La festividad de Qingming, que en 2020 se celebra el 4 de abril, es la ocasión más solemne y extendida que los chinos dedican a sus difuntos. Todos los miembros de cada familia acuden a los cementerios para limpiar el lugar, entregarles ofrendas y flores.
Un reportaje de
Liu Yanqin
刘艳琴
La palabra “Qingming” procede de la expresión “fengqing jingming” (风清景明), que describe un paisaje marcado por su vitalidad y por la suavidad del viento. La fiesta suele celebrarse a principios de abril, pues esta fecha coincide con el término solar con el que comparte nombre. En dicha época, el clima del norte de China comienza a reflejar los efectos de la primavera; las temperaturas se tornan más cálidas, las precipitaciones se hacen más frecuentes y la naturaleza florece y se llena de vida.
Empiezan ya a sobrar las ropas de invierno para quienes se dejan arrastrar por el buen tiempo y visitan las afueras de la ciudad, en busca del verdor del campo y para hacer pícnic bajo los frondosos árboles o volar cometas sobre el césped. En la antigüedad, para celebrar Qingming, se solía jugar al polo (打马球) y al cuju (蹴鞠), el precursor del fútbol al que se juega hoy en día. Con el tiempo, todas estas costumbres fueron fijándose paulatinamente y este día fue convirtiéndose, poco a poco, en una festividad.
Al igual que en la fiesta Shangsi (上巳节), la costumbre de salir al campo de excursión en primavera es una forma de diversión y ocio. Es por ello que los versos del poema describen a personas que preguntan por una taberna. El motivo por el que los protagonistas de la oda vagan con el corazón partido es que también es una fecha marcada por el recuerdo de los familiares fallecidos. Su origen se remonta al periodo de Primaveras y Otoños (春秋, 770-476 a.C.). En aquellos tiempos, la fiesta tradicional se celebraba exclusivamente realizando excursiones al campo para aprovechar la primavera.
Sin embargo, hubo en esa época un personaje llamado Jie Zhitui (介之推) que murió abrasado por las llamas que había ordenado encender en la montaña el duque Wen de Jin (晋文公), lo que inició la fiesta Hanshi (寒食节) o festival de la comida fría. Antes de ser coronado rey, el duque Wen de Jin había vivido exiliado durante 19 años. En ese periodo, su acompañante, Jie Zhitui, demostró una gran bondad hacia el futuro rey. Posteriormente, Wen consiguió la corona de su reino y recompensó a todos aquellos que lo habían ayudado en el pasado, pero se olvidó de su acompañante Jie Zhitui, quien había comenzado a vivir recluido en las montañas con su madre.
Un día, Wen se acordó de Jie Zhitui y envió a sus hombres a buscarlo. La búsqueda no tuvo éxito y alguien tuvo la idea de prender fuego a las montañas, pues así Jie Zhitui saldría de ellas huyendo del fuego. No obstante, este siguió sin dar señales de vida. Tras el incendio, los hombres de Wen descubrieron los cuerpos de Jie Zhitui y de su madre calcinados bajo un árbol. El duque Wen se sintió enormemente arrepentido por haber cometido un error tan ingenuo e hizo pública la prohibición de encender fuegos en todo el reino cada vez que llegaran esas fechas para, así, conmemorar la muerte de Jie Zhitui, por lo que todos los ciudadanos se vieron obligados a comer alimentos fríos.
El motivo por el que durante esta jornada los chinos acuden a los cementerios para recordar a sus familiares fallecidos se debe a la conmemoración de la muerte en un incendio del personaje Jie Zhitui
Esta remota costumbre acabó convirtiéndose en el festival de Hanshi, que se celebra justo el día antes de Qingming. Debido a que ambas costumbres quedaron ligadas por la fecha, la ingesta de alimentos fríos se convirtió también en una práctica tradicional de la celebración de Qingming.
El motivo por el que durante esta jornada los chinos acuden a los cementerios para recordar a sus familiares fallecidos se debe a la conmemoración de la muerte del personaje Jie Zhitui durante el día de Hanshi. Son varias las fechas que los chinos dedican a los difuntos, además de la fiesta Qingming, que cae alrededor del día 5 de abril de cada año; la fiesta de los Fantasmas (中元节), celebrada el día 15 del séptimo mes lunar; la fiesta de Hanyi (寒衣节, o festival de la ropa de invierno) que tiene lugar el primer día del décimo mes lunar y, por último, la fiesta de la Primavera (春节), que coincide con el primer día del primer mes lunar. Sin embargo, de todas ellas, la ocasión más solemne y extendida es la de Qingming.
En los días cercanos a esta efeméride, todos los miembros de cada familia acuden a los cementerios en los que descansan sus fallecidos para limpiar el lugar, entregarles ofrendas y flores, como muestra de la aflicción que sienten por aquellos parientes que ya no están entre ellos. En caso de que, por algún motivo, sea imposible ir a limpiar el cementerio, se debe hacer un sobre de papel blanco, introducir dentro dinero de papel, escribir los nombres de los difuntos en el sobre y quemarlo todo en un cruce de calles pues, de esta forma, es posible mandar dinero a los parientes para que estos puedan comprarse la ropa que necesitan para afrontar el cambio de estación. En la actualidad también hay quien hace televisores, móviles, coches y otras cosas de papel para quemarlas en los cementerios. Para permitir que los ciudadanos puedan volver a su hogar a honrar a sus difuntos, Qingming es un día festivo oficial en todo el país.
Esta jornada también es la fecha de la siembra de gran cantidad de vegetales, frutas y granos. En otros lugares se organiza la feria de los gusanos de seda (蚕花会, cán huāhuì) para rogar a la divinidad de estos insectos por la abundancia de esta materia en el año venidero. La feria comienza la noche de Qingming, en la que se suele quemar incienso para reverenciar a la diosa. Tras el amanecer, se realiza un desfile en el que se transporta un palanquín de la deidad de los gusanos de seda acompañada por mujeres y niños que van quemando incienso y cantando a la divinidad durante su trayecto hasta el templo del Dios de la Tierra local, donde se ruega por un crecimiento saludable de los gusanos de seda.
En la fiesta Qingming tienen cabida, al mismo tiempo, la aflicción producida por el recuerdo de los familiares difuntos y la diversión de las excursiones al campo junto con las actividades recreativas. Es, por tanto, una particular tradición cuya celebración se ha extendido por toda China y ha propiciado que esta fecha festiva ocupe un lugar destacado en el calendario tradicional.
Publicado originalmente en: Revista Instituto Confucio.
Número 42. Volumen III. Mayo de 2017.