La provincia de Zhejiang (浙江, Zhèjiāng) es conocida por la gran cantidad de tesoros culturales y naturales que alberga, como el lago del Oeste de Hangzhou, las impresionantes terrazas de arroz de Yunhe, la ópera Yue, el té de Longjing o su exquisita seda. Es en esta provincia donde llega a su fin el Gran Canal que recorre el trayecto de Beijing a Hangzhou.
Un reportaje de
Carolina Navarro Plata
罗悦柔
Su orografía se ha convertido en los últimos años en un gran reclamo para el turismo. En gran medida, esta fama se debe al río Qiantang, el mayor de la provincia, que la recorre de oeste a este. Al desembocar en el mar de la China Oriental se produce un fenómeno llamado macareo, que consiste en la formación de olas gigantes, de hasta 15 m de altura, que se adentran río arriba y que llegan a alcanzar velocidades máximas de 40 km/h. Este espectacular fenómeno, conocido comúnmente como la “ola gigante del río Qiantang”, suele suceder durante los meses de septiembre y octubre.
Zhejiang goza de un clima húmedo subtropical que presenta diferencias entre la costa y el interior. Con cuatro estaciones bien diferenciadas, la mejor época para visitar la provincia es a principios de la primavera, cuando la temporada de lluvias aún no ha comenzado, o a mediados de otoño, cuando la época de tifones ya ha terminado.
Hangzhou, la capital del té
Con 55.900.000 habitantes (est. 2016) y una extensión de 105.500 km2 (un 1.1% del total del país), es una de las provincias con mayor densidad poblacional de China. Económicamente, y gracias a su ubicación clave y a los recursos de los que dispone, ha sido desde la antigüedad una de las zonas más prósperas del país. El Gran Canal de Beijing-Hangzhou imprimió un fuerte impulso económico sin precedentes para la costa este del país, ya que facilitó el transporte de mercancías entre el norte y el sur y el este y el oeste, al unir a los cuatro mayores ríos de China. El desarrollo económico de la provincia se refleja en sus habitantes, famosos por tener un espíritu emprendedor y un carácter fuerte. El condado de Qingtian y la ciudad-prefectura de Wenzhou son ejemplo de este espíritu que ha buscado fortuna fuera de las fronteras de China desde hace más de 300 años.
Hangzhou (杭州), la capital de Zhejiang, está situada en el norte de la provincia, en el curso bajo del río Qiantang. Es una de las siete capitales históricas de China, pues lo fue de la dinastía Song Meridional. Sus calles rezuman historia, cultura, elegancia y, a la vez, modernidad. Hangzhou es famosa por ser una de las ciudades más lindas del país. Se cuenta que Marco Polo la describió como la “más bella ciudad del mundo”, y esa belleza se debe, en gran medida, al lago del Oeste, que ha servido como fuente de inspiración para poetas y artistas de diferentes épocas.
Este lago se encuentra, como su propio nombre indica, al oeste de la ciudad y está bordeado por montañas en tres costados y por la ciudad al este. Esta situación supone un pulmón natural para la ciudad, además de contar con una gran cantidad de construcciones históricas como pagodas, templos, pabellones y jardines clásicos, que fueron construidos para realzar aún más su espectacular belleza.
El lago del Oeste forma parte desde 2011 de la lista del Patrimonio Mundial de la Humanidad por la UNESCO. Cualquier época del año es buena para apreciar su belleza pero, si se visita en otoño, se podrá disfrutar de la fragancia que desprende la flor del osmanto, elegida en 1984 como la flor símbolo de la ciudad.
En los alrededores del lago hay dos lugares de obligada visita: el Museo Nacional de la Seda y el Museo Nacional del Té. Este último, único en China, fue inaugurado en 1991 y muestra un recorrido por la historia de esta planta y de su desarrollo. Aquí es posible, además, experimentar la “ceremonia del té” y transportarnos en el tiempo hasta la China antigua. Este museo cuenta con una ubicación excepcional porque está rodeado de plantaciones de té.
A menos de 2 km del museo se encuentra Longjing, el lugar donde se originó y se cultiva todavía la infusión del mismo nombre, uno de los tés verdes más famosos de China. Se pueden visitar las plantaciones y degustar una taza del milenario té en un entorno natural espectacular. Aquellos que lo deseen también pueden iniciarse en el mundo de la recolección del té.
No se debería dejar de visitar la antigua calle Qinghefang, al este del lago, para imaginar cómo era antiguamente la ciudad. Durante siglos, esta zona fue su centro político, comercial y cultural. Hoy en día aún se conservan algunos de los comercios centenarios, como la farmacia Huqin Yutang, convertida ahora en Museo de la Medicina Tradicional China.
Al sureste de la ciudad se encuentra la pagoda Liuhe, construida en el año 970, de forma octagonal y con 60 m de altura. Una de las curiosidades de esta construcción es que, desde fuera, parece tener 13 plantas pero dentro solo tiene 7. Cuando se construyó hacía las funciones de faro al situarse junto al río Qiantang. Antiguamente, los habitantes de Hangzhou subían al punto más alto de la pagoda para observar el espectáculo natural de la “ola gigante del río Qiantang”.
Ciudades con historia
La ciudad histórica de Ningbo, conocida hoy en día por su prosperidad económica y su puerto comercial, se asienta en el noreste de la provincia. A pocos kilómetros de la ciudad se halló en 1973 el yacimiento arqueológico de la cultura Hemudu, perteneciente al Neolítico. Entre las atracciones turísticas de la ciudad destacan la pagoda Tianfeng, la torre del Tambor y la biblioteca Tianyige. Esta última es la más antigua que se conserva en China, construida en 1516 por el oficial de la dinastía Ming, Fan Qin. Desde Ningbo se puede visitar en ferri la famosa isla del monte Putuo, una de las cuatro montañas sagradas del budismo chino.
Shaoxing, situada entre Hangzhou y Ningbo, es una de las ciudades más antiguas y bellas de la provincia. Esta urbe es famosa por haber visto nacer a personajes tan notables como el mítico Yu el Grande o el célebre escritor Lu Xun. Llama la atención a los visitantes la cantidad de edificios dedicados a este último, como el pabellón conmemorativo, su antigua residencia o su biblioteca. De entre los miles de puentes que cruzan los numerosos canales de la ciudad, merece especial atención el Bazi Qiao (puente del carácter de ocho), construido en el siglo XIII y que todavía continúa en uso. Además de por su arquitectura y sus personajes famosos, este lugar es famoso por dar nombre al vino de Shaoxing.
Naturaleza por descubrir
Con un 70% de su superficie cubierta por montañas, y con más 3.000 islas, Zhejiang es un lugar ideal para disfrutar de la naturaleza. Mogan Shan (Monte Mogan), a 60 km de la capital es, con sus bosques de bambú y sus aguas de color turquesa, un lugar ideal para escapar del ajetreo de la ciudad y del calor sofocante en verano. Sus montañas esconden casas de estilo europeo de principios del siglo XX, que dotan a este enclave de un toque misterioso. Es imprescindible degustar la gastronomía típica de la zona, donde el bambú es el rey de la mesa.
El área de las montañas Yandang, designada Geoparque Global de la UNESCO en 2005, está situada en el condado de Yueqing, en el sureste de la provincia. Este geoparque, de origen volcánico, destaca por la belleza de sus cascadas, cuevas y cumbres. Se dice que ha inspirado más de 5.000 poemas.
Las terrazas de arroz de Yunhe (lit. “nubes tranquilas”), en el suroeste de la provincia, son uno de los grandes atractivos de Zhejiang. Aquí los campesinos plantan arroz desde hace más de mil años. Las montañas llegan hasta los 1.400 m sobre el nivel del mar y algunas llegan a estar divididas en 700 niveles. Este se ha convertido en un paraíso para los amantes de la fotografía.
Folclore y seda
La ópera Yue surgió a principios del siglo XX en Zhejiang, aunque se popularizó en la década de los años 30 del siglo pasado en Shanghái. Se caracteriza por su elegancia y suavidad. Los temas que trata suelen estar relacionados con la vida cotidiana y las historias de amor. Aunque cuando surgió la ópera Yue solo actuaban hombres, en los años 20 del siglo pasado, se crearon grupos compuestos solo por mujeres. Esta ópera alcanzó la fama a nivel mundial en 1954, cuando se proyectó la película de ópera Yue Liang Shanbo y Zhu Yingtai basada en la leyenda de los Amantes Mariposa.
La seda ha sido desde hace siglos uno de los tesoros y motores económicos de Zhejiang. Restos arqueológicos encontrados en la provincia pertenecientes a la cultura Liangzhu (3400-2250 a.C.) demuestran que ya entonces los habitantes se dedicaban a la sericultura. Fue durante la dinastía Song cuando la producción de seda en Hangzhou vivió su época dorada.
Gastronomía Zhe
La gastronomía de Zhejiang pertenece a una de las ocho escuelas más representativas de China, y se subdivide en tres ramas principales: Hangzhou, Ningbo y Shaoxing. Se caracteriza por preservar la frescura y el sabor original de los alimentos, para lo que se sirve de una gran variedad de métodos culinarios, entre los que destacan el salteado y la cocción al vapor. Los ingredientes estrella son el marisco, el pescado y las verduras de temporada. La delicada presentación de sus platos es clave para conseguir la elegancia por la que se caracteriza esta escuela.
Entre sus recetas destacan las gambas con té de Longjing, la anguila estofada, la carpa del lago del Oeste en salsa de vinagre, el lomo salteado con bambú o los rollitos de tofu frito.
Publicado originalmente en: Revista Instituto Confucio.
Número 45 Volumen XI. Noviembre de 2017