numerología números en china

La numerología en China se concibe como algo más que hablar de números o que hacer números. Aparte de su relación, o no, con la fortuna, que se analizará a continuación, su nombre en esta lengua sugiere algo más que su propio valor contable. El pensamiento antiguo relacionó durante siglos la ciencia numérica con la adivinación, o con la construcción de una idea simbólica.

Reportaje de
Clara Serer Martínez
克莱拉
Merece una especial consideración el Libro de las mutaciones (易经, Yì jīng), uno de los Cinco Clásicos confucianos. La obra, escrita hace más de tres milenios, establece 64 conjuntos de 6 líneas o hexagramas (, guà). Cada una de ellas es una figura compuesta de 6 líneas horizontales apiladas (, yáo). A su vez, cada línea es yang o yin según sea su composición: ininterrumpida o sólida para el primero o abierta, rota o quebrada con un hueco en el centro para el segundo. Si se alternan 6 de estas líneas de abajo hacia arriba se obtienen 64 combinaciones posibles y, por tanto, el mismo número de hexagramas.

El propio Laozi, en su obra Del Dao a los diez mil seres, señala la siguiente correspondencia numérica:

«El Dao engendra el Uno
Uno engendra Dos
Dos engendra Tres
Y Tres, a los diez mil seres».

“道生一,
一生二,
二生三,
三生万物”。

Se trata de la descripción de un proceso que se despliega hacia la infinitud de la multiplicidad a partir de un único origen. Llega más lejos esta interpretación numérica al extenderse hacia el lenguaje constituido por la combinatoria de los hexagramas para producir una figuración estructurada de un mundo en el que todo es signo.

No debe sorprender que, ante tales antecedentes, se pueda sentenciar que los números siempre han desempeñado un importante papel en la cultura china puesto que, desde la antigüedad, se han asociado con la suerte. Por dicha razón, esta civilización tiene especial consideración en su día a día con los números auspiciosos, como por ejemplo cuando compran un número de teléfono, una casa, o eligen las fechas para ceremonias especiales y otros acontecimientos. Siempre se recuerda que los Juegos Olímpicos de Beijing se inauguraron a las 8 horas y 8 minutos del día 8 del mes 8 del año 8. Un repaso a su significado depara la amplitud de su polisemia.

Ilustraciones de Xavier Sepúlveda

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1

El uno (, ): es un número que puede ser afortunado o no.

El uno es independiente, ambicioso y creativo. Es el número de mayor complejidad en la cultura china, puesto que significa el comienzo, el origen y el todo, según Laozi (老子). En el taoísmo, el “uno” significa “unidad”. Su combinación tiene un significado positivo, como 1314, puesto que su pronunciación es similar a la frase “一生一世” (Yīshēng yīshì), que podría traducirse como “para siempre”.

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2

El dos (, èr): es un número afortunado.

Muchas celebraciones vienen marcadas por el número dos, como por ejemplo en el Año Nuevo Chino, ya que los pareados (对联) se colocan simétricamente a ambos lados de la puerta. En las bodas tradicionales chinas se incluye la palabra: “” (shuāng xǐ), que es la combinación de dos caracteres “”, y significa “felicidad”.

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3

El tres (, sān): es un número también afortunado.

La pronunciación de “” suena similar a la de “” (shēng), que significa “nacer” o “vida”. Este carácter tiene una connotación positiva en China.

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4

El cuatro (, ): es un número a evitar

Debido a su similitud con el carácter de “muerte” (, ), este número se evita en direcciones, números de identidad, teléfonos, matrículas de vehículos, casas, etc.

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5

El cinco (, ): es un número ambivalente.

Dependiendo del contexto, el número cinco puede estar asociado con la buena y la mala suerte. “” suena similar a “” (), que significa “no”, “sin” en chino y puede entenderse como bueno o malo. Pese a ello, se asocia con la buena suerte ya que tradicionalmente está relacionado en la cultura china con los cinco elementos 五行 (wǔ xíng).

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6

El seis (, liù): es un número que trae buena suerte.

El seis está generalmente considerado como un número de la suerte en China, puesto que suena como “” (liú), literalmente “fluir” ; y como «» (liū) que signigica «sin problemas», «con fluidez». Para muchos negocios, el número 6 aporta fortuna. A diferencia de occidente, donde el número 666 está asociado con el demonio, muchos seis son buen augurio en China.

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7

El siete (, ): es un número que puede conllevar, o no, la fortuna.

Al igual que el 5, el 7 podría ser también positivo o negativo. 7 suena como (), que significa “empezar”. Por otra parte, (), significa “energía vital”. Por ello, este número se ha visto como un buen número en lo que a las relaciones personales se refiere. Pero este número también puede ser negativo puesto que tiene una pronunciación similar a (), literalmente “engañar”.

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8

El ocho (, ): es un número con muy buena suerte.

El 8 es el número más afortunado en la cultura china, puesto que 8 () suena parecido a (), que significa “próspero”, “fortuna”. Igual que se evitarán los cuatros, se intentará poner el número 8 siempre que sea posible.

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9

El nueve (, jiǔ): es un número afortunado.

Suena como “” (jiǔ), que significa “eternidad” en chino. Este número, en bodas y diferentes celebraciones está siempre asociado con la longevidad. Además, tradicionalmente el número 9 siempre ha estado asociado con el emperador (la ciudad prohibida tiene 9.999 habitaciones).

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Ejercicio práctico:

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Instituto Confucio 38

Publicado originalmente en: Revista Instituto Confucio.
Número 38. Volumen V. Septiembre de 2016.

El té de los Ocho tesoros no sólo necesita ocho incredientes, también requiere un juego de té de tres piezas: debajo está la base, en medio el cuenco de té y encima la tapa que lo cubre. Foto: 123RF.

El tradicional té de los ocho tesoros (八宝茶, bābǎochá) servido en un juego de té sanpaotai (三炮台), es muy popular en amplias áreas de China debido a sus beneficios sobre la salud: alimenta la energía yin y mejora las funciones pulmonares, alejando la sequedad de garganta.

El té de los ocho tesoros no se puede preparar ni servir como un té culaquiera. Requiere un juego de té de tres piezas: debajo está la base, en medio el cuenco de té y encima la tapa que lo cubre.. Foto: 123RF.
El té de los ocho tesoros no se puede preparar ni servir como un té cualquiera, como en la foto. Requiere un juego de té de tres piezas: debajo está la base, en medio el cuenco de té y encima la tapa que lo cubre.. Foto: 123RF.

Reportaje de
Zhao Le 
杨朔镔 
Durante los calurosos meses de verano, la gente prefiere tomar bebidas frías para refrescarse. Sin embargo, beber té también puede ayudar al cuerpo a refrigerarse y a aplacar la sed, ya que promueve la secreción de saliva y repone los fluidos corporales.

El té sanpaotai (三炮台) –también conocido como té del “cuenco tapado” (盖碗茶, gàiwǎnchá)– recibe su nombre del recipiente donde se sirve, un juego de té de tres piezas: debajo está la base, en medio el cuenco de té y encima la tapa que lo cubre. El conjunto se asemeja en su forma a la de una batería de artillería, de ahí su nombre (sanpaotai), que significa literalmente “tres piezas de artillería”. Entre los muchos tipos de té sanpaotai encontramos el de azúcar moreno, el verde con azúcar blanco, el de terrones de azúcar, el de tres sabores, el de cinco sabores y el de los ocho tesoros. Como bebida tradicional de la etnia hui, el té de los ocho tesoros (八宝茶, bābǎochá) servido en un juego de té sanpaotai, se suele utilizar para recibir a familiares y amigos en la provincia de Gansu y en la región autónoma hui de Ningxia. Son muchos los beneficios que este fragante y dulce té tiene sobre la salud: alimenta la energía yin y mejora las funciones pulmonares, alejando la sequedad de garganta. Por todo ello, es tan popular en muchas áreas de China.

¿Qué requisitos y pasos debemos seguir para preparar este aparentemente simple té tradicional? En este taller aprenderás a preparar una nutritiva taza de té de los ocho tesoros.

Ingredientes:

El té de los ocho tesoros se compone de alimentos comunes en la dieta china y que a su vez pueden aportar ciertos beneficios para la salud. La receta no se limita a los ocho ingredientes que presentamos, cada uno puede elegir otros ingredientes con similares beneficios para la salud.

Foto: 123RF.
Foto: 123RF.

Azufaifas (红枣, hóngzǎo)
Reponen la energía vital, nutren la sangre y calman los nervios

Foto: 123RF.
Foto: 123RF.

Bayas de goji (枸杞, gǒuqǐ)
Tonifican el hígado y el riñón y mejoran la vista

Foto: 123RF.
Foto: 123RF.

Nueces (核桃, hétáorén)
Alivian las deficiencias y refuerzan el cuerpo, mejoran las funciones del cerebro y retrasan el envejecimiento

Foto: 123RF.
Foto: 123RF.

Fruto del ojo de dragón (桂圆, guìyuán)
Nutre el corazón y el bazo, repone la energía vital y la sangre

Foto: 123RF.
Foto: 123RF.

Sésamo (芝麻, zhīma)
Restablece la energía vital, fortalece y retrasa el envejecimiento

Foto: 123RF.
Foto: 123RF.

Pasas (葡萄干, pútaogān)
Renueva la sangre y calientan el riñón

Terrones de azúcar (冰糖, bīngtáng)Vigoriza el yin y promueven la secreción de saliva, estimulan los pulmones y paran la tos. Foto: 123RF.
Foto: 123RF.

Terrones de azúcar (冰糖, bīngtáng)
Vigoriza el yin y promueven la secreción de saliva, estimulan los pulmones y paran la tos

Hojas de té (茶叶, cháyè). Foto: 123RF
Foto: 123RF

Hojas de té (茶叶, cháyè)

Procedimiento:

  1. Enjuague con agua caliente el cuenco de té, la tapa y el platillo.
  2. Ponga la mezcla del té de los ocho tesoros en su recipiente.
  3. Vierta agua hirviendo, agite el cuenco suavemente con la tapa cerrada, y después deseche el agua. Vierta de nuevo agua hirviendo sobre el borde del cuenco; cúbralo con la tapa y espere a que repose.
  4. Sujete el platillo con la mano izquierda. Con la mano derecha, sujete el cuenco y la tapa. Recline el cuenco y sorba el té lentamente. Humedecerá su garganta, refrescará su mente y reducirá su nivel de estrés, proporcionándole una sensación relajante.
Cuenco para el té sanpaotai. Foto: 123RF.
Cuenco para el té sanpaotai. Foto: 123RF.

El cuenco tapado. El juego de té sanpaotai:

El cuenco tapado también se conoce como “cuenco de las tres virtudes” (三才碗, sāncáiwǎn). La tapa representa el cielo, el platillo la tierra y el cuenco las personas. En su conjunto los tres simbolizan la relación armoniosa entre el hombre y la naturaleza.

Más sobre el té chino en ConfucioMag:

Todo sobre el té chino


Revista Instituto Confucio 33

Publicado originalmente en: Revista Instituto Confucio.
Número 33. Volumen VI. Noviembre de 2015.

El té maofeng

El té maofeng, uno de los diez mejores tés de China, proviene de la montaña de Huangshan, al sur de la provincia de Anhui. La humedad y sus más de 700 m de altitud hacen que sea un lugar privilegiado para la cosecha de esta preciada infusión de hojas verdes.

El té maofeng (毛峰茶). crece con gran humedad a más de 700 metros de altitud. Foto: 123RF.
El té maofeng (毛峰茶). crece con gran humedad a más de 700 metros de altitud. Foto: 123RF.

Reportaje de
Cristina Amat
帝娜
En Huangshan (黄山; literalmente “Montaña Amarilla”), al sur de la provincia de Anhui, se puede encontrar uno de entre los diez clasificados como mejores tés de China: el té maofeng (毛峰茶). La humedad y sus más de 700 metros de altitud hacen que sea un lugar privilegiado para la cosecha de esta preciada infusión de hojas verdes. Su nombre “maofeng” hace honor tanto a la fina película de pelo (, máo) blanco que recubre sus hojas, como al paisaje característico de la Montaña Amarilla, con pinos de peculiares formas que crecen en la mismísima cima de la montaña (, fēng). Un buen número de literatos han sido atraídos por la belleza y la majestuosidad de sus numerosas cimas. Diferentes poetas como Li Bai (李白, 699-762), Jia Dao (贾岛, 779-843), Du Xunhe (杜荀鹤, 846-906) o Zheng Zhen (1199-1262), dedicaron a estas montañas algunos de sus versos:

Amanecer en la Montaña Amarilla.
Zheng Zhen

Treinta y seis extraños picos,
Inmortales con negros penachos.
El sol de la mañana ilumina las copas de los árboles,
En este mundo celestial de montañas.
Habitantes de China, ¡alzad la mirada!
Por mil años van y vienen las grullas.
Recogiendo la leña de lugares lejanos
Arrancando de sus grietas maderos.

El té maofeng es protagonista de algunos grandes poemas, cmo el de Zeng zeng, donde lo relacionan con las grullas. Foto: 123RF.
El té maofeng es protagonista de algunos grandes poemas, cmo el de Zeng zeng, donde lo relacionan con las grullas. Foto: 123RF.

Estas montañas sirvieron de inspiración literaria y artística así como de patria para el té maofeng. La mejor época del año para recoger las hojas de esta variedad es al principio de la primavera, justo antes de la fiesta de Qingming, la fecha que marca el comienzo de la temporada de las actividades agrícolas. Este té es tan especial que solo se recogen exclusivamente el brote y las dos hojas contiguas (que además han de ser de idéntico tamaño). Se enrollan de tal manera que se puede apreciar una fina capa aterciopelada y sedosa de apariencia brillante. El té de mayor calidad es elaborado en el mismo día que se recoge. A continuación, se procede a tostarlo en una sartén profunda, donde se saltea y agita manualmente a gran velocidad (aproximadamente unas 60 veces por minuto). Esta fase detiene el proceso de oxidación de las hojas y establece su calidad, ya que es la habilidad del manipulador la que determinará su punto óptimo: ni demasiado crudo ni excesivamente tostado. Su secado comienza a 90ºC y finaliza a 60ºC. Para su óptima degustación se recomienda utilizar un vaso de cristal o de porcelana. Popularmente se dice que la primera taza de este té verde es aromática, la segunda dulce y la tercera garantiza un sabor más intenso. El té maofeng posee las características antioxidantes de todo té verde, estimula el sistema nervioso y reduce la presión arterial.

El té maofeng necesita para su óptima degustación una juego de cristal o de porcelana. Ftoo: 123RF.
El té maofeng necesita para su óptima degustación una juego de cristal o de porcelana. Ftoo: 123RF.

Gran parte de los tés más destacados de China están envueltos en leyendas y el de maofeng no es una excepción. Según la tradición, en la remota area de Huangshan vivían una bella joven recolectora de hojas de té y un joven y apuesto estudiante. Ambos no tardaron en enamorarse aunque su relación no iba a ser fácil. El terrateniente también tenía sentimientos hacia la chica y, abusando de su poder, quería a toda costa casarse con ella. Para ello, fue a ver a los padres de la hermosa recolectora y consiguió que le cediesen a su hija en matrimonio. Ella acudió la noche previa a la boda a casa de su enamorado y descubrió, horrorizada, que el propietario de las tierras lo había asesinado cobardemente. La joven lloró durante días y noches hasta que ella misma acabó convirtiéndose en lluvia. Y no paró de llover hasta que, bajo sus lágrimas, nació la primera planta del exquisito té de maofeng

Y no paró de llover hasta que, bajo sus lágrimas, nació la primera planta del exquisito té de maofeng. Foto: 123RF.
Y no paró de llover hasta que, bajo sus lágrimas, nació la primera planta del exquisito té de maofeng. Foto: 123RF.

Más sobre el té chino en ConfucioMag:


Revista Instituto Confucio 31

Publicado originalmente en: Revista Instituto Confucio.
Número 31. Volumen IV. Julio de 2015.

Un primer origen de Wang se encuentra en los descendientes del soberano Zhou Wenwang (1152-1056 a.C.), Foto: Wikipedia.

Actualmente Wang (, rey) es el apellido más frecuente de China. En los primeros estados, el máximo gobernante no recibía el nombre de “Emperador”, sino el de “Hijo del cielo”, “Soberano” o “Rey” (). Es más que probable, por tanto, que el origen del apellido Wang provenga de los descendientes de los primeros soberanos de la antigua China.

Un reportaje de
Liu Yanqin
刘艳琴
En nuestra serie de artículos sobre el origen y las características de los apellidos chinos, en este número le toca el turno al patronímico Wang. En primer lugar, el carácter Wang (, rey) es especial. Se trata de un carácter pictográfico que representa la imagen de un hacha: el trazo horizontal inferior es el filo, el intermedio el mango y el superior el ornamento tallado. Este tipo de hacha no era un arma sino un objeto ceremonial que simbolizaba el carácter sagrado del rey. En los primeros estados, el máximo gobernante no recibía el nombre de “Emperador”, sino el de “Hijo del cielo”, “Soberano” o “Rey” (). Es más que probable, por tanto, que el origen del apellido Wang provenga de los descendientes de los primeros soberanos de la antigua China.

Según los datos oficiales de la Oficina Nacional de Estadísticas, en 2014 Wang se convirtió en el apellido más frecuente del país. De hecho, alcanza al 7,41% de la población de la etnia han y, en cifras absolutas, a casi 93 millones de personas. El origen de este apellido es muy amplio y se cuentan numerosos personajes famosos entre sus filas.

周文王 Zhou Wenwang
周文王 Zhou Wenwang. Foto: Wikipedia.

Un primer origen de Wang se encuentra en el apellido Ji (). Los descendientes del soberano Zhou Wenwang (1152-1056 a.C.), cuyo nombre oficial era Ji Chang, dieron lugar a tres ramas de sucesión con esta denominación. La primera fue iniciada por su 15º hijo Bi Gonggao, que adoptó el apellido Wang por sus orígenes reales. La segunda se originó con Ji Jin, príncipe heredero del soberano Ling Wang de la dinastía Zhou Oriental. A causa de sus desavenencias con el soberano, fue desprovisto de todos sus derechos reales y se convirtió en un ciudadano común. Sin embargo, siguió siendo conocido por todos como “el de la casa real”, por lo que posteriormente adoptó el apellido Wang. La tercera noción hace referencia al estado de Wei durante el periodo de los Reinos Combatientes (战国时代, 475-221 a.C.). Wei Wuji, más conocido como Xin Lingjun, fue un famoso militar y político hijo del rey Wei Zhaowang. Tras la destrucción del estado, a sus descendientes se les continuó llamando como “los de la casa real”, por lo que finalmente comenzaron a utilizar el apellido Wang.

王昭君 Wang Zhaojun
王昭君 Wang Zhaojun. Foto: Wikipedia.

Otro posible origen de Wang proviene del apellido Zi (). A finales de la dinastía Shang, el último emperador Zhou Wang (1105-1045 a.C.) fue una persona libertina y sin principios. Su primer ministro, Bi Gan, intentó aconsejarle en numerosas ocasiones, razón por la cual fue ejecutado. Posteriormente, y como Bi Gan fue príncipe (王子, wángzǐ), sus descendientes comenzaron a utilizar Wang como nombre de la rama familiar, tomándolo más tarde como apellido.

Además, muchos emperadores otorgaron frecuentemente el apellido Wang. Y también fue habitual que muchos miembros de las casas reinantes de los reinos de minorías étnicas lo eligieran preferentemente por sus connotaciones de realeza y evidente conexión con el emperador. Incluso muchos que no pertenecían a la casa real lo escogían por el prestigio que suponía apellidarse Wang.

Wang Jian. Retrato dinástico. Foto: Wikipedia
Wang Jian. Retrato dinástico. Foto: Wikipedia

Durante la dinastía Jin Oriental (东晋, 317-420) vivió el famoso calígrafo Wang Xizhi (303-361), cuya obra Prefacio de la colección del pabellón de las orquídeas está considerada “la más hermosa caligrafía bajo el cielo”. Se cuenta que empezó a aprender esta disciplina a los siete años y desde entonces se dedicó a ella con ahínco. A menudo practicaba junto a un estanque, cuyas aguas quedaban tintadas de negro cada vez que iba. Una vez que tuvo que cambiar la tabla de madera sobre la que escribía, el carpintero se quedó estupefacto ante la fuerza de los trazos del pincel que habían dejado surcos de casi un centímetro de profundidad en la madera. Esta historia dio origen al refrán “desgastar un tercio de la madera”. Wang Xizhi estudió con reconocidos calígrafos y copió con gran esmero innumerables obras antiguas para aprender de los grandes maestros, lo que le permitió dominar a la perfección el arte de la escritura y crear su propia escuela. Continuó y desarrolló los estilos Li, Cao, Jie y Xing, e influyó profundamente en las generaciones posteriores que siguen utilizando hoy en día como modelo de estudio la obra Prefacio de la colección del pabellón de las orquídeas y a quien veneran como “Dios de la caligrafía”.

王安石 Wang Anshi
王安石 Wang Anshi. Foto: Wikipedia.

El famoso erudito y político de la dinastía Song Septentrional (北宋, 960–1127), Wang Anshi (1021-1086), es conocido en China como “el reformador del siglo XI”. Desde niño destacó por su gran inteligencia, amor a la lectura, portentosa memoria y talento. Con un estilo literario de estructura rigurosa, densidad ideológica y brillante lógica, escribió numerosos ensayos en los que retrató los males y contradicciones de la sociedad de su época. Se le considera uno de los “ocho maestros de la dinastía Tang y Song”. Ejerció durante mucho tiempo como funcionario local, lo que le permitió adquirir una profunda comprensión de los viejos vicios y malas prácticas de la época. Esto le llevó a escribir una misiva al emperador, la llamada “Carta de los diez mil caracteres”, en la que expuso la urgencia y necesidad de modificar las leyes, pero no encontró reconocimiento por ello. Más tarde, con el ascenso del nuevo emperador, fue promocionado rápidamente hasta el puesto de viceprimer ministro. Wang Anshi no defraudó la confianza depositada en él, pues fue el adalid de una profunda reforma de la economía, el ejército y los exámenes imperiales que sirvió para corregir en gran parte los problemas que él mismo había señalado. En cierta medida, Wang Anshi ayudó a cambiar la situación de debilidad de la dinastía Song del Septentrional y contribuyó notablemente a reforzar social y militarmente el estado.

Otros personajes históricos famosos, de apellido Wang, fueron los generales del reino de Qin de finales del periodo de los Reinos Combatientes, Wang Jian y Wang Bi; una de las “cuatro mujeres más bellas” de la antigua China, Wang Zhaojun; el pensador y teórico literario de la dinastía Han Oriental (东汉, 25-220 d.C.), Wang Chong; el destacado agrónomo de la dinastía Yuan (, 1279-1368), Wang Zhen; los famosos poetas de la dinastía Tang (, 618-907), Wang Zhihuan y Wang Changling; y el pintor y poeta de finales de la dinastía Yuan, Wang Mian. 

Más sobre los apellidos chinos:


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Publicado originalmente en: Revista Instituto Confucio.
Número 43. Volumen IV. Julio de 2017.

Emperador Yao por Kanō Sansetsu. Foto: Wikimedia Commons, dominio público.

El apellido Liu (, liú) es el cuarto más común entre los apellidos chinos y ha sido el más frecuente entre los emperadores chinos. Su significado original proviene de un tipo de hacha de combate de gran tamaño. Según la mitología china, Pangu creó el Universo y el ser humano usando el hacha gigante “Liu” para separar Cielo y Tierra.

Un reportaje de
Liu Yanqin
刘艳琴
El apellido Liu (, liú) es uno de los más comunes y extendidos de China. Su significado original proviene de un tipo de hacha de combate de gran tamaño. Según la mitología china, Pangu creó el Universo y el ser humano usando el hacha gigante “Liu” (1) para separar Cielo y Tierra.

El primer posible origen del apellido Liu

Los orígenes principales del apellido Liu podrían ser tres. El primero deriva de Qi, uno de los apellidos que adoptaron los descendientes del emperador Yao. Posteriormente, esta progenie recibió la que fuera tierra natal de Yao, el reino de Liu (), que se halla actualmente en el condado Tang de Baoding, en la provincia de Hebei. Con el paso del tiempo, el nombre del reino acabó convirtiéndose en su apellido y, por ello, los historiadores lo consideran el verdadero origen del apellido Liu.

Apellido Liu: Emperador Yao del reino de LIu, probable origen del apellido.
Apellido Liu: El emperador Yao del reino de LIu es el probable origen del apellido. Retrato del emperador Yao dibujado por Ma Lin.. Foto: Wikimedia Commons, dominio público.

El segundo posible origen

El segundo posible origen procede del apellido Ji de los descendientes de Zhou Taigong, el abuelo paterno de Zhou Wuwang que, tras morir, su sucesor Zhou Chengwang concedió la región Liuyi (刘邑) a su hijo pequeño. Sus herederos adoptaron el apellido Yi, pero las generaciones posteriores lo cambiaron finalmente por Liu.

El tercer posible  origen

Y el tercer supuesto origen es la evolución que se produce a partir de otros apellidos o como uno otorgado por el emperador. Liu Bang, el primer emperador de la dinastía Han (, 206 a.C. – 220 d.C.), otorgó su apellido Liu a sus ministros Lei Jing y Xiang Bo. Cuando dudaba de si debía tomar Guanzhong para convertirse en emperador, Lei Jing le ayudó a planificar la estrategia que acabaría dándole la victoria. Para recompensar sus méritos, una vez en el trono, Liu Bang le concedió a Lei Jing su apellido, que posteriormente fue adoptado por sus descendientes.

Por su parte, Xiang Bo lo recibió tras proteger y salvar la vida de Liu Bang en el famoso banquete de Hongmen. Tras convertirse en emperador y para apaciguar las relaciones con el pueblo xiongnu, Liu Bang concedió en matrimonio al líder de los xiongnu una princesa han. Según la costumbre xiongnu, los miembros de la nobleza usaban el apellido materno. Por ello el linaje que dio dicha unión pasó a utilizar el apellido Liu.

Durante la dinastía Wei Septentrional (北魏, 386-534), el emperador Xiao Wendi trasladó la capital a Luoyang y transformó los apellidos compuestos de la etnia xianbei en Liu. Además, otras minorías étnicas que se adentraron en las planicies centrales también transformaron en Liu algunos de sus apellidos.

Liu Lei

Liu también ha estado asociado en la historia a personajes famosos, como Liu Lei, que fue el jefe de una tribu de la antigua China y descendiente directo del emperador Yao. Se cuenta que después de nacer tuvo los puños apretados hasta los tres años y, cuando los abrió, vieron que en las palmas de las manos tenía unas marcas de nacimiento con la forma de los caracteres “Liu Lei” (留累). Antiguamente, esos caracteres se usaban indistintamente por lo que, aunque no era su apellido original, acabó usando el nombre Liu Lei. Posteriormente, sus descendientes utilizaron Liu como apellido.

Los dragones y Liu Ley en el siglo 16 antes de Cristo

El emperador Kong Jia de la dínastía Xia (, 2070-1600 a.C.) fue obsequiado con dos parejas de dragones de los ríos Amarillo y Han. Enseguida, Kong Jia decició hacer de ellos su medio de transporte. Al conocer la noticia, Liu Lei se prestó de forma voluntaria para cuidar y entrenar a estos animales. Como hizo un excelente trabajo el emperador le asignó el apellido “dragón imperial” y le otorgó las tierras de Shiwei (actualmente el condado Hua de Henan). Al cabo de cuatro años uno de los dragones murió. Liu Lei decidió cocinar su carne y regalársela al emperador, quien la encontró exquisita y solicitó insistentemente a Liu Lei que le proporcionara más.

Para no poner en peligro a su clan, Liu Lei decició abandonar la capital junto con toda su familia para ocultarse cerca del lago Zhaoping al sur de Lushan. Al fallecer fue enterrado en la montaña Yao (2) del condado de Lushan. Desde entonces, los descendientes del apellido Liu consideran esta cumbre como la tierra originaria de sus ancestros.

Liu Bang
Liu Bang en un grabado antiguo original. Foto: Wikimedia commons, dominio público.

Liu Bang (256-195 a.C.), el iniciador de la dinastía Han

Otro personaje histórico famoso de apellido Liu fue Liu Bang (256-195 a.C.), el iniciador de la dinastía Han, citado anteriormente. En la historia china está considerado como un excelente gobernante y un sobresaliente estratega y militar. De origen humilde, a finales de la dinastía Qin (, 221-206 a.C.) reunió a tres millares de hombres para levantarse contra el régimen opresor. Tras años de continuas luchas, finalmente venció a todos los caudillos militares y estableció la dinastía unificada Han.

Una vez en el poder reprimió las rebeliones de los antiguos príncipes feudales para consolidar la unidad recién conseguida. Al mismo tiempo comenzó a recuperar rápidamente a la sociedad del estado de miseria en el que se encontraba desde finales de Qin, e incluso desde el periodo de Primaveras y Otoños y los Reinos Combatientes. Liu Bang hizo una contribución decisiva a la unificación de la etnia han, al fortalecimiento del país y a la protección y desarrollo de esta cultura.

El desarrollo del apellido Liu

Tras cuatro siglos de unificación Han, el apellido Liu se desarrolló rápidamente y se extendió ampliamente por toda China. De ahí la letra de esta popular canción: “En todas partes Liu”.

Zhang, Wang, Li, Zhao,
en todas partes Liu,
generación tras generación,
grandes hombres sin excepción

Según las últimas encuestas de población, Liu es el cuarto apellido más común del país y ha sido el más frecuente entre los emperadores chinos. A lo largo de un milenio, y durante una decena de distintos reinados, un total de 59 emperadores ostentaron este apellido clave en el desarrollo de la historia china. 

Notas

(1). El caracter tradicional de Liu está compuesto por (mǎo, “brotes de hierba”), (jīn, “metal”) y (dāo, “cuchillo”), de ahí su significado.

(2). La montaña Yao del municipio de Pingdingshan, en la provincia de Henan, es famosa porque Liu Lei construyó allí un santuario en honor al emperador Yao. En la montaña hay una gran roca erigida verticalmente con forma humana. La leyenda señala que es el espíritu de Liu Lei que al morir se transformó en piedra. Por esta razón a esta cumbre se la conoce también como la “montaña del hombre de piedra”.

Más sobre los apellidos chinos:

Pistas sobre el origen de los apellidos en China

Origen de los apellidos chinos (III): Zhang (张)

Origen de los apellidos chinos (IV): Wang (王, rey)



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Publicado originalmente en: Revista Instituto Confucio.
Número 41. Volumen II. Marzo de 2017.

apellidos en China

En los nombres propios chinos se coloca antes el apellido y después el nombre. Por costumbre, los apellidos en China se heredan del padre. En la antigua China las mujeres adoptaban el apellido del marido. En la China moderna, sin embargo, las mujeres conservan su propio apellido.

Un reportaje de
Liu Yanqin
刘艳琴
Los apellidos en china son un importante componente cultural de la familia. Influye en todos sus miembros. Cuando dos personas se conocen por primera vez, si poseen el mismo apellido tanto si tienen lazos de sangre como si no, son muy cordiales entre sí. Bromean con la expresión “hace 500 años fuimos familia”. Incluso llegan a indagar en sus orígenes a partir de los nombres de pila que contienen caracteres heredados de generación en generación. Si el orden de estos se corresponde, se puede averiguar la posición en la familia. Gracias a los caracteres fijos, la gente puede encontrar a sus parientes lejanos. Hay familias que celebran anualmente reuniones para honrar a sus ancestros.

Los caracteres fijos que se heredan en los nombres

Parte del nombre de pila de algunas familias viene previamente determinado incluso antes de que las generaciones futuras hayan nacido. Así, para los nombres de pila compuestos por dos caracteres, uno de ellos es fijo. Y fue elegido por un ancestro de gran prestigio que redactó una lista con decenas de caracteres. Estos caracteres tienen un orden determinado. Así se puede saber con facilidad de qué generación viene un miembro de la familia porque van cambiando a través del tiempo. Por ejemplo, los nombres de la 75ª generación de descendientes de Kong Zi (孔子, Confucio). Todos incluyen el carácter Xiang (). Los de la 76ª generación incluyen el carácter Ling (). Este es el caso del exjugador de ping-pong llamado Kong Linghui (孔令辉).   

apellidos en China
Los nombres de la 75ª generación de descendientes de Kong Zi (孔子, Confucio) todos incluyen el carácter Xiang (祥), y los de la 76ª generación incluyen el carácter Ling (令). Este es el caso del exjugador de ping-pong llamado Kong Linghui (孔令辉).

Apellidos de uno, dos y tres o más caracteres

La mayoría de los apellidos en China están compuestos por un único carácter, como es el caso de Wang y Zhang. Pero también hay apellidos de dos caracteres, como por ejemplo: Sima (司马), Shangguan (上官) o Dongguo (东郭). Los apellidos de uno y dos caracteres son los más frecuentes en la etnia han, mientras que los de tres o más son propios de las etnias minoritarias. Es el caso de los apellidos Aisin-Gioro (爱新觉罗) y Borjigin (博尔济吉特), entre otros. Esto son transcripciones fonéticas de los nombres originales.

Los apellidos en China para la mujer

Antiguamente, los apellidos en China pasaban del hombre a la mujer después del matrimonio. Por ejemplo, cuando una mujer con el apellido Zhang () se casaba con un hombre que tenía el apellido Wang (), su nombre pasaba a ser Wang Zhangshi (王张氏). Aquí, “shi” () indica que el apellido original de la mujer era Zhang.

apellidos en China
Ilustraciones de Xavier Sepúlveda

 

Origen de los apellidos chinos (II): Liu (刘, ‘liú’)

Origen de los apellidos chinos (III): Zhang (张)

Origen de los apellidos chinos (IV): Wang (王, rey)


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Publicado originalmente en: Revista Instituto Confucio.
Número 40. Volumen I. Enero de 2017.

El viaje de Zhang Qian hacia Asia central. Pintura mural en Chengdu. Foto: Wikipedia

Zhang () es uno de los apellidos más antiguos de China. Está compuesto por los caracteres de “arco” (, gōng) y “largo” (, cháng). Su significado remite al hilo estirado de un arco que está listo para disparar, por lo que significaría “disparar arco”, “tensar”, “atrapar”, extender”, etc. “Zhang” es también el tótem original que adoraban las tribus que fabricaban arcos y flechas y que, por tanto, acabó convirtiéndose en nombre de clan, en topónimo y en apellido.

Un reportaje de
Liu Yanqin
刘艳琴
Se dice que el Emperador Amarillo tenía un nieto llamado Hui que, para cazar más animales y mejorar la calidad de vida, inventó una nueva herramienta de caza: el arco. Y así, el mítico emperador le otorgó el apellido Zhang, para que fuera el origen del clan Zhang que evolucionó gradualmente hasta convertirse en apellido.

Estatua de Zhang Quian. Foto: Wikipedia.
Estatua de Zhang Quian. Foto: Wikipedia.

Durante el periodo de los Tres Reinos (三国, 220-280), el famoso general Zhang Liao (169-222) del reino de Wei tenía el apellido Nie (), pero su clan se lo cambió a Zhang para evitar que lo asociaran por su apellido original, y de esta manera las generaciones posteriores también lo cambiaron. Muchos personajes históricos tienen el apellido Zhang. Liu Bang, primer emperador de Han, tenía un consejero de estrategia llamado Zhang Liang, un hombre de muchos recursos que ayudó a Liu Bang a obtener el control del país. Las generaciones posteriores se refirieron a Zhang Liang como “sabio de la estrategia” (谋圣, Móushèng). Se cree que la inteligencia de Zhang Liang se debía a El arte de la guerra de Taigong (太公兵法) (1), uno de los siete clásicos militares, que le fue entregado por Huang Shigong. Se dice que un día Zhang Liang se encontraba paseando por el puente Yi del río Yishui cuando se encontró a un anciano vestido con una gruesa y corta túnica. El viejo caminó hasta Zhang Liang y tiró sus zapatos al agua desde el puente. A continuación, ordenó con arrogancia a Zhang Liang: “¡Jovenzuelo, baja y tráeme mis zapatos!” Aunque Zhang Liang no estaba dispuesto en un principio, se fijó en lo mayor que era y fue a recogerlos. El anciano se sentó y le ordenó que le pusiera los zapatos. Zhang Liang se vio entonces obligado a arrodillarse para ponérselos. El anciano no solo no le dio las gracias sino que se fue riéndose. Cuando ya estaba lejos, dio media vuelta y volvió al puente, donde dijo a Zhang Liang: “¡Este chico es digno de recibir una educación!”, y acordaron verse en el puente cinco días después durante el amanecer. Así fue y cuando el viejo ya había llegado y, al ver que Zhang Liang llegaba tarde, le reprendió: “¿Cómo osas llegar tarde a una cita con un anciano? ¡Vuelve en cinco días!”, dijo antes de marcharse. La segunda vez, Zhang Liang llegó un paso más tarde que el anciano. La tercera vez, Zhang Liang acudió en mitad de la noche al puente para esperar. Su sinceridad y su espíritu paciente conmovieron al anciano, que le regaló un libro y le dijo: “Si lees este libro te podrás convertir en el maestro del emperador. Dentro de diez años el caos reinará en el mundo. Podrás usar los conocimientos de este libro para traer paz y prosperidad al imperio. Ve a verme dentro de trece años. Soy la roca amarilla a los pies del monte Gucheng”. El anciano se marchó. A partir de ese momento, Zhang Liang empezó a estudiar día y noche el libro, consultando información sobre el arte de la guerra, hasta que finalmente se convirtió en un experto estratega con conocimientos civiles y militares.

Hay otras personas famosas con el apellido Zhang, como el científico Zhang Zhongjing (aprox. 154-219), quien recogió muchos remedios medicinales, escribió la gran obra Tratado sobre enfermedades febriles (伤寒杂病论) y fue llamado posteriormente “sabio de la medicina” (医圣). En su Tratado sobre enfermedades febriles anotó muchas recetas efectivas, siendo este el primer texto especializado de medicina china apoyado en el establecimiento de una diagnosis y su tratamiento mediante la aplicación práctica de la teoría, convirtiéndose en una obra clásica esencial para los posteriores investigadores de medicina tradicional china. Los principios terapéuticos que establece son el alma de la terapéutica secular.

Zhang
Zhang Daoling 张道陵. Foto: Wikipedia.

Finalmente, otros personajes famosos con el apellido Zhang son el taoísta Zhang Daoling de la dinastía Han Oriental, fundador de las “Cinco Medidas de Arroz”; el calígrafo Zhang Xu de la dinastía Tang (, 618-907); el embajador Zhang Qian, de la dinastía Han Occidental (西汉, 202 a.C.-8 d.C.); el político Zhang Zhidong de la dinastía Qing (, 1644-1911), y muchos otros que dieron lustre a este apellido Zhang.

Nota:

(1). El arte de la guerra de Taigong representa el pensamiento militar de la antigua etnia han. Abarca los diálogos de Jiang Ziya con los emperadores Wen y Wu de la dinastía Zhou (周朝, 1046-256 a.C.) sobre cómo gobernar, sobre la gestión de las tropas y sobre teorías y principios bélicos. Esta obra tuvo una gran influencia en el concepto castrense de las generaciones posteriores y está considerada la precursora de los escritos de estrategia militar en China.

Más sobre los apellidos chinos:


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Publicado originalmente en: Revista Instituto Confucio.
Número 42. Volumen III. Mayo de 2017.

Lu You (陆游) en un antiguo retrato tradicional. Foto: Wikipedia.

Lu You (1125 – 1210) fue un poeta chino de la dinastía Song famoso por la admiración que rendía a la flor del ciruelo chino, como queda demostrado en la gran cantidad de poemas que le dedicó y que, con un estilo singular, lograron proporcionarle una enorme fama.

Un reportaje de
Chang Cheng
常成 
Lu You fue un afamado poeta también conocido por su nombre artístico, Fang Weng, y por su nombre de cortesía, Wu Guan. Nació en el antiguo condado de Shanyin, situado en Yuezhou, prefectura que ocupaba la actual provincia de Zhejiang, en el decimoséptimo día del décimo mes del séptimo año de la era Xuanhe de la dinastía Song Septentrional (北宋, 960-1127), es decir, el 13 de noviembre de 1125 y falleció el vigesimonoveno día del decimosegundo mes del segundo año de la era Jiading de la dinastía Song Meridional (南宋, 1127-1279), o el día 26 de enero de 1210. Su vida estuvo marcada tanto por el incidente conocido como “la humillación durante el año de Jingkang”, suceso en el que el estado de Jin aprovechó la ausencia de los ejércitos imperiales de Song para tomar su capital, y que se produjo cuando el poeta tan solo tenía un año, como por la consumación de la dinastía Song Septentrional, que tuvo lugar solo un año después. Vivió, por tanto, durante un periodo de transición entre las dinastías Song Septentrional y Meridional, una etapa en la que reinó el caos que marcaría la inestabilidad sufrida por el poeta a lo largo de toda su vida. Su contexto histórico lo llevó a experimentar la ardua vida de quien deambula sin tener un hogar permanente pero fueron precisamente dichas circunstancias las principales responsables de que su nombre quedara escrito en la historia de la literatura.

Lu You: estatua en la colina Nanji, distrito de Jiaocheng, Ningde, en Fujian. Foto: Wikipedia.
Lu You: estatua en la colina Nanji, distrito de Jiaocheng, Ningde, en Fujian. Foto: Wikipedia.

Al igual que la flor que tanto amaba, el poeta Lu You era sincero y honesto, tenaz y persistente. De la misma forma que las ramas del árbol del ciruelo aguantan impertérritas las acometidas del frío invierno, su carácter fuerte y vigoroso lo ayudó a convertirse en toda una leyenda a pesar del momento tan oscuro que la historia de China atravesaba

Muchos de los antiguos literatos de China utilizaban imágenes retóricas de flores para representarse a sí mismos. De la misma forma que Tao Yuanming amaba el crisantemo o Zhou Dunyi sentía una debilidad especial por la flor del loto, para Lu You era la del ciruelo chino la flor más digna de admiración, como queda demostrado en la gran cantidad de poemas que le dedicó y que, con un estilo singular, lograron proporcionarle una enorme fama. En uno de estos poemas, El cuarteto de la flor del ciruelo (梅花绝句) escribió los siguientes versos: “¿Dónde podría reencarnarme cientos de billones de veces? Por cada ciruelo un Fang Weng”, con los que expresaba su deseo de dejar descansar un pedazo de su alma en cada fruto, para así poder reencarnarse un número casi ilimitado de veces. Al igual que la flor que tanto amaba, el poeta Lu You era sincero y honesto, tenaz y persistente. De la misma forma que las ramas del árbol del ciruelo aguantan impertérritas las acometidas del frío invierno, su carácter fuerte y vigoroso lo ayudó a convertirse en toda una leyenda a pesar del momento tan oscuro que la historia de China atravesaba. Fue un hombre versátil en definitiva que, al mismo tiempo, era un poeta de rebosante talento, hábil funcionario, amante del pueblo y soldado cargado de fervor patriótico. Todas y cada una de sus personalidades reflejaban las cualidades que él consideraba intrínsecas a la flor del ciruelo chino: la infatigable lucha, la tenacidad y la pureza.

Lu You. Foto: Wikipedia.
Lu You. Foto: Wikipedia.

Desde pequeño supo continuar con la tradición de una familia plagada de intelectuales, pues su fama se comenzó a propagar cuando era solo un niño, y llegó a ser considerado poeta a los 12 años. En el capítulo que se le dedica en la obra Historia de la dinastía Song (宋史·陆游传), se le describe como “una persona de un talento magistral y una habilidad innata para la poesía”. En realidad, Lu You llegó a dominar diversos géneros, pero fue por sus creaciones en verso por las que pasaría a ser conocido para la posteridad. Compuso más de diez mil poemas, de los que aún podemos disfrutar de más de 9.300, el legado en verso más prolífico que haya dejado jamás un escritor chino. Llegó a ser tan famoso como los reputados You Mao, Yang Wanli y Fan Chengda, considerados, junto a él, los cuatro grandes poetas de la dinastía Song, grupo en el que Lu You ocupaba un lugar privilegiado. Sus poemas representan la preocupación por el pueblo y por la nación de forma extremadamente realista, con un tono firme, liberado y romántico a la vez que fluido. Diestro en los diferentes géneros poéticos, entre su obra se encuentran poemas de versos de siete sílabas y pertenecientes a los estilos lüshi, es decir, de ocho versos, gushi o estilo antiguo, y jueju o cuartetos, muchos de ellos muy propensos a ser utilizados como material educativo en las escuelas, un hecho que ha ayudado enormemente a su propagación. La obsesión que sentía por el ciruelo chino se manifiesta en la abundante colección en la que esta flor es la principal protagonista. Se valía de ella para expresar sus sentimientos, para referirse a sí mismo, para demostrar su patriotismo, manifestar sus aspiraciones y lamentarse por la falta de oportunidades y la desdicha que le acarreaba la vida como fiel servidor de su nación.

Lu You siempre estimó las flroes del ciruelo. Foto: 123RF.
Lu You siempre estimó las flroes del ciruelo. Foto: 123RF.

En una ocasión escribió los versos: “Nunca me gustaron las flores comunes como la del melocotonero, ver la flor del ciruelo me da sueño para toda la primavera” con los que trataba de exponer que sus gustos iban más allá de las flores más universales. Al apreciar tan solo una vez la belleza del ciruelo en invierno era capaz de dormir satisfecho toda una primavera. Una prueba más de la alta estima que sentía por esta flor de pequeños pétalos.

La obsesión que sentía por el ciruelo chino se manifiesta en la abundante colección en la que esta flor es la principal protagonista. Se valía de ella para expresar sus sentimientos, para referirse a sí mismo, para demostrar su patriotismo, manifestar sus aspiraciones y lamentarse por la falta de oportunidades y la desdicha que le acarreaba la vida como fiel servidor de su nación.

También fue Lu You un apasionado combatiente. Cuando era solo un niño fue testigo de cómo, debido a la falta de vitalidad de la corte imperial, la dinastía Song Meridional perdió numerosos territorios ante los múltiples ataques por parte del estado de Jin, por lo que desde muy temprano se fijó la meta de alistarse en el ejército para defender a su país y recuperar todo el territorio perdido.

El filósofo de la China moderna Liang Qichao, para describir a Lu You, expuso: “Fang Weng fue el hombre de mayor coraje que ha dado la historia de China”. Es un calificativo que no solo le fue otorgado por su renombre como poeta sino por su amor incondicional por la patria. Lu You fue como una flor del ciruelo, que espera en soledad a la crueldad del frío invierno, y a quien ni la más feroz de las tormentas menguó su coraje.

Fang Weng puso sobre el papel a la flor del ciruelo chino para dar rienda suelta a su patriotismo, narrar cómo dejó la corte para vivir en un plano apartado de la política, expresar sus más profundos secretos y manifestar la nostalgia que sentía por sus orígenes y por sus seres queridos.

Su estima por dicha flor fue tal que incluso él mismo deseó reencarnarse en un ciruelo chino para, de esta manera, adquirir el espíritu de nobleza y lealtad que él consideraba únicas en el mundo. 


Instituto Confucio 45

Publicado originalmente en: Revista Instituto Confucio.
Número 45. Volumen VI. Noviembre de 2017.

Wang wei: El influjo de la tradición budista es decisivo tanto en la obra como en la vida del poeta. En la foto, una de las pinturas de la joya budista china de las grutas de Mogao. Foto: 123RF.

Wang Wei (王维, 699-761 d.C.) fue un famoso poeta, músico, pintor y estadista de la dinastía Tang, en cuya obra poética destaca la contemplación silenciosa de la naturaleza como fuente del conocimiento de la esencia del propio ser.

Reportaje de
Agustin Alepuz

夏海明 
 
La  contemplación silenciosa de la naturaleza es, como han señalado muchos artistas y místicos a lo largo de la historia, la fuente del conocimiento de la esencia del propio ser. Esta verdad inefable subyace también en la poesía y el pensamiento clásicos chinos, en los que los sentimientos más profundos e indescriptibles son expresados de forma lacónica, con sugestiones que aluden a la totalidad que rodea al individuo. Es precisamente en este aspecto en el que destaca el poeta Wang Wei (王维, 699-761 d.C.), fuertemente imbuido en las tradiciones del taoísmo y del budismo chan (zen) que cristalizaron durante el periodo histórico de la dinastía Tang (618-907 d.C.).

Esta importante figura de la poesía china era originaria de Puzhou (蒲州), localidad que actualmente se la conoce con el nombre de Yongji (永济), y situada en lo que hoy en día es la provincia de Shanxi. De hecho, y pese a destacar por sus poemas, Wang Wei no se dedicó exclusivamente a la literatura, sino que también cultivó otras artes, como la pintura o la música, lo cual no era del todo inusual en aquella época, considerada de forma unánime como la Edad de Oro de la cultura china.

Wang Wei
Wang Wei: retrato de Fu Sheng. Foto: Wikipedia.

Tras servir durante años como funcionario en la corte de los emperadores Tang, el estallido de la rebelión de An Lushan y la pérdida de su cargo supusieron un cambio en la vida de Wang Wei. Fue encarcelado acusado de traición. Más tarde, y después de recuperar su cargo en la administración y llegar al puesto de ministro, abrazó la fe budista y se entregó a la contemplación. De este estilo de vida envuelto en la quietud nace la inspiración para sus composiciones, que recogen el lado más plástico de los paisajes y el sentido místico del silencio.

空山不见人  Kōng shān bù jiàn rén,
但闻人语响。  Dàn wén rén yǔ xiăng.
返景入深林,  Făn jĭng rù shēn lín,
复照青苔上。  Fù zhào qīng tái shàng.

No se ve gente en este monte.
Sólo se oyen, lejos, voces.
La luz poniente entre las ramas.
El musgo la devuelve, verde.

[Traducción de Octavio Paz]

 Este poema, titulado “Cercado de los ciervos” (鹿柴, Lù chái), es probablemente la obra más emblemática de Wang Wei, y posee varios de los rasgos que caracterizan su estilo, como la transmisión de una fuerte carga lírica a través de imágenes de la naturaleza cambiante. Esta composición está incluida en la recopilación “Poemas del río Wang” (辋川集, Wǎngchuān jí), formada por 20 composiciones de cuatro versos cada una, que a su vez están compuestos por cinco caracteres. David Hinton, uno de los traductores más importantes de la obra de Wang Wei al inglés, citado por Alejandro Pescador en su artículo “Octavio Paz y el budismo de Wang Wei” (2008), opina que este poema es el más famoso de este autor “porque constituye la más pura expresión del budismo zen que se encuentra en el núcleo de toda la poesía de Wang Wei”. En efecto, al leer este poema uno tiene la impresión de que no existe un sujeto claro, sino que la voz del hombre se pierde en la inmensidad de la naturaleza hasta disolverse, de modo similar a la desaparición del ego durante la meditación zen.

El influjo de la tradición budista es decisivo tanto en la obra como en la vida del poeta, que tras años de dedicación a la causa pública, inició una vida de retiro. El budismo había llegado a China durante la dinastía Han (206 a.C. – 220 d.C.), como resultado de los crecientes intercambios entre el Imperio Chino y las civilizaciones de Asia Central, lo que dio lugar a una sociedad cada vez más cosmopolita y avanzada gracias al flujo de mercancías y de ideas. Más tarde, en el clima de apertura al exterior que promovió el florecimiento de la cultura durante la dinastía Tang, los miembros de la aristocracia del momento se erigieron como los máximos patrocinadores de la cultura y la religión, lo cual a su vez propició un ambiente adecuado para que prosperaran las diferentes artes.

Wang Shimin: "Después de 'Nieve sobre ríos y montañas' de Wang Wei". Dinastía Qing. Foto: Wikipedia.
Wang Shimin: «Después de ‘Nieve sobre ríos y montañas’ de Wang Wei». Dinastía Qing. Foto: Wikipedia.

Coetáneo de otras importantes figuras de la poesía china como Li Bai (李白, 701–761) o Du Fu (杜甫, 712–770), Wang Wei vivió la época dorada de la lírica china, marcada por grandes dosis de sofisticación y exquisitez que llevaron a la poesía de aquella época a un nuevo nivel que sería recordado durante toda la historia china posterior. Sin embargo, no era tan sólo el grado de refinamiento de la poesía, sino también su estatus en la sociedad de la época: no había en aquel tiempo ninguna persona mínimamente culta que no estuviera versada en el arte poético y que no compusiera sus propias estrofas, incluso para asuntos tan mundanos como puede ser la comunicación diaria con amigos o compañeros de trabajo. La poesía, en cierto modo, era un arte que mantenía unida a la sociedad, y que desempeñaba el mismo papel de catalizador de las emociones que el que puede tener la música popular en la actualidad.

萋萋芳草春绿, Qī qī fāng căo chūn lǜ,
落落长松夏寒。 Luò luò cháng sōng xià hán.
牛羊自归村巷, Niú yáng zì guī cūn xiàng,
童稚不识衣冠。 Tóng zhì bù shí yī guān.

Densa y fragante, la hierba verdea en primavera.
Altos y umbrosos, los pinos refrescan en verano.
Bueyes y ovejas vuelven solos por la calle de la aldea.
Niños y mozos ignoran todo el birrete de mi atavío.

[Traducción de Anne-Hélène Suárez]

Una de las traducciones más recientes de los poemas de Wang Wei al español es la edición de Pilar González España de la obra “Poemas del río Wang” para la Editorial Trotta, de la cual merece la pena rescatar los siguientes versos:

文杏裁为梁,  Wén xìng cái wéi liáng,
香茅结为宇。  Xiāng máo jié wéi yŭ.
不知栋里云,  Bù zhī dòng lĭ yún,
去作人间雨。  Qù zuò rén jiān yŭ.

Un albaricoquero veteado
partido
forma el dintel.

Un montón de juncos perfumados
anudados
forman la techumbre.

Ignoro si esa nube
por el tejado entrecortado

se irá

para derramar su lluvia
entre los hombres.

[Traducción de Pilar González España]

Una de las cosas que más se mencionan al hablar de poesía china, y en la que se insiste en ediciones como la mencionada más arriba, es la dificultad para trasladar al español una lengua tan ambigua y llena de posibles interpretaciones como el chino clásico. No en vano, en lengua española contamos con varias traducciones distintas de las obras de Wang Wei, entre las que destacan las de J. Ignacio Preciado Ydoeta y Clara Janés (“Poemas del río Wang”, Ediciones del Oriente y del Mediterráneo, 1999), Anne-Hélène Suárez (“99 cuartetos de Wang Wei y su círculo”, Editorial Pre-Textos, 2000) y Guillermo Dañino (“La montaña vacía”, Hiperión), además de la mencionada más arriba, las cuales difieren mucho entre sí.

Según indica Pilar González España en el prólogo, la traducción literal “no sólo perjudica extremadamente a la percepción que pueda tener el lector occidental de la lengua china, sino que, además, deforma completamente el mensaje, en este caso, poético. El lector chino, al leer un poema, va comprendiendo el significado del mismo a través de bloques semánticos, como ocurre con cualquier otra lengua occidental”. La traducción literal nunca es recomendable, pero en este caso no sólo es contraproducente, sino que es directamente imposible. Y no sólo por cuestiones formales como la rima o la métrica: el sentido mismo del poema queda mutilado en la traducción.

Traducir es, ante todo, interpretar. Por ello resulta muy ambicioso intentar encerrar el sinfín de posibilidades de un poema clásico chino. En ocasiones quizás valga más callar y dejar que fluya el silencio de las palabras en su lengua original, como nos enseñan los poemas de Wang Wei.


Revista Instituto Confucio 30

Publicado originalmente en: Revista Instituto Confucio.
Consultar número 30. Volumen III. Mayo de 2015.

El bambú es uno de los 4 caballeros del arte chino. Foto: 123RF.

En China se califican como «los cuatro caballeros del reino vegetal» a la flor del ciruelo (梅, méi), a la orquídea (, lán), al bambú (竹, zhú) y al crisantemo (菊, ). Desde la antigüedad, estas cuatro flores han sido las favoritas del pueblo chino gracias a sus elegantes cualidades y por haber sido el tema principal en la pintura tradicional china, un símbolo y un reflejo fiel de la cultura del país.

Un reportaje de
Wang Danruo
王丹若
Cuando hablamos de “Los cuatro caballeros del reino vegetal” nos referimos a la flor del ciruelo (梅, méi), a la orquídea (, lán), al bambú (竹, zhú) y al crisantemo (菊, ). Desde la antigüedad, estas cuatro flores han sido las favoritas del pueblo chino gracias a sus elegantes cualidades y por haber sido el tema principal en la pintura tradicional china, un símbolo y un reflejo fiel de la cultura del país. Todo esto tiene relación directa con las propiedades naturales de dichas flores –similares a las virtudes humanas– y con el aprecio mostrado por los literarios chinos durante cada época histórica. Los antepasados ya observaron una personalidad subjetiva muy fuerte, un sentimiento moral y unas connotaciones culturales en “los cuatro caballeros del reino vegetal”. Mediante cantos, poemas y descripciones, se convirtieron en el tema perfecto para expresar las emociones a través de los objetos.

Crisantemo amarillo
Crisantemo (菊)  amarillo
Crisantemo azul
Crisantemo (菊)  azul
Crisantemo blanco
Crisantemo  (菊) blanco
Crisantemo rojo
Crisantemo (菊)  rojo

Dentro de la categoría floral y aviar de la pintura tradicional china, la flor del ciruelo, la orquídea, el bambú y el crisantemo son los temas favoritos de los pintores habidos a lo largo de las diversas dinastías chinas. Esto refleja el carácter simbólico de la pintura china, una de sus características principales de este arte. Según el concepto tradicional chino, estas flores y plantas poseen una gran moral, igual que los caballeros de antaño. Para los chinos, el ciruelo florece en invierno, desafiando el frío penetrante, símbolo de la fuerza inquebrantable de los caballeros. La orquídea, la cual crece únicamente en los valles profundos y apartados, junto con su agradable fragancia, representa la integridad personal y la independencia de los caballeros. El bambú está vacío por dentro y es muy duro por fuera, lo que simboliza la modestia y la moral elevada de los caballeros. Por su parte, el crisantemo florece en otoño luchando contra el viento y la escarcha, lo que representa la rebeldía, el orgullo, lo puro y lo notable de los caballeros.

cuatro caballeros del reino vegetal
Pintura floral china. Foto: Wikipedia.

La flor del ciruelo florece a finales del invierno y a principios de la primavera, lo que hace que tanto a ella como al pino y al bambú se les conozca como “los tres amigos del invierno”, es decir, son tres plantas que se pueden contemplar en el pleno invierno con todo su esplendor. La flor de ciruelo está considerada como un símbolo de buen agüero y contemplarla a finales de invierno da sensación de templanza, igual que si ya se estuviera en primavera. Su empeño por luchar contra el frío, la escarcha y la nieve, y de mantener toda su fragancia, es muy apreciado por los chinos de todos los tiempos. En la literatura china, la flor del ciruelo es una de las más apreciadas y cantadas, así se dice de ella: No tiene la menor intención de apoderarse de la primavera, la flor del ciruelo es la envidia de las demás flores. Tras marchitarse, se cae al suelo y se convierte en polvo, sin embargo, su fragancia permanece intacta. A través de este poema, el poeta Lu You (陆游, 1125-1210) de la dinastía Song del Sur (南宋, 1127-1279), utilizando una solitaria flor de ciruelo, expresó la admiración de los literatos por la pureza del brote. El estadista, primer ministro y poeta de la dinastía Song (宋, 960- 1279) llamado Wang Anshi (王安石, 1021-1086) escribió en una ocasión: En la esquina hay varias ciruelas, que solo florecen en invierno. Desde lo lejos ya se sabe, por su sutil aroma, que no se trata de la nieve.

Lu You: el poeta cuya alma descansa en la flor del ciruelo chino

Según registros históricos, desde la época de las dinastías del Norte (北朝, 386-581) y del Sur (南朝, 420-589), la flor del ciruelo ya comenzó a aparecer en las pinturas. En la dinastía Song del Norte (北宋, 960-1127) realizar este tipo de obras pictóricas se convirtió en toda una tendencia. Uno de los cuadros más famosos fue pintado por el monje budista Zhong Ren, del templo Huaguang en Hengyang, provincia de Hunan. Por primera vez, pintó la flor del ciruelo empleando únicamente tinta china y jugando con los diferentes tonos. Según se dice, le vino la inspiración al ver reflejada sobre el papel de su ventana la sombra de una flor de ciruelo. Zhong Ren fue considerado como el número uno pintando brotes de ciruelos, por lo que se ganó el sobrenombre de “El propietario de la casa de los ciruelos”. Al contrario de las flores de ciruelo pintadas durante la dinastía Song, las de Zhong Ren daban la sensación de prosperidad y abundancia. La mayoría de los grandes maestros pintores durante las dinastías Ming (明, 1368-1644) y Qing (清, 1644-1911), tales como Liu Shiru, Shi Tao, Jin Nong, etc. heredaron los estilos de las dinastías Song y Yuan (元, 1271-1368). En la edad moderna y contemporánea, surgieron grandes pintores de la talla de Qi Baishi, Guan Shanyun o Dong Shouping, entre otros que también se dedicaron a este estilo.

Orquídea (兰)
Orquídea (兰)

La orquídea es una planta que posee las tres bellezas clásicas: la flor en sí misma, el sutil aroma y su delicada hoja. Suele crecer en profundas y tranquilas montañas y en el interior de los valles. Tiene un aroma tenue y cuando se balancea en el viento suave muestra unos ademanes graciosos y elegantes. Sus cualidades nobles y puras –siempre desprende un delicado olor, no se encoge ni se marchita fácilmente- le otorgan el merecido sobrenombre de “belleza solitaria del valle tranquilo”. Los antiguos chino utilizaron el sustantivo que define a la orquídea (兰, lán) como si de un adjetivo se tratara, así hay expresiones como lánzhāng (兰章, un buen artículo, escrito destacado), lányǒu (兰友, amigos con profundos sentimientos), etc. El poeta Qu Yuan (屈原, 340-278 a.C.), del Periodo de los Estados Combatientes (战国, 475-221 a.C.), escribió en una ocasión: Las orquídeas del otoño están frescas y lozanas, desde las hojas verdes se asombra su tallo púrpura. El poeta Du Mu (杜牧, 803-852), de la dinastía Tang (唐, 618-907), dejo escrito: En primavera, el arroyo está verde y claro, las orquídeas de la orilla emiten una agradable fragancia cuyo aroma exhala hasta la lluvia. Por su parte, el poeta Su Shi (苏 轼, 1037-1101), de la dinastía Song, expresó: El valle es tan profundo que no se ve dónde crecen las orquídeas, solo las percibimos gracias a la brisa que juega en el bosque y nos trae su aroma.

La orquídea es una planta que posee las tres bellezas clásicas: la flor en sí misma, el sutil aroma y su delicada hoja. Suele crecer en profundas y tranquilas montañas y en el interior de los valles.

Sin embargo, la orquídea no comenzó a plasmarse en las pinturas hasta comienzos de la dinastía Tang y fue durante la Song cuando más se extendió esta práctica. Dicen que el gran poeta Su Shi pintó una vez orquídeas rodeadas de arbustos espinosos para insinuar que esta bella flor es capaz de aguantar y tolerar a los más despreciables. Durante la dinastía Song del Sur, la gente solía pintar orquídeas para expresar la nostalgia por su hogar y por su país. En la dinastía Yuan, la orquídea mejor pintada era la de Zheng Suonan. Dicen que siempre se sentaba hacia el sur para mostrar su añoranza por la dinastía Song del Sur y nunca pintó la raíz de la flor, por lo que las orquídeas parecían volar en el aire. Alguien le preguntó por la razón, a lo que él respondió: “las tierras de la dinastía Song ya fueron conquistadas por personas de la dinastía Yuan. ¿Cómo es posible echar raíces aquí?” Mientras en la dinastía Qing, Zheng Banqiao (郑 燮, 1693-1765) fue el pintor que mejor supo reflejar la belleza de la orquídea silvestre. Zheng abogaba por ser capaz de asimilar los conocimientos transmitidos por la propia naturaleza. Incluso cultivó decenas de orquídeas y las trasplantó en las montañas para observarlas y olerlas en su entorno natural.

El bambú, siempre verde, recto y erguido, es la planta que más alto crece en el mundo. China es uno de los lugares de origen del bambú, por eso cuenta con abundantes recursos. Además, posee una larga historia en el cultivo y uso del bambú, pues no solo se emplea en la confección de tejidos, alimentos, para construir viviendas o como medio de transporte, sino que también está estrechamente relacionado con la cultura china. Tanto en los jiǎgŭwén (1) como en los jīnwén (2)  se ha encontrado el jeroglífico antiguo para “bambú”. En el chino moderno también hay muchas palabras relacionadas con esta planta. Los antepasados ya usaban pinceles hechos con bambú, es por eso que el caracter (3) (笔) lleva el radical de bambú (竹) en la parte superior. Por la misma razón, como los antepasados escribían sobre tablillas de bambú atadas con cuerdas de cuero formando libros, el carácter (籍, libro, registro) también lleva el radial de bambú en la parte superior. Mientras, el carácter cè (册) se refiere a la tira de bambú –o madera– en la que se escribían caracteres chinos en la China antigua, y el carácter diǎn (典), de la palabra cídiǎn (词典, diccionario, léxico) quiere decir obra o libro ejemplar del saber. 

Los antepasados creían que las cualidades del bambú eran integridad moral, tolerancia y naturaleza sencilla y honesta, elegante y fresco, de apariencia suave y tranquilo, pues según dicen “antes de brotar ya tiene los nudos (integridad) y cuando crece dentro de las nubes se hace más modesto”. A los literatos de todas las épocas les gusta el bambú. Su Shi, el gran escritor de la dinastía Song dijo que “se podía comer sin carne pero no se podía vivir sin bambú”. En la antigüedad, la gente utilizaba el bambú para embellecer la casa y el patio. No solo aporta un ambiente tranquilo y elegante, sino que también humedece el aire circundante. Según diversas investigaciones científicas, la substancia activa que segrega las hojas del bambú verde tiene un efecto hidratante para la piel.

China es uno de los lugares de origen del bambú, por eso cuenta con abundantes recursos. Además, posee una larga historia en el cultivo y uso del bambú, pues no solo se emplea en la confección de tejidos, alimentos, para construir viviendas o como medio de transporte, sino que también está estrechamente relacionado con la cultura china.

La figura del bambú en la pintura tradicional china también empezó con la dinastía Tang. Tanto al emperador Xuanzong (玄宗, 685-762), como a los pintores Wang Wei y Wu Daozi, les gustaba pintar el bambú. Su Shi desarrolló los métodos para pintar el bambú con tinta china. Posteriormente, durante las dinastías Yuan, Ming y Qing aparecieron muchos grandes pintores especializados en el bambú, dentro de los cuales, destacan Wen Keqing y Zheng Banqiao.

Flor del ciruelo (梅). Foto: 123RF.
Flor del ciruelo (梅). Foto: 123RF.

El crisantemo es una de las flores favoritas para los chinos, los cuales la cultivan desde hace más de tres mil años. Desde la dinastía Song se sigue celebrando en China una fiesta dedicada a esta flor y a su contemplación. En 1688, unos comerciantes holandeses se llevaron desde China las semillas de crisantemo a su país. En 1689, Jacob Brayne, un escritor holandés, escribió una obra titulada La gran flor famosa del Oriente – el crisantemo. A mediados del siglo XVIII, Louis de Francia llevó una especie de crisantemo a su país. En el siglo XIX, el botánico británico Fortune introdujo especies de crisantemo desde China y Japón sucesivamente para cultivar diversas variedades de crisantemo británico a través de cruces.

El crisantemo es elegante y noble, gracioso y de color brillante. Siempre ha sido considerado como el símbolo de la gran pureza y la elegancia. También es el preferido de famosos y ermitaños. El famoso poeta de inspiración taoísta llamado Tao Yuanming (陶渊明, 372- 427) escribió en una ocasión: Al recoger crisantemos bajo setos orientales, se puede contemplar la montaña sureña relajadamente.

El crisantemo es una de las flores favoritas para los chinos, los cuales la cultivan desde hace más de tres mil años. Desde la dinastía Song se sigue celebrando en China una fiesta dedicada a esta flor y a su contemplación.

La imagen del crisantemo en la pintura tradicional china apareció un poco más tarde. Xu Xi y Huang Quan de las Cinco Dinastías (907-960) dedicaron su obra exclusivamente a esta flor, aunque durante la dinastía Song pocos fueron los que la pintaron. En la dinastía Ming, surgieron muchos grandes maestros que pintaron el crisantemo, tales como Shen Zhou, Tang Yin, Chen Chun, etc., así, El cuadro del crisantemo y la piedra, una obra pintada por Chen Chun, se conserva en el Museo de la Capital, en Beijing. En la dinastía Qing también había muchos célebres pintores del crisantemo, dentro de los cuales destaca sobremanera el maestro Wu Chanshuo. Además, otros pintores modernos, tales como Qi Baishi, He Xiangning o Pan Tianshou, han dejado también muchos cuadros dedicados al crisantemo.

Qi Baishi (齐白石): El artista del pueblo

Nota:

  1. Los jiǎgŭwén (甲骨文) son inscripciones realizadas sobre huesos o caparazones de tortuga que datan de la dinastía Shang (1700-1100 a.C.).
  2. Los jīnwén (金文) son inscripciones realizadas en antiguas vasijas de bronce.
  3. El () es un utensilio que sirve para escribir o pintar, una pluma o un pincel.

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Publicado originalmente en: Revista Instituto Confucio.
Número 18. Volumen III. Mayo de 2013.
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