Zhu Rong (祝融), dios del Fuego, fue el asesino del Dios Gun. En la imagen Zhu Rong cabalga dos dragones. Procede del libro «Classic of Mountains and Seas, 1597». Wikimedia commons, dominio público para «Zhurong».

El dios Gun () es un héroe de la mitología china, que salvó a los humanos de las inundaciones que les asolaban tras lograr robar en secreto al dios del Cielo (天帝) un trozo de xirang (息壤), un tipo de tierra existente en el suelo celestial capaz de crecer por sí misma. El control sobre el xirang acabó desatando una guerra entre dioses y Gun murió asesinado.

Un reportaje de
Liu Yanqin
刘艳琴
En la mitología china el cielo era redondo y la Tierra plana. Cuatro columnas, erigidas cada una sobre una de las esquinas de la Tierra, eran las encargadas de soportar el peso del cielo, garantizando la supervivencia de la paz y la armonía en el reino celestial.

Hace más de cuatro milenios, según los registros más antiguos, estalló una guerra entre las tribus de la Llanura Central cuyos líderes, Zhuan Xu (颛顼) y Gong Gong (共工), sostuvieron una encarnizada lucha por el trono imperial y por el liderazgo de la alianza existente entre todas las tribus.

Tras la contienda, Gong Gong fue derrotado y, tratando de aplacar la ira que sentía en su interior, dio un tremendo cabezazo a la montaña Buzhou (不周山), que acabó desplomándose al no poder soportar la fiereza del golpe.

La montaña era una de las cuatro columnas que sostenían el firmamento, por lo que el equilibrio existente entre el cielo y la Tierra se vio gravemente comprometido. Ello hizo que, en el cielo, la bóveda celeste se inclinara hacia el noroeste y la Tierra lo hiciera hacia el sureste, con lo que se desviaron los ríos y toda el agua existente sobre la superficie del planeta se desplazó hacia la parte sureste.

Cuanto se conocía quedó sumergido bajo el agua. Quienes por entonces habitaban nuestro planeta huyeron hacia las cumbres más altas. Sin embargo, en la superficie rocosa de las montañas, la capa de tierra era demasiado fina y los recursos naturales escaseaban. La vida humana se sumió en una crisis sin precedentes mientras la supervivencia se hacía prácticamente imposible.

El Rey Yu, padre del dios Gun, tal como lo imaginó el pintor de la dinastía Song Ma Lin (馬麟).Wikimedia commons, domino público para «King Yu (禹)».
El Rey Yu, padre del dios Gun, tal como lo imaginó el pintor de la dinastía Song Ma Lin (馬麟).Wikimedia commons, domino público para «King Yu (禹)».

El dios Gun (), testigo de las calamidades que estaban sufriendo los humanos, robó en secreto al dios del Cielo (天帝) un trozo de xirang (息壤, tipo de tierra existente en el suelo celestial capaz de crecer por sí misma) y descendió personalmente al reino terrenal. En aquellos lugares devastados por las inundaciones, Gun utilizó xirang para bloquear las corrientes y crear embalses de agua. En estos depósitos, la tierra divina crecía al mismo tiempo que lo hacía el nivel del agua, hasta que llegaban a alcanzar ambos la misma altura, de forma que se convirtió en una barrera capaz de proteger las zonas habitadas por los humanos y, con ello, su vida y sus propiedades.

Durante el tiempo en que Gun desempeñaba su tarea, el dios del Cielo se percató de que este se había apropiado indebidamente de un trozo de xirang y envió inmediatamente a Zhu Rong (祝融), dios del Fuego, a capturarlo y recuperar lo que se había llevado. Cuando Gun descubrió que Zhu Rong tenía la misión de detenerlo, recogió toda la tierra que había depositado y la ocultó en Dongzhou (东洲), la zona que hoy en día ocupa la ciudad de Yucheng (禹城), en la provincia de Shandong.

Las aguas quedaron, por tanto, liberadas y se formaron potentes y caudalosos torrentes que volvieron a ocupar grandes superficies de tierra, destruyendo todo lo que encontraban a su paso. Finalmente, Zhu Rong logró capturar a Gun, quien mantuvo una feroz batalla a vida o muerte con el dios del Fuego y otras divinidades. La corpulencia de Zhu Rong resultó no tener rival posible y Gun sucumbió ante su poder en Yujiao (羽郊).

En aquellos lugares devastados por las inundaciones, Gun utilizó xirang para bloquear las corrientes y crear embalses de agua. En estos depósitos, la tierra divina crecía al mismo tiempo que lo hacía el nivel del agua, hasta que llegaban a alcanzar ambos la misma altura, de forma que se convirtió en una barrera capaz de proteger las zonas habitadas por los humanos y, con ello, su vida y sus propiedades.

Xirang, el suelo mágico que se expande

Pero, ¿qué tenía de especial el xirang para ser capaz de desatar una guerra entre los dioses? Según la mitología china, esta sustancia, semejante al suelo orgánico, presentaba una apariencia glutinosa sobre la que se mezclaban los colores amarillo y negro. La tierra amarilla estaba formada por sedimentos acumulados gracias a la fuerza del agua y procedía de la cordillera Kunlun (昆仑山), un accidente geográfico nombrado en el Clásico de montañas y mares (山海经) cuya localización, a pesar de ser aún un misterio, algunos investigadores sitúan en el monte Tai (泰山).

Por su parte, la tierra negra se producía en el suelo como resultado de la descomposición de la vegetación y era el mejor tipo de las que se podían utilizar en la labranza, pues su alto contenido en humus le proporcionaba una extraordinaria fertilidad. Ambos tipos de tierra combinados formaban el xirang, cuyo gran poder adhesivo lo convertía en un material idóneo para la construcción de presas, por lo que era sumamente importante para la población de esa época.

El territorio de la China antigua

En la antigüedad, prominentes montañas y caudalosos ríos regían la casi totalidad del territorio chino al mismo tiempo que las tierras cultivables escaseaban y, las que aún quedaban, contaban con una capa superficial de tierra demasiado fina. Las ciudades de Kaifeng, Zhengzhou, Luoyang y otras zonas de la presa de las Tres Gargantas (三峡) estaban repletas de imponentes cordilleras y acantilados rocosos en los que la tierra era siempre insuficiente y, en el subsuelo, toda la estructura era rocosa.

Los historiadores e investigadores afirman que las leyendas suelen reflejar aquello que realmente aconteció en el pasado, por lo que el origen de la fábula del xirang procede de la necesidad de manifestar el amor que los antepasados chinos sentían por la tierra.

Tierra cultivables

Si cualquier tipo de tierra era extremadamente apreciada, aquella era útil tanto para el cultivo como para la construcción y se distinguía como un recurso tan valioso como la vida misma. La ciudad de Yucheng, situada en la llanura de Luxi, es un yacimiento cuya abundancia de este tipo de tierra parece inagotable; por eso, a lo largo de los siglos, sus ciudadanos han creído que la que emana de este lugar es precisamente el xirang que escondió en el pasado el dios Gun.

Los historiadores e investigadores afirman que las leyendas suelen reflejar aquello que realmente aconteció en el pasado, por lo que el origen de la fábula del xirang procede de la necesidad de manifestar el amor que los antepasados chinos sentían por la tierra.

Tierra cultivables

Cuenta la leyenda que, tras la muerte del dios Gun, su cadáver tardó tres años en descomponerse. Zhu Rong, asombrado, hendió un cuchillo de Wu (, zona geográfica famosa por la calidad de sus cuchillos) en el cuerpo de su enemigo, provocándole en el vientre una herida de la que posteriormente nació Yu el Grande (). El alma de Gun se reencarnó en un oso amarillo e inmediatamente se sumergió en el lago Yuyuan (羽渊), donde desapareció para siempre.

Cuando Gun obstaculizaba el paso a los torrentes para evitar los desbordamientos, desvió el agua hacia otro lugar. Causó con ello unos daños irreparables al territorio habitado por otras tribus, cuyos enfadados miembros dieron comienzo a una guerra en la que más tarde Gun fue herido mortalmente.

El motivo por el que el dios Gun acabó siendo asesinado tras sus inagotables esfuerzos por controlar las inundaciones aparece también reflejado en una leyenda tradicional alternativa. Dice esta que, cuando Gun obstaculizaba el paso a los torrentes para evitar los desbordamientos, desvió el agua hacia otro lugar. Causó con ello unos daños irreparables al territorio habitado por otras tribus, cuyos enfadados miembros dieron comienzo a una guerra en la que más tarde Gun fue herido mortalmente. Los vencedores acusaron duramente al dios Gun y este pasó a formar parte del grupo de los Cuatro Males (四凶) constituido por él mismo, Gong Gong, Huan Dou (欢兜) y Sanmiao (三苗). Según esta leyenda es posible que fuera Yao (), el líder de la alianza existente entre las tribus, quien condenara a Gun a permanecer encerrado en Yujiao, donde fue ejecutado.

Su afán por controlar las inundaciones no obtuvo la recompensa por la que tanto luchó. Por el contrario, lo único que consiguió fue convertirse en un impedimento más para la vida de aquellos a quienes pretendía proteger. Su esfuerzo no fue valorado como merecía y su figura queda en la memoria como la de un héroe legendario derrotado. A pesar de ello, la gloria de sus actos, guiados por su determinación por salvar a los humanos, debería ser fácilmente equiparable a la que la mitología griega atribuye a Prometeo, recordado para la posteridad como un titán protector de la civilización por robar el fuego de Zeus para ayudar con él a los mortales. 


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Revista Instituto Confucio.
Número 43. Volumen IV. Julio de 2017.

Rituales del año nuevo chino. La bestia Nian. Foto: 123RF.

Los rituales del Año Nuevo chino son necesarios para empezar con buen pie y celebrar la Fiesta de la Primavera. Hay que ordenar la casa y cocinar algunos platos concretos. Son necesarios los adornos de color rojo. Hay que escribir pareados chunlian. Es necesario colocar el caracter Fu boca abajo en la puerta de la casa.

Reportaje de
Clara Serer Martínez
克莱拉
Los rituales del Año Nuevo chino están diseñados para cuando el invierno está a punto de terminar. Es el tiempo de  la Fiesta de la Primavera (春节, Chūnjié) o el Año Nuevo chino.  Según el calendario lunar es también llamado Guònián (过年).

Ritual de la danza del leon. Simboliza la bestia Nian. Foto: 123RF.
Ritual de la danza del leon. Simboliza la bestia Nian. Foto: 123RF.

La leyenda de Nián ()

Cuenta la leyenda que había una bestia llamada Nián () que poseía un aspecto horripilante, feroz y cruel, y que vivía en las profundas aguas del mar. Tenía un cuerpo extraño que se asemejaba al de un toro. Pero su cabeza era como la de un león. Cuando llegaba el invierno, ante la escasez de comida, salía de su escondite e invadía las aldeas para devorar el ganado. Nian arrasaba los cultivos e incluso se comía a algún campesino.

Un día, Nian se asustó al  ver una pieza de ropa roja que colgaba en la entrada de la casa. El sol reflejaba en ella y provocaba un destello de luz. La bestia, asustada, salió corriendo y huyó.

Ritual de buena suerte para la Fiesta de la Primavera: colocar alfo rojo con un caracter auspicioso escrito. Foto: 123RF.
Ritual de buena suerte para la Fiesta de la Primavera: colgar un papel, una tela o un cartel rojo con un carácter auspicioso escrito. Foto: 123RF.

Los habitantes se dieron cuenta de que la mejor forma de ahuyentar a este monstruo era poniendo algo rojo en la entrada de las casas, con mucha luz o fuego y con ruidos estremecedores. Desde aquel momento, la gente pega tiras de papel rojo en las puertas de sus casas para ahuyentarlo durante la Fiesta de la Primavera, así como farolillos rojos, que se cuelgan por doquier. Otra de las tradiciones de este festival es la utilización de fuegos artificiales, para espantar a este diabólico monstruo.

La Fiesta de la Primavera, un ritual de 15 días milenario

La celebración del Festival de la Primavera se mantiene en China desde hace miles de años. Cuando se acercan estas fechas se produce uno de los movimientos migratorios más importantes del planeta. Toda la población china vuelve a casa con sus familias para celebrarlo. La fiesta no se limita a un solo día sino que se extiende con diversas actividades durante quince días.

Toda la familia se sentará junta a cenar la última nocha despedir al año viejo y dar la bienvenida al siguiente. Una de las costumbres más famosas en esta noche es el Shǒu Suì (守岁). Significa que tras la última cena del año los miembros de la familia permanecerán despiertos para dar la bienvenida al nuevo. Y se ahuyenta a Nián con fuegos artificiales.

Tradiciones y rituales del Año Nuevo chino

Los rituales del Año Nuevo chino se siguen siempre con exactitud para empezar con buen pie. Eso incluye tanto limpieza como adornos y comida. Aunque cada provincia China tiene los suyos propios, estos que enumeramos a continuación se siguen en todo el pais:

  • Primero, se debe ‘eliminar toda la mala suerte’ del año anterior limpiando y ordenando la casa.
  • Una vez limpia, comienzan a colocarse todos los adornos de color rojo con mensajes como “riqueza” y “buena suerte”.
  • Como símbolo de prosperidad y longevidad se sirven los largos fideos sin cortarlos.
  • Se elabora un plato de pescado con la cabeza y cola intactas, como símbolo de buen inicio y final.
  • Como signo de unidad familiar durante el resto del año se prepara un pollo entero.
  • Por su color rojo, se apostará por la felicidad consumiendo langostinos.
Cena de la última noche del año. Comienza la Fiesta de la Primavera. Foto: 123RF.
Cena de la última noche del año. Comienza la Fiesta de la Primavera. Se sirven alimentos de color rojo, con cabeza y cola intactas para un buen principio y un buen final. Foto: 123RF.

Los jiaozi, empanadillas de la suerte en el norte de China

En el norte de China, se suelen comer jiaozi en Año Nuevo chino, ya que representan fortuna y prosperidad. Por una parte, estas peculiares empanadillas tienen la forma de los antiguos lingotes de oro en China. Por otra, la pronunciación de 交子 (jiāozi) se asemeja a la de 饺子 (jiǎozi), por lo que podría malentenderse y significar “despedir lo viejo para dejar entrar lo nuevo”.

Niangao, dulces de arroz, en el sur de China

En el sur de China, se preparan unos pastelitos dulces de arroz glutinoso que se llaman niángāo (年糕). Se pronuncia como “cada año mejor (年高, nián gāo)”. Estos pastelitos con más de 2.000 años de historia se utilizaban en la antigüedad como ofrenda para los dioses. Actualmente, también sirven como obsequios para regalar a familiares y amigos.

Rituales en la fiesta del año nuevo chino: pasteles de luna tradicionales. Foto: 123RF.
Rituales en la fiesta del año nuevo chino: pasteles de luna tradicionales. Foto: 123RF.

Actividades para quince días festivos

Los primeros quince días del Año Nuevo chino están dedicados cada uno a una festividad o actividad específica. Algunos son para ofrendar a dioses. Otros para celebrar cumpleaños míticos de la creación de alimentos, animales o, incluso, la humanidad.

  • El primer día se celebra la llegada del nuevo año. Comienza durante la medianoche con estrepitosos petardos y se visita a los familiares.
  • El segundo día, también conocido como ‘comienzo del año’ (开年, kāi nián) se elevan ofrendas al dios de la fortuna para tener un buen año.
  • El tercero es un día para quedarse en casa y reposar.
  • El cuarto o ‘día de la cabra’ (羊日, Yáng rì) es cuando los dioses deben ser adorados, ya que la cabra también simboliza la buena suerte.
  • El quinto es también conocido como el ‘Festival de Po Wu’ (破五), una celebración en la que también predomina la fortuna, por lo que es el momento de la reapertura del comercio.
  • En el sexto día o Mǎ rì (马日) deben expulsarse los fantasmas de la pobreza.
  • El séptimo es también conocido como el día de las personas (人日, rén rì). Ese día se come en algunas zonas una sopa llamada qi bao geng (七宝羹).
  • El octavo guarda relación con la agricultura, puesto que es el ‘aniversario del mijo’. Según una leyenda, si el día es claro, significará que el año será fructífero en sus cosechas, mientras que si sale nublado, querrá decir que la cosecha no será tan buena.
  • El noveno día se celebra el cumpleaños del Emperador de Jade (玉帝, Yùdì), vuelven a resonar los fragorosos fuegos artificiales y se sacrifica un gallo.
  • El décimo o el día ‘Shi Bu Dong’ (石不懂) es el aniversario del dios de piedra y se quemará incienso en las piedras en su honor.
  • El undécimo se celebra el aclamado día del dragón y es también conocido como la Fiesta del Dragón (龙节, lóng jié). Aquí se pueden ver las diversas danzas de este animal acompañadas de elementos pirotécnicos.

Se acerca el Festival de las Linterrnas

El Festival de las Linternas es la culminación de los rituales del Año Nuevo chino.

  • El duodécimo día comienzan los preparativos del Festival de las Linternas.
  • El decimotercero es una jornada ‘de mal agüero’ en el norte de China, mientras que en el sur es un día festivo.
  • El decimocuarto día deben terminarse las linternas o farolillos.
  • Finalmente, el decimoquinto día se celebra el Yuan Xiao Jie (元宵节), Festival de las Linternas–o de los farolillos–, cuyo origen se remonta a la dinastía Han (202 a.C. – 220 d.C.).
Rituales en la fiesta del año nuevo chino: pasteles de luna tradicionales. Foto: 123RF.
Rituales en la fiesta del año nuevo chino: pasteles de luna tradicionales. Foto: 123RF.

El Año Nuevo chino en Beijing

Hasta los quince días posteriores al Año Nuevo chino, se pueden oír los estruendosos tambores resonando al son de las danzas del dragón en los pueblos del sur de China. Los redobles de los timbales suenan intercalados con los gongs y todo ello al ritmo de la danza del león y del dragón. Otra de las reconocidas tradiciones tiene lugar en Beijing con la feria Changdian (厂甸) en el distrito Xuanwu (宣武区).

El nombre de Changdian proviene de una pequeña calle no muy concurrida durante el año. Sin embargo, durante la Fiesta de la Primavera del Año Nuevo chino, se transforma en un gran mercado y feria repleto de gente de todos los lugares. Esta feria tuvo su origen durante la dinastía Ming (1368-1644), llegando a su punto más álgido durante la dinastía Qing (1644-1912). Hoy en día es una de las atracciones que más llaman la atención a los turistas y lugareños. Durante esta feria se vende comida, juguetes, antigüedades, frutas de temporada, artículos de uso diario e, incluso, pinturas y obras de caligrafía.

El Año Nuevo chino en Guangzhou (Cantón)

Guangzhou, también conocida como “ciudad de las flores”, atrae a una gran multitud durante el Festival de Primavera. Los visitantes salen para admirar sus calles repletas de flores y puestos de venta. Una de las tradiciones más arraigadas en esta zona es la de regalar flores y plantas tres días antes del Año Nuevo chino. Cada una de ellas tiene un significado distinto y siempre se regalan con una intención concreta.

  • Las peonías se regalan como símbolo de prosperidad.
  • Los árboles de mandarina, que significan buena suerte y prosperidad, abogan por un matrimonio fructífero.
  • Las lechugas llevan implícito un significado de “generación de riqueza”.

Estos mercados de flores y plantas pueden encontrarse en las famosas calles de Xihu (西湖路), Jiaoyu (教育路) o en la calle oeste Binjiang (滨江东路).

El Año Nuevo chino en Shanghái

En Shanghái, durante el decimoquinto día, en el Festival de las Linternas (元宵节), se puede visitar el jardín Yuyuan (豫园). Allí se cuelgan farolillos en los árboles y en las fachadas con mensajes de buena suerte y salud para los familiares. Estas linternas hechas a mano suelen tener la forma de animales, paisajes o dibujos animados. Esto es así porque se cree que traerán consigo fortuna durante el resto del año.

Las tangyuan o yuanzi

La Fiesta de la Primavera, dentro de los rituales del Año Nuevo chino, marca el final del invierno. Mientras dura se pueden comer también las llamadas tangyuan o yuanzi, unas bolas dulces de masa hervida. Otro sitio interesante para disfrutar de la celebración de este festival es la antigua ciudad amurallada de Pingyao (平遥), en la provincia de Shanxi (山西).


 

La expresión «El utópico manantial de los melocotoneros» (世外桃源, shìwàitáoyuán) se emplea en China para referirse a un paraje natural de gran belleza que no ha sido alterado por el hombre.

El utópico manantial de los melocotoneros
(Shìwàitáoyuán)

世外桃源

Durante la dinastía Jin (, 265-420), había un pescador en la provincia de Hunan que, un día, subido a su barca, se dejó llevar por la corriente hasta acabar en un manantial repleto de melocotoneros en flor.

Cuando se acercó al nacimiento del manantial vio una gruta y decidió atravesarla. Allí encontró un paraíso repleto de campos, estanques y bambú. Cuando los habitantes de estas tierras se percataron de su presencia, le invitaron a comer en sus casas, y allí le explicaron su historia.

Grullas y melocotoneros, de Shen Quan (1731). MET, dominio público en https://metmuseum.org
Grullas y melocotoneros, de Shen Quan (1731). MET, dominio público en https://metmuseum.org

Los habitantes del manatial de los melocotoneros en flor

Durante la dinastía Qin (, 221-207 a.C.), los ancestros de estos pueblos habían decidido aislarse en ese ideal y utópico lugar de las guerras y de la agitación política que se vivía en aquel momento. Le rogaron al pescador que no revelase a nadie la existencia de este lugar pero, cuando este salió de la gruta, lo primero que hizo fue dejar señales y acudir al emperador para contarle lo sucedido.

El emperador decidió entonces enviar a un grupo de hombres para que encontrasen el sitio, pero fallaron en su intento y nunca más se supo al respecto. 

La fábula de Tao Yuanming (陶渊明), siglo V

Esta fábula, El manantial de los melocotoneros en flor, fue escrita por Tao Yuanming (陶渊明) en el año 421. Este lugar ha pasado a ser un importante símbolo en la cultura china y se ha convertido en un sinónimo de utopía. Actualmente se emplea la expresión china «shìwàitáoyuán» (世外桃源, literalmente “el utópico manantial de los melocotoneros”) para referirse a un paraje natural de gran belleza que no ha sido alterado por el hombre.

"Tao Yuanming regresando a Casa" del rollo de mano "Escenas de la Vida de Tao Yuanming" de Chen Hongshou, dinastía Qing (1650). Tinta y color sobre seda. Museo de Arte de Honolulu. Wikimedia commons,dominio público para «Scenes from the Life of Tao Yuanming by Chen Hongshou».
«Tao Yuanming regresando a Casa» del rollo de mano «Escenas de la Vida de Tao Yuanming» de Chen Hongshou, dinastía Qing (1650). Tinta y color sobre seda. Museo de Arte de Honolulu. Wikimedia commons,dominio público para «Scenes from the Life of Tao Yuanming by Chen Hongshou».

Más modismos chinos en Revista Instituto Confucio – ConfucioMag:

  1. «Un hombre del reino de Zheng comprando zapatos»
  2. «Tratar de dirigirse al sur con el carruaje orientado al norte»
  3. «Aprender a caminar en Handan»
  4. «Gastar mil piezas de oro comprando huesos»
  5. «Pensar en 3 por la mañana y 4 por la noche”
  6. “Utilizar la lanza más aguda para atacar el escudo más resistente”
  7. “Ver una serpiente reflejada en la copa”

Todos los recursos para aprender chino publicados en ConfucioMag:


 

Dos golondrinas en una rama de durazno en flor. Detalle de un cuadro de Giuseppe Castiglione. Wikimedia commons, dominio público para «Xian'e Changchun Album».

La flor del melocotón (o del durazno桃花), es desde tiempos ancestrales la flor favorita de los chinos para expresar el amor. La flor del melocotón posee varios pétalos de dos colores, rojo pálido y blanco, con un degradado de tonos rosáceos por medio. Representan el colorido, la indulgencia, la elegancia más pura, el refinamiento, la generosidad y el buen temperamento.

Artículo de
Caiguang
采光
En Occidente, para expresar amor se suele regalar un ramo de rosas, generalmente rojas, durante los últimos diez años cada vez más chinos han adoptado esta costumbre tan romántica. Así, los jóvenes chinos ya celebran el Día de San Valentín (14 de febrero) y regalan rosas a la persona amada igual que hacen los occidentales.

La flor del melocotón, símbolo del amor

Sin embargo, los chinos han tenido y tienen desde tiempos ancestrales su flor favorita para expresar su amor y esta es la del melocotón (o del durazno, 桃花). Así pues, la flor del melocotón posee varios pétalos de dos colores, rojo pálido y blanco, con un degradado de tonos rosáceos por medio. Representan el colorido, la indulgencia, la elegancia más pura, el refinamiento, la generosidad y el buen temperamento.

Fragmento del «Libro de las Odas» o Shijing, uno de los 5 clásicos del confucanismo. Esta edición fue dibujada por Ma Hezhi en el S. XII. La caligrafía se atribuye al emperador Gaozong. MET. Dominio Público.
Fragmento del «Libro de las Odas» o Shijing, uno de los 5 clásicos del confucanismo. Esta edición fue dibujada por Ma Hezhi en el S. XII. La caligrafía se atribuye al emperador Gaozong. MET. Dominio Público.

Libro de las odas (诗经 o Shījīng)

En el Libro de las odas (诗经 o Shījīng), perteneciente a los Cinco Clásicos que enseñaba Confucio y formado por 305 poemas, se dice:

La flor del durazno florece como el fuego,
l
as chicas se casan con luminosidad y armonía.

La flor del melocotón, en realidad, no acapara para sí toda la belleza entre cientos de flores, sino que comparte generosamente su belleza con otras. Además, contiene cumarina, kaempferol, glucósidos de soja y vitaminas A, B y C entre otros nutrientes, que refuerzan la piel y aportan vitalidad a las células faciales. Su efecto en los medicamentos permite una epidermis hidratada, luminosa, suave y elástica, por lo que se conoce la como la “flor de la belleza”.

Tao Yuanmin. Tinta sobre rollo de papel dibujado por Min Zhen. S. XVIII. China. Wikimedia commons, dominio público para «Tao Yuanmin»
Tao Yuanmin. Tinta sobre rollo de papel dibujado por Min Zhen. S. XVIII. China. Wikimedia commons, dominio público para «Tao Yuanmin»

Tao Yuanming (陶渊明, 365-427)

La flor del melocotón florece en primavera, sonríe encantadora al mundo y nos ayuda a recordar lo maravilloso de la vida. Hace 1700 años, Tao Yuanming (陶渊明, 365-427), gran poeta de la dinastía Jin (265-420), ya citó lo que para él suponía el mundo ideal en su obra titulada El manantial de los melocotoneros en flor (桃花源 o Táohuāyuán).

Las formas en la que la flor del melocotón expresa el amor son únicas en la cultura china, siendo comúnmente aceptadas por todos los chinos. Según la astrología china, dependiendo del signo astrológico al que pertenece una persona que busque enamorarse, activando la energía de la flor del melocotón en la zona adecuada de sus hogares, aumentará la posibilidad de encontrar el romance en su vida.

“La flor del melocotón sonríe dulce, su capullo es el más afectuoso”. En realidad, su capullo expresa el significado de mantener pero no de apresar, siendo esta la forma en la que los chinos expresan su amor. Según una perspectiva histórica, la flor del melocotón es elegante, encantadora, tierna y bonita. En la poesía y en las canciones el autor expresa su más profundo sentimiento a través de la belleza de la flor del melocotón.

Dos golondrinas sobre una rama de melocotonero en flor. Pintura de Giuseppe Castiglione, llamado Lang Shining (郞世寧) en la corte de la dinastía Qing. Wikimedia commons, dominio público para «Xian'e Changchun Album».
Dos golondrinas sobre una rama de melocotonero en flor. Pintura de Giuseppe Castiglione, llamado Lang Shining (郞世寧) en la corte de la dinastía Qing. Wikimedia commons, dominio público para «Xian’e Changchun Album».

Muchos literatos de la antigüedad escribieron poesías metafóricas para mostrar el amor y usaron la flor del durazno en multitud de ocasiones. Así, una poesía que aparece en la obra En una casa del pueblo de Nanzhuang, escrita por Cui Hu en el periodo de la dinastía Tang (618-907), se hizo muy famosa por narrar la historia de una pareja perdidamente enamorada el uno del otro, y que dice así:

Tal día como hoy hace un año, en esta puerta
Su cara refleja las florecientes flores del melocotón
Su cara se ha ido ahora y no se sabe dónde está
La flor del melocotón sonríe como viento de primavera (1)

Esta poesía está inspirada en realidad en una historia que le ocurrió al propio poeta. Durante la fiesta de la Claridad Pura, Cui Hu visitó un pueblo fuera de la ciudad de Chang’an. De repente sintió sed y se acercó a una casa a pedir agua. Una jovencita le abrió la puerta y le dio al poeta un vaso de agua. Después de beberla, ella no pudo dejar de mirar al visitante sentado en un patio repleto de flores del melocotón.

La chica era tierna y tímida, y no le dijo nada a Cui Hu. Después de despedirse de ella, el joven sintió algo especial en su corazón. La chica era encantadora y las flores del melocotón reflejaban su belleza. Desde entonces no pudo dejar de pensar en ella y quiso volver a visitarla al año siguiente. Sin embargo, la puerta de la casa estaba cerrada, aunque las flores del melocotón del patio seguían floreciendo. Cui Hu triste escribió la citada poesía en la pared.

Tratamiento ornamental de las flores de melocotonero. Lámina de Grace Carter, 1874. Boston Public Library. Licencia de Creative Commons de la Biblioteca Pública de Boston. Wikimedia commons, dominio público para «Peach Blossoms in Art».
Tratamiento ornamental de las flores de melocotonero. Lámina de Grace Carter, 1874. Boston Public Library. Licencia de Creative Commons de la Biblioteca Pública de Boston. Wikimedia commons, dominio público para «Peach Blossoms in Art».

Cui Hu, melancólico, no paraba de sufrir, así que a los pocos regresó a la casa de la joven. Mientras llamaba a la puerta, escuchó que dentro había alguien llorando, así que empujó la puerta sin pedir permiso. La chica estaba postrada en la cama y a su lado había un anciano gimiendo. Cui Hu enseguida preguntó qué había pasado. El viejo dijo que la joven era su única hija y ella cuidaba de él con mucho cariño. Sin embargo, desde hacía un año, estaba deprimida y muy triste, con lo que cayó enferma. El hombre la llevó al médico y éste le dijo que sufría de amor.

Después de volver a casa, descubrieron la poesía que Cui Hu había escrito en la pared, su hija dio un grito y se desmayó. Desde entonces ni comía ni bebía, sólo deseaba morirse. Cui Hu le dijo sin dudarlo al viejo que él era la persona que escribió la poesía. El anciano miró a Cui Hu y pensó que su hija seguramente había entendido el significado de esa poesía y que los dos deberían ser pareja. Sin embargo, no había milagro alguno que pudiese salvar la vida de su hija y el viejo lloraba desconsolado.

Cui Hu conmovido y enamorado cogió la cabeza de la chica y se la puso en sus rodillas. Inesperadamente, su lloro despertó a la joven que me miró llena de dicha. Al final se enamoraron y se casaron felizmente.

En China, aunque las flores del melocotón significan el amor, la manera de expresarlo es diferente al de la rosa, pues nadie arranca las flores del melocotón ni las regala a su amada. Cuando dos personas se enamoran, los orientales buscan más el sentimiento romántico de un corazón unido a otro corazón, una flor sin espinas, un símbolo puro y duradero.

Nota: (1) Traducción realizada por Carmelo Elorduy. Elorduy (1984). Romancero chino. Editora Nacional, Madrid. Una interpretación más libre y actual de esa poesía sería: El año pasado visité el pueblo de Nanzhuang y pasé por una casa repleta de flores del melocotón. Una chica encantadora me recibió cariñosamente, y nos dimos muy buena impresión. Hoy estoy aquí de nuevo, su puerta está cerrada, no sé dónde está esa chica, sin embargo las flores del melocotón siguen floreciendo.

Qi Xi: El día de los enamorados chinos


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Publicado originalmente en: Revista Instituto Confucio.
Número 12. Volumen III. Mayo de 2012.

Detalle de la pintura panorámica «El festival qiming junto al río», de Zhang Zeduan, siglo XII. Foto: Wikimedia commons para «Along the River During the Qingming Festival», dominio público.

Este cuadro es un verdadero retrato de las costumbres chinas del siglo XII. Pintado por Zhang Zeduan, describe la grandiosa ocasión con motivo de la fiesta Qingming  y la vida cotidiana de los ciudadanos.

Un reportaje de
Yang Xu
杨旭 
En el año 960, Zhao Kuangyin (赵匡胤, 927-976), el gerente de la guardia del palacio imperial de la dinastía Zhou Posterior dio un golpe de Estado en Chenqiaoyi (actual Fengqiu) al norte de Kaifeng. Pasó a la historia como “El motín Chenqiao”. De este modo, la dinastía Zhou Posterior (后周, 951-960) terminó y comenzó la dinastía Song del Norte (北宋, 960-1127), designando a Kaifeng capital con el nombre de Dongjing o Bianjing. Nueve emperadores gobernaron el país desde allí. Tras 168 años de desarrollo y construcción, Kaifeng llegó a ser una ciudad próspera cuya población superaba el millón de habitantes y se convirtió en una de las metrópolis más florecientes en la esfera mundial.

 Zhang Zeduan
Detalle de la pintura panorámica «El festival qiming junto al río», de Zhang Zeduan, siglo XII. Foto: Wikimedia commons para «Along the River During the Qingming Festival», dominio público.

En la antigüedad, el canal artificial Beijing-Hangzhou pasaba por Kaifeng. Este tramo del río llamado Bianhe (汴河, Biàn hé) era la arteria del transporte fluvial que conectaba el norte y el sur de la planicie central. Cada año, se transportaban de 5 a 7 millones de dan ()(1) de cereales. A lo largo del río Bianhe había muchas lonjas que los habitantes bautizaron como el “mercado del río” (河市). Si traducimos el nombre del cuadro al chino moderno sería así: “La escena de la gente que va al mercado del río Bianhe durante la fiesta Qingming”.

Hay pocos registros históricos sobre el artista Zhang Zeduan (张择端). Sólo se sabe que era de Zhucheng, en la provincia de Shandong. Visitó Kaifeng cuando era joven y más tarde comenzó a estudiar pintura. Durante el reinado del emperador Huizong (1100-1124), de la dinastía Song, Zhang Zeduan trabajaba en la academia de arte imperial y se convirtió en pintor de la corte para Huizong. Estaba especializado en las técnicas de detallismo(2) de la pintura tradicional china para representar palacios, edificios, casas, etc. Su especialidad era pintar barcos, carruajes, tiendas, puentes, calles y ciudades. La mayoría de sus obras se perdieron. La única obra conservada hasta nuestros días es el cuadro clásico Ascendiendo al río en la fiesta Qingming.

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Detalle de la pintura panorámica «El festival qiming junto al río», de Zhang Zeduan, siglo XII. Foto: Wikimedia commons para «Along the River During the Qingming Festival», dominio público.

Dicho cuadro, que mide 25 cm. de ancho y 525 cm. de largo, refleja el transporte terrestre y fluvial de Kaifeng, la capital de la dinastía Song del Norte, como un hecho que da prosperidad al comercio y a las calles de la ciudad. El cuadro empieza con la concurrencia de barcos de grano y de gente a lo largo del río Bian. Algunos están tomando el té en las casas de té, otros practican sortilegios; unos comen en restaurantes, mientras otros compran artículos para ofrecer sacrificios durante la fiesta Qingming. En el río hay unos diez barcos, algunos van cargados de mercancías ascendiendo su curso fluvial; otros están atracados a la orilla descargando artículos. Hay un puente abovedado de madera de estructura fina que atraviesa el río, y cuya forma parece un arco iris, por eso se le conoce como “el puente Arco Iris”. Un barco espera para pasar por debajo del puente. Unos hombres impulsan el barco con cañas de bambú, y algunos lo enganchan al puente con las cañas, mientras otros sujetan el barco con cuerdas. Se observa a personas de otros barcos conversando. En esta parte aparece el famoso muelle del puente Arco Iris que es, a su vez, la parte más maravillosa del dibujo. A continuación están las calles y las majestuosas murallas de la ciudad. A ambos lados de la calle observamos hileras de edificios con casas de té, tabernas, pensiones, carnicerías, templos, yamen (sede oficial del funcionariado en la China feudal), y otros edificios. Además, había tiendas de venta de sedas, telas, joyas, inciensos, papeles, y demás. También aparecen en la pintura clínicas, talleres mecánicos o salones de belleza. Cerca de “la casa de Zhao Taicheng” hay muchas farmacias, -como “la farmacia del doctor Liu” y “la del doctor Yang”-, que se parecen a las que existen hoy en día en las calles comerciales.

 Zhang Zeduan
xDetalle de la pintura panorámica «El festival qiming junto al río», de Zhang Zeduan, siglo XII. Foto: Wikimedia commons para «Along the River During the Qingming Festival», dominio público.

Una enciclopedia en forma de cuadro

Ascendiendo al río en la fiesta Qingming no sólo es un cuadro histórico sobre costumbres, sino también se le considera una enciclopedia viva, incluso mejor que las textuales. Aunque el texto puede describir los objetos de manera precisa y delicada, su descripción no es tan buena como aquella del cuadro, como si se tratara de una fotografía real y vivida. Los eruditos en el estudio de las antiguas ciudades chinas consultan este cuadro como referencia para informarse sobre cómo era la planificación urbana, los astilleros y la construcción de puentes en aquella época. Un experto en historia de las matemáticas descubrió en el cuadro un ábaco en la farmacia de Zhao Taicheng, que estaba encima del mostrador. Si se observa con una lupa, se puede ver una traviesa que divide las bolas del ábaco en dos partes. En total hay quince columnas, casi las mismas que en el ábaco moderno. Esta es la imagen más antigua del ábaco que podemos encontrar en China hoy en día.

En el cuadro se ve una fila de clavos en una tabla de un barco grande. Por aquel entonces era la técnica de unión más avanzada en el mundo -conocida como la unión de clavos- y que se utilizaba durante la dinastía Tang (, 618-907). En dos barcos de madera desenterrados en Jiangsu en 1960 y 1973, se ha comprobado que se utilizó esta técnica, y que en la dinastía Song ya era muy popular y generalizada. Mientras tanto, en Europa, los barcos todavía utilizaban cuerdas y correas para juntar las tablas.

En Ascendiendo al río en la fiesta Qingming ya no aparecen paredes para dividir la zona de viviendas y la zona comercial en Xi’an, la capital de la dinastía Tang. El barrio residencial de Kaifeng se entremezcla e integra con los comercios. Muchas tiendas se construían a lo largo de las calles, por lo que las calles se hacían cada vez más estrechas. En la dinastía Tang se ejercía un control muy riguroso sobre los horarios de los ciudadanos que vivían en la capital. Cada día se tocaban las campanas y se abrían al mismo tiempo las puertas de cada barrio y las de la muralla, indicando a los ciudadanos que podían salir mientras, al anochecer, se tocaban los tambores y se cerraban las puertas y se prohibía a sus habitantes permanecer en las calles. Esto contrasta con la dinastía Song donde el mercado nocturno era más activo y próspero. Es por ello que la corte canceló las limitaciones horarias y más tarde surgió el mercado matutino. Kaifeng, como gran ciudad que era, empezó a destacar su función como “mercado”. Además dentro de la ciudad había mercados fijos y ferias regulares. Por ejemplo, el Templo Dexiangguo (封大相国寺) era un inmenso mercado donde se reunían para vender y comprar productos típicos de todo el país. Tenía lugar cinco veces al mes e incluía la compraventa de obras de maestros de caligrafía o pintura, libros y porcelana fina.

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Detalle de la pintura panorámica «El festival qiming junto al río», de Zhang Zeduan, siglo XII. Foto: Wikimedia commons para «Along the River During the Qingming Festival», dominio público.

En el cuadro, se aprecian muchas tiendas que utilizan letreros para atraer a los clientes. En un principio, los letreros consistían en un trozo de tela sin caracteres, más tarde, pasaron a escribir en ellas el nombre de las tiendas. Posteriormente, sustituyeron las telas por tableros de madera con inscripciones. En el cuadro, encontramos 23 carteles publicitarios, 10 banderas de publicidad, 4 pantallas de anuncios y 5 edificios decorados con telas multicolores. Las pantallas de anuncios debían de ser, sin duda alguna, el símbolo más obvio del mercado nocturno. Así, el cuadro refleja la cultura publicitaria de la ciudad de Kaifeng de aquella época.

Merece la pena destacar algunos lugares que aparecen en la obra, como una tienda de antigüedades donde también se venden obras de caligrafía y pintura. Eso indica que en la dinastía Song la costumbre de colgar o coleccionar obras de famosos calígrafos o pintores era muy popular. Observamos también dos tiendas de porcelana, una de ellas especializada en piezas artísticas. Esto es un reflejo de la prosperidad de la industria de la porcelana en la dinastía Song. Los letreros de las librerías también destacan mucho, lo que se corresponde con la época de esplendor que vivía la impresión con planchas grabadas. En el cuadro vemos pocas mujeres, lo que pone de manifiesto que en aquel entonces las mujeres todavía estaban a cargo de las tareas domésticas.

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Detalle de la pintura panorámica «El festival qiming junto al río», de Zhang Zeduan, siglo XII. Foto: Wikimedia commons para «Along the River During the Qingming Festival», dominio público.

Kaifeng, la gran metrópoli oriental

Durante la dinastía Song del Norte, para fortalecer la centralización del poder, se puso mucha atención en la construcción y la administración de Kaifeng, al mismo tiempo que se llevaron abundantes recursos de todo el país a la capital. De ahí que la magnitud y la población de Kaifeng aumentaran con mucha rapidez, convirtiéndose así en una de las ciudades más grandes del mundo a principios del siglo XII, con una población de más de un millón de habitantes. Por lo tanto, muy pronto llegó a ser el lugar más rico y el mercado de consumo de todo el país. En la ciudad se consumían más de 10.000 cerdos al día, se contaban más de 6.000 propietarios de industria y comercio y el número de millonarios era muy elevado. Durante la dinastía Song del Norte, el país se regía según leyes que establecían la rotación entre los cortesanos y los funcionarios civiles, que cambiaban cada tres años, y los militares cada cinco. Había leyes explícitas sobre el comportamiento de los funcionarios. Por ejemplo, Su Shunqin (苏舜钦), funcionario de la corte y poeta famoso, fue despedido por violar los principios de la corte, puesto que invitó a otros con dinero del yamen. La seguridad de la sociedad de Kaifeng se garantizaba mediante un sistema de administración dividido en cuatro niveles. Las patrullas y las atalayas distribuidas por toda la ciudad conformaban un paisaje espectacular. Como, en ese momento, la mayoría de los edificios de Kaifeng eran de madera y ladrillo durante los años de la dinastía Song del Norte se sucedieron decenas de incendios muy graves. Como consecuencia, se desarrollaron instalaciones muy avanzadas en el ámbito de la protección contra incendios y un riguroso sistema contra el fuego. En la zona de viviendas, cada 300 bu () (3) había un cuartel con 5 soldados encargados de la patrulla nocturna. En las tierras altas se construyeron atalayas con equipos para la protección contra incendios. En cada una de ellas residían unos 100 bomberos. Cuando ocurría un incendio, los bomberos acudían enseguida al lugar del siniestro e informaban inmediatamente a sus superiores. Además, también había reglamentos sobre aspectos como el agua potable, el drenaje de los canales y el riego de las calles. Se intuye, por lo tanto, el nivel y la magnitud del desarrollo de la administración municipal.

En ese momento, Kaifeng marcaba tendencia a lo largo y ancho del país. Había más de medio centenar de grandes lugares públicos de recreo llamados “washe”, en los que se podía cantar, bailar, tomar el té, consumir alcohol, ver espectáculos o escuchar cuentos. En Jiankang (actual Nanjing), Mingzhou (actual Ningbo) había muchos “washe”. En cada Fiesta de los Faroles se celebraban exposiciones de los típicos faroles chinos en casi todo el país. En Suzhou, durante la celebración, la ciudad se iluminaba con estos artilugios de luz. En Chengdu, se gastaban 5.000 jin () (4) de aceite en una noche. Mientras, en Wenzhou, se colgaban más de 1.000 faroles en la sede oficial. Así que a la exposición de los faroles se la consideraba como la “gala de la Fiesta de la Primavera” de la dinastía Song del Norte, y que ahora equivale al actual programa de la televisión CCTV transmitido en directo en la Nochevieja del año nuevo chino.

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Detalle de la pintura panorámica «El festival qiming junto al río», de Zhang Zeduan, siglo XII. Foto: Wikimedia commons para «Along the River During the Qingming Festival», dominio público.

Un estilo único y especial

El pintor sólo eligió una parte de la ciudad de Kaifeng para describirla, como si fuera una escena de un video. El cuadro empieza por una huerta tranquila en las afueras de Kaifeng y termina por el lugar más próspero dentro de la ciudad. El pintor tenía una alta capacidad de condensación artística y mucha fuerza de expresión. En el cuadro aparecen 814 personas, más de 60 animales, 28 barcos, unos 30 edificios, 20 carruajes, 8 palanquines y más de 170 árboles. La mayoría de los personajes en el cuadro no miden más de tres centímetros y son tan pequeños como una alubia. Sin embargo, todos tienen un aspecto único y visten diferente. La obra representa una escena magnífica y, para mantener un estilo práctico, se aplicaban plenamente las técnicas del detallismo y de xiěshí (写实, realismo).

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Detalle de la pintura panorámica «El festival qiming junto al río», de Zhang Zeduan, siglo XII. Foto: Wikimedia commons para «Along the River During the Qingming Festival», dominio público.

Significado profundo

En un principio, Ascendiendo al río en la fiesta Qingming era el tributo que entregaba Zhang Zeduan al emperador Huizong para elogiar el período de paz y prosperidad a través de las escenas florecientes de la capital Kaifeng. Mientras creaba la obra, tal vez Zhang, sentado en algún un rincón de la bulliciosa ciudad, contemplaba las personas y el mercado. Describía vívidamente con su pincel a los carpinteros, los plateros, los herreros, los pintores, los vendedores de diversos artículos y los artesanos, al considerarlos un parte más del hermoso paisaje de la calle de Kaifeng.

Algunos expertos creen que detrás de esta obra maestra se esconde otro significado. En el cuadro, no se observan guardias que vigilen el fuego en las atalayas; bajo los cuarteles hay restaurantes; no encontramos ni un soldado vigilando las puertas de Kaifeng. Es muy posible que el autor, a través del cuadro, quisiera advertir al emperador sobre los peligros ocultos y la inseguridad ciudadana. Sin embargo, Huizong se centró en las técnicas de pintura y, con los cinco caracteres que componen el título de su obra 清明上河图 (Ascendiendo al río en la fiesta Qingming), omitiera cualquier mensaje oculto.

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Detalle de la pintura panorámica «El festival qiming junto al río», de Zhang Zeduan, siglo XII. Foto: Wikimedia commons para «Along the River During the Qingming Festival», dominio público.

Hay varias versiones de la obra que nos han llegado hasta nuestros días. Sin embargo, sólo una es la original. Según los expertos la obra exhibida en el Museo del Palacio Imperial es la original de Zhang Zeduan y las otras son imitaciones.

En 1127, la dinastía Song del Norte se extinguió. Y la capital se trasladó a Hangzhou. Así comenzó la dinastía Song del Sur, y el centro político, económico y cultural se trasladó hacia el sur. A lo largo de la historia, debido a las inundaciones del río Amarillo, Kaifeng fue enterrada diez metros bajo tierra. La prosperidad de la capital antigua sólo existía en las memorias de los escritores y literatos. Gracias a la pieza Ascendiendo al río en la fiesta Qingming, los descendientes pueden ver la “verdadera cara” de las escenas florecientes de la metrópoli oriental de Kaifeng de aquel entonces. En 2010, durante la Exposición Universal de Shanghái, se exhibió con un gran despliegue de nuevas tecnologías un Ascendiendo al río en la fiesta Qingming dinámico en el cual el agua se movía y donde las personas podían andar, mostrando las escenas a través de un video de dibujos animados que duraba cuatro minutos, llevando a la vida a las personas, animales, agua, barcos y carruajes estáticos. De este modo las escenas históricas de hace mil años reaparecieron ante los ojos de las personas modernas.

Qingming, la fiesta de los familiares fallecidos

Notas:

(1) Dan, medida de capacidad para granos en la antigüedad, equivalente a unos 60 kilos.

(2) Detallismo, pintura de pinceladas finas y atención minuciosa a los detalles.

(3) Bu, una antigua medida de longitud equivalente a 1.6 metros.

(4) Jin, medida china equivalente a 0.5 kg.


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Publicado originalmente en la Revista Instituto Confucio.
Número 25. Volumen IV. 
Julio de 2014.

Fragmento de una lámina que representa el Dios de la Cocina (con halo) y su esposa. Fuente: MET. Dominio público en la web de metmuseum para «The Kitchen God».

La Fiesta Xiaonian se celebra en China una semana antes del Año nuevo chino. Este día las familias ofrecen sacrificios a Zaojun (灶君), dios de la Cocina, como los tanggua (糖瓜), dulces con forma de calabaza elaborados con azúcar de malta o los matang (麻糖), dulces de textura muy pegajosa y elaborados con sésamo y harina de arroz.

Un reportaje de
Liu Yanqin
刘艳琴
Antes de la celebración del Año Nuevo Chino, también denominado Fiesta de la Primavera o Danian (大年, literalmente, “gran año”) en el calendario lunar chino, existe en realidad otra celebración tradicional conocida como Xiaonian (小年, literalmente, “pequeño año”). La primera tiene lugar en el primer día del primer mes del calendario tradicional chino, esto es, el día de Año Nuevo (正月初一, zhēngyuè chūyī); pero la fecha de la segunda varía. En el norte de China la celebran en el vigésimo tercer día del duodécimo mes (腊月, làyuè) del citado calendario; mientras que en el sur en el vigésimo cuarto día de dicho mes.

En esta estampa, el Dios de la Cocina (con halo) y su esposa se sientan formalmente detrás de un altar. Están flanqueados por dos jóvenes que sostienen jarras marcadas como "bueno" y "malo", en las cuales arrojarán fichas por cada buena y mala acción realizada durante el año. El dístico inscrito dice: «Asciende al Cielo e informa cosas buenas; Regresa a tu palacio y otorga buena suerte». Fuente: MET. Dominio público en la web de metmuseum para «The Kitchen God».
En esta estampa, el Dios de la Cocina (con halo) y su esposa se sientan formalmente detrás de un altar. Están flanqueados por dos jóvenes que sostienen jarras marcadas como «bueno» y «malo», en las cuales arrojarán fichas por cada buena y mala acción realizada durante el año. El dístico inscrito dice: «Asciende al Cielo e informa cosas buenas; Regresa a tu palacio y otorga buena suerte». Fuente: MET. Dominio público en la web de metmuseum para «The Kitchen God».

La llamada Fiesta Xiaonian forma parte del folklore tradicional chino y representa el día en que las familias ofrecen sacrificios a Zaojun (灶君), dios de la Cocina. Conocido también como “el ancestro de la cocina” (灶王爷, Zàowángyé), es una deidad perteneciente a la mitología folklórica china a la que se rinde culto junto a los fogones.

Retrato del Emperador de Jade, una de las deidades supremas del taoísmo.
Retrato del Emperador de Jade, una de las deidades supremas del taoísmo.

Cuenta la tradición que en la noche del Xiaonian, Zaojun sube a los cielos para rendir cuentas de los buenos y malos actos de los hogares al Emperador de Jade (玉皇大帝). La ceremonia que tiene lugar en este día no es otra que la de enviar a esta deidad a los cielos (辞灶, cízào). Los ritos que esta celebración comporta son una manera de rogar a los dioses que bendigan y protejan a toda la familia en el año entrante, procurándoles felicidad, buena fortuna, paz y abundancia. En esta ceremonia, pues, se deposita el anhelo de una vida feliz y plena.

Xiaonian
Fengxia. Foto: Archivo Confuciomag.

En las cocinas chinas de antaño, todo fogón había de equiparse con un fengxia (风匣; una caja de madera junto a los fogones que hace las funciones de un fuelle). Al accionar el fengxia, se facilitaba la circulación del aire por el conducto del fogón, para que la leña se quemara de manera eficaz. Una lámina con la imagen de Zaojun debe colocarse en la pared junto a los fogones. Y los chunlian (春联; pareados que se colocan en las puertas durante el Año Nuevo) flanquean a ambos lados el conjunto: “Si en los cielos se habla de buenas acciones, reina la paz en el mundo de los mortales”, con la variación: “Si en los cielos se habla de buenas acciones, lloverá la fortuna de los palacios celestiales”.

Xiaonian
Fengxia. Foto: Archivo Confuciomag

La leyenda de Zaojun, el Dios de la Cocina

Cuenta la leyenda que Zaojun era un vástago de familia acomodada que respondía al nombre de Zhang Dan (张单), que desposó a una virtuosa mujer llamada Guo Dingxiang (郭丁香) a la que más tarde repudiaría para tomar por esposa a Li Haitang (李海棠). Esta última, de naturaleza perezosa, dilapidó al poco tiempo los bienes de la familia Zhang y causó su ruina. Sellada la desgracia de la casa por un catastrófico incendio, Li Haitang se volvió a casar, y Zhang Dan, ciego por culpa del fuego, se vio obligado a mendigar.

Zao Jun representado en la obra Mitos y Leyendas de la China, de E. T. C. Werner (1922). Imagen: Wikimedia commons, dominio público para «Zao Shen». Dibujo de Edward Theodore Chalmers Werner (1864–1954.
Zao Jun representado en la obra Mitos y Leyendas de la China, de E. T. C. Werner (1922). Imagen: Wikimedia commons, dominio público para «Zao Shen». Dibujo de Edward Theodore Chalmers Werner (1864–1954.

Un día llegó a cierta casa en la que le ofrecieron sopa y comida caliente. Mientras daba cuenta del alimento, advirtió que la mano que le daba de comer no era otra que la de Guo Dingxiang, la esposa a la que había despreciado. Vencido por la vergüenza y el remordimiento, Zhang Dan se precipitó a morir en el fuego del hogar. Compadecido por su voluntad de rectificar los errores de su existencia, el Señor de los Cielos lo convirtió en la deidad soberana de la Cocina o Zaowang (灶王), confiándole también la misión de vigilar las buenas y malas obras de los mortales para después rendirle cuentas anuales de las mismas en el cielo.

La gastronomía dulce del Xiaonian (小年)

Lo primero que se debe hacer al celebrar el Xiaonian es rendir sacrificios a esta divinidad. Para ello se deben ofrendar, preferentemente, los tanggua (糖瓜), dulces con forma de calabaza elaborados con azúcar de malta.

Tanggua (糖瓜) y matang (麻糖)

Otro dulce típico de esta festividad y que también tiene como ingrediente principal el azúcar de malta es el matang (麻糖), de textura muy pegajosa y elaborado con sésamo y harina de arroz. En el noroeste de China se conoce como xing ().  De ahí el proverbio: “al celebrar el Xiaonian, hay que comer xing”.

El significado tras esta tradición es la idea de que, cuando Zaojun coma este dulce, no podrá hablar, ya que, por su textura pegajosa, sus labios quedarán sellados, y cuando consiga hablar las palabras que salgan de su boca serán dulces y biensonantes.

Dulces matang. Foto: Archivo confuciomag.
Dulces matang. Foto: Archivo confuciomag.

La zamiantang (杂面汤)

Otra de las ofrendas que se deben hacer al dios de la Cocina es la sopa de fideos, ya que, según el proverbio: “Zhang era el apellido original del dios de la Cocina, y en su nombre cada año un bol de zamiantang debe degustar”. La zamiantang (杂面汤), es una sopa de fideos elaborados con harina de trigo, de soja o de boniato.

Sopa de fideos Zamiantang. Foto: 123Rf.
Sopa de fideos Zamiantang. Foto: 123Rf.

Huevos, incienso, alcohol y alimento para los caballos

En las ofrendas a esta deidad deben incluirse también algunos huevos para alimentar a los zorros y a las comadrejas amarillas, animales tradicionalmente considerados como sus subordinados. Junto a la costumbre de encender incienso y ofrendar alcohol, también se encuentra la tradición de proporcionar alimento a los caballos de Zaojun, que debe esparcirse desde los fogones hasta pasar el umbral de la puerta. 

Una vez se completan estos rituales, solo resta arrojar al fuego la lámina con la imagen de Zaojun y esperar al día de Año Nuevo para reemplazarla con otra. Cuando cae la noche de Año Nuevo sube a los cielos y, con la aurora del primer día, regresa dando por concluida la misión de informar a los cielos de las buenas y malas acciones de los hogares. Es, por tanto, una deidad que procura buena fortuna y bendiciones para que reine la paz en la familia. 

Ravioles chinos (‘jiǎozi’): Receta para la Fiesta Primavera


 

Publicado originalmente en: Revista Instituto Confucio.
Número 40. Volumen I. Enero de 2017.

El emperador Suzong dando la bienvenida al anterior emperador Xuanzong en el puesto de Wanxian, cerca de la capital Chang'an. Fragmento del cuadro. Museo de Shanghái. Wikimedia commons, dominio público para Tang Suzong.

Tang Suzong (711-762), el undécimo emperador de la dinastía Tang, tuvo una vida llena de legendarios acontecimientos durante los que adquirió gran poder. Para los historiadores, su tenacidad y sus logros militares frente al desprestigio de su «traición al padre», le han convertido en una figura controvertida en la historia de China.

Un reportaje de
Liu Dezeng
刘德增 
La dinastía Tang (, 618- 907) fue una de las más espléndidas de la historia de China, con un total de veintiún emperadores. El undécimo fue el emperador Suzong. Nacido bajo el nombre de Li Heng en el año 711 y fallecido en el año 762, su vida estuvo llena de legendarios acontecimientos durante los que adquirió gran poder. Salvó a la dinastía Tang de la calamidad, pero también representó un peligro que la puso en aprietos.

Emperador Suzong de Tang. Pintor chino desconocido. Wikimedia commons, dominio público para Tang Suzong.
Emperador Suzong de Tang. Pintor chino desconocido. Wikimedia commons, dominio público para Tang Suzong.

Dificultades como príncipe

Li Heng fue el tercer hijo del emperador Xuanzong, también conocido como Li Longji, y era muy estimado por su padre de niño. Xuanzong solía presumir al decir: “Este chico es diferente a los demás, algún día será el afortunado emperador de nuestra familia”.

El favoritismo que recibió en su infancia fue la base de su ascensión al trono. En el año 738 el príncipe Li Ying (segundo hijo de Xuanzong) fue engañado y conducido a la muerte. Li Heng fue entonces nombrado príncipe heredero, iniciando su complicado camino para convertirse en el “afortunado emperador”.

Emperador Suzong dando la bienvenida al anterior emperador Xuanzong en el puesto de Wanxian, cerca de la capital Chang'an. Museo de Shanghái. Wikimedia commons, dominio público para Tang Suzong.
Emperador Suzong dando la bienvenida al anterior emperador Xuanzong en el puesto de Wanxian, cerca de la capital Chang’an. Museo de Shanghái. Wikimedia commons, dominio público para Tang Suzong.

En aquella época, los ministros de la dinastía Tang tenían mucho poder y había muchas facciones diferentes que intentaban apartarlo del mando. Li Heng no disponía de mucha influencia política ni de capital alguno. Mientras los superiores deseaban averiguar las intenciones de su padre, Xuanzong, los súbditos buscaban protegerse de las posibles ofensivas de los ministros.

Li Linfu y Yang Guozhong, los ministros más importantes en aquel momento, urdían sus propias conspiraciones políticas para ayudar al príncipe. Bajo este peligroso y enrarecido ambiente palaciego, el príncipe tuvo que soportar numerosas dificultades. Pero estas complicadas circunstancias también le permitieron desarrollar un carácter paciente y, cuando tuvo que lidiar con los ministros, fue construyendo poco a poco su esfera de influencia ganándose la confianza y el apoyo de Xuanzong.

La Rebelión de An Shi (安史之乱)

Tras cumplir el príncipe 17 años, surgió en el año 755 una enorme y turbulenta situación que impulsó a Li Heng al punto más álgido de su vida, cambiando tanto su destino como el de la dinastía Tang. Este acontecimiento fue la conocida Rebelión de An Shi (安史之乱), un evento significativo que llevó al linaje Tang de la prosperidad al declive y que supuso, además, un importante punto de inflexión en la trayectoria de Li Heng.

La Rebelíón de An Shi, o An Lushan fue una de las guerras más curentas de la historia de la humanidad. Acabó con buena parte de la poblacíon de China. Imagen: Wikimedia commons, dominio publico para «An Lushan».
La Rebelíón de An Shi, o An Lushan fue una de las guerras más curentas de la historia de la humanidad. Acabó con buena parte de la poblacíon de China. Imagen: Wikimedia commons, dominio publico para «An Lushan».

En el año 756, con los rebeldes aproximándose a Chang’an (la actual Xi’an), el emperador se vio obligado a huir junto al canciller de la corte hacia el oeste hasta llegar a la capital de Shu (la actual Chengdu, capital de Sichuan). En junio, las tropas de Xuanzong que habían huido se encontraban en la estación Mawei (la actual Xingping, en la provincia de Shaanxi) cuando sucedió el llamado “Motín de Mawei”, y Xuanzong perdió por completo el control de la situación. Li Heng aprovechó la oportunidad: calmó a los soldados y manifestó a su padre que debía ir al norte a apaciguar al ejército rebelde. Xuanzong, que no tenía otra opción, aceptó la propuesta del príncipe y, desde ese momento, padre e hijo siguieron caminos diferentes.

Tras varias victorias, Li Heng consiguió un gran poder político y en el año 756, en Lingzhou, se autoproclamó emperador Suzong, relegando A SU padre a la posición de emperador emérito. 

Emperador y delfín se separan

Li Heng dirigió a sus súbditos hacia el caos del norte, plantando cara al ejército rebelde. Los ministros Tang esperaban que la dinastía continuase su posición de legitimidad y allá donde iba Li Heng todo el mundo respondía en masa. Tras alzarse con varias victorias, el heredero consiguió un gran poder político y en el año 756, en Lingzhou (la actual Lingwu, en la Región Autónoma Hui de Ningxia), se autoproclamó emperador Suzong, relegando a su padre a la posición de emperador emérito. Durante la crisis de la dinastía Tang, con el norte ocupado por los enemigos, Li Heng movilizó a civiles y militares de todo el país para frenar la rebelión armada. Defendiendo el país con pasión, consiguió revertir la situación bélica y recuperar tanto Chang’an como Luoyang, aminorando así el drama de la guerra y entrando en la historia. Pero Li Heng también ha cosechado numerosas críticas por haberse autoproclamado emperador cuando Xuanzong todavía estaba en el trono. A este acontecimiento se le ha llamado “el príncipe que traiciona al padre” (太子叛父, tàizǐ pàn fù), y se le considera una acción carente de piedad filial.

Durante la rebelión de An Lushan o An Shi, el emperador Xuanzong fue obligado a huir de la capital en Xi’an hacia la seguridad de Shu (provincia de Sichuan). El emperador se enfrentó a las tropas amotinadas que exigían la ejecución de su amante y pero fracasó en su intento de salvarla. Xuanzong observó con horror y vergüenza la ejecución de Yang Guifei y abdicó poco después. Su hijo Li Heng tomó las riendas del reino y afrontó la rebelión con el nombre de Emperador Suzong de Tang. Las dos imágenes superiores son fragmentos de una pintura que representa al sombrío séquito imperial después de la ejecución. Aunque los atuendos de las figuras son Tang, el estilo paisajístico de la pintura, con formas volumétricas detalladamente descritas y una atmósfera impregnada de niebla, sugiere una fecha de mediados del siglo XII. Imagen del MET para el emperador Xuanzong, domino público.

La triste tragedia palaciega

Después de convertirse en emperador, Li Heng centró sus esfuerzos en apaciguar las rebeliones armadas, dejando los asuntos internos de la corte en manos del eunuco Li Fuguo y la emperatriz Zhang. Esto otorgó a eunucos y concubinas imperiales una gran autoridad sobre los asuntos políticos, sentando un negativo precedente en la dinastía Tang al permitir una autocracia liderada por este tipo de personajes que suponían un gran peligro para el correcto desarrollo del gobierno. Los siete años de reinado de Li Heng no fueron precisamente felices. Por una parte debía protegerse frente al emperador emérito Xuanzong y, por otra, debía coordinar a los eunucos y a las concubinas además de sofocar las rebeliones armadas. En realidad, este “afortunado emperador” no tuvo en absoluto una vida feliz.

Li Heng  otorgó a eunucos y concubinas imperiales una gran autoridad sobre los asuntos políticos, sentando un negativo precedente en la dinastía Tang. 

Hoy en día, más de mil años después, su tenacidad en épocas de turbulencia, sus soluciones en momentos difíciles y las maniobras militares que le facilitaron el trono son dignas de elogio, pero la “traición a su padre”, junto a su indulgencia con las acciones de los eunucos y las concubinas, también le han granjeado las críticas de numerosos historiadores, y por eso se trata de un emperador bastante controvertido en la historia de China. Al visitar Ningxia es imposible olvidar a este personaje clave de su tiempo. Los méritos y deméritos del “afortunado emperador” han sido analizados y discutidos durante generaciones.

La distinguida cerámica de esmalte tricolor de la dinastía Tang


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Publicado originalmente en: Revista Instituto Confucio.
Número 37. Volumen IV. Julio de 2016.

Cuento chino de los cuatro dragones: el dragón negro, el dragón amarillo, el dragón agua y el dragón perla. Foto: 123RF.

El cuento chino de “Los Cuatro Dragones” explica el origen legendario de los cuatros grandes ríos chinos: el Heilongjian (Dragón Negro); el Huanghe (Dragón Amarillo); el Changjiang (Gran Dragón) y el Zhujiang (Dragón de la Perla).

Artículo de
Sebastián Fontana Soler
Tradicionalmente el dragón occidental es, en el mejor de los casos, aterrador, y en el peor, ridículo; sin embargo, en China, el dragón (el lóng de las tradiciones) posee características divinas y es como un ángel que fuera también león. Digamos que para los chinos el dragón no es ningún cuento chino.

La imaginación popular china vincula el dragón a las nubes, a la lluvia que los agricultores anhelan y a los grandes ríos. Así se cuenta el origen de los cuatros grandes ríos chinos en un cuento originario de la provincia de Zhejiang escrito por Liu Hanwei:

Cuento chino de los cuatro dragones, donde los dragones representan los cuatro grandes ríos chinos. En la foto, el río amarillo. Foto: 123RF.
Cuento chino de los cuatro dragones, donde los dragones representan los cuatro grandes ríos chinos. En la foto, el río amarillo. Foto: 123RF.

El cuento chino de los Cuatro Dragones

Hace muchos, muchos años, en el principio de los tiempos, no había ríos ni lagos sobre la tierra. Solo había el Mar del Este donde vivían cuatro dragones: el Gran Dragón –enamorado del agua–, el Dragón Amarillo –enamorado de la Tierra–, el Dragón Negro –el mejor volador– y el Dragón de la Perla –el dueño del fuego–.

Un día los cuatro dragones fueron volando desde el mar hasta el cielo, persiguiendo las nubes, cuando de golpe el Dragón de la Perla señaló hacia la tierra. Los otros tres dragones se reunieron a su lado, mirando entre las nubes en la dirección que el compañero señalaba.

Cuento chino de los cuatro dragones. Dragón perla en el museo de la ciudad prohibida, el palacio imperial chino. Foto: 123RF.
Cuento chino de los cuatro dragones. Dragón perla en el museo de la ciudad prohibida, el palacio imperial chino. Foto: 123RF.

Los dragones vieron muchísimas personas haciendo ofrendas extraordinarias y quemando barritas de incienso. Una anciana estaba arrodillada sobre el suelo desértico, con un niño muy delgado entre sus brazos, gritando: “dioses de los cielos, por favor envíen lluvia para que puedan sobrevivir nuestros hijos”.

Los dragones vieron que los campos de arroz estaban secos, los cultivos se habían estropeado y hasta los árboles parecían esqueletos. Se veía que no había llovido en mucho tiempo.

– ¡Mirad qué hambrientas y débiles están estas personas!- dijo el Dragón Amarillo. –Si no llueve pronto morirán.

Cuento chino de los cuatro dragones. Dragón amarillo Foto: 123RF.
Cuento chino de los cuatro dragones. Dragón amarillo Foto: 123RF.

Los otros dragones asintieron con la cabeza enmudecidos por la escena que estaban contemplando. Entonces el Gran Dragón se puso en pie y sugirió:

– ¿Por qué no le pedimos al Emperador de Jade que llueva?

Los cuatro dragones se elevaron entre las nubes volando hasta el lejano palacio celestial, residencia real del Emperador de Jade. Al todopoderoso monarca no le gustó demasiado la llegada intempestiva de los cuatro dragones y exclamó:

– ¡Cómo osáis interrumpir el trabajo tan importante que llevo entre manos! ¡Tengo que encargarme de todos los asuntos del Cielo y de la Tierra y de todo lo demás! ¡Volveos al mar que es vuestro sitio y comportaos como os corresponde!

Cuento chino de los cuatro dragones. Dragón negro Foto: 123RF.
Cuento chino de los cuatro dragones. Dragón negro Foto: 123RF.

– Pero Majestad, ¡los cultivos están secos y las personas se están muriendo de hambre!- dijo el Dragón Negro –Por favor, ¡mandadles lluvia enseguida!

– De acuerdo, volveos al mar, tranquilos que yo mañana mandaré lluvia a esa gente- dijo el rey con ganas de echar otra cabezadita.

– Muchas gracias Emperador de Jade, nos vamos más tranquilos- dijeron al unísono los cuatro dragones.

Así que volando los dragones se fueron felices de vuelta al Mar del Este. Cuando el rey se quedó solo mandó a un grupo de hadas celestiales que le cantara una linda canción y se quedó profundamente dormido.

Pasaron diez días y los dragones decidieron dar otro paseo por el Cielo a ver cómo estaban aquellas personas en la Tierra. Y se quedaron muy asombrados al ver que todavía no había caído ni una sola gota de lluvia. Los hombres estaban en una situación desesperada y más hambrientas que antes. ¡Tanto era así, que se comían hasta las hierbas y las piedras!

Cuento chino de los cuatro dragones. Gran dragón Foto: 123RF.
Cuento chino de los cuatro dragones. Gran dragón Foto: 123RF.

Los cuatro dragones se dieron cuenta enseguida de que el todopoderoso Emperador de Jade solo pensaba en su propio beneficio y no deseaba ayudar a los humanos. Así que pensaron que debían encontrar una solución ellos mismos a este acuciante problema.

Los dragones pensativos se miraron mientras observaban la vaga extensión del Mar del Este. Entonces, el Gran Dragón tuvo una excelente idea:

– ¿Acaso el mar no está lleno de agua? Debemos absorberla toda y esparcirla por el Cielo para que llueva, y así salvaremos a las personas, los cultivos y a los animales.

Los otros dragones estuvieron de acuerdo en llevar a cabo esta idea y empezaron a sobrevolar aquella región vaciando sus barrigas repletas de agua del mar. Después cien viajes llenando y vaciando sus estómagos, comenzó a llover sobre la Tierra. Las personas que estaban abajo empezaron a gritar sorprendidos y llenos de alegría:

– ¡Llueve! ¡Llueve!

Entonces, por todas partes, empezaron a brotar pequeños ríos que recorrían los campos de arroz y todos los cultivos. En ese momento, el Emperador de Jade se enfureció mucho y mandó apresar a los cuatro dragones. Cuando los tuvo delante les recriminó:

– ¿Cómo osáis hacer llover sin mi permiso? ¡Es la última vez que me desobedecéis!

Así, el Emperador de Jade llamó al Dios de la Montaña y le pidió que colocara cuatro inmensas montañas encima de los dragones, quedando, de este modo, capturados para siempre.

Sin embargo, a la ninfa Xin Jing, la Emperatriz del Coraje, no le gustó nada el castigo impuesto por el emperador y fue a hablar con él, quien no la temía.

– Tu belleza es incomparable- le dijo para embelesarla.

Pero la ninfa se mostró indiferente ante dichas palabras del emperador y le replicó:

– ¡Tu venganza será tu castigo! Mira bien esas montañas, pues no las volverás a ver así nunca más.

– ¿Qué piensas hacer? No puedes anular mi veredicto.

Era cierto, aunque no podía eliminar el veredicto real, sí que descargó todo su poder sobre las montañas, traspasándole su magia a los dragones, los cuales se convirtieron en cuatro grandes ríos: el Heilongjian (Dragón Negro), al norte, alejado y frío; el Huanghe (Dragón Amarillo), en el centro; el Changjiang (Gran Dragón), en el remoto sur; y el Zhujiang (Dragón de la Perla), ocupando el sur lejano y tropical.

Como se puede observar, en el cuento chino de los cuatro dragones existe una gran similitud con la tradición occidental en cuanto a la existencia de un personaje benefactor de las personas, en este caso representado por los cuatro dragones. Estos roban un elemento fundamental para la supervivencia de la especie humana, en este caso el agua, y se lo entregan sin el permiso del dios superior, por lo que el benefactor acaba siendo castigado a pesar de haber realizado una buena acción.

En la tradición occidental correspondería al caso del robo por parte del titán Prometeo del fuego al Dios Zeus, escrito por el dramaturgo clásico griego Esquilo (525-456 a.C.) en su obra Prometeo encadenado. Si sustituimos a Prometeo por los dragones, el fuego por el agua, y al dios Zeus por el Emperador de Jade, siendo los dragones castigados de forma que queden encerrados en cuatro grandes montañas y Prometeo encadenado a una montaña donde un águila le come el hígado permanentemente entre grandes dolores, vemos que, en realidad, tenemos el mismo tipo de mito.

Así pues, la gran diferencia con el dragón occidental –que escupe fuego, vuela, amenaza las aldeas y encarcela a princesas–, es que el dragón chino, a pesar de que en otros cuentos se utiliza como elemento para asustar a los niños, es en realidad un animal mítico divino benefactor de la Humanidad, amigo de todos y símbolo imperial chino.

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Xi’an: La muralla que rodea la ciudad de Xi’an es la mejor conservada de todas las que defendían las ciudades de China y fue construida por la dinastía Ming (1368-1644). Foto: 123RF.

Xi’an (西安), capital de la provincia noroccidental de Shaanxi, fue el histórico punto de partida de la Ruta de la Seda y la capital de varias dinastías chinas. Conocida como la cuna de la Ópera de Shaanxi, alberga el Ejército de Terracota del emperador Qin Shihuang. Se dice que si uno quiere ver la China de hace dos mil años, debe visitar Xi’an.

Reportaje de
José Vicente Castelló 
何维柯
Xi’an (西安), capital de la provincia noroccidental de Shaanxi, punto de partida de la Ruta de la Seda, es mundialmente conocida, no solo por haber sido la sede de varias dinastías chinas, si no también por el descubrimiento en sus cercanías en 1974 del enigmático Ejército de Terracota, grandioso mausoleo del emperador Qin Shihuang, lo que la ha convertido en uno de los principales destinos turísticos de China. Se dice que si uno quiere ver la China de hace dos mil años, debe visitar Xi’an.

Conocida en la antigüedad como Fenghao (丰镐), Daxing (大兴), Fengyuan (奉元), Anxi (安西), Jingzhao (京兆), Chang’an (长安, la Ciudad Eterna) y Xijing (西京), según la época, es además una de las cunas de la civilización china al estar situada en las proximidades de la llanura del Río Amarillo (黄河) y cuenta con una historia de más de tres mil años, de los cuales durante mil cien fue la capital de trece dinastías, entre las que se encuentran la Sui (581-618) y Tang (618-907).

Antiguo campanario de la ciudad de Xi´an. Foto: 123RF.
Antiguo campanario de la ciudad de Xi´an. Foto: 123RF.

Según los restos arqueológicos, el llamado Hombre de Lantian –descubierto en 1963 en el condado del mismo nombre– ya habitaba estas tierras hace 800.000 años y era capaz de emplear y fabricar utensilios propios de la vida diaria, aunque los restos encontrados de una civilización más avanzada datan de hace unos seis mil años. Fue durante la dinastía Qin (221-207 a.C.) cuando se convirtió en la capital del país unificado. Para hacernos una idea de la importancia de esta urbe en su época, durante la dinastía Han (206 a.C.-220 d.C.) Chang’an tenía una población tres veces superior a la de Roma en el mismo periodo; y durante la dinastía Tang era la ciudad más grande y cosmopolita de todo el mundo, superando ampliamente los dos millones de habitantes, debido a que era el punto final y de partida de la Ruta de la Seda, unión transcontinental entre Oriente y Occidente.

La Puerta Yongningmen está situada al sur de la muralla que rodea la ciudad. Foto: 123RF.
Vista trasera de la Puerta Yongningmen, que está situada al sur de la muralla que rodea la ciudad. Foto: 123RF.

Esta condición hizo que Xi’an, situada en la llanura fértil de Guanzhong creada por la confluencia de ocho ríos y las montañas de Qinling y Hua, fuera crisol único de culturas, religiones, mercaderías y civilizaciones, lo que todavía se puede admirar entre sus callejuelas, mercados, barrios chino y musulmán y lugares históricos de gran valor. Todo ello preservado entre los gruesos muros de piedra de una de las mayores capitales del viejo mundo que continúan en plena actividad.

De hecho, Xi’an cuenta actualmente con una población superior a los ocho millones de habitantes y está experimentando un crecimiento urbanístico espectacular, lo que la convierte en la mayor urbe del noroeste de China y en la cuarta en importancia del país. Aunque el 99 por ciento de sus habitantes pertenecen a la mayoría han, viven en ella unos 60.000 musulmanes de la minoría hui que conservan sus tradiciones, religión, idioma y cultura. Aunque todos hablan la lengua china, el dialecto de Shaanxi (陕西话), posee una fuerte influencia del mandarín estándar, a pesar de conservar mucha gramática y pronunciación del chino clásico.

Pagoda del ganso salvaje gigante en Xi´an. Foto: 123RF.
Pagoda del ganso salvaje gigante en Xi´an. Foto: 123RF.

El legado que conserva Xi’an heredado de su pasado no es poco y posee siete estilos arquitectónicos derivados de los reinos que sus calles y edificios han presenciado. Además del mencionado Ejército de Terracota (uno de los lugares más visitados de toda China después de la Gran Muralla y la Ciudad Prohibida de Beijing) y del Mausoleo de Qin Shihuang, dentro de la propia ciudad se encuentran 23 monumentos declarados Patrimonio Nacional Protegido, entre los que se incluyen las puertas de la ciudad antigua, más de cuatro mil mausoleos, palacios, la Gran Mezquita de corte arquitectónico chino, templos budistas (destacan las pagodas de la Oca Mayor y de la Oca Menor), monasterios, la Torre de la Campana (centro geográfico de la ciudad) y la Torre del Tambor. Para comprender mejor su bagaje histórico, vale la pena una visita detenida al Museo de Historia de Shaanxi y para admirar su legado cultural, nada mejor que pasear por la calle de la artesanía y de los anticuarios.

Plaza de la pagoda de Xi'an, en la provincia de Shaanxi. Foto: 123RF.
Plaza de la pagoda de Xi’an, en la provincia de Shaanxi. Foto: 123RF.

Su gastronomía, resumen de las dinastías que ha conocido esta tierra, es igualmente famosa. Debido a su posición geográfica, entre el norte y el sur del país, adopta ambas tendencias y técnicas de preparado, pero aporta ese toque de sal, vinagre, pimiento y ajo que hacen que los guisos se enriquezcan de una fragancia agripicante. Ente los platos más destacados encontramos la Sopa de cordero con pan (羊肉泡馍 o yángròu pàomó), la pasta en todas sus formas y variedades, y los diversos ravioles rellenos de múltiples ingredientes –hasta 120 tipos distintos–. Además, en el mercado musulmán existe una gran variedad de tapas que harán las delicias de todo viajero ávido por probar texturas nuevas, incluidos dulces de miel y frutos secos.

Aperitivos en Xi'an, provincia de Shaanxi. Foto: 123RF.
Aperitivos en Xi’an, provincia de Shaanxi. Foto: 123RF.

La Ópera de Shaanxi, denominada Qínqiāng (秦腔, Canto al estilo Qin) o Luàntán (乱弹), es el drama de su género más viejo y extenso de los cuatro tipos principales que ópera china, y anterior a la famosa Ópera de Beijing. Se caracteriza por su connotación folclórica, sus historias de gente común, sus letras sencillas, el espectacular maquillaje facial, las delicadas posturas, los personajes –se cuentan hasta trece: cuatro Shēng (), seis Dàn (), dos Jìng () y un Chǒu ()– y su música variada interpretada por el bāngzi (梆子), instrumento de percusión que consiste en dos maderas de diferente longitud y que también da nombre a este tipo de ópera. En cualquier caso, siempre suponen un elemento musical indispensable para crear un ambiente festivo y único.

Cualquier viajero que desee conocer en profundidad China hace una parada en Xi’an y todos los grandes turoperadores incluyen esta ciudad dentro de sus rutas turísticas por el gigante asiático, aunque muy poca gente sabe que esta interesante urbe milenaria está hermanada con Córdoba (Argentina) y con Cuzco (Perú).

Shaanxi: Cuna de la civilización china


 

Zhejiang o la seda: Pabellón en el lago del Oeste de Hangzhou. Foto: 123Rf.

La provincia de Zhejiang (浙江, Zhèjiāng) es conocida por la gran cantidad de tesoros culturales y naturales que alberga, como el lago del Oeste de Hangzhou, las impresionantes terrazas de arroz de Yunhe, la ópera Yue, el té de Longjing o su exquisita seda. Es en esta provincia donde llega a su fin el Gran Canal que recorre el trayecto de Beijing a Hangzhou.

Un reportaje de
Carolina Navarro Plata
罗悦柔
El nombre de la provincia de Zhejiang  proviene del principal río que la atraviesa, Qiantang, también conocido como Zhejiang (lit. “río serpenteante”). La provincia se abrevia como “Zhe”. Ubicada en la costa sureste de China, al sur del delta del río Yangtsé, limita al norte con Jiangsu, Shanghái al noreste, Anhui al oeste, Jiangxi al suroeste y Fujian al sur; y al este la baña el mar de la China Oriental.

Zhejiang o la seda: plantación de té de Longjing. Foto: 123Rf.
Zhejiang o la seda: plantación de té de Longjing. Foto: 123Rf.

Su orografía se ha convertido en los últimos años en un gran reclamo para el turismo. En gran medida, esta fama se debe al río Qiantang, el mayor de la provincia, que la recorre de oeste a este. Al desembocar en el mar de la China Oriental se produce un fenómeno llamado macareo, que consiste en la formación de olas gigantes, de hasta 15 m de altura, que se adentran río arriba y que llegan a alcanzar velocidades máximas de 40 km/h. Este espectacular fenómeno, conocido comúnmente como la “ola gigante del río Qiantang”, suele suceder durante los meses de septiembre y octubre.

Zhejiang goza de un clima húmedo subtropical que presenta diferencias entre la costa y el interior. Con cuatro estaciones bien diferenciadas, la mejor época para visitar la provincia es a principios de la primavera, cuando la temporada de lluvias aún no ha comenzado, o a mediados de otoño, cuando la época de tifones ya ha terminado.

Zhejiang o la seda: Skyine de Hangzhou. Foto: 123Rf.
Zhejiang o la seda: Skyine de Hangzhou. Foto: 123Rf.

Hangzhou, la capital del té

Con 55.900.000 habitantes (est. 2016) y una extensión de 105.500 km2 (un 1.1% del total del país), es una de las provincias con mayor densidad poblacional de China. Económicamente, y gracias a su ubicación clave y a los recursos de los que dispone, ha sido desde la antigüedad una de las zonas más prósperas del país. El Gran Canal de Beijing-Hangzhou imprimió un fuerte impulso económico sin precedentes para la costa este del país, ya que facilitó el transporte de mercancías entre el norte y el sur y el este y el oeste, al unir a los cuatro mayores ríos de China. El desarrollo económico de la provincia se refleja en sus habitantes, famosos por tener un espíritu emprendedor y un carácter fuerte. El condado de Qingtian y la ciudad-prefectura de Wenzhou son ejemplo de este espíritu que ha buscado fortuna fuera de las fronteras de China desde hace más de 300 años.

Hangzhou (杭州), la capital de Zhejiang, está situada en el norte de la provincia, en el curso bajo del río Qiantang. Es una de las siete capitales históricas de China, pues lo fue de la dinastía Song Meridional. Sus calles rezuman historia, cultura, elegancia y, a la vez, modernidad. Hangzhou es famosa por ser una de las ciudades más lindas del país. Se cuenta que Marco Polo la describió como la “más bella ciudad del mundo”, y esa belleza se debe, en gran medida, al lago del Oeste, que ha servido como fuente de inspiración para poetas y artistas de diferentes épocas.

Este lago se encuentra, como su propio nombre indica, al oeste de la ciudad y está bordeado por montañas en tres costados y por la ciudad al este. Esta situación supone un pulmón natural para la ciudad, además de contar con una gran cantidad de construcciones históricas como pagodas, templos, pabellones y jardines clásicos, que fueron construidos para realzar aún más su espectacular belleza.

La isla de los tres estanques que reflejan la luna

El lago del Oeste forma parte desde 2011 de la lista del Patrimonio Mundial de la Humanidad por la UNESCO. Cualquier época del año es buena para apreciar su belleza pero, si se visita en otoño, se podrá disfrutar de la fragancia que desprende la flor del osmanto, elegida en 1984 como la flor símbolo de la ciudad.

Zhejiang o la seda: El lago del Oeste de Hangzhou, de noche. Foto: 123Rf.
Zhejiang o la seda: El lago del Oeste de Hangzhou, de noche. Foto: 123Rf.

En los alrededores del lago hay dos lugares de obligada visita: el Museo Nacional de la Seda y el Museo Nacional del Té. Este último, único en China, fue inaugurado en 1991 y muestra un recorrido por la historia de esta planta y de su desarrollo. Aquí es posible, además, experimentar la “ceremonia del té” y transportarnos en el tiempo hasta la China antigua. Este museo cuenta con una ubicación excepcional porque está rodeado de plantaciones de té.

A menos de 2 km del museo se encuentra Longjing, el lugar donde se originó y se cultiva todavía la infusión del mismo nombre, uno de los tés verdes más famosos de China. Se pueden visitar las plantaciones y degustar una taza del milenario té en un entorno natural espectacular. Aquellos que lo deseen también pueden iniciarse en el mundo de la recolección del té.

Zhejiang o la seda: torre Leifeng en el lago del Oeste Foto: 123Rf.
Zhejiang o la seda: torre Leifeng en el lago del Oeste Foto: 123Rf.

No se debería dejar de visitar la antigua calle Qinghefang, al este del lago, para imaginar cómo era antiguamente la ciudad. Durante siglos, esta zona fue su centro político, comercial y cultural. Hoy en día aún se conservan algunos de los comercios centenarios, como la farmacia Huqin Yutang, convertida ahora en Museo de la Medicina Tradicional China.

Al sureste de la ciudad se encuentra la pagoda Liuhe, construida en el año 970, de forma octagonal y con 60 m de altura. Una de las curiosidades de esta construcción es que, desde fuera, parece tener 13 plantas pero dentro solo tiene 7. Cuando se construyó hacía las funciones de faro al situarse junto al río Qiantang. Antiguamente, los habitantes de Hangzhou subían al punto más alto de la pagoda para observar el espectáculo natural de la “ola gigante del río Qiantang”.

Ciudades con historia

La ciudad histórica de Ningbo, conocida hoy en día por su prosperidad económica y su puerto comercial, se asienta en el noreste de la provincia. A pocos kilómetros de la ciudad se halló en 1973 el yacimiento arqueológico de la cultura Hemudu, perteneciente al Neolítico. Entre las atracciones turísticas de la ciudad destacan la pagoda Tianfeng, la torre del Tambor y la biblioteca Tianyige. Esta última es la más antigua que se conserva en China, construida en 1516 por el oficial de la dinastía Ming, Fan Qin. Desde Ningbo se puede visitar en ferri la famosa isla del monte Putuo, una de las cuatro montañas sagradas del budismo chino.

Shaoxing, situada entre Hangzhou y Ningbo, es una de las ciudades más antiguas y bellas de la provincia. Esta urbe es famosa por haber visto nacer a personajes tan notables como el mítico Yu el Grande o el célebre escritor Lu Xun. Llama la atención a los visitantes la cantidad de edificios dedicados a este último, como el pabellón conmemorativo, su antigua residencia o su biblioteca. De entre los miles de puentes que cruzan los numerosos canales de la ciudad, merece especial atención el Bazi Qiao (puente del carácter de ocho), construido en el siglo XIII y que todavía continúa en uso. Además de por su arquitectura y sus personajes famosos, este lugar es famoso por dar nombre al vino de Shaoxing.

Naturaleza por descubrir

Con un 70% de su superficie cubierta por montañas, y con más 3.000 islas, Zhejiang es un lugar ideal para disfrutar de la naturaleza. Mogan Shan (Monte Mogan), a  60 km de la capital es, con sus bosques de bambú y sus aguas de color turquesa, un lugar ideal para escapar del ajetreo de la ciudad y del calor sofocante en verano. Sus montañas esconden casas de estilo europeo de principios del siglo XX, que dotan a este enclave de un toque misterioso. Es imprescindible degustar la gastronomía típica de la zona, donde el bambú es el rey de la mesa.

El área de las montañas Yandang, designada Geoparque Global de la UNESCO en 2005, está situada en el condado de Yueqing, en el sureste de la provincia. Este geoparque, de origen volcánico, destaca por la belleza de sus cascadas, cuevas y cumbres. Se dice que ha inspirado más de 5.000 poemas.

Las terrazas de arroz de Yunhe (lit. “nubes tranquilas”), en el suroeste de la provincia, son uno de los grandes atractivos de Zhejiang. Aquí los campesinos plantan arroz desde hace más de mil años. Las montañas llegan hasta los 1.400 m sobre el nivel del mar y algunas llegan a estar divididas en 700 niveles. Este se ha convertido en un paraíso para los amantes de la fotografía.

Folclore y seda

La ópera Yue surgió a principios del siglo XX en Zhejiang, aunque se popularizó en la década de los años 30 del siglo pasado en Shanghái. Se caracteriza por su elegancia y suavidad. Los temas que trata suelen estar relacionados con la vida cotidiana y las historias de amor. Aunque cuando surgió la ópera Yue solo actuaban hombres, en los años 20 del siglo pasado, se crearon grupos compuestos solo por mujeres. Esta ópera alcanzó la fama a nivel mundial en 1954, cuando se proyectó la película de ópera Yue Liang Shanbo y Zhu Yingtai basada en la leyenda de los Amantes Mariposa.

La seda ha sido desde hace siglos uno de los tesoros y motores económicos de Zhejiang. Restos arqueológicos encontrados en la provincia pertenecientes a la cultura Liangzhu (3400-2250 a.C.) demuestran que ya entonces los habitantes se dedicaban a la sericultura. Fue durante la dinastía Song cuando la producción de seda en Hangzhou vivió su época dorada.

Zhejiang
Té de Longjing. Foto: 123RF.

Gastronomía Zhe

La gastronomía de Zhejiang pertenece a una de las ocho escuelas más representativas de China, y se subdivide en tres ramas principales: Hangzhou, Ningbo y Shaoxing. Se caracteriza por preservar la frescura y el sabor original de los alimentos, para lo que se sirve de una gran variedad de métodos culinarios, entre los que destacan el salteado y la cocción al vapor. Los ingredientes estrella son el marisco, el pescado y las verduras de temporada. La delicada presentación de sus platos es clave para conseguir la elegancia por la que se caracteriza esta escuela.

Entre sus recetas destacan las gambas con té de Longjing, la anguila estofada, la carpa del lago del Oeste en salsa de vinagre, el lomo salteado con bambú o los rollitos de tofu frito.

 

Revista instituto Confucio 29

Publicado originalmente en: Revista Instituto Confucio.
Número 45 Volumen XI. Noviembre de 2017


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