Abordamos el calendario chino. ¿Cómo se forman en chino mandarín los nombres de los siete días de la semana y los doce meses del año?. Descúbrelo en este reportaje. Con ilustraciones de Xavier Sepúlveda.
En chino, los días de la semana se forman de manera muy sencilla:
De lunes a sábado:
星期 (xīngqī)o 周(zhōu)+ números del 1 al 6
El domingo se puede decir de varias formas:
星期天 (xīngqītiān) o 周天 (zhōutiān): “Día del cielo”
星期日 (xīngqīrì) o 周日 (zhōurì): “Día del sol”
Los meses en chino se forman de la siguiente manera:
Yuja Wang al piano con orquesta. Foto: Wikimedia commons para «Yuja wang», dominio público.
La aclamada pianista china Yuja Wang (Beijing, 1987), no deja indiferente a nadie y su irrupción en la escena mundial de la música clásica ha revolucionado pautas y tradiciones estáticas.
Pasea sus frágiles dedos al rítmico son de las notas con una fiereza que impone y con una soltura que irradia desde el desnudo escenario. Deja boquiabiertos a consagrados directores a los que les tiembla la batuta cuando la dirigen. Y el público, en silencio fúnebre, estalla de gozo con las acrobacias al piano de esta domadora de teclas cuando concluye su melódica epifanía.
Yuja Wang (Beijing, 1987) podría haberse dedicado a la moda aunque afirma que le aburre tanto como buscar actualizaciones en su teléfono móvil. El azar, sin embargo, quiso que sus progenitores fueran músicos. Algo que facilitó que la niña de sus ojos, de madre bailarina y padre percusionista, no temiera al pentagrama ni a las corcheas. A los 6 años comienza su idilio con el piano y a los 7 la admiten en el prestigioso Conservatorio Central de Música de la capital china. Desde entonces ya no hay vuelta atrás. La pequeña Wang, un precoz torbellino de audacias, inicia una escalada por las 88 teclas de este instrumento que la lleva a ser la alumna más joven del festival de música en la capital de Canadá en la temporada 2005-2006 y, aún adolescente, entra en el Instituto de Música Curtis de Filadelfia donde se queda un lustro. Bajo la batuta de Gary Graffman, que la gradúa con 20 años, el mítico pianista destacará de ella su inteligencia y buen gusto.
Un gusto y un refinamiento exquisitos que Yuja Wang transporta a las salas de conciertos de todo el mundo. La mayor parte de los sesudos críticos le dedican encendidos elogios, o a veces no tanto, a su indumentaria. Unos vestidos que, como los acordes que exprime al piano, hacen arquear las cejas de unos sorprendidos espectadores no habituados al que podríamos calificar como ‘estilo Wang’. La moda, de nuevo, asoma por los poros de una artista sin complejos a la que le gusta dotar de una estética personal a su rompedora puesta en escena. Un atrevimiento que le ha reconocido el diseñador italiano Giorgio Armani quien la incluye en su exclusiva lista #SaySì, en la que figuran cinco mujeres que han luchado por alcanzar sus propios sueños.
Yuja Wang se da a conocer al mundo cuando, inesperadamente, reemplaza en el Concierto para piano número 1 de Tchaikovsky al solista programado en una serie de cuatro recitales en la ciudad norteamericana de Boston. La misión, casi imposible, era que el público olvidara a la titular prevista: nada menos que la sublime y consagrada pianista argentina Martha Argerich. Pero la intérprete china, casi una adolescente aún, no deja que sus menudas manos se encojan y sale al escenario dispuesta a ganarse al público. Lo consigue y, gracias a la superación de ese reto, comienza una década de éxitos imparable que hace que las mejores orquestas del mundo quieran incluirla en sus programas de mano y que los expertos se rindan a su talento.
Aunque no hace falta ser un experto para quedarse de piedra admirando los 90 segundos de ejecución del interludio orquestal El vuelo del moscardón, del compositor ruso Nikolái Rimski-Kórsakov, que lleva a cabo la chica de los dedos veloces. El video de esta pieza breve en Internet supera los cinco millones de visualizaciones. Las manos de Yuja Wang desafían las leyes de la física y, como si estuvieran propulsadas por un motor, serpentean y se deslizan por el mostrador sonoro a velocidades ya difíciles para el ojo humano. Sus dedos barren el teclado sin contemplaciones ni dudas en un ejercicio de magia musical cercano al paroxismo. En ese largo minuto y medio no hay trampa ni cartón, solo una depurada técnica fruto de una constancia y perseverancia que aún no han conocido límites.
Agenda completa
A la joven Yuja Wang cual diva de la ópera, no le quedan días libres en su agenda durante el próximo año. Estrenó el calendario del pasado ejercicio en la ciudad que le vio nacer, Beijing, con los conciertos números 2 y 3 del húngaro Béla Bartók y con Lu Jia dirigiendo a la Orquesta Nacional China de las Artes Escénicas. La reciente, pero prestigiosa institución musical del país, decidió nombrarla como su artista residente para el periodo 2016-17. Lo justificó en que se había convertido, por méritos propios, en la primera mujer pianista de China en adquirir relevancia internacional. Yuja Wang agradeció complacida el reconocimiento en su vuelta a casa y expresó que era “una buena oportunidad para mostrar mi música junto con el increíble trabajo que hacen mis compañeros” en dicha orquesta.
Y el verano del 2016 tocó en Bogotá (Colombia) con su director favorito, el venezolano Gustavo Dudamel, quien movió su batuta para la Orquesta Simón Bolívar, una agrupación sinfónica que es una referencia musical no solo en Venezuela, donde se fundó hace casi 40 años, sino en toda Iberoamérica. La identificación entre ambos intérpretes trasciende la música. Ambos nacieron en la década de los años 80 del pasado siglo y ambos han roto costumbres y estereotipos en un mundo, el de la música clásica, que parece anclado en una tradicional rigidez. Sus ejecuciones conjuntas destilan química y una complicidad emocional que se transmite, como si de unas ondas invisibles se tratara, de la varilla del mediático Dudamel a los gráciles dedos de una Yuja Wang que llena de sentimientos la sala de audiciones. Además de con el venezolano, durante los últimos diez años de su carrera ha simultaneado partituras con maestros de orquesta tan preeminentes como Claudio Abbado, Daniel Barenboim, Valery Gergiev, Michael Tilson Thomas, Antonio Pappano, Charles Dutoit y Zubin Mehta.
A Yuja Wang le inquieta saber que tiene programados conciertos durante los próximos meses y no sabe qué piezas concretas ejecutará tal o cual día. Siente que aún está explorando sus capacidades y el repertorio musical que aún le resta por interpretar y quiere recorrer esa travesía junto al público, de una manera espontánea, improvisada a veces y, sobre todo, libre. El resto de su tiempo, y a pesar de su sincera naturalidad, actúa con rectitud y disciplina. Recuerda que su madre bailarina le enseñó a adoptar siempre una buena postura y que su padre percusionista le organizó el tiempo y el ritmo. Un tiempo que, como las teclas del piano al que doma, se le escapa entre los rápidos dedos de sus manos.
En este artículo se repasa la formación de algunos caracteres relacionados con los fenómenos meteorológicos según los principios que Xu Shen (30-124 d.C.) estableció en el diccionario etimológico Shuōwén jiězì.
Nota: Hablamos en profundidad los principios de formación de los caracteres chinos según el ‘Shuōwén jiězì’ (说文解字) en el reportaje «El ‘Shuowen Jiezi’ y los caracteres chinos«. Recordamos que Xu Shen (许慎, 30-124 d.C.) dividió la formación de los caracteres chinos en seis principios. En la actualidad, al menos la mitad de los caracteres simplificados actuales pueden ser analizados y leídos según alguno de estos seis principios.
1. Este carácter (雨, yǔ, lluvia), integrado por 8 trazos, se explica mediante el principio pictográfico de formación (象形, xiàngxíng), de modo que dibuja las gotas de agua (⺀) que van cayendo (丨) desde las nubes (冂) que hay en el cielo (一).
Ejemplos de formación con este carácter (含“雨”字的词组):
大雨 dàyǔ: lluvia recia
毛毛雨 máomaoyǔ: llovizna
雨点 yǔdiǎn: gota de lluvia
雨季 yǔjì: estación de lluvias; época de lluvias
2. 雨伞 (yǔsǎn) significa literalmente paraguas y está formada por el carácter de lluvia (雨) y paraguas (伞). Este último carácter sigue el principio pictográfico de formación (象形, xiàngxíng), puesto que representaba un paraguas en sus orígenes. Con seis trazos, procede de la forma tradicional: 傘.
3. Otro de los caracteres que originalmente representaban la lluvia es 零 (líng) y se explica mediante el principio semántico fonético (形声, xíngshēng) que da lugar a ideo-fonogramas. En este carácter, yǔ (雨) designa el significado, mientras que el componente lìng (令) aporta el sonido. En la antigüedad, este carácter significaba “llover constantemente”. En el Clásico de poesía (诗经, shījīng), hay un verso que dice así: “零雨其濛” (líng yǔ qí méng), lo que expresa una escena lluviosa provocada por la naturaleza. De ahí que la palabra 零雨 signifique “lluvioso” aunque actualmente líng ha evolucionado y significa “cero”.
Ejemplos de formación con este carácter:
零钱 língqián: monedas sueltas
零件 língjiàn: parte; componente
零售 língshòu: recortar
零下língxià: bajo cero
4. La palabra 零食 (língshí), que actualmente significa snack o tentempié, está integrada por los caracteres líng y shí. Este último tiene nueve trazos y se explica mediante el principio pictográfico de formación (象形, xiàngxíng), puesto que en sus orígenes representaba a una persona de piernas largas sirviendo un plato con una tapadera.
5. Este carácter, que actualmente significa “electricidad”, proviene de la forma tradicional 電. Antiguamente se escribía con trece trazos y los componentes ⻗ y 电. Su formación se puede explicar mediante dos principios diferentes: por una parte, el indicativo compuesto (会意, huìyì) de formación, puesto que 雨 representaría las nubes lluviosas y 申 los relámpagos y rayos; y, por otra parte, mediante el principio semántico fonético (形声, xíngshēng), de modo que 雨 aportaría la parte semántica mientras que 电 la parte fonética.
6. La palabra 电灯, que actualmente significa luz eléctrica, está compuesta por los caracteres 电 y 灯. Este último, dēng, se escribe mediante seis trazos y se forma mediante el principio semántico fonético (形声, xíngshēng): el radical de fuego 火 aporta el significado, mientras que el componente 丁 le añade el sonido. Su forma tradicional era: 燈.
7. Este carácter 申 se escribe mediante cinco trazos. La formación de shēn puede explicarse mediante dos métodos distintos: por una parte, mediante el principio pictográfico (象形, xiàngxíng), puesto que representaba en sus orígenes un “flash” de luz entre las nubles y significaba “rayo”, “relámpago”; por otra, puede explicarse mediante el principio de los préstamos fonéticos (假借, jiǎjiè), que trata aquellos caracteres que se pronuncian de forma similar pero tienen un significado diferente. En este sentido, el carácter 申 pudo ser derivado de este otro 神 (shén), que significa “dios”, “deidad”. Hoy en día el carácter shēn significa “explicar”, “extender”.
Ejemplos de formación con este carácter (含“申”字的词组实):
申请 shēnqǐng: solicitar; pedir
重申 chóngshēn: reafirmar; reiterar
申报 shēnbào: declarar; presentar un informe
申述 shēnshù: alegar
Más sobre los principios de formación de los caracteres chinos según el ‘Shuowen Jiezi’:
Taparse los oídos para robar una campana. Ilustración de Xavier Sepúlveda.
La expresión china “taparse los oídos para robar una campana” (掩耳盗铃, yǎn’ěrdàolíng) se emplea para referirse a la ignorancia y estupidez de alguien que se engaña a sí mismo.
Taparse los oídos para robar una campana (Yǎn’ěrdàolíng)
掩耳盗铃
Durante el periodo de las Primaveras y Otoños (春秋, 770-476 a.C.) la familia Fan, uno de los mayores clanes del reino de Jin(晋国), fue derrotada por sus rivales. Los Fan dejaron atrás muchas de sus preciadas posesiones, viéndose forzados a huir. Un día, un hombre que pasaba por la desierta residencia de la desdichada familia, vio una hermosa campana de bronce que colgaba sobre la puerta principal. Sintiéndose afortunado decidió robarla. Sin embargo, había un pequeño problema: la campana era demasiado grande y pesada. Entonces tuvo una idea: decidió romperla en muchos pedazos para llevárselos a casa.
El ladrón volvió con un gran martillo y, con todas su fuerzas, empezó a golpear la campana. Por supuesto, causó un gran estrépito y, preocupado por si lo habían oído, tuvo otra feliz idea: se puso tapones en los oídos y continuó dándole martillazos. El sonido persistió pero el ladrón, que no era muy inteligente, pensó que si él no podía oír la campana nadie más lo haría. Naturalmente, el saqueador fue descubierto.
Más tarde se acabó empleando la expresión “taparse los oídos para robar una campana” (掩耳盗铃, yǎn’ěrdàolíng) para referirse a la ignorancia y estupidez de alguien que se engaña a sí mismo.
Zhang Qian, el explorador, diplomático y militar de la dinastía Han que abrió los caminos de la Ruta de la Seda. Ilustración generada por un motor de ilustraciones basado en prompts de javierperez.info.
Zhang Qian fue un explorador que en el siglo II a.C. abrió el camino de la más importante vía que uniría la dinastía Han con Asia Central: la Ruta de la Seda.
Zhang Qian (张骞) fue el precursor de la Ruta de la Seda. Durante buena parte de su milenaria historia, China vivió aislada del resto del mundo. El motivo no fue la falta de espíritu aventurero de sus pobladores, sino las condiciones geográficas de esta inmensa nación. A diferencia de las facilidades que conceden otros límites geográficos, las orillas del sur y del este de China están bañadas por dos inmensos e infranqueables mares, mientras que el norte y el oeste del país están rodeados por las mesetas de Mongolia (蒙古高原) y la de Qinghai-Tíbet (青藏高原), respectivamente. Todos ellos fueron obstáculos casi imposibles de salvar en épocas pretéritas.
La Ruta de la Seda
Sin embargo, durante la dinastía Han (汉, 206 a.C. – 220 d.C.), los habitantes de China establecieron un corredor que les unió con el resto del mundo. La travesía de este corredor tendría una tremenda trascendencia en el mundo. Entró en los libros de historia como lo que se denominaría en un futuro “la Ruta de la Seda”. Merece la pena, por tanto, dedicar un tiempo a descubrir quién fue el responsable de su hallazgo y bajo qué condiciones se logró fundar la red de caminos más famosa del mundo. Esta es la historia de Zhang Qian (张骞) y el emperador Wu de Han.
Los Reinos Combatientes, 战国
En la antigüedad, China padeció durante mucho tiempo los constantes ataques de los xiongnu (匈奴; tribus nómadas) del norte. Para defenderse de sus ejércitos cada estado vasallo de China construyó en los tiempos de los Reinos Combatientes (战国, 475-221) su propio tramo de la Gran Muralla. A principios de la dinastía Han, el emperador Liu Bang (刘邦) sufrió una importante derrota tras ser emboscado por los xiongnu en la batalla de Baideng (白登). Esto forzó a la dinastía a recurrir a una “alianza matrimonial” (和亲, héqīn) para proteger sus fronteras.
El emperador Wu de Han
En los tiempos del emperador Wu de Han (汉武帝), la dinastía cuyo poder militar había aumentado drásticamente dejó de estar conforme con dicho acuerdo, por lo que decidió tomar la iniciativa en las invasiones hacia el extranjero. Ante el poderío del ejército xiongnu, el linaje Han decidió emprender un viaje hacia el oeste en busca de otras potencias con el fin de organizar un frente común contra la tribu nómada. Así se descubrió que, en las montañas Qilian (祁连山), se situaba el reino de los yuezhi (月氏国, una tribu de etnia protoindoeuropea establecida entre las actuales Xinjiang y Gansu), cuyo líder había sido asesinado por Laoshang (老上), un chanyu (单于; título utilizado por los líderes de los xiongnu), quien incluso se había fabricado una taza utilizando su cráneo.
La dinastía Han, segura del rencor que los yuezhi mantendrían hacia los xiongnu, inició una campaña para buscar a potenciales aliados. Sin embargo, tras haber sido derrotados por los xiongnu, una gran cantidad de las tropas de los yuezhi había permanecido lejos de su hogar. Se desconocía el paradero de los líderes de la tribu, mientras que su búsqueda suponía enfrentarse a numerosas adversidades. El emperador temía que aquel a quien confiara la misión huyera a mitad de camino, por lo que convocó un proceso de alistamiento voluntario.
Zhang Qian (张骞)
Antes de lo esperado apareció el candidato ideal, Zhang Qian (张骞), quien más tarde sería el precursor de la Ruta de la Seda.
Zhang Qian narró todo lo que había visto y describió todos los reinos del oeste, sus costumbres, el tamaño de sus ciudades, sus poblaciones y otros detalles no menos importantes al emperador Wu de Han.
Zhang Qian era un oficial del emperador Wu de Han, que se encontraba al cargo de la seguridad del palacio. En el segundo año del reinado del emperador Jianyuan (建元), de la dinastía Han Occidental, es decir, en el año 139 a.C., Zhang Qian inició una partida expeditiva hacia el oeste con algo más de cien hombres y guiado por Tangyifu (堂邑父), un expatriado xiongnu.
Zhang Qian y el corredor de Hexi
En su paso por el corredor de Hexi(河西走廊), los hombres de Zhang Qian fueron emboscados por la caballería xiongnu y él mismo fue hecho prisionero y llevado ante Junchen (军臣), el por entonces chanyu de los xiongnu. Cuando descubrió que Zhang Qian tenía la misión de visitar el reino enemigo de los yuezhi en calidad de diplomático, montó en cólera. Sin embargo, el líder xiongnu no lo ejecutó, sino que decidió dejarlo encerrado y, para hacerle abandonar la idea de volver a su país, le otorgó una esposa con la que formar una familia. Su encierro duró unos diez años, un periodo de tiempo en el que la mayoría de los expedicionarios originales abandonaron la misión.
La huida a través del desierto del Gobi
Pero no fue el caso del oficial Zhang Qian que continuó empecinado en finalizar el encargo de su emperador. Aprovechando la única oportunidad que tuvo, Zhang Qian, que parecía haberse acostumbrado a la vida entre los xiongnu, logró escapar junto a un pequeño grupo de hombres. Durante su huida el explorador tuvo que enfrentarse a numerosos obstáculos a lo largo del desierto de Gobi: las tormentas de arena, la exposición a un sol abrasador y al intenso viento durante las noches, que también arrebataron la vida de muchos de sus hombres. A pesar de ello, Zhang Qian, obstinado en cumplir su misión, continuó su camino intentando averiguar todo lo posible sobre los yuezhi.
El final de 10 años de misión
Finalmente logró llegar al reino de los dayuan (大宛国) cuyo monarca, gran admirador de la poderosa y populosa dinastía Han, no puso objeciones en recibir al diplomático en su ciudad y, además, le proporcionó un equipo de guías e intérpretes para que pudiera dirigirse hasta el territorio de los kangju (康居国). Desde allí, finalmente, Zhang Qian y su equipo partieron hacia el reino de los yuezhi poniendo así fin a más de una década de ardua misión.
Una nueva huida hasta el hogar
Lo que nunca podría haber imaginado es que, tras verse obligados a desplazarse de la región, los yuezhi habían abandonado su sed de venganza y no se dejaron convencer por Zhang Qian para iniciar una guerra. Desesperado por ello, no pudo sino volver al feudo de los Han. Para evitar a los xiongnu, tuvo que elegir una trayectoria diferente a lo largo de la cual atravesó gran cantidad de reinos, sin embargo, justo antes de llegar a la frontera de su país, volvió a toparse con la caballería xiongnu y fue capturado. Algo más de un año después, logró escapar nuevamente junto a su esposa y al guía Tangyifu, y esta vez sí pudo llegar hasta las tierras de su hogar.
La descripción de Zhang Qian
Zhang Qian narró todo lo que había visto y describió todos los reinos del oeste, sus costumbres, el tamaño de sus ciudades, sus poblaciones y otros detalles no menos importantes al emperador Wu de Han. Su relato supuso la primera toma de contacto entre las dinastías de la Llanura Central y los Estados Occidentales.
En el año 119 a.C. el general de la dinastía Han, Wei Qing (卫青), comandó junto a Huo Qubing (霍去病, general de la dinastía Han) una masiva campaña expedicionaria en la que vencieron a los xiongnu y anexionaron el corredor de Hexi a la dinastía Han.
Una nueva campaña del explorador
En ese momento, Zhang Qian volvió a partir hacia el oeste con un grupo de más de 300 hombres. Tras esa campaña, 36 reinos occidentales fueron uniéndose paulatinamente al dominio Han. Muchos mercaderes comenzaron a recorrer el itinerario que había descubierto Zhang Qian para comerciar con sus productos lo que dio origen a la célebre Ruta de la Seda, un lugar cuya fama ha quedado para siempre ligada a la figura de este legendario explorador.
A pesar de la gran cantidad de dificultades a las que se vio expuesto, Zhang Qian nunca abandonó los objetivos de su misión. Y consiguió implantar una importante red de caminos que uniría la dinastía Han con los estados de Asia Central, fundando así la ahora conocida como Ruta de la Seda y abriendo las puertas del mundo a la antigua China.
En este artículo se revisa la formación de algunos caracteres relacionados con la luna según los principios que Xu Shen (30-124 d.C.) estableció en el diccionario etimológico Shuōwén jiězì.
Nota: Hablamos en profundidad los principios de formación de los caracteres chinos según el ‘Shuōwén jiězì’ (说文解字) en el reportaje «El ‘Shuowen Jiezi’ y los caracteres chinos«. Recordamos que Xu Shen (许慎, 30-124 d.C.) dividió la formación de los caracteres chinos en seis principios. En la actualidad, al menos la mitad de los caracteres simplificados actuales pueden ser analizados y leídos según alguno de estos seis principios.
1. 月. Este carácter, formado por cuatro trazos, sigue el principio pictográfico (象形, xiàngxíng) de formación, puesto que representaba a una luna creciente. Cuando un mismo componente (o radical) es usado en distintas palabras (o caracteres), por ejemplo 期明, etc. el componente 月 denosta ‘luminosidad de la luna’. Como como componente de otro carácter, puede aparecer de la siguiente forma: (ròu, una forma modificada del carácter de ‘carne’ 肉), como por ejemplo en los caracteres 背 (bèi, parte trasera de un objeto o cuerpo) o 肝 (gān, hígado). Antiguamente, para distinguir entre “luna” (月, yuè) y “sol” 日 (rì) se dibujaba un rayo de luz en su interior.
El poeta Su Dongpo (苏东坡, 1037-1101) dejó escrito: “La gente tiene penas, alegrías, despedidas y reuniones; la luna es oscura, brillante, crece y mengua; esto ha sido así desde tiempos antiguos” (人有悲欢离合,月有阴晴圆缺,此事古难全, Rén yǒu bēihuānlíhé, yuè yǒu yīn qíng yuán quē, cǐ shì gǔ nán quán).
2. 月亮. Esta palabra está formada por el carácter “luna” (月, yuè) y por el de “brillante” (亮, liang). Liang se escribe mediante 9 trazos y está formado por los siguientes componentes: 亠, 口, 冖, 几. 亮 se explica mediante el principio indicativo compuesto (会意, huìyì) de formación: antiguamente representaba a una persona (儿) mirando a lo alto de un edificio (高).
3. 夕.El carácter 夕(xī) sigue el principio pictográfico (象形, xiàngxíng) de formación. Xī representaba a la luna; una media luna que indica la tarde, justo cuando se dispone a brillar, por lo que se puede distinguir del carácter 月, ya que representa una gran luna. Este carácter, formado por tres trazos, significa en algún contexto ‘atardecer’ o ‘crepúsculo’.
4. 夕阳. La palabra 夕阳significa ‘puesta de sol’ y está formada por los carácteres 夕 (xī, “atardecer”) y 阳 (yáng, aquí “sol” , cuya forma tradicional era “陽”). Yáng se explica mediante el principio semántico fonético (形声, xíngshēng) que da lugar a ideo-fonogramas. El significado viene determinado por el radical que queda a la izquierda (阝, “lugar”), mientras que el radical de la derecha (日) proporciona el sonido al significado conjunto del carácter.
5. 夙. Este carácter (夙), formado por seis trazos, significa ‘temprano en la mañana’, ‘previo’. Se explica mediante el principio indicativo compuesto (会意, huìyì) de formación, es decir, un hombre (几,jǐ) trabajando bajo la luna que desaparece (歹, dǎi) al tiempo que sale el sol. En la antigüedad este carácter representaba a una persona laborando desde las primeras luces de la mañana, indicando así el matiz de ‘temprano’.
6. 夙夜. La palabra 夙夜 (sùyè) significa ‘noche y día’, ‘todos los tiempos’. Está formada por los caracteres 夙 (‘temprano en la mañana’, ‘previo’) y 夜 (‘noche’). Yè se escribe mediante 8 trazos y seguía el principio indicativo compuesto de formación (会意, huìyì, combinación de dos pictogramas que asocian ideas): gente (亻) interior (亠) en la noche (夕).
7. 明. El carácter 明 (míng, “brillante”, “claro” –en contexto de significado–, ‘público o abierto’) se escribe mediante 8 trazos y está formado por el radical de sol (日) y el de luna (月). El carácter puede explicarse mediante dos principios de formación: el indicativo compuesto (会意, huìyì) y el semántico fonético (形声, xíngshēng). Según el primero de ellos, se entiende que “las cosas son brillantes”: como lo son el sol (日) y la luna (月).
8. 光明. La palabra 光明 significa ‘luz’, ‘radiante’, ‘claro’ –en sentido literal–.Está compuesta por los caracteres 明 (brillante) y 光 (luz, brillar). Guāng se escribe mediante seis trazos y está formado por los siguientes componentes: ⺌, 一, 儿. Este carácter se explicaba mediante el principio indicativo compuesto de formación (会意, huìyì), es decir: el fuego (火) brillando por encima de un hombre (儿).
Más sobre los principios de formación de los caracteres chinos según el ‘Shuowen Jiezi’:
La expresión china “tocar el guqin a un buey” (对牛弹琴, dùiniútánqín) se emplea cuando se exige a una persona más de lo que, por su naturaleza y condición, puede dar. Una fórmula similar de la lengua española sería “pedir peras al olmo”.
Tocar el guqin a un buey (Dùiniútánqín)
对牛弹琴
Durante el periodo de los Reinos Combatientes (战国, 475-221 a.C.), había un famoso músico llamado Gong Mingyi (公明仪) al que se le daba muy bien tocar el guqin. Sus melodías eran verdaderamente hermosas y atraían a mucha gente. Un día, mientras paseaba con su instrumento, se encontró con un buey que comía hierba. Entusiasmado, el músico decidió tocar una canción para el animal. Después de interpretar una bonita melodía, el buey no reaccionó, siguió con la cabeza agachada alimentándose. El músico tocó entonces una composición diferente, pero el manso animal continuó sin inmutarse. Tras tocar unas cuantas canciones más, sin reacción alguna por parte del buey, este se fue a pastar a otra parte provocando en el músico una intensa aflicción. “¡No te enfades!”, le decía la gente, “no es que no toques bien, es que el buey no entiende la música”.
Por tanto, la expresión “tocar el guqin a un buey”(对牛弹琴, dùiniútánqín) se emplea cuando se exige a una persona más de lo que, por su naturaleza y condición, puede dar. Una fórmula similar de la lengua española sería “pedir peras al olmo”.
La expresión «El utópico manantial de los melocotoneros» (世外桃源, shìwàitáoyuán) se emplea en China para referirse a un paraje natural de gran belleza que no ha sido alterado por el hombre.
El utópico manantial de los melocotoneros (Shìwàitáoyuán)
世外桃源
Durante la dinastía Jin (晋, 265-420), había un pescador en la provincia de Hunan que, un día, subido a su barca, se dejó llevar por la corriente hasta acabar en un manantial repleto de melocotoneros en flor. Cuando se acercó al nacimiento del manantial vio una gruta y decidió atravesarla. Allí encontró un paraíso repleto de campos, estanques y bambú. Cuando los habitantes de estas tierras se percataron de su presencia, le invitaron a comer en sus casas, y allí le explicaron su historia. Durante la dinastía Qin (秦, 221-207 a.C.), los ancestros de estos pueblos habían decidido aislarse en ese ideal y utópico lugar de las guerras y de la agitación política que se vivía en aquel momento. Le rogaron al pescador que no revelase a nadie la existencia de este lugar pero, cuando este salió de la gruta, lo primero que hizo fue dejar señales y acudir al emperador para contarle lo sucedido. El emperador decidió entonces enviar a un grupo de hombres para que encontrasen el sitio, pero fallaron en su intento y nunca más se supo al respecto.
Esta fábula, El manantial de los melocotoneros en flor, fue escrita por Tao Yuanming(陶渊明) en el año 421. Este lugar ha pasado a ser un importante símbolo en la cultura china y se ha convertido en un sinónimo de utopía. Actualmente se emplea la expresión china «shìwàitáoyuán» (世外桃源, literalmente “el utópico manantial de los melocotoneros”) para referirse a un paraje natural de gran belleza que no ha sido alterado por el hombre.
Torre de la Grulla Amarilla: espectáculo de luces nocturnas en Wuhan. Foto: 123RF.
La torre de la Grulla Amarilla, situada en la ciudad de Wuhan (provincia de Hubei), cuenta en su exterior con 60 aleros que se extienden hacia fuera, como las alas de una grulla amarilla que está a punto de alzar el vuelo. Su ubicación excepcional y el bello paisaje que se divisa desde ella, han servido de inspiración para numerosos poetas.
La torre de la Grulla Amarilla (黄鹤楼), situada en Sheshan, en el distrito de Wuchang de la ciudad de Wuhan (provincia de Hubei), ha recibido siempre nombres como “maravilloso paisaje bajo el cielo” y “primera torre bajo el cielo”. Junto con el pabellón del Príncipe Teng (滕王阁, situado en Jiangxi) y la torre Yueyang (岳阳楼, en Hunan), reciben el nombre de las “tres famosas torres de Jiangnan”. La torre de la Grulla Amarilla es uno de los edificios más emblemáticos de Wuhan. Junto al pabellón Qingchuan y la plataforma del guqin representan los “tres monumentos de Wuhan”.
Se dice que la construcción de la torre comenzó durante el periodo de los Tres Reinos (三国, 220-280). Con el paso del tiempo, fue destrozada y reconstruida en numerosas ocasiones. La que vemos hoy en día fue rehabilitada en el año 1985. Mide más de 50 metros, su interior está soportado por 72 pilares y en su exterior hay 60 aleros que se extienden hacia fuera, como las alas de una grulla amarilla que está a punto de alzar el vuelo. Tanto fuera como dentro posee dibujos de una grulla amarilla rodeada de plantas, nubes, dragones y fénix. Si se sube a lo alto de la torre se puede disfrutar de los hermosos paisajes del río Yangtsé y de la ciudad de Wuhan.
La torre de la Grulla Amarilla fue construida en el monte del Cisne Amarillo (黄鹄山, Húanghúshān). Sin embargo, más tarde se empezó a leer el segundo carácter como el de grulla (鹤, hè) y, por tanto, acabó adquiriendo su nombre definitivo. Esta famosa torre tiene una conocida leyenda llamada La taberna de Xin Shi (辛氏酒楼) según la cual, durante el periodo de los Reinos Combatientes (战国, 475-221 a.C.) había un hombre llamado Xin Shi que construyó una taberna junto al río. Un día, un anciano de ropas raídas entró a pedir licor. El tabernero tuvo piedad y no solo no lo echó del local sino que además lo invitó a beber y a comer. Esta costumbre continuó un largo tiempo, hasta que un día el anciano volvió a la cantina y le dijo a Xin Shi que estaba muy agradecido por su bondad y por haberle dado de comer tantos días. Como no tenía dinero le ofreció pintarle un cuadro. Se puso manos a la obra y pintó en el muro de la taberna una grulla que mágicamente cobró vida y atrajo enseguida a muchos clientes. Xin Shi empezó a ganar mucho dinero y acabó convirtiéndose en uno de los hombres más ricos del lugar. Muchos años después, el anciano volvió a visitar la taberna y dijo que Xin Shi ya había ganado más que suficiente dinero, así que se montó en la grulla y se fue. A modo de agradecimiento, Xin Shi cambió el nombre de la taberna a “torre de la Grulla Amarilla”. Más tarde, alguien se basó en esta leyenda para hacer un mural que se encuentra en la entrada de la citada torre.
Su ubicación es excepcional, atrincherada sobre el río Yangtsé, en la cima de Sheshan, dando la espalda a Wuhan y mirando hacia el río Yangtsé desde el lado opuesto al pabellón Qingchuan. Desde lo alto se pueden apreciar las hermosas tierras de China y los increíbles paisajes de los tres distritos de Wuhan. Por ello, esta torre ha servido de inspiración para numerosos poetas. Actualmente existen más de 400 poemas sobre ella y, de todos ellos, el más conocido es Torre de la Grulla Amarilla, escrito por Cui Hao (崔灏):
Hace tiempo, alguien se marchó montado en una grulla amarilla y lo único que quedó fue la torre. La grulla se fue para no volver y las nubes flotaron día tras día. El brillante río refleja cada árbol de Hanyang, aromáticas hierbas crecen exuberantes en la isla Yingwu. Durante el atardecer, ¿qué dirección conduce a mi hogar? Uno no puede evitar sentir melancolía al observar el brumoso río.
Este poema cuenta cómo un inmortal se fue montado en una grulla y dejó en la tierra la torre. El ave no volvió y solo quedaron nubes. En los densos bosques de la soleada Hanyang, en la provincia de Hubei, existe una isla llamada Yingwu que se encuentra cubierta de verdes plantas. Llegado el crepúsculo, Cui Hao se pregunta dónde está su hogar. La niebla envuelve el río y eleva sus pesados pensamientos. Cui Hao afrontó adversidades en su profesión, fue enviado a Hubei y tenía ilusión por ver la torre pero, cuando pensó en la historia del inmortal que se fue montado en una grulla, no pudo evitar asociarlo con este viaje que le había llevado lejos de su hogar y con su añoranza. Lleno de sentimientos, revisita el pasado y expresa su nostalgia. Los trescientos poemas de Tang (唐诗三百首) es una antología de poesía de la dinastía Tang (唐, 618-907) que posteriormente fue clasificada como el mayor exponente de los poemas de siete sílabas (七律诗). El valor de este poema es altamente importante. Se dice que alguien invitó a Li Bai (李白) a subir a la torre para escribir poesía, pero este no podía evitar acordarse del poema de Cui Hao, así que rechazó la invitación y solo escribió un breve poema satírico: “El paisaje es tan bonito que Cui Hao no pudo evitar escribir un poema”. Más tarde Li Bai escribiría un poema titulado En la torre de la Grulla Amarilla me despido de Meng Haoren, que parte hacia Yangzhou (黄鹤楼送孟浩然之广陵) en el que se despedía de su amigo Meng Haoren:
Mi viejo amigo dijo adiós al oeste aquí en la torre de la Grulla Amarilla, En la nube de flores del tercer mes se va a Yangzhou. La solitaria vela es una distante sombra al borde de un vacío azul, Solo veo el río Yangtsé fluir hacia el lejano horizonte.
Aunque este es un poema de despedida, no se asume que existe dolor por la separación y tampoco se expresa con pesadumbre, sino que desea a su amigo en tono puro y esperanzador un buen viaje. Todos los versos de este poema mencionan la torre y recuerdan los tiempos pasados que vivió en este lugar junto a su amigo. Al mismo tiempo, utiliza la leyenda del inmortal que se fue montado sobre una grulla para despedirse de su compañero. Inmediatamente señala la época y lugar en que su amigo se despide, sin embargo “nube de flores”, “tercer mes” y “Yangzhou” no simbolizan una despedida otoñal y triste. En tal hermosa primavera, acude a ese lugar lleno de flores. Tras leer el último verso, se puede visualizar perfectamente la imagen: Li Bai se despide de su amigo, que se va en barca y le dice adiós con la mano desde el muelle; la pequeña barca se aleja poco a poco, pero Li Bai permanece inmóvil, viendo cómo la silueta de ese pequeño barco se convierte poco a poco en un punto lejano, y observa el agua del río fluir en su dirección. Su reticencia a marcharse está presente en cada uno de los versos. Más tarde, Li Bai escribió muchos otros poemas relacionados con esta torre.
Además de estos dos poetas, también hubo muchos otros que escribieron sobre la torre, como Su Shi, Wang Wei, Yue Fei, Lu You, etc. La gente se marcha y la torre permanece, con los tristes pensamientos de los poetas que se desvanecen con los años, bañándose en la orilla del río durante el atardecer como si esperase el regreso de aquel que se fue montado en la grulla o el retorno de aquel viejo amigo que se marchó.
Grabados centenarios que sitúan el lugar donde supuestamente se desarrolló la batalla en Chibi.
La batalla de los Acantilados Rojos o de Chibi se libró en el sureste de la provincia de Hubei, en el año 208 d.C., al final de la dinastia Han. Se considera una de las mayores batallas navales de la historia.
En el sureste de la provincia de Hubei hay un pequeño condado cuyo nombre es conocido en toda China. Desde hace más de mil años la historia de este lugar ha sido objeto de estudio. Muchos autores le han rendido homenaje en sus estudios y en la literatura y ha sido también un tema de conversación recurrente entre la gente de a pie. El nombre de este esta ciudad es Chibi (赤壁). En su momento, fue escenario de una de las mayores batallas navales de la historia: la batalla de los Acantilados Rojos o de Chibi.
En la extensa historia bélica de China ha habido numerosas batallas, pero, se puede decir sin exagerar que, de todas ellas, esta es la más conocida y debatida. Esta batalla sucedió en el año 208. La razón por la que se le presta tanta atención en China a este periodo es porque aparece en uno de los Cuatro Clásicos de la literatura china: el Romance de los Tres Reinos (三国演义, Sānguó Yǎnyì).Esta novela basada en hechos reales crea una serie de leyendas espléndidas que entremezclan realidad y ficción, historia y fábula, en un maravilloso e inmortal relato.
Los estados vasallos se disputan China
Hacia el final de la dinastía Han Oriental (东汉, 25-220), el poder imperial fue debilitado. Tras la rebelión de los Turbantes Amarillos, muchos compitieron por la supremacía y sobrevino el caos y la confusión. Los estados vasallos también tomaron parte y se dividieron. Finalmente, se formaron los tres poderosos reinos de Wei (魏), Shu (蜀) y Wu (吴) encabezados por Cao Cao (曹操), Liu Bei(刘备) y Sun Quan (孙权) respectivamente, que se convirtieron en los tres principales pilares de estos reinos. El ministro Cao Cao, descendiente de la nobleza, tenía a su disposición diversos vasallos. Tras varias campañas militares, estuvo a punto de unificar el norte y asumió un gran poder. Liu Bei, conocido también como el príncipe Jing de Zhongshan (中山靖王), pertenecía a la familia imperial e hizo un pacto de hermandad con los valientes Guan Yu (关羽) y Zhang Fei (张飞). Liu Bei era muy benevolente y justo, por ello se ganaba el corazón de la gente. Después de tres visitas al militar y estratega Zhuge Liang (诸葛亮), Liu Bei consiguió reclutarle para dirigir el reino y obtener la victoria. El reino de Wu Oriental ocupaba la zona de Jiangdong (江东), protegido por el río Yangtsé. Sun Quan era el tercero en ocupar el trono de este reino, un joven líder que sabía escoger a la gente adecuada.
El reino de Wu Oriental, en Jiangdong, se encontraba en un momento de agitación, pues muchos ministros estaban de acuerdo en capitular ante Cao Cao y convertirse en un estado vasallo. Sun Quan, apoyado por otras facciones como las de los diplomáticos Zhou Yu y Lu Su entre otros, no tenía miedo alguno. Delante de sus ministros, sacó su espada y cortó la esquina de la mesa diciendo: “¡Cualquier oficial que pretenda someterse al enemigo recibirá el mismo castigo que esta mesa!”
Cao Cao guía a su ejército hacia el sur
En el año 208, Cao Cao llevó la paz al norte y, como un torrente de energía, se dirigió al sur para derrotar al reino de Wu. Llegado este punto, el ministro contaba con el apoyo de los conocidos como “800.000 soldados”, un ejército formidable que podía atravesar incesantemente ríos y montañas. En una carta para el reino de Wu, Cao Cao escribió: “Ahora mismo dispongo de 800.000 soldados. Si no os rendís, os derrotaré”. El reino de Wu Oriental, en Jiangdong, se encontraba en un momento de agitación, pues muchos ministros estaban de acuerdo en capitular ante Cao Cao y convertirse en un estado vasallo. Sun Quan, apoyado por otras facciones como las de los diplomáticos Zhou Yu (周瑜) y Lu Su (鲁肃) entre otros, no tenía miedo alguno. Delante de sus ministros, sacó su espada y cortó la esquina de la mesa diciendo: “¡Cualquier oficial que pretenda someterse al enemigo recibirá el mismo castigo que esta mesa!” Zhuge Liang, que se encontraba en el reino de Wu Oriental en ese momento, selló una alianza con Sun Quan para enfrentarse a Cao Cao. Ambos pusieron en común sus puntos de vista ante una posible contienda: los soldados de Cao Cao, que habían recorrido largas distancias, estaban exhaustos. Los soldados de la armada del norte estaban acostumbrados a las batallas a caballo, no a las navales. Además, entre sus tropas había muchos prisioneros de guerra, por ello bajo la apariencia de unidad se escondía una latente división.
Zhuge Liang recoge flechas
El Romance de los Tres Reinos describe muchas de las populares historias que ocurrieron en la batalla de los Acantilados Rojos. Se dice que Sun Quan (reino de Wu) y Liu Bei (reino de Shu) formaron una alianza para luchar contra Cao Cao (reino de Wei), pero la cantidad de flechas que tenían no era suficiente. Con la batalla a la vista no había tiempo que perder. Zhuge Liang manejó la situación con calma y dijo que tenía un buen plan. Lu Su le prestó veinte barcos, cada uno de ellos con treinta hombres. Los navíos estaban cubiertos con una tela negra y figuras de paja a ambos lados. Durante la madrugada, Zhuge Liang pidió a Lu Su que preparase los barcos, pero este no sabía nada del plan. Aquella noche, la espesa niebla lo cubría todo, las aguas del río Yangtsé estaban inmersas en la bruma, como si del paisaje de un cuento se tratase. Antes del amanecer, los barcos se aproximaron a la base naval de Cao Cao. Zhuge Liang ordenó que colocasen todos los barcos en una fila mirando hacia la base y que los soldados gritasen mientras tocaban los tambores. Lu Su palideció temiendo la respuesta del ejército de Cao Cao. Zhuge Liang rio y dijo: “Apuesto a que Cao Cao no se atreve a enviar a sus soldados con esta niebla. Vayamos dentro a beber”.
Antes del amanecer, los barcos se aproximaron a la base naval de Cao Cao. Zhuge Liang ordenó que colocasen todos los barcos en una fila mirando hacia la base y que los soldados gritasen mientras tocaban los tambores. Lu Su palideció temiendo la respuesta del ejército de Cao Cao. Zhuge Liang rio y dijo: “Apuesto a que Cao Cao no se atreve a enviar a sus soldados con esta niebla. Vayamos dentro a beber”.
Cuando Cao Cao vio la niebla que lo cubría todo, temió que fuera una táctica del enemigo para realizar una emboscada, así que se vio obligado a ordenar a sus combatientes que disparasen más de diez mil flechas hacia el sonido de los tambores. Cuando uno de los lados de los barcos quedó cubierto de flechas, Zhuge Liang ordenó que les diesen la vuelta para así acumular más por el otro lado. Pronto, todas las figuras de paja estaban cubiertas de flechas. Con la niebla disipándose, Zhuge Liang mandó la retirada de los barcos, pero no sin que antes gritasen todos sus soldados: “¡Gracias por las flechas, ministro Cao!”. Cuando este comprendió lo que acababa de suceder, los veinte barcos ya habían desaparecido.
Invocando el viento del este
Se dice que la mayoría de los soldados de Cao Cao eran del norte. Aunque eran numerosos no se manejaban bien en el agua. Si mantenerse en pie en los barcos ya era para ellos una tarea difícil, luchar en una batalla naval en el sur de China era casi imposible. En la primera guerra púnica Roma y Cartago usaban el corvus, una especie de pasarela móvil que servía para enganchar sus barcos a los del enemigo y abordarles. Sin embargo, lo que hizo Cao Cao fue ordenar a sus oficiales que atasen todos los barcos para navegar juntos por el río como una enorme bestia acuática. Admirando el esfuerzo de sus soldados sintió una gran alegría: “Con los barcos atados, navegar por el río es como caminar sobre tierra llana”. Entonces un soldado le preguntó a Cao Cao qué debían hacer si había fuego enemigo. Su respuesta fue: “Cualquier ataque con fuego depende del viento pero ahora, en mitad del invierno, solo sopla viento del oeste y del norte, no sopla viento del este ni del sur. Nuestros barcos se encuentran en el noroeste, mientras que el enemigo se encuentra en el sur. Si deciden lanzar fuego hacia nosotros recogerán lo que hayan sembrado. ¿Qué hay que temer?”. El bando de Sun Quan y Liu Bei habían preparado un plan para atacar con fuego pero para ello necesitaban viento del este. Cuando nadie sabía qué hacer, Zhuge Liang ordenó a sus soldados construir el altar de las Siete Estrellas en las colinas del sur, con un perímetro de ochenta metros y una altura de tres. Una vez terminado, Zhuge Liang se bañó, se vistió con ropas taoístas y subió lentamente descalzo al altar, donde encendió incienso y rezó en silencio. A continuación, pidió al cielo que le trajera la brisa. Más tarde, esa misma noche, escuchó de pronto las banderas ondeando al viento. La corriente del sureste pronto emergió con fuerza. El general Huang Gai (黄盖), que tenía veinte barcos preparados con fuego, fingió rendirse ante Cao Cao y aprovechó cuando este estaba desprevenido para disparar contra sus naves, ayudado por la ventisca. En un instante, las embarcaciones de Cao Cao, atadas unas a otras, empezaron a arder acabando con la vida de un gran número de soldados. Tras esta batalla, el grandioso plan de Cao Cao para unificar China fue temporalmente apartado y no tuvo más opción que retirarse a las tierras de la Llanura Central para recuperarse, siendo en ese momento cuando se estableció una rivalidad equitativa entre los tres reinos.
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