Las trece casas comerciales de Cantón

En 1757 Guangzhou (Cantón) se convirtió en la única ciudad portuaria de toda China con autorización oficial para el comercio exterior, con lo que sus Trece Casas Comerciales fueron asignadas para llevar a cabo dichas gestiones. A partir de allí, Guangzhou comenzó su nueva era gloriosa, que duró un total de 85 años. Una época consistente en monopolizar el mercado de la importación y la exportación, y que a su vez logró un aumento inmediato del prestigio internacional y un alto nivel de prosperidad, convirtiéndose en una de las ciudades más grandes y habitadas del mundo.

Reportaje de
Wang Wen
王文
Al norte del Parque Cultural de Guangzhou hay una calle que se llama Shísānháng Lù (de las Trece Casas Comerciales o 十三行路) que formaba, junto con otros barrios de los alrededores, una concentración de numerosos locales chinos y extranjeros dedicados al comercio exterior durante la dinastía Ming (1368-1644) y Qing (1644-1911). Con el transcurso del tiempo, el nombre de Shísānháng se fue asentando paulatinamente.

Punto de partida de la Ruta Marítima de la Seda

Al ser una ciudad histórica y cultural, Guangzhou cuenta con una dilatada tradición en las relaciones con el mundo exterior y su apertura como puerto emisor de la Ruta Marítima de la Seda se remonta a las dinastías Qin (221-207 a.C.), Han (206 a.C.-220 d.C.), Jin Occidental (265-316) y Jin Oriental (317-420), constituyendo el primer puerto chino importante destinado al comercio exterior que no cesó de tener actividad a lo largo de su historia. Algunos productos originales chinos como la seda, la cerámica y el té se exportaban al resto del mundo desde Guangzhou a cambio de mercancías exóticas como joyas, especias, marfil, cuernos de rinoceronte, etc.

Antigua capital del comercio marítimo chino

La instalación de la Agencia Administrativa de Productos Extranjeros durante la dinastía Tang (618-907) en Guangzhou fue la primera entidad oficial dedicada específicamente al comercio exterior. Durante las dinastías Song (960-1279) y Yuan (1271-1368), Guangzhou mantenía una relación activa con más de 140 países y regiones en el sector de los negocios, aun a pesar de que figuraba en segunda posición en cuanto a la capacidad de su puerto, después de la ciudad de Quanzhou (provincia de Fujian). En un viaje que realizó el sacerdote franciscano italiano Odorico de Pordenone (1265-1331) a Guangzhou procedente de la India, descubrió que esta ciudad china era en aquel entonces tres veces más grande que la famosa Venecia.El origen de las Trece Casas Comerciales

rutas marítimas chinas.
Rutas marítimas Chinas. Mapa adaptado de www.unesco.org

Sin embargo, en las dinastías Ming y Qing, el gobierno implantó durante mucho tiempo la política de paralizar cualquier maniobra comercial a través de la navegación marítima, conservando exclusivamente dos vías de comunicación con el mundo exterior: una ruta terrestre que entraba en Pekín pasando por el Asia Central y otra marítima que finalizaba en Guangzhou, propiciando la aparición en esta ciudad septentrional de los agentes intermediarios conocidos como las “Trece Casas Comerciales”, quienes ofrecían todo tipo de servicios a los comerciantes extranjeros durante el reinado del emperador Wangli (1563-1620) de la dinastía Qing.

Las Trece Casas Comerciales, único punto de entrada marítima de mercancías

El monarca dudó entre la idea de recaudar fondos mediante el comercio con el extranjero y el miedo a la influencia foránea que producía tal actividad y que podría poner en peligro la estabilidad política del país. De hecho, al final resultó que en 1757 -año 22 del reinado del emperador Qianlong (1711-1799)-, Guangzhou se convirtió en la única ciudad portuaria de toda China con autorización oficial para el comercio exterior, con lo que las Trece Casas Comerciales fueron asignadas para llevar a cabo dichas gestiones. A partir de allí, Guangzhou –más conocida como Cantón entre los comerciantes europeos-, comenzó su nueva era gloriosa, que duró un total de 85 años. Una época consistente en monopolizar el mercado de la importación y la exportación, y que a su vez logró un aumento inmediato del prestigio internacional y un alto nivel de prosperidad, convirtiéndose en una de las ciudades más grandes y habitadas del mundo.

Las compañías comerciales de Guangzhou durante la Guerra del Opio. Imagen anónima. Musée de la Compagnie des Indes, Wikimedia commons, dominio público.
Las compañías comerciales de Guangzhou durante la Guerra del Opio. Imagen anónima. Musée de la Compagnie des Indes, Wikimedia commons, dominio público.

En realidad, las supuestas Trece Casas Comerciales, que se refieren a los establecimientos mercantiles autorizados por el gobierno para hacer negocios con los comerciantes occidentales en Guangzhou, no coinciden exactamente en número con las entidades existentes, sino que la cantidad de ellas podía variar con el paso del tiempo en mayor o menor medida.

En aquellos años los comerciantes que se congregaban en Guangzhou provenían principalmente del Reino Unido, Francia, Dinamarca, Suecia, Holanda, Brasil, Rusia, Portugal, España y diversos países del Sudoeste Asiático. Teniendo en cuenta que el gobierno prohibía cualquier tipo de contacto entre los comerciantes extranjeros, los funcionarios y el pueblo común, a los forasteros solamente se le permitía residir alrededor de la zona de las Trece Casas Comerciales, y cualquier transacción económica o asunto diplomático se tenía que realizar mediante los agentes intermediarios chinos.

El idioma, sistema de triaje

De esta manera, lo primero que tenían que hacer los comerciantes occidentales nada más llegar los barcos extranjeros era ponerse en contacto con una agencia que hablara su idioma para que les ayudara en la traducción, les introdujera en el mercado local, comprara la mercancía y ofreciera servicios de almacenaje, carga y descarga, alojamiento y asesoramiento legal. Al mismo tiempo, los comerciantes extranjeros verificaban los artículos que les vendía la agencia china, como el té, la seda, la porcelana, etc.

Con el paso del tiempo, en la orilla del Río de la Perla (situada al oeste de la ciudad) se empezaron a construir edificios dedicados específicamente a albergar a extranjeros y a proporcionarles locales para que pudieran realizar sus negocios. Las fincas, normalmente de tres pisos de altura y con un estilo arquitectónico occidental, se conocían como shāngguǎn (agencias comerciales) entre los extranjeros, mientras que para los habitantes chinos de la dinastía Qing se llamaban yíguǎn (casa de los extranjeros).

De izquierda a derecha: Li Shigong, Chen Laoyi y el misionero Robert Morrison. Grabado de Jenkins (1828) a partir de una pintura de George Chinnery. Dominio público.
De izquierda a derecha: Li Shigong, Chen Laoyi y el misionero Robert Morrison. Grabado de Jenkins (1828) a partir de una pintura de George Chinnery. Dominio público.

Según lo que apuntaba en el año 1832 el misionero evangelista anglo-escocés y traductor de chino de la Compañía Británica de Las Indias Orientales, Robert Morrison (1782-1834), estas agencias estaba distribuidas de este a oeste por este orden: Agencia de Justicia y Paz (Ewohong), Agencia Holandesa, Agencia Inglesa, Agencia Chow Chow (Fungtaehong), Agencia Inglesa Antigua (Bungshanhong), Agencia Sueca (Suyhong), Agencia Imperial (Mayinghong), Agencia Paonshun, Agencia Americana (Kwangyuenhong), Agencia Zhongwo, Agencia Francesa, Agencia Española y Agencia Danesa.

Los cantoneses, inteligentes y trabajadores, aprovecharon esta oportunidad única y excelente que les concedía el emperador para enriquecerse aún más si cabía, justo en un momento en el que el intercambio entre la cultura occidental y la china se intensificaba y se difundía con rapidez.

Una descripción pictórica de la situación de esos momentos sería algo así: los barcos extranjeros se esforzaban por salir cargados con mercancías y en la zona de las Trece Casas Comerciales abundaba la riqueza. Los 85 años de historia del monopolio en el sector del comercio exterior supuso para Guangzhou un alto nivel de prosperidad y le situó en el cuarto lugar en el ranking mundial de potencias económicas del año 1850 y en el séptimo en 1875.

La riqueza procede de Guangzhou

De entre todas las casas comerciales que se encontraban en este barrio, destacaban las agencias Tongmen, Kwanglei, Ewo e Yisen, establecidas por Pan Zhengcheng, Lu Guangheng, Wu Binjian y Ye Shanglin respectivamente. En un reportaje publicado por el periódico estadounidense The Wall Street Journal se decía que Wu Binjian, no solo era el hombre más rico de China en aquella época, si no que además se situaba en los primeros puestos de los multimillonarios del mundo. Su fortuna alcanzó la impresionante cifra de 26 millones de unidades de plata, que equivalía casi al ingreso recaudado por el Gobierno de la dinastía Qing a lo largo de todo un año.

Dibujo de una calle de Guangzhou en 1830. Dibujo de Frederik von Scholten. Wikimedia commons, dominio público.
Dibujo de una calle de Guangzhou en 1830. Dibujo de Frederik von Scholten. Wikimedia commons, dominio público.

La prosperidad de esta ciudad comercial se podría resumir en el dicho: Montañas de oro y perlas preciosas que cubrían el mar, almacén del tesoro imperial. Por último, cabe destacar los pingues beneficios obtenidos a través de los aranceles portuarios y que iban a parar a la Corte en forma de impuestos, los cuales sirvieron también para pagar la indemnización tras las derrotas en las Guerras del Opio (1839-1842 y 1856-1860).

La prosperidad de esta ciudad comercial se podría resumir en el dicho: “Montañas de oro y perlas preciosas que cubrían el mar, almacén del tesoro imperial”. Por último, cabe destacar los pingues beneficios obtenidos a través de los aranceles portuarios y que iban a parar a la Corte en forma de impuestos, los cuales sirvieron también para pagar la indemnización tras las derrotas en las Guerras del Opio (1839-1842 y 1856-1860).

La occidentalización de China

La zona de las Trece Casas Comerciales también ha servido como punto de encuentro e intercambio entre la cultura china y las extranjeras. Así, los chinos conocieron la medicina occidental, las artes de la pintura al óleo y las tecnologías arquitectónicas y de fabricación de maquinaria, mientras que los extranjeros exportaban productos como la seda, el té, la porcelana, muebles de maderas preciosas, libros y pinturas, entre otros.

Los comerciantes de esta zona, aparte de contar con una gran riqueza, introdujeron varias tecnologías avanzadas y nociones científicas como la aplicación de vacunas, y sobre todo mostraron una mentalidad muy abierta en cuanto a las costumbres sociales. De esta manera, tanto la ciudad de Guangzhou como la provincia de Guangdong, con su capacidad de integrar elementos nuevos y formar su propio criterio en el intercambio multicultural y multidisciplinar, se convirtieron en las pioneras a la hora de facilitar la entrada en China de las sociedades modernas en aspectos tales como las nuevas ideologías, la política y la cultura. Eso supuso que esta zona sureña fuera donde se iniciaron las reformas sociales de la China moderna.

Cantón, visto desde el mar. En primer plano dos barcos holandeses. Cuadro de Johannes Vingboons, Wikimedia commons, domino público.
Cantón, visto desde el mar. En primer plano dos barcos holandeses. Cuadro de Johannes Vingboons, Wikimedia commons, domino público.

Punto de encuentro cultural

El famoso pintor y jesuita italiano Giuseppe Castiglione (1688-1766) y el astrónomo alemán Ignatius Kögler (1680-1746), entre muchos otros, solían congregarse en la zona de las Trece Casas Comerciales antes de entrar en la corte como si se tratara de una estación obligada de transbordo para los extranjeros. Los ingeniosos artesanos de este barrio integraban los elementos artísticos occidentales, tales como la pintura, los cristales esmerilados, el esmalte o los relojes en la artesanía tradicional local para desarrollar de este modo productos con un estilo combinado entre chino y occidental.

Al mismo tiempo, los agentes intermediarios cantoneses también crearon una variedad lingüística de inglés “con estilo cantonés”, prueba de ello es la publicación del libreto Guǐhuà (Palabras del demonio), que funcionaba como cualquier diccionario bilingüe inglés-chino de hoy en día. En esta publicación después de cada palabra inglesa se coloca su transcripción fonética en chino, ejemplos como today recurre a tǔdì (tierra) y men a màn (despacio). Evidentemente, la zona de las Trece Casas Comerciales también se convirtió en un lugar ideal para estudiar chino.

Vista de las factorias en 1805. De William Daniell - National Maritime Museum. Dominio público.
Vista de las factorias en 1805. De William Daniell – National Maritime Museum. Dominio público.

Los exóticos presentes que ofrecían todos los años estas agencias como tributo a la corte imperial en Beijing eran numerosos y preciosos. Objetos como maderas de sándalo rojo, marfil, esmalte, cajitas de rapé, relojes, maquinaria de diversa índole, cristal, joyas, tejidos de lana y mascotas, entre otros, que marcaron su liderazgo en la tendencia de la moda de aquella época, aún se conservan hoy en día en el Museo de la Ciudad Prohibida.Hitos del comercio, la guerra, la gastronomía y la cultura en Guangzhou

En 1772, el comerciante Pan Zhengcheng realizó por primera vez en China un pago a los ingleses mediante un giro bancario de Londres, un hecho que resultó inimaginable para el resto de los chinos, acostumbrados a comerciar pagando siempre en efectivo. Durante la Guerra del Opio, a fin de potenciar la fuerza marítima china distribuida en la provincia y equiparla con las mejores armas de la época, los comerciantes chinos pagaron de su propio bolsillo barcos norteamericanos, que más tarde se convertirían en los primeros barcos militares chinos. En 1786 Pan Zhengcheng organizó un banquete que duró tres días, uno de los cuales se sirvió únicamente comida inglesa. Por otro lado, hace más de 200 años que ya se vendía comida occidental en Guangzhou, como pan y mantequilla.

En 1827 se estrenó el primer periódico inglés en Guangzhou, llamado Guangzhou Register, siendo también el primero en todo el territorio chino que inspiró a otras publicaciones comerciales en inglés que aparecieron posteriormente, tales como el Chinese Repository, Canton Press, etc. Mientras tanto, existían otros periódicos publicados en chino a cargo de misioneros extranjeros, entre los que destacó el Eastern Western Monthly Magazine, fundado por Morrison, y el News From All Lands, del que se encargó Medhurst a partir del año 1838. Todas estas publicaciones abrieron una ventana que facilitó que Lin Zexu, Wei Yuan y Xu Jishe conocieran el mundo exterior.

La firma del Tratado de Nankín en agosto de 1842 obligó a la apertura de cinco puertos chinos al comercio internacional y, de esa manera, se anunció el fin de la historia monopolista de Guangzhou en tal sector. De hecho, hasta 1853 (año 3 del emperador Xianfeng), la mayoría de los negocios de los ingleses se trasladaron a Shanghái

Las trece casas comerciales de Cantón
Representación de la Primera Guerra del Opio entre Gran Bretaña y China. Cuadro de Edward Duncan, Wikimedia commons, dominio público.

La Primera Guerra del Opio

Debido al contrabando ilegal de opio en el sur del país estalló en el año 1840 la Primera Guerra del Opio entre Gran Bretaña y China. En mayo de 1841, los habitantes de Sanyuanli, un barrio a las afueras de Guangzhou, se juntaron voluntariamente para luchar contra los invasores ingleses. La firma del Tratado de Nankín en agosto de 1842 obligó a la apertura de cinco puertos chinos al comercio internacional y, de esa manera, se anunció el fin de la historia monopolista de Guangzhou en tal sector. De hecho, hasta 1853 (año 3 del emperador Xianfeng), la mayoría de los negocios de los ingleses se trasladaron a Shanghái.

Ataque sobre la Puerta Oeste de Guangzhou durante la segunda Guerra del Opio en 1858. Imagen: Illustrated times. Publicada en Harper's Weekly, April 1858. Wikimedia commons, domino público.
Ataque sobre la Puerta Oeste de Guangzhou durante la segunda Guerra del Opio en 1858. Imagen: Illustrated times. Publicada en Harper’s Weekly, April 1858. Wikimedia commons, domino público.

Junto a esto, la cesión de Hong Kong al Reino Unido también debilitó la situación de Guangzhou. Frente a estas dos competencias, situadas al norte y al sur respectivamente, Guangzhou se iba alejando poco a poco del núcleo del comercio internacional, y esto hizo que muchos de los cantoneses emigraran con todos sus ahorros y de manera clandestina a Shanghái o a Hong Kong, ciudades a cuya construcción contribuyeron ellos mismos.

Las trece casas comerciales de Cantón
La firma del Tratado de Nankín en agosto de 1842 obligó a la apertura de cinco puertos chinos al comercio internacional, poniendo fin al monopolio de Guangzhou. Cuadro pintado por el Capitán John Platt y grabado por John Burnet.. Imagen: Anne S. K. Brown Military Collection, Dominio público.

A finales de la dinastía Qing (1644-1911) y principios de la República de China (1912-1949), la ciudad de Guangzhou, y más tarde toda la provincia de Guangdong, se convirtió en el lugar donde se inició la Reforma Política de Wuxu y la Revolución de Xinhai, dirigidas respectivamente por los cantoneses Kang Youwei, Liang Qichao y Sun Zhongshan, más conocido como Sun Yat-sen.

Guangzhou durante la República Popular China

La República Popular China, recién establecida en los años 50 del siglo pasado, mantenía contactos con el mundo exterior únicamente mediante dos vías: Moscú-Pekín -que asumía las funciones políticas-, y Guangzhou-Hong Kong/Macao, cuyo objetivo principal consistía en el intercambio comercial. Su privilegio geográfico al estar cerca de estas dos colonias le otorgó a Guangzhou la posibilidad de crecer en lo que es la ensenada del mar de la China Meridional. En aquellos años, los habitantes de Hong Kong y Macao solían acudir a Guangzhou a comprar productos baratos, tales como batatas, medicamentos, porcelanas, etc. Esta costumbre llamó mucho la atención de Yan Yiyun, político chino de la época.

Como director de la Delegación del Ministerio de Comercio Exterior de China en Guangzhou y presidente de la provincia de Guangdong, Yan Yiyun, planteó al Ministerio, después de lograr el consenso de Tao Zhu, la propuesta de organizar una feria exportadora de artículos chinos, idea que fue aprobada enseguida por el primer ministro, Zhou Enlai. Así pues, la primera feria china de artículos para la exportación, conocida más tarde en todo el mundo como la Feria de Cantón, tuvo lugar en Guangzhou el 15 de abril de 1957.

En ella estuvieron presentes 1.223 compradores provenientes de 19 países y regiones, alcanzando el importe de las ventas un total de 17,54 millones de dólares. La solicitud, presentada más tarde por el mismo Yan de celebrar dicha feria anualmente fue ratificada en seguida, y a partir de ese momento China desbloqueó los canales de circulación de mercancías entre Hong Kong, Macao, el Sudeste Asiático y el mundo occidental. De hecho, Guangzhou ha dominado el sector del comercio exterior durante varias décadas gracias a la consolidación y a la fama de la Feria de Cantón.

Este certamen, también conocido como la Feria Primaveral y Otoñal debido a sus dos convocatorias anuales –una en abril y la otra en octubre–, ha celebrado más de cien sesiones de forma continuada a pesar de haber atravesado varias crisis económicas. El período comercial de estas Trece Casas Comerciales solía empezar en mayo o junio, que era cuando entraba en el mercado el té fresco y reinaba en el mar el viento del sudoeste, que empujaba los barcos hasta el puerto de Guangzhou, donde permanecían hasta julio o agosto. Cuando predominaba el viento de levante en septiembre u octubre, los barcos extranjeros aprovechaban este momento para regresar a sus países de origen. De esta manera, la celebración de la Feria de Cantón en esas dos estaciones coincide también con las fechas de la navegación de aquella época.


Fuente de la imagen destacada:

Cuadro de Las Trece Casas, hacia 1820, con banderas de Dinamarca, España, Estados Unidos, Suecia, Gran Bretaña y Holanda. Imagen: autor desconocido, Wikimedia commons, dominio público.

Guangzhou (Cantón): La ciudad que se reinventa a sí misma


ic_ESP_12-1

Publicado originalmente en: Revista Instituto Confucio.
Número 12. Volumen III. Mayo de 2012.

Las arugas de la raza Sharpei china son seña de identidad. Foto: 123RF.

La raza de perros sharpei es originaria de China. En idioma chino se pronuncia shāpí gǒu (沙皮狗) y significa literalmente “perro de piel de arena” haciendo referencia, seguramente, al característico pelaje de esta peculiar raza canina similar a las dunas de arena del desierto.

Lilia GiovannoEstudiante de comunicación audiovisual en la Universidad de Valencia
瓦伦西亚大学传播系学生 

Sin lugar a dudas, todos conocemos o hemos visto alguna vez a los preciosos perros arrugados de la raza sharpei. Aparecen en postales, en series de televisión, en películas, en anuncios, etc., pero lo que muchos no saben es que esta raza, en realidad, proviene de China. En idioma chino se pronuncia shāpí gǒu (沙皮狗) y significa literalmente “perro de piel de arena” haciendo referencia, seguramente, al característico pelaje de esta peculiar raza canina similar a las dunas de arena del desierto.

En realidad, desde sus origines, los sharpei servían como perros de guardia de tumbas y mausoleos, así como de defensa, y solo posteriormente fueron considerados propiamente como mascotas. De hecho, los sharpei han tenido que pasar por un camino muy largo para ser considerados como una raza con rasgos propios, y hasta hoy en día algunos criadores tienen que luchar para mantener su conservación, pues se le ha llegado a considerar como una raza en extinción.

Perro de la raza Tarpei china besa a su amo.Foto: 123RF.
El sharpei es también conocido como “perro espejo”, ya que refleja el comportamiento y el trato de su amo hacia él. Foto: 123RF.

Historia de una raza maravillosa

El origen del sharpei se remonta hasta la dinastía Han (206 a.C – 220 d.C.), lo que convierte a esta raza en una de las más antiguas del mundo. En aquel entonces y debido a su carácter defensivo, el sharpei servía de guardián de los palacios y de las tumbas. Se consideraba un perro muy apreciado, y a menudo reproducido en diferentes tipos de imágenes, que posteriormente se encontraron en excavaciones arqueológicas de la época. De hecho, la prueba de ello es una de las estatuas de un perro arrugado llamado “perro de tumbas”, que se conserva en el Museo de Arte Asiático de San Francisco, (California, Estados Unidos).

Los campesinos de la época, por su parte, utilizaban el sharpei como perro de caza de jabalíes, perro de guardia y también como perro pastor para custodiar el rebaño.

Los años pasaban, y el sharpei seguía siendo un servidor fiel de su amo, pero con el tiempo algunas prácticas cambiaron. Es destacable el hecho de que la nobleza china utilizó los sharpei como perros de pelea por su gruesa piel, sus orejas cortas, por su cola enroscada que simbolizaba valentía y por su fuerza, pero también es cierto que esta práctica cruel se eliminó con la revolución comunista, época durante la cual esta raza casi desapareció debido a la cambiante situación política de aquellos tiempos.

El número de ejemplares de sharpei en China descendió de forma dramática, hasta que en la década de los 60 del siglo pasado, Matgo Law, hombre de negocios y criador de sharpeis, decidió dedicar su tiempo y esfuerzos a salvar esta distintiva raza. Para ello, pidió ayuda a la revista estadounidense Dogs dedicada a los temas perrunos.

Un sharpei descansa sobre el asfalto. Foto: 123RF
Un sharpei descansa sobre el asfalto. Foto: 123RF

El criador escribió una carta a la editora de la revista destacando las peculiaridades de los sharpeis y pidiendo ayuda para salvarla de su irremediable extinción. La carta publicada conmovió a miles de lectores y fue entonces cuando Matgo Law llevo algunos ejemplares de sharpei a Estados Unidos.

Una vez allí, Sir Ernest Albright desarrolló una eficaz campaña publicitaria nacional en radio, prensa y televisión con el fin de presentar a la sociedad norteamericana esta original raza de piel arrugada y lengua azul.

El número de ejemplares de sharpei en China descendió de forma dramática, hasta que en la década de los 60 del siglo pasado, Matgo Law, hombre de negocios y criador de sharpeis, decidió dedicar su tiempo y esfuerzos a salvar esta distintiva raza.

A partir de allí, la historia de los sharpei evolucionó muy rápido. En 1974 se inició un programa de crianza y se inauguró el primer Club Americano del Sharpei Chino, y en 1980 el sharpei entró en el Libro Guinness de los Récords (1) como el perro más raro y caro del mundo. Sin embargo, no fue hasta 1992 cuando el club canino estadounidense llamado American Kennel Club (AKC) (2) reconoció oficialmente a los sharpei como raza con pedigrí propio y definido. Desde entonces, muchos sharpeis han ganado campeonatos de la AKC y lo siguen haciendo.

Actualmente, en las exposiciones y campeonatos mundiales podemos ver tanto sharpeis del tipo oriental (vulgarmente llamados “sharpei chino”) y occidentales (denominados “sharpei americano”). Básicamente la única diferencia es que el occidental tiene mucho más pelaje que el oriental, es más pesado, tiene un hocico más grueso y las arrugas más marcadas, pero ambos tipos son igualmente apreciados y reconocidos oficialmente por la Federación Canina Internacional (FCI) (3), organismo que les ha emitido el correspondiente y prestigioso Certificado de Aptitud para el Campeonato Internacional de Belleza (CACIB).

Un Sharpei sobre el césped. Foto: 123RF.
Un Sharpei sobre el césped. Foto: 123RF.

El carácter del sharpei: un verdadero amigo

Es cierto que en sus origines el sharpei se utilizaba como perro de pelea, pero hay que destacar que en realidad se necesitaba mucho entrenamiento y hasta la ayuda de estimulantes para convencerlo a que combatiera. Y es que se trata de un perro amistoso, muy cariñoso y amable, que se siente mucho más feliz protegiendo la casa de su amo de los posibles intrusos que peleando con otros perros.

Se trata de un animal muy inteligente, algo que se puede apreciar sólo con mirar sus pequeños ojos hundidos. Se dice que ha convivido tantos años con el hombre que su pensamiento va cuatro pasos por delante de éste. Incluso un cachorro de dos meses, en sus primeros momentos en su nuevo hogar, sabe con seguridad qué es lo que se le permite y qué no.

También conocido como “perro espejo”

Pero lo que distingue a esta raza de otros perros inteligentes como, por ejemplo, los pastores alemanes, es que tienen una peculiar sabiduría. El sharpei siempre sabe y siente qué lugar ocupa en la familia; si el perro fue adquirido como si de un objeto del que presumir se tratara, él lo sentirá y no ofrecerá a su amo ni cariño ni lealtad. Y en este sentido, al sharpei no le importa ni un buen pienso, ni un colchón cómodo ni paseos largos, pues siempre siente cuando su amo le considera innecesario. Sin embargo, si el sharpei siente que es querido, valorado, que es parte de la familia, y lo más importante, que su personalidad es respetada, será un amigo tan leal como ningún otro. No en vano es también conocido como “perro espejo”, ya que refleja el comportamiento y el trato de su amo hacia él.

Los sharpeis a menudo sospechan de los extraños, debido a su origen como perro guardián. Es por ello que los amos tienen que presentarle al perro sus amigos y familiares, de este modo, aprenderá a reconocerlos muy rápidamente y a distinguir los suyos de los extraños.

Es una raza muy limpia e incluso remilgada y aprensiva. No le gusta ir de paseo cuando hace mal tiempo o llueve, ni mancharse de barro, en este caso siempre busca el terreno más limpio por donde pasar.

El sharpei está considerado como una raza curativa y son apreciados además por su extraordinaria aura y su buena energía. Estos perros son muy tranquilos y gozan normalmente de una buena salud, y es por ello que se recomiendan como perros de compañía a las personas nerviosas, con problemas de tensión arterial o que padecen migrañas.

Hoy en día, en China, donde ha aumentado el número de ejemplares gracias al mayor interés por los animales de compañía, el sharpei está considerado también como una raza curativa y son apreciados además por su extraordinaria aura y su buena energía. Estos perros son muy tranquilos y gozan normalmente de una buena salud, y es por ello que se recomiendan como perros de compañía a las personas nerviosas, con problemas de tensión arterial o que padecen migrañas.

Pero lo más importante de todo, es que el sharpei es un perro muy fiable y dedicado a su familia. Uno de estos ejemplares realmente querido y respetado jamás traicionará a su amo.

En resumen, podemos decir que actualmente el sharpei es una raza en auge que cada vez se ve más tanto en los medios de comunicación y en los campeonatos y exposiciones, como paseando por las calles con sus amos. Ha dejado de ser el “perro raro” lleno de arrugas en peligro de extinción para convertirse en un animal adorable y popular que ha conquistado muchísimos corazones con su gran belleza e inteligencia.

Notas:

1.  El Libro Guinness de los Récords (Guinness World Records en su título original) publica anualmente los logros, hazañas y otras características tanto logrados por el ser humano como por el reino animal.

2.  El American Kennel Club (AKC), con sede en Raleigh (Carolina del Norte), es una asociación canina estadounidense que emite sus propias reglas de crianza de perros diferentes a las de la Federación Canina Internacional (FCI) y registra el pedigrí de todas las razas caninas existentes. Además, organiza certámenes nacionales de exhibición y competiciones caninas.

3.  La Federación Canina Internacional (FCI) –también llamada Federación Cinológica Internacional-, con sede en Thuin (Bélgica) y con 84 países miembros, es el organismo encargado de regir y fomentar la canofilia en todo el mundo, además de establecer las normas de cría de perros y las características a cumplir en los pedigrís de cada uno.


Revista Instituto Confucio 9

Publicado originalmente en: Revista Instituto Confucio.
Número 9. Volumen VI. Noviembre de 2011.

Filmación con el juego de caracteres completo diseñado por Wang Xuan. Foto: Huang. Wikimedia commons, CC BY-SA 4.0.

Wang Xuan (1937-2006) lideró las investigaciones e inventos que permitieron la digitalización y entrada en los ordenadores de los caracteres chinos y sus correspondientes fuentes. China, pionera en la invención de las artes de la impresión y la imprenta con tipos móviles en el mundo, logró en 1981 que los caracteres chinos superasen con éxito el umbral de la modernidad científico-tecnológica de la digitalización.

Reportaje de
Wang Wen
王文
Es posible que no lo sepas, pero cuando utilizas tu dispositivo móvil para editar y enviar mensajes en chino, o cuando te sirves del teclado del ordenador para introducir información empleando caracteres, o cuando echas un vistazo a publicaciones y libros en esa lengua, todas tus acciones están relacionadas con un científico chino. La digitalización y entrada en los ordenadores de los caracteres chinos y sus correspondientes fuentes se deben a las investigaciones e inventos de un estudioso, a quien debemos agradecer también la comodidad actual en la transmisión de información en chino. Esa persona era Wang Xuan (王选).

Wang Xuan, el padre de la escritura digital china. Wikimedia commons, dominio público.
Wang Xuan, el padre de la escritura digital china. Wikimedia commons, dominio público.

Wang Xuan (1937-2006), el padre de la tipografía digital china

Nacido en Shanghái, Wang Xuan (1937-2006) llegó a ser miembro de la Academia China de las Ciencias, la de Ingeniería y la Academia Mundial de Ciencias, así como catedrático de la Universidad de Beijing. Dedicó su vida a los caracteres chinos, las artes gráficas y la investigación del procesamiento informático de la imagen. Fue él quien estuvo al frente del sistema de fotocomposición láser de caracteres chinos y abrió una primera ventana a la informatización de la industria editorial e informativa china. A este proceso se le conoce como “la reinvención del arte de la imprenta de los caracteres chinos”, lo que le granjeó al propio Wang Xuan el sobrenombre de “el segundo Bi Sheng” (毕升; Bi Sheng fue un famoso inventor de la dinastía Song).

Asimismo, su labor se vio reconocida, entre otros galardones, con el Premio Científico y Tecnológico Supremo, la más alta distinción científica concedida en China, y con el primer puesto en el Premio Nacional al Progreso Científico y Tecnológico.

Libros grabados en piedra

China es pionera en la invención de las artes de la impresión y la imprenta con tipos móviles en el mundo. Si la dinastía Han (, 226 a.C.-220 d.C.) ya fue testigo de la invención del papel, con la llegada del periodo de las estelas en piedra de Xiping (熹平, 172-178 d.C.); en la dinastía Han del Este (东汉, 25-220 d.C.) tuvo lugar la inscripción en este material de los clásicos confucianos.

Técnica de impresión con estelas de piedra. Gráfico: Xavi Sepúlveda.
Técnica de impresión con estelas de piedra. Gráfico: Xavi Sepúlveda.

 

Las primeras impresiones en papel

Ello, a su vez, anticipó la copia e impresión de textos mediante el método de aplicar el papel sobre las propias estelas, previamente entintadas. No obstante, por aquel entonces la transcripción de obras y libros era aún, en su gran mayoría, manual. Por el año 600 d.C., durante la dinastía Tang (, 618-907 d.C.), comenzaron a utilizarse moldes de madera grabados para la impresión de algunas obras de uso extendido y amplia demanda en la vida cotidiana, como por ejemplo escrituras budistas y almanaques.

La popularización de la cultura en el año 600

La gente de aquella época se inspiró en los moldes de sellos. Este método de impresión utilizaba moldes de un determinado espesor, llanura y lisura que se emplearían para la transcripción de obras de manera cuidadosa y pulcra sobre un fino y translúcido papel estandarizado. Al adherir el anverso del papel al molde, los caracteres chinos se revelaban claramente sobre la página. Al volver a utilizar el buril para cortar aquellas partes del cliché que carecían de escritura, el carácter grabado quedaba en relieve, en contraste absoluto con las entalladuras cóncavas grabadas en la piedra.

Al extenderse sobre el carácter en relieve la tinta china, se usaba el papel para cubrirlo y después se retiraba suavemente, y así los caracteres que quedaban impresos sobre el papel se correspondían exactamente con los grabados. Todo ello ahorró esfuerzos a nuestros antepasados en la transcripción de obras, redujo los costes de los libros y promovió la propagación y popularización de la cultura.

La impresión con tipos móviles

Si bien la fabricación de moldes grabados para su uso en la imprenta ahorraba tiempo, trabajo y materiales, el almacenamiento de grandes cantidades de los mismos resultaba tan poco práctico como difícil la corrección de los caracteres erróneos u omitidos. Aproximadamente en la década de los cuarenta del siglo XI, y para dar respuesta a estos inconvenientes, Bi Sheng, científico de la dinastía Song del Norte, empleó la arcilla en la invención del primer sistema de imprenta de tipos móviles.

 

Técnica de impresión con tipos móviles de porcelana y de madera. Gráfico: Xavi Sepúlveda.
Técnica de impresión con tipos móviles de porcelana y de madera. Gráfico: Xavi Sepúlveda.

La impresión con tipos móviles

Con la arcilla como material de fabricación de toda clase de tipos móviles,  estos se disponían sobre el papel para imprimir libros y textos. Shen Kuo (沈括), otro científico de la época, realizaba las siguientes apreciaciones en su obra Ensayos del Arroyo de los Sueños梦溪笔谈»): en caso de imprimir únicamente un reducido número de documentos o libros, el uso de tipos de madera no parecía sencillo ni conveniente; sin embargo, se trataba de un método muy rápido si se deseaba imprimir una gran cantidad de libros.

Los tipos móviles no se extendieron

No obstante, existían numerosas razones por las cuales, tanto en aquella época concreta como posteriormente y durante un prolongado periodo, este formidable invento no logró alcanzar un uso extendido en China. El análisis posterior a este respecto indicó que un motivo de gran peso fue la ingente lista de caracteres chinos.  El alfabeto latino se reduce a algo más de una veintena de letras, y al añadir toda clase de fuentes y tamaños el total sigue sin sobrepasar las tres cifras; sin embargo, existen decenas de miles de caracteres chinos, e incluso aquellos de uso frecuente se cuentan por varios miles. A todo ello aún es preciso sumar las diferentes fuentes y tamaños lo que da como resultado una considerable cantidad de tipos.

La importación de la técnica occidental

El arte de la imprenta mediante el uso de máquinas tipográficas en la China moderna fue un elemento importado de Occidente. Hasta la década de los ochenta del siglo XX, las imprentas chinas empleaban continuamente esta maquinaria para la producción de libros y prensa. La eficacia de esta tecnología era reducida puesto que la composición tipográfica de un periódico en página tamaño holandesa (un cuarto de la superficie completa de un papel de impresión estándar), incluso recurriendo a una industria especializada de inspección y composición, requería veinticuatro horas de trabajo. Asimismo, los tipos y muebles de imprenta pesaban varias decenas de kilos, y el contacto prolongado con los tipos revestía serios perjuicios para la salud humana.

Existen decenas de miles de caracteres chinos, e incluso aquellos de uso frecuente, se cuentan por varios miles  Lo que hace muy compleja la composición con tipos de plomo. 

Durante la última mitad del siglo pasado, la electrónica, la óptica y la informática experimentaron un rápido desarrollo y universalización de la industria editorial occidental al popularizar sucesivamente el uso de la llamada “tecnología de fotocomposición”. En 1946, un estadounidense inventó el dispositivo de fotocomposición óptica y, aproximadamente en 1960, un alemán creó una máquina de fotocomposición mediante tubos de rayos catódicos, a la que en 1975 se sumarían los inicios de una investigación británica sobre la “fotocomposición por láser”.

El inicio del largo proceso de digitalización

En agosto de 1974, también en China, dio comienzo la investigación científica sobre el llamado “Proyecto 748”, centrado en la transmisión de caracteres chinos, la recuperación de información cifrada en caracteres y la fotocomposición por láser de dichos caracteres. Wang Xuan, a la sazón catedrático en la Universidad de Beijing, participaría en el proyecto de investigación relativo a la “fotocomposición por láser del sistema de ideogramas chino”. Esta tecnología no es sino el proceso por el cual se codifica cada carácter chino de una manera determinada para su almacenamiento en un ordenador; cuando se precisa imprimir esta información codificada en caracteres, se emplea un rayo láser que escanea y recupera los caracteres y a continuación muestra la información en el ordenador.

Posteriormente, comenzó a producirse una diversificación en las funciones de los ordenadores, a las cuales se sumó, entre otras, la de gestionar datos a gran escala. Dado que en aquella época todo el software informático estaba escrito empleando alfabeto latino, los ordenadores únicamente podían procesar pinyin (sistema de transcripción fonética del chino). Al enfrentarse a un número elevado de palabras, tipos de letra, caracteres similares, trazos, estructuras complejas y, por encima de todo, a los pictogramas del sistema de escritura china, el ordenador parecía carecer por completo de recursos.

Los Juegos Olímpicos de Los Ángles

En agosto de 1984, la Agencia de prensa de Francia (AFP) que cubría los Juegos Olímpicos en Los Ángeles, recogió el siguiente comentario: “La agencia de noticias Xinhua ha enviado 22 reporteros, 4 fotógrafos de prensa y 4 miembros de personal técnico para cubrir el evento. Del total de 7.000 profesionales de la comunicación procedentes de todo el mundo, únicamente el equipo chino toma notas para sus reportajes a mano (…)”.

¿Una cultura abandonada?

En aquella época, y a ojos de algunos occidentales, los caracteres chinos estaban destinados a convertirse en “la cultura abandonada por la máquina de escribir y el ordenador” y el pueblo chino condenado a quedar fuera de la era de la expansión masiva de la informática si se resistía a abandonar su sistema de escritura. Hasta tal punto se extendió esta corriente de opinión que incluso algunos académicos chinos suscribieron, con tono de lamento, la idea de que la escritura china debía “caminar por el sendero común de la escritura fonética”.

Wang Xuan y el sistema de fotocomposición chino

Wang Xuan y su pionero equipo de trabajo se sirvieron de métodos de descripción computacional basados en “contornos y parámetros”. Y, al mismo tiempo, investigaron sobre un conjunto de tecnologías de compresión, recuperación y transformación de información codificada de alto rendimiento en caracteres chinos. Así se convirtieron en los primeros en diseñar un microchip especial apropiado. En 1979 para tal fin, Wang Xuan dirigió el sistema desarrollado de fotocomposición por láser de caracteres chinos para crear desde el dispositivo la primera placa fotográfica de un periódico en octavo. Desde 1981, esta tecnología alcanzó progresivamente un uso extendido y a gran escala en toda China, lo que hizo posible que los antiguos caracteres chinos superasen con éxito el umbral de la modernidad científico-tecnológica de la digitalización. Esta suerte de resurrección en la era de la información, asimismo, posibilitó que la industria de la imprenta china abandonase rápidamente la era del “plomo y fuego” para entrar en la de “luz y electricidad”.

Wang Xuan resolvió los problemas tecnológicos primordiales en la fotocomposición por láser de los caracteres chinos

Con anterioridad a las investigaciones de Wang Xuan, las consideraciones sobre el almacenamiento informático de caracteres chinos pasaban siempre por el uso de métodos de matrices de puntos. Sin embargo, debido a los numerosos trazos y las estructuras misceláneas, cada carácter poseía múltiples fuentes, diversos tamaños, y ocupaba un gran espacio de almacenamiento en el ordenador por lo que no resultaba ventajosa la ampliación o reducción del tamaño de los caracteres chinos.

El mayor logro de la ingeniería China en el siglo XX

Wang Xuan combinó de manera armoniosa e inseparable las características de los caracteres, utilizando los trazos regulares horizontales, verticales y curvos para emplear a su vez una serie de parámetros de muestra, y empleando curvas y otros trazos no regulares para emplear contornos de muestra. Esto permitió que la suma total de información procesada en caracteres se redujese considerablemente, así como minimizar la distorsión resultante de la ampliación y cambio de forma de las fuentes de los caracteres chinos. Este invento resolvió los problemas tecnológicos primordiales en la fotocomposición por láser como el almacenamiento y transmisión del ingente volumen de información codificada en los caracteres chinos.

Técnica de impresión moderna. Digitalización de caracteres chinos para la confección de tipografías. En la imagen 3 vemos a Wang Xuan sujetando una portada impresa con tipos digitales gracias a su trabajo de digitalización. Gráfico: Xavi Sepúlveda.
Técnica de impresión moderna. Digitalización de caracteres chinos para la confección de tipografías. En la imagen 3 vemos a Wang Xuan sujetando una portada impresa con tipos digitales gracias a su trabajo de digitalización. Gráfico: Xavi Sepúlveda.

Al comienzo de este siglo, la Academia China de Ingeniería y la Asociación China para la Ciencia y la Tecnología (科协) organizaron de manera conjunta una votación pública para decidir sobre “los grandes logros de la ingeniería en la China del siglo XX”. “La revolución de la imprenta y el procesamiento de información codificada en caracteres chinos”, liderada por Wang Xuan, fue la elegida por abrumadora unanimidad. Y ha alcanzado una impresionante segunda posición en la lista de hitos de la ingeniería y la innovación tecnológica independiente de China de todos los tiempos.

Hasta el día de hoy, y según datos aún no contrastados, los métodos de inserción de caracteres chinos sucesivamente inventados alcanzan un total de 1600. Las lenguas oficiales empleadas formalmente por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) son el inglés, francés, ruso, español, árabe y chino, y para cada documento de relevancia de esta organización, se imprimen y distribuyen versiones en los seis idiomas, si bien la versión china es siempre la que menos espacio de texto ocupa. 


Revista Instituto Confucio 32

Publicado originalmente en: Revista Instituto Confucio.
Número 32. Volumen IV. Marzo de 2015.

Escultura de Du Fu en el museo dedicado a su vida y obra en Chengdu. Foto: Xiquinhosilva, CC BY 2.0. Wikimedia.

Du Fu (712-770) fue un célebre poeta realista de la dinastía Tang (618-907) muy apegado a la gente común, y comprometido con la sociedad de su época, que vivió una existencia errabunda sin morada fija. Entre sus numerosas y transitorias estancias hubo sin embargo un lugar en el que, a pesar de su humilde naturaleza, tuvo una vida relativamente estable durante cuatro años. Se trata de un santuario de la cultura china en la ciudad de Chengdú que todos los admiradores de Du Fu deben visitar: su cabaña con techo de paja.     

Reportaje de
Li Weihong
李伟红
Du Fu escribió en un poema que su cabaña de paja se encontraba al oeste del puente Wanli (“de los diez mil li”) y al norte del estanque Baihua (“de las cien flores”), cuyas aguas eran las del Canglang: esa era la morada donde residió durante aproximadamente cuatro años. Allí “nadie acude a visitarme, pero me acompaña el estanque y tomo las cosas como vienen”. La humilde morada de Du Fu está en Chengdú, capital de la provincia de Sichuan; y fue el lugar escogido por el poeta para escapar de los estragos causados por la rebelión de An Lushan, al que llegó después de recorrer numerosos rincones de China.

Imagen que representa al poeta Du Fu extrañida del libro "Biografías ilustradas del Pabellón Wanxiao y la Cabaña de Bambú" (晩笑堂竹荘畫傳). Wikimedia commons, dominio público.
Imagen que representa al poeta Du Fu extrañida del libro «Biografías ilustradas del Pabellón Wanxiao y la Cabaña de Bambú» (晩笑堂竹荘畫傳). Wikimedia commons, dominio público.

En el segundo año de estancia, comenzó a construir su cabaña a la vera del arroyo de Huanhua, al oeste de la ciudad. Se trataba de un remoto emplazamiento, lejos del mundanal ruido, rodeado de agua y en un hermoso y sereno entorno natural, un paraje en el que su alma inquieta, tras una vida errática de lugar en lugar, consiguió alcanzar el sosiego. Allí vivió en torno a cuatro años y tras su marcha la cabaña comenzó a deteriorarse. En los primeros años del periodo de las Cinco Dinastías (907-960), el literato Wei Zhuang buscó el lugar donde se hallaba la morada de Du Fu y encontró su ubicación original.

Wei reconstruyó allí la choza de paja, con la idea de honrar la memoria del insigne poeta. Durante los siglos posteriores, con las dinastías Song, Yuan, Ming y Qing, la cabaña fue destruida y vuelta a levantar en numerosas ocasiones, y el lugar acabó por convertirse en una especie de memorial ancestral dedicado a Du Fu. Los sucesivos gobiernos municipales de Chengdú han considerado su protección y restauración como una de las importantes tareas de sus respectivos mandatos, y se han ocupado meticulosamente de su conservación.     

Entrada al parque y complejo museístico de 97.000 metros cuadrados del poeta de la dinastía Tang, Du Fu, en Chengdu. Foto: Xiquinhosilva, CC BY 2.0. Wikimedia.
Entrada al parque y complejo museístico de 97.000 metros cuadrados del poeta de la dinastía Tang, Du Fu, en Chengdu. Foto: Xiquinhosilva, CC BY 2.0. Wikimedia.

La cabaña del poeta es un exponente del estilo constructivo tradicional de Sichuan y del sur de China conocido con el nombre de chuan-dou, según el cual los techos eran realizados con paja seca y las paredes se embadurnaban de barro amarillo. Sobre la puerta de entrada al complejo se hallan escritos los dos caracteres relativos a la construcción de paja (草堂), en la cual Du Fu compuso muchos versos célebres durante su breve estancia. A lo largo de su azarosa existencia, la choza se ha convertido en lugar de imprescindible visita para impregnarse del espíritu de la dinastía Tang y rastrear las huellas del inmortal poeta. Lo que podemos contemplar hoy en día es el fruto de las reparaciones y ampliaciones sufridas a través del tiempo: una cabaña de primitiva sencillez rodeada de un jardín de sigilosa belleza.

Apacible escenario

A ambos lados de esa puerta principal cuelga un dístico que reza: “Al oeste del puente Wanli, al norte del estanque Baihua”; unos versos que proceden del segundo de los dos poemas del título Rememorando la cabaña de paja, y ubican con exactitud el lugar en el que se hallaba situada. Bambúes y árboles dan sombra al patio interior y las aguas cristalinas lo circundan todo en un apacible escenario que recuerda la estrofa: “Las aguas del arroyo Huanhua fluyen desde el oeste, el maestro encuentra un hogar en la quietud del bosque y el estanque”.

Escenario de los jardines del complejo museístico «La cabaña de paja de Du Fu». Foto: Xiquinhosilva, CC BY 2.0. Wikimedia.
El museo, rodeado de fronda, es muy visitado. Foto: Xiquinhosilva, CC BY 2.0. Wikimedia.

Ya dentro del edificio, se encuentran un muro-pantalla, una sala oficial, el memorial del poeta-historiador, un acceso de madera, un santuario conmemorativo, y otras estancias. El mencionado “memorial del poeta-historiador” es el eje central de todo el complejo, y debe su nombre a las cualidades de la poesía de Du Fu, que resultaba útil “para verificar y complementar la historia”. En su centro se alza la estatua de medio cuerpo del escritor, realizada por el famoso artista Liu Kaiqu, y a ambos lados de la figura se puede leer el dístico compuesto por el líder revolucionario sichuanés Zhu De: “La cabaña de paja permanece para la posteridad, al igual que los versos del poeta inmortal”. Estas palabras expresan claramente el lugar que Du Fu y su morada ocupan en los corazones del pueblo chino.

Excavaciones de la dinastía Tang en el complejo museístico del poeta Du Fu. Foto: A J Butler, CC BY 3.0. Wikimedia.
Excavaciones de la dinastía Tang en el complejo museístico del poeta Du Fu. Foto: A J Butler, CC BY 3.0. Wikimedia.

Esta cabaña en Chengdú era muy sencilla y modesta, poco apta para soportar los vientos y aguaceros del otoño que padecía el escritor y su familia como verdaderos desastres naturales. Tras uno de aquellos violentos temporales, el tejado choza, levantado con tanto esfuerzo, fue arrasado casi completamente. Al ver a su mujer y sus hijos en tales condiciones, ateridos por el frío e incapaces de conciliar el sueño, el poeta se sintió profundamente apesadumbrado. Por ello, cuando leemos Mi cabaña de paja destruida por el vendaval de otoño: “Poder habitar una enorme mansión de diez mil habitaciones, con un gran techo para los caballeros desposeídos de este mundo […], un edificio inmune al viento y a la lluvia, tan sólido como una montaña… ¡Ay! ¿Cuándo verán mis ojos una mansión tan prominente como esa? Entonces aceptaría satisfecho la ruina de mi pequeña cabaña, y la muerte por congelamiento”; el poema nos transmite no solo los sentimientos de Du Fu hacia su cabaña destrozada, sino también el amor y el afán por su país y sus conciudadanos. Durante los años vividos allí el poeta escribió otras muchas obras célebres, como por ejemplo Odiosa separación o Los naranjos enfermos, todos ellos conmovedores ejemplos de poesía realista.   

Busto de bronce de Du Fu en el complejo del parque. Foto: Xiquinhosilva, CC BY 2.0. Wikimedia
Busto de bronce de Du Fu en el complejo del parque. Foto: Xiquinhosilva, CC BY 2.0. Wikimedia

Du Fu no solo lega a la posteridad poemas inmortales sino también una impronta indeleble en la historia de la literatura. A día de hoy su cabaña de paja constituye una importante reliquia cultural, que se halla bajo protección nacional y también un museo estatal de primer nivel, así como una unidad clave de protección de libros antiguos. En su interior se custodian numerosos ejemplares centenarios, incluidas antologías de poemas de Du Fu, impresos o manuscritos originales de las dinastías Song, Yuan, Ming y Qing; además de todo tipo de ediciones de época más reciente. Alberga, asimismo, libros traducidos a más de una decena de sistemas de escritura y hay unos 120 de diferentes ejemplares con caracteres chinos editados en Corea y Japón. En total se conservan en este complejo más de 2.000 vestigios culturales que convierten al lugar en el memorial más célebre, de mayor tamaño y mejor conservado de todos los dedicados a Du Fu en China.


Fuente de la imagen destacada en portada: Escultura de Du Fu en el museo dedicado a su vida y obra en Chengdu. Foto: Xiquinhosilva, CC BY 2.0. Wikimedia.


Revista Instituto Confucio 51

Publicado originalmente en: Revista Instituto Confucio.
Número 51. Volumen VI. Noviembre de 2018.

Caldero Ding (s. XIII-XII antes de Cristo). Foto: MET, Dominio público. https://www.metmuseum.org/art/collection/search/60514

El caldero ding de bronce tiene su origen en las piezas similares realizadas en cerámica durante el Neolítico en China y disfrutó de su máximo esplendor a partir del tercer milenio a.C. El bronce es la más temprana aleación en la historia mundial de la metalurgia y representa una de las grandes invenciones de la humanidad. 

Un reportaje de
Wu Haiying
吴海英
El bronce es la más temprana aleación en la historia mundial de la metalurgia y representa una de las grandes invenciones de la humanidad. Las herramientas de bronce son preciados utensilios realizados a partir de dicho material que, gracias al empleo de una particular tecnología, constituyen uno de los transmisores de la espléndida civilización china de la Antigüedad.

Almacenar y cocinar la carne

El caldero ding es uno de los utensilios de bronce más importantes, como instrumento para almacenar y cocinar la carne, que se empleó en un primer momento. El ding de bronce tiene su origen en las piezas similares realizadas en cerámica durante el Neolítico y disfrutó de su máximo esplendor durante el periodo de las Tres Dinastías (Xia, Shang y Zhou) y las dinastías Qin y Han, es decir, entre finales del tercer milenio a.C. y el siglo III d.C.

En términos generales, los ding poseen un cuerpo bastante pesado y se puede distinguir entre los redondeados de tres pies y los cuadrangulares de cuatro apoyos, además de aquellos con o sin cobertura. Los más frecuentes son los ding de panza abultada, dos orejas, tres pies, boca grande y una cavidad interior.

Caldero ding de finales de la dinastía Shang, Museo de Sahnghái. Foto: Mountain, CC BY-SA 3.0.
Caldero ding de finales de la dinastía Shang, Museo de Sahnghái. Foto: Mountain, CC BY-SA 3.0.

Símbolo mágico y representación del poder estatal

Con la llegada de las dinastías Xia, Shang y Zhou, se convirtió en un símbolo del poder estatal. Cuenta la leyenda que Yu el Grande, fundador de la semilegendaria dinastía de los Xia a finales del tercer milenio a.C., recogió metales de todos los territorios para fundir nueve calderos ding a los pies del monte Jing, como símbolo de las nueve regiones de China. Y, además, grabó en su superficie las figuras de seres extraños para alertar a la gente que evitara su maleficio. Desde ese momento esta pieza pasó de ser de un simple utensilio de cocina a convertirse en un importante tesoro nacional.

Caldero ritual

A lo largo de más de dos mil años, desde la dinastía Xia a la Han, pasando por las Shang, Zhou y Qin; el ding siguió como la más común y peculiar de todas las vasijas rituales. Debido precisamente a esas particulares connotaciones, el caldero ding  fue considerado en tiempos antiguos como un tesoro nacional de China y un símbolo de su poder.

El caldero ding, que representa la cultura del bronce de China, constituye asimismo un símbolo característico de su civilización, nobleza, prestigio, dignidad y regia autoridad. Solo mencionar su nombre remitía, en la idiosincrasia china de aquella época, a su representatividad como emblema del poder estatal, lo que poseía una gran carga alegórica de significado. En especial, durante las dinastías Shang y Zhou, se convirtió en un elemento de diferenciación jerárquica, un atributo de elevado status y un importante instrumento ritual de identificación social. Según recogen los antiguos documentos, “al Hijo del Cielo le corresponden nueve calderos ding, a los príncipes siete, a los funcionarios de alto rango cinco y a los funcionarios inferiores tres o uno”.

Caldero ding
El Houmuwu (o Simuwu) ding es una vasija de bronce de función sacrificial de la dinastía Shang (1600-1046 a.C.). Foto: Mlogic, CC BY-SA 3.0. Wikimedia Commons,

El famoso caldero de Houmuwu (o Simuwu)

Por lo que se refiere a la transmisión de este importante elemento de la cultura nacional, son numerosos los ding de bronce más célebres que se han conservado hasta la actualidad. De entre ellos, el más popular es, sin duda, el famosísimo caldero ding rectangular de Simuwu, conocido también en la actualidad como ding de Houmuwu (“la reina madre Wu”). Fue realizado por el rey Zu Geng de Shang (1191-1184 a. C.)para ofrecer un sacrificio a su madre Fu Jing. Fue descubierto en la localidad de Anyang en la provincia central de Henan, y hoy en día se custodia en el Museo Nacional de China, siendo considerada una reliquia cultural de primer nivel.Su boca tiene 112 cm de largo y 79,2 cm de ancho, sus paredes poseen un grosor de 6 cm, las dos asas laterales, que son su punto más alto, tienen una altura de 133 cm y su peso total es de 832,84 kg.

Una aleación de hace 3.200 años

En la pared interior del caldero están grabados los caracteres correspondientes a Houmuwu (“reina madre Wu”), de los que toma su nombre. El de Houmuwu no solo simboliza la cultura regia de China sino que también constituye buena prueba del excelente nivel de su tecnología metalúrgica durante la dinastía Shang, allá por el segundo milenio a.C. Para fundir este enorme objeto fue necesario más de una tonelada de metales y se emplearon avanzadas técnicas de aleación. Tras el análisis de los materiales se ha comprobado que se utilizó en su composición un 84,77% de cobre, un 11,64% de estaño, un 2,79% de plomo y un 0,8% de otros metales. Se trata, pues, del mayor y más pesado artilugio de bronce jamás desenterrado hasta la actualidad en todo el mundo, por lo que goza de prestigio como “tesoro nacional” y “rey de los bronces”. El caldero ding de Houmuwu es la pieza de bronce más destacada y representativa de la dinastía Shang, también conocida como Yin, y ocupa un importante lugar en la historia cultural de China.

Caldero Ding con una inscripción en su interior que dice: «Zu? Ce (signo del clan) (hecho para) el fallecido padra Gui. (s. XI antes de Cristo). Foto: MET, Dominio público.
Caldero Ding con una inscripción en su interior que dice: «Zu? Ce (signo del clan) (hecho para) el fallecido padra Gui. (s. XI antes de Cristo). Caldero Ding con tapa (s. III-II antes de Cristo). Caldero Ding quemador de incienso de porcelana, hecho en homenaje a los antiguos (s. XIX). Fotos: MET, Dominio público. Enlace foto 1. Enlace foto 2. Enlace foto 3.

La cultura de los calderos ding

Puede afirmarse que los calderos ding son tanto un símbolo de la civilización china como un elemento transmisor de su cultura. A partir de las dinastías Qin y Han sus funciones rituales pierden peso a la vez que aumenta gradualmente su utilidad como instrumento de la vida cotidiana y, como tal, se amplía asimismo de manera progresiva su cantidad y variedad tipológica. Del mismo modo, el contenido de las inscripciones de estos objetos durante la dinastía Han es también diferente al de las Tres Dinastías (Xia, Shang y Zhou). Se limita a registrar el nombre del propietario y del utensilio, su peso y capacidad, así como algunas fechas, el nombre de los supervisores, el número de serie, el lugar de elaboración o el método de fundición, entre otros datos.

Esa veneración del pueblo chino hacia el caldero ding ha pervivido hasta la actualidad y, así, el término ding llevaba aparejadas consigo las connotaciones de “eminencia”, “distinción” o “magnificencia”. Ello se comprueba en expresiones muy familiares al oído como “una palabra equivale a nueve ding” (promesa solemne), “da ming ding ding” (celebridad), “periodo dingsheng” (de gran prosperidad) o “ding li xiang zhu” (ayuda desinteresada), entre otras muchas. Desde la Antigüedad hasta nuestros días, este importante utensilio ha constituido en China tanto un tesoro doméstico como una joya nacional. El caldero ding ha sido testigo del auge y caída de la sociedad feudal y simboliza la supervivencia milenaria del ceremonial. Como suele decirse, se debe conseguir el ding para servir con él al pueblo y ganarse así su favor y respeto; regalarlo para pedir por la prosperidad y obtener el éxito; y conservarlo para traspasarlo a las siguientes generaciones y que se revalorice con el tiempo.


Revista Instituto Confucio 58

 

Publicado originalmente en: Revista Instituto Confucio.
Número 58. Volumen I. Enero de 2020.

Escena de la dición corregida del Romance de los tres reinos, escrita por Quanzhong de la dinastía Ming (1368-1644). Cuenta con 240 grabados. Impresión de la era Ming y corregida por Zhou Yuejiao de Shulin en 1591. Domino público. Wikimedia commons para «Red Cliff Battle».

La batalla de los Acantilados Rojos o de Chibi se libró en el sureste de la provincia de Hubei, en el año 208 d.C., al final de la dinastia Han. Se considera una de las mayores batallas navales de la historia.

Reportaje de
You Zhichao
尤智超
 
En el sureste de la provincia de Hubei hay un pequeño condado cuyo nombre es conocido en toda China. Desde hace más de mil años la historia de este lugar ha sido objeto de estudio. Muchos autores le han rendido homenaje en sus estudios y en la literatura y ha sido también un tema de conversación recurrente entre la gente de a pie. El nombre de este esta ciudad es Chibi (赤壁). En su momento, fue escenario de una de las mayores batallas navales de la historia: la batalla de los Acantilados Rojos o de Chibi.

Acantilado de Chibi, al norte de Wulin, tomada en 2003. Foto: Jie. Wikimedia commons, CC BY-SA 3.
Acantilado de Chibi, al norte de Wulin. Las pinturas marcan el lugar más ampliamente aceptado como escenario de la Batalla de los acantilados rojos. No existen pruebas irrefutables que puedan marcar un sitio exacto. Foto: Jie. Wikimedia commons, CC BY-SA 3.

En la extensa historia bélica de China ha habido numerosas batallas, pero, se puede decir sin exagerar que, de todas ellas, esta es la más conocida y debatida. Esta batalla sucedió en el año 208. La razón por la que se le presta tanta atención en China a este periodo es porque aparece en uno de los Cuatro Clásicos de la literatura china: el Romance de los Tres Reinos (三国演义, Sānguó Yǎnyì).  Esta novela basada en hechos reales crea una serie de leyendas espléndidas que entremezclan realidad y ficción, historia y fábula, en un maravilloso e inmortal relato. 

Tres escenas de la edición corregida del Romance de los tres reinos correspondientes a la Batalla del Acantilado Rojo, escrita por Quanzhong de la dinastía Ming (1368-1644). Cuenta con 240 grabados. Impresión de la era Ming y corregida por Zhou Yuejiao de Shulin en 1591. Domino público. Wikimedia commons para «Red Cliff Battle».
Tres escenas de la edición corregida del Romance de los tres reinos correspondientes a la Batalla del Acantilado Rojo, escrita por Quanzhong de la dinastía Ming (1368-1644). Cuenta con 240 grabados. Impresión de la era Ming y corregida por Zhou Yuejiao de Shulin en 1591. Domino público. Wikimedia commons para «Red Cliff Battle».

Los estados vasallos se disputan China

Hacia el final de la dinastía Han Oriental (东汉, 25-220), el poder imperial fue debilitado. Tras la rebelión de los Turbantes Amarillos, muchos compitieron por la supremacía y sobrevino el caos y la confusión. Los estados vasallos también tomaron parte y se dividieron. Finalmente, se formaron los tres poderosos reinos de Wei (), Shu () y Wu () encabezados por Cao Cao (曹操), Liu Bei (刘备) y Sun Quan (孙权) respectivamente, que se convirtieron en los tres principales pilares de estos reinos. El ministro Cao Cao, descendiente de la nobleza, tenía a su disposición diversos vasallos. Tras varias campañas militares, estuvo a punto de unificar el norte y asumió un gran poder. Liu Bei, conocido también como el príncipe Jing de Zhongshan (中山靖王), pertenecía a la familia imperial e hizo un pacto de hermandad con los valientes Guan Yu (关羽) y Zhang Fei (张飞). Liu Bei era muy benevolente y justo, por ello se ganaba el corazón de la gente. Después de tres visitas al militar y estratega Zhuge Liang (诸葛亮), Liu Bei consiguió reclutarle para dirigir el reino y obtener la victoria. El reino de Wu Oriental ocupaba la zona de Jiangdong (江东), protegido por el río Yangtsé. Sun Quan era el tercero en ocupar el trono de este reino, un joven líder que sabía escoger a la gente adecuada.

El reino de Wu Oriental, en Jiangdong, se encontraba en un momento de agitación, pues muchos ministros estaban de acuerdo en capitular ante Cao Cao y convertirse en un estado vasallo. Sun Quan, apoyado por otras facciones como las de los diplomáticos Zhou Yu y Lu Su entre otros, no tenía miedo alguno. Delante de sus ministros, sacó su espada y cortó la esquina de la mesa diciendo: “¡Cualquier oficial que pretenda someterse al enemigo recibirá el mismo castigo que esta mesa!

Cao Cao contempla la luna mientras sale tras el monte Nanping. Imagen: pieza japonesa de ukiyo-e, la impresión tradicional en bloques de madera del siglo XIX, del japonés Tsukioka Yoshitoshi. Dominio público
Cao Cao contempla la luna mientras sale tras el monte Nanping. Imagen: pieza japonesa de ukiyo-e, la impresión tradicional en bloques de madera del siglo XIX, del japonés Tsukioka Yoshitoshi. Wikimedia commons, dominio público

Cao Cao guía a su ejército hacia el sur

En el año 208, Cao Cao llevó la paz al norte y, como un torrente de energía, se dirigió al sur para derrotar al reino de Wu. Llegado este punto, el ministro contaba con el apoyo de los conocidos como “800.000 soldados”, un ejército formidable que podía atravesar incesantemente ríos y montañas. En una carta para el reino de Wu, Cao Cao escribió: “Ahora mismo dispongo de 800.000 soldados. Si no os rendís, os derrotaré”. El reino de Wu Oriental, en Jiangdong, se encontraba en un momento de agitación, pues muchos ministros estaban de acuerdo en capitular ante Cao Cao y convertirse en un estado vasallo. Sun Quan, apoyado por otras facciones como las de los diplomáticos Zhou Yu (周瑜) y Lu Su (鲁肃) entre otros, no tenía miedo alguno. Delante de sus ministros, sacó su espada y cortó la esquina de la mesa diciendo: “¡Cualquier oficial que pretenda someterse al enemigo recibirá el mismo castigo que esta mesa!

Zhuge Liang, que se encontraba en el reino de Wu Oriental en ese momento, selló una alianza con Sun Quan para enfrentarse a Cao Cao. Ambos pusieron en común sus puntos de vista ante una posible contienda: los soldados de Cao Cao, que habían recorrido largas distancias, estaban exhaustos. Los soldados de la armada del norte estaban acostumbrados a las batallas a caballo, no a las navales. Además, entre sus tropas había muchos prisioneros de guerra, por ello bajo la apariencia de unidad se escondía una latente división. 

Zhuge Liang representado en el Sancai Tuhui. El Sancai Tuhui en chino tradicional, 三才圖會; en chino simplificado, 三才图会; pinyin, sāncái túhuì; significa ‘Compendio ilustrado de los Tres Reinos’. Foto: Wikipedia.
Zhuge Liang representado en el Sancai Tuhui. El Sancai Tuhui (三才图会, sāncái túhuì) significa ‘Compendio ilustrado de los Tres Reinos’. Foto: Wikipedia commons, dominio público.

Zhuge Liang recoge flechas

El Romance de los Tres Reinos describe muchas de las populares historias que ocurrieron en la batalla de los Acantilados Rojos. Se dice que Sun Quan (reino de Wu) y Liu Bei (reino de Shu) formaron una alianza para luchar contra Cao Cao (reino de Wei), pero la cantidad de flechas que tenían no era suficiente. Con la batalla a la vista no había tiempo que perder. Zhuge Liang manejó la situación con calma y dijo que tenía un buen plan. Lu Su le prestó veinte barcos, cada uno de ellos con treinta hombres. Los navíos estaban cubiertos con una tela negra y figuras de paja a ambos lados.

Durante la madrugada, Zhuge Liang pidió a Lu Su que preparase los barcos, pero este no sabía nada del plan. Aquella noche, la espesa niebla lo cubría todo, las aguas del río Yangtsé estaban inmersas en la bruma, como si del paisaje de un cuento se tratase. Antes del amanecer, los barcos se aproximaron a la base naval de Cao Cao. Zhuge Liang ordenó que colocasen todos los barcos en una fila mirando hacia la base y que los soldados gritasen mientras tocaban los tambores. Lu Su palideció temiendo la respuesta del ejército de Cao Cao. Zhuge Liang rio y dijo: “Apuesto a que Cao Cao no se atreve a enviar a sus soldados con esta niebla. Vayamos dentro a beber”.

Cuando Cao Cao vio la niebla que lo cubría todo, temió que fuera una táctica del enemigo para realizar una emboscada, así que se vio obligado a ordenar a sus combatientes que disparasen más de diez mil flechas hacia el sonido de los tambores. Cuando uno de los lados de los barcos quedó cubierto de flechas, Zhuge Liang ordenó que les diesen la vuelta para así acumular más por el otro lado. Pronto, todas las figuras de paja estaban cubiertas de flechas. Con la niebla disipándose, Zhuge Liang mandó la retirada de los barcos, pero no sin que antes gritasen todos sus soldados: “¡Gracias por las flechas, ministro Cao!”. Cuando este comprendió lo que acababa de suceder, los veinte barcos ya habían desaparecido.

Invocando el viento del este

Se dice que la mayoría de los soldados de Cao Cao eran del norte. Aunque eran numerosos no se manejaban bien en el agua. Si mantenerse en pie en los barcos ya era para ellos una tarea difícil, luchar en una batalla naval en el sur de China era casi imposible. En la primera guerra púnica Roma y Cartago usaban el corvus, una especie de pasarela móvil que servía para enganchar sus barcos a los del enemigo y abordarles. Sin embargo, lo que hizo Cao Cao fue ordenar a sus oficiales que atasen todos los barcos para navegar juntos por el río como una enorme bestia acuática.

Admirando el esfuerzo de sus soldados sintió una gran alegría: “Con los barcos atados, navegar por el río es como caminar sobre tierra llana”. Entonces un soldado le preguntó a Cao Cao qué debían hacer si había fuego enemigo. Su respuesta fue: “Cualquier ataque con fuego depende del viento pero ahora, en mitad del invierno, solo sopla viento del oeste y del norte, no sopla viento del este ni del sur. Nuestros barcos se encuentran en el noroeste, mientras que el enemigo se encuentra en el sur. Si deciden lanzar fuego hacia nosotros recogerán lo que hayan sembrado. ¿Qué hay que temer?”.

Zhou Yu, general y estratega del reino de Wu durante el período de los Tres Reinos, prende fuego en los Acantilados Rojos. Imagen: Ma Tai (馬駘; 1885-1937) - El libro chino "Ma Tai Hua Bao" (馬駘畫寶, publicado en 1928). Wikimedia commons, dominio público.
El general Zhou Yu, estratega del reino de Wu, prende fuego a la flota de Cao Cao en los Acantilados Rojos. Imagen: Ma Tai (馬駘; 1885-1937) – El libro chino «Ma Tai Hua Bao» (馬駘畫寶, publicado en 1928). Wikimedia commons, dominio público.

El bando de Sun Quan y Liu Bei habían preparado un plan para atacar con fuego pero para ello necesitaban viento del este. Cuando nadie sabía qué hacer, Zhuge Liang ordenó a sus soldados construir el altar de las Siete Estrellas en las colinas del sur, con un perímetro de ochenta metros y una altura de tres. Una vez terminado, Zhuge Liang se bañó, se vistió con ropas taoístas y subió lentamente descalzo al altar, donde encendió incienso y rezó en silencio. A continuación, pidió al cielo que le trajera la brisa. Más tarde, esa misma noche, escuchó de pronto las banderas ondeando al viento. La corriente del sureste pronto emergió con fuerza.

El general Huang Gai (黄盖), que tenía veinte barcos preparados con fuego, fingió rendirse ante Cao Cao y aprovechó cuando este estaba desprevenido para disparar contra sus naves, ayudado por la ventisca. En un instante, las embarcaciones de Cao Cao, atadas unas a otras, empezaron a arder acabando con la vida de un gran número de soldados. Tras esta batalla, el grandioso plan de Cao Cao para unificar China fue temporalmente apartado y no tuvo más opción que retirarse a las tierras de la Llanura Central para recuperarse, siendo en ese momento cuando se estableció una rivalidad equitativa entre los tres reinos.  


Enlaces de las imágenes de dominio público usadas en este reportaje de la edición corregida del Romance de los tres reinos, escrito por Quanzhong de la dinastía Ming (1368-1644).
Imagen 1 (https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=48226255)
Imagen 2 (https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=81271371)
Imagen 3 (https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=81271378)
Imagen 4 (https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=81271388)


Instituto Confucio 38

Publicado originalmente en: Revista Instituto Confucio.
Número 38. Volumen V. Septiembre de 2016.

El poeta Tao Yuanming en su jardín de crisantemos. Un sirviente le lleva una vasija con vino. Tinta sobre seda. Dinastía Qing (siglo XVII). Foto: Arnoldius, Wikimedia commons, dominio público.

Tao Yuanming (陶渊明), fue un excelente poeta y maestro del género narrativo cifu de la antigua China. Está considerado el precursor del estilo poético “campos y jardines” que, más tarde, junto al de “agua y montañas”  desarrollado por Xie Lingyun, daría pie a una de las principales corrientes literarias: la poesía paisajística.

Reportaje de 
Peng Yirui
彭伊睿
Tao Yuanming (陶渊明), también conocido como Tao Qian (陶潜), cuyo nombre de cortesía era Yuan Liang (元亮) y a quien él mismo se hacía llamar el señor Wu Liu (五柳先生), fue un excelente poeta y maestro del género narrativo cifu (辞赋) de la antigua China. Está considerado el precursor del estilo poético “campos y jardines” (田园诗派) que, más tarde, junto al de “agua y montañas” (山水诗) desarrollado por Xie Lingyun (谢灵运), daría pie a una de las principales corrientes literarias: la poesía paisajística (山水田园诗). Dichos géneros tenían como tema la descripción de las montañas, del agua y de los campos y jardines. Son narraciones de preciosos paisajes naturales a través de unas sencillas composiciones escritas en un lenguaje llano. A través de ellos, el poeta trata de expresar su amor por la naturaleza, así como su anhelo por una vida sobria y por la búsqueda del verdadero yo.

Funcionario entre los siglos IV y V

Tao Yuanming (365 o 372 – 427) nació en el seno de una familia noble que se encontraba en declive, por lo que tuvo una infancia humilde en el campo que despertó en él un profundo amor por la naturaleza y los paisajes rurales junto a una gran pasión por la lectura. Debido al ambiente de su hogar, decidió iniciarse en la senda del funcionariado y desde pequeño comenzó a predicar el noble ideal de la “ambición que pretende los cuatro mares” (猛志逸四海, Měngzhì yì sìhǎi). Por desgracia, vivió durante las dinastías Wei, Jin y las dinastías Meridionales y Septentrionales (魏晋南北朝, 220-589), un caótico periodo de incesantes guerras e inestabilidad política en el que, a pesar de su ambición, nadie apreció su capacidad y le fue imposible ascender profesionalmente.

Finalmente, muchos años de ardua lucha por conseguir sus objetivos no pudieron evitar una difícil carrera política marcada por continuos altibajos de su cargo. En aquella época, los ideales confucianos estaban en declive y en la sociedad comenzaban a florecer teorías metafísicas y de veneración a la naturaleza. En este contexto, Tao Yuanming se cansó de seguir luchando contra las trabas burocráticas que le impedían ascender en su carrera profesional y encarriló su vida hacia la tranquilidad rural. Dejó su puesto y volvió al campo que lo había visto nacer para hacer de él su forma de subsistencia.

Retrato de Tao Yuanming atribuído a Yu Zhiding. Siglo XVII. Instituto de Arte de Chicago. Imagen: Wikimedia commons, dominio público.
Retrato de Tao Yuanming atribuído a Yu Zhiding. Siglo XVII. Instituto de Arte de Chicago. Imagen: Wikimedia commons, dominio público.

Su retiro creativo

Consiguió unos diez acres de tierra y una casa de paja con siete u ocho habitaciones. Detrás de la casa había plantado sauces y olmos y, delante de ella, había un patio con árboles de duraznos y ciruelos. Mientras divisaba el horizonte alcanzaba a ver una aldea y el humo que desprendía el fuego con el que sus gentes cocinaban. En lo más profundo del valle se escuchaban ladridos de perros y quiquiriquíes de gallos. Su nuevo hogar era muy tranquilo y no tenía grandes responsabilidades que lo agobiaran. Había permanecido demasiado tiempo en la vida mundana y ahora, por fin, convivía en armonía con la naturaleza.

El poeta Tao utiliza los términos “redes” y “jaula” para referirse al funcionariado. Para describirse a sí mismo acude a las metáforas de un pájaro enjaulado y un pez confinado en su pecera, lo que muestra sus sentimientos de decepción y frustración provocados por su oficio. Sin embargo, en ningún momento se queja de su falta de oportunidades sino que se centra en describir la alegría de poder disfrutar de los paisajes del campo y de la vida agrícola. Utiliza un estilo sencillo para esbozar un idílico paisaje en el que el lector parece poder visualizar el humo de las chimeneas y oír el canto de los gallos y el alboroto de los perros. Es, en definitiva, una descripción precisa de cómo el autor logró encontrar su lugar en este mundo.

Ilustraciones y páginas del álbum «Poemas del espíritu de Tao Yuanming». Dinastía Qing, siglo XVII. Imágenes: Shitao, Wikimedia commons, dominio público
Ilustraciones y páginas del álbum «Poemas del espíritu de Tao Yuanming». Dinastía Qing, siglo XVII. Imágenes: Shitao, Wikimedia commons, dominio público

Simpleza y pureza naturales

Poco después, continuó escribiendo una gran cantidad de poemas del género “campos y jardines”. En todos ellos emplea un lenguaje extremadamente sencillo para describir paisajes y emociones, alcanzando armonía entre el contenido y la forma. Las montañas del sur, los pájaros que vuelven a sus nidos, la vida sosegada del campo y el sentido de la vida misma están representados en los versos de Tao que, además de permitir una placentera lectura, están cargados de filosofía. El autor quiere convencer al lector para que no se deje arrastrar por la ambición funcionarial, para no contaminarse por la burocracia ni perder la simpleza y pureza naturales y, en definitiva, para que no olvide sus orígenes y que vuelva a la naturaleza al encuentro de su verdadero yo.

Los poemas del género “campos y jardines” de Tao Yuanming son un maravilloso tesoro que ha legado la historia de la cultura china. Su estilo y sus obras tuvieron una gran influencia en los poetas ulteriores que siguieron desarrollando el género lírico que él había creado. Tao Yuanming acumuló en su personalidad las virtudes de la honradez, la bondad, la sinceridad, el amor por el trabajo y por la naturaleza, unas características que han establecido un prototipo de literato en China que se ha convertido en protagonista destacado del amplio espectro de la cultura escrita en verso.


Créditos de la foto destacada:
El poeta Tao Yuanming en su jardín de crisantemos. Un sirviente le lleva una vasija con vino. Tinta sobre seda. Dinastía Qing (siglo XVII). Foto: Arnoldius, Wikimedia commons, dominio público.


ic_ESP_43

Publicado originalmente en: Revista Instituto Confucio.
Número 43. Volumen IV. Julio de 2017.

Dibujo proviniente del yacimiento de Bonpo de hace más de 6.000 años. Imagen recopilada por Zhangzhugang y reinterepretado para este reportaje. CC BY-SA 4.0, Wikimedia commons para «banpo site»

El yacimiento de Banpo es un antiguo asentamiento de la cultura neolítica Yangshao, una cultura matriarcal que pobló Xi’an hace ya más de 6.000 años. En 1958 se fundó aquí el primer museo de la prehistoria de China y es hoy en día el conjunto arqueológico perteneciente a una sociedad matriarcal mejor conservado y de mayores dimensiones de la cuenca del río Amarillo.

Un reportaje de
Sun Li
孙莉
Solemos iniciar las historias para los más pequeños con la expresión “hace mucho, mucho tiempo” para indicar que sus protagonistas vivieron en una época muy lejana a la actual. Como si del escenario de un cuento se tratara, el yacimiento arqueológico de Banpo (半坡遗址), en la ciudad de Xi’an (西安), fue el lugar en el que hace mucho, mucho tiempo, vivió un conjunto de personas a quienes podemos conocer hoy en día gracias al legado que dejaron para la posteridad.

El yacimiento de Banpo: 50.000 m2 de arqueología

Allá por la primavera de 1953, el equipo arqueológico del noroeste de China realizó un importante hallazgo para el estudio de la prehistoria del país: el yacimiento de Banpo. En septiembre del mismo año, el Instituto Arqueológico de la Academia de las Ciencias de China comenzó un exhaustivo proyecto para explorar el lugar, tras el cual se descubrió que el área total alcanzaba los 50.000 m2.

Villa neolítica de Benpo, al este de Xi'an, en Shaanxi, China. Los estudios de enterramientos han probado que sus habitantes eran ancestros de la etnia Han china. Foto: David Stanley, CC BY 2.0, Wikimedia commons.
Villa neolítica de Benpo, al este de Xi’an, en Shaanxi, China. Los estudios de enterramientos han probado que sus habitantes eran ancestros de la etnia Han china. Foto: David Stanley, CC BY 2.0, Wikimedia commons.

Entre 1954 y 1957, la institución realizó cinco grandes excavaciones que permitieron que hoy en día se hayan podido recuperar un total de 10.000 m2, así como 6 hornos de porcelana, 46 viviendas y 250 tumbas. Además de todo ello, la trascendencia de esta zona viene también determinada por el descubrimiento de unas 10.000 herramientas utilizadas en la vida cotidiana, como hachas, azadas, palas, cuchillos, molinos, y otros 735 instrumentos realizados con piedra e incluso fosas de almacenamiento de mijo y semillas de verduras, entre otros alimentos.

La cultura neolítica Yangshao

El yacimiento de Banpo es un antiguo asentamiento de la cultura neolítica Yangshao (仰韶) que, hace de 6.000 a 6.700 años, presentaba una forma de óvalo irregular con una mayor longitud de norte a sur que de este a oeste. Según sus restos se ha podido determinar que estaba dividido en tres partes principales: una zona de viviendas rodeada por una zanja, un área especializada de producción de cerámica al este y zonas de enterramientos comunes para el poblado al norte.

Detalle de cráneo entre los restos que se exhiben el en Museo de Bampo. Foto: Scottswigart. CC BY 3.0, Wikimedia commons, dominio público.
Detalle de cráneo entre los restos que se exhiben el en Museo de Bampo. Foto: Scottswigart. CC BY 3.0, Wikimedia commons, dominio público.

El núcleo de la población se situaba, por tanto, en el área central y estaba separado del resto de partes del asentamiento por un foso excavado. En dicho núcleo se distinguían a su vez dos zonas diferentes, una al sur y otra al norte, que contaba cada una con un edificio destinado a la celebración de actividades comunes, corrales para ganado y pozos de almacenamiento propios. Según las investigaciones, el asentamiento estaba habitado a la vez por dos clanes diferentes.

Vasija con la famosa cara de Benpo. Este diseño de la era neolítica es el icono visible del yacimiento. Foto de Michael Kan, CC BY 2.0, Wikimedia commons.
Vasija con la famosa cara de Benpo. Este diseño de la era neolítica es el icono visible del yacimiento. Foto de Michael Kan, CC BY 2.0, Wikimedia commons.

Cerámica pintada y porcelana

Sus habitantes vivían de la agricultura, la pesca y la caza, pues del yacimiento, además de las herramientas mencionadas anteriormente, también se han extraído diversos ganchos de pesca, contrapesos para las redes, lanzas y otros utensilios dedicados a estas actividades. Asimismo, en los hornos se encontraron vasijas, cuencos y ánforas de arcilla. Otro hallazgo sorprendente fue la existencia de productos realizados con cerámica pintada de una calidad extraordinaria. Una proporción considerable de estos objetos eran utensilios de porcelana con una base roja en la que se superponían colores negros con motivos muy perceptibles y nítidos que representaban rostros de personas, peces, ciervos y otros animales, hojas de plantas y figuras geométricas.

Vasija con la famosa cara de Benpo. Este diseño de la era neolítica es el icono visible del yacimiento. Foto de Michael Kan, CC BY 2.0, Wikimedia commons.
Vasija con la famosa cara de Benpo. Este diseño de la era neolítica es el icono visible del yacimiento. Foto de Michael Kan, CC BY 2.0, Wikimedia commons.

Sistema de escritura y urnas funerarias

Los arqueólogos quedaron asombrados al descubrir que en la superficie de la cerámica se reproducían, además, una veintena de símbolos que podían haber sido el origen del sistema de escritura de esta cultura. En la mayoría de las tumbas encontradas en las ruinas descansan personas adultas acompañadas por sus ajuares funerarios, es decir, utensilios de porcelana y pulseras realizadas con huesos de cráneo entre otros objetos decorativos. Los niños, en cambio, eran depositados en urnas funerarias situadas en el núcleo poblacional.

El primer museo de la prehistoria de China

En 1958 se fundó aquí el primer museo de la prehistoria de China. En él, además de una sala para la exposición de vestigios históricos, también se construyó una sala de protección de 3.000 m2 sobre el lugar donde estaba situado el núcleo de la población de la tribu. El visitante puede disfrutar en el museo de la presencia de viviendas, herramientas para realizar fogatas, sótanos, cementerios públicos en los que hombres y mujeres eran enterrados por separado, una gran variedad de utensilios de producción y de vida cotidiana, y otros de diversa índole. Es, por tanto, este museo una vívida representación de cómo era la vida cotidiana para los miembros de una cultura matriarcal que pobló este lugar hace ya más de 6.000 años.

Ánfora de Banpo. Foto: Sgnpkd, CC BY-SA 4.0, Wikimedia commons.
Ánfora de Banpo. Foto: Sgnpkd, CC BY-SA 4.0, Wikimedia commons.

El legado de una sociedad matriarcal

anpo fue el primer asentamiento prehistórico descubierto en China que se ha conservado tan bien. Al mismo tiempo, es también el conjunto arqueológico perteneciente a una sociedad matriarcal mejor conservado y de mayores dimensiones de la cuenca del río Amarillo.

Por su parte, su excavación fue el primer proyecto arqueológico llevado a cabo a gran escala que lograba desenmascarar la existencia en el pasado de una tribu primitiva, confirmando así la existencia de una nueva cultura y aportando una gran cantidad de recursos y materiales sobre los que se pudieron continuar investigando las sociedades que habitaron la cuenca del río Amarillo durante la prehistoria. Un hallazgo, en definitiva, de un valor incalculable para los investigadores dedicados a estudiar la prehistoria de China y las diferentes etapas de la cultura neolítica Yangshao. 


ic_ESP_42

Publicado originalmente en: Revista Instituto Confucio.
Número 42. Volumen III. Mayo de 2017.

Zhurong, Dios del Fuego, montado sobre su carroza voladora. En el fondo está reproducida la carta estelar de Suzhou del siglo XIII. Fotos: Museo Británico, Wang Zhiyuan y Huang Shang. Dominio público.

El programa espacial chino usa la mitología, la literatura y el folklore para bautizar sus misiones y su aparataje. Así surgen nombres como Tiangong (Palacio Celestial), Chang’e (Diosa de la Luna), Yutu (Conejo de Jade) o Zhurong (Dios del Fuego). Los mitos, las leyendas y la literatura chinas orbitan alrededor de la Tierra, la Luna y Marte.

De raíces taoístas, folclóricas o literarias, la nomenclatura del programa espacial chino es una erudita coleción de mitos y leyendas. Pero además, la Agencia Espacial China (CNSA, China National Space Administration) ha llevado a cabo exitosas campañas con los nombres de sus infraestructuras espaciales. Pongamos el caso del rover marciano Zhurong, que amartizó a bordo de la nave Tianwen-1 el 15 de mayo de 2021.

En febrero de ese mismo año, justo dos meses antes de pisar el rojo polvo marciano, se hizo una encuesta pública para elegir el nombre del primer vehículo chino en Marte. El ganador fue el de «Dios del Fuego», pero los otros nueve nombres (caballos legendarios, animales míticos, conceptos filosóficos y literarios…) no desmerecieron la expectación que suscitó la encuesta.

Nombres míticos y literarios del programa espacial chino

El programa espacial chino cuenta sus misiones por éxitos y va realmente rápido. China ya ha recogido muestras de la cara oculta de la Luna mediante la sonda Chang’e-6. También ha desplegado el róver robótico Zhurong en Marte y está desarrollando la Estación Espacial «Palacio Celestial«. Desde el lanzamiento de Chang’e-1 en 2007, China ha sido pionera en alunizar en la cara oculta de la Luna y planea futuras misiones tripuladas y exploraciones más allá, incluyendo Marte y Júpiter. Esta es la mitología que reflejan los nombres de sus misiones y dispositivos:

Róver marciano Zhurong

Este vehículo robótico marciano forma parte de la misión Tianwen-1. Fue diseñado para explorar la superficie de Marte, estudiar su geología y buscar indicios de agua y vida pasada. Zhurong (祝融, Zhùróng) es el «Dios del Fuego» en la mitología china. Está asociado con el control del fuego, el calor y el sur.
Dado que Marte es conocido por los chinos como Huoxing, el «Planeta de Fuego»  (火星, Huǒxīng), el nombre de Zhurong para el primer vehículo marciano chino no parece una mala elección.

El vehículo robótico marciano Zhurong. Foto: China News Service, licencia CC BY 3.0 y Wikimedia.
El vehículo robótico marciano Zhurong. Foto: China News Service, licencia CC BY 3.0 y Wikimedia.

 

Zhurong, dios del fuego. Foto: Museo Británico, Wikimedia commons, dominio público.
Zhurong, dios del fuego. Foto: Museo Británico, Wikimedia commons, dominio público.

La misión a Marte Tianwen

Este es el nombre de las misiones a Marte. Tianwen 1 incluía un orbitador, un aterrizador y el rover Zhurong. Su objetivo fue la exploración del planeta rojo y la vuelta con muestras marcianas. Se completó con éxito. Entró en órbita marciana el 10 de febrero de 2021.
Tianwen (天问, Tiānwèn) se traduce por «Preguntas al Cielo«. Es el nombre de un poema clásico de Qu Yuan que lanza cuestiones sobre el universo. Forma parte de la obre clásica del mismo autor «Las canciones del Sur«.

La nave de transporte de la misión Tianwen 1 en la órbita marciana. Foto: Ling Xin/CNSA - licencia CC BY 4.0 y Wikimedia.
La nave de transporte de la misión Tianwen 1 en la órbita marciana. Foto: Ling Xin/CNSA – licencia CC BY 4.0 y Wikimedia.

 

Edición de 1645 del libro de poemas "Canciones del Sur" de Qu Yuan donde se puede leer el poema "Tianwen". Foto: Xiao Yuncong. Dominio público, Wikimedia commons.
Edición de 1645 del libro de poemas «Canciones del Sur» de Qu Yuan donde se puede leer el poema «Tianwen». Foto: Xiao Yuncong. Dominio público, Wikimedia commons.

Estación orbital Tiangong

Estación espacial china es parte del programa de exploración espacial tripulado. Consta de tres módulos y un par de «naves de carga». Está preparada para largas estancias de investigación científica en la llamada «órbita baja (160-2.000 km)». La estación china orbita a unos 400 km de distancia sobre la Tierra. Tiangong (天宫, Tiāngōng) significa «Palacio Celestial«. Es el hogar de los dioses en la mitología taoísta, gobernado por el Emperador de Jade.
Es un claro símbolo de poder y armonía. Aparece también en el súper clásico «Viaje al Oeste» (西游记, Xīyóu Jì).

Maqueta en 3D de la estación espacial Tiangong (palacio celestial). Se aprecian sus tres módulos Tianhe, Mengtian y Wentian, más dos naves Shenzhou acopladas en el frontal y nadir y una nave de carga Tianzhou en el p. trasero. Imagen: Shujianyang. Licencia CC BY 4.0.
Maqueta en 3D de la estación espacial Tiangong (palacio celestial). Se aprecian sus tres módulos Tianhe, Mengtian y Wentian, más dos naves Shenzhou acopladas en el frontal y nadir y una nave de carga Tianzhou en el p. trasero. Imagen: Shujianyang. Licencia CC BY 4.0.

Misiones Chang’e

Este es el nombre de la serie de misiones lunares que incluyen orbitadores, aterrizadores y rovers. Objetivo: exploración y estudio de la superficie lunar. La última misión fue Chang’e 6. Completó con éxito en 2024 la recogida de muestras y la explotación de la cara oculta. Actualmente hay otras dos misiones Chang’e 7 y Chang’e 8 en curso. Tienen como objetivo la exploración y la búsqueda de agua en el polo sur lunar. Se lanzarán a partir de 2026.
Chang’e (嫦娥, Cháng’é) es la «Diosa de la Luna» que vive en nuestro satélite tras beber el elixir de la inmortalidad. Es la figura central del Festival del Medio Otoño. Tiene un bonita leyenda de amor desgraciado y vínculos eternos con su amante el arquero Hou Yi (后羿).

El módulo de aterrizaje de la nave Chang'e sobre la superficie lunar. La foto está tomada por el vehículo robótico Yutu. Foto: CSNA/Siyu Zhang/Kevin M. Gill. Licencia CC BY 2.0 y Wikimedia commons.
El módulo de aterrizaje de la nave Chang’e sobre la superficie lunar. La foto está tomada por el vehículo robótico Yutu. Foto: CSNA/Siyu Zhang/Kevin M. Gill. Licencia CC BY 2.0 y Wikimedia commons.

 

Chang'e, la Diosa de la Luna, en una obra anónima del MET. Wikimedia commons, dominio público para «Chang'e».
Chang’e, la Diosa de la Luna, en una obra anónima del MET. Wikimedia commons, dominio público para «Chang’e».

Vehículo lunar Yutu

Aquí estamos ante otro róver, esta vez lunar, que forma parte de la misión Chang’e. Fue diseñado para explorar la superficie lunar y realizar diversas pruebas con materiales sobre el polvo y las rocas del satélite.
Yutu (玉兔, Yùtù) es el «Conejo de Jade», compañero de Chang’e en la Luna y símbolo de longevidad. Yutu prepara la poción que otorga la vida eterna. Aparece en muchas leyendas y poemas clásicos.

 

El rover Yutu en la Luna. Foto: CSNA/Siyu Zhang/Kevin M. Gill. Licencia CC BY 2.0 y Wikimedia commons
El rover Yutu en la Luna. Foto: CSNA/Siyu Zhang/Kevin M. Gill. Licencia CC BY 2.0 y Wikimedia commons

 

Espejo de bronce de la dinastía Tang (618-906) que representa la diosa de la Luna y el conejo de jade haciendo el elixir de la inmortalidad. Honolulu Academy of Arts. wikimedia commons, dominio público para «Chang'e».
Espejo de bronce de la dinastía Tang (618-906) que representa la diosa de la Luna y Yutu, el conejo de jade, haciendo el elixir de la inmortalidad. Honolulu Academy of Arts. Wikimedia commons, dominio público para «Chang’e».

Satélites lunares Queqiao

Los satélites Queqiao permiten la comunicación con las misiones Chang’e a la cara oculta de la Luna. Queqiao (鹊桥, Quèqiáo) es el «Puente de las Urracas«. Es parte de un popular cuento de amor entre el hada Zhinu y el boyero Niulang, en la que Zhinu es la estrella Vega y Niulang es la estrella Altair. Ambos están separados por la Vía Láctea, que sería el Puente de las Urracas, que los separa y a la vez los une. Exactamente igual que los satélites de comunicación lunar.
Zhinu, Niulang y el «Puente de las Urracas» cobran protagonismo en el Festival Qixi, el San Valentín chino.

 

El llamado «Triángulo de Verano» sobre la Gran Muralla china. Es perfectamente visible durante los meses estivales y representa la leyenda del Qi Xi. Foto: The Summer Triangle over the Great Wall Image Credit & Copyright: Steed Yu & NightChina.net
El llamado «Triángulo de Verano» sobre la Gran Muralla china. Es perfectamente visible durante los meses estivales y representa la leyenda del Qi Xi.  Marcadas en la foto podemos ver la estrella Vega (el hada Zhinu) y su enamorado, el boyero Niulang. Los separa la Via Láctea, que se identificaría con «El Puente de las Urracas». Foto: Steed Yu & NightChina.net

 

La nave espacial Shenzhou durante una prueba. Foto: China News Service. Licencia CC BY 3.0 y Wikimedia commons.
La nave espacial Shenzhou durante una prueba. Foto: China News Service. Licencia CC BY 3.0 y Wikimedia commons.

Naves espaciales Shenzhou

Estas son las naves tripuladas chinas. Comunican la tierra con la estación orbital y transportan a los takionautas, los astronautas chinos, en los relevos dentro de la Tiangong.
Shenzhou (神舟, Shénzhōu) es la «Nave Divina«. Como es fácil de comprender, no hay otra manera de poder llegar al «Palacio Celestial» o estación orbital.

Bibliografía:

  • «Clásico de las Montañas y los Mares» (山海经, Shānhǎi Jīng). En él aparecen los mitos como el Dios del Fuego, Zhurong; Chang’e, la Diosa de la Luna y su fiel sirviente el conejo de jade Yutu;
  • «Folktales of China» de Wolfram Eberhard (1965). Aquí encontraréis el cuento de Zhinu y Niulang, el boyero y el hada que presiden el firmamento chino separados por la Vía Láctea.
  • «The Songs of the South: An Ancient Chinese Anthology» de Qu Yuan (traducción de David Hawkes, 1985).

Atribución de la foto destacada: Zhurong, Dios del Fuego, montado sobre su carroza voladora. En el fondo está reproducida la carta estelar de Suzhou del siglo XIII. Foto de Zhurong: Museo Británico, Wikimedia commons, dominio público. Foto de la carta estelar de Suzhou: Wang Zhiyuan and Huang Shang. Dominio público.

La exitosa y larga marcha china a la conquista del espacio exterior

 

 

La calcita forma la base de la piedra y la celestita forma los patrones florales. Estos dos minerales combinados forman las piedras de crisantemo de China. Foto: Mike Beauregard, CC BY 2.0, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=84652507

El esculpido de la piedra de crisantemo de Liuyang (Hunan) conforma, junto a los tradicionales de Qingtian (Zhejiang) y Shoushan (Fujian), las “tres grandes artesanías del pulido de piedra” de China y, al igual que estas dos últimas, deriva su belleza de la armonía entre la naturaleza y la mano del hombre a la hora de colaborar en la creación de una nueva obra.

Un reportaje de
Ren Zirui
任姿睿
En cada trozo de piedra florecen con todo su esplendor los crisantemos blancos, y los espectadores no pueden dejar de maravillarse ante la magia y el refinamiento de tales obras de arte. El esculpido de la piedra de crisantemo de Liuyang (Hunan) conforma, junto a los tradicionales de Qingtian (Zhejiang) y Shoushan (Fujian), las “tres grandes artesanías del pulido de piedra” de China y, al igual que estas dos últimas, deriva su belleza de la armonía entre la naturaleza y la mano del hombre a la hora de colaborar en la creación de una nueva obra.

Piedra de crisantemo tallada. Foto: Yu Die Fei, CC BY-SA 4.0. https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=78858442
Piedra de crisantemo tallada. Foto: Yu Die Fei, CC BY-SA 4.0.

Una piedra fuera de lo común

El peculiar atractivo del esculpido de la piedra de crisantemo debe mucho a las características propias de la materia prima de la que se vale. Durante los trabajos de extracción de piedra para la construcción de una presa, los operarios locales descubrieron por casualidad este tipo de roca fuera de lo común que databa, según los registros del distrito de Liuyang, del periodo de reinado del emperador Qianlong (1736-1796) de la dinastía Qing.

En su mayor parte es de un color verdoso y negruzco pero los trabajadores advirtieron asombrados cómo la piedra también exhibía una serie de venas blancas dispuestas de forma radial, en un dibujo que se asemejaba enormemente al de un crisantemo en flor. Por ello, y rendidamente admirados por su belleza, la bautizaron con el nombre de “piedra de crisantemo”.

Piedra de crisantemo sin tallar. Foto: 小川処堂, CC BY-SA 4.0, Wikimedia commons. https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=99269555.
Piedra de crisantemo sin tallar. Foto: 小川処堂, CC BY-SA 4.0, Wikimedia commons.

Liuyang y las leyendas sobre la piedra de crisantemo

Los mejores ejemplares de esta piedra esculpida provienen de Liuyang, y por ese motivo, circulan por dicha localidad numerosas historias y leyendas en torno a ella.

Una de ellas cuenta cómo en la ciudad de Yonghe vivía un viejo erudito que amaba tanto la flor del crisantemo que dio a su propia hija ese nombre. Cuando se hizo mayor, la muchacha empezó a relacionarse con un joven pero su padre se opuso firmemente y los dos amantes no tuvieron más salida que sacrificarse lanzándose al río.

Después de muerta, su alma se adhirió a la roca convirtiéndose así en la piedra de crisantemo. Hay también otra historia legendaria según la cual un ser divino cortejaba a un hada y, para ganarse su afecto, esparció semillas de flores por el mundo terrenal por lo que la semilla del crisantemo cayó precisamente sobre las rocas de Liuyang y en esas piedras brotó dicha flor.   

Piedra de crisantemo de Liu Yang, Hunan, China. Foto: Parent Géry, CC BY-SA 3.0, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=15527680
Arriba y abajo, piedras de crisantemo de Liu Yang, Hunan, China. Foto: Parent Géry, CC BY-SA 3.0, Wikimedia commons.

Tributo al emperador

Durante mucho tiempo, el esculpido de la piedra de crisantemo pervivió como tributo al emperador. Según la Revista del Museo del Palacio Imperial, la corte de la dinastía Qing conservaba numerosos ejemplares de este mineral para entintar de todos los tamaños aunque, debido a las limitaciones técnicas de la época, las piezas más tempranas presentaban todas un esculpido liso y sin relieve. 

El comienzo del relieve

La técnica del esculpido fue transmitiéndose progresivamente a las clases populares. A finales de la dinastía Ming (1368-1644) y comienzos de la Qing dicho proceso dio un gran salto cualitativo. Aparecieron nuevos métodos como el relieve y el bajorrelieve que le imprimieron una tercera dimensión a lo que antes era solo una superficie plana, gracias a lo cual se alcanzaron exquisitos niveles de creación.

En 1915, las dos obras del maestro Dai Qingsheng, el jarrón florero Reflejos de nieve y el biombo Ciruela, orquídea, bambú y crisantemo participaron en la Exposición Internacional de Panamá-Pacífico donde, al ser presentadas en público, causaron una gran sensación. Estas dos valiosas piezas se conservan desde entonces en el Museo de las Naciones Unidas. Otra obra, La flor que nace de la piedra, recibió una enorme atención y obtuvo pronto una medalla de oro. 

La técnica del esculpido

A la hora de esculpir uno de estos ejemplares el primer paso es también el más importante: escoger la materia prima. El esculpido depende de la forma de las venas del crisantemo, su número y disposición determinan en gran medida el resultado final. En segundo lugar hace falta establecer un diseño que tendrá que dar prioridad a la flor y centrarse en la configuración. Una vez decidido ese patrón comienza el proceso del esculpido y pulido.

Debido a las características de la piedra, se requiere de un meticuloso retoque y pulimentado que difieren de otras técnicas de esculpido más acentuadas. Después de haber elaborado la pieza en su conjunto, de lo general al pequeño detalle y de la parte superior a la inferior, todavía hace falta pulirla varias veces hasta dejar la superficie completamente suave al tacto. Una vez acabado, el siguiente paso es utilizar un tipo de esmalte natural para decorar el ejemplar y, finalmente, se le añade un pedestal adecuado dando así por concluido el trabajo.

En una obra de estas características los dos componentes, la naturaleza por un lado y la intervención manual por el otro, resultan imprescindibles. Si no existiera la piedra de crisantemo no podría realizarse este tipo de obra que, sin el elaborado esculpido de la mano humana, solo sería un extravagante trozo de roca y no la exquisita obra de arte en que se acaba convirtiendo. Por lo tanto, en cierta manera puede afirmarse que este proceso técnico constituye un símbolo de la armónica colaboración entre el hombre y la naturaleza.

El declive y el resurgimiento

La técnica experimentó un declive debido a los conflictos bélicos y a otros motivos pero, tras la fundación de la República Popular China en 1949, entró en una nueva fase de desarrollo. En 1961 el Instituto de Investigación de Artes y Oficios de la provincia de Hunan estableció un departamento dedicado al estudio del esculpido de la piedra de crisantemo y comenzó el reclutamiento de nuevos aprendices, otorgando nueva savia a dicho arte ancestral y asegurando su futura transmisión y pervivencia. En 1999 el maestro artesano Yuan Yaochu y otros cinco especialistas realizaron una obra de grandes dimensiones, titulada Bola de dragón, para celebrar la transferencia de soberanía de Macao a China y la ofrecieron como presente al gobierno de esta región administrativa especial. En el año 2008 el esculpido de la piedra de crisantemo entró finalmente a formar parte de la lista nacional de patrimonio cultural intangible de China.


Publicado originalmente en: Revista Instituto Confucio.
Número 55. Volumen IV. Julio de 2019.

Uso de cookies

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.plugin cookies

ACEPTAR
Aviso de cookies

Pin It on Pinterest