El jade de Lantian (蓝天), es uno de los más apreciados de China y cuenta con 5.000 años de tradición. En la antigua China durante un largo tiempo solo los nobles tenían derecho a llevar accesorios de jade, lo cual no solo convertía esta piedra en un símbolo de la nobleza sino también de autoridad.
Un reportaje de
Li Zheyu
李哲宇
El jade de Lantian
El jade de Lantian (蓝天) es uno de los cuatro grandes de China. Hace aproximadamente 5.000 años los pobladores de Lantian empezaron a pulir, procesar y llevarlo como accesorio. En China se dice que el Jade tiene cinco virtudes que son equiparables a las cualidades exigibles a una persona noble.
Las cinco virtudes del jade
- En primer lugar, la superficie del jade es brillante, oleosa y cálida al tacto, unas características similares a las de la “benevolencia” (仁, rén) de la nobleza.
- La segunda virtud es que, observando el exterior, se pueden visualizar sus vetas interiores, que simbolizan la virtud de la “justicia” (义, yì), que busca la verdad en los hechos.
- El tercer aspecto es que un jade de excelente calidad puede ser empleado en la fabricación de instrumentos de percusión. El jade su usaba en la construcción del antiguo instrumento qing (罄), que emite su nítido sonido en todas direcciones. Simboliza la virtud de la “sabiduría” (智, zhì).
- La cuarta característica reside en que el jade, además, posee una elevada dureza que le impide doblarse, algo que recuerda a la “valentía” (勇, yǒng). Como dice la expresión “mejor jade roto que losa intacta” (宁为玉碎,不为瓦全).
- Y, finalmente como quinta virtud, si un artefacto de jade se rompe y su borde no es afilado, esto representa su “pureza” (洁, jié), como el carácter incorruptible de los nobles, que les confiere autocontrol y les impide provocar daño ajeno. Por estos cinco motivos, los nobles de la China antigua solían llevar jade entre sus pertenencias.
El inmortal que otorgó el jade
La leyenda dice que antes de ser descubierta la noble piedra del jade, Lantian era un simple pueblo de las montañas Zhongnan (终南山). Allí vivía un humilde sabio llamado Yang Boyong (杨伯雍) que, a pesar de su pobreza, era muy generoso. Viendo lo duros que eran los irregulares caminos de las montañas, decidió construir un pabellón en el que ofrecer té de forma gratuita a los que por allí pasaban.
Continuó haciendo esto durante tres años, tanto si llovía como si no. Un día, un anciano cargado con muchas rocas se desmayó en el pabellón de Yang Boyong. Este le ayudó enseguida levantándolo del suelo y dándole de comer y beber. Tras ser salvado, el anciano decidió devolverle el favor dándole unas piedras- Le dijo que las plantase en el suelo pues no solo le daría suerte sino que además le proporcionarían una mujer.
Yang Boyong siguió sus instrucciones y obtuvo jade. Con ellos hizo cinco pares blancos que le sirvieron como regalo de compromiso y consiguió una hermosa y virtuosa mujer. Aquel anciano que se había desmayado en su pabellón era en realidad el inmortal Tàibái Jīnxīng (太白金星), sirviente del Emperador de Jade, el magnate de los cielos. Este personaje es representado en la novela Viaje al Oeste, la novela atribuida al literato Wu Cheng’en (吴承恩), dinastía Ming, siglo XVI.
El descubrimiento mítico del jade de Lantian
Yang Boyong se ganó la vida cultivando la preciosa piedra y viviendo una vida plena. Paro tanto él como su mujer vieron que la gente del pueblo pasaba hambre. Así que les dieron jades para que pudieran cambiarlos por comida. Esto se convirtió rápidamente en noticia. Cuando unos bandidos se enteraron, robaron todos los jades de las tierras de Yang Boyong. Eso provocó la ruina del pueblo.
Los inmortales tenían sus ojos puestos en el pueblo de Lantian y el robo del jade les alarmó. Yaibai Jinxing dijo a Yang Boyong: “Un día que el cielo esté soleado entra en las montañas Zhongnan. Si sigues la neblina, podrás encontrar el verdadero jade”. Y allí crece el Jade de Lantian, cuya extraordianria dureza hace que sea muy apreciado.
Las piedras robadas por los bandidos eran de un jade inferior, pues todavía no habían sido cultivadas el tiempo suficiente para convertirse en el jade de extraordinaria dureza de Lantian.
Y así lo hizo Yang Boyong.
Y así nació el jade de Lantian.
Símbolo de nobleza y autoridad
En la antigua China durante un largo tiempo solo los nobles tenían derecho a llevar accesorios de jade,. Esto convertía esta piedra en un símbolo de la nobleza y de autoridad.
En el año 221 a.C. el rey de Qin (秦), Ying Zheng (嬴政), unificó los seis reinos de China. Entonces consideró que sus méritos eran superiores a los logrados por los Tres Augustos y Cinco Emperadores (三皇五帝), por tanto se hizo llamar “emperador”. Ying Zheng estableció una serie de privilegios que podían ser disfrutados únicamente por quienes ostentaran dicho título.
Para mostrar su autoridad sobre la nación ordenó a su ministro Li Si (李斯) que extrajese jade de Lantian para fabricar el sello imperial. En este sello aparecía escrito “Emperador por la gracia de los cielos, que viva en próspera eternidad”. El emperador esperaba que el sello de jade mantuviese a China unida para siempre y que fuera transmitido de generación en generación.
El jade de Lantian, fuente del poder de la China antigua
Así pues, es importante destacar que el sello de jade que representa la autoridad suprema del emperador y de la nación procede de Lantian. Este sello se convirtió en un tesoro que generaciones posteriores se disputaron. Los edictos del emperador necesitaban ser marcados con esta piedra para poder entrar en vigor. Si el emperador no tenía el sello no podía ejercer su autoridad. Significaba que los cielos no aprobaban este emperador y era incapaz de reinar; su poder podía ser revocado.
Por el contrario, si se obtenía el sello se ganaba el respeto de quienes creían que este emperador traería paz y prosperidad a la nación. Ello demuestra el fuerte significado de autoridad que tiene el jade de Lantian.
Una muestra de amor
Hay una historia de amor muy popular entre Yang Yuhuan (杨玉环), una de las Cuatro Bellezas legendarias de la China antigua, y el emperador Xuanzong de la dinastía Tang (唐玄宗). Yang Yuhuan (杨玉环) era también conocida como Yang Guifei (杨贵妃, Yáng Guìfēi). El relato de su trágico amor ha sido transmitido de generación en generación hasta la actualidad gracias a la Canción del Eterno Lamento de Bai Juyi.
El emperador Xuanzong desafió la opinión popular al casarse con Yang Yuhuan y llevarla al palacio. Ambos tenían una afición común: la música. A la bella joven no solo se le daba bien bailar sino que también le gustaba tocar el qing. Por este motivo, el emperador ordenó que le fabricasen un qing de jade. Este era extremadamente elaborado y emitía un sonido verdaderamente agradable.
Este regalo estaba hecho también con jade de Lantian. Yang Yuhuan adoraba esta piedra cuyas vetas eran como hielo agrietado. Más tarde la gente utilizó su nombre de infancia, Furong (芙蓉), para referirse a este tipo de jade de Lantian. El jade Furong (芙蓉玉) de Lantian se convirtió en un símbolo de amor. Actualmente, a mucha gente le gusta llevar accesorios de jade Furong, pues creen que protege el amor.
Publicado originalmente en: Revista Instituto Confucio.
Número 43. Volumen IV. Julio de 2017.