El carácter yang (羊, cordero) se ha empleado frecuentemente para formar otros caracteres y palabras con significado positivo como 美 (měi, bello), 善 (shàn, bondadoso), 祥 (xiáng, auspicioso). Y es que el cordero ha sido desde la antiguedad uno de los animales domésticos favoritos por su belleza y tranquilidad y su utilidad como alimento.
El cordero (羊, yáng) se considera uno de los primeros animales domésticos de la antigua China. Es el origen de diferentes productos como la carne de cordero, derivados lácteos y prendas de piel. Cada parte del cordero es un tesoro, además de ser muy manso y apacible, es uno de los animales favoritos del hombre. Por eso, en la antigüedad, los chinos siempre utilizaban el carácter yang (羊) para formar otros caracteres y palabras. Muchos caracteres chinos con significado positivo se construyen con el radical 羊 (yáng), por ejemplo: 美 (měi, bello), 善 (shàn, bondadoso), 祥 (xiáng, auspicioso), etc. Esto refleja la visión que tenían los antepasados chinos del cordero y nos aporta información sobre la cultura china.
El carácter yang en la escritura jiagu (inscripciones sobre huesos o caparazón de tortuga), considerada la escritura china más antigua, se escribía como un sencillo dibujo de dicho animal. Las tres líneas horizontales son el cráneo, los ojos y la boca mientras que la línea vertical representa la nariz y los dos trazos que están encima son los cuernos. El carácter fue evolucionando hasta el que conocemos hoy en día.
Otro ejemplo es el carácter 美 (měi, bello). El cordero adulto es más sabroso y de él se pueden extraer más productos. De este modo, los chinos antiguos combinaban los caracteres 羊 (yáng) y 大 (dà, grande) para formar el carácter 美. En la antigüedad se pensaba que el cordero era el mejor tipo de carne. Originalmente la palabra mei también significaba sabroso, pero paulatinamente se fue utilizando para referirse a la belleza de los colores, los sonidos, las figuras, etc.
El carácter 羔 (gāo, cordero), es como un croquis de la escena de asar el cordero, pues combina el carácter yang (羊) y el radical de fuego灬. Es decir, el cordero está sobre el radical del fuego. Más tarde, los chinos antiguos descubrieron que los corderos que se cocinaban de esta manera quedaban muy tiernos y deliciosos, y comenzaron a utilizar el carácter gāo para referirse a corderos pequeños. Posteriormente se utilizó para referirse a diversos animales recién nacidos.
En la antigüedad, los carneros se servían como ofrenda cuando los chinos antiguos ofrecían sacrificios a los dioses o a sus antepasados. Las mejores comidas de casa se ponían en el altar para que sus divinidades y ancestros las disfrutaran. Los animales que criaban en casa siempre eran las primeras opciones. El carácter 祥 (xiáng) viene de ahí aunque, en adelante, adquirió el significado de auspicioso. China es un país con gran tradición de celebrar rituales, donde ofrecer carneros a los antepasados era una ceremonia muy importante en los tiempos pasados, de ahí que el carácter 仪 (yí, rito) también lleve el radical de yang en su forma tradicional 儀.
Los animales comestibles más ricos en la China antigua eran el cordero y el pescado. Como en el este y en el sur de China había pocos corderos pero peces en abundancia, al primero se le consideraba un delicioso manjar; mientras que en el oeste y en el norte de China, había muchos corderos y pocos peces, por lo que el pescado era considerado un manjar. Según esta condición, se combinaron los dos caracteres 鱼 (yú, pez) y 羊 (yáng, cordero) para que formaran un nuevo carácter 鲜 (xiān). Este nuevo carácter refleja perfectamente la importancia que tenía en la antigüedad la comida. El significado original de xiān era “extraño” pero más tarde adquirió el significado de “sabroso”.
El carácter 善 (shàn, bondadoso) en la escritura jiagu consistía en dos ojos bajo una cabeza de cordero. Como los carneros tienen ojos mansos y apacibles, el cordero se convierte en símbolo de “bondad”. Por supuesto, estas explicaciones son solo una de las múltiples posibles interpretaciones del carácter.
En la escritura jiagu, el carácter yang (羊) tiene unas 40 formas diferentes y la característica común más destacada de dichas formas son los dos cuernos sobre la cabeza. En el Gran diccionario de los caracteres chinos hay más de 200 que tienen el carácter yang como su radical.
“Colgar la cabeza de carnero para vender carne de perro” es un refrán que hace referencia a que antiguamente algunas tiendas vendían carne de perro como carne de cordero. Ello denota hacer cosas malas con una buena excusa. Este dicho apareció por primera vez en la dinastía Song(宋, 960-1279), lo que indica que en aquella época el cordero era caro y su consumo muy codiciado.
En chino la palabra 替罪羊 (tìzuìyáng, chivo expiatorio) es un extranjerismo. En idiomas como el inglés, alemán, francés y español se utiliza para referirse a una persona inocente a quien se le echan todas las culpas para eximir al verdadero culpable. En la China antigua había un cuento que se llamaba “el carnero que sufría pena por el buey”. En el período de las Primaveras y Otoños(春秋, 770-476 a.C.), Mencio (孟子) dijo: “un día, el rey Xuan de Qi (齐宣王) vio que un hombre pasaba por allí con un buey, y se enteró de que iba a matarlo como sacrificio. El rey no quiso ver sufrir al buey y entonces mandó sustituirlo por un cordero.” Si en Occidente la oveja se convirtió en chivo expiatorio, en Oriente tampoco tuvo una vida mejor.
«Aprender a caminar en Handan» (Hándān xué bù 邯郸学步) es una expresión que muestra cómo el hecho de imitar a los demás mecánicamente, hace que al final no se adquieran los cualidades de los otros sino que, además, causa que se abandonen las buenas cualidades y las capacidades propias.
Aprender a caminar en Handan 邯郸学步. Ilustración de Xavier Sepúlveda
Este modismo está formado por las palabras Handan (邯郸): capital del reino de Zhao durante la época de los Reinos Combatientes y Bù (步), caminar. Este es el origen de tan curiosa frese hecha:
Durante la época de los Reinos Combatientes (475 a.C.-221 a.C.), un joven del reino de Yan se desplazó a propósito a la ciudad de Handan, capital del reino de Zhao, puesto que había oído que la gente de allí caminaba con mucha elegancia.
Por el camino, se encontró con otro joven que venía hacia él de frente, cuyos andares le parecieron muy interesantes y atractivos. De hecho, enseguida comenzó a seguirlo para aprender e imitarlo: cuando el hombre daba un paso con el pie izquierdo, él también; cuando daba un paso con el pie derecho, él hacía lo mismo. De esta forma, y en poco tiempo, el joven se hizo un lío con el orden y el ritmo, sin preocuparse ni siquiera por la postura y el estilo. Continuó siguiendo a los transeúntes imitando sus pasos para aprender, lo que provocó que la gente se detuviera para observarle. Al cabo de unos días, el joven, aunque se encontraba agotado por el dolor de espalda y de piernas, seguía pensando que aún le faltaba mucho por aprender.
Más tarde, decidió abandonar su forma original de caminar para empezar a aprender desde cero. Sin embargo, tras muchos días, el joven no solo no había conseguido dominar el estilo de caminar de la ciudad de Handan, sino que además se olvidó de su manera inicial de andar. Por tanto, no tuvo más remedio que regresar al reino de Yan arrastrándose.
Fresco del antiguo filósofo y educador chino Confucio (551 a.C.-479 a.C.) encontrado en una tumba del Condado de Dongping, en la provincia de Shandong, al este de China, datada en 2.000 años de antigüedad. Foto: Wikimedia Commons «confucius», dominio público.
Confucio nació antes que los filósofos griegos Sócrates, Platón y Aristóteles. Sin embargo, Confucio destaca por su especial sabiduría y su carisma, destilados bajo un marcado carácter oriental.
Confucionació más de 80 años antes que Sócrates. Más de siglo y medio antes que Aristóteles y 120 años antes que Platón. Influyó tanto a China como al resto de Oriente durante más de dos milenios. Ha sido reconocido mundialmente como una estrella que ha iluminado el firmamento de la cultura oriental. En comparación con los otros tres filósofos occidentales mencionados Confucio destaca por su especial sabiduría y su carisma.
Una pequeña biografía de Confucio
Confucio (孔子,Kǒngzǐ), nació en el antiguo estado de Lu (鲁国) al sureste de Qufu, provincia de Shandong. Fue en el año 552 a.C. y su primer nombre fue Qiu (丘). También es conocido como Zhongni (仲尼). Su familia era de origen humilde. Confucio se quedó huérfano de padre desde muy pequeño. A los quince años, decidió estudiar y esforzarse al máximo. Aprendió a disparar flechas y conducir carruajes. Solía viajar con regularidad por diferentes lugares y fue a pedir consejos a Lao Zi (老子), director de la Biblioteca Nacional de la dinastía Zhou (周).
El primer maestro privado de China
Trabajó de empleado subalterno administrando un almacén. Más tarde trabajó también como funcionario que gestionaba los pastos. Confucio siempre se preocupó por los asuntos nacionales con entusiasmo patriótico y ambición igual que muchos otros jóvenes. A la edad de 30 años ya era muy famoso en el estado de Lu.
Rostro de Confucio, Socrates de Oriente
Al igual que Sócrates, Confucio fue el primer maestro profesional y el primer director de una escuela privada. Hasta entonces, los ciudadanos normales no tenían acceso a la educación. Estableció escuelas privadas. Promovió la generalización de la educación entre los pueblos ya fueran nobles o civiles, ricos o pobres. Entre sus alumnos también había hijos de nobles pero la mayoría de los aprendices eran de origen humilde.
Confucio y al duque de Jing
En el año 522 a.C. el duque Jing del estado de Qi (齐景公) recibió a Confucio cuando visitaba el estado Lu (鲁国). Los dos mantuvieron una conversación sobre la hegemonía china en el mundo. Cinco años después estalló la guerra civil en Lu. Entonces Confucio se dirigió a Qi con sus discípulos. En aquel momento, el duque Jing consultó sobre cómo administraría él un territorio. La respuesta de Confucio a esa pregunta es famosa:
“El emperador debe comportarse como un emperador, el cortesano debe comportarse como un cortesano, el padre debe comportarse como un padre, mientras el hijo debe comportarse como un hijo.”
Ante su respuesta, el duque volvió a preguntar sobre las maneras de gestionar el estado. Confucio le respondió: “la manera principal es reducir los gastos y eliminar el despilfarro”. Al escuchar sus palabras, el duque Jing se sintió satisfecho e incluso estuvo a punto de concederle un trozo de tierra. Sin embargo, debido a la oposición de algunos consejeros esta primera entrevista no dio el resultado esperado.
Recomendaba dominar el imperio mediante la virtud, es decir, el monarca debería ser ejemplo para el pueblo, en vez de amenazar a los ciudadanos o seducirlos con el poder, la violencia o el dinero
Magistrado de Zhongdu
En 501 a.C. Confucio, a sus 51 años, fue nombrado Zai (宰, magistrado) de Zhongdu (actual distrito de Wenshang, provincia de Shandong). Debido a los grandes éxitos logrados, fue nombrado Sikong (司空, ministro de la Construcción) y más tarde Dasikou (大司寇, ministro de Justicia). Cuando Confucio quiso introducir una gran reforma en Lu tuvo una gran oposición interna.
Durante una ceremonia de sacrificio para rendir culto divino presidida por el monarca algunos funcionarios negaron a Confucio deliberadamente su ración de carne. Éste era un castigo muy severo. Ello indicaba que la posición política de Confucio comenzaba a declinar. Ante aquella situación el maestro decidió viajar a otras tierras para buscar una salida.
Gárgola en Qufu, en la parte suroccidental de la provincia de Shandong, de la que fue magistrado Confucio, el Socrates de oriente.
Activista político
Confucio había cumplido medio siglo de vida cuando, junto con sus discípulos, empezó a viajar por diversos estados de la Planicie Central para visitar a sus monarcas. A cada uno de ellos les expuso sus opiniones políticas y les hizo recomendaciones personales sobre sus estados. Este viaje duró más de 14 años. Visitó sucesivamente a más de 70 monarcas pero todos mantuvieron una respetuosa distancia hacia él.
Para Confucio el monarca debería ser ejemplo para el pueblo en vez de amenazar a los ciudadanos o seducirlos con el poder, la violencia o el dinero. Sobre todo debería amarlos con sinceridad. Sin embargo los monarcas de los países de la Planicie Central sólo pensaban en oprimir salvajemente a sus súbditos e imponer su hegemonía al mundo. Sin dudalas palabras de Confucio cayeron en tierra yerma. Poco más tarde Confucio falleció a los 73 años. Era el año en el 479 a.C.
La derrota de su pensamiento
Su mayor deseo fue extender su pensamiento político a los distintos monarcas de su época. No obstante, sólo trabajó activamente como político durante cuatro años. Excepto uno de sus discípulos, el resto no lo entendieron realmente. Por esta razón, Confucio se sintió aislado. Su destino lo convirtió en una persona melancólica y depresiva. Esta soledad le hizo reflexionar mucho. Aunque Confucio no se convirtió en un funcionario de alto rango, sí fue un gran pensador de China.
Rescatar patrimonios culturales
Lo que más le preocupaba no era cómo disfrutar de una gran riqueza y alta posición sino morir sin dejar una buena reputación tras de sí. Por lo tanto, durante su vejez aprovechó todo su tiempo para dedicarse a la enseñanza y a la recopilación de documentos. A lo largo de toda su vida tuvo más de 3.000 discípulos, de los cuales 72 fueron sobresalientes. Recopiló sucesivamente documentos clásicos como Los libros de los cantos, Antología, El libro de los cambios, Los anales de Primaveras y Otoños,…
Dichos libros no eran sólo un patrimonio cultural rescatado por él, sino que también eran materiales didácticos que utilizaba cuando impartía clase. Todos ellos se convirtieron en obras clásicas de Zhuzibaijia (1). Por ejemplo, El libro de los cambios es muy misterioso, con un contenido muy recóndito. Confucio lo leyó repetidamente hasta romper en varias ocasiones las cuerdas de cuero que sujetaban el libro. Éste es el llamado cuento “Weibian Sanjue” (韦编三绝).
Maestro único en la historia
Al igual que Sócrates, Confucio solía discutir con sus alumnos sobre los conceptos en forma de diálogo y no dejó escrita ninguna obra al respecto en toda su vida. Las Analectas (论语, Lún Yǔ) es una compilación elaborada por sus discípulos basándose en las palabras y los comportamientos de su maestro cuando vivía. Este compendio es una información directa y fiable para conocer bien al sabio.
Una parte de la obra consiste en el monólogo del gran pensador. La otra parte abarca las diferentes opiniones sobre la vida y la sociedad en relación a las disquisiciones que Confucio mantenía con sus discípulos. Por tanto, la obra está escrita de manera coloquial y fragmentada pero sus palabras son concisas y poseen un contenido bastante completo.
Un resumen de su vida en sólo 38 caracteres
Confucio hizo un resumen de su vida a los 73 años utilizando sólo 38 caracteres chinos:
«A los quince años, mi mente ansiaba aprender.
Cuando tuve treinta, me mantenía firme.
En mis cuarenta, no tenía dudas.
A los cincuenta, conocía los decretos del cielo.
Cuando cumplí sesenta, mis oídos fueron capaces de recibir la verdad.
A los setenta, pude perseguir cuanto deseaba mi corazón sin transgredir lo correcto».
Ésta podría ser la autobiografía más breve del mundo.
El resumen de sus reglas morales: ren (仁, rèn), li (礼, lǐ) y yi (义, yí)
A diferencia de Sócrates, Confucio prestaba especial atención a la vida y a la sociedad. Abogaba por educar y administrar a las personas mediante reglas morales. Creía que la gente tenía tres valores morales muy importantes: ren (仁, rèn), li (礼, lǐ) y yi (义, yí).
Ren, a veces, se refiere al amor, pero la explicación más precisa es “benevolencia».
Li se refiere a las reglas sobre las palabras, los comportamientos, los protocolos y las costumbres. significa «justicia» o «rectitud».
Yi se refiere a la capacidad de hacer lo correcto y actuar de manera justa y moral.
Confucio creía que si una persona conseguía contener sus deseos y alcanzar la altura de ren, li y yi, era una persona noble. De lo contrario era una persona mal educada. Incluso planteó la idea de que una persona humanitaria poseería la longevidad. Otra de sus doctrinas decía: “lo que no quieras que te hagan a ti, no lo hagas a los otros”. Esta es otra ley infalible.
La época de Confucio: transición y reformas
El período de las Primaveras y Otoños (春秋, 770-479 a.C.) en el que vivió Confucio fue una época de transición y de grandes reformas sociales y, también, la más espléndida a lo largo de la historia en materia de pensamiento y cultura de China. Casi todos los pensadores más brillantes como Lao Zi (老子), Zhuang Zi(庄子), Mencio(孟子), Sun Zi(孙子), Mo Zi (墨子), vivieron durante este período. Sus tratados se desarrollaron gradualmente y se convirtieron en la esencia y la base de la civilización.
Confucio pintado por Kanō Sansetsu. Foto: Museo de Historia Nacional de Japón. Wikimedia commons, dominio público.
Confucio nació en un fértil momento histórico, fundó una escuela de pensamiento y se convirtió en el representante y el gran maestro ideológico y cultural de esa época, sentando las bases para los filósofos venideros del siguiente período de los Reinos Combatientes. Su doctrina y la posterior “escuela confuciana” llegaron a establecerse como la filosofía nacional y la ideología ortodoxa de China.
Principios como “vivir armoniosamente sin molestar a otros”, “todos los hombres son hermanos”, “cultivar a la persona, ordenar la familia, gobernar bien el estado, para que de este modo el mundo viva en paz”, han influido de manera notoria, durante más de 2.000 años, en el pueblo chino. Posteriormente se difundieron a países asiáticos como Japón y Corea, así como a otras regiones europeas.
La «Era Axial» de la civilización humana
Por aquel entonces, también tuvo lugar la llamada “Era Axial” (轴心时代) de la civilización humana, término acuñado por el filósofo alemán Karl Jaspers. Consideró que tuvo lugar entre el año 600 y el 300 a.C. en las regiones alrededor de los 30 grados de latitud norte. En dicho período y zonas la civilización humana hizo grandes avances. En casi todas las regiones desarrolladas surgieron simultáneamente maestros de pensamiento. Ellos fueron Sócrates, Platón o Aristóteles en la Grecia antigua, los profetas judíos de Israel, Sakyamuni en la India antigua, Confucio y Mencio en China, etc.
Confucio, lider espiritual y cultural del país
A la muerte de Confucio, el monarca del estado de Lu convirtió la antigua residencia del maestro en un templo para coleccionar y exponer sus objetos personales como ropa, sombreros, instrumentos, libros y otros recuerdos. Desde la dinastía Han, las posteriores lo consideraron como el líder espiritual y cultural del país, incluso sus obras y las de sus discípulos fueron elegidas como lectura obligatoria para los intelectuales que participaban en el examen estatal. El pueblo chino también considera sus preceptos morales como una guía para alcanzar las reglas de servicio a la patria, amor filial y cuidado de los padres o la fidelidad hacia los amigos.
Ochenta generaciones de descendientes
En el año 739, el emperador Xuanzong (玄宗) de la dinastía Tang (唐, 618-907) concedió el título “Wenxuanwang” (文宣王, Rey de los literatos) a Confucio. Por eso, los templos de Confucio distribuidos por toda China son también conocidos como Wénmiào (文庙, Templo Wen). Al sacar buenas notas en los exámenes estatales, los intelectuales acudían a los templos más cercanos para dar gracias a Confucio. Esta costumbre todavía se mantiene hoy en día en algunas zonas. A su pueblo natal, Qufu, se le considera la cuna de la escuela confuciana. Todos los años se celebra un gran rito alrededor del día del nacimiento de Confucio en Qufu, y se convierte en un famoso punto de interés turístico. El maestro tiene ya 80 generaciones de descendientes y es una de las familias nobles más duraderas y numerosas de toda China.
(1). Zhuzibaijia (诸子百家):varias escuelas de filosofía y sus exponentes durante el periodo desde los tiempos pre-Qin (秦 221-206 a.C.) hasta los primeros años de la dinastía Han (汉 206-25 a.C)
«Tratar de dirigirse al sur con el carruaje orientado al norte». Una frase hecha que recuerda que para hacer cualquier cosa, primero hay que estar bien orientado.
Tratar de dirigirse al sur con el carruaje orientado al norte
(Nán yuán běi zhé) 南辕北辙
Hace mucho, mucho tiempo, había un señor que quería viajar al reino de Chu desde el reino de Wei. El abundante dinero que llevaba encima le permitió contratar una carroza y unos buenos caballos, así como un cochero veterano. Pese a que el reino de Chu estaba al sur de Wei, él dirigía su carroza hacia el norte.
Durante el trayecto, la gente le preguntaba cuál era su destino y él contestaba en voz alta: “voy rumbo al reino de Chu”. Un transeúnte lo detuvo diciendo: “para ir a Chu debería dirigirse al sur y es obvio que ahora va en una dirección errónea”. No obstante él dijo: “no pasa nada, pues mis caballos corren mucho”. El transeúnte paró a sus animales y continuó diciendo: “por muy rápido que corran sus caballos, si va en una mala dirección, nunca llegará al reino de Chu”. El hombre, aferrado a su idea, dijo: “no pasa nada, tengo dinero de sobra”. Otros caminantes, algo inquietos, respondieron: “en ese caso va a malgastar su dinero”. Al final el hombre, algo molesto, contestó: “no importa, mi cochero tiene mucha experiencia”. Al ver que sus palabras no servían para nada, el transeúnte soltó las riendas y vio cómo este hombre continuaba por el camino que le apartaba cada vez más de la ruta hacia el reino de Chu.
Yuan (辕, yuán), una pieza de madera con la que se maneja a los animales, hace referencia a la carroza en esta frase hecha, mientras que Zhe (辙, zhé), las huellas que marcan las ruedas, simboliza el camino. La carroza se dirigía rumbo al sur pero las huellas de ésta indicaban la dirección hacia el norte: es decir, tenían que dirigirse ‘hacia el norte’ para llegar al sur. Esta fábula quiere transmitir que, para hacer cualquier cosa, primero hay que estar bien orientado, pues de esta manera se pueden explotar las condiciones favorables de las que disponemos para alcanzar finalmente los objetivos. De lo contrario, los esfuerzos y las condiciones favorables sólo causan un alejamiento cada vez mayor del propósito original.
Como todas las lenguas, el idioma chino puede generar equívocos y malentendidos incluso entre los que más lo dominan. Aquí llega una nueva entrega de ejemplos útiles para evitar sorpresas.
La responsabilidad de la limpieza
Una familia de tres personas se trasladó llena de felicidad a su casa nueva compuesta por tres habitaciones y dos salas. Sin embargo, padre e hijo no cuidaban mucho la limpieza y en poco tiempo la casa nueva se volvió patas arriba.
Un día, la mujer ya no pudo aguantar más y escribió una nota en la puerta que decía: ¡Mantener la limpieza es responsabilidad de todos! (讲究卫生,人人有责!)
Cuando volvió el hijo a casa, al ver la nota que dejó su madre, sonrió y añadió un trazo al primer caracter ren (人), transformándolo en da (大) y cambiando el significado de la misma por el de: ¡Mantener la limpieza es responsabilidad de los adultos! (讲究卫生,大人有责!)
Luego volvió el marido, inspirado por el hijo, sin vacilación, le añadió otro trazo encima al mismo carácter, cambiando de nuevo el significado al de fu (夫): ¡Mantener la limpieza es responsabilidad de la mujer! (讲究卫生,夫人有责!)
Redacción en un idioma extranjero
Martín y Juan enseñan inglés en una universidad española. Un día, cuando el profesor Martín estaba corrigiendo la redacción en inglés de un alumno, de repente gritó furiosamente: ¡Por Dios, cómo puede ser! ¡Tantos años enseñando inglés y nunca he visto una redacción tan terrible!
El profesor Juan le preguntó: ¿Qué pasa? ¿De qué se trata?
A lo que contestó Martín: el título es El cuento del príncipe y el mendigo.
¡Me parece muy bien!, dijo Juan convencido
A lo que respondió Martín: “el estudiante escribió al comienzo de la redacción lo siguiente: el niño pobre le preguntó al príncipe: “¿sabes hablar chino?” Y el príncipe contestó afirmativamente. Y a partir de ese momento el resto de la composición la escribió toda en chino. ¡Qué barbaridad! ¡No entiendo nada!”
Más tarde, descubrieron que era un error ortográfico que no encontraron en la revisión. En vez de poner “escribir una redacción en inglés” se había puesto “escribir una redacción en un idioma extranjero”.
Los clasificadores no se pueden omitir
En una clase de chino, el profesor acababa de explicar los usos habituales de algunas palabras, las combinaciones fijas de los clasificadores y algunas cuestiones notables. Para comprobar si todos lo entendieron, preguntó: “¿lo tenéis claro?”
Los estudiantes contestaron juntos: ¡Sí!
Así que el profesor continuó con su clase: “generalmente, aunque los clasificadores solo sirven para una explicación complementaria, no pueden eliminarse a la ligera. Ahora, ¿quién puede darnos un ejemplo para confirmar que no se pueden omitir?”
Martín contestó en voz alta: “por ejemplo en la frase “le doy un cuchillo”, si se quita el clasificador de cuchillo, se convierte en “le doy una puñalada”.
Banquete nupcial de una tonelada
Un chico después de trabajar muchos años en la ciudad, vuelve a casa para contraer matrimonio. Sus padres vivían en un pueblo cercano. Según la costumbre local, el novio tiene que celebrar la boda en su pueblo natal. Un día antes de la boda, su padre le envió un mensaje: “¿cuántos ciudadanos van a asistir a la boda para que preparemos el banquete?”
A lo que el chico contestó: “no hay mucha gente, prepara sólo una tonelada de comida”. Como estaba muy ocupado en aquel entonces, escribió mal el caracter dun (顿) -el clasificador de comida-, por el de dun (吨), una tonelada.
Sorprendido, respondió enseguida su padre: “si he de preparar una tonelada de comida, tengo que ir en seguida a comprar más arroz y una sartén más grande. Te sugiero aplazar la boda un par de días”.
Al igual que cualquier idioma, el lenguaje chino evoluciona y engendra continuas innovaciones. Estas son algunas palabras populares que sirven de ejemplo de las variaciones evolutivas del chino en los últimos años.
La función más destacada del idioma chino consiste en ser el instrumento más importante de la producción, de la vida y de la comunicación del pueblo chino. Con su uso y debido al surgimiento incesante de nuevos conceptos y nociones en la sociedad real, el idioma mismo evoluciona y engendra nuevas variaciones e innovaciones. A continuación, vamos a presentarle una serie de palabras populares, lo cual no es más que la punta de un iceberg de la innovación y las variaciones evolutivas del chino en los últimos años. Esto servirá como plataforma para conocer la sociedad actual china y familiarizarnos con las tendencias del desarrollo del chino. Esperamos que le guste y ayude a despertar su interés por el aprendizaje de la lengua china.
1. Lǘ yǒu (1)驴友
El llamado lǘ yǒu (segundo y tercer tono respectivamente) sirve para designar a aquellas personas a las que les gustan los viajes en solitario o actividades independientes al aire libre. Lǘ (en chino significa burro) es una broma que hacen consigo mismo dichas personas, y al mismo tiempo es la homofonía de lǚ (2) (viajar, alojarse fuera de casa), mientras yǒu (viajar, recorrer, errante) además de ser amigo, es la homofonía de . Generalmente, los “burros amigos” comparten las siguientes características:
Primero, son un grupo de desconocidos. La mayoría de ellos no se conocen antes del viaje. La principal manera de conocerse y contactar entre ellos es por medio de Internet. Por ejemplo planificar las actividades, determinar la fecha y lugar en Internet, etc.
Segundo, respetan sus vidas privadas. Aunque se conozcan cara a cara, los “burros amigos” utilizan mutuamente el modo de tratamiento en Internet. A pesar de estar familiarizados entre sí, mantienen el principio de respetar sus vidas privadas e intimidad. No cuenta o no preguntan dicha información personal, como son nombre real, profesión, edad, datos familiares propios o ajenos. Lo cual es muy diferente de las costumbres de la mayoría de los chinos.
Tercero, la naturaleza del grupo es abierta. Pueden ir y venir con libertad y además en las actividades de estilo auto-ayuda cada uno asume su propio riesgo.
En cuanto a la razón de por qué dichas personas se llaman con humor entre sí “burro amigo”, además de por cuestiones del idioma, también puede ser porque tiene algo que ver con que “lǘ” (burro) es un animal muy trabajador.
2. Hǎi guī 海龟
El llamado hǎi guī (tercer y primer tono respectivamente) se refiere a aquellas personas que después de estudiar o trabajar un plazo de tiempo en el extranjero vuelven a trabajar en China de nuevo. Hǎi significa ultramar (3), mientras que guī quiere decir regresar, volver (4).
Por coincidencia, en chino, la pronunciación hǎi guīes homófona al de un animal acuático, la tortuga marina. Por eso a veces, estas personas son llamadas “tortuga marina” de broma.
En un principio, casi todos los hǎi guīson personas que corresponden a la élite en todos los ámbitos y son muy requeridas en el mercado laboral por su gran experiencia y conocimientos. No es exagerado decir que hoy en día se puede encontrar su presencia entre los principales profesionales y técnicos o como dirigentes administradores en todos los sectores.
Pero durante los últimos años, a medida que ha crecido el número de los hǎi guī, la violenta competencia en el mercado de los recursos humanos y la escasez de las oportunidades de empleo, más la alta expectativas que tiene loshǎi guī en cuanto al puesto y salario se refiere, han provocado que no puedan encontrar un trabajo ideal a corto plazo. No tienen otro remedio que quedarse en casa a esperar mejores oportunidades. Por eso, hay gente que le da a este tipo dehǎi guīotro sobrenombre y sería el de hǎ , que viene a significar “hǎi guī en espera de un trabajo”. A causa de la pronunciación de hǎ es homófona a la de una planta marítima, alga, les llaman jocosamente algas a estas personas.
3. Fěn sī 粉丝
El llamado fěn sī (tercer y primer tono respectivamente) alude a los fanáticos de las estrellas o los famosos. Ellos no solo conocen muy bien los hábitos y las costumbres, el carácter y las preferencias, el vocabulario y el comportamiento, la ropa y la moda de sus ídolos, sino que también los imitan deliberadamente, algunos incluso están completamente obsesionados con ellos y disfrutan con esa situación.
En chino,fěn sī es un tipo de fideo que se elabora con almidón de frijol verde o batata. Lo más increíble es que esta palabra es una traducción de la pronunciación literal de la voz inglesa fan que significa, fanático, seguidor; como suelen ser muchos se suele escribir en plural fans. Fue así como un primer traductor, usando su imaginación e ingenio, tradujo el término como de los seguidores entusiastas por fěn sī (fideo de almidón), desde luego una conversión al chino muy original.
Notas:
(1). La palabra “lǘ yǒu” literalmente, “burro amigo”, tiene la misma pronunciación que la palabra “lǚ”(significa viajar o viaje), simplemente se cambia los tonos.
(2). “lǚ” junto con la siguiente sílaba “” compone la palabra “lǚ”, como se ha mencionado en la primera nota, significa viajar o viaje.
(3). “Hǎi”, literalmente es “mar”, en esta palabra es la simplificación de “hǎ”, ultramar.
(4). La palabra “hǎi guī”, literalmente, volver desde ultramar.
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Chino Mandarín: ese es el idioma oficial de la República Popular China con una historia de más de 4.000 años. Un dialecto original de Beijing que, según las estadísticas oficiales, es la lengua más hablada del mundo.
Diferentes caracteres del idioma chino mandarín en la vida diaria de cualquier ciudad de China. Fotos de José Vicente Castelló.
Chino mandarín: este es el idioma más representativo y hablado de la República Popular China (RPCh). Es una versión oficial y estándar del dialecto hablado en su capital, Beijing –conocido por beijinghua (北京话) o por beifanghua (北方话)-. Aunque en todo el mundo se le llama chino mandarín –nombre procedente de los funcionarios del gobierno imperial que accedían a sus puestos tras aprobar una serie de exámenes basados en las obras de Confucio (551-479 a.C.)-, los chinos poseen otras forma de calificarlo dependiendo de su ubicación o relación histórica, así se refieren a él como baihua (白话) o putonghua (普通话) –idioma común, término acuñado por Mao Zedong (1893-1976) tras la fundación de la República Popular China-, hanyu (汉语) –idioma han, grupo étnico mayoritario-, guoyu (国语) o huayu (华语) –idioma nacional, más utilizado por los chinos de ultramar que habitan las zonas de Indonesia, Malasia, Singapur o Estados Unidos y también en Taiwán- o simplemente zhongwen (中文) o zhongguohua (中国话) –chino en forma más literaria y oficial-.
El chino mandarín pertenece a la familia lingüística Sino-tibetana y, tras una historia de miles de años, fue oficialmente adoptada como lengua de la República Popular China tras su fundación el 1 de octubre de 1949 con el propósito de crear un idioma común para que todos los habitantes de China pudieran entenderse formalmente y es, además, una de las seis lenguas oficiales de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) junto con el árabe, español, francés, inglés y ruso. La unificación de las diferentes variedades del chino en una sola lengua obedeció en realidad más a razones políticas que lingüísticas, pues con ello se pretendía crear una identidad nacional unificada de la que se carecía hasta entonces.
Las estadísticas aseguran que el chino mandarín es hablado por todos los habitantes de China, es decir, más de 1.300 millones de personas, siendo así el idioma más utilizado del mundo, seguido del hindi, del inglés y del español. Sin embargo, la realidad demuestra que sólo una parte de los chinos habla mandarín –se calcula que unos 840 millones-, es decir, los que habitan en Pekín o su área de influencia en el norte del país y en el centro, mientras que en el resto del territorio si no lo hablan, sí son capaces de entenderlo.
El idioma chino, considerado por ellos mismos también como el más difícil del mundo, está compuesto por decenas de miles de distintos caracteres –hanzi (汉字)- que bien solos, bien en grupos de dos o tres tienen significado propio.
El chino mandarín, considerado por ellos mismos también como el más difícil del mundo, está compuesto por decenas de miles de distintos caracteres –hanzi (汉字)- que bien solos, bien en grupos de dos o tres tienen significado propio. Cada caracter es un concepto que representa una palabra monosilábica o una sílaba de una palabra más larga. Su evolución ha sido constante y variada. Así en la actualidad existen dos formas distintas de escribir los caracteres, una la forma simplificada -utilizado en China tras la Revolución Cultural con el fin de que fuera estudiado por la inmensa población y erradicar el analfabetismo-, y otro complicado o tradicional -utilizado primordialmente en Hong Kong, Macao, Singapur y Taiwán-.
Gramaticalmente el idioma chino no es demasiado complicado, incluso algunos filólogos afirman que el chino carece de una gramática bien definida. El caso es que ciertas normas o usos más o menos aceptados sí que existen dándole un carácter gramatical de contexto. Podríamos decir que la única pega o dificultad sería el uso de los clasificadores frente a un sustantivo, una especie de muletilla que hace que el nombre no vaya nunca solo y se defina dentro de un grupo familiar determinado de conceptos. Es un término bastante complicado de explicar y de entender, y no queda más remedio que aprenderlo de memoria, pues cada sustantivo tiene un clasificador distinto.
En chino mandarín los verbos no se conjugan, ni existen los tiempos pasado, presente y futuro, los sustantivos no se declinan, al no existir ni femenino ni masculino ni neutro, ni los adjetivos han de concordar en género y número. Tampoco existen los plurales, pues basta con decir cuántas cosas hay –una, siete o muchas-. Las frases básicas siguen una estructura de sujeto-verbo-predicado, haciéndolas muy parecidas al español, mientras que los adjetivos y frases descriptivas y calificativas, preceden a los sustantivos, como en inglés.
El chino posee además un verbo copulativo shi (是) -ser, en español-, que no cambia de forma con el tiempo verbal, la persona o el número. Esto último constituye una importante ventaja frente a otras lenguas en su aprendizaje, ya que uno puede formular muchas expresiones siempre que conozca cierto número de palabras y maneje algunas reglas gramaticales que son realmente muy simples.
En cuanto a su concepción oral, podemos añadir que se trata de un idioma tonal, es decir, dispone de pocos sonidos silábicos que se repiten multitud de veces y que se distinguen los unos de los otros por su tono, lo que lo convierte en un idioma especialmente musical. Existen cuatro tonos, más el neutro, que se distribuyen dependiendo de su nivel alto, ascendente, descendente-ascendente y descendente. De este modo la sílaba ma con el primer tono significa madre, con el segundo cáñamo, con el tercero caballo y con el cuarto insultar; o la sílaba wen, que puede significar tibio, escritura, besar o preguntar dependiendo del tono en que se pronuncie. Este siempre ha sido el caballo de batalla de todos los extranjeros, especialmente de los occidentales no acostumbrados a este tipo de idiomas, teniendo verdaderos problemas en distinguir un tono de otro o de confundir sus significados, por ello hay que tener mucho cuidado y no decir “te quiero besar” en vez de “te quiero preguntar” o “mi caballo cocina muy bien” en lugar de “mi madre cocina muy bien”.
Se trata de un idioma tonal, ya que dispone de pocos sonidos silábicos que se repiten multitud de veces y que se distinguen los unos de los otros por su tono, lo que lo convierte en un idioma especialmente musical.
Por lo que a su escritura se refiere, el chino está representado por miles de caracteres únicos, unos más complicados que otros. Se supone que fueron inventados hace más de 4000 años por el mítico Emperador Amarillo y se trataba de sencillos dibujos que representaban objetos. Poco a poco esos garabatos fueron evolucionando hasta lo que hoy conocemos por los caracteres actuales, que sin duda, evolucionarán igualmente dependiendo de la tecnología y las necesidades humanas en el futuro.
La lengua china es conocida en todo el mundo por su escritura en forma de caracteres pictográficos. La minoría de ellos es, en verdad, una representación estilizada de lo que representan –una casa, un carro, una persona-, mientras que su mayoría son composiciones de un significado y un sonido. Aunque se han catalogado más de 56.000 caracteres distintos, muy pocos chinos son capaces de identificar más de 12.000 de ellos. Se considera un nivel elevado cuando una persona domina más de 10.000 caracteres y un nivel intermedio entre 6.000 y 8.000, sin embargo para leer el periódico bastará con conocer de entre 2.000 a 3.000 caracteres. La gente que habita las zonas rurales de China conoce entre 1.200 y 1.500 caracteres, suficientes para no ser considerados analfabetos.
Cada carácter chino representa una sílaba hablada, haciendo que el chino se componga principalmente de palabras monosílabas, aunque por lo general también hay composiciones de éstas. Así por ejemplo, la palabra dian –electricidad- y nao –cerebro- componen el concepto de ordenador o computadora –diannao (电脑)- o el sustantivo jia –casa- junto con ren –persona- resulta en la idea de familia o familiar –jiaren (家人)-.
La escritura desarrollada en la época Shang (1600-1046 a.C.) continuó su desarrollo durante la época de la dinastía Zhou (1050-256 a.C.). Como consecuencia de la división política característica de esta época, los caracteres se desarrollaron en formas y estilos muy diversos, coexistiendo numerosas variantes para cada carácter. Al estilo de escritura de esta época se le conoce como dazhuanshu (大篆书) o «escritura de sello grande».
Con la reunificación de China bajo el Primer Emperador Qin Shi Huang (259-210 a.C.), una de las numerosas medidas de normalización afectó precisamente a la escritura. Bajo la supervisión del Primer Ministro Li Si se recopilaron listas con las formas normalizadas de los caracteres. Esta unificación del sistema de escritura dio lugar al estilo de caligrafía xiaozhuanshu (小篆书) o «escritura de sello pequeño», que utilizaba trazos más angulosos y menos circulares que los de la escritura de sello grande antigua.
Durante la dinastía Han (206 a.C.-221 d.C.) surgirían otros estilos de caligrafía que se han conservado hasta nuestros días. El lishu (隶书) o «escritura administrativa», el xingshu (行书) o “escritura semicursiva” -literalmente «corrida»-, y el caoshu (草书) o “escritura cursiva” -literalmente «de hierba»-, se refiere a caracteres rápidamente escritos con trazos sueltos y enlazados.
El último estilo caligráfico en desarrollarse fue el kaishu (楷书) o «escritura regular», que alcanzaría su forma actual durante la dinastía Wei del Norte (386-534). Éste es el estilo principal hoy en día, el que se utiliza en periódicos y libros, así como en formatos electrónicos. De ahí dio el salto al simplificado o jiantizi (简体字) que se usa actualmente en la República Popular China frente al complicado o fantizi (繁体字), usado en Hong Kong, Macao, Taiwán, Singapur, etc.
El chino mandarín es la lengua más hablada del mundo y la que antes se imprimió en tipos móviles. Arriba, texto de medicina china tradicional impreso en sellos de madera, llamado Bencao . Foto: Wikipedia.
Pinyin, un apaño para entendernos
Habiendo tantos idiomas y dialectos en China lo único que realmente los une es la escritura, pues todos ellos se escriben utilizando los mismos caracteres, aunque cada persona, dependiendo de su procedencia, los pronunciará de una forma u otra. Sin embargo, los occidentales que se enfrentan por primera vez a un carácter chino son incapaces de descifrarlo y mucho menos de leerlo. Desde hace años se han creado diversos métodos de escritura latina para poder leer de un modo sencillo y preciso la pronunciación de los caracteres chinos.
El pinyin (拼音) –alfabeto fonético, literalmente significa “deletreo por sonido”- fue creado hace más de cien años para poder deletrear fonéticamente los caracteres chinos, aunque no recibió un impulso decisivo hasta 1958, cuando el Partido Comunista de China (PCCh) decidió crear la simplificación de los caracteres, y en la actualidad, no sólo es el más preciso y exacto con respecto a la pronunciación del chino estándar, sino que también es usado internacionalmente para poder escribir los nombres de personas, sobre todo el mundo de la política y los negocios, de ciudades y términos científicos. Gracias a su eficacia ha reemplazado a otros sistemas de romanización más antiguos y menos precisos tales como el Wade Giles (creado en 1859 y modificado en 1912) o el Zhuyin –más conocido como Bopomofo-.
Siguiendo las normas de esta descripción, Pekín debería escribirse Beijing –la capital del norte-, Shangai tendría que ser Shanghai –la ciudad sobre el mar o literalmente “ir al mar”- y Cantón pasaría a ser Guangzhou. Aunque la comunidad internacional ha aceptado este tipo de denominación, sobre todo la de habla inglesa, los hispanohablantes se resisten al cambio y siguen nombrando a esas ciudades con el nombre aceptado de una traducción incorrecta realizada hace siglos por unos monjes franceses.
Cada vez son más los hispanohablantes que se plantean el estudio del chino, sin embargo, todo ellos se enfrentan a un idioma con una pronunciación muy difícil y distinta a la del español. Es por ello, que el aprendizaje del pinyin al comienzo supone un arma muy importante a la hora de enfrentarse a la compleja pronunciación.
En la actualidad, el pinyin es muy útil sobre todo a la hora de estudiar el idioma chino, pues supone la base de la pronunciación y la forma más rápida de conocer cada carácter a qué tono pertenece, lo que simplifica mucho las cosas a los estudiantes occidentales. También es muy útil a la hora de usar el teclado de un ordenador o enviar mensajes de texto SMS a través de un teléfono móvil.
Cada vez son más los hispanohablantes que se plantean el estudio del chino, sin embargo, todo ellos se enfrentan a un idioma con una pronunciación muy difícil y distinta a la del español. Es por ello, que el aprendizaje del pinyin al comienzo supone un arma muy importante a la hora de enfrentarse a la compleja pronunciación de una lengua tonal y con fonemas inexistentes en español –africados, aspirados y retroflejos-. Sin embargo, sigue siendo un tema bastante desatendido y olvidado por parte tanto de los profesores que la imparten, como de los propios alumnos que prefieren emplear su tiempo en la escritura, comprensión oral o en la gramática antes que en la correcta pronunciación. No es exagerado afirmar que sin una buena pronunciación, acompañada de los sistemas acentuales y entonativos que dan como resultado una prosodia difícil de asimilar, es imposible una correcta comunicación, pues nos podemos ver en situaciones en la que una de las partes no entienda a la otra al no pronunciar correctamente o no decir el tono correspondiente.
Así pues, si un día nos acercamos hasta China saludaremos diciendo nin hao! (您好!), compraremos preguntando duoshao qian? (多少钱?) y comeremos un tazón de mifan (米饭) después de visitar la calle comercial Wangfujing (王府井) de Beijing (北京), eso sí, en una perfecta pronunciación.
El chino moderno para todos
En la actualidad, parece imprescindible en la sociedad multicultural y global en la que vivimos ampliar los conocimientos y la enseñanza del idioma chino, conocer su lengua, sus hábitos y costumbres, lo que nos llevará a mejorar en las relaciones internacionales, comerciales, a la hora de cerrar acuerdos económicos y establecer contacto directo con los ciudadanos chinos. Cada vez un número mayor de empresarios y hombres de negocio deciden comenzar sus estudios de chino en un afán por mejorar sus perspectivas y el entendimiento directo con sus contrapartes chinos sin la necesidad de usar un tercer idioma como comodín, por lo general el inglés.
Ahora bien, también es cierto que el chino mandarín es una lengua que precisa de un mayor tiempo de estudio y dedicación comparado con el aprendizaje de otros idiomas europeos. Lo que un estudiante consigue en 740 horas de estudio del inglés, francés o italiano para alcanzar un nivel avanzado, en idioma chino necesita 2.760 horas de clase para el nivel intermedio. Esto significa que un empresario debe dedicarle muchas horas de estudio para alcanzar un nivel suficiente como para usar la terminología económica y de negocios y así establecer relaciones comerciales fructíferas con sus socios chinos, mientras que un entusiasta del chino que desee conocer la lengua por puro interés necesitará menos horas para alcanzar un nivel tal que le sirva como medio efectivo de comunicación en situaciones normales de la vida cuotidiana.
También es cierto que debido a la dificultad del idioma, muchos estudiantes deciden centrarse más en un campo que en otro. Así, los hay que prefieren aprender la escritura -bien porque se sienten atraídos hacia ella, bien porque quieren dedicarse a la traducción escrita-, otros a la lectura de los clásicos –escritos en un lenguaje culto denominado wenyan (文言)-, y los hay también que prefieren dedicarse única y exclusivamente al lenguaje oral, pues su fin es alcanzar un nivel suficiente para mantener conversaciones de todo tipo. Desde luego, lo ideal sería poder dominar todos esos aspectos.
Además de todo eso, aprender un idioma extranjero es, a la vez, conocer y entender la cultura de la nación origen de ese idioma. Así, no es fácil explicar y hacer entender la cultura china a los estudiantes extranjeros, y especialmente a los hispanohablantes, sobre todo por la diferencia de mentalidad y de pensamiento entre el mundo chino y el hispano.
Un mar de dialectos en China
Además del chino mandarín, existen otros nueve grupos dialécticos en todo el país que a su vez se dividen en multitud de subdialectos y que regionalmente se agrupan en el wu o shanghainés –el más hablado después del putonghua-, yue o cantonés, min -de la provincia de Fuzhou-, jin, xiang o hunanés –de la provincia de Hunan-, hakka o kejia, gan, hui y, finalmente, el pinghua. Vemos que en verdad se trata de varias lenguas con diferentes dialectos.
Junto a estas variedades lingüísticas se hablan en China otros idiomas específicos, tales como el tibetano, el uigur, el mongol, el tártaro o los propios de cada una de las 56 minorías étnicas chinas, haciendo que la variedad de idiomas, dialectos y subdialectos se multiplique exponencialmenteen el país más poblado del planeta.
Cada uno de los diferentes dialectos que existen en China utiliza la escritura han, aunque su lectura sea muy distinta, quedando, de esta manera, unificados de algún modo, aunque el cantonés posee unos 3.000 caracteres propios distintos del mandarín. Precisamente éste era el fin de la Revolución Cultural, encauzar a toda la población hacia el uso estandarizado de una misma lengua a la que llamaron el “idioma común” o putonghua mediante su implantación en las escuelas. Usado como arma oficial debería constituir la base de la unidad de la nación china. Se asienta en los dialectos del norte y, especialmente, en el pequinés o mandarín. Aunque no todo el mundo está obligado a hablarlo sí lo entiende, sobre todo la gente joven, pudiendo mantener en cada caso su dialecto o idioma original.
Por su parte, el cantonés o idioma yue (粤语) o también guangzhouhua (广州话) es una lengua de importancia mundial, ya que además de ser hablado por los 72 millones de cantoneses, lo es también por los habitantes de Hong Kong –idioma oficial junto con el inglés-, ciudad de más de siete millones de personas que no hablan mandarín –aunque en los últimos años el Gobierno chino está haciendo un gran esfuerzo por enseñarlo-, Macao y, generalmente, entre las comunidades chinas de ultramar, sobre todo en el sudeste asiático y en la costa oeste de los Estados Unidos y Canadá.
El idioma cantonés –nombrado así en lugar de idioma yue, que sería lo más correcto, por la romanización del francés de la palabra Guangzhou (Cantón en español)- posee seis tonos de duración normal y tres de duración corta, es decir, en total nueve tonos –frente a los cuatro del mandarín, más el neutro-. Conserva un número mayor de sonidos finales frente al chino y su composición silábica permite multitud de combinaciones, pero no triptongos.
El wu (吴语), hablado principalmente en Shanghai, Jiangsu, Zhejiang, Anhui y alrededor de los afluentes del río Yangtsé (en total unos 78 millones de hablantes), sólo tiene dos tonos –ascendente y descendente-. En la actualidad, está prohibido en las escuelas y medios de comunicación, aunque se puede oír en emisoras locales de poco ámbito. La única forma de este idioma permitido en retransmisiones públicas es en la ópera local Hu (沪剧) y en su variedad ortodoxa hablada por campesinos.
Nota:
Parte de la información obtenida para elaborar este artículo ha salido de fuentes encontradas en diversas páginas webs de Internet; del artículo Los dialectos del chino, de Lina María Conde, 445515, Chino III; del manual recopilatorio La enseñanza de la lengua china como lengua extranjera en España (全国汉语教学大会), Valladolid 2007; del libro Fonología china, de Maximiano Cortés; y de otros.
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Equívocos y malentendidos: «Nǎ lǐ, nǎ lǐ», la nueva explicación del carácter «wěn» y el significado de «fāng biàn»
Bonita, ¿dónde?
哪里都漂亮
Martín no sabía bien el significado de nǎ lǐ, nǎ lǐ que siempre utilizan los chinos. Se trata de una expresión de modestia, que en circunstancias normales tiene poco significado práctico.
Una vez, asistió a una boda de un amigo chino y elogió con cortesía la belleza de la novia. En vez de ésta, el novio que estaba al lado le contestó sin pensar: “¡Nǎ lǐ, nǎ lǐ!”
A Martín le sorprendió mucho. Pensaba: “¡qué extraño! Ya he elogiado educadamente la belleza de la novia, todavía no está satisfecho. Quiere que le dé ejemplos para especificar”. Entonces, le dijo: “me gusta su pelo, las cejas, los ojos, las orejas, la nariz, la boca, ¡todo es muy bonito!” La respuesta provocó una carcajada de todos los presentes. (1).
La nueva explicación del carácter wěn
“吻”字新解
María lleva ya dos años estudiando chino y ha alcanzado un cierto conocimiento básico de los métodos y reglas de la escritura de los caracteres chinos. Cuando aprendió el caracter wěn, se planteó una curiosa duda: wěn está compuesto por dos caracteres que son wù y kǒu respectivamente.
El primero significa “no” y el segundo “boca”, lo que conjuntamente significa “sin boca”. ¿Cómo se puede besar sin boca? Es algo que no podía entender.
Después de pensar un ratito, su profesor le contestó sonriendo: los chinos siempre son modestos y tímidos, la combinación de wù y kǒu quiere decir en realidad que cuando se besan no hablan.
No vengas cuando estoy haciendo mis necesidades
我方便时候你不要来
Una vez, unos estudiantes chinos invitaron a cenar a un chico extranjero recién llegado a China a estudiar chino. Durante la cena, uno de los estudiantes chinos dijo: “voy a fāng biàn”. El extranjero no entendió bien qué quería decir. Le contaron que significaba “hacer sus necesidades“. Así que el chico extranjero memorizó la expresión.
Un día, una compañera de clase le dijo que quería visitarle en su dormitorio cuando fuera fāng biàn, a lo que él le respondió rápidamente: “puedes venir cuando quieras menos cuando estoy haciendo mis necesidades”. (2)
Notas:
(1). “nǎ lǐ” además de ser una expresión de modestia para rechazar el elogio, como palabra significa “dónde”.
(2). “fāng biàn” , además de como una expresión coloquial “hacer las necesidades” , significa también “conveniente”, en esta frase se refiere a “cuando le venga bien”
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Mapa de la ciudad de Shanghái (上海), China. Contorno del río Huangpu (黄浦江), que atraviesa Shanghái y separa el área de Puxi al oeste y Pudong al este. Captura de pantalla de Google Maps.
El callejero chino sigue unos criterios bastante complejos para establecer sus nombres, pero aún así se pueden destacar una serie de pautas, muchas de ellas basadas en la memoria histórica.
Mapa de la ciudad de Shanghái (上海), China. Contorno del río Huangpu (黄浦江), que atraviesa Shanghái y separa el área de Puxi al oeste y Pudong al este. Captura de pantalla de Google Maps.
Las calles son las arterias y coordenadas de una ciudad, sus nombres no sólo sirven para identificar ciertos puntos en el mapa, sino que además son símbolo de la memoria histórica y cultural de la ciudad. Aunque los criterios para la denominación de las calles chinas son bastante complejos, los podemos dividir en las siguientes categorías:
Capitales de provincia y ciudades importantes de China
Se recurre frecuentemente a las capitales provinciales y ciudades importantes chinas, tales como la famosa calle Nanjing situada en Shanghái, que adopta el nombre de la capital provincial de Jiangsu. Asimismo, las calles Beijing (北京) o Tianjin (天津) son bastante comunes, y por lo tanto, se repiten a menudo en las ciudades chinas. Además la característica diacrónica está muy marcada en el corpus de las denominaciones, pues el cambio del topónimo Beijing, que antiguamente se conocía como Beiping (北平) revela que las calles llamadas Beijing fueron bautizadas después del año 1949.
Nombres de ríos o montañas importantes chinas
En la mayoría de las ciudades chinas encontramos la calle Changjiang (长江, el Río Yangtsé) o la calle Huanghe (黄河, el Río Amarillo). Asimismo, las montañas y los ríos más famosos, como el Río de la Perla (珠江, Zhūjiāng), el Río Xiang (湘江, Xiāngjiāng), el Monte Tai (泰山, Tàishān) o la Montaña Amarilla (黄山, Huángshān) también forman parte de las denominaciones más recurridas, frente a la escasa presencia de paisajes extranjeros.
珠江路 se traduce como «Calle del Río de las Perlas» o simplemente «Zhuhjiang Road» en inglés. Esta es una forma muy común de nombrar calles en ciudades chinas. Imagen figurada basada en una imagen real de 123RF.
Nombres de ciudades extranjeras
En los últimos años muchas ciudades chinas han firmado convenios de hermanamiento con ciudades extranjeras y, como consecuencia, han empezado a utilizar los nombres de estas ciudades hermanadas para denominar algunas calles. Por ejemplo, en la ciudad de Changchun se encuentra la Avenida de Sendai, ya que Changchun está hermanada con esta ciudad japonesa.
Figuras históricas importantes
Es bastante normal en el extranjero que las calles reciban nombres de personajes célebres, sin embargo, este caso resulta menos común en China a pesar de que en la mayoría de ciudades grandes o medianas se encuentra la calle Zhongshan (中山路), a fin de conmemorar al ilustre Sun Zhongshan (孙中山) (1). Según su propia historia, cada ciudad opta por utilizar nombres de diferentes figuras históricas. Por ejemplo, en Harbin hay calles que llevan el nombre de tres revolucionarios con los que la ciudad tiene un vínculo especial: Zhao Shangzhi (赵尚志), Yang Jingyu (杨靖宇) y Zhao Yiman (赵一曼). Sin embargo, el uso de nombres de personajes extranjeros, como es el caso de la calle Roosevelt en Taipéi,resulta poco frecuente en la China continental.
La numeración en el callejero chino
San Dao Jie (三道街, calle Número Tres) o Wu Ma Lu (五马路, avenida Número Cinco),tienen como fin dar a conocer la forma de organización y distribución de las calles, así como identificar la distancia que hay entre una calle y otra. Por ejemplo, es muy simple descifrar a qué distancia está la calle Número Dos de la calle Número Ocho.
Expresiones espaciales y palabras típicas de China
En ciudades como Shanghái o Beijing encontramos muchas calles que contienen las palabras dōng (东, este), nán (南, sur), xī (西, oeste), běi (北, norte), wài (外, fuera), nèi (内, dentro); así como otros sustantivos relacionados con el lugar: zhuāng (庄, aldea), mén (门, torre/puerta), tún (屯, aldea pequeña), lǐ (里, calleja) o nòng (弄, callejón). Por ejemplo: Sānlǐtún (三里屯, Aldea tres li), Dōngzhímén běi dàjiē (东直门北大街, Avenida norte de la puerta este), Guǎngqúmén wài dàjiē (广渠门外大街, Avenida exterior de la Torre Guangqu), Zhōngshān běi yīlù (中山北一路, 1ª Calle Zhongshan Norte) o Hóngxǔlù 555 nong 12 hao (Calle Hongxu, número 12, callejón 555). Este sistema de denominación no sólo ayuda a saber dónde está la calle, sino también a memorizar su nombre.
La tradición de utilizar nombres de ciudades y provincias chinas, para denominar las calles, se originó en la Shanghái del siglo XIX, una ciudad recién abierta al exterior. En el año 1842 China se vio obligada a rubricar el Tratado de Nankín (南京条约) con el Imperio Británico, en el que se estipuló abrir cinco puertos chinos: Shanghái, Cantón, Fuzhou, Xiamen y Ningbo, y permitir la residencia de los comerciantes extranjeros con sus familias, así como el derecho a enviar cónsules a los puertos abiertos. De hecho, a partir del año 1845, llegaron sucesivamente países como Reino Unido, Estados Unidos, Francia, Alemania, Rusia, Italia, Portugal, Imperio Austro-Húngaro, Bélgica, entre otros, para instalar su concesión colonial.
Shanghai: provincias de sur a norte y ciudades de este a oeste
Al principio, las calles en la concesión inglesa fueron nombradas de manera improvisada, mezclando a su vez nombres en chino y otros idiomas. La fusión de la concesión británica y la americana en el año 1862 generó una discusión multilateral sobre las denominaciones de las calles y al final se acordó recurrir a nombres de ciudades y provincias chinas. El 5 de mayo del mismo año, el cónsul británico Walter Henry Medhurst publicó el “Memorándum de la denominación de las calles de Shanghái”, en el que puso de manifiesto que las calles verticales, que corrían de sur a norte, utilizaban nombres de provincias; y las horizontales, que conectaban el este con el oeste, recurrían a nombres de ciudades.
Placa de la calle Nanjing. Es la principal calle comercial de Shanghai, China, y es una de las calles comerciales más activas del mundo. Foto: 123RF.
El origen de la calle Nanjing de Shanghai
Asimismo, los comerciantes británicos y americanos a fin de manifestar su gratitud sobre la firma del Tratado de Nankín y los beneficios que se les otorgaron, decidieron cambiar la calle Pike por Nanjing, que aún perdura en Shanghái.
La fusión de la concesión británica y la americana en el año 1862 generó una discusión multilateral sobre las denominaciones de las calles y al final se acordó recurrir a nombres de ciudades y provincias chinas.
El mapa de China en la ciudad
Debido al desarrollo de Shanghái cada vez hay más calles por denominar. Como consecuencia se ha consolidado con el tiempo una práctica habitual: en función de la ubicación de la calle en el municipio, se buscan las ciudades o provincias correspondientes en el aspecto de la situación geográfica en el mapa de China. Por ejemplo, en caso de que una calle pendiente de nombrar se encuentre en el nordeste de Shanghái, se suelen localizar topónimos demunicipios del nordeste de China para elegir uno y asignarlo posteriormente a esta calle sin que se produzcan repeticiones. Por lo tanto, realmente la distribución de las calles en Shanghái coincide en gran medida con el mapa de China.
Cuatro zonas principales en Shanghai
En la actualidad, si se mira el mapa de esta ciudad, podríamos dividirla en cuatro zonas principales. Por ejemplo, la zona nordeste de Shanghái suele utilizar topónimos del nordeste de China, tales como la calle Liaoning (辽宁路) o Siping (四平路). Con lo cual, en caso de perderse en esta inmensa ciudad, podría ubicarse a través de los nombres de las calles que consisten en una recopilación de nombres de las ciudades y provincias chinas. Evidentemente, todo ello depende de su dominio de la geografía china.
El mismo sistema, en otras ciudades
Este sistema de denominación también se extendió y difundió hasta la ciudad de Taipéi, en la provincia de Taiwán. Después de la Segunda Guerra Mundial, en 1945, el gobierno chino recuperó esta isla que había quedado en manos de los japoneses. Al eliminar los topónimos nipones, se publicó el día 17 de noviembre del mismo año el reglamento de modificación sobre la denominación de calles taiwanesas. Dos años después, el arquitecto de origen shanghainés, Zheng Dingbang (郑定邦), fue enviado a Taipéi para encargarse de la planificación y denominación de calles. La solución de Zheng fue poner un mapa de China sobre el mapa de Taipei, y de esa manera, teniendo en cuenta la orientación, al este o al oeste, Zheng renombró las calles de Taipéi relacionándolas con los topónimos chinos del mapa. De esta forma surgieron las nuevas denominaciones de las calles de Taipéi.
Nota:
(1). Sun Zhongshan (孙中山), conocido también como Sun Yat-sen, fue el primer presidente de la República China (1911-12).
Publicado originalmente en: Revista Instituto Confucio. Número 26. Volumen V. Septiembre 2014.
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