sucesivamente a Dunhuang. Entre estos destacan Aurel Stein, arqueólogo británico de origen húngaro y el sinólogo francés Paul Pelliot, quienes con la finalidad de investigar trasladaron muchos documentos de gran valor a sus países, y terminaron depositándose posteriormente en el Museo Británico, la Biblioteca Británica, la Biblioteca Nacional de Francia y en el Museo Guimet. Entre estas reliquias se hallaba por ejemplo la versión original del clásico budista El Sutra del Diamante (刚经, Jīn gāng jīng), el primer libro impreso que se conoce con fecha concreta.

El equipo de Pelliot trazó por primera vez el mapa cartográfico de las Grutas de Mogao; enumeró las cuevas; registró todas las transcripciones de los murales; tomó gran cantidad de fotos y describió la estructura de las grutas y sus decoraciones internas. Todo esto sentó las bases para el estudio de una nueva disciplina dedicada en exclusiva a estas cuevas.

Un grupo de académicos chinos

En mayo de 1909, Pelliot visitó a Duan Fang (端方), un sabio funcionario de alto rango de la dinastía Qing en Nanjing. Pelliot le enseñó a Duan algunos documentos de Dunhuang. Duan Fang se percató enseguida de que esos documentos estaban relacionados con importantes sucesos históricos y culturales de China, y decidió llevárselos a Pelliot en Beijing. El sinólogo llegó a la capital en agosto y el 4 de septiembre celebró una rueda de prensa y una exposición de reliquias de Dunhuang en el Hotel Liuguo (actual Hotel Huafeng).

Durante su estancia, Pelliot se reunió con los mejores estudiosos de China, como Luo Zhenyu (罗振玉), Wang Guowei (王国) y Ye Gongchuo (叶恭), para investigar los documentos de Dunhuang. Muy pronto, Pelliot se convirtió en el huésped más distinguido dentro del círculo académico de Beijing. Cuando China aun sufría una carencia de conciencia cultural, un grupo de eruditos se dedicaba de manera espontánea a copiar, restaurar y analizar todos estos materiales culturales.

Tras leer los documentos de Dunhuang, Luo Zhenyu publicó un artículo titulado Los documentos de las cavernas de Dunhuang y su descubrimento, donde presentó los tesoros de Dunhuang y el proceso de su descubrimiento en primicia al pueblo chino.

A través de los llamamientos de expertos como Luo Zhenyu, el gobierno Qing ordenó que guardaran los 8.000 manuscritos de sutras de la caverna de Dunhuang en la Biblioteca Nacional de Beiping (la actual Biblioteca Nacional de China). Al regresar a Francia, y ante las peticiones de los eruditos chinos, Pelliot envió una gran cantidad de fotografías de los documentos de Dunhuang.

Luo Zhenyu fue el primer chino que viajó al extranjero para recopilar documentos de Dunhuang. En 1914, en su visita a Japón para asistir a una exposición cultural, se reunió con Zuicho Tachibana y consiguió el catálogo de los documentos que habían sido llevados a Japón, así como otros datos relacionados.

Entre 1920 y 1949, atravesando miles de kilómetros, muchos intelectuales chinos fueron a lugares como París y Londres para acceder a los museos y las bibliotecas locales y así tomar prestados, copiar y fotografiar los documentos allí coleccionados.

Fresco en las Cuevas de Mogao. Foto: Zhentong Li, Wikimedia commons, dominio público.
Fresco en las Cuevas de Mogao. Foto: Zhentong Li, Wikimedia commons, dominio público.

Entre los intelectuales más famosos se encontraban Liu Bannong (刘半农), Hu Shi (胡适), Wang Chongmin (王重民), Jiang Liangfu (姜亮夫), Xiang Da (), entre otros. Yuan Tongli (袁同礼), director de la Biblioteca Nacional de Beiping en aquel entonces, envió a Wang Chongmin y Xiang Da a Gran Bretaña y Francia para elaborar catálogos, redactar extractos, tomar fotos y planificar publicaciones sobre los documentos de Dunhuang.

De esta manera consiguieron una gran cantidad de materiales y valiosas fotografías. Durante la estancia de Wang Chongmin en París, Pelliot y otros sinólogos le ayudaron e incluso Pelliot le enseñó sus anotaciones privadas sobre la caverna de Dunhuang y le permitió fotografiar dichas anotaciones para llevárselas a China.

Gracias a los esfuerzos conjuntos de muchas generaciones del círculo académico y de sus publicaciones, la mayoría de los documentos de Dunhuang en Inglaterra, Francia y Rusia, entre otros países, llegaron a ser publicados en forma de fotografías y de este modo volvieron a China.

Una disciplina mundial

La colección de reliquias históricas en el extranjero promovió la investigación sobre Dunhuang por expertos tanto occidentales como orientales, incluyendo intelectuales chinos. Por otro lado, Dunhuang fue tomando fama hasta convertirse en los años 30 del siglo XX en una nueva rama de la ciencia mundial: la Dunhuanglogía.

Ésta se convirtió durante un tiempo en foco de investigación para los sinólogos occidentales. Después de su nacimiento como ciencia, la Dunhuanglogía ha pasado por diversas fases: “Dunhuang está en China, la Dunhuanglogía está en el mundo”, “Dunhuang está en China, la Dunhuanglogía está en Japón”, “Dunhuang está en China, la Dunhuanglogía también”. En la escena internacional, se fueron estableciendo institutos con el fin de investigar la Dunhuanglogía en Japón, Francia, EE.UU., Gran Bretaña, Rusia, India, Corea del Sur, etc. Además en países como Hungría, Holanda, Italia, Grecia, Alemania, Dinamarca, Suecia, Noruega, Canadá, Australia, Kazajistán, Singapur y Malasia también hay muchos expertos en esta ciencia.

Más sobre el tema:

Notas:

(1). Los sutras, como hallados en la Cueva de los Sutras, son escrituras sagradas del budismo, textos basados en los discursos de Buda.

(2).  “Tripitaka” (大藏经, Dàzàngjīng) o “Canon Pali”, es la colección de textos antiguos budistas escritos en el idioma pali, que constituyen el cuerpo doctrinal y fundacional del budismo theravada. 

Más viajes por China en Revista Instituto Confucio – ConfucioMag:


ic_ESP_26

Publicado originalmente en: Revista Instituto Confucio.
Número 26. Volumen V. Septiembre 2014.

Paisaje de la Reserva natural de Changbaishan en la provincia de Jilin. Foto: 123RF.

Changchun es la capital de la provincia de Jilin (吉林), en el noreste de China. Sus bosques ocupan más de la mitad de su territorio. Destaca la reserva natural de la montaña Changbai (Chángbái Shān, 长白山), patrimonio universal de la UNESCO.

Reportaje de
Clara Serer Martínez
克莱拉
Changchun es la capital de la provincia de Jilin (吉林). Esta provincia está ubicada en el noreste de China, limita con las provincias de Heilongjiang al norte, con Rusia al este, y colinda al sureste con Corea del Norte, al suroeste con Liaoning y al oeste con Mongolia Interior.

Su nombre, Jilin, literalmente significa “a lo largo del río”. Cuenta con una superficie total de 187.400 km2. Su extensión forestal ocupa más de la mitad de su territorio provincial lo que la convierte en una de las seis zonas más extensas de China en este aspecto. Además, dispone de un gran número de praderas con abundantes recursos minerales e hídricos.

Aquí se dan cita parajes naturales como el embalse de la Luna, los lagos Chagan y Songhua, o la mundialmente conocida Reserva Natural Changbaishan, en la que se esconde el lago Celestial a la considerable altura de 2.189 m, así como el cañón Changbaishan.  

Reserva natural de Changbaishan. Foto: 123RF.
Reserva natural de Changbaishan. Cañón. Foto: 123RF.

En la antigüedad, fueron diversos los pueblos que habitaron las tierras de la actual provincia de Jilin, entre los que cabe mencionar a los mohe, los wuji o a los del Reino de Balhae (渤海). Más tarde, esta zona fue dominada por los khitan de la dinastía Liao o la Yuan de los mongoles. Durante algún tiempo Jilin estuvo gobernada, en determinadas áreas, por diversos reyes coreanos. La pequeña ciudad de Jian fue declarada Patrimonio Mundial por la UNESCO debido a los hallazgos de importantes vestigios pertenecientes al reino de Koguryo, de la dinastía Wang (37 a.C. – 668 d.C.), ubicado al lado de la orilla del río Yalu. 

Lago y río Jingyuetan, Changchun, China. Foto: 123RF.
Lago y río Jingyuetan, Changchun, China. Foto: 123RF.

Larga primavera

Changchun (长春, literalmente “larga primavera”), es la capital de la provincia de Jilin. Con una extensión de más de 20.000 km² representa uno de los centros industriales más importantes de la provincia, entre los que sobresalen el sector automovilístico, el cinematográfico, el cultural y el científico. Es por ello que a Changchun se la conoce como la “ciudad del automóvil”, ya que la primera fábrica de esta industria del país se estableció aquí en 1953. En 1955 se fundaron los estudios cinematográficos conocidos como el “Hollywood chino”. 

Lago Jingyuetan, Changchun. Foto: 123RF.
Lago Jingyuetan, Changchun. Foto: 123RF.

Uno de los puntos de interés turístico más populares de la capital es la antigua residencia del emperador Puyi, el último de la dinastía Qing, en lo que ahora se conoce como el Museo del Palacio Imperial Manchukuo. En sus 137.000 m² hay una decena de edificios con un estilo arquitectónico que va desde el chino tradicional hasta el gótico o el japonés. Entre las joyas de Changchun se debe mencionar el parque Jingyuetan, un lago ubicado a las afueras de la ciudad con una extensión de 90 km² o el Templo de Banruo, uno de los templos budistas más grandes del noreste de China. 

 

Humedales en la ciudad de Changchun. Al fondo,la pagoda del templo de Wanshou. Foto: 123RF.
Humedales en la ciudad de Changchun. Al fondo,la pagoda del templo de Wanshou. Foto: 123RF.

Paisajes de ensueño

Son numerosos los paisajes de ensueño que abundan en este lugar, como los preciosos saltos de agua que forma la catarata Changbai, profundos lagos, manantiales termales o enormes volcanes inactivos. Uno de los lugares más visitados es el Lago Celestial, que cuenta con una extensión aproximada de 5 km² y que tiene su origen dentro del cráter del Pico Bogda. Este lago es además el lugar de nacimiento de tres importantes ríos: el Tumen, el Songhua y el Yalu.   

Changchun. Plaza del Pueblo. Foto: 123RF.
Changchun. Plaza del Pueblo. Foto: 123RF.

En la zona de Changbaishan existen más de 2.300 especies de plantas, de las cuales aproximadamente 870 son medicinales y 200 comestibles. Destaca el cultivo del ginseng, considerado como uno de los mejores de China, así como también el astragalus monglolicus, el hericium erinaceus, la telia amurensis, o la gastrodia elata. Su fauna supera las 400 especies. De sus recursos minerales se cuentan más de 130 variedades, entre las que destacan carbón, petróleo, bacilariofitos o bentonita. 

Pagoda del templo de Wanshou. Foto: 123RF.
Pagoda del templo de Wanshou. Foto: 123RF.

El lago Songhua se encuentra al sudeste de la ciudad de Jilin y cuenta con diversas áreas de interés turístico, como la plataforma Aohua, las Cinco Islas del Tigre, la Piscina del Dragón o el Muro de Piedra del Dragón. Otro de los encantadores lugares de la provincia es la Isla Wusing o de la Escarcha, ubicada al norte de la ciudad de Jilin junto al río Songhua, a la que se reconoce como uno de los escenarios paisajísticos más bellos de toda China. Esta isla debe su nombre al fenómeno natural que se produce cuando los árboles se llenan de escarcha, y que provoca un hermoso escenario paisajístico, en el que se pueden ver flores y ramas congeladas.

Quemador de incienso a la entrada del templo de Wanshou, en Changchun. Foto: 123RF.
Quemador de incienso a la entrada del templo de Wanshou, en Changchun. Foto: 123RF.

En los días de frío, cuando las gotas de niebla están a cero grados centígrados y no llegan a congelarse, se mueven con el viento. Cuando impactan con objetos como las ramas de lo árboles que están a bajo cero, se acumulan en un proceso de congelación convirtiéndose en cristales de hielo blanco formando los árboles escarchados, llamados también “árboles colgantes”. Este fenómeno natural es un tipo de helada, que suele darse en los inviernos del noreste de China, que representa un tipo más de paisaje de nieve y hielo. Por todo ello la isla, con casi 6 km2 de extensión, se convierte en un paraje idílico en invierno.

Lago Tianchi, Reserva natural de Changbaishan. Foto: 123RF.
Lago Tianchi, Reserva natural de Changbaishan. Foto: 123RF.

Otro de los lugares de interés turístico, cerca del lago Songhua, es la estación de esquí Beidahu. Ubicada a 56 km de la ciudad de Jilin, ofrece enormes pistas de esquí para principiantes y expertos. Aquí se desarrollaron los Juegos Asiáticos de Invierno de 2007. Por norma general, las pistas de esquí están abiertas desde mediados de noviembre hasta principios de abril. No se debería abandonar este lugar sin realizar antes una visita al enorme puente Lingjiangmen que cruza el río Songhua.

La cocina del Dongbei

A la cocina típica de Jilin se la denomina “gastronomía del Dongbei” (noreste). Un estilo que abarca las provincias de Jilin, Heilongjiang y Liaoning. Sus platos se caracterizan por utilizar distintos productos exóticos, como los hongos hericium, el esturión, la cola de ciervo o la garra de oso. Su refrescante aroma y su sabor exquisitamente sazonado adornan sus recetas. Los platos “de cuchara”, entre los que destacan sus famosos estofados y guisados, son los más característicos. 

Dumplings. Foto: 123RF
Dumplings. Foto: 123RF

En sus raciones, siempre abundantes, predominan los sabores fuertes y los alimentos suelen aderezarse con cebolla, ajo, semillas de sésamo, salsa de judías o puerros. La gastronomía del Dongbei utiliza cereales como maíz, trigo o mijo, que se emplean en la elaboración de fideos de harina, masa para las empanadillas o dumplings, un tipo de empanada. La carne de cerdo sirve no sólo en los estofados sino también como relleno en diferentes panecillos o masas empanadas. 

Receta de guobarou de Heilongjiang acabada. Foto: wikimedia commons, dominio público.
Guobarou. Foto: wikimedia commons, dominio público.

Entre sus platos más apreciados cabe mencionar asimismo un estofado de carne de cerdo con pasta, las galletas “yang”, el hot pot del Dongbei, la carne de cerdo rebozada con salsa agridulce, las costillas de cerdo con judías, la patata caramelizada, el pan al vapor, el pollo al vapor con ginseng, el pescado al vapor o el pan de maíz.

Viajar a China: descubra destinos diferentes


ic_ESP_50

pdfPublicado originalmente en: Revista Instituto Confucio.
Número 50. Volumen V. Septiembre de 2018.
Ver / descargar el número completo en PDF 

El personaje de Lin Daiyu de «Sueño en el pabellón rojo» en la pintura sobre seda titulada «Lin Daiyu enterrando flores». Wikimedia commons, dominio público para «Dream of the Red Chamber».

Cao Xueqin dejó incompleta su obra maestra, Sueño en el pabellón rojo. Conoce la obra de este poeta, calígrafo y músico de mediados del siglo XVIII.

Reportaje de
Sergi Alcalde
Sueño en el pabellón rojo, (红楼梦, Hóng lóu mèng), de Cao Xueqin (曹雪芹), fue prohibido. Pero nunca dejó de circular clandestinamente en copias manuscritas desde el siglo XVIII. Su autor, Cao Xueqin fue un extraordinario poeta, calígrafo y músico que murió en la miseria sin terminar su obra maestra, de la que escribió únicamente los 80 primeros capítulos. Jorge Luis Borges, bautizó esta obra como “la novela más famosa de los casi tres milenios de literatura china”.

“Cuando se toma lo falso por verdadero,
lo verdadero se torna falso;
cuando de la nada nace el ser,
el ser permanece en la nada”.

Esta es la inscripción que figura en el arco que da acceso a la Tierra de la Ilusión y el Gran Vacío. Sirve de advertencia a Jia Baoyu, (贾宝玉) el protagonista principal de Sueño en el pabellón rojo (Hong Lou Meng, 红楼梦).

«Sueño en el pabellón rojo» en una página de una edición impresa de la dinastia Qing. Foto: Maksim, Wikimedia Commons, dominio público para «Dream of Red Chamber».
«Sueño en el pabellón rojo» en una página de una edición impresa de la dinastia Qing. Foto: Maksim, Wikimedia Commons, dominio público para «Dream of Red Chamber».

La azarosa publicación de Sueño en el pabellón rojo de Cao Xueqin

Sueño en el pabellón rojo se imprimió en 1791, con un total de 120 capítulos, después de que Cheng Weiyuan y Gao E declarasen haber encontrado en una tienda de antigüedades el final del relato,. Lo más probable es que fueran ellos mismos quienes la concluyeran y no su autor Cao Xueqin.

El texto gozó de una increíble popularidad durante el siglo XVIII y, aunque fue prohibido, nunca dejó de circular clandestinamente en forma de copias manuscritas. Su resurgimiento tuvo lugar en las postrimerías de la dinastía Qing, a principios del siglo XX, y su momento álgido llegaría durante la segunda mitad de esa centuria.

Jia Bayou, por Gai Qi. Wikimedia commons, dominio público para «Jia Bayou».
Jia Bayou, por Gai Qi. Wikimedia commons, dominio público para «Jia Bayou».

Los personajes y el argumento

La novela narra los desvelos amorosos de dos personajes excéntricos y apasionados: Jia Baoyu (贾宝玉) Jia jade precioso y Lin Daiyu (林黛玉) Lin cejas de jade.

Jia Baoyu (贾宝玉) Jia jade precioso

Descendiente de los duques de Ninguo y Ronguo, está marcado por un hecho extraordinario ya desde su nacimiento: vino a la vida con un jade en la boca con la siguiente inscripción:

“Jade Precioso de las Comunicaciones Espirituales
Nunca perder, nunca olvidar
Vida eterna, duradera prosperidad”.

Su existencia discurrirá entre el rigor marcado por su padre y el cariño y la condescendencia de su abuela, la Anciana Dama, quien le procurará todo tipo de caprichos y favores.

El joven vive en el Jardín de la Vista Sublime una existencia bucólica y desenfadada, rodeado de muchachas con las que alterna alegremente, y sin más preocupación que la de participar en fiestas y componer versos.

Además de sus esporádicos devaneos sexuales o, como eufemísticamente se llama en la novela “práctica del juego de la lluvia y de la nube” con algunas sirvientas de la mansión, Baoyu fijará su atención en un grupo de señoritas llamadas Las doce bellezas de Jinling, entre las cuales destacan sus dos primas Lin Daiyu y Xue Baochai.

El personaje de Lin Daiyu de «Sueño en el pabellón rojo» en la pintura sobre seda titulada «Lin Daiyu enterrando flores». Wikimedia commons, dominio público para «Dream of the Red Chamber».
El personaje de Lin Daiyu de «Sueño en el pabellón rojo» en la pintura sobre seda titulada «Lin Daiyu enterrando flores». Wikimedia commons, dominio público para «Dream of the Red Chamber».

Lin Daiyu (林黛玉) Lin cejas de jade

Lin Daiyu es en principio un personaje complementario al del protagonista si bien presenta ciertas similitudes con este. Se aleja de los estándares confucianos reservados para las chicas de su edad: esto es, limitarse a ser una mujer sin talento.

Al contrario, goza de grandes conocimientos sobre los clásicos y una gran habilidad para el discurso y la composición de poemas, virtudes que entusiasman a su primo Jia pero que causan rechazo en los demás miembros de la comunidad.

Lin sufrirá la opresión por su singular condición y deberá afrontar las presiones y los prejuicios del mundo que la rodea. Su temperamento y actitud lucharán contra el jinyu liangyuan (金玉良缘) “casamiento del oro y el jade”, esto es, una metáfora del matrimonio preconcebido por intereses familiares.

Además de ser una de las obras más citadas de la literatura contemporánea y la cumbre más alta de la novela, estamos delante de una auténtica enciclopedia sobre la vida y costumbres de la corte durante la última dinastía china y de un detallado manual de protocolo y hábitos de la sociedad opulenta del momento.

Página manuscrita de la novela «Sueño en el pabellón rojo» de 1759. Es una de las más antiguas supervivientes de la novela antes de su publicación impresa. Wikimedia Commons, dominio público para «Dream of Red Chamber».
Página manuscrita de la novela «Sueño en el pabellón rojo» de 1759. Es una de las más antiguas supervivientes de la novela antes de su publicación impresa. Wikimedia Commons, dominio público para «Dream of Red Chamber».

Los múltiples temas del Sueño en el pabellón rojo

Aunque Sueño en el pabellón rojo narra una historia de amor “con palabras falsas y en lengua vulgar”, según afirma su autor, en realidad es mucho más que eso.

Se trata también de una crítica feroz a las contradicciones y miserias de una nobleza decadente que gobernaba la China de aquella época que esconde un manifiesto contra la codicia descontrolada y la falta de escrúpulos.

Estos dos atributos son encarnados en el personaje de Wan Xifeng, mujer del primo paterno de Baoyu, quien se encarga con mano de hierro de la administración de la mansión Rong hasta que es ahogada por su propia codicia.

Las lúcidas advertencias de Cao Xueqin

El autor Cao Xueqin utiliza todos los registros del lenguaje para dejar al descubierto las contradicciones de una sociedad en clara decadencia.

Sin embargo, además de una crítica feroz a los excesos y la corrupción de los aristócratas de la época, el autor advierte al lector de algo mucho más atemporal: la vacuidad de la vida y la falsedad que subyace en todo ejercicio de ostentación, así como la falta de fundamento de una sociedad donde solo imperan las apariencias.

El apellido Jia (), homófono de falso (), planea sobre todo el relato como una metáfora entre líneas de que no es oro (o en este caso, jade) todo lo que reluce. 

La Roca Mágica y la Maravillosa Planta de las Perlas Púrpuras, de Gai Qi (1773-1828). Wikimedia commons, dominio público para «Dream of the Red Chamber».
La Roca Mágica y la Maravillosa Planta de las Perlas Púrpuras, de Gai Qi (1773-1828). Wikimedia commons, dominio público para «Dream of the Red Chamber».

Memorias de una roca, el otro título de la novela

En principio, Sueño en el Pabellón Rojo es la cronología de las vivencias terrenales de un dios encarnado en una roca, de ahí su nombre original, Memorias de una roca. El juego entre lo humano y lo divino es una constante en una obra que fusiona las dos principales religiones de China, el taoísmo y el budismo, para guiar al lector, aunque no adoctrinarlo, sobre el camino hacia la virtud.

La diosa Nuwa

El protagonista inicial es, de hecho, una roca desechada por la diosa Nüwa cuando esta se disponía a reparar la bóveda celeste, que “había cobrado una esencia fundamental” para permanecer en el olvido, con lo que permanecía día y noche sumida “en lamentaciones, desconsolada y llena de vergüenza”.

Un día, al ver aparecer a un monje budista y a un bonzo taoísta, les pide encarecidamente que le permitan descender al mundo de los mortales para ‘disfrutar de sus riquezas y placeres’. Conmovidos por la pureza de aquella roca, los monjes deciden convertirla en un precioso jade, al que bautizan con el nombre de ‘Jade de las Comunicaciones Espirituales’ y lo hacen descender al mundo terrenal para que tenga la oportunidad de mezclarse con los mortales.

Tras el paso de muchos ‘siglos y kalpas’ el reverendo Kong Kong (空空) ‘Vanidad de las Vanidades’, decide divulgar la historia grabada en la roca tras comprobar que “aunque el tema principal era el amor, se trataba sencillamente de una crónica de acontecimientos reales superior a aquellas falsas obras envilecidas que tratan de citas licenciosas y aventuras disolutas”.

Cao Xueqin, retratado en su obra

Los expertos creen que esa “crónica de acontecimientos reales” no es otra que la propia vida de Cao Xueqin, cuya biografía coincide con los hechos narrados en la obra. Igual que Jia Baoyu, también fue miembro de una familia rica caída en desgracia y, como él, estuvo inicialmente destinado a “reparar la bóveda celeste”, esto es, formar parte de la élite dirigente del país. 

Sueño en el pabellón rojo, un libro clave

Además de ser una de las obras más citadas de la literatura contemporánea y la cumbre más alta de la novela, estamos delante de una auténtica enciclopedia sobre la vida y costumbres de la corte durante la última dinastía china y de un detallado manual de protocolo y hábitos de la sociedad opulenta del momento.

Tal y como se señala en el prólogo de la edición española (1), “lo que hizo Cao Xueqin fue levantar los cerrojos de los lujosos portones de las mansiones aristocráticas y reducir la altura de los muros”.

Además, es un compendio de grandes clásicos de la literatura china, como el Clásico de la Poesía (诗经), el Clásico de los Ritos (礼记) y los Anales de las Primaveras y Otoños (春秋), sobre los que abundan las referencias. También hay alusiones a los principales libros confucianos: La Gran Enseñanza (大学), la Doctrina del Justo Medio (中庸) y las Analectas (论语).

Diversas escenas del clásico, por LimSoo-jung. Wikimedia commons, dominio público para «Dream of the Red Chamber».
Diversas escenas del clásico, por LimSoo-jung. Wikimedia commons, dominio público para «Dream of the Red Chamber».

Piedra de toque de la literatura china

Tal es la importancia académica de esta obra que durante 200 años se popularizó la creencia de que “es inútil leer todos los libros clásicos si no se sabe disertar sobre Hong Lou Meng” .

Su relevancia en el imaginario colectivo de la sociedad china es tal que ha llegado a desarrollarse una disciplina académica llamada Hongxue (红学) dedicada específicamente al estudio de este clásico.

Descripción de la sociedad china del siglo XVIII

Por si todo esto fuera poco, la obra también es un compendio de creencias populares, costumbres ancestrales y descripciones pormenorizadas de remedios de medicina tradicional, como prueban las numerosas recetas desglosadas al detalle.

También es una rica fuente de información sobre los numerosos rituales de la tradición taoísta y budista, y una de las últimas obras chinas de la época en la que pueden encontrarse objetos llegados de Occidente tales como las tijeras o las gafas. 

El término chino yuanfen (缘分) cuyo significado es “relación predestinada”, adquiere un significado crucial en una historia que remarca que el destino del autor, de los personajes y de toda la humanidad, está condenado a repetirse al cabo de tantos siglos.

 

Dibujo de Cao Xueqin por Mankong (diciembre de 2016). Wikimedia commons, dominio público para «Cao Xuequin».
Dibujo de Cao Xueqin por Mankong (diciembre de 2016). Wikimedia commons, dominio público para «Cao Xuequin».

El simbolismo de Sueño en el pabellón rojo

Pero, por encima de todo, Hong Lou Meng (Sueño en el pabellón rojo , 红楼梦) es un juego de símbolos. Nada queda al azar en esta sublime obra. “Cada palabra me ha costado una gota de sangre” sostenía el autor.

Cabe destacar las sutilezas metafóricas y las constantes referencias a lo divino y lo terrenal, entre lo falso (jia) y lo verdadero (zhen), con los que el autor ‘juega’ constantemente con el lector así como las continuas referencias a los aspectos trascendentales de la vida y la naturaleza predestinada de los personajes, cuyo destino queda descrito en las revelaciones divinas del capítulo V.

Nada es fortuito y todo adquiere una explicación simbólica o metafórica, desde la inscripción del jade de Baoyu hasta el trágico destino de la docena de doncellas que acompañan al protagonista. “No hace mucho que se congregaron en este lugar las reencarnaciones de algunos amantes de otros tiempos y he venido buscando la ocasión para prodigar amor y deseo.

Nuestro encuentro no es casual”, replicaba la diosa del Desencanto a Baoyu mientras este soñaba con la Tierra de la Ilusión y el Gran Vacío. El término chino yuanfen (缘分) cuyo significado es “relación predestinada”, adquiere un significado crucial en una historia que remarca que el destino del autor, de los personajes y de toda la humanidad, está condenado a repetirse al cabo de tantos siglos y kalpas y sobre el que de nada vale lamentarse, según lo que se desprende de los versos finales de la obra que “alguien escribió para explicar mejor el propósito del autor”:

“Habla del dolor y de la amargura,
Más triste aún sus vanas palabras.
De principio a fin, es todo un sueño.
Pero riamos de la locura de los hombres».

Nota: (1). Xueqin, C. Sueño en el Pabellón Rojo (Memorias de una roca). Traducción de Zhao Zhenjiang y de José Antonio García Sánchez. Edición revisada por Alicia Relinque Eleta. Galaxia Gutenberg-Universidad de Granada, 2016. Pág. 11.


ic_ESP_50

Publicado originalmente en: Revista Instituto Confucio.
Número 50. Volumen V. Septiembre de 2018.

Emperador Taizu, de la dinastía Song. Fue el último conquistador de la Pagoda que nombra la leyenda de la Morada del Dragón Amarillo. La pintura es de la dinastía Qing (muy posterior). Foto: Wikimedia commons, dominio público para «Song Taizu».

La llamada “Mansión del Dragón Amarillo” era la región ancestral del pueblo yurchen, fundador de la dinastía Jin (265-420 d.C.). Como centro político y económico, y punto estratégico para los ejércitos tanto de los liao como de los jin, la Mansión del Dragón Amarillo ha restituido durante las excavaciones numerosos restos materiales pertenecientes a ambas dinastías.

Un reportaje de
Jin Yiwen 
金漪雯
En los últimos años de la dinastía Song del Norte, los ejércitos de los Jin (también llamados yurchen) descendieron hacia el sur ocupando las planicies centrales. El célebre héroe militar Yue Fei (1103-1142) lideró las tropas para oponerse valerosamente a los invasores yurchen.

Durante los diez años de batallas logró recuperar una gran parte del territorio, lo que sirvió para levantar la moral de su ejército. Yue Fei se dirigió entonces en tono ufano a sus tropas con la arenga: “¡Apoderémonos de la Mansión del Dragón Amarillo y brindemos todos por la victoria!”.

Yua Fei. Wikimedia commons, dominio público para «Yue Fei».
Yua Fei. Wikimedia commons, dominio público para «Yue Fei».

La “Mansión del Dragón Amarillo”

La llamada “Mansión del Dragón Amarillo” era la región ancestral del pueblo yurchen, fundador de la dinastía Jin. Desde esa fecha los proverbios chinos “apoderarse del Dragón Amarillo” o “brindar por el Dragón Amarillo” se han utilizado en el sentido de perseverar en la lucha hasta destruir la guarida del enemigo y poder así celebrarlo con un brindis.

Gracias a esas famosas palabras de Yue Fei, la gente aún recuerda aquel lugar llamado “Mansión del Dragón Amarillo”.

Ubicación: provincia de Jilin

Actualmente la opinión más extendida es que dicho lugar se hallaba en los límites del distrito de Nong’an, perteneciente al municipio de Changchun, capital de la provincia nororiental de Jilin. Este distrito forma parte de la llanura de Songliao y está rodeado por numerosos cursos fluviales, por lo que desde tiempos remotos fue un importante nudo de comunicaciones y transporte, y un lugar estratégicamente destacado desde el punto de vista militar, con una historia de más de 2.000 años.

Dicha zona se convirtió en el centro político y económico de los pueblos liao y jin, y en un punto de vital importancia para los ejércitos de ambas dinastías.    

Territorio de Fuyu

Por lo que se refiere al origen de su nombre existe una leyenda que merece la pena recordar. Según recoge la Historia de Jin, “en el antiguo territorio de Fuyu, lugar ancestral de los liao, se encuentra el Dragón Amarillo, antes llamado Mansión del Dragón Amarillo”. El citado territorio de Fuyu es el reino homónimo de la minoría étnica de los buyeo o puyo, que se extendió entre los siglos II a.C. y V d.C. por aquella zona.

En sus primeros días la ciudad real se encontraba en lo que ahora es la ciudad de Jilin, en la provincia del mismo nombre, mientras que posteriormente se trasladó al actual distrito de Nong’an en Changchun. Más adelante, el territorio bajo su jurisdicción fue ocupado por el reino de Bohai y la capital de los buyeo recibió el nombre de “Mansión de Fuyu”.

La leyenda de la Mansión del Dragón Amarillo

Se cuenta que, en el año 926 Yelü Abaoji, el emperador Taizu de Liao, atacó Bohai y, tras conquistar su capital Huhan, emprendió el regreso victorioso a Fuyu.

Por el camino, Taizu pensó que en aquellos parajes “el agua y la hierba son excelentes y los sauces extienden su sombra por doquier” por lo que ordenó a sus tropas acampar. Sin embargo, una vez allí, le llegó la noticia del asesinato de su hermano pequeño en Huhan. Destrozado por la pena, cayó enfermo y ya no se recuperó.

Una noche, una estrella gigante cayó frente a su palacio y, al día siguiente, un dragón amarillo de más de 500 m de longitud que emitía una resplandeciente luz dorada se puso a girar en círculo sobre la ciudad; seguidamente se introdujo en la morada de Yelü Abaoji, que fallecería poco después y al que sucedió su segundo hijo, Yelü Deguan.

La aparición del animal se consideró una señal auspiciosa para el país y fue aprovechada al mismo tiempo por Deguan para honrar la memoria de su padre, al cambiar el nombre de la capital por el de “Mansión del Dragón Amarillo”.

Emperador Taizu. Wikimedia commons, dominio público para «Tiazu».
Emperador Taizu de Liao. Wikimedia commons, dominio público para «Tiazu».

La explicación de la leyenda

Aunque la leyenda debió de originarse con el fin de dar estabilidad a la autoridad dinástica, y contiene por lo tanto un alto componente de fantasía e imaginación, el nombre acompañó desde el principio a los liao en toda su historia. Más tarde, tras ser derrotados por los jin, estos últimos establecieron asimismo su sede en la citada región y, cuando capturaron a los emperadores Huizong y Qinzong de los Song del Norte, los mantuvieron presos en dicha localidad.   

La pagoda de Nong’an es la única edificación de época liao que se ha mantenido de todos los restos pertenecientes a la Mansión del Dragón Amarillo.

Fuente de conocimiento arqueologico

Como centro político y económico, y punto estratégico para los ejércitos tanto de los liao como de los jin, la Mansión del Dragón Amarillo ha restituido durante las excavaciones numerosos restos materiales pertenecientes a ambas dinastías.

Se han hallado 23 yacimientos arqueológicos que evidencian el nivel de prosperidad de la época. Durante el periodo de apogeo del reino de los liao, se establecieron allí los distintos departamentos civiles y militares y se reforzó la construcción de las murallas y fosos en torno a la ciudad.

Con el ascenso de su estatus político y su importancia económica la población creció exponencialmente. En aquella zona cohabitaron numerosos grupos étnicos como los kitán, balhae, han, yurchen, tieli, wure, köktürk o tangut.

La pagoda Nong’ang

La pagoda de Nong’an es la única edificación de época liao que se ha mantenido de todos los restos pertenecientes a la Mansión del Dragón Amarillo. Fue levantada aproximadamente entre el tercer y el décimo año de la era Taiping (1023-1030), del reinado del emperador Shengzong (Yelü Longxu), por lo que tiene casi un milenio de antigüedad.

Otra vez la leyenda: una estrella y una cabeza de dragón

En cuanto a los motivos de su construcción, parece ser que cierta noche en que los astrónomos del reino escudriñaban los cielos descubrieron una estrella gigante desplomándose sobre la Mansión del Dragón Amarillo, por lo que advirtieron al monarca que tenía que edificar una pagoda para contenerla y evitar así que surgiera el “Dragón de Tierra” (una especie de lombriz o reptil) y amenazara la autoridad del imperio.

Shengzong ordenó inmediatamente que hombres y caballos se dispusieran a construir la pagoda. Cuando estos pasaron por Xiangzhou, descubrieron que la cabeza del dragón se encontraba allí y, de este modo, decidieron levantarla en aquel lugar.

La prisión del Dragón Amarillo

Sin embargo, poco después los astrónomos contemplaron un nuevo fenómeno atmosférico que les hizo sospechar que el Dragón de Tierra conocía las intenciones del emperador de construir la pagoda en Xiangzhou para aplastarlo y que, por ello, se dió la vuelta y regresó a su morada, la Mansión del Dragón Amarillo.

Los trabajadores no tuvieron más remedio que detener las obras y trasladarse hasta allí para comenzarlas de nuevo. Transcurridos tres años, tres meses y tres días concluyeron por fin la construcción. De esta manera, y según la leyenda, el dragón terrestre fue aplastado bajo la pagoda sin poder moverse y el emperador Shengzong pudo así reinar con tranquilidad.

Emperador Taizu, de la dinastía Song. Fue el último conquistador de la Pagoda que nombra la leyenda de la Morada del Dragón Amarillo. La pintura es de la dinastía Qing (muy posterior). Foto: Wikimedia commons, dominio público para «Song Taizu».
Emperador Taizu de Liao. Retrato posterior de la dinastía Song. Fue el último conquistador de la Pagoda que nombra la leyenda de la Morada del Dragón Amarillo. La pintura es de la dinastía Qing (muy posterior). Foto: Wikimedia commons, dominio público para «Song Taizu».

La última conquista de la Mansión del Dragón Amarillo

En el año 1115 el emperador Taizu (Aguda) de Jin invadió la Mansión del Dragón Amarillo y puso fin a la dinastía Liao, aunque la pagoda de Nong’an se ha conservado hasta nuestros días. La construcción, hecha a base de ladrillos, tiene una altura de 33 m y un total de 13 niveles y es la pagoda budista más antigua de todo el noreste de China. La edificación, hermosa y grácil, posee características constructivas y artísticas típicas de esa dinastía.

El distrito de Nong’an está incluido en la lista nacional de lugares históricos y culturales célebres, ya que es el testimonio del periodo de esplendor de las dinastías Liao y Jin; y conserva todavía una gran abundancia de restos materiales de aquella época. Numerosos turistas acuden allí atraídos por su fama para disfrutar de la riqueza patrimonial de tan antigua localidad.


ic_ESP_50

Publicado originalmente en: Revista Instituto Confucio.
Número 50. Volumen V. Septiembre de 2018.

Relieve en piedra de Confucio en el templo dedicado a su memoria en Qufu. Foto: Diego Titiria, Wikimedia commons, dominio público para «Qufu Confucian Temple».

Qufu (en chino Qūfù o 曲阜) es famosa por ser la ciudad natal del filósofo Confucio (551-479 a.C). Alberga tres monumentos declarados como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en el año 1994.

Artículo de César Rancés

Situada al suroeste de la provincia de Shandong, Qufu (en chino Qūfù o 曲阜) es famosa por ser la ciudad natal del filósofo, pensador y maestro Confucio (en chino Kǒngzǐ o 孔子, 551-479 a.C.). Situada a 160 kilómetros al sur de Jinan, capital de dicha provincia, cuenta actualmente con una población de 60.000  habitantes, de los cuales el veinte por ciento se apellida Kong y son descendientes directos del educador y fundador de la escuela filosófica china más importante, considerada por muchos como una religión.

Patios interiores del templo de la familia Kong en Qufu. Foto: Diego Tiriria, Relieve en piedra de Confucio en el templo dedicado a su memoria en Qufu. Foto: Diego Titiria, Wikimedia commons, dominio público para «Qufu Confucian Temple».
Patios interiores del templo de la familia Kong en Qufu. Foto: Diego Tiriria, Wikimedia commons, dominio público para «Qufu Confucian Temple».

Qufu fue capital del Estado de Lu durante el Periodo Primavera y Otoño (770-403 a.C.) hasta que en el año 249 a.C. fuera anexionado al Estado de Chu. El principal atractivo turístico y cultural de esta ciudad, además de su preservado centro histórico, reside en los tres monumentos declarados como Patrimonio de la Humanidad (1) por la UNESCO en el año 1994: el Templo de Confucio (Kǒng Miào o 孔庙), el Cementerio de Confucio (Kǒng Lín o 孔林) y la Residencia de la Familia Kong (Kǒng Fŭ o 孔府), lugares conocidos popularmente como Sān Kǒng o 三孔.

El Templo de Confucio en Qufu

Se trata sin duda de la atracción turística más importante de Qufu. El Templo de Confucio se construyó dos años después de la muerte del pedagogo chino cuando, siguiendo las órdenes del príncipe de Lu, se consagró como santuario la que fuera su casa de tres habitaciones. El primer monarca en ofrecer sacrificios en su honor fue Gaozu (256-195 a.C.) de la dinastía Han (206 a.C.-220 d.C.) en el año 205 a.C. y a partir de él la costumbre pasó de emperador en emperador, imitando esta práctica también la familia imperial, altos cargos monárquicos, funcionarios, discípulos y seguidores de las doctrinas de Confucio. Los nuevos emperadores oraban en este templo después de su coronación o cuando triunfaban en alguna batalla.

Exterior del recinto del Templo de Confucio en Qufu. Foto, Shizhao, Patios interiores del templo de la familia Kong en Qufu. Foto: Diego Tiriria, Relieve en piedra de Confucio en el templo dedicado a su memoria en Qufu. Foto: Diego Titiria, Wikimedia commons, dominio público para «Qufu Confucian Temple».
Exterior del recinto del Templo de Confucio en Qufu. Foto, Shizhao, Wikimedia commons, dominio público para «Qufu Confucian Temple».

Incendios, cambios y ampliaciones

La residencia original del maestro se eliminó del complejo durante una remodelación que se realizó en el año 611 a.C., mientras que entre 1012 y 1094, durante la dinastía Song (960-1279), el templo se amplió con más salas y pabellones. El fuego y el vandalismo destruyeron el complejo casi en su totalidad en 1214, durante la dinastía Jin (1115-1234) y fue restaurado y ampliado durante la dinastía Yuan (1279-1368). En 1331 se construyó una muralla con cuatro torres para cerrar el templo similar a la del Palacio Imperial de Beijing. Después de que otro incendio lo devastara, el santuario fue nuevamente reconstruido en 1499 durante la dinastía Ming (1368-1644) y ha permanecido hasta nuestros días prácticamente intacto desde entonces convirtiéndose en uno de los monumentos más originales de China.

Pupitres de 1920 dentro del templo. En la pared del fondo, una de las pinturas más famosas que representan al maestro Kong, Confucio. Foto: Exterior del recinto del Templo de Confucio en Qufu. Foto, Shizhao, Patios interiores del templo de la familia Kong en Qufu. Foto: Diego Tiriria, Relieve en piedra de Confucio en el templo dedicado a su memoria en Qufu. Foto: Diego Titiria, Wikimedia commons, dominio público para «Qufu Confucian Temple».
Pupitres de 1920 dentro del templo. En la pared del fondo, una de las pinturas más famosas que representan al maestro Kong, Confucio. Foto: Diego Titiria, Wikimedia commons, dominio público para «Qufu Confucian Temple».

Un gran complejo musealizado para Confucio

El complejo del Templo de Confucio es el segundo más grande de todo el país después de la Ciudad Prohibida de Beijing y tiene una estructura arquitectónica muy similar a ésta. Ocupa un área de 140.000 metros cuadrados y alberga un total de 460 habitaciones ubicadas simétricamente siguiendo un eje central de 1.120 metros de largo de norte a sur que se repite a izquierda y derecha.

Dos dragones labrados en piedra. Foto: Diego Tiriria, Pupitres de 1920 dentro del templo. En la pared del fondo, una de las pinturas más famosas que representan al maestro Kong, Confucio. Foto: Exterior del recinto del Templo de Confucio en Qufu. Foto, Shizhao, Patios interiores del templo de la familia Kong en Qufu. Foto: Diego Tiriria, Relieve en piedra de Confucio en el templo dedicado a su memoria en Qufu. Foto: Diego Titiria, Wikimedia commons, dominio público para «Qufu Confucian Temple».
Dos dragones labrados en piedra. Foto: Diego Titiria, Wikimedia commons, dominio público para «Qufu Confucian Temple».

La parte principal del templo consiste en nueve patios abiertos. Los tres primeros tienen unas pequeñas puertas en las que nos reciben centenarios pinos y cipreses. La primera de las entradas recibe el nombre de Puerta Lingxing y simboliza la disposición del templo de aceptar a personas de talento y virtud.

Los edificios del centro del complejo son estructuras con tejas amarillas (utilizadas aquí de forma excepcional, pues ese color estaba reservado al uso exclusivo de los emperadores) y paredes pintadas de rojo. Los edificios principales son el Quiosco de las Trece Estelas, el Pabellón Xingtan, el Arco Mutiandi, la Sala Dacheng (de la Gran Perfección), el Salón de los Aposentos, el Salón Shengji (de los Milagros) y el Altar dedicado a la memoria de Qi Guan, la esposa de Confucio.

Sala Dacheng. Foto: Yumeto, Wikimedia commons, dominio público para «Qufu Confucian Temple».
Sala Dacheng. Foto: Yumeto, Wikimedia commons, dominio público para «Qufu Confucian Temple».

La Sala Dacheng

De todos ellos, la Sala Dacheng es el centro arquitectónico del complejo y ningún edificio de la ciudad de Qufu puede superar su altura por orden municipal (24,6 metros), para, de este modo, respetar la figura y la memoria de Confucio. Con una superficie de 1.836 metros cuadrados, la estancia está sustentada por 28 imponentes columnas de roca de seis metros de altura por casi un metro de diámetro talladas con dragones. Se trataba del punto principal de las ofrendas en honor a Confucio y justo frente a ella se encuentra el Quiosco de los Albaricoques, construido para conmemorar las enseñanzas del maestro que solía impartir debajo de un albaricoquero. En las habitaciones del complejo se conservan todavía más de 9.000 volúmenes de archivos datados de 1534 hasta 1948, así como un gran cúmulo de reliquias culturales e históricas de gran valor.

El Cementerio de Confucio

El Cementerio de Confucio –también llamado el Bosque de Confucio por sus más de 20.000 árboles centenarios-, situado al norte de la ciudad de Qufu, a unos tres kilómetros del centro, ocupa una extensión de 300 hectáreas y alberga más de dos mil lápidas y tres mil estelas funerarias.

Detalle de templo y cementerio de Confucio. Foto: Yumeto, Wikimedia commons, dominio público para «Qufu Confucian Temple».
Detalle de templo y cementerio de Confucio. Foto: Yumeto, Wikimedia commons, dominio público para «Qufu Confucian Temple».

Las tumbas más antiguas de este camposanto datan del periodo de la dinastía Zhou (1027-256 a.C.). Las salas, los pabellones, los quioscos y los arcos, así como las lápidas –con inscripciones en memoria de los difuntos-, los mausoleos y las estatuas de piedra –en su mayoría de la dinastía Ming (1368-1644) y Qing (1644-1911)-, se esconden en lo profundo del bosque entre pinos y cipreses.

En este lugar están enterrados, además del propio Confucio, los miembros de las más de 70 generaciones descendientes del maestro chino, así como otros dignatarios y nobles históricos, habiendo un total de más de cien mil tumbas. Qufu posee el cementerio familiar más antiguo, extenso y mejor conservado del mundo. Los nichos más recientes pertenecen a descendientes de las generaciones 76 a 78.

Tumba de Confucio. Foto: Rolf Müller, Wikimedia commons, dominio público para «Cementerio de Confucio».
Tumba de Confucio. Foto: Rolf Müller, Wikimedia commons, dominio público para «Cementerio de Confucio».

La tumba original erigida en memoria del erudito chino, a orillas del río Sishui, tenía una plataforma de ladrillos para realizar sacrificios y el contorno de un hacha. El sepulcro actual está situado en una colina, en el centro del Bosque de Confucio, y está rodeado de sepulturas de sus descendientes y alumnos, así como de una estela conmemorativa. Cerca de él, se encuentra el Templo Yan, dedicado al estudiante preferido del maestro.

El Cementerio de Confucio (y sus descendientes) posee un valor incalculable para el estudio tanto del desarrollo político, económico, social y cultural de la China feudal, como de la evolución de las costumbres funerarias a lo largo de ese dilatado periodo de tiempo. Pero su valor se extiende también al ámbito de la protección del medio ambiente, pues los más de 20.000 árboles milenarios –cipreses, enebros chinos, pinos, olmos, etc., muchos de ellos procedentes de la dinastía Song (960-1279)- que se yerguen en este bosque son material natural de interés excepcional para el estudio de la evolución del clima y la naturaleza.

Residencia de la familia Kong

La mansión, lugar de residencia de los descendientes de Confucio y situada al este del templo del mismo nombre, comenzó a construirse entre los siglos XI y XIII –y fue reconstruida en multitud de ocasiones, la última en el año 1889-. Sus moradores eran los encargados del mantenimiento tanto del templo como del cementerio del filósofo, sobre todo de las celebraciones religiosas que se llevaban a cabo en ocasiones especiales como en los periodos de siembra y de cosecha, coronaciones, cumpleaños o las que se hacían en honor de los difuntos. Estuvo habitada hasta 1937, cuando su último morador, Kong Decheng –descendiente de la 77 generación-, se trasladó a vivir de Qufu a Chongqing.

Se trataba de una construcción residencial –su tamaño sólo es superado por el de los palacios imperiales de las dinastía Ming y Qing (1368-1911)- para el uso de los aristócratas y los terratenientes feudales. Con una extensión de unos 160.000 metros cuadrados, la residencia de Qufu posee 152 edificios y 463 habitaciones. La estructura de la residencia es la tradicional de las casas chinas: las estancias oficiales en la parte frontal –donde se despachaban asuntos públicos-, y las alcobas y resto de vivienda en la parte trasera. Al final del todo, como si de un secreto se tratara, se encuentra el jardín privado de la mansión.

La arquitectura del recinto en Qufu

La distribución espacial de los edificios –de norte a sur- está realizada de acuerdo con la edad, el género y el rango social de sus habitantes, reflejo fiel del principio del orden jerárquico familiar enseñado por Confucio. Así, el mayor de los descendientes del educador residía en la parte central de los tres edificios principales, mientras que su hermano menor ocupaba la Sala Yiguan, al este.

La espléndida arquitectura y la elegante decoración de las salas, salones, habitaciones y demás estancias llevan el sello inconfundible de los yámen  de la época. En ellos se conservan infinidad de valiosos documentos antiguos, así como accesorios de vestidos, utensilios de uso cotidiano y diversas reliquias culturales históricas.

Confucio vivió, sin embargo, en una casa de tres habitaciones situada en el mismo lugar de Qufu donde se encuentra ahora la residencia familiar oficial hasta su muerte en 479 a.C. Durante más de trescientos años, sus descendientes vivieron en esta pequeña vivienda hasta que poco a poco, y a medida que crecía la riqueza de la familia Kong, se fue ampliando hasta convertirse con el tiempo en lo que conservamos en la actualidad: un museo vivo de gran influencia en la historia milenaria de China. 

Notas:

(1)  Patrimonio de la Humanidad se refiere al título conferido por la UNESCO a sitios específicos del planeta (bien sea bosque, montaña, lago, cueva, desierto, edificación, complejo, monumento o ciudad) que han sido nominados y confirmados para su inclusión en la lista mantenida por el Programa Patrimonio de la Humanidad, cuyo objetivo es catalogar, preservar y dar a conocer sitios de importancia cultural o natural excepcional para la herencia común de la humanidad. Bajo ciertas condiciones, los sitios mencionados pueden obtener financiación para su conservación del Fondo para la Conservación del Patrimonio de la Humanidad.

Más sobre Confucio en ConfucioMag


Revista Instituto Confucio 6

Publicado originalmente en: Revista Instituto Confucio.
Número 6. Volumen III. Mayo de 2011.

Mascara de la Ópera de Sichuan en una representación en Chengdu. Foto: Wikimedia commons, dominio público para «sichuan opera masks».

El cambio de máscaras es una técnica especial escénica de la ópera de Sichuan, que consiste en cambiar múltiples máscaras en muy poco tiempo y sin que el espectador se percate de cómo se hace. Este cambio de máscaras sirve a los personajes para destacar de manera exagerada la alteración de sus pensamientos o sentimientos.

Artículo de Zhu Qihui  
Templo Shaolin de Valencia
朱启辉   西班牙中华武术学院
La ópera de Sichuan es conocida también como la Ópera Chuan (川剧, o chuānjù). Esta clase de ópera es una de las representaciones tradicionales autóctonas más populares en China. La ciudad de Chengdu, capital de la provincia de Sichuan, siempre ha sido la cuna de las obras teatrales. Hay un famoso dicho originado durante la dinastía Tang (618-907) que dice “la ópera Shu reina el mundo escénico”.

Los orígenes de la Ópera de Sichuan

En efecto, durante el reinado del emperador Qianlong (1711-1799) de la dinastía Qing (1644-19111) nació la Ópera de Sichuan. Evolucionó a partir de la de Chedeng y estaba interpretada con el propio dialecto de la zona. También integró las distintas melodías de otras óperas originarias de las provincias de Jiangsu, Jiangxi, Anhui, Hubei, Shanxi o Gansu. Se basó en ellas para formar y consolidar sus propias melodías, entre las que se incluyen el Gaoqiang, Huqin (su nombre viene de un instrumento de cuerda), Kunqiang, Dengxi y Tanxi.

Un sistema artístico propio

Arraigado en un profundo contenido de la vida cotidiana y cultural, la ópera de Sichuan ha desarrollado además de un sistema artístico completo, como la Ópera de Beijing, una serie de acrobacias únicas que la caracteriza, tales como el cambio rápido de máscaras, atravesar aros de fuego o esconder cuchillos, entre otros.

Escupir fuego es uno de los rasgos de la Ópera de Sichuan. Una representación en Chengdu. Foto: Wikimedia commons, dominio público para «sichuan opera masks».
Escupir fuego es uno de los rasgos de la Ópera de Sichuan. Una representación en Chengdu. Foto: Wikimedia commons, dominio público para «sichuan opera masks».

El cambio de máscaras

El cambio de máscaras consiste en un acto especial que se aplica en la proyección de personajes, a fin de destacar de manera exagerada y romántica la alteración inmediata y momentánea de sus pensamientos o sentimientos. Es una técnica especial escénica que consiste en cambiar múltiples máscaras en muy poco tiempo y sin que el espectador se percate de cómo se hace.

A pesar de que muchas otras variedades de óperas autóctonas tradicionales chinas han recurrido a esta forma de actuación, las máscaras de la ópera de Sichuan son las más famosas.

Los actores acumulan finas telas de seda frente al rostro para cambiar de máscara rápidamente. En la foto se aprecian los pliegues de las sucesivas capas. Escupir fuego es uno de los rasgos de la Ópera de Sichuan. Una representación en Chengdu. Foto: Wikimedia commons, dominio público para «sichuan opera masks».
Los actores acumulan finas telas de seda frente al rostro para cambiar de máscara rápidamente. En la foto se aprecian los pliegues de las sucesivas capas. Escupir fuego es uno de los rasgos de la Ópera de Sichuan. Una representación en Chengdu. Foto: Wikimedia commons, dominio público para «sichuan opera masks».

Evolución desde el maquillaje

Originalmente, se cambiaban el maquillaje detrás del escenario, pero más tarde esto evolucionó, pasando a realizar dicho cambio sobre el escenario. Según las porciones faciales que se alteran, se puede distinguir entre el cambio completo de una máscara totalmente nueva o el cambio parcial. De acuerdo con las veces que se cambia, encontramos actuaciones de tres, cinco o hasta nueve máscaras.

Tres modalidades de cambio de máscaras en la Ópera de Sichuan

En realidad, existen tres modalidades principales en el cambio de las máscaras:

  • revestir la cara
  • soplar la cara
  • quitárselas del todo

Revestir la cara

La primera modalidad se refiere a pintarse un maquillaje especial en una zona determinada de la cara y luego tocar la cara con la mano cuando es necesario para cambiar de colores y generar así un efecto visual específico y llamativo. Si hay que cambiar toda la cara se pintan el maquillaje únicamente sobre la frente o cejas, y si se cambia de nariz para abajo, se pinta solo la frente.

Soplar la cara

La segunda modalidad consiste en que los actores soplan con fuerza los polvos multicolores escondidos estratégicamente para que caigan en la cara, asumiendo así la función de cambio de maquillaje.

Quitárselas del todo

La última modalidad, requiere de un trabajo previo, es decir, del pintado de las máscaras sobre delgados tejidos de seda, para después cortarlas y sujetarlas con un hilo muy fino. Luego hay que juntar las máscaras una tras otra con los hilos de seda escondidos en algún sitio discreto de la ropa. Durante la actuación se quitan sucesivamente las máscaras con rapidez utilizando los hilos escondidos mientras se baila o se practican artes marciales.

Máscaras en una representación en Chengdu. Foto: Wikimedia commons, dominio público para «sichuan opera masks».
Máscaras en una representación en Chengdu. Foto: Wikimedia commons, dominio público para «sichuan opera masks».

Esta actuación requiere de un alto nivel de agilidad, pues hay que conseguir movimientos rápidos sin mostrar ningún fallo. En ocasiones, los actores tienen que recurrir a movimientos falsos a fin de, por un lado desviar la atención del público y, por el otro disimular los cambios de las máscaras superpuestas. Para ello la actuación se realiza aprovechando las danzas o las artes marciales.

El hecho de poder cambiar las máscaras a gran velocidad ante los ojos de los espectadores causa, sin duda alguna, una impresión mágica y siempre se consigue un resultado sensacional. Durante una representación completa de la Ópera de Sichuan la actuación del cambio de máscaras siempre se representa en el penúltimo número del programa, lo que supone el momento álgido de la obra. Además, a los actores especializados en esta técnica se les exige un gran nivel en las artes marciales.

Alta especialización de actores

A lo largo de muchos años el secreto sobre el manejo de la técnica para cambiar las máscaras se ha guardado entre los verdaderos herederos de este arte. De hecho, hasta hoy en día el truco se mantiene secreto entre los actores especializados sin que la audiencia consiga aclarar ni descubrir lo esencial de este oficio misterioso. En una palabra, los que están implicados en este mundo jamás dejarían filtrar este secreto, obedeciendo así a la ley de silencio sobre los herederos.

Máscaras en una representación en Chengdu. Foto: Wikimedia commons, dominio público para «sichuan opera masks».
Máscaras en una representación en Chengdu. Foto: Wikimedia commons, dominio público para «sichuan opera masks».

Los principales maestros de la Ópera de Sichuan

Existen varias figuras representativas del arte de las máscaras de la Ópera de Sichuan, de los cuales He Hongqing es uno de los más prestigiosos maestros en esta disciplina que nació en el seno de una familia operística de la comarca Shehong de la provincia de Sichuan.

El experto He es uno de los mejores actores chinos pertenecientes a la Academia Provincial de la Ópera de Sichuan. Aparte de haber aplicado diversos elementos innovadores en el diseño de los trajes y las máscaras, el maestro He está especializado en interpretar las máscaras destacando el bello masculino, dándoles de este modo un carácter feroz o positivo, dependiendo del personaje.

Máscaras en una representación en Chengdu. Foto: Wikimedia commons, dominio público para «sichuan opera masks».
Máscaras en una representación en Chengdu. Foto: Wikimedia commons, dominio público para «sichuan opera masks».

He Hongqing es capaz además de cambiar hasta doce veces seguidas de máscaras, e incluso mostrar tres máscaras por segundo sin utilizar el abanico para taparse, una técnica original que ha conquistado a los espectadores.

La Ópera de Sichuan fuera de China

La actuación de las máscaras también goza de mucha fama fuera de China, sobre todo desde que en octubre de 1959 la Academia China de Ópera de Sichuan hiciera una gira con la obra La montaña Jin sumergida en el agua por cuatro países europeos. Zhao Shuqin, antiguo vicedirector de dicha institución en su sede de la ciudad de Chong-qing, representó las máscaras durante esos días. Además, otro ilustre actor, Wang Daozheng, también actuó varias veces en Alemania, Holanda, Suiza, Italia, Japón y Singapur. También participó en el rodaje del famoso programa de la Televisión Central de China (CCTV) llamado Panorama artístico y en octubre de 1996 viajó a Hong Kong para dirigir una interpretación de las máscaras, donde el periódico Ta Kung le concedió el título de “El Rey de las Máscaras”.

En 2006 fui invitado a España a impartir varios cursos en diversas academias de artes marciales chinos del país. Aproveché el tiempo libre que tuve en Madrid, Barcelona y Valencia para mostrarles una actuación de las máscaras que aprendí hacía ya algunos años. Esto permitió que el público experimentara un rasgo más de la cultura china y mostrara su admiración por este bello arte.

El establecimiento y desarrollo del Instituto Confucio de la Universitat de València me han brindado la oportunidad de dar cursos de gongfu en esta entidad cultural china, donde también he podido actuar varias veces con el número de las máscaras ante profesores, alumnos y público general.


Publicado originalmente en: Revista Instituto Confucio.
Número 17. Volumen II. Marzo de 2013.

Uso de cookies

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.plugin cookies

ACEPTAR
Aviso de cookies

Pin It on Pinterest