Detalle de la pintura panorámica «El festival qiming junto al río», de Zhang Zeduan, siglo XII. Foto: Wikimedia commons para «Along the River During the Qingming Festival», dominio público.

Este cuadro es un verdadero retrato de las costumbres chinas del siglo XII. Pintado por Zhang Zeduan, describe la grandiosa ocasión con motivo de la fiesta Qingming  y la vida cotidiana de los ciudadanos.

Un reportaje de
Yang Xu
杨旭 
En el año 960, Zhao Kuangyin (赵匡胤, 927-976), el gerente de la guardia del palacio imperial de la dinastía Zhou Posterior dio un golpe de Estado en Chenqiaoyi (actual Fengqiu) al norte de Kaifeng. Pasó a la historia como “El motín Chenqiao”. De este modo, la dinastía Zhou Posterior (后周, 951-960) terminó y comenzó la dinastía Song del Norte (北宋, 960-1127), designando a Kaifeng capital con el nombre de Dongjing o Bianjing. Nueve emperadores gobernaron el país desde allí. Tras 168 años de desarrollo y construcción, Kaifeng llegó a ser una ciudad próspera cuya población superaba el millón de habitantes y se convirtió en una de las metrópolis más florecientes en la esfera mundial.

 Zhang Zeduan
Detalle de la pintura panorámica «El festival qiming junto al río», de Zhang Zeduan, siglo XII. Foto: Wikimedia commons para «Along the River During the Qingming Festival», dominio público.

En la antigüedad, el canal artificial Beijing-Hangzhou pasaba por Kaifeng. Este tramo del río llamado Bianhe (汴河, Biàn hé) era la arteria del transporte fluvial que conectaba el norte y el sur de la planicie central. Cada año, se transportaban de 5 a 7 millones de dan ()(1) de cereales. A lo largo del río Bianhe había muchas lonjas que los habitantes bautizaron como el “mercado del río” (河市). Si traducimos el nombre del cuadro al chino moderno sería así: “La escena de la gente que va al mercado del río Bianhe durante la fiesta Qingming”.

Hay pocos registros históricos sobre el artista Zhang Zeduan (张择端). Sólo se sabe que era de Zhucheng, en la provincia de Shandong. Visitó Kaifeng cuando era joven y más tarde comenzó a estudiar pintura. Durante el reinado del emperador Huizong (1100-1124), de la dinastía Song, Zhang Zeduan trabajaba en la academia de arte imperial y se convirtió en pintor de la corte para Huizong. Estaba especializado en las técnicas de detallismo(2) de la pintura tradicional china para representar palacios, edificios, casas, etc. Su especialidad era pintar barcos, carruajes, tiendas, puentes, calles y ciudades. La mayoría de sus obras se perdieron. La única obra conservada hasta nuestros días es el cuadro clásico Ascendiendo al río en la fiesta Qingming.

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Detalle de la pintura panorámica «El festival qiming junto al río», de Zhang Zeduan, siglo XII. Foto: Wikimedia commons para «Along the River During the Qingming Festival», dominio público.

Dicho cuadro, que mide 25 cm. de ancho y 525 cm. de largo, refleja el transporte terrestre y fluvial de Kaifeng, la capital de la dinastía Song del Norte, como un hecho que da prosperidad al comercio y a las calles de la ciudad. El cuadro empieza con la concurrencia de barcos de grano y de gente a lo largo del río Bian. Algunos están tomando el té en las casas de té, otros practican sortilegios; unos comen en restaurantes, mientras otros compran artículos para ofrecer sacrificios durante la fiesta Qingming. En el río hay unos diez barcos, algunos van cargados de mercancías ascendiendo su curso fluvial; otros están atracados a la orilla descargando artículos. Hay un puente abovedado de madera de estructura fina que atraviesa el río, y cuya forma parece un arco iris, por eso se le conoce como “el puente Arco Iris”. Un barco espera para pasar por debajo del puente. Unos hombres impulsan el barco con cañas de bambú, y algunos lo enganchan al puente con las cañas, mientras otros sujetan el barco con cuerdas. Se observa a personas de otros barcos conversando. En esta parte aparece el famoso muelle del puente Arco Iris que es, a su vez, la parte más maravillosa del dibujo. A continuación están las calles y las majestuosas murallas de la ciudad. A ambos lados de la calle observamos hileras de edificios con casas de té, tabernas, pensiones, carnicerías, templos, yamen (sede oficial del funcionariado en la China feudal), y otros edificios. Además, había tiendas de venta de sedas, telas, joyas, inciensos, papeles, y demás. También aparecen en la pintura clínicas, talleres mecánicos o salones de belleza. Cerca de “la casa de Zhao Taicheng” hay muchas farmacias, -como “la farmacia del doctor Liu” y “la del doctor Yang”-, que se parecen a las que existen hoy en día en las calles comerciales.

 Zhang Zeduan
xDetalle de la pintura panorámica «El festival qiming junto al río», de Zhang Zeduan, siglo XII. Foto: Wikimedia commons para «Along the River During the Qingming Festival», dominio público.

Una enciclopedia en forma de cuadro

Ascendiendo al río en la fiesta Qingming no sólo es un cuadro histórico sobre costumbres, sino también se le considera una enciclopedia viva, incluso mejor que las textuales. Aunque el texto puede describir los objetos de manera precisa y delicada, su descripción no es tan buena como aquella del cuadro, como si se tratara de una fotografía real y vivida. Los eruditos en el estudio de las antiguas ciudades chinas consultan este cuadro como referencia para informarse sobre cómo era la planificación urbana, los astilleros y la construcción de puentes en aquella época. Un experto en historia de las matemáticas descubrió en el cuadro un ábaco en la farmacia de Zhao Taicheng, que estaba encima del mostrador. Si se observa con una lupa, se puede ver una traviesa que divide las bolas del ábaco en dos partes. En total hay quince columnas, casi las mismas que en el ábaco moderno. Esta es la imagen más antigua del ábaco que podemos encontrar en China hoy en día.

En el cuadro se ve una fila de clavos en una tabla de un barco grande. Por aquel entonces era la técnica de unión más avanzada en el mundo -conocida como la unión de clavos- y que se utilizaba durante la dinastía Tang (, 618-907). En dos barcos de madera desenterrados en Jiangsu en 1960 y 1973, se ha comprobado que se utilizó esta técnica, y que en la dinastía Song ya era muy popular y generalizada. Mientras tanto, en Europa, los barcos todavía utilizaban cuerdas y correas para juntar las tablas.

En Ascendiendo al río en la fiesta Qingming ya no aparecen paredes para dividir la zona de viviendas y la zona comercial en Xi’an, la capital de la dinastía Tang. El barrio residencial de Kaifeng se entremezcla e integra con los comercios. Muchas tiendas se construían a lo largo de las calles, por lo que las calles se hacían cada vez más estrechas. En la dinastía Tang se ejercía un control muy riguroso sobre los horarios de los ciudadanos que vivían en la capital. Cada día se tocaban las campanas y se abrían al mismo tiempo las puertas de cada barrio y las de la muralla, indicando a los ciudadanos que podían salir mientras, al anochecer, se tocaban los tambores y se cerraban las puertas y se prohibía a sus habitantes permanecer en las calles. Esto contrasta con la dinastía Song donde el mercado nocturno era más activo y próspero. Es por ello que la corte canceló las limitaciones horarias y más tarde surgió el mercado matutino. Kaifeng, como gran ciudad que era, empezó a destacar su función como “mercado”. Además dentro de la ciudad había mercados fijos y ferias regulares. Por ejemplo, el Templo Dexiangguo (封大相国寺) era un inmenso mercado donde se reunían para vender y comprar productos típicos de todo el país. Tenía lugar cinco veces al mes e incluía la compraventa de obras de maestros de caligrafía o pintura, libros y porcelana fina.

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Detalle de la pintura panorámica «El festival qiming junto al río», de Zhang Zeduan, siglo XII. Foto: Wikimedia commons para «Along the River During the Qingming Festival», dominio público.

En el cuadro, se aprecian muchas tiendas que utilizan letreros para atraer a los clientes. En un principio, los letreros consistían en un trozo de tela sin caracteres, más tarde, pasaron a escribir en ellas el nombre de las tiendas. Posteriormente, sustituyeron las telas por tableros de madera con inscripciones. En el cuadro, encontramos 23 carteles publicitarios, 10 banderas de publicidad, 4 pantallas de anuncios y 5 edificios decorados con telas multicolores. Las pantallas de anuncios debían de ser, sin duda alguna, el símbolo más obvio del mercado nocturno. Así, el cuadro refleja la cultura publicitaria de la ciudad de Kaifeng de aquella época.

Merece la pena destacar algunos lugares que aparecen en la obra, como una tienda de antigüedades donde también se venden obras de caligrafía y pintura. Eso indica que en la dinastía Song la costumbre de colgar o coleccionar obras de famosos calígrafos o pintores era muy popular. Observamos también dos tiendas de porcelana, una de ellas especializada en piezas artísticas. Esto es un reflejo de la prosperidad de la industria de la porcelana en la dinastía Song. Los letreros de las librerías también destacan mucho, lo que se corresponde con la época de esplendor que vivía la impresión con planchas grabadas. En el cuadro vemos pocas mujeres, lo que pone de manifiesto que en aquel entonces las mujeres todavía estaban a cargo de las tareas domésticas.

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Detalle de la pintura panorámica «El festival qiming junto al río», de Zhang Zeduan, siglo XII. Foto: Wikimedia commons para «Along the River During the Qingming Festival», dominio público.

Kaifeng, la gran metrópoli oriental

Durante la dinastía Song del Norte, para fortalecer la centralización del poder, se puso mucha atención en la construcción y la administración de Kaifeng, al mismo tiempo que se llevaron abundantes recursos de todo el país a la capital. De ahí que la magnitud y la población de Kaifeng aumentaran con mucha rapidez, convirtiéndose así en una de las ciudades más grandes del mundo a principios del siglo XII, con una población de más de un millón de habitantes. Por lo tanto, muy pronto llegó a ser el lugar más rico y el mercado de consumo de todo el país. En la ciudad se consumían más de 10.000 cerdos al día, se contaban más de 6.000 propietarios de industria y comercio y el número de millonarios era muy elevado. Durante la dinastía Song del Norte, el país se regía según leyes que establecían la rotación entre los cortesanos y los funcionarios civiles, que cambiaban cada tres años, y los militares cada cinco. Había leyes explícitas sobre el comportamiento de los funcionarios. Por ejemplo, Su Shunqin (苏舜钦), funcionario de la corte y poeta famoso, fue despedido por violar los principios de la corte, puesto que invitó a otros con dinero del yamen. La seguridad de la sociedad de Kaifeng se garantizaba mediante un sistema de administración dividido en cuatro niveles. Las patrullas y las atalayas distribuidas por toda la ciudad conformaban un paisaje espectacular. Como, en ese momento, la mayoría de los edificios de Kaifeng eran de madera y ladrillo durante los años de la dinastía Song del Norte se sucedieron decenas de incendios muy graves. Como consecuencia, se desarrollaron instalaciones muy avanzadas en el ámbito de la protección contra incendios y un riguroso sistema contra el fuego. En la zona de viviendas, cada 300 bu () (3) había un cuartel con 5 soldados encargados de la patrulla nocturna. En las tierras altas se construyeron atalayas con equipos para la protección contra incendios. En cada una de ellas residían unos 100 bomberos. Cuando ocurría un incendio, los bomberos acudían enseguida al lugar del siniestro e informaban inmediatamente a sus superiores. Además, también había reglamentos sobre aspectos como el agua potable, el drenaje de los canales y el riego de las calles. Se intuye, por lo tanto, el nivel y la magnitud del desarrollo de la administración municipal.

En ese momento, Kaifeng marcaba tendencia a lo largo y ancho del país. Había más de medio centenar de grandes lugares públicos de recreo llamados “washe”, en los que se podía cantar, bailar, tomar el té, consumir alcohol, ver espectáculos o escuchar cuentos. En Jiankang (actual Nanjing), Mingzhou (actual Ningbo) había muchos “washe”. En cada Fiesta de los Faroles se celebraban exposiciones de los típicos faroles chinos en casi todo el país. En Suzhou, durante la celebración, la ciudad se iluminaba con estos artilugios de luz. En Chengdu, se gastaban 5.000 jin () (4) de aceite en una noche. Mientras, en Wenzhou, se colgaban más de 1.000 faroles en la sede oficial. Así que a la exposición de los faroles se la consideraba como la “gala de la Fiesta de la Primavera” de la dinastía Song del Norte, y que ahora equivale al actual programa de la televisión CCTV transmitido en directo en la Nochevieja del año nuevo chino.

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Detalle de la pintura panorámica «El festival qiming junto al río», de Zhang Zeduan, siglo XII. Foto: Wikimedia commons para «Along the River During the Qingming Festival», dominio público.

Un estilo único y especial

El pintor sólo eligió una parte de la ciudad de Kaifeng para describirla, como si fuera una escena de un video. El cuadro empieza por una huerta tranquila en las afueras de Kaifeng y termina por el lugar más próspero dentro de la ciudad. El pintor tenía una alta capacidad de condensación artística y mucha fuerza de expresión. En el cuadro aparecen 814 personas, más de 60 animales, 28 barcos, unos 30 edificios, 20 carruajes, 8 palanquines y más de 170 árboles. La mayoría de los personajes en el cuadro no miden más de tres centímetros y son tan pequeños como una alubia. Sin embargo, todos tienen un aspecto único y visten diferente. La obra representa una escena magnífica y, para mantener un estilo práctico, se aplicaban plenamente las técnicas del detallismo y de xiěshí (写实, realismo).

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Detalle de la pintura panorámica «El festival qiming junto al río», de Zhang Zeduan, siglo XII. Foto: Wikimedia commons para «Along the River During the Qingming Festival», dominio público.

Significado profundo

En un principio, Ascendiendo al río en la fiesta Qingming era el tributo que entregaba Zhang Zeduan al emperador Huizong para elogiar el período de paz y prosperidad a través de las escenas florecientes de la capital Kaifeng. Mientras creaba la obra, tal vez Zhang, sentado en algún un rincón de la bulliciosa ciudad, contemplaba las personas y el mercado. Describía vívidamente con su pincel a los carpinteros, los plateros, los herreros, los pintores, los vendedores de diversos artículos y los artesanos, al considerarlos un parte más del hermoso paisaje de la calle de Kaifeng.

Algunos expertos creen que detrás de esta obra maestra se esconde otro significado. En el cuadro, no se observan guardias que vigilen el fuego en las atalayas; bajo los cuarteles hay restaurantes; no encontramos ni un soldado vigilando las puertas de Kaifeng. Es muy posible que el autor, a través del cuadro, quisiera advertir al emperador sobre los peligros ocultos y la inseguridad ciudadana. Sin embargo, Huizong se centró en las técnicas de pintura y, con los cinco caracteres que componen el título de su obra 清明上河图 (Ascendiendo al río en la fiesta Qingming), omitiera cualquier mensaje oculto.

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Detalle de la pintura panorámica «El festival qiming junto al río», de Zhang Zeduan, siglo XII. Foto: Wikimedia commons para «Along the River During the Qingming Festival», dominio público.

Hay varias versiones de la obra que nos han llegado hasta nuestros días. Sin embargo, sólo una es la original. Según los expertos la obra exhibida en el Museo del Palacio Imperial es la original de Zhang Zeduan y las otras son imitaciones.

En 1127, la dinastía Song del Norte se extinguió. Y la capital se trasladó a Hangzhou. Así comenzó la dinastía Song del Sur, y el centro político, económico y cultural se trasladó hacia el sur. A lo largo de la historia, debido a las inundaciones del río Amarillo, Kaifeng fue enterrada diez metros bajo tierra. La prosperidad de la capital antigua sólo existía en las memorias de los escritores y literatos. Gracias a la pieza Ascendiendo al río en la fiesta Qingming, los descendientes pueden ver la “verdadera cara” de las escenas florecientes de la metrópoli oriental de Kaifeng de aquel entonces. En 2010, durante la Exposición Universal de Shanghái, se exhibió con un gran despliegue de nuevas tecnologías un Ascendiendo al río en la fiesta Qingming dinámico en el cual el agua se movía y donde las personas podían andar, mostrando las escenas a través de un video de dibujos animados que duraba cuatro minutos, llevando a la vida a las personas, animales, agua, barcos y carruajes estáticos. De este modo las escenas históricas de hace mil años reaparecieron ante los ojos de las personas modernas.

Qingming, la fiesta de los familiares fallecidos

Notas:

(1) Dan, medida de capacidad para granos en la antigüedad, equivalente a unos 60 kilos.

(2) Detallismo, pintura de pinceladas finas y atención minuciosa a los detalles.

(3) Bu, una antigua medida de longitud equivalente a 1.6 metros.

(4) Jin, medida china equivalente a 0.5 kg.


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Publicado originalmente en la Revista Instituto Confucio.
Número 25. Volumen IV. 
Julio de 2014.

Shennongjia manteinen una creciente población de monos dorados de nariz chata. Foto: 123RF.

La reserva natural de Shennongjia, Patrimonio Natural de la Humanidad por la UNESCO, se encuentra situada en la frontera oeste de la provincia de Hubei, entre los ríos Yangtsé y Hanshui, y cuenta con una fauna muy rica y variada.  Su particular geografía y entorno lo distinguen con un paisaje singular que todos los años atrae un gran número de turistas.

La reserva de la biosfera de Shennongjia. Foto: 123RF.
La reserva de la biosfera de Shennongjia. Foto: 123RF.

Reportaje de
Yang Huifang 
杨慧芳
La reserva natural de Shennongjia (神农架), situada en la frontera oeste de la provincia de Hubei, es un mágico lugar que encierra numerosos misterios y leyendas sin resolver. Cuenta la leyenda que Shennong (el mítico emperador Yan –uno de los primeros ancestros del pueblo chino–) construyó en este paraje natural sin igual una escalera (, jià) para facilitar la recolecta de plantas medicinales. De ahí el nombre de Shennongjia (literalmente, “la escalera de Shennong”). Este, el único distrito forestal de toda China, se encuentra entre los ríos Yangtsé y Hanshui, y presenta una evidente transición en la vegetación y el clima, con una fauna muy rica y variada. Esta zona que ocupa un área de más de 3.000 km2, es una verde perla que recrea silenciosamente la magnificencia de la región central. Esta reserva ecoturística permite a los visitantes explorar la naturaleza, los misterios y las antigüedades del lugar. En julio del año 2016, Shennongjia fue reconocida como Patrimonio Natural de la Humanidad por la UNESCO, con lo que obtuvo un reconocimiento por su valor único.

un velero en el lago Daiju, en Shennongjia. Foto: 123RF.
Un velero en el lago Daiju, en Shennongjia. Foto: 123RF.

El turismo es el pilar que sostiene Shennongjia. Su particular geografía y entorno lo distinguen con un paisaje singular que todos los años atrae un gran número de turistas. Las zonas más visitadas de Shennongjia son el área ecoturística de Tian Yan (天燕) y el parque geológico de Shennongjia.

Shennongjia: mono dorado de nariz chata. Foto: 123Rf.
Shennongjia: mono dorado de nariz chata. Foto: 123Rf.

Un clima cambiante

Antiguamente se creía que los inmortales practicaban el taoísmo en los lugares sombríos con nubes, montañas y niebla. Este es uno de esos parajes. Incluso en días soleados, la cima del monte Shennong suele estar cubierta por la niebla. Si unos días antes de visitarlo ha llovido, todo el bosque estará sumergido en la bruma y esto le otorgará un aire de montaña de los inmortales. Sin embargo, al mismo tiempo, esta bruma impide penetrar con la mirada en el magnífico paisaje natural de las montañas. Para atravesar el bosque es necesario prepararse bien. Shennongjia goza de un clima frío y con muchas precipitaciones, con un microclima muy distintivo. A menudo se puede ver el sol y la lluvia en un mismo día. Su clima cambia muy rápido, de ahí el dicho “junio con nieve y octubre con escarcha, cuatro estaciones en un día”.

Shennongjia: la pantera nebulosa es el felino ungulado endémico del parque.
Shennongjia: la pantera nebulosa es el felino ungulado que caza en el parque.

Tierra sagrada

Al entrar por la puerta sur de la reserva natural se llega al altar de Shennong. Lo primero que se observa es una gran estatua con la cabeza de un toro y un cuerpo humano. Este es Shennong: el misterioso estudioso de las plantas medicinales y creador de la agricultura en la mitología china. Su figura es recordada por méritos tales como haber enseñado al pueblo chino las técnicas de la agricultura o por haber probado él mismo todo tipo de plantas para poder encontrar cura a diferentes enfermedades. En la antigua China solo las personas que eran veneradas por generaciones posteriores podían servir como imágenes para los tótems de las tribus (los cuernos de toro eran el tótem de las antiguas tribus agrícolas).

Shennongjia mantinene una importante pobalción de osos negros. Foto: 123RF.
Shennongjia mantinene una importante pobalción de osos negros. Foto: 123RF.

Hoy en día, este se ha convertido en un lugar de peregrinación para chinos llegados de todos los rincones del mundo, que se acercan hasta aquí para rendir homenaje a la figura de Shennong. Tras subir 343 escalones, se puede admirar de cerca el gran tótem de Shennong (en el lugar donde antiguamente se realizaban sacrificios para el emperador), detrás del cual hay dos relieves en los que se relata su vida en imágenes.

Shennongjia: la inscripción en la pared significa «cueva del Yeren». Pinyin: Ye Ren Dong, textualmente «cueva del hombre salvaje». Foto: Wikipedia.
Shennongjia: la inscripción en la pared significa «cueva del Yeren». Pinyin: Ye Ren Dong, textualmente «cueva del hombre salvaje». Foto: Wikipedia.

Tras las huellas de los Yeren

Los míticos Yeren (野人, literalmente “hombre salvaje”) despiertan la curiosidad de numerosos turistas que se preguntan qué tipo de criatura son esos “hombres de las nieves” o “pies grandes”. En la antigua China existían miles de leyendas sobre estas extrañas criaturas, cuya misteriosa belleza ejercía un gran poder de atracción para las personas. A lo largo y ancho del mundo hay muchas leyendas sobre “hombres salvajes” que han alimentado sin descanso la imaginación de diversos pueblos, dando lugar a diferentes creaciones artísticas. 

Shennongjia: cueva carstica de Shenlong
Shennongjia: cueva carstica de Shenlong

La espectacular cueva kárstica Shenlong

Situados bajo tierra, los parajes de cuevas kársticas con estalactitas despiertan el interés por la naturaleza de una gran cantidad de visitantes. La cueva subterránea Shenlong (神龙洞), de varias alturas, se extiende de norte a sur, su interior es estrecho en la parte superior y ancho en la inferior. Cada una de sus alturas ofrece un paisaje kárstico diferente, con múltiples facetas y formas exquisitas. En su conjunto recuerda al legendario palacio de cristal del rey Dragón, y por eso recibe el nombre de cueva Shenlong (“cueva del dios dragón”). Fuera de la gruta, la montaña presenta un terreno irregular, con altos árboles antiguos y rocas extraordinarias a ambos lados del camino. Por ello, se dice que aquí el paisaje cambia con cada paso que se da. 


Instituto Confucio 38

Publicado originalmente en: Revista Instituto Confucio.
Número 38. Volumen V. Septiembre de 2016.

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El emperador Suzong dando la bienvenida al anterior emperador Xuanzong en el puesto de Wanxian, cerca de la capital Chang'an. Fragmento del cuadro. Museo de Shanghái. Wikimedia commons, dominio público para Tang Suzong.

Tang Suzong (711-762), el undécimo emperador de la dinastía Tang, tuvo una vida llena de legendarios acontecimientos durante los que adquirió gran poder. Para los historiadores, su tenacidad y sus logros militares frente al desprestigio de su «traición al padre», le han convertido en una figura controvertida en la historia de China.

Un reportaje de
Liu Dezeng
刘德增 
La dinastía Tang (, 618- 907) fue una de las más espléndidas de la historia de China, con un total de veintiún emperadores. El undécimo fue el emperador Suzong. Nacido bajo el nombre de Li Heng en el año 711 y fallecido en el año 762, su vida estuvo llena de legendarios acontecimientos durante los que adquirió gran poder. Salvó a la dinastía Tang de la calamidad, pero también representó un peligro que la puso en aprietos.

Emperador Suzong de Tang. Pintor chino desconocido. Wikimedia commons, dominio público para Tang Suzong.
Emperador Suzong de Tang. Pintor chino desconocido. Wikimedia commons, dominio público para Tang Suzong.

Dificultades como príncipe

Li Heng fue el tercer hijo del emperador Xuanzong, también conocido como Li Longji, y era muy estimado por su padre de niño. Xuanzong solía presumir al decir: “Este chico es diferente a los demás, algún día será el afortunado emperador de nuestra familia”.

El favoritismo que recibió en su infancia fue la base de su ascensión al trono. En el año 738 el príncipe Li Ying (segundo hijo de Xuanzong) fue engañado y conducido a la muerte. Li Heng fue entonces nombrado príncipe heredero, iniciando su complicado camino para convertirse en el “afortunado emperador”.

Emperador Suzong dando la bienvenida al anterior emperador Xuanzong en el puesto de Wanxian, cerca de la capital Chang'an. Museo de Shanghái. Wikimedia commons, dominio público para Tang Suzong.
Emperador Suzong dando la bienvenida al anterior emperador Xuanzong en el puesto de Wanxian, cerca de la capital Chang’an. Museo de Shanghái. Wikimedia commons, dominio público para Tang Suzong.

En aquella época, los ministros de la dinastía Tang tenían mucho poder y había muchas facciones diferentes que intentaban apartarlo del mando. Li Heng no disponía de mucha influencia política ni de capital alguno. Mientras los superiores deseaban averiguar las intenciones de su padre, Xuanzong, los súbditos buscaban protegerse de las posibles ofensivas de los ministros.

Li Linfu y Yang Guozhong, los ministros más importantes en aquel momento, urdían sus propias conspiraciones políticas para ayudar al príncipe. Bajo este peligroso y enrarecido ambiente palaciego, el príncipe tuvo que soportar numerosas dificultades. Pero estas complicadas circunstancias también le permitieron desarrollar un carácter paciente y, cuando tuvo que lidiar con los ministros, fue construyendo poco a poco su esfera de influencia ganándose la confianza y el apoyo de Xuanzong.

La Rebelión de An Shi (安史之乱)

Tras cumplir el príncipe 17 años, surgió en el año 755 una enorme y turbulenta situación que impulsó a Li Heng al punto más álgido de su vida, cambiando tanto su destino como el de la dinastía Tang. Este acontecimiento fue la conocida Rebelión de An Shi (安史之乱), un evento significativo que llevó al linaje Tang de la prosperidad al declive y que supuso, además, un importante punto de inflexión en la trayectoria de Li Heng.

La Rebelíón de An Shi, o An Lushan fue una de las guerras más curentas de la historia de la humanidad. Acabó con buena parte de la poblacíon de China. Imagen: Wikimedia commons, dominio publico para «An Lushan».
La Rebelíón de An Shi, o An Lushan fue una de las guerras más curentas de la historia de la humanidad. Acabó con buena parte de la poblacíon de China. Imagen: Wikimedia commons, dominio publico para «An Lushan».

En el año 756, con los rebeldes aproximándose a Chang’an (la actual Xi’an), el emperador se vio obligado a huir junto al canciller de la corte hacia el oeste hasta llegar a la capital de Shu (la actual Chengdu, capital de Sichuan). En junio, las tropas de Xuanzong que habían huido se encontraban en la estación Mawei (la actual Xingping, en la provincia de Shaanxi) cuando sucedió el llamado “Motín de Mawei”, y Xuanzong perdió por completo el control de la situación. Li Heng aprovechó la oportunidad: calmó a los soldados y manifestó a su padre que debía ir al norte a apaciguar al ejército rebelde. Xuanzong, que no tenía otra opción, aceptó la propuesta del príncipe y, desde ese momento, padre e hijo siguieron caminos diferentes.

Tras varias victorias, Li Heng consiguió un gran poder político y en el año 756, en Lingzhou, se autoproclamó emperador Suzong, relegando A SU padre a la posición de emperador emérito. 

Emperador y delfín se separan

Li Heng dirigió a sus súbditos hacia el caos del norte, plantando cara al ejército rebelde. Los ministros Tang esperaban que la dinastía continuase su posición de legitimidad y allá donde iba Li Heng todo el mundo respondía en masa. Tras alzarse con varias victorias, el heredero consiguió un gran poder político y en el año 756, en Lingzhou (la actual Lingwu, en la Región Autónoma Hui de Ningxia), se autoproclamó emperador Suzong, relegando a su padre a la posición de emperador emérito. Durante la crisis de la dinastía Tang, con el norte ocupado por los enemigos, Li Heng movilizó a civiles y militares de todo el país para frenar la rebelión armada. Defendiendo el país con pasión, consiguió revertir la situación bélica y recuperar tanto Chang’an como Luoyang, aminorando así el drama de la guerra y entrando en la historia. Pero Li Heng también ha cosechado numerosas críticas por haberse autoproclamado emperador cuando Xuanzong todavía estaba en el trono. A este acontecimiento se le ha llamado “el príncipe que traiciona al padre” (太子叛父, tàizǐ pàn fù), y se le considera una acción carente de piedad filial.

Durante la rebelión de An Lushan o An Shi, el emperador Xuanzong fue obligado a huir de la capital en Xi’an hacia la seguridad de Shu (provincia de Sichuan). El emperador se enfrentó a las tropas amotinadas que exigían la ejecución de su amante y pero fracasó en su intento de salvarla. Xuanzong observó con horror y vergüenza la ejecución de Yang Guifei y abdicó poco después. Su hijo Li Heng tomó las riendas del reino y afrontó la rebelión con el nombre de Emperador Suzong de Tang. Las dos imágenes superiores son fragmentos de una pintura que representa al sombrío séquito imperial después de la ejecución. Aunque los atuendos de las figuras son Tang, el estilo paisajístico de la pintura, con formas volumétricas detalladamente descritas y una atmósfera impregnada de niebla, sugiere una fecha de mediados del siglo XII. Imagen del MET para el emperador Xuanzong, domino público.

La triste tragedia palaciega

Después de convertirse en emperador, Li Heng centró sus esfuerzos en apaciguar las rebeliones armadas, dejando los asuntos internos de la corte en manos del eunuco Li Fuguo y la emperatriz Zhang. Esto otorgó a eunucos y concubinas imperiales una gran autoridad sobre los asuntos políticos, sentando un negativo precedente en la dinastía Tang al permitir una autocracia liderada por este tipo de personajes que suponían un gran peligro para el correcto desarrollo del gobierno. Los siete años de reinado de Li Heng no fueron precisamente felices. Por una parte debía protegerse frente al emperador emérito Xuanzong y, por otra, debía coordinar a los eunucos y a las concubinas además de sofocar las rebeliones armadas. En realidad, este “afortunado emperador” no tuvo en absoluto una vida feliz.

Li Heng  otorgó a eunucos y concubinas imperiales una gran autoridad sobre los asuntos políticos, sentando un negativo precedente en la dinastía Tang. 

Hoy en día, más de mil años después, su tenacidad en épocas de turbulencia, sus soluciones en momentos difíciles y las maniobras militares que le facilitaron el trono son dignas de elogio, pero la “traición a su padre”, junto a su indulgencia con las acciones de los eunucos y las concubinas, también le han granjeado las críticas de numerosos historiadores, y por eso se trata de un emperador bastante controvertido en la historia de China. Al visitar Ningxia es imposible olvidar a este personaje clave de su tiempo. Los méritos y deméritos del “afortunado emperador” han sido analizados y discutidos durante generaciones.

La distinguida cerámica de esmalte tricolor de la dinastía Tang


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pdfPublicado originalmente en: Revista Instituto Confucio.
Número 37. Volumen IV. Julio de 2016.
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Cuento chino de los cuatro dragones: el dragón negro, el dragón amarillo, el dragón agua y el dragón perla. Foto: 123RF.

El cuento chino de “Los Cuatro Dragones” explica el origen legendario de los cuatros grandes ríos chinos: el Heilongjian (Dragón Negro); el Huanghe (Dragón Amarillo); el Changjiang (Gran Dragón) y el Zhujiang (Dragón de la Perla).

Artículo de
Sebastián Fontana Soler
Tradicionalmente el dragón occidental es, en el mejor de los casos, aterrador, y en el peor, ridículo; sin embargo, en China, el dragón (el lóng de las tradiciones) posee características divinas y es como un ángel que fuera también león. Digamos que para los chinos el dragón no es ningún cuento chino.

La imaginación popular china vincula el dragón a las nubes, a la lluvia que los agricultores anhelan y a los grandes ríos. Así se cuenta el origen de los cuatros grandes ríos chinos en un cuento originario de la provincia de Zhejiang escrito por Liu Hanwei:

Cuento chino de los cuatro dragones, donde los dragones representan los cuatro grandes ríos chinos. En la foto, el río amarillo. Foto: 123RF.
Cuento chino de los cuatro dragones, donde los dragones representan los cuatro grandes ríos chinos. En la foto, el río amarillo. Foto: 123RF.

El cuento chino de los Cuatro Dragones

Hace muchos, muchos años, en el principio de los tiempos, no había ríos ni lagos sobre la tierra. Solo había el Mar del Este donde vivían cuatro dragones: el Gran Dragón –enamorado del agua–, el Dragón Amarillo –enamorado de la Tierra–, el Dragón Negro –el mejor volador– y el Dragón de la Perla –el dueño del fuego–.

Un día los cuatro dragones fueron volando desde el mar hasta el cielo, persiguiendo las nubes, cuando de golpe el Dragón de la Perla señaló hacia la tierra. Los otros tres dragones se reunieron a su lado, mirando entre las nubes en la dirección que el compañero señalaba.

Cuento chino de los cuatro dragones. Dragón perla en el museo de la ciudad prohibida, el palacio imperial chino. Foto: 123RF.
Cuento chino de los cuatro dragones. Dragón perla en el museo de la ciudad prohibida, el palacio imperial chino. Foto: 123RF.

Los dragones vieron muchísimas personas haciendo ofrendas extraordinarias y quemando barritas de incienso. Una anciana estaba arrodillada sobre el suelo desértico, con un niño muy delgado entre sus brazos, gritando: “dioses de los cielos, por favor envíen lluvia para que puedan sobrevivir nuestros hijos”.

Los dragones vieron que los campos de arroz estaban secos, los cultivos se habían estropeado y hasta los árboles parecían esqueletos. Se veía que no había llovido en mucho tiempo.

– ¡Mirad qué hambrientas y débiles están estas personas!- dijo el Dragón Amarillo. –Si no llueve pronto morirán.

Cuento chino de los cuatro dragones. Dragón amarillo Foto: 123RF.
Cuento chino de los cuatro dragones. Dragón amarillo Foto: 123RF.

Los otros dragones asintieron con la cabeza enmudecidos por la escena que estaban contemplando. Entonces el Gran Dragón se puso en pie y sugirió:

– ¿Por qué no le pedimos al Emperador de Jade que llueva?

Los cuatro dragones se elevaron entre las nubes volando hasta el lejano palacio celestial, residencia real del Emperador de Jade. Al todopoderoso monarca no le gustó demasiado la llegada intempestiva de los cuatro dragones y exclamó:

– ¡Cómo osáis interrumpir el trabajo tan importante que llevo entre manos! ¡Tengo que encargarme de todos los asuntos del Cielo y de la Tierra y de todo lo demás! ¡Volveos al mar que es vuestro sitio y comportaos como os corresponde!

Cuento chino de los cuatro dragones. Dragón negro Foto: 123RF.
Cuento chino de los cuatro dragones. Dragón negro Foto: 123RF.

– Pero Majestad, ¡los cultivos están secos y las personas se están muriendo de hambre!- dijo el Dragón Negro –Por favor, ¡mandadles lluvia enseguida!

– De acuerdo, volveos al mar, tranquilos que yo mañana mandaré lluvia a esa gente- dijo el rey con ganas de echar otra cabezadita.

– Muchas gracias Emperador de Jade, nos vamos más tranquilos- dijeron al unísono los cuatro dragones.

Así que volando los dragones se fueron felices de vuelta al Mar del Este. Cuando el rey se quedó solo mandó a un grupo de hadas celestiales que le cantara una linda canción y se quedó profundamente dormido.

Pasaron diez días y los dragones decidieron dar otro paseo por el Cielo a ver cómo estaban aquellas personas en la Tierra. Y se quedaron muy asombrados al ver que todavía no había caído ni una sola gota de lluvia. Los hombres estaban en una situación desesperada y más hambrientas que antes. ¡Tanto era así, que se comían hasta las hierbas y las piedras!

Cuento chino de los cuatro dragones. Gran dragón Foto: 123RF.
Cuento chino de los cuatro dragones. Gran dragón Foto: 123RF.

Los cuatro dragones se dieron cuenta enseguida de que el todopoderoso Emperador de Jade solo pensaba en su propio beneficio y no deseaba ayudar a los humanos. Así que pensaron que debían encontrar una solución ellos mismos a este acuciante problema.

Los dragones pensativos se miraron mientras observaban la vaga extensión del Mar del Este. Entonces, el Gran Dragón tuvo una excelente idea:

– ¿Acaso el mar no está lleno de agua? Debemos absorberla toda y esparcirla por el Cielo para que llueva, y así salvaremos a las personas, los cultivos y a los animales.

Los otros dragones estuvieron de acuerdo en llevar a cabo esta idea y empezaron a sobrevolar aquella región vaciando sus barrigas repletas de agua del mar. Después cien viajes llenando y vaciando sus estómagos, comenzó a llover sobre la Tierra. Las personas que estaban abajo empezaron a gritar sorprendidos y llenos de alegría:

– ¡Llueve! ¡Llueve!

Entonces, por todas partes, empezaron a brotar pequeños ríos que recorrían los campos de arroz y todos los cultivos. En ese momento, el Emperador de Jade se enfureció mucho y mandó apresar a los cuatro dragones. Cuando los tuvo delante les recriminó:

– ¿Cómo osáis hacer llover sin mi permiso? ¡Es la última vez que me desobedecéis!

Así, el Emperador de Jade llamó al Dios de la Montaña y le pidió que colocara cuatro inmensas montañas encima de los dragones, quedando, de este modo, capturados para siempre.

Sin embargo, a la ninfa Xin Jing, la Emperatriz del Coraje, no le gustó nada el castigo impuesto por el emperador y fue a hablar con él, quien no la temía.

– Tu belleza es incomparable- le dijo para embelesarla.

Pero la ninfa se mostró indiferente ante dichas palabras del emperador y le replicó:

– ¡Tu venganza será tu castigo! Mira bien esas montañas, pues no las volverás a ver así nunca más.

– ¿Qué piensas hacer? No puedes anular mi veredicto.

Era cierto, aunque no podía eliminar el veredicto real, sí que descargó todo su poder sobre las montañas, traspasándole su magia a los dragones, los cuales se convirtieron en cuatro grandes ríos: el Heilongjian (Dragón Negro), al norte, alejado y frío; el Huanghe (Dragón Amarillo), en el centro; el Changjiang (Gran Dragón), en el remoto sur; y el Zhujiang (Dragón de la Perla), ocupando el sur lejano y tropical.

Como se puede observar, en el cuento chino de los cuatro dragones existe una gran similitud con la tradición occidental en cuanto a la existencia de un personaje benefactor de las personas, en este caso representado por los cuatro dragones. Estos roban un elemento fundamental para la supervivencia de la especie humana, en este caso el agua, y se lo entregan sin el permiso del dios superior, por lo que el benefactor acaba siendo castigado a pesar de haber realizado una buena acción.

En la tradición occidental correspondería al caso del robo por parte del titán Prometeo del fuego al Dios Zeus, escrito por el dramaturgo clásico griego Esquilo (525-456 a.C.) en su obra Prometeo encadenado. Si sustituimos a Prometeo por los dragones, el fuego por el agua, y al dios Zeus por el Emperador de Jade, siendo los dragones castigados de forma que queden encerrados en cuatro grandes montañas y Prometeo encadenado a una montaña donde un águila le come el hígado permanentemente entre grandes dolores, vemos que, en realidad, tenemos el mismo tipo de mito.

Así pues, la gran diferencia con el dragón occidental –que escupe fuego, vuela, amenaza las aldeas y encarcela a princesas–, es que el dragón chino, a pesar de que en otros cuentos se utiliza como elemento para asustar a los niños, es en realidad un animal mítico divino benefactor de la Humanidad, amigo de todos y símbolo imperial chino.

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Xi’an: La muralla que rodea la ciudad de Xi’an es la mejor conservada de todas las que defendían las ciudades de China y fue construida por la dinastía Ming (1368-1644). Foto: 123RF.

Xi’an (西安), capital de la provincia noroccidental de Shaanxi, fue el histórico punto de partida de la Ruta de la Seda y la capital de varias dinastías chinas. Conocida como la cuna de la Ópera de Shaanxi, alberga el Ejército de Terracota del emperador Qin Shihuang. Se dice que si uno quiere ver la China de hace dos mil años, debe visitar Xi’an.

Reportaje de
José Vicente Castelló 
何维柯
Xi’an (西安), capital de la provincia noroccidental de Shaanxi, punto de partida de la Ruta de la Seda, es mundialmente conocida, no solo por haber sido la sede de varias dinastías chinas, si no también por el descubrimiento en sus cercanías en 1974 del enigmático Ejército de Terracota, grandioso mausoleo del emperador Qin Shihuang, lo que la ha convertido en uno de los principales destinos turísticos de China. Se dice que si uno quiere ver la China de hace dos mil años, debe visitar Xi’an.

Conocida en la antigüedad como Fenghao (丰镐), Daxing (大兴), Fengyuan (奉元), Anxi (安西), Jingzhao (京兆), Chang’an (长安, la Ciudad Eterna) y Xijing (西京), según la época, es además una de las cunas de la civilización china al estar situada en las proximidades de la llanura del Río Amarillo (黄河) y cuenta con una historia de más de tres mil años, de los cuales durante mil cien fue la capital de trece dinastías, entre las que se encuentran la Sui (581-618) y Tang (618-907).

Antiguo campanario de la ciudad de Xi´an. Foto: 123RF.
Antiguo campanario de la ciudad de Xi´an. Foto: 123RF.

Según los restos arqueológicos, el llamado Hombre de Lantian –descubierto en 1963 en el condado del mismo nombre– ya habitaba estas tierras hace 800.000 años y era capaz de emplear y fabricar utensilios propios de la vida diaria, aunque los restos encontrados de una civilización más avanzada datan de hace unos seis mil años. Fue durante la dinastía Qin (221-207 a.C.) cuando se convirtió en la capital del país unificado. Para hacernos una idea de la importancia de esta urbe en su época, durante la dinastía Han (206 a.C.-220 d.C.) Chang’an tenía una población tres veces superior a la de Roma en el mismo periodo; y durante la dinastía Tang era la ciudad más grande y cosmopolita de todo el mundo, superando ampliamente los dos millones de habitantes, debido a que era el punto final y de partida de la Ruta de la Seda, unión transcontinental entre Oriente y Occidente.

La Puerta Yongningmen está situada al sur de la muralla que rodea la ciudad. Foto: 123RF.
Vista trasera de la Puerta Yongningmen, que está situada al sur de la muralla que rodea la ciudad. Foto: 123RF.

Esta condición hizo que Xi’an, situada en la llanura fértil de Guanzhong creada por la confluencia de ocho ríos y las montañas de Qinling y Hua, fuera crisol único de culturas, religiones, mercaderías y civilizaciones, lo que todavía se puede admirar entre sus callejuelas, mercados, barrios chino y musulmán y lugares históricos de gran valor. Todo ello preservado entre los gruesos muros de piedra de una de las mayores capitales del viejo mundo que continúan en plena actividad.

De hecho, Xi’an cuenta actualmente con una población superior a los ocho millones de habitantes y está experimentando un crecimiento urbanístico espectacular, lo que la convierte en la mayor urbe del noroeste de China y en la cuarta en importancia del país. Aunque el 99 por ciento de sus habitantes pertenecen a la mayoría han, viven en ella unos 60.000 musulmanes de la minoría hui que conservan sus tradiciones, religión, idioma y cultura. Aunque todos hablan la lengua china, el dialecto de Shaanxi (陕西话), posee una fuerte influencia del mandarín estándar, a pesar de conservar mucha gramática y pronunciación del chino clásico.

Pagoda del ganso salvaje gigante en Xi´an. Foto: 123RF.
Pagoda del ganso salvaje gigante en Xi´an. Foto: 123RF.

El legado que conserva Xi’an heredado de su pasado no es poco y posee siete estilos arquitectónicos derivados de los reinos que sus calles y edificios han presenciado. Además del mencionado Ejército de Terracota (uno de los lugares más visitados de toda China después de la Gran Muralla y la Ciudad Prohibida de Beijing) y del Mausoleo de Qin Shihuang, dentro de la propia ciudad se encuentran 23 monumentos declarados Patrimonio Nacional Protegido, entre los que se incluyen las puertas de la ciudad antigua, más de cuatro mil mausoleos, palacios, la Gran Mezquita de corte arquitectónico chino, templos budistas (destacan las pagodas de la Oca Mayor y de la Oca Menor), monasterios, la Torre de la Campana (centro geográfico de la ciudad) y la Torre del Tambor. Para comprender mejor su bagaje histórico, vale la pena una visita detenida al Museo de Historia de Shaanxi y para admirar su legado cultural, nada mejor que pasear por la calle de la artesanía y de los anticuarios.

Plaza de la pagoda de Xi'an, en la provincia de Shaanxi. Foto: 123RF.
Plaza de la pagoda de Xi’an, en la provincia de Shaanxi. Foto: 123RF.

Su gastronomía, resumen de las dinastías que ha conocido esta tierra, es igualmente famosa. Debido a su posición geográfica, entre el norte y el sur del país, adopta ambas tendencias y técnicas de preparado, pero aporta ese toque de sal, vinagre, pimiento y ajo que hacen que los guisos se enriquezcan de una fragancia agripicante. Ente los platos más destacados encontramos la Sopa de cordero con pan (羊肉泡馍 o yángròu pàomó), la pasta en todas sus formas y variedades, y los diversos ravioles rellenos de múltiples ingredientes –hasta 120 tipos distintos–. Además, en el mercado musulmán existe una gran variedad de tapas que harán las delicias de todo viajero ávido por probar texturas nuevas, incluidos dulces de miel y frutos secos.

Aperitivos en Xi'an, provincia de Shaanxi. Foto: 123RF.
Aperitivos en Xi’an, provincia de Shaanxi. Foto: 123RF.

La Ópera de Shaanxi, denominada Qínqiāng (秦腔, Canto al estilo Qin) o Luàntán (乱弹), es el drama de su género más viejo y extenso de los cuatro tipos principales que ópera china, y anterior a la famosa Ópera de Beijing. Se caracteriza por su connotación folclórica, sus historias de gente común, sus letras sencillas, el espectacular maquillaje facial, las delicadas posturas, los personajes –se cuentan hasta trece: cuatro Shēng (), seis Dàn (), dos Jìng () y un Chǒu ()– y su música variada interpretada por el bāngzi (梆子), instrumento de percusión que consiste en dos maderas de diferente longitud y que también da nombre a este tipo de ópera. En cualquier caso, siempre suponen un elemento musical indispensable para crear un ambiente festivo y único.

Cualquier viajero que desee conocer en profundidad China hace una parada en Xi’an y todos los grandes turoperadores incluyen esta ciudad dentro de sus rutas turísticas por el gigante asiático, aunque muy poca gente sabe que esta interesante urbe milenaria está hermanada con Córdoba (Argentina) y con Cuzco (Perú).

Shaanxi: Cuna de la civilización china


 

Zhejiang o la seda: Pabellón en el lago del Oeste de Hangzhou. Foto: 123Rf.

La provincia de Zhejiang (浙江, Zhèjiāng) es conocida por la gran cantidad de tesoros culturales y naturales que alberga, como el lago del Oeste de Hangzhou, las impresionantes terrazas de arroz de Yunhe, la ópera Yue, el té de Longjing o su exquisita seda. Es en esta provincia donde llega a su fin el Gran Canal que recorre el trayecto de Beijing a Hangzhou.

Un reportaje de
Carolina Navarro Plata
罗悦柔
El nombre de la provincia de Zhejiang  proviene del principal río que la atraviesa, Qiantang, también conocido como Zhejiang (lit. “río serpenteante”). La provincia se abrevia como “Zhe”. Ubicada en la costa sureste de China, al sur del delta del río Yangtsé, limita al norte con Jiangsu, Shanghái al noreste, Anhui al oeste, Jiangxi al suroeste y Fujian al sur; y al este la baña el mar de la China Oriental.

Zhejiang o la seda: plantación de té de Longjing. Foto: 123Rf.
Zhejiang o la seda: plantación de té de Longjing. Foto: 123Rf.

Su orografía se ha convertido en los últimos años en un gran reclamo para el turismo. En gran medida, esta fama se debe al río Qiantang, el mayor de la provincia, que la recorre de oeste a este. Al desembocar en el mar de la China Oriental se produce un fenómeno llamado macareo, que consiste en la formación de olas gigantes, de hasta 15 m de altura, que se adentran río arriba y que llegan a alcanzar velocidades máximas de 40 km/h. Este espectacular fenómeno, conocido comúnmente como la “ola gigante del río Qiantang”, suele suceder durante los meses de septiembre y octubre.

Zhejiang goza de un clima húmedo subtropical que presenta diferencias entre la costa y el interior. Con cuatro estaciones bien diferenciadas, la mejor época para visitar la provincia es a principios de la primavera, cuando la temporada de lluvias aún no ha comenzado, o a mediados de otoño, cuando la época de tifones ya ha terminado.

Zhejiang o la seda: Skyine de Hangzhou. Foto: 123Rf.
Zhejiang o la seda: Skyine de Hangzhou. Foto: 123Rf.

Hangzhou, la capital del té

Con 55.900.000 habitantes (est. 2016) y una extensión de 105.500 km2 (un 1.1% del total del país), es una de las provincias con mayor densidad poblacional de China. Económicamente, y gracias a su ubicación clave y a los recursos de los que dispone, ha sido desde la antigüedad una de las zonas más prósperas del país. El Gran Canal de Beijing-Hangzhou imprimió un fuerte impulso económico sin precedentes para la costa este del país, ya que facilitó el transporte de mercancías entre el norte y el sur y el este y el oeste, al unir a los cuatro mayores ríos de China. El desarrollo económico de la provincia se refleja en sus habitantes, famosos por tener un espíritu emprendedor y un carácter fuerte. El condado de Qingtian y la ciudad-prefectura de Wenzhou son ejemplo de este espíritu que ha buscado fortuna fuera de las fronteras de China desde hace más de 300 años.

Hangzhou (杭州), la capital de Zhejiang, está situada en el norte de la provincia, en el curso bajo del río Qiantang. Es una de las siete capitales históricas de China, pues lo fue de la dinastía Song Meridional. Sus calles rezuman historia, cultura, elegancia y, a la vez, modernidad. Hangzhou es famosa por ser una de las ciudades más lindas del país. Se cuenta que Marco Polo la describió como la “más bella ciudad del mundo”, y esa belleza se debe, en gran medida, al lago del Oeste, que ha servido como fuente de inspiración para poetas y artistas de diferentes épocas.

Este lago se encuentra, como su propio nombre indica, al oeste de la ciudad y está bordeado por montañas en tres costados y por la ciudad al este. Esta situación supone un pulmón natural para la ciudad, además de contar con una gran cantidad de construcciones históricas como pagodas, templos, pabellones y jardines clásicos, que fueron construidos para realzar aún más su espectacular belleza.

La isla de los tres estanques que reflejan la luna

El lago del Oeste forma parte desde 2011 de la lista del Patrimonio Mundial de la Humanidad por la UNESCO. Cualquier época del año es buena para apreciar su belleza pero, si se visita en otoño, se podrá disfrutar de la fragancia que desprende la flor del osmanto, elegida en 1984 como la flor símbolo de la ciudad.

Zhejiang o la seda: El lago del Oeste de Hangzhou, de noche. Foto: 123Rf.
Zhejiang o la seda: El lago del Oeste de Hangzhou, de noche. Foto: 123Rf.

En los alrededores del lago hay dos lugares de obligada visita: el Museo Nacional de la Seda y el Museo Nacional del Té. Este último, único en China, fue inaugurado en 1991 y muestra un recorrido por la historia de esta planta y de su desarrollo. Aquí es posible, además, experimentar la “ceremonia del té” y transportarnos en el tiempo hasta la China antigua. Este museo cuenta con una ubicación excepcional porque está rodeado de plantaciones de té.

A menos de 2 km del museo se encuentra Longjing, el lugar donde se originó y se cultiva todavía la infusión del mismo nombre, uno de los tés verdes más famosos de China. Se pueden visitar las plantaciones y degustar una taza del milenario té en un entorno natural espectacular. Aquellos que lo deseen también pueden iniciarse en el mundo de la recolección del té.

Zhejiang o la seda: torre Leifeng en el lago del Oeste Foto: 123Rf.
Zhejiang o la seda: torre Leifeng en el lago del Oeste Foto: 123Rf.

No se debería dejar de visitar la antigua calle Qinghefang, al este del lago, para imaginar cómo era antiguamente la ciudad. Durante siglos, esta zona fue su centro político, comercial y cultural. Hoy en día aún se conservan algunos de los comercios centenarios, como la farmacia Huqin Yutang, convertida ahora en Museo de la Medicina Tradicional China.

Al sureste de la ciudad se encuentra la pagoda Liuhe, construida en el año 970, de forma octagonal y con 60 m de altura. Una de las curiosidades de esta construcción es que, desde fuera, parece tener 13 plantas pero dentro solo tiene 7. Cuando se construyó hacía las funciones de faro al situarse junto al río Qiantang. Antiguamente, los habitantes de Hangzhou subían al punto más alto de la pagoda para observar el espectáculo natural de la “ola gigante del río Qiantang”.

Ciudades con historia

La ciudad histórica de Ningbo, conocida hoy en día por su prosperidad económica y su puerto comercial, se asienta en el noreste de la provincia. A pocos kilómetros de la ciudad se halló en 1973 el yacimiento arqueológico de la cultura Hemudu, perteneciente al Neolítico. Entre las atracciones turísticas de la ciudad destacan la pagoda Tianfeng, la torre del Tambor y la biblioteca Tianyige. Esta última es la más antigua que se conserva en China, construida en 1516 por el oficial de la dinastía Ming, Fan Qin. Desde Ningbo se puede visitar en ferri la famosa isla del monte Putuo, una de las cuatro montañas sagradas del budismo chino.

Shaoxing, situada entre Hangzhou y Ningbo, es una de las ciudades más antiguas y bellas de la provincia. Esta urbe es famosa por haber visto nacer a personajes tan notables como el mítico Yu el Grande o el célebre escritor Lu Xun. Llama la atención a los visitantes la cantidad de edificios dedicados a este último, como el pabellón conmemorativo, su antigua residencia o su biblioteca. De entre los miles de puentes que cruzan los numerosos canales de la ciudad, merece especial atención el Bazi Qiao (puente del carácter de ocho), construido en el siglo XIII y que todavía continúa en uso. Además de por su arquitectura y sus personajes famosos, este lugar es famoso por dar nombre al vino de Shaoxing.

Naturaleza por descubrir

Con un 70% de su superficie cubierta por montañas, y con más 3.000 islas, Zhejiang es un lugar ideal para disfrutar de la naturaleza. Mogan Shan (Monte Mogan), a  60 km de la capital es, con sus bosques de bambú y sus aguas de color turquesa, un lugar ideal para escapar del ajetreo de la ciudad y del calor sofocante en verano. Sus montañas esconden casas de estilo europeo de principios del siglo XX, que dotan a este enclave de un toque misterioso. Es imprescindible degustar la gastronomía típica de la zona, donde el bambú es el rey de la mesa.

El área de las montañas Yandang, designada Geoparque Global de la UNESCO en 2005, está situada en el condado de Yueqing, en el sureste de la provincia. Este geoparque, de origen volcánico, destaca por la belleza de sus cascadas, cuevas y cumbres. Se dice que ha inspirado más de 5.000 poemas.

Las terrazas de arroz de Yunhe (lit. “nubes tranquilas”), en el suroeste de la provincia, son uno de los grandes atractivos de Zhejiang. Aquí los campesinos plantan arroz desde hace más de mil años. Las montañas llegan hasta los 1.400 m sobre el nivel del mar y algunas llegan a estar divididas en 700 niveles. Este se ha convertido en un paraíso para los amantes de la fotografía.

Folclore y seda

La ópera Yue surgió a principios del siglo XX en Zhejiang, aunque se popularizó en la década de los años 30 del siglo pasado en Shanghái. Se caracteriza por su elegancia y suavidad. Los temas que trata suelen estar relacionados con la vida cotidiana y las historias de amor. Aunque cuando surgió la ópera Yue solo actuaban hombres, en los años 20 del siglo pasado, se crearon grupos compuestos solo por mujeres. Esta ópera alcanzó la fama a nivel mundial en 1954, cuando se proyectó la película de ópera Yue Liang Shanbo y Zhu Yingtai basada en la leyenda de los Amantes Mariposa.

La seda ha sido desde hace siglos uno de los tesoros y motores económicos de Zhejiang. Restos arqueológicos encontrados en la provincia pertenecientes a la cultura Liangzhu (3400-2250 a.C.) demuestran que ya entonces los habitantes se dedicaban a la sericultura. Fue durante la dinastía Song cuando la producción de seda en Hangzhou vivió su época dorada.

Zhejiang
Té de Longjing. Foto: 123RF.

Gastronomía Zhe

La gastronomía de Zhejiang pertenece a una de las ocho escuelas más representativas de China, y se subdivide en tres ramas principales: Hangzhou, Ningbo y Shaoxing. Se caracteriza por preservar la frescura y el sabor original de los alimentos, para lo que se sirve de una gran variedad de métodos culinarios, entre los que destacan el salteado y la cocción al vapor. Los ingredientes estrella son el marisco, el pescado y las verduras de temporada. La delicada presentación de sus platos es clave para conseguir la elegancia por la que se caracteriza esta escuela.

Entre sus recetas destacan las gambas con té de Longjing, la anguila estofada, la carpa del lago del Oeste en salsa de vinagre, el lomo salteado con bambú o los rollitos de tofu frito.

 

Revista instituto Confucio 29

Publicado originalmente en: Revista Instituto Confucio.
Número 45 Volumen XI. Noviembre de 2017


El médico Cheng Yin. en la obra «El huérfano del clan de los Zhao» de la compañía Beijing Jingju Theatre. Digital Library of Chinese Theatre (https://chinesetheatre.leeds.ac.uk/productions/10)

El huérfano del clan de los Zhao es una obra teatral china del siglo XIII que acabaría triunfando en Europa, con versiones célebres como las de Voltaire y Goethe y paralelismos con el Hamlet de Shakespeare.

Un reportaje de
Wang Danruo
王丹若
La dinastía Yuan (, 1271-1368) fue uno de los períodos históricos con mayor desarrollo en el teatro chino. La emocionante y trágica obra El huérfano de la familia Zhao, también conocida como El huérfano del clan de los Zhao (《赵氏孤儿》, Zhào shì gū’ér), escrita durante este período por el dramaturgo Ji Junxiang (纪君祥, cuyas fechas de nacimiento y muerte son desconocidas), está inspirada en las compilaciones históricas de Zuo Qiuming (左丘明, 502 – 422 a.C.) –considerado el padre de la historiografía china– y de Sima Qian (司马迁, 145   – 87 a.C.) –un prestigioso historiador de la dinastía Han del Oeste–, así como en diferentes leyendas populares.

Zuo Qiming. Wokimedia commons, dominio público.
Zuo Qiuming, padre de la historiografía china. Wokimedia commons, dominio público.

La trama

La historia ocurrió en el año 597 a.C. cuando Tu’an Gu (屠岸贾), un desleal noble del reino de Jin, envió a sus soldados para eliminar a Zhao Shuo (赵朔) –su homólogo en la corte– y a toda su familia, compuesta por más de 300 personas. Zhuang Ji (庄姬), la esposa de Zhao y princesa del Reino, se libró de ser asesinada al estar embarazada y refugiarse en el palacio real.

El médico Cheng Yin. en la obra «El huérfano del clan de los Zhao» de la compañía Beijing Jingju Theatre. Digital Library of Chinese Theatre (https://chinesetheatre.leeds.ac.uk/productions/10)
El médico Cheng Yin. en la obra «El huérfano del clan de los Zhao» de la compañía Beijing Jingju Theatre. Digital Library of Chinese Theatre (https://chinesetheatre.leeds.ac.uk/productions/10)

Más tarde, dio a luz a un niño llamado Zhao Wu (赵武), que sería el famoso huérfano de la familia Zhao. No obstante, Tu’an Gu, al enterarse del nacimiento del niño, entró en palacio para matarlo. A fin de salvar al niño, y después de entregarlo a Cheng Ying (程婴), fiel amigo de Zhao Shuo, la madre se suicidó y Cheng Ying consiguió finalmente sacar al niño de la corte.

Cuando Tu’an Gu se enteró de que el niño había escapado, ordenó la matanza de todos los bebés de la edad de Zhao Wu. Como consecuencia, Cheng Ying se vio obligado a sacrificar la vida de su propio hijo haciéndolo pasar por Zhao Wu a fin de proteger al huérfano y cumplir con la promesa de perpetuar la estirpe de los Zhao.

Fue Gongsun Wujiu (公孙杵臼), consejero de Zhao Shuo (antiguamente la clase noble mantenía un grupo de expertos para que les aconsejaran) quien como agradecimiento a la acogida de la familia Zhao, se ofreció a declararse salvador del niño (en realidad el hijo de Cheng Ying) y tras el asesinato de éste, se suicidó dándose golpes contra una escalera. Veinte años después llegó el momento en que Cheng Ying le contó a Zhao Wu mediante una serie de ilustraciones lo que había ocurrido, y así, el huérfano por fin pudo comenzar a vengar a su familia.

«El huérfano del clan de los Zhao» de la compañía Beijing Jingju Theatre. Digital Library of Chinese Theatre (https://chinesetheatre.leeds.ac.uk/productions/10)
«El huérfano del clan de los Zhao» de la compañía Beijing Jingju Theatre. Digital Library of Chinese Theatre (https://chinesetheatre.leeds.ac.uk/productions/10)

La obra se desarrolla entre contradicciones sobre el bien y el mal. También se reflejan las tensiones entre la lealtad y la depravación, entrelazando los sentimientos más profundos sobre el destino y las reglas morales con que se distingue la bondad de la maldad. Se ponen de relieve determinados valores morales: ayudar o sacrificar algo por sacar a alguien de apuros, el cumplimiento de las promesas o la fidelidad, entre otros valores.

El huérfano del clan de los Zhao
Viñetas que muestran el cambio de niños entre el médico y el ministro y otras fases de la trama de «El huérfano del clan de los Zhao». Foto: Wikimedia commons, domino público.

El huérfano del clan de los Zhao: siglos en escena

Desde su estreno El huérfano del clan de los Zhao ha permanecido y se ha mantenido en escena durante siglos y la imagen de Cheng Ying, en particular la interpretada por el prestigioso actor de la ópera de Beijing, Ma Lianliang (马连良), se ha convertido en inolvidable para muchos chinos. Además, la historia no solo se ha adaptado en diferentes variedades teatrales como las óperas Han, Dian, Qinqiang, Jin, Bangzi de Hebei o el teatro moderno; sino también se ha traducido y difundido en países como Inglaterra, Italia, Alemania, Francia, España o Rusia donde ha generado una gran repercusión en el ámbito cultural.

Página de Joseph Henry Marie de Prémare de la obra L'Orphelin de la Maison de Tchao, publicada en 1736. Wikimedia commons, dominio público para «The Orphan of Zhao».
Página de Joseph Henry Marie de Prémare de la obra L’Orphelin de la Maison de Tchao, publicada en 1736. Wikimedia commons, dominio público para «The Orphan of Zhao».

Adaptaciones en Europa desde el siglo XVI

El primero en traducir e introducir El huérfano del clan de los Zhao en Occidente fue el misionero y sinólogo francés, Joseph de Prémare (1666-1736), quien vivió en China durante más de 30 años, entre 1699 y 1736. En 1731 en la ciudad de Cantón tradujo la obra al francés con el título L’Orphelin de la Maison de Tchao. La intención del misionero era entregar la traducción al sinólogo francés, Étienne Fourmont, pero finalmente llegó por equivocación a manos de otro sinólogo, Jean Baptiste Du Halde (1674-1743), quien sin autorización ni consentimiento alguno de sus paisanos, incluyó la obra en su libro Description de la Chine publicado en 1935.

No obstante, el libreto de esta versión carece de traducción, según Du Halde por la dificultad del libreto, como consecuencia de un excesivo empleo de alusiones a los clásicos y a elementos de literatura clásica. De todos modos, la publicación de esta obra en Francia causó un gran furor propagándose rápidamente entre los lectores y por distintos países europeos. De hecho, fue traducida y adaptada a diferentes diomas como el inglés y el alemán con el transcurso del tiempo.

La versión de Voltaire: El huérfano de la China

La mayor modificación de la obra El huérfano del clan de los Zhao se debe a la versión de Voltaire –principal representante de la Ilustración y aficionado a la cultura china– quien tras la lectura de la traducción de Joseph de Prémare, adaptó el contenido y elaboró la tragedia L’Olphelin de la Chine con el subtítulo La morale de Confucius en cinq actes. La versión de Voltaire, publicada en 1755, cosechó grandes éxitos en los teatros parisinos desde su puesta en escena el 20 de agosto de ese mismo año.

Primera lectura en 1755 de la obra de Voltaire «L'Orphelin de la Chine». Pintura de Anicet Charles Gabriel Lemonnier. Wikimedia commons, dominio público para «L'Orphelin de la Chine».
Primera lectura en 1755 de la obra de Voltaire «L’Orphelin de la Chine». Pintura de Anicet Charles Gabriel Lemonnier. Wikimedia commons, dominio público para «L’Orphelin de la Chine».

La trama de Voltaire

Voltaire sitúa la acción al comienzo de la dinastía Yuan (1271-1368), en vez de en el periodo de las Primaveras y Otoños (770-476 a.C.), época en la que originalmente transcurrió la historia. Tras la invasión y posterior victoria en la guerra contra la dinastía Song, Gengis Kan inicia la búsqueda del hijo huérfano del emperador de la dinastía Song para eliminarlo y así hacerse con el poder del imperio.

Zamti, un ex-cortesano de la dinastía Song, quiere entregar a su propio hijo a cambio de salvar la vida del huérfano Zhao (el emperador de la dinastía Song se apellidaba Zhao). Sin embargo, la esposa de Zamti, Idame, incapaz de soportar la pérdida de su hijo, se dirige a Gengis Kan en busca de compasión.

Idame, que fue el amor de juventud de Gengis Kan, despierta en él la atracción al volver a encontrarse, y se compromete a salvar a su hijo a cambio de matrimonio. Sin embargo, la fidelidad de Idame hacia su marido le hace rechazar la oferta.

Finalmente, Gengis Kan, impresionado por la lealtad de la mujer, decide acoger al huérfano Zhao y al hijo de Zamti como suyos. Además, le pide a Zamti que asuma un alto cargo en la corte. En la adaptación de Voltaire, no solo se reflejan los valores compartidos entre el mundo chino y el occidental, sino también se produce la integración de muchos elementos culturales occidentales.

La versión de Goethe

El prestigioso dramaturgo alemán Goethe (1749-1832) publicó la obra Elpenor, basándose en la segunda parte de la versión original El huérfano del clan de los Zhao. Según escribió en su diario, en la primavera de 1781 leyó esta historia recopilada en la obra de Jean Baptiste Du Halde, Description de la Chine. En Conversaciones con Goethe, Johann Peter Eckermann –autor de la obra y ayudante de Goethe– revela una conversación que mantuvo con el escritor alemán en la que dijo: “Los personajes de las obras chinas tienen una forma de pensar y de comportarse que se asemeja mucho a la nuestra, por lo que rápidamente conseguimos identificarnos con ellos.” Además apuntó: “Precisamente, es la moral tradicional lo que hace que la historia de China se haya podido perpetuar durante miles de años y que pueda proyectarse hacia el futuro.”

El huérfano de la familia Zhao: versión de Arthur Murphy

El dramaturgo irlandés Arthur Murphy (1727–1805) adaptó la historia partiendo de la obra de Voltaire. La obra de Murphy transcurre cuando Gengis Kan llega a la Llanura Central, territorio de la etnia han, y orquesta una matanza para deshacerse de la familia imperial de la dinastía Song. El ex-cortesano Zamti, acoge a Zaphimri, el único superviviente de la familia, y lo cría en lugar de Etan, su propio hijo, que es enviado con un ermitaño.

Veinte años más tarde Etan fue capturado tras una guerra contra Gengis Kan. Con la sospecha de que el joven prisionero era el huérfano del clan de los Zhao (los Zaphimri en la obra de Murphy), Gengis Kan ordenó torturarle para averiguar la verdad. La representación acaba con el huérfano, Zaphimri, matando a Gengis Kan en un combate y logrando así la venganza por su patria y su familia. En el mes de abril de 1759 este drama se representó en el Teatro Real Drury Lane de Londres.

Retrato de Mary Ann Yates como «Mandane» en la tragedia del dramaturgo irlandes Arthur Murphy «El huérfano de China». Estaba basada a su vez sobre la obra homónima de Voltaire y esta fue, de la misma manera, una adaptación de la original escrita por Ji Junxiang (纪君祥). Imagen de Tilly Kettle. Wikimedia commons, dominio público para «The Orphan of Zhao».
Retrato de Mary Ann Yates como «Mandane» en la tragedia del dramaturgo irlandes Arthur Murphy «El huérfano de China». Estaba basada a su vez sobre la obra homónima de Voltaire y esta fue, de la misma manera, una adaptación de la original escrita por Ji Junxiang (纪君祥). Imagen de Tilly Kettle. Wikimedia commons, dominio público para «The Orphan of Zhao».

La versión de Pietro Metastasio

La versión italiana de El huérfano del clan de los Zhao, que se publicó en 1748, fue adaptada por el autor italiano de melodrama Pietro Metastasio bajo el título de L’eroe cinese. El extraordinario valor literario de esta obra se manifiesta en los versos, en el hermoso lenguaje empleado, en la estructura clara así como en su argumento intenso. En 1752 esta obra fue representada en el Palacio Imperial de Viena.

Existen muchos paralelismos y coincidencias entre la prestigiosa obra Hamlet de Shakespeare (1564-1616) y El huérfano del clan de los Zhao, ya que ambas obras hacen hincapié en los temas de la venganza y la justicia. De hecho, la traducción y adaptación de El huérfano del clan de los Zhao, supuso el inicio del intercambio teatral entre China y Occidente.


Revista instituto Confucio 29

Publicado originalmente en: Revista Instituto Confucio.
Número 29. Volumen II. Marzo de 2015.

Pisaje en el monte Wutai, la montaña sagrada del budismo chino. Foto: 123RF.

El monte Wutai es una montaña sagrada del budismo chino situado en la cabecera del río Qingshui (Shanxi), rodeado por un grupo de cinco cumbres de cima aplanada. Alberga algunos de los edificios de madera más antiguos de China, originarios de la Dinastía Tang (618–907).

Reportaje de
David Sevillano-López 

谢大伟  
El Monte Wutai se encuentra a 230 kilómetros al noreste de Taiyuan (太原), la capital de la provincia de Shanxi. Sus cinco picos importantes, cuyos nombres se corresponden con los puntos cardinales (1), tienen una altura que oscila entre los 3.061 metros del Pico Norte y los 2.485 metros del Pico Sur.

El Monte Wutai en Shanxi, China es un lugar de preciosas puestas de sol y luminosos amaneceres entre sus templos y calles. Foto: 123RF.
El Monte Wutai en Shanxi, China es un lugar de preciosas puestas de sol y luminosos amaneceres entre sus templos y calles. Foto: 123RF.

El monte Wutai es, junto con el Monte Putuo en Zhejiang, el Monte Jiuhua en Anhui y el Monte Emei en Sichuan, una de las montañas sagradas del budismo en China. Según la tradición, cada uno de los cinco picos está habitado por una encarnación del Bodhisattva Manjushri (文殊菩萨), que ayuda a sus fieles a desarrollarse espiritualmente y alcanzar la tan deseada iluminación, pues él es la encarnación de la Suprema Sabiduría. La presencia inmóvil de la divinidad, cobijada por los monasterios construidos por el hombre, incita a los creyentes a emprender el viaje que ha de llevarles frente a Manjushri. El peregrino no sólo obtiene la sabiduría de manos del Bodhisattva sino que, por medio de la peregrinación, se alcanza el conocimiento, pues ésta es una metáfora del camino que el hombre ha de emprender de este mundo hasta alcanzar el siguiente. No es extraño, por tanto, que hasta este alejado lugar llegaran peregrinos procedentes de diferentes países.

Templo Wuye en la montaña Wutai en la provincia de Shanxi, China. Foto: 123RF.
Templo Wuye en la montaña Wutai en la provincia de Shanxi, China. Foto: 123RF.

Desde que en el siglo I d.C. se construyera el primer monasterio en el Monte Wutai, se produjo un proceso de adaptación del budismo a la tradición china del culto a las montañas, que encarnan el poder y energía primordial creadora del orden cósmico. En la China imperial su veneración estuvo relacionada con el poder político, pues en ellas se hacían sacrificios, se les rendía culto y, por medio de ellas, se manifestaba el Mandato del Cielo (天命, Tiānmìng). Este es el motivo por el que, desde fecha muy temprana, los rituales de protección y preservación de la nación estuvieron asociados al culto a las montañas, entre las que el Monte Wutai no fue una excepción. Después de la llegada del budismo este culto se modificó significativamente, ya que la presencia divina de Manjushri en un lugar geográfico real, convirtió al Monte Wutai no sólo en un centro de peregrinación budista internacional sino también en una de las cuatro montañas sagradas del budismo chino.

 

Wu Zetian - Monte Wutai
Wu Zetian

La identificación de esta montaña como residencia del Bodhisattva Manjushri se produjo en el año 702, durante el reinado de la emperatriz Wu Zetian (武则天,  r.690-705), cuando el monje Degan (德感) informó a la emperatriz de que junto a más de mil personas “todos vimos en (el cielo) nubes de colores, y apareció la mano de Buda”. Por este motivo, Wu Zetian ordenó que se hiciera un imagen suya en jade y se enviara al Monte Wutai para presentar sus respetos al Bodhisattva, aunque finalmente fue enviada en el 703 al monasterio Chong-fu (崇福寺) en Taiyuan. Desde este momento se empezó a considerar a Wutai la más importante de las montañas sagradas del budismo. Pero fue el emperador Suzong (肃宗, r.756-762) quien, por influencia del monje Amoghavajra (不空金刚, 705-774), convirtió este lugar en el foco de la atención imperial y promovió más su culto. Siguiendo el ejemplo de Wu Zetian y Suzong, numerosos emperadores, once de los cuales visitaron la propia montaña, honraron y patrocinaron el culto budista de Wutai.

Paisaje de la montaña Wutai en Shanxi, China. Foto: 123RF.
Paisaje de la montaña Wutai en Shanxi, China. Foto: 123RF.

 

Al comenzar la dinastía Qing (, 1616-1911) el culto en el Monte Wutai se revitalizó después de un breve periodo de decadencia, dado que los emperadores manchúes eran devotos creyentes que se identificaban como encarnaciones de Manjushri. De esta manera, entre los siglos XVII y XVIII comenzaron a incorporar prácticas del budismo tibetano, el cual llegó a controlar la vida religiosa de la montaña, debido a que los emperadores eran fieles seguidores de esta corriente budista. Este interés de la dinastía Qing en el budismo tibetano hizo que el Monte Wutai alcanzara entre tibetanos, mongoles y manchúes una gran importancia para sus peregrinaciones.

Detalle de la majestuosidad de los templos en el Monte Wutai en la provincia de Shanxi, China. Foto: 123RF.
Detalle de la majestuosidad de los templos en el Monte Wutai en la provincia de Shanxi, China. Foto: 123RF.

El patrocinio imperial del culto budista del Monte Wutai trajo como consecuencia el amplio desarrollo de la construcción de monasterios y templos en los que se pudiera alojar tanto a las reliquias e imágenes sagradas como a los monjes dedicados a su veneración. Desafortunadamente, pocas de las construcciones en madera, palaciegas o monásticas de la dinastía Tang (, 618-907) han sobrevivido, salvo alguna pagoda aislada.

 

Estatuas en las inmediaciones de los templos del monte Wutai, la montaña sagrada del budismo chino. Foto: 123RF.
Estatuas en las inmediaciones de los templos del monte Wutai, la montaña sagrada del budismo chino. Foto: 123RF.

A pesar de que la primera construcción de la que se tiene noticia en Wutai data del año 68 d.C., durante la dinastía Han del Este (东汉, 25-220), la construcción más antigua que se conserva es el Monasterio Nanchan (南禅寺) construido en el 782, durante la dinastía Tang. Está considerado actualmente el edificio de madera más antiguo conservado en todo el mundo.

Templo de Bishan en el monte Wutai en la provincia de Shanxi, China. Foto: 123RF.
Templo de Bishan en el monte Wutai en la provincia de Shanxi, China. Foto: 123RF.

Pero, sobre todo, destaca el Monasterio de la Luz de Buda (佛光寺, Fóguāng sì), uno de los templos más importantes. Construido en 857, es una de las únicas cuatro edificaciones en madera que han sobrevivido de la época Tang. En su interior hay tres budas, Sakyamuni, Amitabha y Maitreya, flanqueados por dos bodhisattvas, Manjushri y Samantabhadra. En una estructura más pequeña del monasterio está el Templo de Manjushri, en el que se encuentra la estatua del Bodhisattva montado sobre el león, su representación habitual, que data de 1137.

El Monte Wutai no sólo es una hermosa cápsula del tiempo que conserva algunos de los más hermosos tesoros nacionales de China, sino que también ha contribuido al propio desarrollo del país

Notas:

(1) En la China antigua los puntos cardinales se identifican con: Norte (, běi), Este (, dōng), Sur (, nán), Oeste (西, ) y Centro (, zhōng).

El guerrero Guan Yu inmortalizado como el Dios de la Guerrra Taoísta Guan Di. Foto: MET., dominio público.

El taoísmo es una de las religiones más antiguas y enigmáticas de China. Tiene una tradición rica y compleja que está imbricada en las fiestas populares como la fiesta de fin de año o Fiesta de la Primavera y en muchos otros aspectos de la tradición china. El clásico de Isabelle Robinet Taoism, Growth of a Relligion explora los elementos definitorios de este culto.

El taoísmo (道教, Dào Jiào) ha evolucionado y se ha adaptado a lo largo de los siglos. Isabelle Robinet, posiblemente la mejor autora clásica sobre taoísmo del mundo, en su libro «Taoism, Growth of a Religion» explora los aspectos fundamentales del taoísmo desde aproximadamente el siglo III a.C. hasta el siglo XIV d.C. Esto incluye su concepto de universo, la importancia del equilibrio entre los opuestos y su panteón diverso y expansivo.

Taoismo, el germen de una religión, de Isabelle Robinet. No está traducido al castellano. Foto: Bookshop.
Taoismo, el germen de una religión, de Isabelle Robinet. No está traducido al castellano. Foto: Bookshop.

El taoísmo y el Qi

En el corazón del taoísmo está la noción del Qi (气), o energía vital. El Qi no es ni materia ni espíritu, sino una fuerza que existe y domina antes de la existencia del mundo.
El Qi es la fuente de toda vida y existencia. Se manifiesta en todo lo que nos rodea. Desde las montañas y los ríos hasta los animales, incluyendo a los humano. Todo es una expresión del Qi. El Qi es la energía de un Universo en perpetuo cambio y regeneración.

Yin y Yang: la danza de los opuestos

El taoísmo es quizás mejor conocido por su enseñanza sobre el Yin (阴) y el Yang (阳), dos fuerzas opuestas pero complementarias que forman el equilibrio dinámico del Universo.
Yin (femenino, oscuro, pasivo) y Yang (masculino, luminoso, activo) no son solo opuestos; son interdependientes. Cada aspecto (Yin y Yan) contiene el germen de su contrario. Eso que refleja la creencia taoísta de que el cambio es la única constante en la vida.
Esta confrontación lúdica entre Yin y Yang se manifiesta en todos los aspectos de la vida, desde las estaciones del año hasta nuestras propias decisiones y estados emocionales.

Los cinco elementos y la alquimia interna

Más allá del Yin y el Yang, el taoísmo también enseña sobre los Cinco Elementos o Wuxing (五行, Wǔ Xíng).

  • metal
  • madera
  • agua
  • fuego
  • tierra

Elementos del taoísmo en el horóscopo chino.

Estos cinco elementos son cruciales para el zodiaco y los doce animales del horóscopo chino, pues determinan la personalidad. metal, madera, agua, fuego y tierra. En el horóscopo chino, cada elemento domina durante dos años, alternando entre las influencias Yin y Yang, para mantener un balance perfecto en el universo.

Estos elementos no solo representan tipos de energía en el mundo físico, sino que también corresponden a diferentes aspectos de la salud humana y la psicología. Los 5 elementos básicos vinculan el microcosmos del cuerpo humano con el macrocosmos del universo. Los taoístas creen que al entender y equilibrar estos elementos dentro de sí mismos, pueden alcanzar la armonía y la salud óptimas.

Los dioses taoístas: el panteón folclórico del tao

El panteón taoísta es vasto y variado, lleno de deidades que personifican todo, desde conceptos abstractos hasta fenómenos naturales. Estos dioses y diosas no son vistos como figuras supremas en el sentido occidental, sino más bien como manifestaciones del Qi y sus diversas expresiones.
Algunas de las figuras más prominentes incluyen a Laozi, considerado el fundador del taoísmo. Éste es uno de los Tres Puros, que representan las tres purezas más altas del pensamiento taoísta. Vamos a aventurar un resumen procedente del libro de Robinet y de otras fuentes con los principales actores del folclore taoísta:

El panteón taoísta incluye una amplia variedad de figuras divinas, inmortales y deidades que representan aspectos del cosmos, la naturaleza y la espiritualidad. A continuación, te detallo algunas de las principales figuras:

1. Los Tres Puros (三清, Sānqīng)

Yuanshi Tianzun (元始天尊, Yuánshǐ Tiānzūn): El «Señor Celestial del Comienzo Primordial,» asociado con la creación del universo.
Lingbao Tianzun (灵宝天尊, Língbǎo Tiānzūn): El «Señor Celestial del Tesoro Espiritual,» vinculado a las escrituras y la transmisión de la sabiduría.
Daode Tianzun (道德天尊, Dàodé Tiānzūn): También conocido como Laozi (老子, Lǎozǐ), es el «Señor Celestial del Camino y la Virtud,» asociado con el Dao y la enseñanza del Tao Te Ching.

2. Los Tres Oficiales Celestiales (三官大帝, Sānguān Dàdì)

Tian Guan (天官, Tiān Guān): Oficial del Cielo, otorga bendiciones.
Di Guan (地官, Dì Guān): Oficial de la Tierra, absuelve pecados.
Shui Guan (水官, Shuǐ Guān): Oficial del Agua, elimina calamidades.

3. Reyes del Inframundo (冥界王, Míngjiè Wáng)

Yan Wang (阎王, Yán Wáng): Rey del inframundo y juez de los muertos. Tembién es conocido como Rey Yanluo (阎罗王;, Yánluó wáng).
Los Diez Reyes del Infierno (十殿阎罗, Shídiàn Yánluó): Gobernantes de los diez tribunales del inframundo.

4. Deidades Protectores

Zhong Kui (钟馗, Zhōng Kuí): El expulsador de demonios, protector contra espíritus malignos.
Lei Gong (雷公, Léi Gōng): Dios del Trueno, ejecutor de la justicia divina.
Feng Bo (风伯, Fēng Bó): Dios del Viento.

 5. Deidades Naturales

Houtu (后土, Hòutǔ): Diosa de la Tierra, madre nutricia de todas las cosas.
Long Wang (龙王, Lóng Wáng): Reyes Dragón, gobernantes de los mares y ríos.

6. Deidades de la Salud y la Longevidad

Shouxing (寿星, Shòuxīng): Estrella de la longevidad.
Fuxing (福星, Fúxīng): Estrella de la fortuna.
Luxing (禄星, Lùxīng): Estrella de la prosperidad.

7. Deidades Mitológicas

Ba Xian (八仙, Bāxiān): Los Ocho Inmortales, símbolos de la inmortalidad y protectores.
Nuwa (女娲, Nǚwā): Diosa creadora, vinculada con la creación de la humanidad.

8. Figuras Históricas Divinizadas

Zhang Daoling (张道陵, Zhāng Dàolíng): Fundador de la escuela de los Maestros Celestiales (Tianshi Dao).
Guandi (关帝, Guāndì): Dios de la guerra, protector de la justicia.

 9. Otros

Cai Shen (财神, Cái Shén): Dios de la riqueza.
Doumu (斗母, Dǒumǔ): Madre del Carro Celestial, asociada con las estrellas..

La visión taoísta del mundo

El taoísmo ofrece una visión del mundo profundamente interconectada y fluida, donde la espiritualidad y la naturaleza se entrelazan inextricablemente.
Isabelle Robinet, en la introducción de su obra «Taoísmo, el surgimiento de una religión» describe el taoísmo como un culto que invita a vivir en armonía con el ritmo natural del universo, buscando el equilibrio y la sabiduría en la interacción constante de todas las cosas a través de su simbología, las prácticas meditativas y sus enseñanzas filosóficas.
Para Isabelle, «esta tradición milenaria sigue siendo relevante en la actualidad, ofreciendo perspectivas valiosas sobre cómo podemos vivir vidas más equilibradas y conscientes en un mundo en constante cambio».


FUENTES:

Para el panteón taoísta:
Descripciones de la Enciclopedia Británica. y Wikipedia
Para el resto del artículo:
Taoism, Growth of a Religion, de Isabelle Robinet.

Pintura "Madera y Piedra" (木石圖) de Su Shi (蘇軾) (Su Dongpo). Es una obra en tinta sobre papel que mide 26,3 cm de alto por 50 cm de ancho. Wikimedia commons, dominio público para «Paintings by Su Shi».

Su Dongpo (1037-1101 d.C.) fue uno de los ocho maestros de prosa de las dinastías Tang y Song, jefe de la Escuela de Poesía de Jiangxi, uno de los cuatro maestros calígrafos de la época Song y representante de la Escuela de Bambú de Huzhou. Además, tenía conocimientos de medicina, sabía hacer vino y se le daba bien cocinar.

Un reportaje de
Liu Yanqin
刘艳琴
Su Dongpo (苏东坡) y Huangzhou (黄州) son como las dos caras de una misma moneda. Se puede decir sin exagerar que Huangzhou creó a Su Dongpo y viceversa.

El lugar históricamente conocido como Huangzhou es hoy en día la ciudad de Huanggang (黃冈市), en la provincia de Hubei. Su Dongpo, de nombre Su y de apellido Shi, de pseudónimo Dongpo Jushi, fue un famoso personaje de la historia de China que fundó su propia escuela de pensamiento en numerosos lugares. Era uno de los ocho maestros de prosa de las dinastías Tang y Song, jefe de la Escuela de Poesía de Jiangxi, uno de los cuatro maestros calígrafos de la época Song y representante de la Escuela de Bambú de Huzhou. Además, tenía conocimientos de medicina, sabía hacer vino y se le daba bien cocinar.

Su Dongpo fue también un magnífico político. Durante su juventud cumplió el sueño de servir a su pueblo asumiendo un cargo público en el que recibió el cariño de la gente. Sin embargo, debido a las diferencias de opinión que tenía con otros oficiales del gobierno, sufrió repetidas persecuciones. En mayo de 1079, fue transferido de Xuzhou a la prefectura de Huzhou, para ejercer el cargo de gobernador de la provincia. Entonces, el primer ministro Wang Anshi puso en marcha nuevas reformas. Al ver que los cambios iban contra los intereses del pueblo, Su Dongpo no pudo evitar escribir un poema crítico en el que vertió su descontento, lo que tuvo como consecuencia que fuera detenido por las autoridades. Su, que solo sirvió en Huzhou durante tres meses, fue acusado de “denigrar al emperador y al primer ministro” y fue consecuentemente arrestado por la corte y trasladado a Beijing, donde estuvo 103 días encerrado en prisión.

Su Dongpo, también llamado Su Shi (蘇軾). Este grabajo está pintado en la obra «Las dos odas al Acantilado Rojo» (赤壁二賦冊), un trabajo del calígrafo Zhao Mengfu, quien también pintó el retrato de Dongpo. Imagen: Wikimedia Commons, dominio público para «Su Shi».
Su Dongpo, también llamado Su Shi (蘇軾). Este grabajo está pintado en la obra «Las dos odas al Acantilado Rojo» (赤壁二賦冊), un trabajo del calígrafo Zhao Mengfu, quien también pintó el retrato de Dongpo. Imagen: Wikimedia Commons, dominio público para «Su Shi».

Tras salir de la cárcel fue relegado a la milicia inferior local, un puesto equivalente a instructor de la guarnición militar de Huangzhou. Por su espíritu intelectual se negó a ser instructor militar. De hecho, cuando todavía era supuestamente funcionario, fue puesto bajo arresto domiciliario en la base militar de Huangzhou porque ya no tenía ni autoridad administrativa ni salario.

Sin fuentes de ingreso, para subsistir se dedicó al cultivo de cereales y vegetales en las colinas al este de la base militar. Fue en ese momento cuando adoptó el nombre de Dongpo Jushi (东坡, dōngpō, “colinas del este”). Este pseudónimo, de apariencia tranquila y afable, encierra en realidad un trasfondo agridulce. Durante los cuatro años que estuvo en Huangzhou, ya sin estatus de funcionario, se convirtió en todo un literato que estudiaba sistemáticamente el Zhou Yi (周易) y las Analectas de Confucio (论语). Escribió una interpretación de ambos clásicos confucianos y también numerosos versos fu –literalmente “oda”, que son poemas nacidos en la dinastía Han–.

Fue en este periodo cuando escribió la famosa obra Recordando Chibi al son de Nian Nu Jiao (念奴娇赤壁怀古, Niànnújiāo chìbì huáigǔ). En este poema clásico no solo describe el imponente y espectacular paisaje de Chibi (Huangzhou), sino que también muestra su admiración por Zhou Yu, famoso por la batalla de los Acantilados Rojos en Chibi durante el periodo de los Tres Reinos (三国, 220-280), y expresa su decepción por haberse hecho viejo sin lograr ningún éxito. Al final del poema, Su se lamenta: “La vida es como un sueño; déjame servir este vino y ofrecérselo al río y a la luna”. Lo que parece un mensaje negativo contiene en realidad una exquisita dedicatoria a su país.

Durante esa época escribió Calmando las olas, no escuches la lluvia caer en los árboles (定风波莫听穿林打叶声, Dìng fēngbō mò tīng chuān lín dǎ yè shēng), que fue muy apreciado por las generaciones posteriores. Este poema describe cómo, paseando por las montañas, empieza a llover de repente, lo que le obliga a correr en busca de refugio. Sin embargo, al llevar sandalias de paja, no puede caminar muy rápido. Describe así cómo, ante este tipo de contrariedad para la que no se había preparado mentalmente, actúa con calma. “Pasa una vida envuelta de paja en niebla y lluvia”, “Inmune al viento, la lluvia o el sol, cumpliré con mi voluntad”, apartando de su mente otros pensamientos y abstrayéndose. Este tipo de filosofía y actitud se ha convertido desde entonces en la clave para comprender a los escritores posteriores cuando afrontan dificultades.

Caligrafía semicursiva original de Su Dongpo. Foto: Wikimedia commons, dominio público para «Calligraphy by Su Shi»
Caligrafía semicursiva original de Su Dongpo. Foto: Wikimedia commons, dominio público para «Calligraphy by Su Shi»

En su poema entrelaza juegos de palabras con los caracteres de “viento y lluvia” (风雨, fēngyǔ), que representan el viento y la lluvia del paisaje, cuando en realidad están simbolizando la historia de su peligrosa vida política. En todo el poema no se ve una pizca de tristeza: “Cuando te encuentres con un problema inesperado, no te alarmes, no hay motivos para enfadarse”; y aquí es donde se puede comprobar su actitud y su forma de ver la vida.

En esa época también escribió la obra poética Oda en el Acantilado Rojo (赤壁赋), en los que aporta una reflexión filosófica de la vida, expresando su parsimonia y un humor optimista. En sus versos se puede apreciar cómo, durante su estancia en Huangzhou, se percató de que para hacer realidad su sueño de servir al emperador gobernando para el pueblo debía tomar decisiones importantes.

También fue durante aquel periodo cuando escribió una breve obra titulada Noche en el templo Cheng Tian (记承天寺夜游, Jì chéng tiān sì yè yóu). Está compuesta únicamente por quince versos, pero relata todo lo que él y su amigo ven y sienten mientras pasean de noche por el templo Cheng Tian. También muestra cómo, gracias a su actitud tranquila, disfruta de todos los regalos que le brinda la naturaleza.

Las obras literarias de su tiempo en Huangzhou son en su mayoría diarios de viaje. En estos relatos en los que disfruta del paisaje se traza el recorrido espiritual que convirtió a Su Shi en Su Dongpo, adoptando creencias confucianistas sin ser pedante, apreciando el taoísmo sin ser artificial y comprendiendo el budismo sin aislarse del mundo.

Los cuatro años en Huangzhou fueron un periodo en el que gozó del paisaje, aró el campo, practicó la pesca, recogió madera, admiró las obras de Tao Qian, se mantuvo en forma, cambió su forma de pensar y avanzó constantemente hacia la madurez y la sabiduría. Los poemas de Su Dongpo en Huangzhou son la cúspide de su obra en la literatura china y transformaron esta ciudad, antaño una tierra por civilizar, en un lugar sagrado de las letras que durante los últimos 900 años ha sido destino iniciático para numerosos escritores.


Instituto Confucio 38

Publicado originalmente en: Revista Instituto Confucio.
Número 38. Volumen V. Septiembre de 2016.

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