Té chino variedad Maofeng. Foto: 123RF.

El té chino fue el origen de una bebida que se ha extendido por todo el mundo, ya que la exportación de la planta de té (Camellia sinensis) se inició hace más de 2000 años. En China el té ha desarrollado su propia cultura y es habitual ofrecer una taza a los invitados como muestra de cortesía y respeto.

Té chino: recogiendo té en el municipio de Hangzhou, provincia de Zeijiang. Foto: 123RF.
Té chino: recogiendo té en el municipio de Hangzhou, provincia de Zeijiang. Foto: 123RF.

Artículo de
Sun Hongwei
Instituto Confucio de la Universitat de València
孙洪威
Sin lugar a dudas, el té es una de las tres bebidas más importantes del mundo junto con el café y el cacao. La gran afición que muestra el pueblo chino por el té justifica el papel imprescindible que desempeña esta infusión en la vida cotidiana. Un buen reflejo de esta costumbre es el habitual ofrecimiento de una taza de té chino a los invitados como muestra de cortesía y respeto. Razón por la cual el té ya no se considera simplemente una bebida, sino que ha desarrollado su propia cultura.

China, origen de la planta de té (Camellia sinensis), fue el primer país en desarrollar a partir de este arbusto una bebida. Hace miles de años se localizaron plantas de té en diversas provincias chinas sureñas, tales como Yunnan, Guizhou o Sichuan.  Allí todavía se conserva la tradición milenaria de elaborar los brotes u hojas de té. Otros países, en los que también se cultiva esta planta, han introducido de manera directa o indirecta las semillas o brotes desde China. También han copiado las técnicas de recortar y elaborar sus hojas, a fin de desarrollar su propia producción de hojas de té.

Estatua de Lu Yu, en la Plantación de la Fuente del Dragón, en Meijiawu, Hangzhou. Foto: Wikipedia
Estatua de Lu Yu, el «Sabio del té», en la Plantación de la Fuente del Dragón, en Meijiawu, Hangzhou. Foto: Wikipedia

La popularización del té

Existe una variedad de denominaciones para esta bebida, tales como míng () o chá (), la más usada. El caracter chino apareció por primera vez en el manual de medicina china titulado El libro de las hierbas de Shennong. Pero, ¿a partir de qué momento se convirtió el té chino en una bebida popular?

Durante la dinastía Zhou del Oeste (1027-771 a.C.), el té se utilizaba exclusivamente como ofrenda. Fue en el Periodo Primavera y Otoño (770-403 a.C.), cuando los brotes frescos se consideraron como un tipo de verdura. Más tarde, en el periodo de los Estados Combatientes (403-221 a.C.) se convirtió en una planta medicinal usada como infusión tras hervirse. Posteriormente, durante la dinastía Han del Oeste (206-25 a.C.), el té constituyó una de las mercancías principales en el comercio.

Durante un periodo de más de 300 años, época de la popularización y consolidación del budismo en China desde los Tres Reinos hasta las dinastías meridionales y septentrionales, el cultivo de té se generalizó sobre todo en los valles cercanos a los templos budistas, ya que esta bebida aliviaba el sueño que surge en las meditaciones.

Así, esta religión favoreció la difusión del té chino y, asimismo, esta planta contribuyó paralelamente a la consolidación del budismo, formando una combinación perfecta entre té y meditación. Sin embargo, esta bebida no tuvo una buena acogida entre la población no monástica hasta la dinastía Tang (618-907).

El libro del té, escrito por Lu Yu, es un tratado sobre su cultivo y preparación que le ha hecho pasar a la historia como «El Sabio del Té». Foto: Wikipedia.
El libro del té, escrito por Lu Yu, es un tratado sobre su cultivo y preparación que le ha hecho pasar a la historia como «El Sabio del Té». Foto: Wikipedia.

 

Exportación del té desde China

Pero, ¿cómo empezó la exportación y la difusión del té chino hacia los mercados extranjeros? Según se cree, la historia de la exportación del té se remonta a hace más de dos mil años. La introducción de las hojas de té en los países vecinos de China empezó durante las dinastías meridionales y septentrionales del siglo V. Más tarde, en el siglo IX, unos monjes japoneses llevaron semillas de té a su país, donde tuvo una buena acogida. En el siglo X los comerciantes mongoles llevaron té seco en forma de ladrillos hasta Asia Central pasando por la llanura de Siberia.

Esta planta se extendió también hasta los países del Asia Sudoriental y del sur de África. Esto fue gracias a los viajes que se le atribuyen a Zheng He, el navegante más importante de la dinastía Ming (1368-1644).

El siglo XVIII

Hacia el año 1610, los holandeses llevaron esta bebida china por primera vez a Europa Occidental. Hacia 1650, el té chino llegó a Europa Oriental y, desde ahí, al continente americano. A comienzos del siglo XVIII, la costumbre de tomar té negro considerada una moda entre los nobles chinos, se popularizó en el territorio inglés. Así, regalar hojas de té se convirtió en una práctica habitual (y cara) entre la clase superior de la sociedad.

La famosa Compañía Británica de las Indias Orientales logró muchos beneficios a través de su comercio de té a gran escala a partir del siglo XVIII. En la actualidad, la mayoría de las palabras que hacen referencia a esta bebida en distintos idiomas tienen su origen en el idioma chino, como el “chá” portugués, que proviene de la palabra chá del dialecto cantonés.

Paisaje del té en el municipio de Hangzhou, provincia de Zeijiang. Foto: 123RF.
Paisaje del té en el municipio de Hangzhou, provincia de Zeijiang. Foto: 123RF.

El té en China

Lu Yu fue el experto de mayor prestigio en el estudio del té chino. Logró ser reconocido como “El Sabio del Té” por su trabajo realizado para elaborar la obra titulada El libro del té. En este tratado, el autor muestra de manera exhaustiva la experiencia recogida sobre aspectos tales como el cultivo, la elaboración y la evaluación de esta bebida china y sus clases.

¿Cuál es el origen de la costumbre china de tomar té? Esta tradición se remonta a la dinastía Tang (618-907), época en la que esta bebida entró a formar parte de la vida cotidiana de los chinos. Al principio se añadían diferentes ingredientes, como sésamo, sal, pipas u otras especias que daban un sabor característico a la infusión, pero Lu Yu propuso no agregar ningún elemento para degustar el sabor auténtico del té chino.

Antiguamente, sólo se tomaba té para apagar la sed y la manera de elaborar la infusión consistía en cocer las hojas. No obstante, la mayor evolución se dio durante las dinastías Tang y Song (960-1279), cuando la gente aprendió a apreciar el sabor del té, sus cualidades y lo convirtió en un arte, una cultura.

A medida que el té chino se iba divulgando e iba siendo aceptada por la gente, numerosos eruditos e intelectuales plantearon uno tras otro sus opiniones sobre el té. Bai Juyi, Li Bai, Ouyang Xiu o Su Dongpo, además de ser grandes aficionados a esta bebida elaboraron obras acerca de ella. Estos famosos versos muestran el importante papel que desempañó esta infusión en China:

“Como el emperador tiene ganas de probar el té, las otras hierbas no se atreven a adelantar su florecimiento”.

Dinastía Yuan

a En la dinastía Yuan (1279-1368), el té chino se preparaba cociendo los brotes y las hojas frescas en cazuelas. Pero en durante dinastía Ming se produjo un cambio fundamental con una nueva forma de prepararlo añadiéndole agua hervida. Aparte del té verde tostado, que era la bebida principal, el té de flores también tuvo una buena aceptación.

Dinastía Qing

Durante la dinastía Qing (1644-1911), ya había casas de té por todas partes, tanto en las ciudades como en los pueblos pequeños. Ello reflejaba la costumbre de tomar té entre todas las clases de la sociedad, ya fueran funcionarios o intelectuales. La aparición de un conjunto de tés populares, como el té blanco, junto con las invenciones del té negro y el té Wulong, que tienen un grado de oxidación sustancial o medio, desarrollaron en gran medida el té tradicional, clasificándolo en seis tipos principales de té chino según su elaboración:

  • té verde
  • té negro
  • té de flores
  • té blanco
  • té wulong
  • té seco

Su sabor varía conforme a los diferentes métodos utilizados en el procesamiento. Por ejemplo, el té negro suele ser más fuerte, mientras que el aroma y el sabor del té verde son más suaves. Por su parte, el té de flores desprende un aroma característico a primavera.

Entre las variedades más populares encontramos el té Longjin (Pozo del Dragón), proveniente de la Provincia de Zhejiang; el té Biluochun de Taihu; el té Wulong de la Provincia de Fujian; el té de jazmín de Pekín; el té negro Qimen de la provincia de Anhui y el té Maofeng de la Montaña Amarilla.

Preparación tradicional campesina del té de longjing. Foto: 123RF.
Té chino: preparación tradicional campesina del té de longjing. Foto: 123RF.

Normalmente los chinos no echan azúcar al té. No les importa que tenga un sabor fuerte y siguen una serie de rituales a la hora de prepararlo. Por ejemplo, nunca se hace el té chino con el agua recién hervida, sino por debajo del punto de ebullición (entre 70 y 80 grados). Eso sirve para mantener su sabor y su color auténtico sin perder los valores nutritivos que tiene.

Las funciones que tiene el té son bien conocidas en todo el mundo. No sólo ayuda en la digestión, sino que también sirve como estimulante. Mejora la vista, alivia los efectos del tabaco y del alcohol y es anticancerígeno. De acuerdo con recientes investigaciones, loa química que contiene el té incluyen más de 450 compuestos orgánicos diferentes y 15 tipos de minerales. Por esta razón, está muy relacionado con la salud, debido a sus valores nutritivos y medicinales.

El té también es eficaz tras una comida pesada o para aliviar la sensación de angustia. Así que también desempeña un papel importante para animando, estimulando y alegrando a la gente.

Cuando sostienes una taza de té de jazmín, mirando el vapor y sobre todo aspirando su aroma, te encuentras en una tranquilidad absoluta. Y sigues sin darte cuenta de la relajación que te ha brindado el té chino. Vivir la vida se parece mucho a tomar té, cuyo sabor supone un conjunto dulce y amargo al mismo tiempo. Igual que cada uno tiene su propia forma de tomar el té, sólo es uno mismo quien puede experimentar la vida que le espera.

En resumen, el té chino merecería ser reconocido como la bebida de la paz del siglo XXI.

Distintas variedades del té chino

Xihu Longjin (Pozo del Dragón). Foto: 123RF.
Xihu Longjin (Pozo del Dragón). Foto: 123RF.

Xihu Longjin (Pozo del Dragón)

Este té verde originario del pueblo llamado Longjin, a las afueras de Hangzhou, en la provincia sureña de Zhejiang, destaca por su color, aroma, sabor y apariencia. También el agua con la que se elabora supone una condición fundamental que afecta a la calidad del té. Así, una combinación perfecta sería el té Longjin con el agua de Hupao (Pozo del Tigre Corredor).

Te chino biluochun. Foto: 123RF.
Te chino biluochun. Foto: 123RF.

Biluochun

Es el té proveniente de la montaña Dongting, que está situada cerca del lago Tai de Wuxian, en la provincia de Jiangsu. El té Biluochun tiene un color verde fresco y una forma parecida a la de los caracoles (de ahí el origen de su nombre). Una vez se ha vertido el agua hervida, las hojas de té se extienden como nubes en la taza, con un aroma ligero que se propaga rápidamente.

Té Guanyin de Anxi. Foto: Wikipedia.
Té Guanyin de Anxi. Foto: Wikipedia.

Té Guanyin de Anxi

Se trata de una variedad proveniente de Anxi, al sur de la provincia de Fujian. Pertenece a la familia del té Wulong. Su olor también recuerda al de las orquídeas, pero su sabor es más fuerte. Su elaboración requiere un tipo específico de tetera y se debe seguir un orden para tomarlo: primero hay que aspirar su aroma y después beber el líquido. La variedad Wulong tiene funciones especiales para mejorar la salud y propiedades cosméticas muy apreciadas.

té chino maofeng. Foto: Wikipedia.
té chino maofeng. Foto: Wikipedia.

Maofeng

Tiene su origen en la Montaña Amarilla de la provincia de Anhui. Posee una forma fina y aplastada como la lengua de los pájaros. El olor de este té recuerda al de las orquídeas y su sabor es dulce.

Té blanco de aguja plateada. Foto: Wikipedia.
Té blanco de aguja plateada. Foto: Wikipedia.

Té blanco de aguja plateada

Producido en el norte de Fujian, destaca por su color plateado y su apariencia fina y larga, como la de una aguja.

Té Pu’er. Foto: Wikipedia.
Té Pu’er. Foto: Wikipedia.

Té Pu’er

Tiene su origen en Xishuanbanna, en la provincia de Yunnan. Esta bebida está considerada como un producto medicinal y destaca por sus valores particulares de aroma y sabor.


Revista Instituto Confucio 8

Publicado originalmente en: Revista Instituto Confucio.
Número 8. Volumen V. Septiembre de 2011.

El busto de Li Shizhen en un sello de 1866. Foto: Wikimedia, escaneada por chinau.com (y http://old-www.chinau.com.cn/stampnew/1553428764102.html)

Li Shizhen (1518-1593) fue el médico más famoso de la dinastía Ming. Extendió los conocimientos de la medicina china y fue un consumado escritor.  Su monumental Bencao Gangmu (本草纲目) o Compendio de materia médica consta de 52 volúmenes. Esta obra recoge más de 11.000 descripciones de tratamientos de la medicina china tradicional.

Reportaje de
Mu Xiuwen 
牟秀文
La medicina china tradicional es uno de los hechos diferenciadores más importantes de la cultura china. Su origen se puede encontrar en la época de los míticos emperadores Yan y Huang. Su desarrollo ha sido constante. Li Shizhen (李时珍) dedicó el esfuerzo de toda una vida a escribir el Compendio de materia médica (本草纲目, Běncǎo gāngmù), una de las obras más brillantes que existen. Se ganó el  apodo de “sabio doctor de la dinastía Ming”,

Li Shizhen (1518-1593), nacido en Qichun (Hubei), fue el médico más famoso de la dinastía Ming (, 1368-1644). No solo fue un brillante experto en medicina, sino también un literato que escribió muchas obras, como por ejemplo: Un examen de los ocho meridianos extra (奇经八脉考) o Un estudio del pulso (濒湖脉学).

Estatua de Li Shizen en la «Hunan International Economics University». Foto: Wikimedia commons, dominio público.
Estatua de Li Shizen en la «Hunan International Economics University». Foto: Wikimedia commons, dominio público.

El gran clásico de la medicina china y oriental

Li Shizhen alcanzó fama en el mundo de la medicina china gracias a su obra Compendio de materia médica. Este tratado lo dio a conocer tanto fuera como dentro de China. Tras su publicación, la obra se difundió con rapidez. A día de hoy se ha traducido al inglés, alemán, francés y japonés, entre otros. Tiene el reconocimiento mundial como “gran clásico de la medicina de Oriente”.

Para completar esta monumental obra, Li Shizhen viajó por tierra y mar con una cesta de bambú y zapatos de paja. Atravesó montañas y dejó su huella en Hubei, Jiangsu, Anhui, Jiangxi, Henan, Hebei y otros territorios. Recorrió miles de kilómetros recogiendo hierbas medicinales, visitando a doctores, escuchando las experiencias y consultando cientos de  obras sobre medicina durante veintisiete años.

Li Shizhen, El sabio doctor de la dinastía Ming: reproducción del Bencao Gangmu (本草纲目 "Compendio de Materia Médica"). Foto: Wikipedia.
Reproducción del Bencao Gangmu (本草纲目 «Compendio de Materia Médica»). Foto: Wikimedia commons, dominio público.

El Bencao Gangmu (本草纲目), el gran compendio de medicina china tradicional

Su Compendio está dividido en 52 volúmenes y tiene un total de aproximadamente 1.900.000 caracteres. El libro reúne un total de 1.892 remedios medicinales, de los cuales 1.195 son herbarios. Registra un total de 11.096 descripciones de tratamientos y ofrece 1.160 detalladas ilustraciones de todo tipo de plantas. Li Shizhen consultó las obras médicas de dinastías anteriores a su tiempo, extrayendo la información más importante. También desechó lo innecesario, completó lo insuficiente e hizo importantes descubrimientos que desembocaron en históricos avances.

Página del Bencao Gangmu.
Las ilustraciones en la primera edición del Bencao Gangmu se atribuyen a su hijo Li Jianyuan. De izquierda a derecha y de arriba a abajo: Gouju (naranja trifoliada). Suanzao (dátil espinoso). Shanzhuyu (cornalina). Zhizi (jazmín del cabo. Gardenia jasminoides Ellis). Ruihe (Prinsepia uniflora Batal). Hu tuizi (Eleagnus espinoso/Elaeagnus pungens). Wikimedia Commons dominio público.

Por ejemplo, el nuevo método de clasificación de variedades de hierbas que estableció en sus obras. Antes de la dinastía Ming, todos los libros de medicina se clasificaban básicamente en tres clases: superior, medio e inferior. Este tipo de ordenación se utilizó durante más de mil años pero Li Shizhen se atrevió a romper con la tradición y en su magna obra dividió los remedios medicinales en dieciséis grupos diferentes.

Los 16 grupos de remedios del Bencao Gangmu (本草纲目)

  • agua
  • fuego
  • tierra
  • metal y piedras
  • hierba
  • cereales
  • vegetales
  • frutas
  • madera
  • herramientas y vestimenta
  • insectos
  • escamas
  • conchas
  • pájaros
  • mamíferos
  • personas

Bajo cada tipo de medicamento, Li Shizhen especificó los principios esenciales (, gāng) y bajo estos, la división en categorías (, ). Esta clasificación demuestra una clara estructura.

Ilustración de una edición de 1800 del Bencao gangmu (本草纲目) impreso en 1596. Foto: Wikipedia.
Ilustración de una edición de 1800 del Bencao gangmu (本草纲目) impreso en 1596. Foto: Wikimedia commons, dominio público.

Los diágnósticos de la medicina china tradicional

En la teoría de la medicina tradicional china se indican cuatro métodos de diagnóstico: observar, oler, preguntar y palpar. El método de palpar consiste en tomar el pulso para diagnosticar la condición del paciente. Esta es una práctica actual de la medicina china tradiconal que requiere mucha experiencia. A Li Shizhen se le daba muy bien este método. Por ello escribió Un estudio del pulso. En ese libro detalla su experiencia en esta materia. También se cuenta una historia que demuestra su excelente habilidad en esta práctica.

Las historias de Li Shizhen

Li Shizhen fue un consumado doctor al que se conocía popularmente como el “doctor supremo” (神医, shényī). Cuando tenía más de 30 años se convirtió en el doctor imperial, curando al emperador y a su concubina en numerosas ocasiones. Lo que causó que, entre la gente, surgieran muchas historias sobre los milagros curativos del buen doctor Li Shizhen.

El féretro que goteaba sangre

Cuenta la leyenda que, mientras recogía hierbas un día, vio a un grupo de personas llevando un ataúd hacia el cementerio para el funeral. Del féretro caían gotas de sangre, por lo que se acercó a observarlo y vio que la sangre estaba todavía muy fresca. Entonces, detuvo al grupo y persuadió al encargado para que abriese el ataúd para inspeccionarlo. Una vez abierto comprobó que dentro había una mujer embarazada, sin respiración, que acababa de morir debido a complicaciones durante el parto.

El doctor concluyó que era probable que la mujer no estuviese realmente muerta. Con rapidez, aplicó un masaje tradicional y un tratamiento de acupuntura para salvarla. Poco después, la mujer gimió suavemente y recuperó el conocimiento. Con su ayuda, además, la mujer dio a luz. De este modo, Li Shizhen devolvió la vida a dos personas.

Li Shizhen, grabado. Foto: Wikipedia.
Li Shizhen, grabado. Foto: Wikipedia.

La historia del joven que sólo vivió seis horas más

Recoge la leyenda que un joven que acababa de comer oyó que el doctor había llegado y salió apresurado a verle. Pero había mucha más gente que quería verlo y todos le rodeaban en el jardín sin apenas dejar espacio para que otros se acercasen. El joven tenía prisa por verle. Saltó el muro del jardín y empleó todas sus fuerzas para llegar hasta él. Li Shizhen vio al joven sin aliento y con la cara pálida. Al tomarle el pulso le dijo con lamento que no viviría más de seis horas. Al escuchar el joven sus palabras se mostró visiblemente alarmado y la gente a su alrededor no se lo podía creer. Pero las palabras de Li Shizhen se hicieron pronto realidad. El joven murió seis horas después en su casa.

Resultó que este joven había comido en exceso y saltado un muro. Sus intestinos se habían roto y sus órganos habían sufrido graves daños. Todo esto se manifestó en su pulso tal y como lo diagnosticó correctamente el buen doctor Li.

La poesía de Li Shizhen

No solo era diestro en medicina, también lo fue en la poesía al poseer un excepcional talento literario. Fue muy inteligente desde su niñez. Cuando empezó en la escuela, un profesor le recitó el primer verso de un dístico (composición que consta de dos versos) para ponerle a prueba. Con solo ocho años respondió completando el dístico con un verso que quedaría para la posteridad.

La historia de los dísticos

Se dice que había un dueño de una farmacia que tenía una hija muy guapa e inteligente. Cuando la hija llegó a la edad de casarse, su padre quiso buscarle el marido ideal, así que decidió usar el primer verso de un famoso dístico para buscar un marido a su hija. Numerosos pretendientes acudieron a completar este dístico.

Un joven honesto estaba secretamente enamorado de la hija del dueño de la farmacia desde hacía tiempo. Como era muy humilde y carecía de talento  no sabía cómo completar la composición poética. Le contó entonces su problema a Li Shizhen. Este accedió a ayudar a este joven. Cuando el dueño de la farmacia vio que este joven no era una mala opción le dio otro verso y le dijo que tenía un día para completarlo. Al leer el verso el joven se quedó atónito y se vio obligado a recurrir de nuevo a la sabiduría del doctor quien le ofreció un verso mejor aún mejor.

El farmacéutico se alegró mucho al escucharlo y le respondió con el primer verso de otro dístico dándole ahora medio día para la réplica poética. El joven obtuvo la ayuda de Li Shizhen por tercera vez y respondió a su futuro suegro con un verso incluso más perfecto. Al escucharlo, el dueño de la farmacia se quedó muy satisfecho y le prometió inmediatamente que se casaría con su hija y tendrían un matrimonio perfecto. 

El busto de Li Shizhen en un sello de 1866. Foto: Wikimedia, escaneada por chinau.com (y http://old-www.chinau.com.cn/stampnew/1553428764102.html)
El busto de Li Shizhen en un sello de 1866. Foto: Wikimedia, escaneada por chinau.com (y http://old-www.chinau.com.cn/stampnew/1553428764102.html)

Un legado eterno

Li Shizhen falleció en 1593 a los 76 años. Sus restos fueron enterrados en Zhulinhu, en Qizhou, en el condado de Qichun (Hubei). Cada año, durante la fiesta de Qingming (también conocido como “Día de los Difuntos”), los médicos locales acuden a su tumba para hacer ofrendas. Muchas personas incluso se llevan las hierbas que crecen alrededor de la lápida a casa para tratar enfermedades.

La tumba más famosa de la medicina china tradicional

En 1954, su tumba fue distinguida como una de las reliquias históricas más importantes del país, renovando el cementerio y colocando su retrato en el sepulcro junto con una dedicatoria de Guo Moruo (郭沫若, un famoso escritor chino).

El museo en Li Shizhen en el condado de Qichun (Hubei)

En 1978, el departamento de cultura de la provincia de Hubei construyó un mausoleo en el lugar de la tumba y reformó la sepultura. En 1980 se inauguró un museo conmemorativo dentro del panteón. El recinto consta de cinco partes: el jardín de las hierbas medicinales blancas, el vestíbulo de exposiciones conmemorativas, la tienda de los remedios medicinales, la veranda del monumento al Compendio de materia médica y el cementerio.

Sobre la puerta  del recinto se puede ver grabado el nombre del doctor que escribió Deng Xiaoping con su propia caligrafía. Dentro del museo se encuentran expuestos todo tipo de diagramas, retratos, fotografías, documentos históricos, muestras de remedios medicinales, esculturas. Se trata de una representación de la vida de Li Shizhen y el gran éxito del Compendio de materia médica.


Instituto Confucio 38

Publicado originalmente en: Revista Instituto Confucio.
Número 38. Volumen V. Septiembre de 2016.

El Tie Guan Yin o Tieguanyin (铁观音; pinyin: tiěguānyīn) es un té oolong chino producido en Anxi (provincia de Fujian). Su sabor está cerca de un té verde, con solo un poco de oxidación. Foto: 123RF.

El té llamado tiěguānyīn (铁观) consiste en una variedad del té oolong o wūlóng cuyo nivel de oxidación se encuentra entre el té verde y el negro. La delicadeza y baja producción que manifiesta el tieguanyin determina por un lado su excelente sabor y por el otro la dificultad en el cultivo.

Artículo de
Sun Hongwei
孙洪威
El té llamado tiěguānyīn (铁观音), procedente del condado de Anxi (安溪), en la provincia de Fujian (福建), consiste en una variedad del té oolong o wūlóng (乌龙茶) cuyo nivel de oxidación se encuentra entre el té verde y el negro. La delicadeza y baja producción que manifiesta el tieguanyin determina por un lado su excelente sabor y por el otro la dificultad en el cultivo. Considerado como la variedad más valiosa y representativa de la familia del té oolong, el tieguanyin se sitúa entre las diez variedades más prestigiosas del té chino, alcanzando gran fama tanto dentro como fuera del país gracias a sus extraordinarias cualidades, su delicado aroma y su exquisito sabor.

El té Tieguanyin: aspecto del té y la infusión del Tieguanyin. Foto: Wikipedia
El té Tieguanyin: aspecto del té y la infusión del Tieguanyin. Foto: Wikipedia

Diversas leyendas populares se inspiran en el origen de la denominación de esta variedad de té. Una de las cuales dice que durante el reino Qianlong de la dinastía Qing (清, 1644-1911), Wei Meng, un cultivador de té del condado de Anxi y budista practicante, sabía preparar muy bien el té y todas las mañanas durante diez años le ofreció una taza de esta infusión a la figura de la bodhisattva Guanyin (观音菩萨), diosa de la Misericordia. Una noche, el campesino soñó que existía una planta de té que exhalaba un aroma similar al de la orquídea. Cuando, en sueños, se disponía a recolectarla, fue despertado súbitamente por los ladridos de su perro. Al día siguiente se empeñó en buscar esta planta y no parar hasta encontrarla. Lo hizo en un acantilado igual al que aparecía en sus sueños. Así que ni corto ni perezoso, se llevó unas cuantas hojas de ese té para prepararse una infusión en su casa. Como su sabor era tan exquisito y aromático, Wei Meng dijo que era el mejor té que había probado jamás. Así que se acercó al barranco, arrancó la planta y la cuidó en su casa con mucho mimo. Unos años después estaba tan frondosa que se asemejaba a la figura de Guanyin. Las hojas eran de color verde oscuro, parecido al hierro, así que recibió el nombre de tiěguānyīn, donde tiě (铁) significa hierro, con lo que se le conoce como el té de la diosa de la Misericordia de hierro.

El exquisito té negro Tieguanyin: campesinos en en Anxi (provincia de Fujian). Foto: 123RF.
El exquisito té negro Tieguanyin: campesinos en en Anxi (provincia de Fujian). Foto: 123RF.

La zona de mayor producción de esta variedad de té se encuentra en el condado de Anxi, rodeado de montañas con cumbres elevadas y ligeras nieblas matutinas. Las condiciones naturales, tales como una temperatura media de entre 15 y 18 grados todo el año y la acidez y profundidad del suelo favorecen el crecimiento de las plantas de este té. El refrán popular que dice “cuando llueve mucho, hay flores todo el año, cuando no hay nieve en invierno, se oyen los truenos de vez en cuando” revela precisamente los factores clave para el cultivo del té. El condado de Anxi cuenta con una larga historia en la producción de té gracias a sus extraordinarias condiciones naturales. La cualidad perfecta de este producto herbario y el prestigio que ha ganado como consecuencia le otorga a esta zona el nombre de Fénix y Dragón o la Capital del Té en el sur de Fujian. En 1995, el té cultivado en el condado de Anxi recibió por parte del Ministerio de Agricultura chino la Denominación de Origen del Té Wulong.

El Tie Guan Yin o Tieguanyin (铁观音; pinyin: tiěguānyīn) es un té oolong chino producido en Anxi (provincia de Fujian). Su sabor está cerca de un té verde, con solo un poco de oxidación. Foto: 123RF.
El Tie Guan Yin o Tieguanyin (铁观音; pinyin: tiěguānyīn) es un té oolong chino producido en Anxi (provincia de Fujian). Su sabor está cerca de un té verde, con solo un poco de oxidación. Foto: 123RF.

Hay que dar mucha importancia a la forma correcta con que se prepara el té tieguanyin. Para degustar dicha infusión se recomienda el uso de teteras y tazas delicadas y de tamaño reducido. Durante la elaboración primero hay que introducir en la tetera las hojas de té y llenarla con agua hirviendo hasta la mitad. Después esa agua se tira, pues en este proceso solo se limpian las hojas de impurezas. A continuación ya se prepara la infusión con agua limpia durante dos o tres minutos. Posteriormente, se reparte la infusión caliente entre las tazas según el número de personas. Esta operación se puede repetir hasta tres veces, cambiando el sabor de una a otra degustación. La temperatura ideal del agua con que se elabora la bebida debería mantenerse entre los 80 y 90 grados, y ha de beberse el té entre 30 y 60 minutos después de elaborado para mantener así toda su frescura y propiedades. El proceso de degustación comienza por oler el aroma y después se saborea en el paladar. Se recomienda no añadirle azúcar, de este modo el fragancia transciende en la boca con un retro gusto muy sabroso.

Cuando se está cansado del trabajo también se puede tomar una infusión de tieguanyin para reanimarse. No obstante no es nada recomendable consumir este té con el estómago vacío teniendo en cuenta que esta bebida podría afectar el sistema digestivo, tal como revela el dicho chino que dice que “no bebas el té sin comer nada previamente”. Además, tampoco se considera buena costumbre calentar muchas veces el té con agua hervida debido a que los elementos nutritivos se van agotando progresivamente.

El Tie Guan Yin o Tieguanyin (铁观音; pinyin: tiěguānyīn) es en realidad un té verde tipo Oolong (en la foto), pero su punto de oxidación lo sitúa entre las diez variedades más prestigiosas del té chino. Foto: 123RF.
El Tie Guan Yin o Tieguanyin (铁观音; pinyin: tiěguānyīn) es en realidad un té verde tipo Oolong (en la foto), pero su punto de oxidación lo sitúa entre las diez variedades más prestigiosas del té chino. Foto: 123RF.

Los análisis llevados a cabo sobre el té tieguanyin ponen de manifiesto unos 450 componentes orgánicos y 40 elementos minerales inorgánicos, entre los cuales destaca el polifenol de té, cuya función principal reside en aumentar la capacidad de la encima lipasa para disgregar las grasas y disminuir el nivel de colesterol en la sangre, así como en el control de la tensión arterial y la prevención de la oxidación corporal, el envejecimiento y el cáncer. Además, el tieguanyin ayuda a mantener la elasticidad y mantiene la piel bien hidratada. Hoy se ha puesto muy de moda beber tieguanyin entre la clase alta china, y asimismo en Japón tiene también una muy buena acogida, pues está considerado como el té de belleza o el té para adelgazar.

Todo sobre el té chino


Revista Instituto Confucio 20

Publicado originalmente en: Revista Instituto Confucio.
Número 20. Volumen IV. Septiembre de 2013

Zeng Guofan. Ilustración de Xavier Sepúlveda.

Zeng Guofan (1811-1872) fue uno de los políticos y estrategas más reputados de la historia reciente de China. A lo largo de toda su vida, Zeng Guofan se consideró defensor de la doctrina confuciana y mantuvo su anhelo de mejorar constantemente a través del estudio. Fue el funcionario de etnia han que llegó al más alto rango de toda la dinastía Qing (1644-1912).

Un reportaje de
Gao Hongbo
高洪波
Zeng Guofan, también llamado Bohan y con el título póstumo tras su fallecimiento de Wenzheng, fue conocido a lo largo de la historia como Zeng Wenzheng. Desde su infancia se esforzó por mejorar y estudiar con ahínco. En su más temprana juventud era capaz de leer, memorizar y dar uso al contenido de gran cantidad de libros. Pasó los exámenes imperiales y logró un puesto en el funcionariado y, a partir de entonces, la corte fue atribuyéndole títulos con mayor relevancia. Así, llegó a ocupar los puestos de virrey de Liangjiang, de Zhili e, incluso, fue en su momento Gran Secretario del Palacio Wuying. Fue el funcionario de etnia han que llegó al más alto rango de toda la dinastía Qing.

A lo largo de toda su vida, Zeng Guofan se consideró defensor de la doctrina confuciana y mantuvo su anhelo de mejorar constantemente a través del estudio. Independientemente de lo ajetreado de su tarea política, reservaba tiempo cada día para leer, estudiar y escribir un diario con el que reflexionaba sobre todo aquello que hacía y decía. La introspección era precisamente el método preferido para impulsar su desarrollo personal, pues le servía como punto de partida para su aprendizaje y su maduración. Abordó la vida desde el esfuerzo y la sencillez, si bien se exigía, con una enorme rigurosidad, la necesidad de mantenerse alejado de cualquier tipo de excentricidad y jamás sintió orgullo por su puesto en el funcionariado, como tampoco se juzgó superior ante ninguna persona. Durante el periodo de tiempo en el que trabajó en la administración, se obstinó en hacer de la lealtad a la corte y la conducta personal las principales cuestiones a tener en cuenta a la hora de evaluar el trabajo de quienes se dedicaban a la burocracia. Al mismo tiempo, hizo patente la necesidad de valorar el esfuerzo y el sufrimiento del pueblo y se esforzó cuanto pudo en mejorar el nivel de vida de la clase trabajadora en general.

Zeng Guofan fue el principal impulsor en China de las ciencias naturales y las humanidades más avanzadas de Occidente.

Con respecto a las relaciones sociales, poseía sus propios principios, consistentes en “no aprovecharse bajo ninguna circunstancia de nadie, ni tampoco aceptar nada a cambio”.  Ya fuera como ministro, funcionario, maestro o amigo, basaba su conducta en los preceptos de la tolerancia, la honestidad, la propia exigencia y la importancia de predicar con el ejemplo para ser un modelo para los demás. Su integridad moral y el prominente nivel al que había logrado elevar su desarrollo personal le ayudaron de forma muy notable en su carrera. De hecho, fueron dichos atributos los que le brindaron finalmente el reconocimiento universal y el formidable prestigio que tanto merecía.

Zeng Guofan. Ilustración de Xavier Sepúlveda.
Zeng Guofan. Ilustración de Xavier Sepúlveda.

Disciplina familiar

El desarrollo de su propia moral ejerció también una influencia primordial en todos los miembros de la familia Zeng. Dirigió siempre su conducta según las dos principales máximas de su disciplina familiar: cuidar a sus allegados mediante la paz y mantener la gloria del clan a través del esfuerzo. Como cabeza de familia estimaba que, en tiempos turbulentos, era primordial que en su casa se viviera en un contexto lo más pobre, sencillo y discreto posible. Su premisa era la de enseñar y educar con el ejemplo y mantener siempre una actitud entre la compasión y la severidad. Exigía a los miembros de su familia que llevaran vidas sencillas e independientes, que eludieran la ostentación y rechazaran la posibilidad de dejarse llevar por la comodidad y la holgazanería. Su conducta debía guiarse por la cautela e, incluso, tenían que rehusar salir por la noche. Si bien su intensa agenda política lo tenía ocupado durante prácticamente la totalidad de su tiempo, daba gran importancia a dialogar y comunicarse con sus hijos. Para él, las aficiones y formas de pensar de los más pequeños eran muy dignas de respeto y atención. Uno de sus hijos apreciaba las ciencias naturales y otro prefería ocupar su tiempo en el estudio de las humanidades occidentales. A pesar de ser campos que desconocía, hizo todo lo que estuvo en su mano por apoyar a los jóvenes en su aprendizaje. Estaba convencido de que, en el proceso educativo, lo fundamental era que fueran los propios niños quienes se percataran, por sus medios, de la importancia y el valor de la vida.

Como cabeza de familia estimaba que, en tiempos turbulentos, era primordial que en su casa se viviera en un contexto lo más pobre, sencillo y discreto posible. Su premisa era la de enseñar y educar con el ejemplo y mantener siempre una actitud entre la compasión y la severidad.

Su forma de ver la educación ejerció una importante influencia en los demás ancianos del apellido Zeng que, por ello, siempre sirvieron como perfectos modelos de conducta y asumieron la responsabilidad de educar por sí mismos a sus descendientes. Gracias a ello, aprendían desde muy temprano el valor del respeto, la ayuda, la cortesía y la armonía. El buen ambiente en el que se educaron propició que todos ellos recibieran una formación extraordinaria y que, más tarde, contribuyeran enormemente al avance de la sociedad desde sus labores como científicos, educadores y políticos.

Fue precisamente por su anhelo de desarrollo personal y su proceder con respecto a su responsabilidad familiar que Zeng Guofan pudo avanzar sin ningún tipo de problemas a lo largo de su carrera. Su ascenso coincidió con el último tramo de la dinastía Qing, un momento en el que numerosos y urgentes asuntos de estado quedaban por resolver, y el caos y la confusión se apoderaron del gobierno de la corte. A pesar de pertenecer a la etnia han y no contar con la influencia de las ocho banderas manchúes, las divisiones administrativas en las que estaban situadas todas las familias y servían también para definir su lugar en la organización militar de dicha etnia, Zeng Guofan se valió de un concepto absolutamente pragmático de la política para desarrollar un excelso talento en campos como la administración, las relaciones internacionales, la educación, la economía y la defensa militar y preconizar iniciativas que, en la práctica, resultaron tan positivas como eficaces. 

Gobierno honesto

Durante su carrera política fue muy consciente de que la corrupción era un fenómeno muy presente entre los miembros de la corte y, por ello, advirtió de la imperiosa necesidad de reestructurar el estilo de trabajo de los funcionarios. Consideraba que la moral y la ética de estos eran los principales detonantes tanto del declive como de la gloria de un estado. Como método para acabar con la corrupción, abogó por infligir castigos ejemplares y por ser absolutamente intolerante ante cualquier tipo de comportamiento fraudulento. De la misma forma, también liquidó las normas previas de selección de nuevos funcionarios e instauró un sistema basado en la premisa de defender con vigor un estilo de gobierno honesto y que permitiera situar para los puestos de la administración a personas con grandes capacidades y una contrastada integridad moral. El reputado estadista Li Hongzhang fue, de hecho, uno de sus discípulos y recibió una muy notoria influencia suya en este sentido.

En el plano económico, Zeng Guofan incidió de forma muy significativa en la necesidad de potenciar la agricultura y siguió muy de cerca el nivel de vida del pueblo. Asimismo, puso en marcha diversas medidas para controlar los precios de la plata y los negocios relacionados con la sal, lo que tuvo una enorme utilidad práctica para la economía del país. Fue él quien, tras advertir que China debía contar con su propia industria con capacidad suficiente para fabricar barcos, puentes, armas de artillería y otros elementos modernos, impulsó el conocido como “movimiento de autofortalecimiento,” un periodo de reformas institucionales durante la última etapa de la dinastía Qing tras las derrotas militares y las cesiones a potencias extranjeras. También intervino para facilitar la salida del país a una enorme cantidad de jóvenes que encontraron en el extranjero una excelente oportunidad de seguir formándose y contribuyó a la introducción de numerosos libros occidentales, gracias a los cuales el público chino se abrió a nuevas culturas y tecnologías. Dichas decisiones fueron cruciales para que el país trascendiera desde una civilización agrícola hasta una industrial.

Zeng Guofan liquidó las normas previas de selección de nuevos funcionarios e instauró un sistema basado en la premisa de defender con vigor un estilo de gobierno honesto y que permitiera situar para los puestos de la administración a personas con grandes capacidades y una contrastada integridad moral.

Su carrera política se prolongó durante más de 30 años, a lo largo de los cuales pudo presumir de haber culminado logros de gran importancia. Por ejemplo, su “movimiento de autofortalecimiento” fue el principal impulsor en China de las ciencias naturales y las humanidades más avanzadas de Occidente. Si bien no gozaba de un talento innato, fue sumamente disciplinado a la hora de dedicarse al aprendizaje y a la reflexión. A pesar de haber nacido en una familia agrícola, mostró en todo momento una enorme disposición para alcanzar sus ambiciones. Aunque era consciente del declive sufrido por la dinastía Qing en su última etapa, fue fiel y leal a la corte en todo momento. Su vida fue sencilla pero, a la vez, digna de ser considerada como legendaria.

Los extraordinarios preceptos de Zeng Guofan con respecto al desarrollo personal, a la armonía familiar y al servicio público constituyen un legado de una riqueza espiritual y cultural muy valiosas para las generaciones futuras. Su propio diario, publicado bajo el nombre de Confesiones de Oriente, se ha convertido en el manual en el que muchos lectores confían para orientar su comportamiento; las Normas del clan Zeng es ya uno de los clásicos sobre educación familiar más célebres de China; y El libro de la familia de Zeng Guofan ha sido todo un éxito de ventas durante muchos años. No cabe duda, por tanto, que la influencia ejercida por este notorio personaje aún sigue calando de forma muy profunda en todos y cada uno de los aspectos que constituyen la actual sociedad china.


Publicado originalmente en: Revista Instituto Confucio.
Número 55. Volumen IV. Julio de 2019.

Sitio arqueológico de Zengpiyan. Foto: Wikipedia.

Los restos arqueológicos del yacimiento de Zengpiyan (Guilin), cuentan con una antigüedad de entre 7.000 y 12.000 años, y muestran una civilización con elevados conocimientos en la elaboración de piezas cerámicas. Junto con instrumentos elaborados en piedra, cerámica, hueso y otros vestigios materiales, se han hallado huesos pertenecientes a cerdos domésticos, y también sepulturas con cadáveres colocados de lado con sus piernas flexionadas.

Reportaje de
Wu Yunfan
吴云凡
Guilin, esa joya de la naturaleza situada en la provincia meridional de Guangxi y colmada de bellezas paisajísticas y talento artístico, se encuentra sin duda entre los lugares con mejor calidad de vida de todo el mundo. Es justo allí donde vio la luz la conocida como “cultura de Zengpiyan”, caracterizada por su alto nivel de conocimientos. Los restos arqueológicos, con una antigüedad de entre 7.000 y 12.000 años, constituyen además un ejemplo representativo de yacimiento neolítico en cueva, no solo de la China meridional sino también de todo el sureste asiático, y conforman el núcleo del único Parque Arqueológico Nacional que se halla en el sur del país.   

El descubrimiento y conservación del sitio arqueológico de Zengpiyan puede considerarse el mayor logro de la arqueología rupestre en el sur del país en los años 70 del pasado siglo, y también uno de los hallazgos prehistóricos de mayor influencia nacional en dicho periodo. El yacimiento ocupa una superficie de más de 200 m2 y en él se encontraron numerosos pozos con rastros de ceniza y desperdicios. Sucesivas excavaciones han recuperado instrumentos elaborados en piedra, cerámica, hueso y otros vestigios materiales, que demuestran que Guilin fue uno de los más importantes lugares de origen de la producción cerámica no solo del sur de China sino de todo el país. Además de ello, se han hallado allí una gran cantidad de restos de animales, incluidos los más tempranos huesos pertenecientes a cerdos domésticos, y también sepulturas con cadáveres colocados de lado con sus piernas flexionadas en una curiosa posición de cuclillas, lo que convierte a este lugar en una excelente ventana a la que asomarse para estudiar tan vetusta cultura.

Pagoda del Sol y la Luna, en Guilin. Foto: 123RF.
Pagoda del Sol y la Luna, en Guilin. Foto: 123RF.

En consonancia con su importancia como uno de los orígenes de las artes cerámicas chinas, los alfareros de Zengpiyan emplearon un característico método de mixtura de componentes para la elaboración de sus productos, lo que ofrece un claro testimonio de los extraordinarios conocimientos técnicos que poseían. Dicho método consistía en emplear el barro común y un ingrediente alternativo, como piedra machacada, conchas u otras materias primas según una proporción determinada; y añadir después agua para mezclarlos y conseguir así un objeto artesanal semiacabado de gran cohesión y resistencia al fuego. La vasija obtenida podía soportar una cocción a muy alta temperatura y no se despedazaba ni rompía fácilmente. Gracias a esta técnica, quienes habitaron Zengpiyan alcanzaron un estadio cultural caracterizado por la cocción de alimentos, un hito que supuso un gran avance para la civilización.

El análisis arqueológico de las piezas más tempranas desenterradas en Zengpiyan, puso en evidencia el uso de la mencionada técnica de la mixtura de componentes para realizar objetos peculiares. Mediante el amasado y moldeado, y sin haber sido sometidas previamente a un proceso de cocción a alta temperatura, dichas piezas poseían las características básicas de la cerámica común y una contrastada utilidad práctica, con lo que podían colocarse directamente sobre el fuego para calentar alimentos. De hecho, se cree que esas muestras de la primera etapa constituyen un ejemplo incipiente de producto cerámico y pertenecen, por lo tanto, a la clase de “piezas cerámicas embrionarias”. Se trata de una tipología cuya aparición anuncia la transición cultural de lo crudo a lo cocido y testimonia el alto grado de desarrollo humano en ese estadio primigenio de la evolución.

Centro de producción cerámica

Al mismo tiempo, se han hallado en numerosos yacimientos de los alrededores de Guilin vasijas cerámicas de más de 10.000 años de antigüedad, que guardan una evidente relación con la cerámica embrionaria de Zengpiyan. Ello constituye una demostración del avance y perfeccionamiento de la técnica de mixtura y una prueba de la importancia de Guilin como uno de los centros originarios de producción cerámica de China.

Sitio arqueológico de Zengpiyan.
Zengpiyan: fragmentos de cerámica del yacimiento. Foto: Wikipedia.

Gracias a las sucesivas campañas de excavación, y al análisis arqueológico de los restos materiales, animales y humanos desenterrados, se pueden distinguir cuatro etapas en el desarrollo de Zengpiyan según sus características culturales. A la fase más temprana se adscribe un importante número de fósiles de cerdos que, a juzgar por los especialistas, ya presentaban una morfología modificada debido a un largo proceso de domesticación. Nos encontramos aquí ante el resto verificado más temprano de un cerdo criado en cautividad conocido en China hasta la fecha. La economía de esta cultura residía principalmente en la recolección, la pesca, la caza y una primitiva forma de domesticación de animales.

En la segunda etapa, quizás, ya hubo un cierto desarrollo de la agricultura primitiva y se produjo una difusión generalizada de la crianza de puercos, aunque no representaba una parte imprescindible del sistema económico. En la tercera fase, la población de la zona comenzó a habitar fuera de las cuevas y a construir viviendas con troncos de madera o cañas de bambú. Se transformaron así los habitáculos primitivos en un lugar de enterramiento para los ancestros, a la vez que idearon el peculiar sistema antes mencionado de posicionamiento de los cadáveres sobre un lado con las piernas flexionadas.

En el cuarto estadio aparecen figurillas cerámicas de refinada textura y variada decoración, con una gran riqueza tipológica, y también surgen instrumentos de trabajo de acabado bruñido como hachas y cuchillos de piedra o de hueso, entre otros útiles. Todos ellos presentan una excelente factura y son prueba fehaciente de sus avances. Esta última fase de Zengpiyan, situada cronológicamente entre el 6000 y el 5000 a.C., constituye el nivel más alto de la civilización prehistórica del área de Guilin.   

Desde el Instituto de Arqueología de la Academia China de Ciencias Sociales, y también desde otros departamentos afines, coinciden al afirmar que la antigua cultura de Zengpiyan poseía un alto coeficiente intelectual y un extenso bagaje de conocimientos. La técnica de la mixtura de componentes para la elaboración de piezas cerámicas fue una invención de hace miles de años atribuible a este pueblo, lo que convierte a Guilin en un santuario ancestral de la sabiduría humana.

Grutas de Yungang

Los más de 2.000 años de historia de la ciudad de Datong han dejado como testimonio infinidad de tesoros por descubrir, como las Grutas de Yungang, el Templo Xuankong o la Gran Muralla. Además, la riqueza paisajística de esta zona nos ofrece parajes naturales como la Reserva del lago Wenying, la montaña sagrada Heng o la zona volcánica de Datong.

Un reportaje de
Carolina Navarro Plata
罗悦柔
Por su ubicación estratégica en el norte de China, Datong ha sido a lo largo de la historia un enclave crucial. En los siglos II y I a.C. se encontraba aquí el cuartel general de la comandancia de los han para proteger la frontera occidental de las invasiones de las tribus nómadas. Es considerada una de las 9 capitales chinas de la antigüedad, pues en el año 398 la tribu xianbei fijó aquí la capital de la dinastía Wei del Norte (386-534) que se mantuvo por un periodo de 96 años hasta que en el año 494 se movió a Luoyang, en la provincia de Henan. Además, fue también la capital secundaria durante las dinastías Liao (907-1125) y Jin (1115-1234). Por todo ello, en 1982 se la incluyó en la lista de ciudades históricas.

La muralla rodea el centro histórico de Datong
La muralla rodea el centro histórico de Datong. © fotonomada – stock.adobe.com

Con una población de 3.456.000 de habitantes (est.2018), está ubicada en el norte de Shanxi, en la Llanura de Datong. Es la segunda ciudad más grande de esta provincia, tras su capital, Taiyuan.  Antiguamente era conocida como Yunzhong o Pingcheng. Además, recibe el legendario nombre de “ciudad del fénix”, porque según la leyenda se creó a partir del ala rota de dicho animal mitológico.

Shanxi: Una provincia llena de tesoros

La urbe, situada a una media de 1.000-1.500 m sobre el nivel del mar y de clima monzónico continental, goza de cuatro estaciones bien distintas. La gran diferencia entre la temperatura media de invierno, de unos -11.8 ºC y la de verano, que ronda los 21.9 ºC, hacen que su temperatura media anual sea de tan solo 6.4 ºC. Por ello, el verano es una buena época para escapar del calor sofocante y disfrutar de los muchos encantos históricos y paisajísticos que Datong ofrece a sus visitantes.

Muro de los 9 dragones en Datong. © frdric - stock.adobe.com
Muro de los 9 dragones en Datong. © frdric – stock.adobe.com

Ciudad amurallada

El centro histórico, de forma cuadrangular, está rodeado por su conocida muralla construida originalmente en 1372, durante la dinastía Ming. Recorrerla en bici desde arriba con vistas a toda la ciudad es una de las actividades preferidas por turistas y visitantes. En la reciente reconstrucción de la muralla, se han mantenido docenas de torres de vigilia de madera, como las que se alzaban en el monumento original, con excelentes panorámicas.

Dentro de la ciudad amurallada encontramos una gran cantidad de monumentos históricos. Uno de los que más llaman la atención, por su impresionante colorido y abanico de tonalidades, es el Muro de los 9 dragones, también de la dinastía Ming. Este tipo de mural, decorado minuciosamente con azulejos, se construía frente a residencias reales o templos y tenía una doble función. Por un lado, recibir la protección de los dragones y, por otro, mantener alejadas las miradas curiosas. Este colosal ejemplar de 45.5 m de largo y 8 m de alto, se cuenta que se construyó en 1392 para el 13º hijo de Zhu Yuanzhang, el primer emperador de la dinastía Ming. El Muro de los 9 dragones de Datong es el más antiguo y grande de los que se conservan en China.

El centro histórico de Datong está rodeado por su conocida muralla construida originalmente en 1372. © fotonomada – stock.adobe.com

Al oeste del mural, se encuentra el Monasterio de Huayuan. Los principales edificios del complejo, construido originalmente durante la dinastía Liao (907–1125), incluyen los templos de Huayuan superior e inferior y la pagoda del mismo nombre. Esta última, de madera y 43 m de altura, es una de las más grandes del país. Se puede acceder a su parte más alta para disfrutar de unas preciosas vistas. Un paseo entre los bosques de bambú y los pinos del monasterio es la mejor forma de acabar la visita a este monumental complejo budista. A pocos metros al este, se halla la Torre del Tambor, de la dinastía Ming. En el tercer piso hay un gran tambor que antaño se utilizaba para dar la hora a los habitantes.

Situado en la puerta Wuding, en el norte del recinto amurallado, se encuentra el Museo de Esculturas de China, con obras tanto de artistas consagrados como de jóvenes promesas. Otro museo que es de obligada visita para aquellos que deseen profundizar en la historia de la zona, es el de la propia ciudad de Datong. El edificio, diseñado, entre otros, por el conocido arquitecto Kai Cui, está considerado una obra maestra del diseño. Fue erigido en 2014, en el distrito de Yudong, al este del centro histórico. La colección del museo incluye objetos de la tumba, situada a 13 km al sureste de Datong, de Sima Jinlong, duque de la dinastía Wei del Norte, y su esposa. De entre los más de 400 artefactos está uno de los mayores tesoros que guarda este museo, unas figuras de terracota en miniatura que datan de hace unos 1.500 años. Entre las más de 230 figuras, de unos 30 cm, hay animales domésticos y sirvientes cuya función era acompañar al duque y a su esposa en la otra vida.

Cuevas y estatuas en el interior de las Grutas de Yungang. © ping han - stock.adobe.com
Cuevas y estatuas en el interior de las Grutas de Yungang. © ping han – stock.adobe.com

Para poder saborear el ambiente de la ciudad y conocer mejor las costumbres locales, es necesario visitar la plaza Hongqi, literalmente “de la bandera roja”, al atardecer. En cuanto a naturaleza se refiere, la Reserva del lago Wenying es el pulmón de Datong, además de proveer a la ciudad de recursos hídricos. En 2012 se llevó a cabo la readecuación de la zona mediante la construcción de estructuras respetuosas con el medio ambiente y áreas de paseo, para que los habitantes de la ciudad pudieran disfrutar de este espacio de alto valor ecológico. Esta adecuación ha sido premiada y alabada a nivel internacional.

Grutas de Yungang. © Stripped Pixel - stock.adobe.com
Grutas de Yungang. © Stripped Pixel – stock.adobe.com

Tesoros culturales

A tan solo 16 km al oeste, a los pies de la montaña Wuzhou, se encuentra uno de los mayores tesoros de China, las Grutas de Yungang que, desde 2001, forman parte de la lista del Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO. El arte budista que encontramos en estas cuevas son el reflejo y la consecuencia de los intercambios culturales surgidos de la Ruta de la Seda. Su construcción comenzó en el año 460, durante el reinado del emperador Wencheng de la dinastía Wei del Norte, y finalizó a principios del siglo VI. Las 252 cuevas en las que se encuentran más de 51.000 estatuas, se extienden a lo largo de 1 km de este a oeste. Unas de las más impresionantes son las cinco cuevas de Tan Yao (numeradas del 16 al 20), que acogen estatuas de entre 13.5 y 16.8 m de altura. Su nombre proviene del monje budista que solicitó la construcción de cinco cuevas al emperador Wencheng. La principal figura de la cueva 20 es un colosal Buda sentado sobre una flor de loto. Es típico ver a estudiantes de arte pintando cuadros de las estatuas frente a las grutas o incluso crear en directo reproducciones talladas en piedra.

Grutas de Yungang.
Grutas de Yungang. © fuyi – stock.adobe.com

El templo Xuankong o “colgante”, a unos 65 km al sureste de Datong, se asienta en la ladera de Hengshan, una de las montañas famosas de China. Para la construcción de este templo budista de la dinastía Wei del Norte, se aprovecharon las oquedades de la pared en la que se encuentra. En su mayoría, está construido en madera y consta de más de 40 estancias. Se llama “colgante” porque está suspendido a una altura de unos 50 m sobre el suelo y se ancla a la pared mediante pilares de madera.

Templo Xuankong. © fotonomada - stock.adobe.com
Templo Xuankong. © paveldvorak – stock.adobe.com

Al norte de Datong se pueden recorrer 340 km de la sección central de la Gran Muralla. Aunque la muralla se construyó a lo largo de más de 1.000 años y diferentes dinastías, la mayor parte de la que ha llegado a nuestros días pertenece a la dinastía Ming. Son más de 52 las fortalezas que se encuentran a lo largo de la Gran Muralla de Datong, una de las más importantes a nivel estratégico y militar de la era Desheng, literalmente “de la victoria”. Se encuentra a 1 km del paso que conecta Datong con Mongolia Interior.

Templo Xuankong.
Templo Xuankong. © fotonomada – stock.adobe.com

Otra de las fortalezas que más impresionan es la de Shoukou, ya que se trata de una zona montañosa y la Gran Muralla con sus torres de vigilancia de 15 m de altura, se alzan en las cimas de las montañas. Un lugar donde visitar la Gran Muralla y viajar en el tiempo es el pueblo de Bataizi, en el condado de Zuoyun. Lo que más impresiona de esta zona es la combinación del entorno rural y natural junto con el histórico. Además de la Gran Muralla, aquí se encuentran las ruinas de una iglesia católica construida a finales del siglo XIX por los jesuitas que llegaron a Shanxi. Los vestigios se mimetizan con el entorno y crean una fotografía sublime que impacta a quienes lo visitan. En el pueblo, que preserva el encanto rural, se puede ver a familias alrededor del fuego preparando pasta casera, mientras entonan canciones que narran la historia local.

Casas cueva

En la zona de Datong se pueden visitar las ‘casas cueva’, o yaodong. Se trata de construcciones típicas de la meseta de Loess que, en su mayoría, se encuentran en las provincias de Shanxi, Shaanxi, Henan y Gansu. Este tipo de casas, con entrada semicircular, se caracterizan por ser cálidas en invierno y frescas en verano. Datong también sorprende por su gran variedad paisajística. A tan solo 3 km al noreste encontramos la zona volcánica de Datong, con unos 30 conos volcánicos, que destacan por su majestuosidad y altitud, puesto que superan el millar de metros de altura: Heishan, Jinshan o Gelaoshan. 

El Templo Colgante de Datong

En China un refrán asevera que “venera a los Budas en el monte Wutai y compra cobre en Datong”. La producción de artículos de este metal aquí se remonta a más de 2.700 años atrás. Uno de estos artículos de bronce es el huoguo, literalmente “olla caliente”. Desde la modernidad consta de seis partes: el plato inferior, la base del fuego, la olla y su tapa, así como la chimenea y su tapa. De media pesan unos 3 kg y tienen capacidad para 2.5 l de agua. Los artesanos que producen estos calderos realizan auténticas obras de arte, pues en ellos tallan minuciosamente diseños modernos o clásicos como peces y flores de loto, los Ocho Inmortales o los Nueve Dragones subiendo a la luna. Este último fue ofrecido como regalo en 1973 por Zhou Enlai al presidente de Francia, George Pompidou, en su visita a Datong.

El plato estrella de la cocina de Datong es el huoguo. © smartape - stock.adobe.com
El plato estrella de la cocina de Datong es el huoguo. © smartape – stock.adobe.com

Como no podía ser de otra manera, el plato estrella de la cocina local es el huoguo. Se puede encontrar en la mayoría de restaurantes de la ciudad y no hay casa que se precie que no cuente con uno de ellos en la cocina. Es un tipo de plato para disfrutar en familia. En la olla con caldo se van introduciendo los ingredientes crudos y cortados en tiras muy finas para cocinarlos al instante. Es una sopa deliciosa que se caracteriza por no ser grasienta. Los ingredientes que se le pueden añadir son muy variados pero, en el de Datong, no suelen faltar el cordero, el tofu o la zanahoria. Otros platos típicos de la ciudad son los pastelillos de arroz amarillo, las empanadas fritas, la sopa de cordero agridulce o el cerdo asado.


Insituto Confucio 59

Publicado originalmente en: Revista Instituto Confucio.
Número 59. Volumen 2. Marzo de 2020.

 

 

Búfalo de agua en las terrazas de arroz de la minoría hani, en Honghe, Yunnan, distrito de Yuanyang, China. Patrimonio de Humanidad de la UNESCO. Foto: 123RF.

Las terrazas de arroz de la minoría étnica china hani en Honghe son campos escalonados cultivados a lo largo de las laderas de las montañas que durante siglos han domeñado la erosión de la tierra y el agua. Con buena ventilación y suficiente luz, son muy favorables para el crecimiento de los cultivos. Desde 2013 son Patrimonio de Humanidad de la UNESCO.

Artículo de
Zhou Fuqin 
周福芹
El 22 de junio de 2013, durante la XXXVII sesión del Comité para el Patrimonio Mundial celebrada en Nom Pen (Camboya), las terrazas de arroz de la minoría étnica china hani en la prefectura autónoma de Honghe fueron inscritas en la prestigiosa Lista del Patrimonio Mundial por el Comité de Patrimonio Mundial de la Organización de la Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO). De este modo, China se convirtió en el segundo país con más herencia cultural en el mundo por detrás de Italia.

Terrazas de arroz de la minoría étnica china hani en Honghe. Foto: 123RF.
Terrazas de arroz de la minoría étnica china hani en Honghe. Foto: 123RF.

Las terrazas son campos escalonados cultivados a lo largo de las laderas de las montañas que durante siglos han domeñado la erosión de la tierra y el agua. Con buena ventilación y suficiente luz, son muy favorables para el crecimiento de los cultivos. Ya durante las dinastías Qin (秦, 221-207 a.C.) y Han (汉, 206 a.C.-220 d.C.), China empezó a cultivar las terrazas que estaban principalmente distribuidas en el suroeste, sobre todo en las provincias de Guangxi y Yunnan.

Las terrazas de arroz de las minorías étnicas hani y yi en Honghe son la tercera de su categoría más famosas del mundo y se encuentran en la provincia de Yunnan. En esta amplia zona se ubica el distrito de Yuanyang, de decenas de hectáreas, epicentro de las espectaculares terrazas.

La mejor temporada para contemplar los campos escalonados de Yuanyang es de noviembre a abril, pues durante esta época están inundados de agua, por lo que parecen tener una capa transparente. Forman un paisaje magnífico entre luces y sombras similares a la superficie de un espejo pulido. Si visitas el lugar durante la Fiesta de la Primavera, puedes ver el paisaje dentro de un mar de nubes; mientras que si vas cuando celebran la Fiesta de los Faroles, puedes ver toda la montaña cubierta de árboles verdes y flores multicolores. Uno de los mejores lugares que se suele visitar a primera hora de la mañana se llama el árbol Duoyi. El sol recién nacido dispersa la niebla matinal cubriendo las terrazas con una capa de luces doradas. Los pueblos de las nacionalidades yi y hani, situados entre las nubes y la niebla son tan hermosos y pintorescos que parecen un sueño irreal y un paraíso místico. Por su parte, la zona llamada La boca del tigre es el mejor destino para contemplar la puesta de sol, justo cuando los continuos campos escalonados parecen un abigarrado mar ondulante con las luces del sol reflejándose en su superficie.

Terrazas de arroz de la minoría étnica china hani en Honghe. Provincia de Yunnan. En esta amplia zona se ubica el distrito de Yuanyang. Foto: 123RF.
Terrazas de arroz de la minoría étnica china hani en Honghe. Provincia de Yunnan. En esta amplia zona se ubica el distrito de Yuanyang. Foto: 123RF.

Las terrazas de Yuanyang varían según las características físicas de la montaña. Se cultivan campos grandes en las laderas suaves, mientras que en las abruptas se siembran campos pequeños, incluso se puede cultivar también en las grietas y recovecos, por lo que normalmente una ladera puede tener decenas de miles de acres de terrazas. El distrito Yuanyang está lleno de montañas altas, cuyas pendientes oscilan entre 15 y 75 grados. Por eso hay campos escalonados por todos lados, sean en laderas suaves o abruptas. A veces, los niveles de una terraza pueden alcanzar más de tres mil escalones, lo cual es algo único en el mundo.

Curiosamente, las diversas minorías étnicas que residen en las zonas montañosas de Yuanyang casi se pueden dividir dependiendo de la altitud sobre el nivel del mar. Así, por debajo de los 600 metros vive gente de la nacionalidad dai, de los 600 a los 1000 metros viven los zhuang, de los 1400 a los 2000 metros encontramos mayoritariamente a los hani y a más de esa altura están los miao y los yao. Por su parte, los han viven en pueblos bajos a lo largo de la carretera. La zona donde vive la gente hani goza de un clima suave, con abundantes lluvias y sol, por lo que es muy apta para el crecimiento del arroz.

Detalle de las terrazas de arroz de la minoría étnica china hani en Honghe, en Yunnan, distrito de Yuanyang. Patrimonio de Humanidad de la UNESCO. Foto: 123RF.
Detalle de las terrazas de arroz de la minoría étnica china hani en Honghe, en Yunnan, distrito de Yuanyang. Patrimonio de Humanidad de la UNESCO. Foto: 123RF.

Estas montañas muestran de una forma viva la larga historia del crecimiento del pueblo hani. Hace unos 1200 años en la dinastía Tang (唐, 618-907), los antepasados hani se trasladaron a esta zona desde el norte. Comenzaron a cultivar los campos escalonados y acumularon mucha experiencia y métodos científicos. Buscaron terrenos que daban al sol, con suaves pendientes y con un buen mantenimiento de agua subterránea todo el año. Cuando faltaba tierra en las zonas altas, la transportaban con cestos desde el pie de la montaña; para evitar la erosión del suelo, construyeron presas y marjales con piedras al borde de los campos; cavaron canales para conducir el agua al sembrado, etc. Si se encontraban con una roca que no podía mover, la calentaban hasta que se ponía al rojo vivo y le echaban agua fría para romperla en trozos pequeños. Poco a poco aplanaron la superficie para hacerlas planas. En el pasado no contaban con instrumentos de medición, por lo que utilizaban el agua para nivelarla y unas maderas para regular el caudal de riego de pendiendo de las necesidades. Inventaron también un método para fertilizar los campos mediante la acumulación de estiércol de ganado en un estanque, así cuando se abría y corría el agua, fertilizaba los campos a la vez que los regaba.

Incluso hoy en día, los niños hani continúan jugando a un juego antiguo consistente en excavar terrazas, cultivar arroz, hacer canales, etc.; mientras que las chicas cargan cestos en la espalda, cogen caracoles o pescan anguilas.

Desde la antigüedad, las terrazas de Yuantian han gozado de una gran vitalidad y todavía hoy en día son la base de la vida tanto material como espiritual para el pueblo hani, siendo el punto de unión entre la naturaleza, la humanidad y la cultura china, mientras que otras obras realizadas por el hombre han perdido su carácter original y la función primigenia para la que fueron hechas.

Búfalo de agua embarrado en las terrazas de arroz de la minoría étnica china hani en Honghe. Foto: 123RF.
Búfalo de agua embarrado en las terrazas de arroz de la minoría étnica china hani en Honghe. Foto: 123RF.

El agua que conserva las más de 60.000 hectáreas de las terrazas de Yuanyang forma numerosos arroyos, manantiales, cascadas y lagos que proporcionan el preciado líquido tanto para uso doméstico como laboral en el distrito. Encima de cada pueblo hay frondosos bosques, mientras abajo están los campos escalonados. Las viviendas en cada pueblo son casas hechas de paja, por lo que, debido a su apariencia, las llaman “casas seta”. Este hermoso hogar de los hani está construido principalmente por cuatro elementos que se mezclan de una forma armoniosa: agua, bosques, pueblos y terrazas.

En la opinión del pueblo hani, las terrazas cultivadas no son una conquista simbólica de la naturaleza, tampoco están ahí para asombrar a los turistas. Están convencidos de que hay muchos dioses que dominan la naturaleza y viven entre las montañas y los ríos. Es una bendición de los dioses que el pueblo hani resida en estos parajes de generación en generación. Durante siglos se ha cuidado cada hierba, cada árbol, cada pedazo de tierra y cada piedra de los hogares. Tal vez sea esta la razón principal del mantenimiento perfecto de las terrazas hani a través de miles y miles de años.


Río Jiuqu, monte Wuyi, Fujian, China. Foto: 123RF.

El Monte Wuyi (武夷山, Wŭyíshān) es la montaña más famosa en de la provincia de Fujian y Patrimonio Natural y Cultural de la UNESCO. Sus acantilados, picos, meandros, valles prominentes, etc., forman un paisaje natural único. El área del Monte Wuyi abunda de lugares turísticos, tales como los Nueve Arroyos Curvados, el barranco Liuxian, el pico Yunü, el pico Huxiao, la cueva de la Cortina de Agua, la cueva del Paraíso o el estanque Wulong, etc.

Artículo de
Sun Hongwei
孙洪威
El Monte Wuyi (武夷山, Wŭyíshān) es una montaña situada en el noroeste de la provincia de Fujian, tiene una superficie total de 100.000 hectáreas, está considerada como la más famosa en su provincia y catalogada con la quíntuple A del turismo nacional. Fue declarada por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) como Patrimonio Natural y Cultural del Mundo en 1999.

Cascada en el monte Wuyi, provincia de Fujian, China. Foto: 123RF.
Cascada en el monte Wuyi, provincia de Fujian, China. Foto: 123RF.

El paisaje al este del Monte Wuyi es muy hermoso, y destaca sobre todo por la formación terrestre de Danxia, conocida por sus aguas límpidas y montañas rojas y por ser la montaña más maravillosa en el sureste de China. Los acantilados, picos, meandros, valles, peligrosos barrancos, cuevas, rocas prominentes, etc., forman un paisaje natural único. El área del Monte Wuyi abunda de lugares turísticos, tales como los Nueve Arroyos Curvados, el barranco Liuxian, el pico Yunü, el pico Huxiao, la cueva de la Cortina de Agua, la cueva del Paraíso o el estanque Wulong, etc. A ambos lados de los Nueve Arroyos Curvados podemos observar las típicas formas de los terrenos Danxia. El agua de la corriente es tan transparente y verde como el jade y serpentea a través de 36 montañas y 99 acantilados, distribuidos en la propia orilla del arroyo formando un complejo jardín natural. Las siluetas de las montañas se reflejan en la corriente clara y muestra una maravillosa y hermosa imagen. Los visitantes solo necesitan una balsa hinchable o un pequeño bote a lo largo de la corriente para admirar un precioso panorama a ambos lados.

Vista panorámica del monte Wuyi (武夷山, Wŭyíshān), provincia de Fujian, China. Foto: 123RF.
Vista panorámica del monte Wuyi (武夷山, Wŭyíshān), provincia de Fujian, China. Foto: 123RF.

El oeste del Monte Wuyi es una de las zonas declaradas Reserva Natural Nacional para la conservación de la biodiversidad más importante en China, con lo que los biólogos chinos y extranjeros la apodan como la “ventana del mundo biológico”, el “mundo de los insectos”, el “paraíso de los pájaros”, el “reino de las serpientes” y el “jardín botánico natural”. Se caracteriza por poseer una perspectiva prodigiosa, elegante, hermosa e impresionante con sus más de cien picos que superan los mil metros sobre el nivel del mar. Entre ellas, el Huanggang, el pico más alto en el sureste de China, que se eleva hasta los 2.158 metros sobre el nivel del mar.

Río Jiuqu, desde el pico Tianyou, monte Wuyi, Fujian, China. Foto: 123RF.
Río Jiuqu, desde el pico Tianyou, monte Wuyi, Fujian, China. Foto: 123RF.

El centro del Monte Wuyi es una zona de Reserva Ecológica y su área principal es el Parque Ecológico del Gran Cañón del Monte Wuyi, que se divide en el Valle del Río Rojo, la Montaña Baita, la corriente del Loto, el pico Chaoyang, el Valle Feicui, la Montaña Shengzhi, etc., además de poseer el mayor salto de agua del este de China, la llamada cascada Qinglong. En el Gran Cañón todavía conserva el más grande y más completo ecosistema del sureste de China sobre bosques subtropicales latifoliados.

Vista panorámica del monte Wuyi (武夷山, Wŭyíshān), provincia de Fujian, China. Foto: 123RF.
Vista panorámica del monte Wuyi (武夷山, Wŭyíshān), provincia de Fujian, China. Foto: 123RF.

 

El Monte Wuyi no solo tiene un hermoso paisaje natural, sino también es una famosa montaña de gran valor histórico. Durante el Neolítico, el antiguo pueblo Yue vivó aquí con armonía. Encima del acantilado todavía se conservan la plataforma del barranco Guan y el tablero de Hongqiao, restos de las costumbres funerarias del antiguo pueblo Yue. En la dinastía Han del Oeste (西汉, 206 a.C-24 d. C.) hubo un emperador que envió a unos mensajeros cargados con pescado seco al Monte Wuyi para rezar al dios de esa montaña. En la dinastía Tang (唐, 618-907), el emperador Xuanzong (685-762) realizó una lista de las montañas y los ríos más importantes de China, incluyendo al Monte Wuyi. Este lugar es venerado por el confucianismo, el budismo y el taoísmo, con lo que dos religiones más una filosofía conviven juntas mostrando una gran compatibilidad de ideas y profunda herencia cultural. El neoconfucianismo del Monte Wuyi alcanza su punto álgido durante la dinastía Song del Sur (南宋, 1127-1279), siendo el representante más famoso el erudito Zhu Xi (1130-1200). Además, celebridades como Li Shangyin, Fan Zhongyan, Xin Qiji, Xu Xia, etc. han dejado más de mil hermosos poemas referidos todos a esta montaña.

Podemos decir que el Monte Wuyi es una maravillosa combinación entre humanidad y geografía con un hermoso paisaje natural, cuatro estaciones bien diferenciadas, un paisaje de montaña y ríos impetuosos, goza de un imprevisible tiempo soleado que se nubla en ocasiones, viento y lluvia, y una gran herencia cultural. La naturaleza cultiva el temperamento de las personas, inspira la sabiduría del pueblo y otorga una rica cultura, la cual se desarrolla en el brillante paisaje natural del Monte Wuyi.

Fujian: Una provincia china que enamora


 

Isla de Gulangyu: vista con la ciudad de Xiamen. Foto: 123RF.

La isla de Gulangyu (鼓浪屿), frente a la ciudad de Xiamen, configura un paisaje único y fascinante. Su nombre evoca el sonido de un tambor cuando la marea alta hace resonar los recovecos del arrecife que la rodea. Gulangyu es una de las zonas con mayor concentración de arquitectura colonial clásica en China.

Reportaje de
José Vicente Castelló 
维柯
Una zona que destaca sobremanera en Xiamen es la isla de Gulangyu (鼓浪屿), a tan solo cinco minutos en barco desde la ciudad y frente a ella, configurando un paisaje único y fascinante. Su nombre evoca el sonido de un tambor cuando la marea alta hace resonar los recovecos del arrecife que la rodea.

Gulangyu es una de las zonas con mayor concentración de arquitectura colonial clásica en China. A pesar del firme establecimiento de diferentes comunidades extranjeras en la isla durante la década de 1880, no fue hasta 1903 cuando fue oficialmente nombrada como asentamiento extranjero internacional.

Isla de Gulangyu: la playa frente a Xiamen. Foto: 123RF.
Isla de Gulangyu: la playa frente a Xiamen. Foto: 123RF.

Se trata de un pequeño islote de unos dos kilómetros cuadrados de superficie y tan solo veinte mil habitantes. La mejor manera de disfrutarla es recorrerlo a pie, pues no se permiten vehículos a motor en ella. Caminar entre sus callejuelas estrechas y callejones umbríos flanqueados por elegantes villas coloniales de corte victoriano con grandes y hermosos jardines, consulados –hasta trece de, entre otros, el Reino Unido, Francia y Japón-, colegios, hospitales, oficinas de correos e iglesias supone toda una experiencia y un gozo de los sentidos.

Isla de Gulangyu desde la ciudad de Xiamen. Foto: 123RF.
Isla de Gulangyu desde la ciudad de Xiamen. Foto: 123RF.

Al sureste de Gulangyu se eleva la estatua de Koxinga, que rinde homenaje al célebre rebelde de Xiamen. Koxinga –su nombre real era Zheng Chenggong (郑成功, 1624-1662)-, héroe de la dinastía Ming (明, 1368-1644), junto con su flota y sus soldados resistieron la invasión manchú. La estatua se encuentra mirando el mar en dirección a Taiwán.

Xiamen: ciudad romántica y ancestral puerta de China

Más al sur, en la costa, tenemos el jardín Shuzhuang creado en 1913 por un taiwanés que se trasladó a Gulangyu con su familia huyendo de la invasión japonesa de Taiwán. Contiene una gran variedad de flores y plantas tropicales, es un lugar muy agradable para descansar unas horas y disfrutar de las vistas al mar. Al lado de este jardín se encuentra la playa de Gangzhaihou, que siempre contiene un gran número de visitantes.

Muy cerca de esta playa un poco más al norte está la roca del Rayo del Sol (Riguangyan), es el punto más alto de la isla a 93 metros de altura, desde el cual se puede disfrutar de una maravillosa vista del propio islote y de la ciudad de Xiamen, e incluso se puede llegar a observar la isla de Jinmen en un día claro. Se puede acceder paseando tranquilamente o a través de un teleférico.

Isla de Gulangyu en primer plano. La ciudad de Xiamen al otro lado del canal. Foto: 123RF.
Isla de Gulangyu en primer plano. La ciudad de Xiamen al otro lado del canal. Foto: 123RF.

Gulangyu posee una larga historia y tradición musical, no en vano se la conoce como la “cuna de los músicos” y la “isla de la música”, con el piano como instrumento favorito. Así, muchos de los mejores músicos de China proceden de este sitio. Existe un museo dedicado al piano que alberga aproximadamente 200 ejemplares procedentes de diferentes países.


Dujiangyan: Obra hidráulica. Puente histórico de Nan Qiao en Dujiangyan, provincia de Sichuan. El sistema de riego de Dujiangyan es patrimonio de la humanidad desde 2000.Foto: 123RF.

El malecón Dujiangyan ha sido la obra hidráulica más duradera y más bien conservada a lo largo de la historia china. La obra dividió el río Minjiang en dos partes para proteger la llanura de Chengdu de los diluvios y las sequías. Esto garantizaba las cosechas de Chengdu y así se convirtió en la “Tierra de la abundancia”.

Un reportaje de
Wang Danruo
王丹若
Unos diez años antes de que el emperador Qin Shihuang ordenara la construcción de la Gran Muralla, en el año 214 a. C., ya se había construido la obra más grandiosa y práctica que hubiera existido en el mundo, situada en la planicie de Sichuan. Se trata del malecón Dujiangyan.   

Dujiangyan ha sido la obra hidráulica más duradera y más bien conservada a lo largo de la historia china. Sus diques cabalgan sobre el río Minjiang, al oeste de la ciudad homónima de la provincia de Sichuan.

Dujiangyan: Obra hidráulica. Puente histórico de Nan Qiao en Dujiangyan, provincia de Sichuan. El sistema de riego de Dujiangyan es patrimonio de la humanidad desde 2000.Foto: 123RF.
Dujiangyan: Obra hidráulica. Puente histórico de Nan Qiao en Dujiangyan, provincia de Sichuan. El sistema de riego de Dujiangyan es patrimonio de la humanidad desde 2000.Foto: 123RF.

Entre el año 251 y 256 a. C., Qin Zhaoxiangwang, el bisabuelo del emperador Qin Shihuang, designó a Libing como el prefecto de Shu, la actual Chengdu. Durante su mandato, llevó a los trabajadores al río Minjiang para construir muchos proyectos de conservación de agua, entre los que destaca Dujiangyan, la obra hidráulica que dirigió Li Bing junto con su hijo y cuyo objetivo principal era la irrigación y la prevención de las inundaciones. La obra dividió el río Minjiang en dos partes para proteger la llanura de Chengdu de los diluvios y las sequías. Esto garantizaba las cosechas de Chengdu y así se convirtió en la “Tierra de la abundancia”. Más de 2.000 años después, Dujiangyan sigue ofreciendo agua limpia a los millones de habitantes de Sichuan y, por eso, también es conocido como un “museo vivo de la utilización hidráulica”.

Dujiangyan: Obra hidráulica. Foto:123Rf.
Dujiangyan: Obra hidráulica. Foto:123Rf.

Dujiangyan está compuesta por tres partes: el dique de desviación, la boca del conducto de agua y el dique vertedero que también son conocidas entre la gente del pueblo como “boca de pez”, “boca de botella” y el aliviadero “arenas voladas”. La “boca de pez” es un dique construido en el centro del río Minjiang para desviar el agua y cuya forma es parecida a un pez grande tumbado en el río al que divide en dos partes: el río interior y el exterior. El río exterior sirve para desaguar las inundaciones mientras que el río interior encauza el agua que se utiliza para regar la tierra. El aliviadero “arenas voladas” es un dique vertedero construido en medio del dique de desviación. Durante la época de las inundaciones, no sólo desagua los diluvios, sino que también limpia los limos cerca de la “boca de botella” aprovechando los remolinos formados por las inundaciones. La base de este dique fue realizada mediante un sistema de largos gaviones hechos de piedras envueltas en tiras entrelazadas de bambú. La boca del conducto de agua se usa para controlar el caudal del río interior cuya forma es como el cuello de una botella.

A pesar de las precarias herramientas de construcción y las antiguas técnicas empleadas, Li Bing y su hijo sinterizaron las experiencias anteriores respecto de la regularización de las aguas. Utilizaron de forma inteligente las leyes de la naturaleza para desviar el agua y se sirvieron de las condiciones geográficas e hidrológicas locales para aprovechar la topografía de la desembocadura del río Minjiang. Para superar la diferencia de nivel construyeron los diques en el lugar adecuado y calcularon con extremada precisión el ángulo de la “boca de pez”, la altura del aliviadero “arenas voladas” (dos metros más alto que el fondo del río) y el tamaño de la “boca de botella”. Así, hicieron depender al uno del otro, los complementaron recíprocamente y consiguieron desviar el agua, desaguar las inundaciones y limpiar los limos. De este modo, Dujiangyan puede ajustar automáticamente la cantidad de agua que entra en la zona de irrigación: en la temporada seca garantiza el agua necesaria, introduciendo automáticamente el 60% del agua del río Minjiang al río interior, desaguando el 40% del agua al río exterior; mientras que en la temporada de los diluvios puede desaguarlos a tiempo, aliviando el 60% del agua al río exterior e introduciendo el 40% del agua al río interior. Dujiangyan se construyó en la parte curva del río Minjiang, por lo que el agua de la superficie que contiene menos arena fluye hacia el margen excavado; mientras que el agua del fondo que contiene más arena fluye hacia la orilla convexa. Por ello,  puede llevar la mayoría de los sedimentos que se depositan con las inundaciones al río exterior.

Los métodos del control de las aguas de Dujiangyan también reflejan la correcta relación entre la utilización del agua río arriba o río abajo, lo cual mejora la convivencia entre diferentes zonas por los recursos hídricos. Dujiangyan no sólo se utiliza para evitar las inundaciones y regar las tierras, sino también para transportar el agua al curso inferior. Este hecho evidencia el dicho de que “cuando utilizo el agua también dejo a otros que la utilicen”. En la actualidad, este concepto ha sido internacionalmente reconocido como el derecho de todos al agua pública. 

Al terminar la construcción de Dujiangyan, Li Bing y su hijo enterraron tres estatuas de piedra en el río como una marca para observar los cambios del nivel del río Minjiang. Esto sentó precedente para la medición hidrológica de la China antigua. Las experiencias y fórmulas concisas que utilizaron todavía son, en la actualidad, los criterios de la ingeniería hidráulica. 

Dujiangyan: Obra hidráulica con el malecón. Foto:123Rf.
Dujiangyan: Obra hidráulica con el malecón. Foto:123Rf.

Unos 100 años después de la construcción del sistema de Dujiangyan, en el año 111, Sima Qian, el autor de Registros Históricos, la primera historia general del género biográfico de China, llegó hasta este lugar para inspeccionarlo en persona. En Registros Históricos·Libro de Canales, anotó los éxitos y hazañas de Li Bing, el constructor de Dujiangyan. En 228, Zhuge Liang, el primer ministro de Shu, consideraba que Dujiangyan era la base que mejoraría la agricultura del país, por lo que mandó a 1.200 soldados que lo vigilaran y designó a un oficial para que lo administrara y lo mantuviera especialmente. A partir de este precedente comenzó la costumbre de designar a un funcionario para gestionar las construcciones hidráulicas a lo largo de la historia china.

Entre 1264 y 1294, un viajero italiano llamado Marco Polo, partió desde Hanzhong, en la provincia de Shaanxi, y después de unos 20 días montado en un caballo, llegó a Dujiangyan, lo que fue registrado explícitamente en su libro Los viajes de Marco Polo. Entre 1862 y 1874 el denominador de la famosa Ruta de la Seda, el geólogo alemán Ferdinand von Richthofen, visitó también esta construcción. Alabó, por primera vez, los perfectos métodos de irrigación de Dujiangyan desde el punto de vista de un occidental. Escribió un capítulo sobre Dujiangyan en su libro Baron Richthofen´s Letters en 1872. Fue el primer amigo extranjero en apreciar el talento de Li Bing y su hijo en dos milenios y también se convirtió en la primera persona en introducir Dujiangyan en todo el mundo.

Chengdú, la idílica ciudad de la que nadie se quiere marchar

La importancia histórica de Dujiangyan en China equivale a la que tiene el acueducto de Segovia en España. Tras sufrir el gran terremoto de magnitud 8, ocurrido en Wenchuan el 12 de mayo de 2008, Dujiangyan resistió y se mantuvo en pie a pesar de su antigüedad. Fue como un gran milagro. Es por ello que algunos expertos calificaron a Dujiangyan como la mejor obra de ingeniería pública que haya existido a lo largo de la historia china y que continua favoreciendo a los pueblos.


 

Uso de cookies

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.plugin cookies

ACEPTAR
Aviso de cookies

Pin It on Pinterest