Una sopa de pollo nunca es simplemente una sopa si tiene semillas de «camellia oleifera», el aceite de té. Sobre todo si la ha cocinado el mismo Peng Zu... Foto: Brücke-Osteuropa, Wikimedia, dominio público para «soups and stews of china».

Hace unos 4.000 años, un hombre llamado Peng Zu (彭祖) inventó un tipo de sopa llamada zhigeng (雉羹), por la que sería recordado para la posteridad como uno de los mayores maestros de la gastronomía china. El zhigeng era un plato delicioso de un aroma exquisito que pretendía además ser más eficaz que un medicamento.

Reportaje de 
Peng Yirui
彭伊睿
La alimentación es uno de los pilares fundamentales de la cultura china. Este hecho se ve incluso reflejado en el idioma cotidiano pues un dicho muy común afirma que “la comida es el paraíso para las personas” (民以食为天). Desde los tiempos más remotos, la humanidad se ha esforzado por mejorar sus técnicas culinarias con vistas a conseguir platos cada vez más deliciosos, ya no solo para saciar el apetito, sino también como una forma de deleite personal. Ello se acentuó aún más con el descubrimiento de la importante influencia que la alimentación tiene en la salud.

Peng Zu y los ingredientes de su milagrosa sopa de pollo. Infografía de javierperez.info realizada con ayuda de un motor generativo de imágenes.
Peng Zu y los ingredientes de su milagrosa sopa de pollo. Infografía realizada con algunas ilustraciones demandadas a un motor generativo de imágenes.

Peng Zu y la sopa de pollo zhigeng

Hace unos 4.000 años, un hombre llamado Peng Zu (彭祖) inventó un tipo de sopa llamada zhigeng (雉羹), por la que sería recordado para la posteridad como uno de los mayores maestros de la gastronomía china. El zhigeng era un plato delicioso de un aroma exquisito y cuyas propiedades sirvieron a este antiguo cocinero para poner en práctica dos de sus principios teóricos: la estrecha relación existente entre los orígenes de la alimentación y la medicina; así como la posibilidad de que una nutrición sana fuera aún más eficaz que un medicamento.

Imagen: Hong Zicheng - Xianfo Qizong, Wikimedia, dominio público.
Peng Zu, santo del taoísmo. y precursor de la vida saludable. Es el Matusalén chino. Nadie vivió más años que él. Imagen: Hong Zicheng – Xianfo Qizong, Wikimedia, dominio público.

Peng Zu, maestro taoísta

El nombre original de Peng Zu era Jian Keng (篯铿). Nacido en el territorio que hoy ocupa la ciudad de Xuzhou (徐州), en la provincia de Jiangsu, fue uno de los precursores de la doctrina taoísta de la antigua China. Fue el primer maestro de las técnicas culinarias chinas, el inventor del qigong, el fundador de la cultura de las artes marciales en China y el primer erudito nombrado en los escritos y registros sobre hábitos de vida saludables.

Peng Zu fue desde pequeño un amante de la gastronomía. Su especialidad era el zhigeng que, a pesar de no ser más que una sopa de pollo, logró ejercer una gran influencia a lo largo de la historia, puesto que además de ser el primer plato famoso registrado en los libros antiguos chinos, también se convirtió en el protagonista de una leyenda que se ha transmitido de forma oral durante generaciones.

El mito del emperador Yao y Peng Zu

Dicha tradición transcurre durante el periodo de mandato del emperador Yao, quien fue uno de los míticos Tres augustos y Cinco emperadores, en una época en que la enemistad gobernaba el mundo. Todas las tribus batallaban entre sí de forma incesante mientras las continuas inundaciones hacían muy difícil la vida para los ciudadanos, que sufrían para sobrevivir bajo unas condiciones inhumanas.

La enfermedad de Yao

Tras innumerables años intentando controlar los efectos devastadores de las inundaciones, el emperador Yao acabó exhausto por el intenso trabajo que ello suponía. La entrega con la que se dedicó a trabajar por sus ciudadanos, y la preocupación para que estuvieran seguros, acabaron provocándole una enfermedad que lo confinó a pasar su tiempo postrado en cama. Dejó de comer y de beber y se quedó sumido en un estado en el que sus días parecían estar contados.

Emperador Yao, uno de los míticos «Cinco Soberanos». La inscripción dice: El Dios Yao, llamado Fang Xun, era sabio como una divinidad. Estar al lado suyo era como aproximarse al sol. Mirarlo era como entrever a través de las nubes». Se trata de una pintura mural de la dinastía Han (200 a.C). Imagen: Li Ung Bin, Outlines of Chinese History, shanghai 1914. Wikimedia, dominio público para «emperor yao»
Emperador Yao, uno de los míticos «Cinco Soberanos». La inscripción dice: El Dios Yao, llamado Fang Xun, era sabio como una divinidad. Estar al lado suyo era como aproximarse al sol. Mirarlo era como entrever a través de las nubes». Se trata de una pintura mural de la dinastía Han (200 a.C). Imagen: Li Ung Bin, Outlines of Chinese History, shanghai 1914. Wikimedia, dominio público para «emperor yao».

La curativa sopa de Peng Zu

Cuando el hecho llegó a oídos de Peng Zu, este se entregó de inmediato al estudio de los manuscritos de medicina. Con el conocimiento recabado por la investigación, así como por su propia experiencia, elaboró una sopa de pollo que rompía con los patrones de la cocina de su época. Cuando le ofrecieron el plato al emperador, que llevaba varios días sin salir de la cama, se incorporó rápidamente, atraído por el embriagador aroma del guiso y devoró hasta el último sorbo de aquel manjar.

Al día siguiente se levantó, por fin, del lecho de su postración y continuó administrando los asuntos políticos con una gran sonrisa dibujada en sus labios. A partir de entonces, esta sopa de pollo se convirtió en una parte imprescindible de su dieta diaria, gracias a lo cual, aunque la situación del gobierno seguía siendo caótica porque las inundaciones no cesaron, el emperador no volvió a enfermar y logró reinar durante 70 años.

Quienes lo rodeaban no pudieron evitar preguntarse qué era lo que hacía tan especial a ese caldo de pollo de Peng Zu pues, al fin y al cabo, presentaba la apariencia de una sopa normal y corriente. Lo que no sabían era que tenía un ingrediente secreto, que era el responsable de aportar grandes beneficios al plato que preparaba con tanta dedicación.

Camellia oleifera, el ingrediente secreto

En su obra Peng Zu Yangdao (彭祖养道) quedaba por fin desvelado el misterio: “lo que ingería el emperador eran semillas naturales de Camellia oleifera”, es decir, una planta originaria de China de cuyas semillas se extrae un aceite comestible comúnmente conocido como aceite de té. Como Peng Zu conocía las propiedades de estas semillas, había añadido varias en la sopa de pollo como remedio para los problemas de salud del emperador Yao.

Agradecido por su ayuda, el emperador decidió conferirle el título de gobernante de la ciudad de Peng, donde los descendientes del maestro continuaron viviendo durante más de 800 años, originándose así la leyenda según la cual el mismo Peng Zu podría haber llegado a vivir ocho siglos.

Peng está situada en el distrito de Tongshan, en la ciudad de Xuzhou. Su riqueza cultural es conocida en China, pues por toda la ciudad se pueden encontrar rincones que rememoran la vida de Peng Zu, entre los que se hallan el templo y el jardín que llevan su nombre, y la montaña Da Peng.

Emperador Yao, imaginado por el pintor de la dinastía Song Ma LIn. Imagen: NPM de Shuge. Wikimedia, dominio púbico para «Emperor yao»
Emperador Yao, imaginado por el pintor de la dinastía Song Ma LIn. Imagen: NPM de Shuge. Wikimedia, dominio púbico para «Emperor yao»

Precisamente por el vínculo existente entre este lugar y el maestro, la ciudad se convirtió en la cuna de la cultura culinaria del país y, por ello, se la distingue como “la capital de la gastronomía china”. El legado de Peng Zu ha tenido una influencia trascendental en el recetario de Xuzhou. Para sus habitantes es imprescindible desayunar un tipo de sopa denominado sha o sa (饣它汤, también representada por los caracteres: 啥汤 y 饦汤) para empezar con buen pie el día. Este tipo de caldo no es más que una evolución de la antigua sopa de pollo creada por el maestro. Además de carne de dicho animal y de cerdo, el plato también contiene todo tipo de ingredientes y de hierbas medicinales y su delicioso sabor se consigue alternando su cocción a fuego lento y rápido durante 12 horas. El aroma a sopa que se puede percibir cada mañana por las calles de Xuzhou es la esencia del amanecer en este lugar.

El reinado de Qianlong

Durante el reinado de Qianlong (乾隆), de la dinastía Qing (, 1644-1911), el emperador viajó a Jiangnan (territorios al sur del río Yangtsé) en numerosas ocasiones. Existe el rumor de que en uno de sus paseos por las calles de Xuzhou probó una sopa tan deliciosa que no pudo evitar preguntar con entusiasmo al cocinero qué tipo de guiso le había preparado.

Emperador Qianlong en vestido de corte. Pintor sin identificar. 1662 - 1795. Wikimedia, dominio público para «Qianlong emperor».
Emperador Qianlong en vestido de corte. Pintor sin identificar. 1662 – 1795. Wikimedia, dominio público para «Qianlong emperor».

Tras indicarle que se trataba de la sopa sha, el emperador, intrigado, volvió a dirigirse al cocinero para preguntarle cuál era el carácter utilizado para representar su nombre. Este hombre, cuya formación cultural era muy limitada, decidió inventarse un carácter para contentar al emperador con su respuesta. Para la parte izquierda del carácter utilizó el radical de comida “” (shí) y para la parte derecha eligió el carácter “” ().

A partir de entonces dicho carácter inventado por el cocinero adquirió tal fama que hoy en día se sigue utilizando para dar nombre a la sopa. El emperador, aunque no reconoció el carácter, dio por buena la respuesta que había recibido pues seguía encantado por el sabor del plato que estaba degustando y al que calificó como “la mejor sopa del mundo”.


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Publicado originalmente en: Revista Instituto Confucio.
Número 43. Volumen IV. Julio de 2017.

Ilustración persa del siglo XIX modificada con unos palillos chinos para ilustrar esta historia. Wikimedia commons para «Muscles of the human body». CC BY 4.0.

Comer con palillos chinos obliga a mover más de 80 articulaciones y 50 músculos relacionados con los nervios craneales, por lo que se considera que se entrena el cerebro. Los palillos siempre vienen de dos en dos, por eso los antepasados los tomaron como una prueba de amor. Un par de palillos tiene el significado de que la pareja llevará una vida conyugal feliz hasta la vejez y nunca se separarán.

Reportaje de
Yan Weimin
颜为民
Los palillos (kuàizi, 筷子) son, sin duda, la marca china por excelencia, también representan además la marca de la cultura china. Cuando se trabaja en ultramar y se mantiene una conversación con los lugareños, especialmente frente a una mesa repleta de comida china, siempre se acaba hablando de los palillos, incluso si se come comida occidental, pues sienten una gran curiosidad. Si alguno de ellos ya sabe usarlos, te lo mostrará con entusiasmo.

Recuerdo que en los años 80 del siglo pasado, cuando invité a un periodista occidental a probar la política de la apertura al exterior que China acababa de implementar, me preguntó: “¿Crees que China está promoviendo la occidentalización?” Entonces, señalé los palillos que sostenía en sus manos y le respondí: “¡No será que vosotros ya estáis orientalizados!” Me entendió inmediatamente.

Viendo los palillos en nuestras manos, los dos soltamos una risotada, y le corregí su mal uso con mucho cuidado. Después de jubilarme, visité muchos países para difundir la cultura china, así descubrí sorprendentemente que un estudiante eligió los palillos como tema principal para expresar su amor por China. Incluso explicó con todo detalle las reglas y los tabúes que existen en el uso de los palillos en el gigante asiático, los cuales sirven como regalo a los extranjeros durante los intercambios culturales.

Richad Nixon y su esposa visitan la Muralla China en 1972. Foto: Byron Schumaker - U.S. National Archives and Records Administration, Dominio público.
Richad Nixon y su esposa visitan la Muralla China en 1972. Foto: Byron Schumaker – U.S. National Archives and Records Administration, Dominio público.

Richard Nixon

El hecho más destacado que muestra que los palillos son una marca idiosincrásica china es la anécdota ocurrida al ex-presidente estadounidense Richard Nixon cuando visitó China en 1972. Antes de emprender su viaje, se empeñó en aprender a utilizar los palillos, así en el banquete de Estado, pudo utilizarlos con total normalidad. Además, un periodista de la Casa Blanca que también participó en la visita reveló cuarenta años después que su mayor deseo en ese momento era conseguir un par de auténticos palillos chinos, cosa que consiguió y atesora hasta la fecha.

Foto: Nobel foundation, dominio público.
Li Zhengdao, premio Nobel de Física en una foto tomada en 1956. Un año más tarde, ganó el Nobel de Física con Chen Ning Yan por su trabajo sobre la violación de la Ley de la Paridad entre partículas con interacción débil. Foto: Nobel foundation, dominio público.

Li Zhengdao, premio Nobel de Física

Li Zhengdao, premio Nobel de Física describió en una ocasión así los palillos: “Los chinos inventaron los palillos en el Período Primavera y Otoño (770–476 a.C.). Bajo el principio de la palanca, son una extensión de los dedos de los seres humanos, capaces además de resistir el calor y el frío. Es, sin duda, un artilugio muy inteligente. Por su parte, los occidentales no inventaron el cuchillo y el tenedor hasta el siglo XVI y XVII, hecho que no tiene ni punto de comparación con la creación de los palillos chinos”.

Los palillos mueven más de 80 articulaciones y 50 músculos

Un erudito japonés dijo recientemente: “los palillos chinos son una invención científica que se merecen el orgullo y la promoción en la historia cultural de los seres humanos. Según diversos experimentos, cuando se usan estas herramientas se mueven más de 80 articulaciones y 50 músculos relacionados con los nervios craneales. Por lo tanto, comer con palillos entrena el cerebro”. Los antiguos chinos realizaron muchos inventos, cuatro de ellos destacaron sobremanera, sin embargo, algunos expertos occidentales creen que los palillos fueron otro invento muy importante en la vieja China. Tras la apertura del país, muchos chinos también saben manejar los cubiertos occidentales, aunque los palillos siguen siendo el símbolo característico en las mesas chinas. Los palillos como marca cultural china que son, poseen ricas connotaciones.

Ilustración persa del siglo XIX modificada con el dibujo de unos palillos chinos sobre ella. La imagen original procede de Wikimedia commons para «Muscles of the human body». CC BY 4.0.
Ilustración persa del siglo XIX modificada con el dibujo de unos palillos chinos sobre ella. La imagen original procede de Wikimedia commons para «Muscles of the human body». CC BY 4.0.

Hay tres versiones sobre el origen de los palillos que se remonta a hace más de 3000 años. La primera y la segunda provienen respectivamente del emperador Shangzhou y del primer ministro Jiang Ziya de la dinastía Zhou (1100-221 a.C.) y poseen un fuerte matiz mitológico. Mientras que la tercera versión tiene su origen en el héroe Da Yu que domeñó los ríos. Dicen que una vez, Da Yu llegó a una isla en barco. Estaba muy hambriento, así que se cocinó un trozo de carne en una cazuela de barro. Como estaba tan caliente no pudo cogerla con la mano, así que se le ocurrió una idea: cortó dos pequeñas ramas y las utilizó para coger la carne desde la sopa caliente. Este dicen que es uno de los orígenes de los palillos.

Album ilustrado de las minorías étnicas de Yunan. Autor anónimo. Imagen de , CC-BY-4.0, Wikimedia para «Chinese chopsticks in art».
Album ilustrado de las minorías étnicas de Yunan. Autor anónimo. Imagen de , CC-BY-4.0, Wikimedia para «Chinese chopsticks in art».

Según los registros históricos, el nombre actual de los palillos (kuàizi, 筷子) ha ido evolucionando. Durante la dinastía Qin (221-207 a. C.) los llamaban xié () o jiá (). El gran historiador Sima Qian (145-90 a.C.) de la dinastía Han (206 a.C.-220 d.C.) lo denominó zhù () en su obra maestra Registros Históricos. Más tarde, surgió el término jin (). Estas dos últimas acepciones fueron utilizadas respectivamente en diversos poemas de los poetas Li Bai (701-762) y Du Fu (712-770) de la dinastía Tang (618-907), lo que nos indica que en aquella época estas dos palabras eran intercambiables. Sin embargo, la denominación zhù () fue definitivamente abandonada en la dinastía Ming (1368-1644), pues, según se dice, los barqueros y pescadores de aquél entonces despreciaron ese término y lo dejaron de usar, ya que era homófono de zhù (), que significa carcoma o polilla, es decir, la ruina de sus negocios.

Ilustración del Shiwubencao (Materia dietética), un herbario dietético en cuatro volúmenes de la época Ming (1368-1644). El autor y los artistas son anónimos. La obra contiene entradas sobre más de 300 sustancias medicinales y está ilustrada con casi 500 pinturas en color. Autor anónimo. Imagen de , CC-BY-4.0, Wikimedia para «Chinese chopsticks in art».
Ilustración del Shiwubencao (Materia dietética), un herbario dietético en cuatro volúmenes de la época Ming (1368-1644). El autor y los artistas son anónimos. La obra contiene entradas sobre más de 300 sustancias medicinales y está ilustrada con casi 500 pinturas en color. Autor anónimo. Imagen de , CC-BY-4.0, Wikimedia para «Chinese chopsticks in art».

En contraposición con esta idea simbolizada por el fin o detenimiento de su actividad profesional, nació la de kuài (), que quiere decir rápido, un término mucho más auspicioso. Fue así cómo se difundió la palabra kuàizi (筷子) por todo el país, pero añadiéndole el radical de bambú (), material con el que estaban confeccionados, al carácter kuài (), originando 筷子. Hoy en día, los palillos no son sólo una herramienta para comer, sino que son transmisores también de la historia de la civilización china, representando un único símbolo cultural. Su combinación y su uso definen la esencia de las ideologías filosóficas de la antigua China, y su movimiento refleja la regla de la interacción entre el yin y el yang y la ley de la unidad de los contrarios.

Conceptos filosóficos de su uso

El motivo por el que en Occidente mucha gente admira los palillos chinos es porque son el puro reflejo del pensamiento clásico de un país milenario. Un par de palillos está compuesto por dos piezas que, al usarlos, no se mueven al mismo tiempo, ya que una toma la iniciativa, mientras que la otra la coordina; una se coloca encima (yang) de la otra (yin). Entre el cielo y la tierra, si el yin y el yang interaccionan pueden cooperar perfectamente; si el yin y el yang se separan, no existe el taiji. Esto es la unidad de los contrarios. Las dos piezas son iguales: la activa no siempre es la activa y la que está debajo tampoco siempre está debajo. Es decir, el yin y el yang son intercambiables. Los palillos siempre vienen de dos en dos, por eso los antepasados los tomaron como una prueba de amor. Un par de palillos tiene el significado de que la pareja llevará una vida conyugal feliz hasta la vejez y nunca se separarán.

Imagen: 123RF.
Imagen: 123RF.

En algunas zonas del sur, cuando una pareja se casa, se tiran palillos por las ventanas de su casa nueva. Existe un cuento folklórico que dice: un anciano moribundo reunió a sus cinco hijos al lado de su lecho y les hizo romper unos palillos; cuando lo hubieron hecho, el hombre juntó las mitades rotas y les dijo que intentaran partirlas de nuevo, lo que era imposible. Esto demuestra que para lograrse un objetivo se debe trabajar con una sola voluntad, o lo que es lo mismo: la unión hace la fuerza.

 

I Ching, El libro de los cambios

Algunos estudiosos creen que los palillos se corresponde con la teoría de los “tres ” de la obra clásica el Libro de los cambios (Yìjing, 易经), es decir, jiǎnyì (sencillo y fácil, 简易), biànyì (cambio, transformación, flexible, 变 易) y bùyì (estable, inmutable, 不易). Por ello, simplemente con juntar dos palillos se pone en práctica el primer término, cambiando sus movimientos ponemos en funcionamiento el segundo concepto y su inmutabilidad queda patente con el resultado final. Los materiales empleados a la hora de confeccionar los palillos son muy variados y su proceso de producción, muy refinado. En la obra recopilatoria Registros Históricos se anota que el emperador Zhou usaba palillos de marfil, cosa prácticamente imposible hoy en día.

Materiales

A lo largo de la historia se han utilizado metales, huesos, jade, bambú y madera para fabricar los palillos. Los de metal abarcan los confeccionados con bronce, oro, plata, cobre, hierro y acero inoxidable. En la actualidad, poca gente usa palillos de metal para comer. Sin embargo, todavía son muy populares como regalo, por ejemplo unos palillos de oro de 18 quilates o de plata con un 92,5 por ciento de pureza y de aleación, etc.

Los palillos de bambú se hacen con material ordinario o con algún tipo más raro, tales como bambú mirto y bambú abigarrado. Por su parte, los palillos de madera están hechos de caoba, nanmu, madera de azufaifo, acebo chino y ébano, material este más caro y preciado. En cuanto a su forma, la parte superior de los palillos que utilizamos en la actualidad es cuadrada, mientras que la inferior es redonda, aunque antes de la dinastía Ming eran cilíndricos.

El uso correcto de los palillos chinos

El uso correcto de los palillos es cogiendo la parte superior de los mismos con el pulgar y sosteniéndolos con los otros tres dedos de forma natural. Existen diversos tabúes entre el pueblo chino sobre el correcto uso protocolario de los palillos, tema de gran interés para los occidentales. Por ejemplo, ambos palillos deben mantener la misma longitud, una vez se ha cogido la comida no se puede devolver al plato, no se puede señalar a nadie con ellos o moverlos enérgicamente con la mano, no se puede mezclar la comida de los platos sin cogerla, no se pueden clavar los palillos en un cuenco de arroz, ni golpear los boles o los platos con ellos, tampoco se pueden chupar, etc. El no cumplimiento de estas normas no escritas muestra la descortesía y cierta mala educación por parte del comensal e incluso puede atraer malos auspicios.

Los palillos chinos: Su historia y evolución


Publicado originalmente en: Revista Instituto Confucio.
Número 16. Volumen I. Enero de 2013.

Cao Pi. Fragmento de una imagen de Yan Li-pen. Dominio público, Wikimedia para «Cao Pi».

Cao Pi (187–226), emperador de la dinastía Weiha pasado a la historia de la literatura china como un consumado escritor, lo que le valió el apelativo póstumo del «Emperador Culto (文帝

Cao Pi
Cao Pi, primer emperador del Reino de Wei. Dibujo extraido de una edición del libro «El romance de los tres reinos». Imagen: Dominio público, Wikimedia para «Cao Pi».

Reportaje de
David Sevillano-López 

谢大伟  
Entre las muchas personalidades nacidas en la provincia de Anhui, destaca el importante hombre de estado Cao Pi (曹丕, 187-226, r. 220-226) quien, como hijo de Cao Cao (曹操, 155-220) y la dama Bian (卞氏, 159-230), gozó de una brillante posición desde su nacimiento. Esto no impidió que, al recordar su infancia, destacara los tristes acontecimientos que habían asolado China cuando “Los Turbantes Amarillos florecieron cerca del mar y de las montañas, los bandidos arrasaron [las provincias de] Bing y Ji […], las aldeas al ver el humo [provocado por los bandidos] huyen, las ciudades se colapsan al ver su polvo, la gente común moría, sus huesos están expuestos como la hierba. En aquel tiempo yo tenía cinco años”. De esta manera no es de extrañar que Cao Cao instruyera a su hijo en el manejo del arco, la espada y la equitación, llevando frecuentemente a Cao Pi con él al frente de batalla, lo que estuvo a punto de costarle la vida cuando tenía 10 años.

 

A la izquierda, Lady Zhen, primera esposa de Cao Pi. En el centro, el propio Cao Pi. A la derecha, Cao Zi, el hermano de Cao Pi. Dominio Público, Wikimedia para «Cao Pi»
A la izquierda, Dama Zhen, primera esposa de Cao Pi. En el centro, el propio Cao Pi. A la derecha, Cao Zi, el hermano de Cao Pi. Dominio Público, Wikimedia para «Cao Pi»

En septiembre del año 204, Cao Cao tomó la ciudad de Ye () en la actual provincia de Hebei, que convirtió en la sede principal de su familia, y donde poco después Cao Pi conoció a Zhen (甄氏, 183-221), una hermosa e inteligente joven que, ante las burlas de sus hermanos por su interés por la lectura, respondió sarcásticamente: “He oído que antiguamente las mujeres virtuosas aprendieron de los éxitos y fracasos de aquellos que vivieron antes que ellas. Si no leyeron, ¿cómo aprendieron todo eso?”.

Heredero del trono de Cao Cao

Cao Pi se enamoró de la dama Zhen, tomándola como esposa rápidamente, a pesar de que su primer esposo todavía vivía, y dio a luz al año siguiente a su heredero Cao Rui (曹叡, 205-239, r. 226-239). A pesar de que Cao Pi era el hijo mayor de Cao Cao, durante varios años la corte mantuvo el debate de cuál de sus hijos habría de sucederle, hasta que finalmente en el año 217, aconsejado por varios ministros, Cao Cao nombró a Cao Pi como heredero por su talento, autocontrol y disciplina.

Tras su muerte, Cao Pi fue honrado con el nombre póstumo de Emperador Culto (文帝), pues ha pasado a la historia de la literatura china como un consumado escritor, con obras como el libro Sobre las Normas de la Literatura (典论), de la que solo ha llegado hasta nosotros el capítulo “Teoría de la Literatura” (论文), que es la obra de crítica literaria china más antigua.

Al morir Cao Cao en Luoyang (洛阳) el 15 de marzo del año 220, Cao Pi asumió el gobierno y el emperador Xian (献帝, r. 189-220) confirmó los títulos heredados de su padre como el de Rey de Wei (魏王) o canciller. Algunos de los primeros actos de Cao Pi fueron restablecer las Tres Excelencias (三公), tres altos cargos abolidos por Cao Cao en el año 210, y reemplazar el sistema de reclutamiento, pues se había derrumbado durante la guerra civil de la década de 190, que se acompañó en 224 con la introducción de reformas educativas que afectaron a la Academia Imperial (太学).

Cao Pi. Imagen de Yan Li-pen. Dominio público, Wikimedia para «Cao Pi».
Cao Pi. Imagen de Yan Li-pen. Dominio público, Wikimedia para «Cao Pi».

Su reinado

Aunque Cao Pi continuó los enfrentamientos con los grandes rivales de su padre, no consiguió someterlos, de manera que cada uno gobernó sobre sus propios estados nacidos de la descomposición del Imperio Han. A pesar de que en el año 220 consiguió derrotar a Liu Bei (刘备, 161-223, r. 221-223), este continuó gobernando la región de Sichuan (四川) y se autoproclamó emperador de la dinastía Shu Han (蜀汉, 221-263). Por su parte, Sun Quan (孙权, 182-252, r. 229-252), que gobernaba el sur de China, fue atacado por Liu Bei, y para evitar el asedio por dos frentes pactó con Cao Pi, quien le nombró Rey de Wu (吴王). Pero una vez que Sun Quan venció a Liu Bei, rompió su alianza con Cao Pi provocando que este organizara hasta tres campañas militares para someterle, aunque finalmente fracasó.

En el año 226 Cao Pi cayó gravemente enfermo, por lo que se apresuró a nombrar príncipe heredero a su hijo Cao Rui e instó a sus ministros a guiarle después de su muerte. Finalmente falleció el 29 de junio a los 39 años de edad.

La obra de Cao Pi

Tras su muerte, Cao Pi fue honrado con el nombre póstumo de Emperador Culto (文帝), pues ha pasado a la historia de la literatura china como un consumado escritor, con obras como el libro Sobre las Normas de la Literatura (典论), de la que solo ha llegado hasta nosotros el capítulo “Teoría de la Literatura” (论文), que es la obra de crítica literaria china más antigua. A esta obra se sumaron sus poemas, entre los que destaca “Cantando una canción de Yan” (燕歌行), uno de los primeros poemas chinos que emplea versos de siete sílabas (七言诗), donde describió sus sentimientos.

Cantando una canción de Yan” (燕歌行)

“Las bandadas de golondrinas
gritan ¡regresa!,
los gansos vuelan
hacia el sur;

pienso en ti
en tu viaje
y mi corazón se llena de nostalgia”. 


Revista Instituto Confucio 31

Publicado originalmente en: Revista Instituto Confucio.
Número 31. Volumen IV. Julio de 2015.

Puente Dagu en Tianjin. Foto: xiquinhosilva, Tianjin, CC BY 2.0, Wikimedia para «Dagu Bridge».

Tianjin (天津 o Tiānjīn) es una de las cuatro municipalidades chinas gobernadas directamente por el poder central —junto con Beijing, Shanghái y Chongqing— con rango equivalente al de provincia. Conocida popularmente como la “Shanghái del Norte” debido a las concesiones extranjeras y a la arquitectura occidental que albergaba, posee el mayor puerto comercial del norte de China y es, además, la salida natural de Beijing hacia el mar. Los extranjeros que habitan en ella la llaman cariñosamente como “TJ”, aunque su nombre significa literalmente “el lugar donde el emperador cruzó el río”.

Reportaje de
José Vicente Castelló 
何维柯
Tianjin cuenta con una población superior a los once millones de habitantes –cinco de ellos en la ciudad propiamente dicha-, está situada a orillas del río Hai (1) (海河 o Hǎihé) en su desembocadura en el mar de Bohai (2) (渤海 o Bóhǎi), en la costa nordeste del país. Limita por tierra con la provincia de Hebei y la municipalidad de Beijing, conectada con esta por tren de alta velocidad que hace el trayecto de cien kilómetros en apenas unos minutos.

Tianjin goza de un espléndido pasado histórico, marcado por la invasión de ocho naciones extranjeras: Italia, Alemania, Francia, Rusia, Reino Unido, el imperio Austrohúngaro, Japón y, en menor medida, Estados Unidos, que dejaron una profunda huella en su gente y en su arquitectura, compuesta por miles de villas y edificios de corte occidental que aportan belleza y encanto a la ciudad, dividiendo la faz de la urbe en concesiones con características propias.

Breve apunte histórico

El devenir de la ciudad de Tianjin está inevitablemente ligado a la historia de Beijing, capital imperial china. Así, cuando en el siglo XIII los mongoles hicieron de Beijing su centro político, transformaron a Tianjin en el lugar más importante para el almacenamiento del grano, pues por ahí pasaba el Gran Canal (大运河 o Dàyúnhé) construido hasta Beijing por el mítico Kublai Kan (1215-1294), primer emperador de la dinastía Yuan (1271-1294) y nieto del emblemático Gengis Kan. Debido a su crecimiento e importancia como punto de almacenamiento de mercancías procedentes de diversos puntos de la costa y el interior, Tianjin construyó su primera muralla de protección ya en el siglo X, la cual fue posteriormente reforzada en los siglos XV y XVII, lo que le permitió seguir prosperando con cierta seguridad.

Vista cerca de la ciudad de Tianjin. Imagen de William Alexander, Yale Center for British Art, CC0, Wikimedia para «Views_of_Tianjin».
Vista cerca de la ciudad de Tianjin. Imagen de William Alexander, Yale Center for British Art, CC0, Wikimedia para «Views_of_Tianjin».

En 1856, durante la II Guerra del Opio (1856-1860), las tropas franco-británicas atacaron con sus barcos de guerra los fuertes protectores a las afueras de Tianjin, forzando a los chinos a firmar el Tratado de Tianjin (1858) que abrió el puerto chino al comercio extranjero y legalizó, al mismo tiempo, la venta del opio. Esto hizo que poco después diversas potencias extranjeras establecieran concesiones en la ciudad convirtiéndolas en pequeños territorios nacionales provistas de todo lo que originariamente había en sus países de procedencia: colegios, cárceles, hospitales, viviendas, embajadas, mercados, tiendas de alta costura, etc.

Sin embargo, el Gobierno chino no recuperó el control total de la ciudad de Tianjin hasta el final de la II Guerra Mundial (1939-1945), aunque la paz y estabilidad de la que gozaban dichas concesiones se vio amenazada en un par de ocasiones, entre las que destacó la Rebelión de los Bóxers (1899-1901, en chino 义和团起义 o Yìhétuán Qǐyì).

Grabado con una vista de Tianjin de Wenceslaus Hollar. Wikimedia. Dominio Público.
Grabado con una vista de Tianjin de Wenceslaus Hollar. Wikimedia. Dominio Público.

En 1945, Tianjin se convirtió en una base estadounidense, pero dos años después las tropas norteamericanas se retiraron debido a las protestas de la población local. Las facciones comunistas entraron en la ciudad el 15 de enero de 1949, desde entonces, Tianjin ha sido una municipalidad gobernada por el poder central excepto durante el periodo comprendido entre 1958 y 1967 en que formó parte integrante de la provincia de Hebei.

Desde 1949 Tianjin, dividida en 18 distritos y 240 subdistritos, ha sido uno de los mayores centros industriales de toda China y produce una gran variedad de productos manufacturados que son vendidos en todo el país y en el extranjero, aunque el 40 por ciento de su territorio está destinado a cultivos, tales como el trigo, el arroz y el maíz. Su población, compuesta en un 97 por ciento por los chinos han, en un dos por ciento por hui y en un uno por ciento por manchúes, posee en la actualidad un Producto Interior Bruto (PIB) per cápita de unos 62.400 yuanes (cerca de 7.700 euros), lo que la sitúa en los primeros puestos nacionales.

Lugares de interés turístico

Bendecida con una gran variedad de atracciones turísticas, entre reliquias históricas, paisajes naturales, templos, iglesias y lugares conmemorativos, etc., Tianjin es un lugar ideal para explorar. Los diez rincones más visitados, conocidos como Jīnmén Shíjǐng (津门十景), son: la calle cultural Guwenhua, el Fuerte Dagu, la sección de la Gran Muralla a su paso por Huangyaguan, el Templo Dabei, el río Hai, el Parque del Agua, la montaña Pan, la calle de los hoteles y los restaurantes, la Torre de Radio y Televisión, y la Zhonghuan Cailian, entre otros.

La antigua calle cultural de Tianjin (Gŭwénhuàjiē o 古文化街), ahora totalmente renovada, está situada en el distrito de Nankai, tiene como centro geográfico el Palacio Tianhou (天后宫) y fue inaugurada oficialmente en 1986. Admirada por su peculiar estilo arquitectónico, es el lugar de encuentro de artistas, bohemios, calígrafos, anticuarios y poetas, lo que le proporciona un ambiente especial entre edificios réplica de las dinastías Ming (1368-1644) y Qing (1644-1911). Sus comercios dedicados a las artes tradicionales chinas se alinean a los dos lados de la calle, formando una amalgama cultural única donde se puede encontrar auténticos tesoros –de jade, cloisonné, porcelana, tinta china o seda pintada- apreciados tanto por lugareños como por foráneos, como por ejemplo las famosa pinturas de año nuevo de Yang Liuqing o las esculturas de Zhang Niren.

Gran Muralla en Huangyaguan. Foto: Ronnie Macdonald. CC BY 2.0, Wikimedia para «Great_Wall_of_China_at_Huangyaguan».
Gran Muralla en Huangyaguan. Foto: Ronnie Macdonald. CC BY 2.0, Wikimedia para «Great_Wall_of_China_at_Huangyaguan».

El Fuerte Dagu (大沽炮台 o Dàgū Pàotái), construido entre 1522 y 1567 durante la dinastía Ming cerca del mar a unos 60 kilómetros de la urbe, se usaba para proteger la ciudad de las invasiones extranjeras y, más tarde, para salvaguardar la capital china durante la dinastía Qing.

El tramo de la Gran Muralla que pasa por Huangyaguan (黄崖关 o el Paso del Despeñadero Amarillo), con una longitud de 41 kilómetros, supuso un punto militar estratégico durante la dinastía Qi del Norte (550-577), pues se encuentra situado en una zona montañosa intersección de cuatro ciudades: Beijing, Tianjin, Tangshan y Chengde. El general y héroe nacional chino Qi Jiguang (1528-1588) de la dinastía Ming, recordado por su lucha contra los japoneses a lo largo de la costa oriental de China, le añadió torres de vigilancia y atalayas defensivas, debido a estar construida sobre una abrupta geografía, lo que la rodea de una belleza y escenografía incomparable.

Por su parte, el Templo Dabei (大悲院 o Monasterio de la Gran Compasión), de creencia budista, está situado en el distrito de Hebei, y es el más antiguo, el de mayor tamaño y mejor conservado de todos los que hay en la ciudad de Tianjin. Construido originalmente a finales de la dinastía Ming (1368-1644), concretamente entre 1611 y 1644, tuvo su época dorada durante la dinastía Qing (1644-1911). Fue ampliado en 1940, sufrió daños severos durante la Revolución Cultural y fue nuevamente restaurado en 1980. Con una extensión de 10.600 metros cuadrados, está compuesto de dos partes claramente diferenciadas: el Templo del Oeste –levantado en 1669 y actual sede del monasterio e instituto budista- y el Templo del Este –construido por el monje Long Xian en 1940 y de arquitectura más moderna-. Destacan una escultura de Guanyin (观音 o Diosa de la Misericordia), con sus 24 brazos, y una estatua del bodhisattva Maitreya.

Templo budista de Dabei en Tianjin. Foto: Niklas Dougherty. CC BY-SA 4.0, Wikimedia para «Buddhist_temples_in_Tianjin».
Templo budista de Dabei en Tianjin. Foto: Niklas Dougherty. CC BY-SA 4.0, Wikimedia para «Buddhist_temples_in_Tianjin».

El río Hai, abierto a la navegación hace 1.800 años, está considerado como el “río madre” de Tianjin al estar estrechamente ligado a la vida de los habitantes de esta urbe desde generaciones. En su extensión destaca el Parque Haihe (海河公园), donde cada mañana se reúne una gran cantidad de personas a practicar todo tipo de deportes, ejercicios, bailes, cantos y juegos al aire libre. Es el lugar ideal para pasear entres sus árboles centenarios, airear los pájaros en sus jaulas de bambú, hacerse fotos de boda o remar en una de sus barcas de recreo.

El Parque del Agua (水上公园), centro de atracciones y diversión familiar terminado en 1985, está compuesto por un enorme lago navegable con doce islas interconectadas con puentes y una espectacular fuente de colores en la zona central y rodeada de todo tipo de áreas de entretenimiento en el que se incluye un zoológico con diversas especies de animales.

Tianjin y el rio Hai. Foto: Suginami, CC BY-SA 4.0, Wikimedia para «Cityscapes_in_Tianjin».
Tianjin y el rio Hai. Foto: Suginami, CC BY-SA 4.0, Wikimedia para «Cityscapes_in_Tianjin».

El monte Pan (o Panshan, 盘山) es una de las atracciones favoritas de los habitantes de Tianjin y es una de las quince montañas más famosas de China. Se dice que el emperador Qianlong (1711-1799) de la dinastía Qing comentó en una ocasión que si hubiese sabido antes de la gran belleza del monte Pan, jamás hubiera cruzado al sur del río Yangtsé. Dotado con pinos, fuentes naturales de agua fresca, ríos cristalinos, rocas de formas extrañas y 72 templos, su punto más alto es el pico Guayue (con más de 800 metros).

También en Tianjin destaca la Gran Mezquita (清真寺 o Qīngzhēnsì), centro de culto musulmán desde la dinastía Qing, consistente en cuatro estructuras y un Muro de las Oraciones; la zona Zhonghuan Cailian; la calle de los hoteles y los restaurantes; la iglesia católica Xīkāi, construida por los franceses en el siglo XX; el Templo de Confucio (文庙); el monumento conmemorativo al terremoto de 1976 (抗震纪念碑); el Museo de Historia Natural; el Museo de Historia; el edificio a la memoria de Zhou Enlai (周恩来纪念馆) y la Torre de Radio y Televisión.

Tianjin y el rio Hai. Foto: Suginami, CC BY-SA 4.0, Wikimedia para «Cityscapes_in_Tianjin».

Tianjin y el rio Hai. Foto: Suginami, CC BY-SA 4.0, Wikimedia para «Cityscapes_in_Tianjin».

Entre sus centros de enseñanza superior destaca la Universidad de Nankai (南开大学), la Universidad Normal de Tianjin (天津师范大学) y la Universidad de Ciencias y Tecnología (天津科技大学).

Gastronomía de Tianjin

La gastronomía de Tianjin es bien conocida en todo el país, sobre todo por sus tapas, ravioles rellenos de todo tipo y los bollos de carne. El lugar ideal para degustar cada una de las especialidades de la zona es la calle de las comidas (Shípǐnjiē o 食品街), repleta de restaurantes de gran fama y pequeños locales de comida rápida distribuidos en dos niveles, aunque por toda la ciudad hay multitud de restaurantes especializados en todo tipo de comidas, tanto locales, chinas como internacionales.

Destaca el establecimiento de ravioles llamado Gǒubùlǐ (狗不理), con más de ciento cincuenta años de historia y una carta de decenas de jiǎozi (饺子) rellenos de multitud de sabores y texturas. Además, su especialidad es el bāozi (包子, panecillo relleno cocido al vapor) repleto de carne de cerdo, verduras, especias y salsa; aunque también los hacen de pollo, gambas o con vegetales (shūcài bāozi o 蔬菜包子).

Otra de las especialidades locales es el shíbājiēmáhuā (十八街麻花), una especie de churro trenzado frito dulce crujiente por fuera y tierno por dentro; y el ěrduoyǎnzhàgāo (耳朵眼炸糕), buñuelos esponjosos de arroz glutinoso fritos rellenos de mermelada de judía de soja roja (豆沙 o dòushā); además cuentan con el chátāng (茶汤), sopa dulce de mijo glutinoso.

Toda una institución gastronómica en Tianjin, que cumplirá cien años de vida en 2013, es el restaurante Dēngyǐnglóu (登瀛楼饭店), especializado en el tradicional desayuno de Tianjin y en platos tan exóticos como la sopa agridulce de pescado vivo (醋烧活鱼 o cùshāohuóyú), revuelto de carne de cangrejo (芙蓉蟹黄 o fúróngxièhuáng) y las gambas de tres sabores (津焖三味虾 o jīnmènsānwèixiā).

De compras por Tianjin

Tianjin es un paraíso para las compras textiles, teniendo su olimpo en cuanto a cantidad, calidad y número de tiendas en la calle Bīnjiàngdào (滨江道). Además, esta ciudad es famosa por sus alfombras –gracias a sus ocho fábricas especializadas en este producto confeccionado todavía a mano-, las figuras de arcilla y los carteles de felicitación de Año Nuevo, que comenzaron a elaborarse ya en este lugar en el siglo XVII. 

Notas: 

(1) Al río Hai también se le conoce como río Haihe (海河), sin embargo, ese nombre no es exacto pues() en chino ya significa río, con lo que se cae en la redundancia

(2) Se le conoce como mar de Bohai (渤海), sin embargo, debería llamarse únicamente mar de Bo, pues hǎi () en chino ya significa mar, con lo que se cae en la redundancia.

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Fuente de la imagen destacadfa: Puente Dagu en Tianjin. Foto: xiquinhosilva, Tianjin, CC BY 2.0, Wikimedia para «Dagu Bridge».


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Publicado originalmente en: Revista Instituto Confucio.
Número 13. Volumen IV. Julio de 2012.

Estatua del Buda Sakyamuni, construida en el año 849, de 26 m de altura. Foto: Dominio público, Wikipedia.

El monte Xumi (须弥山) de Ningxia reune más de 150 grutas con casi un milenio y medio de historia, que le se convirtieron en uno de los centros de promoción de la cultura budista más importantes de la Ruta de la Seda. Fueron construidas durante siglos por diferentes dinastías gracias a la conjunción de la sabiduría y la creatividad de artistas y monjes, y alberga las grutas artificiales más tempranas de China.

Un reportaje de
 Shang Shengnan
胜男
En el noroeste de China, a 320 km de Yinchuan, capital de la Región Autónoma Hui de Ningxia, a los pies del monte Xumi (须弥山), existen más de 150 grutas distribuidas a lo largo de 2 km y 8 picos, conocidas como “las grutas del monte Xumi”. Las grutas están repartidas en la cara sudeste de la montaña y se extienden en forma de abanico. Estas grutas comenzaron a construirse hacia finales de la dinastía Wei Septentrional (北魏, 386-534) y poseen casi un milenio y medio de historia. Las cuevas vivieron su época de esplendor durante la dinastía Zhou Septentrional (北周, 557-581), convirtiéndose en las grutas artificiales más tempranas de China. Este lugar es, además, uno de los centros de promoción de la cultura budista más importantes de la Ruta de la Seda.

Detalle de la estatua del Buda Sakyamuni. Foto: Thebrainchamber1, CC BY-SA 4.0, Wikimedia.
Detalle de la estatua del Buda Sakyamuni. Foto: Thebrainchamber1, CC BY-SA 4.0, Wikimedia.

Representan el conjunto de cavidades más grande que existe en Ningxia pero, debido a su remota situación geográfica y su menor presencia en los registros históricos, nunca recibieron mucha atención. En el siglo XX, durante los años 50, y a causa del interés del país por la arqueología y las reliquias culturales, las grutas del monte Xumi fueron llamando poco a poco la atención. A día de hoy, existen más de 350 estatuas distribuidas en el Gran Buda del monte Xumi, la cueva de la posteridad, el templo del halo, el templo del primer ministro, la cueva de la flor del melocotón, el pantano de los pinos, las tres cuevas, la acequia de las piedras negras y otros paisajes, además de numerosos murales, inscripciones y estelas que conforman el legado religioso y sagrado del arte de las grutas de la dinastía Wei Septentrional.

Escaleras excavadas en roca que dan acceso a algunas de las grutas de Xumi. Foto: Thebrainchamber1. CC BY-SA 4.0, Wikimedia.
Escaleras excavadas en roca que dan acceso a algunas de las grutas de Xumi. Foto: Thebrainchamber1. CC BY-SA 4.0, Wikimedia.

A partir de la dinastía Wei Septentrional, las dinastías Sui (, 581-618) Tang (, 618-907), Song (, 960- 1279), Xia Occidental (西夏, 1038-1227), Yuan (, 1271-1368) y Ming (, 1368-1644) construyeron grutas en el monte Xumi. Las imágenes budistas creadas por cada dinastía poseen diferentes características: las figuras de la dinastía Wei Septentrional son elevadas, dignas, sencillas y austeras, y conservan el estilo del budismo hindú. Las de la dinastía Zhou Septentrional son más voluminosas, con decoración ostentosa que las convierte en figuras más refinadas, mientras que las de la dinastía Sui son más simples, ausentes de adornos y pesadas. Por último, las de la dinastía Tang poseen un rostro grueso de expresión serena que tiende a la perfección.

Detalle del interior de una de las cuevas del monte Xumi. Foto: Thebrainchamber1. CC BY-SA 4.0, Wikimedia.
Detalle del interior de una de las cuevas del monte Xumi. Foto: Thebrainchamber1. CC BY-SA 4.0, Wikimedia.

Entre ellas está la estatua del Buda Sakyamuni, construida en el año 849, de 26 m de altura, con las manos en reposo sobre las rodillas y las piernas colgando, lo que le atribuye un rostro natural. Las líneas talladas en esta estatua fluyen suavemente y reflejan con gran intensidad el desarrollo artístico de la dinastía Tang. Las grutas del monte Xumi también contienen vestigios de las dinastías Song, Xia Occidental y Yuan que han ofrecido material extremadamente útil para estudiar la historia de la sociedad de la época. En la obra Viaje al Oeste (西游记) se describe el monte Xumi cuando el monje budista Xuanzang, protegido por el rey Mono, se encuentra con la montaña Flameante en su viaje a la India. Buscan a la princesa del abanico de hierro para que les preste un aventador y los impulse hasta el monte Xumi. Los mitos han contribuido en gran parte al misterio y encanto de esta montaña.

«Xumi» es la transcripción al chino de la palabra en sánscrito «Sumeru». Es el nombre de la montaña mítica del centro del universo en la cosmología budista. También se refieren a ella con el nombre de «Meru». En la imagen: mural del siglo XVII donde se ve una representación del monte Meru de la cosmología busdita. Foto: Anishshah19. Dominio público, Wikimedia para «monte Meru».
«Xumi» es la transcripción al chino de la palabra en sánscrito «Sumeru». Es el nombre de la montaña mítica del centro del universo en la cosmología budista. También se refieren a ella con el nombre de «Meru». En la imagen: mural del siglo XVII donde se ve una representación del monte Meru de la cosmología busdita. Foto: Anishshah19. Dominio público, Wikimedia para «monte Meru».

Cuando el visitante llega al monte Xumi tiene la sensación de estar completamente rodeado de cuevas. Aquí el paisaje es hermoso y posee onduladas sierras que se convierten en una colección de grutas difícil de encontrar en la meseta de Loess. Cabe mencionar que se trata de un punto infranqueable en la antigua Ruta de la Seda, que actuaba como atajo para ir de Chang’an (actual Xi’an) a las Regiones del Oeste. Hace más de 1.900 años las grutas del monte Xumi fueron construidas gracias a la conjunción de la sabiduría y la creatividad de artistas y monjes. Esta serie de oquedades construidas en la montaña se desarrollaron de forma imponente y espectacular, y se acabaron convirtiendo en uno de los principales lugares del budismo en aquella época.

Las grutas del Monte Xumi. Cada gruta está distribuida sobre montañas de arenisca roja, características del relieve de Danxia. Foto: Caaat. Dominio público, Wikimedia.
Las grutas del Monte Xumi. Cada gruta está distribuida sobre montañas de arenisca roja, características del relieve de Danxia. Foto: Caaat. Dominio público, Wikimedia.

En la actualidad, la Región Autónoma Hui de Ningxia está promocionando las grutas de monte Xumi mediante la construcción de un museo y diferentes puntos de interés paisajístico.


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Publicado originalmente en: Revista Instituto Confucio.
Número 37. Volumen IV. Julio de 2016.

Puente de viento y lluvia de Chengyang, también llamado «Puente Yongji de Chengyang». Sus piezas están ensambladas sin un solo clavo. En el río Lixi, bajo el puente, crecen los cultivos de arroz y algodón de la etnia dong. Foto: EditQ, Wikimedia CC BY-SA 4.0,

Los puentes de viento y lluvia son un tipo de construcción característica del pueblo dong. Como el cuerpo central de dichos puentes está constituido por una galería cubierta, debajo de la cual los transeúntes que cruzan de un lado a otro pueden encontrar refugio contra las inclemencias del tiempo, recibieron el ya mencionado apelativo de “puentes de viento y lluvia”.

Un reportaje de
Tan Huixin
谭惠心
A esta etnia le gusta construir sus aldeas junto a un curso de agua y, donde hay agua, son necesarios los puentes que se hacen imprescindibles en la vida de dicha minoría del sur de China. En sus asentamientos persiste la tradición según la cual “si hay una aldea, tiene que haber una torre del tambor y, si se encuentra junto a un río, hace falta construir un puente de viento y lluvia”. Su diseño es extremadamente particular y su característica más apreciada es la destreza constructiva.

Madera ensamblada sin clavos

Durante todo el proceso de construcción no se utiliza un solo clavo sino que se recurre al ensamblaje de caja y espiga, una antigua técnica consistente en el acoplamiento de piezas de madera entre sí sin recurrir a ningún otro método de fijación. El secreto radica precisamente en el citado procedimiento de ensamblaje, que se ha transmitido de generación en generación desde hace miles de años. La lengua de la espiga de cada pieza se introduce en el agujero de la caja o mortaja correspondiente y, de ese modo, se levantan las galerías cubiertas y los puentes que las sostienen. Los puentes de viento y lluvia condensan la enorme sabiduría y creatividad del pueblo dong y se cuentan entre las más increíbles construcciones de este tipo en todo el mundo. 

Detalle del puente a contraluz. Foto: Dom-Dom. Flickr, CC BY 2.0,
Detalle del puente a contraluz. Se construyen en su centro pequeños altares en los que se realizan ofrendas a Guan Yu y otros seres inmortales.. Foto: Dom-Dom. Flickr, CC BY 2.0,

El puente de Chengyang, construido en 1912

De entre los numerosos puentes existentes, el más famoso es el de Chengyang, en la aldea de Linxi del distrito autónomo dong de Sanjiang, localizado en la provincia meridional de Guangxi. El puente, que se extiende sobre el río Linxi, tiene una longitud total de 64,4 m y consta de 5 pabellones y 19 galerías. Se trata del mayor y más largo conservado hasta la actualidad. Su construcción se prolongó durante 13 años y se concluyó finalmente en 1912.

Con sus salientes y elevados aleros, exquisita decoración tallada en la madera y la peculiar alternancia de pabellones y verandas, su estampa recortada entre las montañas y el agua resulta extremadamente pintoresca. El puente de Chengyang posee ya una historia centenaria y, a pesar de haber sido dañado por las crecidas de las aguas del río, sigue en pie gracias a las sucesivas reparaciones. Se la considera una obra maestra de esta etnia, una materialización de su sabiduría ancestral y uno de los más valiosos tesoros de la arquitectura china en madera.

El interior del Puente Yongji de Chengyang. Sus piezas están ensambladas sin un solo clavo. Foto: EditQ, Wikimedia, CC BY-SA 4.0
El interior del Puente Yongji de Chengyang. Sus piezas están ensambladas sin un solo clavo. Foto: EditQ, Wikimedia, CC BY-SA 4.0

 

Lugar de reunión popular

Para esta minoría, los puentes de viento y lluvia no constituyen solamente un medio de comunicación entre orillas, sino también el escenario donde se desarrollan los quehaceres cotidianos. Cuando el tiempo es bueno, quienes allí viven gustan de reunirse en los pabellones para echar una partida de cartas, jugar al ajedrez o charlar sobre sus asuntos a la vez que desempeñan labores artesanales. En dichos pabellones existe incluso un lugar específico para la población infantil; mientras adultos y mayores conversan o se ocupan de sus cuestiones, niñas y niños pueden jugar ahí con total libertad.

Durante los periodos de descanso en el campo, también aprovechan el espacio para comprar o vender sus productos y, poco a poco, el puente se va convirtiendo en un animado mercado. En los puestos distribuidos a lo largo de los pabellones abundan entonces los coloridos vestidos tradicionales y los artículos de uso cotidiano.

Los dong también organizan grandiosos banquetes en el interior de esos pabellones cubiertos en los que cada familia contribuye con sus especialidades culinarias. Según sus ancestrales creencias, un buen banquete puede alejar todas las enfermedades y dar la fuerza necesaria para emprender cualquier actividad. Estos puentes no son una simple construcción de madera porque constituyen, asimismo, una creación artística y espiritual que resume la historia viva de la etnia.

El puente de viento y lluvia de Chengyang, o puente Yongji de Chengyang. Foto: By yuen yan. Flickr: P4235479, CC BY-SA 2.0
El puente de viento y lluvia de Chengyang, o puente Yongji de Chengyang. Foto: By yuen yan. Flickr: P4235479, CC BY-SA 2.0

Lugar de culto de la etnia dong

Según la tradición dong, sus puentes representan un nexo entre la vida y la muerte. La construcción de uno de estos es una meritoria obra que puede resultar beneficiosa para uno mismo y para la propia familia y, por ello, se construyen en su centro pequeños altares en los que se realizan ofrendas a Guan Yu y otros seres inmortales. Y allí se reúnen para venerar esas figuras y rezar por una climatología favorable y una vida feliz y plena. Las bolas de colores que cuelgan a lo largo de las galerías, así como las inscripciones sobre el puente, registran los méritos adquiridos por las distintas generaciones de aldeanos gracias a la construcción y las sucesivas reparaciones del puente.

Vista del puente desde una de sus orillas. En el río Lixi, bajo el puente, crecen los cultivos de arroz y algodón. Foto: EditQ, CC BY-SA 4.0
Vista del puente desde una de sus orillas. En el río Lixi, bajo el puente, crecen los cultivos de arroz y algodón. Foto: EditQ, CC BY-SA 4.0

Las habilidades arquitectónicas dong para la construcción de puentes y viviendas están registradas ya desde finales de la dinastía Han, en el siglo III d.C. Para levantar sus construcciones, nunca utilizan planos, ya que pueden valerse exclusivamente de sus profundos conocimientos técnicos que se han ido transmitiendo y ampliando de generación en generación.

Los sencillos y elegantes puentes de viento y lluvia de las aldeas dong, situados entre las cristalinas aguas y las verdes montañas, desprenden un particular encanto que seduce al visitante. A pesar de las vicisitudes de su larga historia, siguen aguantando con firmeza y robustez y se han convertido en un símbolo cultural de este pueblo, sabio y laborioso, al que estas construcciones protegen calladamente de los rigores del tiempo.

Los tulou de la etnia ‘hakka’


Publicado originalmente en: Revista Instituto Confucio.
Número 53. Volumen II. Marzo de 2019.

 

Flores bordadas sobre tela negra. Foto: 123RF

El bordado de Hunan, también conocido con el nombre de “bordado de Xiang”, nació entre las clases populares de esa provincia meridional china hace más de dos mil años y, junto a los bordados de Su (Suzhou, en Jiangsu), Shu (Sichuan) y Yue (Guangdong) forma parte de los “cuatro famosos bordados” de China.

Un reportaje de
Tan Huixin
谭惠心
La tradicional artesanía del bordado a mano de China es de una extrema exquisitez, y puede considerarse la quintaesencia de la cultura de ese país. Tras absorber la esencia de la artesanía de Suzhou y Guangdong, el de Hunan se fue desarrollando paulatinamente hasta establecer sus propias singularidades y convertirse en una artesanía tradicional característica de dicha provincia. Las mujeres nacidas en este lugar crecen en un entorno particular en el que se ven influidas por las generaciones anteriores, y normalmente, son introducidas desde muy pequeñas en este arte. Las habilidosas bordadoras emplean la aguja y el hilo para llevar a cabo sus brillantes creaciones y perpetuar la cultura del bordado en Hunan.

El bordado de Xiang más antiguo

El bordado de Xiang goza de una excelente reputación, hasta el punto de afirmarse que “sus flores desprenden fragancia, de sus aves se escucha el canto, sus tigres pueden correr y sus personajes parecen estar vivos”. El ejemplar más antiguo encontrado hasta la fecha es una pieza con decoración de dragón y fénix, hallada en 1958 en una tumba de Changsha perteneciente al Estado de Chu (primer milenio a.C.), cuyo bello patrón ornamental y precisas y delicadas puntadas provocaron el asombro de todo el mundo.

Bordado de seda para ritos del siglo IV a.C. procedente de Hubei. Los motivos son dragones, fénix y tigres, todos ellos bestias sagradas de la cultura china. Imagen: Dominio público de Wikimdia.
Bordado de seda para ritos del siglo IV a.C. procedente de Hubei. Los motivos son dragones, fénix y tigres, todos ellos bestias sagradas de la cultura china. Imagen: Dominio público de Wikimdia.

En 1972 se descubrieron en las antiguas sepulturas de Mawangdui de Changsha, pertenecientes a la dinastía Han del Oeste (206 a.C.-25 d.C.) más de cuarenta piezas de ropa bordada, con una decena de diferentes patrones decorativos, lo que demuestra de manera fehaciente que ya hace más de 2.100 años la artesanía del bordado de Hunan había alcanzado un extraordinario nivel de madurez.

Bordado de Hunana: seda natural e hilos selectos

El bordado de Xiang emplea la seda natural como principal materia prima y presta una gran atención al hilo, que se caracteriza especialmente por su extrema finura. Para preservar su suavidad y brillantez durante el proceso de bordado, hace falta primero cocerlo en una solución del fruto de la acacia de china (Gleditsia sinensis) y después enjugarlo con papel de bambú. El color del hilo de seda también es extraordinariamente diverso, con cientos de variedades y, además, con cada coloración se producen diferentes cambios de tonalidad.

Chaleco de seda bordado para exportación. 1780. Procede le Museo de Arte de Honolulu. Imagen: Hiart, CC0, Wikimedia commons.
Chaleco de seda bordado para exportación. 1780. Procede le Museo de Arte de Honolulu. Imagen: Hiart, CC0, Wikimedia commons.

Setenta tipos de puntada

Gracias a esa combinación de colores y a los más de setenta tipos de puntada, las piezas cobran una exquisita belleza, gran vivacidad y un realismo casi tridimensional. En cuanto a la temática de los bordados, es asimismo muy amplia e incluye personajes, animales, paisajes, aves y flores, y otros muchos. Entre todos ellos destaca el tigre como motivo tradicional y emblemático de dicha artesanía.

Detalle del mural con garzas sobre el País de los Inmortales. Dinastía Qing (1644–1911). Dominio público en el MET.
Detalle del mural con garzas sobre el País de los Inmortales. Dinastía Qing (1644–1911). Dominio público en el MET.
Mural con garzas sobre el País de los Inmortales. Dinastía Qing (1644–1911). Dominio público en el MET.
Mural con garzas sobre el País de los Inmortales. Dinastía Qing (1644–1911). Dominio público en el MET.

Gatos de Su, tigres de Xiang

Al introducir este animal en sus bordados, los artesanos recurren normalmente a la original técnica del “pelo acolchado”, con la cual se le otorga una fuerte sensación de textura y se consigue dar ese aspecto voluminoso y vívido que caracteriza el pelaje real del tigre. De este modo han surgido numerosas obras clásicas que resultan comparables a los gatos de los bordados de Suzhou; de ahí la frase popular “gatos de Su, tigres de Xiang”.    

En los de Hunan la aguja se emplea como un pincel y el hilo de seda es el trazo de color, por lo que la ingeniosa combinación de una y otro da como resultado una serie de obras maestras. En el año 2006 el bordado de Xiang entró a formar parte de la primera inscripción en la lista nacional de patrimonio cultural intangible de China y, de este modo, se ha convertido en la actualidad en una excelente tarjeta de presentación de la cultura de Hunan. Como tal, en representación de la provincia y de todo el país, ha participado en numerosas ferias internacionales de diferentes lugares del mundo y ha obtenido además muchos premios.

Los oficiales imperiales lucían coloridos bordados de seda para identificar su rango en las ceremonias. Los animales feroces, como este tigre, estaban destinados a los militares. Los pájaros, por ejemplo, eran bordados para funcionarios. Imagen: Dominio público. Museo de Philadelphia
Los oficiales imperiales lucían coloridos bordados de seda para identificar su rango en las ceremonias. Los animales feroces, como este tigre, estaban destinados a los militares. Los pájaros, por ejemplo, eran bordados para funcionarios. Imagen: Dominio público. Museo de Philadelphia

Doble cara y doble imagen

La técnica denominada “de doble cara y doble imagen” consiste en bordar en cada lado, anverso y reverso, de una única pieza de seda transparente una imagen con diseño, motivos y colores completamente diferentes. Se trata de una innovadora técnica única en su género, desarrollada recientemente, y considerada por sus características como un arte casi mágico. 

El panda y el tigre es una de las obras más destacables de este peculiar tipo de bordado. Fue realizada por la maestra bordadora Zhou Jinxiu (1932-2018) en 1999, recibió la medalla de oro de la Exposición de Artes y Oficios de China y ahora se custodia en el Museo del Bordado de Hunan. Zhou Jinxiu fue la inventora de la mencionada técnica del bordado a doble cara y también es una de las personalidades más representativas en lo que se refiere a la transmisión, desarrollo e innovación del bordado de Xiang.

En el anverso de esta obra aparece un pequeño oso panda comiendo bambú plácidamente en medio de un bosque, mientras en el reverso puede contemplarse un cachorro de tigre en la pradera oteando avizor el horizonte. Las figuras del bonachón y entrañable panda y el majestuoso y enérgico tigre destacan por su fuerte contraste, en una combinación entre la indolencia y la tensión dinámica cuya magia deja admirado al espectador.

En sus orígenes, el bordado de Xiang simplemente tenía como objetivo aderezar los vestidos y otorgar un toque decorativo pero, paulatinamente, se fue extendiendo a otros muchos aspectos de la vida cotidiana de Hunan hasta penetrar en sus venas y convertirse en un motivo de inmenso orgullo. Como tradición cultural y artística de intrínseca peculiaridad constituye una parte fundamental de la industria de la exportación de la provincia y contribuye en gran manera al desarrollo de la economía local y al incremento de la tasa de empleo femenino.

Crisantemo bordado en seda. Museo de Nanjing. Imagen: Ecelan, CC BY-SA 4.0
Crisantemo bordado en seda. Museo de Nanjing. Imagen: Ecelan, CC BY-SA 4.0

La introducción de la tecnología

Sin embargo, con el desarrollo de la tecnología, la progresiva sustitución del trabajo manual por la maquinaría textil ha supuesto un duro golpe para el arte tradicional del bordado de Xiang. Los hunaneses ya han comenzado a introducir reformas en la producción y gestión de esta industria artesanal y a innovar sobre la base de la rica herencia transmitida hasta la actualidad. El bordado de Xiang ya no es aquel de los viejos tiempos del trabajo a mano sino que se ha adaptado a la nueva era de la alta tecnología y se ha convertido en un producto al alcance de todo el mundo.

El industrioso e inteligente pueblo hunanés, por ello, ha logrado conciliar así el tradicional bordado a mano de Xiang con los requisitos de la sociedad contemporánea. Hoy en día, esta particular artesanía conserva toda la elegancia de antaño y, tanto los artículos de uso cotidiano como los vestidos o ejemplares de coleccionista, son vendidos en todo el mundo. Gracias a su peculiar encanto, sus piezas se han ganado el aprecio del público tanto dentro como fuera de China.


Publicado originalmente en: Revista Instituto Confucio.
Número 55. Volumen IV. Julio de 2019.

Zhou Youguang

Zhou Youguang fue el inventor del pinyin, el sistema de transcripción fonética del chino a la escritura latina. Este extraordinario personaje, que compartió conversación con Einstein, dominaba cuatro lenguas (chino, inglés, francés y japonés), continuó escribiendo a los 93 años e incluso a los 100 publicó nuevas obras. El maestro Zhou, que murió el 14 de enero de 2017, justo un día después de cumplir 111 años, nunca perdió su sentido del humor y bromeaba diciendo “en el cielo están muy ocupados y se han olvidado de mí”.

Reportaje de
Alexandre Zouaghi 
邹杰
Zhou Youguang nació en 1906 en Changzhou, en la provincia de Jiangsu, durante el reinado del emperador Guangxu de la dinastía Qing. En el transcurso de su vida, atravesó las cuatro últimas grandes épocas del país: el fin de los Qing, la era de los señores de la guerra (Beiyang), la República China y la República Popular China. De ahí que se le conozca como “el gran veterano de las cuatro dinastías”. Hay quien ve en él la representación de un siglo de historia nacional.

Zhou Youguang
Zhou Youguang. Foto: Dominio público.

No fue hasta sus 50 años cuando empezó a interesarse por el estudio de la lengua china. A los diez años, se fue a vivir a Suzhou con su familia donde estudió inglés en las primeras escuelas modernas del país. Tras graduarse de la escuela secundaria, ya se expresaba y escribía con total fluidez en esa lengua extranjera. Más tarde, aprobó el examen de acceso a la Saint John’s University de Shanghái, donde se especializó en economía. Con su diploma en el bolsillo, Zhou partió a Japón para continuar sus estudios. Finalmente, acabó encontrando un puesto de trabajo en el sector financiero en Estados Unidos como economista. Fue durante este periodo en el extranjero, en 1947, cuando se encontró por casualidad con Albert Einstein.

Antes de 1955, el maestro Zhou Youguang nunca podría haber imaginado que, algunos años más tarde, él mismo conseguiría que la escritura china entrara en la modernidad.

“Al poco de llegar a Estados Unidos, uno de mis amigos profesores de la Universidad de Princeton era justamente colega de Einstein. Este amigo nos presentó y tuve la gran suerte de poder dialogar con él en dos ocasiones. Era una persona muy sencilla, nada arrogante”. Con el tiempo, fue olvidando el contenido de las conversaciones, excepto una frase del científico que quedaría grabada en su memoria: “Cuando un hombre llega a los 60 años y ha dedicado 13 a trabajar, 17 al ocio y el resto a comer y dormir, ¿cómo puede tener éxito en la vida? Dependerá de cómo emplee el tiempo que le queda”. 

Zhou Youguang
Foto de la boda de Zhou y su esposa. Foto: Dominio público.

Padre del pinyin

El pinyin, que literalmente significa “deletrear los sonidos”, se incluye hoy en día en la mayoría de métodos de lengua para ayudar a los estudiantes extranjeros a dominar los mecanismos y las sutilezas de la pronunciación china. Sin embargo, fue para los chinos, y no para los extranjeros, para los que se ideó este sistema. De hecho, teniendo en cuenta el gran número de minorías y dialectos en China, una lengua común y oficial se había convertido en una necesidad.

Antes de 1955, el maestro Zhou nunca podría haber imaginado que, algunos años más tarde, él mismo conseguiría que la escritura china entrara en la modernidad. Aquel 1955, en el mes de octubre, por la propuesta de la Universidad de Fudan en Shanghái, Zhou Youguang fue enviado a Beijing para participar en un gran congreso nacional sobre la modernización de la escritura china. Fue a raíz de este congreso cuando pasó a formar parte del comité de reforma de la escritura china.

En febrero de 1958, la segunda sesión de la Gran Asamblea Nacional del Pueblo validó el programa del pinyin

Fue “una experiencia realmente inesperada” pues, aunque había aprendido lingüística durante sus años universitarios, el estudio de la lengua surgía de su propio interés personal. “Cuando me cansaba de mis lecturas principales, encontraba en los libros de lingüística un nuevo entretenimiento como si, cansado de escribir con la mano derecha, pudiera utilizar la izquierda para dejar a la otra descansar”. Gracias a su excelente nivel de inglés, cuando volvió a China en 1949, llevó en paralelo a su actividad de profesor de universidad un tratado sobre la romanización del chino titulado Estudio sobre la escritura pinyin, publicado en 1952.

Zhou Youguang
Zhou Youguang y Zhang Yunhe, 1938. Foto: Dominnio público.

Tras su nominación oficial como miembro del comité nacional dedicado al pinyin, su trabajo se intensificó considerablemente, y redobló sus esfuerzos para llegar al final del proyecto que le había sido confiado. “Aquel cambio de carrera me llegó por casualidad, tuve que decidirme, avanzar y hacer todo lo posible para sacar adelante la tarea que me había sido encomendada. Como expertos, no podemos hacer las cosas a medias. Tuve que leer nuevamente las obras de referencia, que ya había leído, pero que era necesario releer con minuciosidad. En aquella época, estaba realmente muy implicado”.

Entre 1979 y 1982, la Organización Mundial de Normalización (ISO) escogió el pinyin como norma oficial de romanización del chino moderno.

Asignatura obligatoria en Educación Primaria desde 1958

En febrero de 1958, la segunda sesión de la Gran Asamblea Nacional del Pueblo validó el programa del pinyin, y ese mismo año, su enseñanza entró en el programa de Educación Primaria como asignatura obligatoria. Entre 1979 y 1982, la Organización Mundial de Normalización (conocida por sus siglas en inglés ISO) escogió el pinyin como norma oficial de romanización del chino moderno (ISO 7098).

“Gracias a un voto mundial, la ISO lo eligió como norma internacional y fue la primera vez que una normativa nacional se convertía en mundial. ¿Por qué se procedió de dicho modo? Simplemente porque un diálogo entre la cultura china y las extranjeras es fundamental para obtener un apoyo internacional”, confiaba Zhou Youguang.

Una vida más fácil con el pinyín

El sistema pinyin no solo ha facilitado el aprendizaje del chino en el extranjero, sino que también ha cambiado la vida de este país. La popularización de los ordenadores e Internet, así como la llegada de los teléfonos móviles, han permitido que su uso se haya convertido en el primer método de entrada de texto en chino. El pinyin no solo ha simplificado el aprendizaje de la lengua china para extranjeros sino que, también, ha permitido facilitar el acceso a la información y a la comunicación entre los chinos.

Zhou Youguang
Zhou Youguang en el año 2012. Foto: Dominio público.

No hay conocimiento sin reflexión

Cuanto más envejece el hombre, más busca la verdad, y es por ello que el erudito no puede hallar el conocimiento sin la necesaria reflexión. Con más de 100 años, Zhou Youguang continuó publicando obras. Entre las últimas destaca Shibeiji, publicada en 2011 y que reúne sus “impresiones sobre el mundo en la era de la globalización”. Escrita a sus 104 años, es un brillante ensayo por sus reflexiones que están realizadas en un estilo que asombra e impone respeto. Una de sus frases dice “en la era de la globalización, nuestra visión del mundo en su totalidad nos impone repensar cada objeto que lo compone”.

Durante los 111 años que vivió Zhou Youguang, cuyo nombre significa “portador de luz”, su fulgor nunca cesó de brillar.

El pinyin

El pinyin es un sistema de transcripción fonética que utiliza el alfabeto latino. Emplea 26 letras de dicho alfabeto y distingue mayúsculas y minúsculas. El orden es el mismo. Una palabra en pinyin se forma con consonantes y vocales a las que se les añade un tono que sirve para indicar la pronunciación.


Publicado originalmente en: Revista Instituto Confucio.
Número 56. Volumen V. Septiembre de 2019.

«Rehusando la comida». Imagenes del rollo titulado «Escenas de la vida de Tao Yuanming. Autor: Chan Hongshou, dinastía Qing (1650). Honolulu Museum of Art.

Recojo crisantemos bajo la cerca del este y contemplo con calma las montañas del sur. Éste es uno de los versos más famosos del poeta chino Tao Yuanming (365–427), también conocido como Tao Qian (El que se esconde). El vino, la contemplación de la vida rural, la amistad y la muerte son algunos de los temas recurrentes de sus poemas.

No me inclinaré ante nadie por cinco celemines de arroz. Esta es la cita que expresa el profundo desapego de Tao Yuanming a la vida de funcionario. La pronunció cuando ya tenía tomada la decisión de dejar su cargo como magistrado en Penge, actual provincia de Jiangxi. Al renunciar a su puesto aceptó la pobreza. Tenía a su cargo una familia con 5 hijos y varios sobrinos, pero sus ideales confucianos y su sentido taoísta de la vida no le permitieron seguir en su puesto al servicio del gobierno. Tampoco aceptó luego otros encargos similares, cuando ya se encontraba retirado y había incluso perdido su hogar.

En sus últimos años como responsable público ya le costaba dedicar siquiera una pequeña partida de arroz a otra cosa que no fuera la fabricación de su amado vino. En cualquier caso, a la edad de 40 años dejó su trabajo y volvió a su hogar cerca de la montaña taoísta de Lushan. Allí se dedicó junto con su familia a cultivar la tierra para comer y a beber vino, su gran pasión.

Su vida y la de su familia estuvieron marcadas por la incertidumbre económica propia de los campesinos, su amor por el vino, sus intensas relaciones sociales y una generosa disposición a compartirlo todo.

Arriba: «Volviendo a casa». En medio: «Renunciando al sello oficial». Abajo: «Plantando arroz (para hacer licor)». Imagenes del rollo titulado «Escenas de la vida de Tao Yuanming. Autor: Chan Hongshou, dinastía Qing (1650). Honolulu Museum of Art. Wikimedia commons, dominio público.
Arriba: «Volviendo a casa». En medio: «Seleccionando arroz (para hacer licor)». Abajo:«Renunciando al sello oficial». Imagenes del rollo de papel «Escenas de la vida de Tao Yuanming. Autor: Chan Hongshou, dinastía Qing (1650). Honolulu Museum of Art. Wikimedia commons, dominio público.

Tao  Yuanming, tres poemas

En su poesía describe las duras condiciones en las que vivían los campesinos, y su relación con los terratenientes. Sus temas fueron la pobreza, el vino, las relaciones de los campesinos con los terratenientes, el gozo de la vida familiar, la descripción contemplativa del campo y la naturaleza. Tal como dijo Guillermo Dañino en su antología de Tao Yuanming: «Tao Yuanming encontró solaz en su familia y la amistad, en su laúd, sus libros y sobre todo en el vino, del cual la mitad de sus poemas hablan con afecto».

—–
Bebiendo vino.
Poema nº 5

Construí mi cabaña al lado de un camino
pero no oigo carretas ni caballos.

¿Cómo puedes lograrlo, me preguntas?
Donde está mi mente, está también mi corazón.

Recojo crisantemos bajo la cerca del este,
y contemplo con calma las montañas del sur.

El aire de la montaña es hermoso al atardecer,
y los pájaros vuelven juntos a sus nidos.

Lo explicaría mejor
si pudiera recordar las palabras.

—–
Bebiendo vino.
Poema nº 13

Dos huéspedes me acompañan de continuo
mundos diferentes, gustos opuestos.

Uno solitario, siempre embriagado;
el otro sobrio todo el año.

Se burlan mutuamente
y nunca se han entendido.

¿No es tontería ser tan prudente?
¿No es inteligencia el vivir exaltado?

Un consejo a mi embriagado huésped:
si termina el día, ¡encendamos una vela!

—–
Implorando comida

El hambre llegó, me empujó a salir
pero no sabía a dónde iba.
Caminando, llegué a un lugar.
Llamé a una puerta, balbuceé palabras.

El anfitrión entendió mi intención;
me dio más de lo que yo esperaba

hablamos en armonía hasta el anochecer
c
ada vez que llenaba mi copa, yo la vaciaba
disfrutando del placer de una nueva amistad.

Recitamos y compusimos poesía.
Impulsado por la amabilidad de la lavandera,*
m
e avergüenza no tener el talento de Han Xin.
No encuentro palabras para agradecer el encuentro,
te devolveré tu bondad desde el más allá.

 (*)  Implorando comida fue uno de sus últimos poemas. En el tercer párrrafo, Tao Yuanmin habla de la amabilidad de la lavandera.  Se refiere a un episodio de la vida del famoso general del siglo III a.C. Han Xin, quien apurado por la mala fortuna conoció a una lavandera que lo alimentó. Él le prometió recompensarla, pero ella le dijo que no esperaba nada. Más tarde, cuando se convirtió en general y ayudó a establecer la dinastía Han, le envió mil onzas de oro. Este episodio ha sido comentado por Bill Porter en su libro «Choosing to be Simple».


Fuentes bibliográficas:

  • Implorando comida
    Poema 59 del libro Porter, Bill. *Choosing to Be Simple: Collected Poems of Tao Yuanming*. Copper Canyon Press, 2023.
  • Bebiendo vino, poemas 15 y 13
    Tao Yuanming. El maestro de los cinco sauces. Selección, traducción y notas de Guillermo Dañino, Hiperión, 2006. Madrid. Originalmente publicado por la Pontificia Universidad Católica del Perú, 2005.

Nota: «No me inclinaré ante nadie por cinco celemines de arroz». Esta es la cita que eligió Guillermo Dañino para encabezar su antología dedicada a Tao Yuanming. También es del libro de Dañino la anécdota sobre la incapacidad de Tao Yuanming para dedicar ni un sólo grano de arroz a la producción de algo que no fuera licor.


Fuentes de la imagen destacada y de la pila de imágenes centrales: Chan Hongshou, dinastía Qing (1650). Honolulu Museum of Art. Wikimedia commons, dominio público. 

 

Tao Yuanming: precursor del género poético de “campos y jardines”

 

Fragmento de «Hombres cargados con té en la provincia de Sichuan» (1908). Foto: Ernest Henry Wilson. CC BY 2.0, Wikimedia commmons.

La Ruta del Té y del Caballo es un trayecto legendario que durante miles de años permitió el intercambio del té de Yunnan y Sichuan por los caballos del Tíbet. China es el país natal del té y dio origen a todos los métodos de cultivo, elaboración y degustación.

Reportaje de
Wang Wen
王文
En la encrucijada del suroeste de China donde se unen las provincias de Yunnan y Sichuan y la Región Autónoma del Tíbet se encuentran numerosas montañas y valles con una abundante vegetación. Allí era donde serpenteaba un misterioso sendero, el de mayor nivel sobre el mar y conocido como la Ruta del Té y del Caballo (茶马古道). Se originó a partir del comercio de té y caballos con los países fronterizos, además de otros productos variados. Este recorrido puede competir en importancia con la Ruta de la Seda (丝绸之路), sólo que no se hizo tan famosa como ella.

Ambas rutas supusieron eslabones y puentes decisivos en la permuta comercial y de todo tipo entre China, el Sudeste Asiático, Asia Meridional, Asia Occidental y Europa. Además, y sin quererlo expresamente, sirvieron también para el intercambio cultural y para difundir la amistad entre los diversos pueblos.

Itinerario de la antigua Ruta del Té y el Caballo

La antigua Ruta del Té y del Caballo cuenta con dos principales itinerarios de acuerdo con los distintos lugares de partida: uno es el trayecto Yunnan-Tíbet, mientras que el otro es el de Sichuan-Tíbet —además existía otro itinerario desde Shanghái hasta el Tíbet durante la dinastía Tang (618-907)—. El primero parte de Xishuangbanna, Kunming y Pu’er (el lugar de origen del famoso té), hacia el norte, atravesando lugares como Chuxiong, Dali y Lijiang, para luego girar al Oeste en el punto donde se une al camino de Chengdu, ya en la provincia de Sichuan. Mientras, el segundo parte de Chengdú hacia el oeste, pasando por la ciudad de Ya’an. La antigua ruta continúa para dirigirse directamente a Lhasa, la capital de Tíbet, desde ahí atraviesa diversas fronteras y llega a Nepal, India, Myanmar y Tailandia, para dispersarse a países del Asia Occidental y Europa. El itinerario Yunnan-Tíbet tiene una longitud superior a los 3.800 kilómetros, mientras que el de Sichuan-Tíbet recorre unos 3.100 kilómetros.

Mapa de la Ruta del Té y del Caballo modificado por Javier Pérez para Clonfuciomag, a partir del mapa creado por Redgeographics, CC BY-SA 4.0, Wikimedia commons, dominio público.
Mapa de la Ruta del Té y del Caballo modificado por Javier Pérez para Clonfuciomag, a partir del mapa creado por Redgeographics, CC BY-SA 4.0, Wikimedia commons, dominio público.

Estas dos principales rutas están repletas de otros senderos, grandes o pequeños, que se unen estrechamente en la encrucijada de Yunnan, Tíbet y Sichuan, de manera que es difícil de fijar el punto exacto de partida y el final, es decir, es imposible encontrar las ubicaciones exactas de ambos extremos de la ruta. Se inicia en una zona indeterminada de bastante tamaño y termina en otro sitio todavía más grande e incierto.

El comercio entre el té y el caballo

El comercio del té y de los caballos ha sido desde antiguo un rasgo común entre los chinos han y los tibetanos, el cual comenzó aproximadamente durante la dinastía Han (206 a.C.-220 d.C.), cuando el famoso navegante y diplomático Zhang Qian (张骞) viajó a Asia Occidental y vio en el país de Daxia (actual Irán) cañas de bambú y telas chinas que habían llegado no a través de la Ruta de la Seda, sino a través de la Ruta del Té y del Caballo.

Los viajes de Zhang Qian representados en uno de los murales de las grutas de Mogao, en Dunhuang, en el corredor de Heixi. Foto: Wikimedia commons, dominio público.
Los viajes de Zhang Qian representados en uno de los murales de las grutas de Mogao, en Dunhuang, en el corredor de Heixi. Foto: Wikimedia commons, dominio público.

Este itinerario alcanzó su apogeo durante la dinastía Tang y se consolidó durante la dinastía Song (960-1279), momento en el cual se estableció una organización especial para tramitar este comercio. En la dinastía Ming (1368-1644) se continuó con la gestión de la dinastía Song y se estableció el llamado Departamento del té y del caballo. La razón por la que todas las dinastías prestaron tanta atención a dicho comercio radica en el deseo de mantener la prosperidad y la estabilidad en la zona fronteriza del sudoeste chino.

Todo sobre el té chino

Durante los primeros años de la dinastía Song, se compraron caballos con monedas de cobre, pero los pastores las fundieron para hacer armas, lo cual provocó una gran inquietud en la corte. Posteriormente, se prohibió comprar caballos con monedas, por lo que fueron sustituidas por telas, té, hierbas medicales, etc. Debido al entorno geográfico y a la costumbre de ingerir alimentos con alto contenido calórico, como el zanba (1), y productos lácteos procedentes de yak, carne de ternera y cordero, y a la falta de verduras, los tibetanos necesitaban el té para descomponer las grasas, desintoxicarse y mejorar la digestión.

Monjes budistas asiáticos disfrutando de un té chino con pastas. El té llegaba a Asia a través de la Ruta del Té y del Caballo. Imagen: Wikimedia CC-BY-4.0.
Monjes budistas asiáticos disfrutando de un té chino con pastas. El té llegaba a Asia a través de la Ruta del Té y del Caballo. Imagen: Wikimedia CC-BY-4.0.

Por eso, los tibetanos inventaron y desarrollaron el hábito de beber el té con mantequilla salada de yak. Sin embargo, en las aéreas tibetanas no se producía té y se veían obligados a transportarlo desde las llanuras centrales de China, donde en la antigüedad usaban los caballos importados de Yunnan, Tíbet y Sichuan. Por eso, a la vez que se desarrolló el intercambio de té, floreció también el comercio de caballos entre esas zonas y el interior del país.

Caravana legendaria

Cuando hablamos de caravanas nos referimos a las recuas que transportaban mercancías en la antigua Ruta del Té y del Caballo. Utilizando un símil, si decimos que la ruta es un disco de vinilo con los surcos en la tierra suroeste de China, las huellas incesantes de los caballos y las caravanas serían la aguja del tocadiscos que reproduce esa canción embriagadora.

Boceto de un caballo. Siglo XVIII. India (Pahari Hills). Tinta sobre papel. Anónimo. MET. Dominio público.
Boceto de un caballo. Siglo XVIII. India (Pahari Hills). Tinta sobre papel. Anónimo. MET. Dominio público.

La caravana, como vehículo, es un tipo de transporte muy utilizado en el suroeste de China, sobre todo en la antigua Ruta del Té y del Caballo. Frente al dificultoso y peligroso entorno natural y a su forma de existencia, la caravana se fue forjando gradualmente su propia cultura y costumbres. Entre las empresas comerciales y las caravanas de diversa procedencia, así como entre los propios miembros de una misma caravana se establecieron y formaron relaciones de cooperación y asistencia mutua.

La primordial forma organizativa de una caravana era la familia y el nexo de unión con otras caravanas era el mismo itinerario y el tipo de mercancía que se transportaba. Cada caravana recibía el nombre de () y un solo capataz podía hacerse cargo de un máximo de doce caballos, lo que le hacía parecer como un ejército bien entrenado y organizado. El líder de la caravana y sus ayudantes tenían cada uno su propio trabajo que se estipulaba al amanecer antes de cada salida.

Generalmente, desde Xishuangbanna hasta Lhasa se necesitaban unos 180 días, pero si se viajaba a la India el trayecto podía llevarles hasta un año solo la ida. Día tras día, año tras año, caravana tras caravana, generación tras generación, la ruta se llenaba de comerciantes cuya existencia dependía de ella misma. Como los vaqueros del lejano Oeste americano, eran héroes montados a caballo, exploradores de nuevas rutas, aventureros, comerciantes y agremiados individuales o en grupo. A la vez que protagonizaban leyendas personales, forjaban el desarrollo del suroeste chino. Aunque lo que transportaban era principalmente té y caballos, lo que difundían era cultura y sentimientos espirituales.

Hoy en día, en la antigua Ruta del Té y del Caballo, ya no se ven las caravanas ni se escucha las melodiosas campanillas de los caballos, sin embargo, las huellas de los antepasados, junto con las interminables leyendas e historias que generó, permanecen todavía vivas en la memoria de la gente.

Té Pu’er. Foto: Wikipedia.
Té Pu’er. Foto: Wikimedia commons, domino público.

La cuna del té

China es el país natal del té y la provincia de Yunnan es el lugar de origen de esa infusión con carácter ya internacional.

Esta provincia se ha visto, desde siempre, favorecida por su exuberante naturaleza al estar encarada hacia el trópico de Cáncer, al contrario de otras zonas del globo situadas en la misma latitud que son desérticas, pues goza de selvas tropicales. El arbusto de té más antiguo del mundo crece en esta tierra mágica, mientras que todos los métodos y costumbres de cultivo, la elaboración y la degustación del té son originarios de China. Ya en la dinastía Tang, el poeta Lu Yu (陆羽, 733-804) escribió el manual Chájīng (茶经, La Obra Clásica del Té). Fue la primera vez que se registró detalladamente su origen, plantación, elaboración y la forma de beberlo.

Fragmento de la obra «Leopold Auenbrugger y su mujer», fotografiados por V.A. Heck. Imagen: Wikimedia,CC-BY-4.0
Fragmento de la obra «Leopold Auenbrugger y su mujer», fotografiados por V.A. Heck. Imagen: Wikimedia,CC-BY-4.0

Alrededor de los siglos XVI-XVII, el té de la provincia de Yunnan llegó hasta Guangzhou llevado por las caravanas, desde donde los barcos de La Compañía Británica de las Indias Orientales lo difundieron por toda Asia, Europa y Norteamérica. En aquel entonces, los ingleses pagaron a los comerciantes chinos con plata y China siempre mantuvo una balanza comercial favorable entre China y el Reino Unido. Más tarde, a La Compañía Británica de las Indias Orientales se le ocurrió cambiar el té chino por opio, lo que acabó causando el estallido de las dos Guerras del Opio (鸦片战争, 1839-1842 y 1856-1860). En ese momento, la India era colonia del Reino Unido, por lo que en la década de los años 30 del siglo XIX los británicos aprovecharon las características orográficas de ese país para cultivar té ahí. Para ello, visitaron las plantaciones de China y aprendieron las técnicas de cultivo y elaboración, introduciendo las semillas de las variedades que más se aclimataron a las características de la India.

Cultivo del té. Imagen: Grabado de B. Clayton, de una pintura de Piqua - Miss Corner (1847). «The History of China & India, Pictorial & Descriptive». p. 158. Ed. Dean & Co. Londres. Dominio público.
Cultivo del té. Imagen: Grabado de B. Clayton, de una pintura de Piqua – Miss Corner (1847). «The History of China & India, Pictorial & Descriptive». p. 158. Ed. Dean & Co. Londres. Dominio público.

De hecho, el té chino influyó también en la Guerra de Independencia de los Estados Unidos (1775-1783), pues el que bebían los norteamericanos era importado por la Compañía Británica de las Indias Orientales desde China. En 1773, los ingleses anunciaron la subida de los impuestos al té que se exportaba a Estados Unidos, lo que provocó la ira de los colonos americanos. En Boston, la gente subió a los barcos de dicha compañía y vertió 324 cajas de té al mar. Este acto fue conocido como el famoso Motín del té (Boston Tea Party) que provocó dos años más tarde la Guerra de Independencia de los Estados Unidos que duró hasta 1783, finalizando con la rendición de los británicos en la batalla de Yorktown y la firma del Tratado de País, alumbrando una nueva nación: los Estados Unidos de América.

Hombres cargados con té en la provincia de Sichuan (1908). Foto: Ernest Henry Wilson. CC BY 2.0, Wikimedia commmons.
Hombres cargados con té en la provincia de Sichuan (1908). Foto: Ernest Henry Wilson. CC BY 2.0, Wikimedia commmons.

Los antiguos residentes de Yunnan cultivaban el té para saciar la sed tras utilizar sus hojas como infusión, lo que hizo separar por primera vez la comida de la bebida, un gran paso en la dieta de los seres humanos. Quizá por esta razón, el famoso erudito y sinólogo británico Joseph Needham (1900-1995) dijo en una ocasión que el té “es la quinta contribución china al mundo después de la pólvora, el papel, la imprenta y la brújula”. Hoy en día, hay más de 50 países en todo el mundo que cultivan los arbustos de té y cerca de cien países que importan el té desde China. Así, el té ocupa en la actualidad un puesto muy importante entre las tres bebidas más saludables del mundo.

En China, tanto la gente de clase alta como los emperadores, eruditos o de clase baja como los plebeyos o los pescadores, todos consideran que tomar el té es un gran placer. Existe un refrán que dice: “los siete productos más importantes en una familia son la leña, el arroz, el aceite, la sal, la salsa de soja, el vinagre y el té”. Podemos ver, pues, que el té juega un papel muy importante en la vida cotidiana de los chinos. Señalar que el té que se transportaba por la antigua Ruta del Té y del Caballo era el pŭ’ěr (普洱茶), cultivado en la provincia de Yunnan, cuyas propiedades sobre la salud humana son bien conocidas. 

Nota: (1). El zānba (糌粑) es harina de la cebada qingke (青稞) tostada, alimento básico de la nacionalidad china zang o tibetana.

Más sobre las rutas comerciales históricas de China en Revista Instituto Confucio – ConfucioMag:


Revista Instituto Confucio 15

Publicado originalmente en la Revista Instituto Confucio.
Número 15. Volumen 6
. Noviembre de 2012.

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