Sichuan: corredor rodeado de bambú en el templo Wuhoe en Chengdu. Foto: 123RF.

La provincia de Sichuan se encuentra dividida en dos por el río Yangtzé. Es sin duda una de las regiones con mayor atractivo paisajístico y riqueza cultural de toda China. Alberga casi toda la población de oso panda de el país. Cuenta con una gastronomía  cada vez más conocida en todo el mundo.

Situada en el suroeste del país, la provincia de Sichuan limita con Gansu, Yunan y Qinghai. Tiene una superficie de 487.000 kilómetros cuadrados y una población cercana a los 90 millones de personas.

La provincia de Sichuan se encuentra dividida en dos por el río Yangtzé. La parte este es una depresión con unas tierras muy fértiles y un clima muy benigno. Al oeste es mucho más abrupta y montañosa, con un clima más frío y menos propicio para la agricultura.

Sichuan: Vista nocturna del paisaje urbano de Chengdu en el lado del río Jin. Foto: 123RF.
Sichuan: Vista nocturna del paisaje urbano de Chengdu en el lado del río Jin. Foto: 123RF.

Para los turistas extranjeros, Sichuan, es quizás, mucho más desconocida que otras provincias o municipalidades chinas, pero es sin duda una de las regiones con mayor atractivo paisajístico y riqueza cultural de toda China.  La famosa gastronomía de Sichuan es también cada vez más conocida en todo el mundo.

Uno de los motores económicos del país

la provincia de Sichuan ha sido tradicionalmente una provincia clave en la economía de China. Ya en la antigüedad, era conocida como la “provincia de la abundancia”, debido al gran desarrollo de su agricultura, gracias a su geografía y clima. Ha sido y es uno de los grandes centros productores de arroz y trigo del país, así como de cítricos, caña de azúcar o uva.

Sichuan: pabellón en el parque al atardecer en Chengdu. Foto: 123RF.
Sichuan: pabellón en el parque al atardecer en Chengdu. Foto: 123RF.

Agricultura y minería en Sichuan

La agricultura  ha sido tradicionalmente tan importante en la región que ya en el siglo III a.C. se proyectó la construcción de una de las mayores obras de ingeniería de la antigüedad: el sistema de irrigación de Dujiangyan (都江堰), una gran construcción que evita los efectos dañinos de las crecidas del río Min.

Sin embargo, esta zona no sólo es rica por su abundante producción agrícola, sino por los recursos mineros que posee puesto que son clave para el desarrollo de China. En el subsuelo de Sichuan se localizan más del 13% de las reservas de hierro, el 93% de las de titanio y más del 80% de las de cobalto de todo el país, además de poseer las mayores reservas probadas de gas natural.

Sichuan: vista nocturna del puente Anshun sobre el río Jinjiang en Chengdu. Foto: 123RF.
Sichuan: vista nocturna del puente Anshun sobre el río Jinjiang en Chengdu. Foto: 123RF.

 

Industria

Desde la segunda mitad del siglo XX en Sichuan se han desarrollado grandes centros industriales. Coincidiendo con el proceso de reforma económica y apertura al exterior de China, en la provincia, pero sobre todo en su capital,Chengdu, se han establecido y desarrollado numerosas industrias de alta tecnología, que han atraído a multitud de compañías e inversores extranjeros. En Chengdu, a principios del presente siglo, se establecieron varias zonas especiales de desarrollo económico, tecnológico e industrial en las que se han implantado empresas de diversos sectores.

Parque de atracciones de Chengdu. Foto: 123RF.
Parque de atracciones de Chengdu. Foto: 123RF.

Los orígenes de la provincia de Sichuan: antiguos reinos de Ba y Shu (巴蜀)

Los orígenes de los primeros asentamientos en la región datan de una época cercana al siglo XV a.C. Coinciden con los últimos años de la dinastía Shang. De ellos surgieron dos civilizaciones o reinos tecnológicamente avanzados: el reino de Shu, y el de Ba. El reino de Shu corresponde a la actual ciudad de Chengdu. Ba, por su parte, correspondería a la ciudad de Chongqing que hasta 1997 perteneció a la provincia de Sichuan. En ambos reinos se desarrolló una cultura peculiar que heredaron la actual provincia de Sichuan y la municipalidad de Chongqing. Ello fue debido a su aislamiento del resto de China,

Sichuan: pasadizo dentro del Parque del Pueblo en Chengdu. Foto: 123RF.
Sichuan: pasadizo dentro del Parque del Pueblo en Chengdu. Foto: 123RF.

De los reinos  Ba y Shu existen pocas referencias escritas en las fuentes antiguas de China. Parte de ellas son en forma de relatos mitológicos, como las llamadas Crónicas de Huayang (华阳国志), que datan de la época de la dinastía Jin (265-420). 

Ambos reinos fueron derrotados y conquistados, en el año 313 a.C, por las tropas de la dinastía Qin, que buscaban unificar toda China.  Desde ese momento hasta la desintegración de la dinastía Han en 221 d.C., la región fue gobernada por reyes dependientes del poder imperial central. 

Sichuan: árbol en forma de panda en el Parque del Pueblo en Chengdu. Foto: 123RF.
Sichuan: árbol en forma de panda en el Parque del Pueblo en Chengdu. Foto: 123RF.

Al dividirse el territorio chino controlado por la dinastía Han, que dio origen a la famosa era de los Tres Reinos (三国时期), el gran emperador Liu Bei, fundó el reino de Shu en parte de la actual Sichuan, con Chengdu como capital, que adquirió definitivamente la gran importancia en China.

Chengdu, la ciudad de brocado  

La capital tiene todos los elementos posibles para ser considerada una de las ciudades que todo el mundo debería visitar en China. Chengdu ha experimentado en los últimos años un gran desarrollo y se ha convertido en uno de los motores económicos de China.  

Sichuan: pabellón en el parque del Pueblo en Chengdu. Foto: 123RF.
Sichuan: pabellón en el parque del Pueblo en Chengdu. Foto: 123RF.

Durante el Período de los Tres Reinos (220-280), el brocado de Chengdu fue muy reconocido, por lo que era conocida como “la ciudad del brocado”. Esta ciudad fue, además, la primera del mundo en la que se empezó a utilizar el papel moneda, ya en la época de la Dinastía Song del Norte, hacia el año 960. De aquel floreciente momento histórico quedan multitud de lugares de interés en los que se puede sentir el ambiente de la China antigua. Uno de ellos es el Templo  Qingyang (青羊宫), una magnífica construcción taoísta realizada en época de la dinastía Tang y formado por un complejo de edificios rodeados de bellos jardines. Su famoso Pabellón de los Ocho Trigramas es, sin duda, el lugar más hermoso de todo el complejo.

Sichuan: parque de la Pagoda de Hierro en Chengdu. Foto: 123RF.
Sichuan: parque de la Pagoda de Hierro en Chengdu. Foto: 123RF.

Erigido en memoria de Zhuge Liang entre los años 304 y 334, el templo Wuhou cuenta con elementos de varias dinastías, como la Tang y la Ming, así como la tumba del famoso emperador Liu Bei del reino Shu.

Al lado del templo se encuentra la famosa calle peatonal: calle Jinli (锦里古街). Considerada desde 2005 entre las “10 calles peatonales comerciales urbanas de fama nacional”, está al nivel de calles tan famosas como Wangfujing (Beijing), y se trata, sin duda, del centro de ocio más importante de la ciudad. Aquí el visitante puede encontrar la esencia de Chengdu y de la provincia en general: salones de té, multitud de restaurantes donde probar la rica gastronomía local, teatros, tiendas de antigüedades y objetos de artesanía típicos, talleres de artistas y un sinfín de lugares que descubrir en los que empaparse de las peculiaridades culturales y gastronómicas de la región. 

Cocinero en Chengdu. Foto: 123RF
Cocinero en Chengdu. Foto: 123RF

Paseando por las calles de Chengdu, es posible ver a su gente tomando té, paseando o jugando a mahjong con mucha parsimonia. Los residentes de esta ciudad llevan una vida mucho más tranquila que los que viven en ciudades como Beijing o Shanghái. 

La gastronomía de Sichuan

La gastronomía de Sichuan es muy rica en ingredientes. Tiene como sello de identidad su gusto por los sabores picantes, con la pimienta, el chile y el jengibre como sus elementos más típicos. El ingrediente más representativo es la llamada “pimienta de Sichuan”, llamada en chino huajiao (花椒) o shanjiao (山椒). Esta pimienta no tiene relación con la que se usa normalmente en Occidente y tiene un sabor característico picante que recuerda también al limón.

Cocina tradicional de Chengdu. Foto: 123RF.
Cocina tradicional de Chengdu. Foto: 123RF.

 Muchos platos de Sichuan son mundialmente conocidos, como el Mapo Doufu (麻婆豆腐), un guiso realizado con tofu cortado en dados acompañado de salsa picante con chiles y carne de cerdo o de ternera picada, entre otros ingredientes; el Pollo Gong Bao o Kung Pao (宫保鸡丁) , elaborado con pollo marinado con un sofrito de guindillas y pimienta de Sichuan al que se le añaden cacahuetes y vegetales; el famoso “Cerdo cocinado dos veces” (回锅肉); o el espectacular Hotpot o Huoguo especial de Sichuan (四川火锅), con el caldo base mucho más picante que el típico de otros lugares de China, uno de los rasgos característicos de la gastronomía del lugar.

El Panda: tesoro nacional de China

El gigante y encantador oso panda es el animal emblemático de China. Vive casi en su totalidad en Sichuan. Esta provincia cuenta con el 80% de los 2.000 pandas que se estima existen en la actualidad. Para el cuidado y protección de este animal tan especial, se abrieron en los años 80 dos lugares de especial interés: el Centro de Investigación de la Crianza de Pandas Gigantes de Chengdu (成都大熊猫繁育研究基地), –único del mundo situado en un área metropolitana–; y la Reserva Natural Nacional de Wolong (卧龙自然保护区), la mayor del mundo, con 200.000 hectáreas, y que se encuentra a 130 kilómetros de la ciudad.

Sichuan: panda gigante Foto: 123RF.
Sichuan: los Santuarios del panda gigante de Sichuan (四川大熊猫栖息地; pinyin, Sìchuān Dàxióngmāo Qīxīdì), están situados en el sudoeste de la provincia. Es el hábitat de más del 30% de la población mundial. Foto: 123RF.

Los dos lugares reciben multitud de visitas cada año, y son otro de los grandes atractivos de la provincia. En ambos, además de poder ver de cerca  a ejemplares de panda gigante  se puede, incluso, interactuar y tocar algunos ejemplares.

La reserva de Wolong forma parte de los denominados “Santuarios del Panda Gigante de Sichuan” (四川大熊猫栖息地), una red de  siete reservas naturales y nueve parques paisajísticos declarados en 2006 Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

Sichuan: panda rojo. Foto: 123RF.
Sichuan: panda rojo. Foto: 123RF.

El Monte Emei (峨眉山): su lugar sagrado de budismo 

A 150 kilómetros al sur de Chengdu, y con una altura de 3.099 metros, encontramos el monte Emei. Está declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1996. Se trata de una de las cuatro montañas sagradas del budismo en China y, sin discusión, uno de los lugares más impresionantes que el viajero puede visitar en Sichuan.

Sichuan: edificio de la Cupula Dorada en el monte Emei. Foto: 123RF.
Sichuan: edificio de la Cupula Dorada en el monte Emei. Foto: 123RF.

Por todo el monte Emei, se encuentran diseminados hasta 76 monasterios adscritos al budismo tibetano que datan de las dinastías Ming y Qing, así como el primer templo budista construido en China en el siglo I. Se disfruta aquí de una gran variedad de muestras de la arquitectura tibetana en un lugar de excepción, con un entorno natural y paisajístico de una gran belleza. En ellos, según fuentes de los siglos XVI y XVII, se practicaron en el pasado las artes marciales chinas o “wushu” (武术), llegando a convertirse la del monte Emei en una de las tres escuelas más importantes de artes marciales de toda China.

Sichuan: monte Emei. Una de las cuatro montañas sagradas del budismo en China. Foto: 123RF.
Sichuan: monte Emei. Una de las cuatro montañas sagradas del budismo en China. Foto: 123RF.

Además se encuentran el monasterio del Trueno (雷音寺) asentado sobre una serie de altos pilares. También podemos visitar el monasterio de la Ofrenda Nacional (报国寺), construido sobre terrazas de varios niveles. Los edificios de las Sílabas Nítidas (清音阁) son un conjunto construido sobre una estrecha porción de tierra situada entre los ríos del Dragón Negro y del Dragón Blanco. Aunque hay varias rutas para recorrerlo, la más espectacular y difícil consiste en hacerlo a pie desde sus alrededores hasta la cima. Existe una senda con una longitud de más de 50 kilómetros que lo corona. Se tarda unos dos días en completar el recorrido y es posible alojarse en alguno de los albergues y templos de la zona.


Publicado originalmente en: Revista Instituto Confucio.
Número 24. Volumen III. Mayo de 2014.

Jinan, la ciudad de los manantiales: manantial del Tigre Negro (Haihu) en la noche. Seencuentra en Jinan, provincia de Shandong. Foto: 123RF.

Jinan, la capital de la provincia de Shandong, es conocida como el “museo natural de las fuentes”. De los 72 manantiales de la ciudad, destaca del de Baotu, al que el emperador Qian Long le concedió el título de “mejor manantial del mundo”.

Jinan, la ciudad de los manantiales: la flor de loto, reina de los lagos. Foto: 123RF.
Jinan, la ciudad de los manantiales: la flor de loto, reina de los lagos. Foto: 123RF.

Un reportaje de
Zhang Siyi 
张鸶怡
La  ciudad de Jinan, capital de la provincia de Shandong, se caracteriza por la abundancia de sus manantiales, así como por el agua que de ellos emana. Por dichas características es conocida como el “museo natural de las fuentes” o la “ciudad de manantiales”. En el casco antiguo, que ocupa una superficie de 2,6 km2, se encuentran cuatro conjuntos de manantiales: Baotu (趵突泉), Heihu (黑虎泉, tigre negro), Wu Longtan (五龙潭, el lago de cinco dragones) y el Zhenzhu (珍珠泉, manantial de la perla). Además, en las afueras de la ciudad se hallan varias concentraciones de manantiales. El agua que brota de estas fuentes fluye por ríos y lagos, constituyendo un paisaje singular y hermoso junto con la montaña de los Mil Budas (千佛山, Qiānfóshān) que les rodea. Todo ello forma el conjunto de elementos imprescindibles en una ciudad: montañas, manantiales, lagos, ríos y el propio casco urbano. La ciudad recibe la merecida reputación de tener “en cada familia un manantial y un sauce llorón” y por otras famosas frases chinas.

Jinan, la ciudad de los manantiales: manantial de Baotu. Foto: 123RF.
Jinan, la ciudad de los manantiales: manantial de Baotu. Foto: 123RF.

La gran cantidad de manantiales se debe a la peculiaridad morfológica y a la estructura geológica. La diferente altura urbana, que alcanza más de 500 metros entre sus distintos tramos, hace que las aguas superficiales y las subterráneas converjan en su casco urbano. Los minerales solubles del agua subterránea de Jinan han producido numerosas cuevas, zanjas y cauces, que constituyen una red natural dedicada al almacenamiento y abastecimiento de agua generada en las montañas ubicadas al sur de la ciudad. Cuando el flujo de agua se transporta mediante estos canales naturales hacia el norte, atraviesa rocas bajo la tierra, se acumula y genera una alta presión hasta expeler chorros desde las grietas superficiales, configurando de esta forma las distintas fuentes.

Jinan, la ciudad de los manantiales: manantial del Tigre Negro, o Heitu, en Jinan, provincia de Shandong. Foto: 123RF.
Jinan, la ciudad de los manantiales: manantial del Tigre Negro, o Heihu, en Jinan, provincia de Shandong. Foto: 123RF.

Jinan disfruta de un total de 72 manantiales famosos, que presentan formas muy variadas de cómo emerge el agua: surtidores, cascadas o lagos. Estos tramos de cursos fluviales que atraviesan la ciudad desde hace miles de años se han convertido en elementos fundamentales de la cultura autóctona, inyectando y contribuyendo a su vez al dinamismo urbano. El manantial de mayor prestigio, Baotu, situado en el parque del mismo nombre en la zona central del casco urbano, ocupa una superficie de 105.000m2 y constituye el lugar más visitado del parque. Esta fuente natural tiene una anchura de 30 metros y una longitud de 20 de la que surgen tres chorros de aguas cristalinas y transparentes. Alrededor del estanque se construyeron barandillas de piedra para que la gente pudiera contemplar el agua y los peces. Al manantial Baotu, reconocido como el mejor de Jinan, se le considera como su símbolo y es uno de los tres lugares más emblemáticos, junto con la montaña de los Mil Budas y el lago Daming (大明湖, Dà míng hú).

El famoso intelectual Zeng Gong (曾巩) de la dinastía Song (, 960-1279) ordenó la construcción del Pabellón Luo Yuan (泺源堂) cuando estaba en Jinan asumiendo un cargo político y fue él quien bautizó a esta fuente con el nombre de Baotu. En chino bao () se refiere a “saltar” y tu () “de repente”. En los dos caracteres empleados en este nombre se transmite perfectamente cómo salen los tres chorros de agua de esta fuente día y noche. Los análisis demuestran que el agua de Baotu cumple las normativas nacionales aplicadas al agua potable y se puede consumir directamente. El agua mantiene una temperatura estable alrededor de 18ºC durante todo el año. En pleno invierno la niebla cubre prácticamente toda la superficie como si fuese un manto muy delgado. El profundo estanque refleja las luces y los pabellones suntuosamente ornamentados hacen que los visitantes se sientan como en el paraíso.

Jinan, la ciudad de los manantiales: calle Qushuiting. Foto: 123RF.
Jinan, la ciudad de los manantiales: calle Qushuiting. Foto: 123RF.

Cerca de la fuente Baotu se localizan decenas de manantiales que conforman un conjunto y entre los que destacan Jin Xian (金线泉) y Shu Yu (漱玉泉). El manantial Shu Yu merece una mención especial por su estrecho vínculo con la prestigiosa escritora Li Qingzhao (李清照) de la dinastía Song, cuya vivienda antigua, convertida en una sala conmemorativa en su recuerdo, se ubica al lado de este manantial. Además, a la recopilación de sus obras se le dio el nombre de esta fuente, llamada “La colección de Shu Yu” (漱玉集), un hecho que ha brindado a este lugar un mayor reconocimiento. La puerta sur del parque Baotu, conocida como “la puerta más majestuosa” de todos los jardines tradicionales chinos, ensalza esa majestuosidad mediante elementos decorativos lujosos que, a su vez, están ensalzados por un tablero azul en el cual queda plasmada la siguiente inscripción “趵突泉” (manantial de Baotu), encargada por el emperador Qian Long (乾隆皇帝) de la dinastía Qing (, 1664-1911). Dicen que, durante su viaje hacia el sur de China, transportó el agua potable directamente desde el manantial Yu Quan (玉泉) de Beijing. Sin embargo, tras probar el agua de Baotu, el emperador tomó la decisión de cambiarla y le concedió el título de “mejor manantial del mundo” a Baotu.

Shandong: El tesoro que aflora

Muchos intelectuales de distintas épocas como Zen Gong (曾巩), Su Shi (苏轼), Yuan Haowen (元好问), Zhao Mengfu (赵孟頫), Pu Songling (蒲松龄), He Shaoji (何绍基), Guo Moruo (郭沫若), Qi Gong (启功) y un largo etcétera, han dejado versos dedicados al manantial Baotu y a los lugares de gran valor histórico que se encuentran a su alrededor. De esta forma contribuyen a mejorar la perspectiva cultural de esta fuente así como a la difusión de Jinan como un excelente destino turístico dentro y fuera de China. 

Jinan, la ciudad de los manantiales: casas populares en Jinan. Foto: 123RF.
Jinan, la ciudad de los manantiales: casas populares en Jinan. Foto: 123RF.

 


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Publicado originalmente en la Revista Instituto Confucio.
Número 27. 
Volumen VI. Noviembre de 2014.

Shandong (en chino, 山东; pinyin, Shāndōng; literalmente, ‘al este de la montaña’) es una provincia costera de la República Popular China. Su capital es Jinan. Foto: 123RF.

La provincia de Shandong, la tierra natal de Confucio, es conocida por sus vestigios paleolíticos, su cocina típica, sus playas y fuentes y por la montaña de Taishan, una de las cinco montañas sagradas del Taoísmo.

Taishan (泰山) es una montaña en Shandong, China. Su pico se denomina Emperador de Jade con 1.545 metros de altitud. Foto: 123RF.
Taishan (泰山) es una montaña en Shandong, China. Su pico se denomina Emperador de Jade con 1.545 metros de altitud. Foto: 123RF.

Un reportaje de
Carolina Navarro Plata
罗悦柔
Shandong (山东, Shāndōng), literalmente “al este de las montañas”, hace referencia al enclave en el que está situada la provincia, al este de la cadena montañosa Taihang (太行山, Tàiháng shān). Shandong es sinónimo de historia, una especie de museo al aire libre donde encontrar huellas de civilizaciones del paleolítico. Es sinónimo de filosofía, pues en Qufu (曲阜, Qūfù) nació Confucio (孔子, Kǒngzǐ), padre de las virtudes que han influido profundamente en la sociedad china: bondad, rectitud y decoro. Y también Shandong es sinónimo de naturaleza, por ser el lugar donde se encuentra Taishan (泰山, Tàishān), una de las cinco montañas sagradas del Taoísmo, no sólo importante por ser un lugar de peregrinación sino también por la belleza de su paisaje y por su historia. Fue en este paraje donde Qin Shi Huang (秦始皇帝, 259-210 a.C.), el primer emperador de China, informó a los dioses de que había conseguido su propósito de unificar China. Taishan es, junto con el templo y el cementerio de Confucio en Qufu, uno de los mayores atractivos turísticos de la provincia. Los tres han sido declarados Patrimonio Cultural de la Humanidad por la Unesco.

El Puente Inmortal en el monte Tai, Shandong. Foto: 123RF.
El Puente Inmortal en el monte Tai, Shandong. Foto: 123RF.

Situada en la costa este de China, con una extensión de 157.000 km2, la región consta principalmente de dos partes: la zona interior y la península de Shandong. Por el interior, donde se encuentra Taishan, limita con las provincias de Hebei por el norte y el oeste; con Henan (河南, Hénán) por el suroeste; y con Anhui (安徽, Ānhuī) y Jiangsu (江苏, Jiāngsū) por el sur. La península, rica en recursos naturales gracias a sus 2.535 km de costa, está bañada por el Mar de Bohai (渤海, Bó Hăi “mar de Bo”) por el norte y por el Mar Amarillo por el sur. El Río Amarillo (黄河, Huáng Hé), que arrastra la mayor cantidad de sedimentos del mundo, recorre la provincia en dirección noreste, hasta el Mar de Bohai. En sus aguas desemboca formando el conocido delta del Río Amarillo. 

Amanecer en el monte Tai. Shandong (en chino, 山东; pinyin, Shāndōng; literalmente, ‘al este de la montaña’) es una provincia costera de la República Popular China. Su capital es Jinan. Foto: 123RF.
Amanecer en el monte Tai. Shandong (en chino, 山东; pinyin, Shāndōng; literalmente, ‘al este de la montaña’) es una provincia costera de la República Popular China. Su capital es Jinan. Foto: 123RF.

El interior de la región tiene un clima continental, con inviernos fríos y veranos secos y calurosos. Sin embargo, la península goza de un clima más moderado por la influencia del mar. Si visitamos Shandong en primavera u otoño podremos disfrutar de temperaturas agradables y bellos paisajes.

Al igual que otras provincias, bañadas por las aguas del Río Amarillo, Shandong es una de las cunas de la civilización china. Debido a la cantidad de vestigios de la antigua China que se han encontrado aquí, recibe el sobrenombre de “museo virtual”. Entre 1981 y 1982 se descubrieron en el condado de Yiyuan (沂源, Yíyuán) restos  fósiles de Homo erectus que datan de hace entre 400.000 y 500.000 años. Estos restos son conocidos con el apelativo del “hombre de Yiyuan”.

En el neolítico diferentes culturas se asentaron en esta zona y, entre ellas, destacan las culturas Houli (后李文化), Beixin (北辛文化), Dawenkou (大汶口文化) y Longshan (龙山文化). Merece una especial mención la cultura Longshan (2600-2000 a.C.), famosa por el alto nivel técnico de su delicada cerámica, el uso del torno alfarero, así como por la construcción de asentamientos fortificados.

Orígenes de la escritura china: Área de la cultura de Longshan (3000-2000 antes de cristo).
Orígenes de la escritura china: Área de la cultura de Longshan (3000-2000 antes de cristo).

En el período de las Primaveras y Otoños (春秋时代, Chūnqiū shídài, 770-476 a.C.) Shandong ya se había convertido en centro político y militar. Durante esta época, existían en la zona dos estados: Qi (齐国, Qí guó) en el sureste y Lu (鲁国, Lǔ guó) en el este. El estado de Qi era una gran potencia económica gracias a las exportaciones de seda, pescado y sal a otras partes de China. De esta época data la Gran Muralla de Qi (齐长城, chángchéng), la más antigua de China. El estado de Lu (abreviatura que se utiliza para referirse a Shandong), era una potencia cultural porque en su capital, Qufu, nació Confucio (551-479 a. C.) cuyas doctrinas se convirtieron en uno de los pilares de la cultura y la moral tradicionales chinas. El término Shandong se utilizó por primera vez durante el período de los Reinos Combatientes (战国时代, Zhànguó shídài, 475-221 a.C.) para hacer referencia al área administrativa.

Durante la dinastía Yuan (, 1271-1368) Beijing se convirtió en la capital, y con esto dejó de ser necesario que el Gran Canal llegara a Kaifeng, la antigua capital de la dinastía Song del Norte. Esta situación fue beneficiosa para Shandong al construirse el canal que lleva su nombre, que unía Beijing y Hangzhou por la costa, acortando así la extensión del Gran Canal. Esta construcción dio un impulso sin precedentes a la economía de la provincia.

Sin embargo, a mediados del siglo XIX, la región se vio severamente afectada por catástrofes naturales. Primero fueron las sequías y después llegaron las terribles inundaciones del Río Amarillo. Esto desencadenó un fuerte movimiento migratorio hacia el noreste de China y a Mongolia Interior.

Shandong no sólo sufrió los estragos de la naturaleza. Desde finales del siglo XIX hasta mediados del siglo XX vivió un periodo histórico muy convulso. Tras la Guerra Sino-Japonesa (1894-95) los japoneses ocuparon brevemente la provincia. En 1898, tras la rebelión de los Bóxers, la dinastía Qing (, 1644-1911) firmó un tratado por el que China cedía Qingdao (青岛) a Alemania durante 99 años. De forma similar, Gran Bretaña consiguió el control de la ciudad portuaria de Weihai (威海). Aunque el control de la zona volvió a manos chinas en 1914, un año más tarde Japón ocupó de nuevo la provincia hasta 1922, bajo la amenaza de utilizar la fuerza. Cuando acabó la Segunda Guerra Sino-Japonesa (1937-45), China recuperó finalmente el control de Shandong.

Debido a la cantidad de vestigios de la antigua China que se han encontrado aquí, recibe el sobrenombre de “museo virtual”. Entre 1981 y 1982 se descubrieron en el condado de Yiyuan restos  fósiles de Homo erectus que datan de hace entre 400.000 y 500.000 años. Estos restos son conocidos con el apelativo del “hombre de Yiyuan”.

Con la fundación de la República Popular China, en 1949, la situación económica y social de la provincia mejoró considerablemente. El gobierno promovió el desarrollo de la industria y la agricultura, lo que alivió la situación turbulenta que había sufrido esta zona durante los últimos cien años.

En la actualidad es una de las provincias más ricas de China (su PIB creció un 9.6% en 2013), y su desarrollo se sustenta bajo los pilares de la agricultura, la pesca, las exportaciones, la industria, el sector de la alta tecnología y el turismo. Esta afluencia económica contribuye a que sea la segunda provincia más poblada de China, con casi 96 millones de habitantes, sólo por detrás de Henan. El encanto de Shandong no sólo reside en sus paisajes o monumentos históricos sino también en sus habitantes, que son conocidos por su honestidad, hospitalidad, amabilidad, así como por la importancia que otorgan a la familia, a los amigos y a la patria.

Vista del Lago Daming en Jinan, provincia de Shandong. Foto: 123RF.
Vista del Lago Daming en Jinan, la ciudad de los manantiales, provincia de Shandong. Foto: 123RF.

Jinan, la ciudad de los manantiales

Jinan (济南, Jǐnán), capital de Shandong, con una historia de más de 4.000 años y una población de aproximadamente 7 millones de habitantes, es el centro político, cultural, económico, científico y tecnológico de la provincia. Como su nombre indica, “al sur del Ji”, la ciudad estaba situada al sur del río Ji (cuyo cauce ocupa hoy el Río Amarillo) y al norte de Taishan. Por su peculiar topografía Jinan es conocida como “la ciudad de los manantiales” (泉城, Quánchéng), ya que cuenta con 72 manantiales kársticos en su área urbana. La plaza Ciudad de los Manantiales, en el centro urbano, es un reflejo de cómo Jinan ha sabido combinar modernidad con historia y naturaleza.

Al oeste de la plaza se encuentra el manantial Baotu (趵突泉, Bàotū quán), el más famoso de la ciudad, que significa literalmente “saltar de repente”, puesto que sus chorros pueden llegar hasta los 24 metros de altura. Sus aguas se mantienen a 18ºC durante todo el año. Dicen que una visita a Jinan no está completa hasta que no se prueba el té preparado con las aguas de este manantial. Así, según la leyenda, el emperador Qianlong (乾隆, Qiánlóng, 1711-1799) de la dinastía Qing, quedó deleitado por el sabor del té y afirmó que era “el mejor manantial bajo el cielo” (天下第一泉, Tiānxià dì yī quán). 

Lago Daming en Jinan, provincia de Shandong. Foto: 123RF.
Lago Daming en Jinan, provincia de Shandong. Foto: 123RF.

En el centro de la ciudad, al noroeste del manantial Baotu, está el lago Daming (大明湖, dà míng hú), uno de los grandes atractivos culturales y paisajísticos de la ciudad, que está formado por agua proveniente de los acuíferos kársticos que forman sus 72 manantiales. Si traducimos el nombre del lago, que literalmente significa “gran lago brillante”, nos dará una pista de la claridad de sus aguas.

La montaña de los Mil Budas (千佛山, Qiānfóshān) se asienta a 258 metros sobre el nivel del mar, al sur de Jinan. En la antigüedad se llamaba monte Li, sin embargo, durante la dinastía Sui (, 581-617), se esculpieron muchas estatuas de Buda en sus rocas y se construyó el templo de los Mil Budas, del cual la montaña tomó su nombre actual. Subir a la montaña es disfrutar del paisaje y de las muchas reliquias culturales que la componen.

Qingdao, la Suiza de Oriente

Qingdao (青岛, Qīngdǎo o Tsingdao en su antigua adaptación latina) quiere decir “isla verde” y, aunque la ciudad no es una isla en sí, toma su nombre de una pequeña isla frente a su costa llamada Pequeña Qingdao (小青岛). Situada al sur de la península de Shandong, en la bahía de Jiaozhou (胶州湾, Jiāozhōu wān) y bañada por las aguas del Mar Amarillo, Qingdao es una ciudad llena de encanto donde poder disfrutar de la brisa del mar, sus atractivos paisajes y su deliciosa gastronomía. En sus orígenes, Qingdao era un pueblo de pescadores que, durante la dinastía Qing, se desarrolló como un punto estratégico en la economía de la provincia.

Pabellón octogonal Huilan.
Pabellón octogonal Huilan. Foto: 123RF.

La ciudad resulta familiar para los occidentales y exótica para los orientales por la combinación de estilo chino y arquitectura europea, legado de su pasado como colonia alemana. No en vano, por su arquitectura de casas con tejados rojos y ventanas de madera, combinada con amplios jardines, cielo azul y montañas de vegetación frondosa, Qingdao recibe el sobrenombre de “la Suiza de Oriente”. Uno de los lugares más emblemáticos de la ciudad es su muelle (栈桥, Zhànqiáo), de 440 metros de largo, que fue construido en 1891 durante la dinastía Qing. Al final del muelle se encuentra el pabellón octogonal Huilan (回澜, Huí lán), mundialmente famoso por ser la imagen de la cerveza local Tsingdao.   

Qingdao quiere decir “isla verde” y, aunque la ciudad no es una isla en sí, toma su nombre de una pequeña isla frente a su costa llamada Pequeña Qingdao. Sus playas atraen cada año a una gran cantidad de turistas nacionales y extranjeros. 

Las playas de Qingdao atraen cada año a una gran cantidad de turistas nacionales y extranjeros. La más famosa de las seis playas que tiene la ciudad es la Número 1 (第一海水浴场, Dì yī hǎishuǐ yùchǎng), en la bahía de Huiquan (汇泉湾畔, Huì quán wān pàn), de 580 metros de largo y 40 de ancho. Su encanto reside en su arena fina y su idílico enclave, ya que está rodeada de montañas verdes. En verano puede alcanzar los 200.000 bañistas diarios

Cerca de la playa Número 1 se encuentra la popular área de Badaguan (八大关, Bādà guān), ideal para pasear tras un ajetreado día por sus calles de árboles alineados y disfrutar de la belleza de su arquitectura colonial, con más de doscientas villas de estilo europeo. Badaguan significa “ocho grandes pasos” en referencia a los ocho pasos de la Gran Muralla, y por ello sus ocho avenidas originales reciben el nombre de los pasos, como por ejemplo Jiayuguan (嘉峪关, Jiāyùguān) en la provincia de Gansu. Badaguan cuenta en la actualidad con diez avenidas (en 1949 se construyeron dos más) cada una está dedicada a un tipo de árbol en particular, como por ejemplo el ginko, el pino, el melocotonero o el manzano. Por su atractivo arquitectónico y paisajístico ésta es una popular zona para realizar reportajes de boda.

A 30 km al sureste de Qingdao está situado Laoshan (崂山, monte Lao), una de las cunas del Taoísmo que, con 1.133 metros de altura, es la montaña más alta de la costa china. El Templo de la Pureza Suprema (太清宫, Tàiqīng gōng) es el santuario taoísta más grande y antiguo que se conserva en el complejo. Qingdao es una ciudad comprometida con la cultura y el deporte. En 2008 fue la sede de las competiciones de vela de los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de Beijing. El Centro Nacional de Deportes Acuáticos de Qingdao, construido para albergar dicho evento, ha acogido en 2014 la Copa del Mundo de Vela ISAF.

Ostras fritas.
Ostras fritas. Foto: Confuciomag.

La cocina Lu

La cocina de Shandong o Lu (鲁菜) tiene sus orígenes en la dinastía Qin (, 221-207 a.C.), cuando ya se utilizaba la sal como condimento y medio de conservación de los alimentos en la zona. Es una de las cuatro grandes tradiciones culinarias de China (四大菜系) y sus milenarias recetas encandilaron el paladar de los emperadores. La cocina del noreste de China (东北菜, Dōngběi cài) se ha contagiado, en mayor o menor medida, de la influencia de esta tradición.

Pepino de mar.
Pepino de mar. Foto: Confuciomag.

 

El arte culinario Lu, caracterizado por su sabor salado, el uso de ajo y cebolla para sazonar y la frescura de sus ingredientes, integra dos estilos locales: el de Jinan y el de Jiaodong. El primero se caracteriza por texturas tiernas y crujientes, una densa fragancia y mucho colorido. Abunda el uso de caldos, especialmente el claro y el lechoso, que son la base de muchas de sus recetas, como por ejemplo la famosa “sopa de nido de golondrina” (燕窝, Yànwō). El plato estrella de la cocina de Jinan es, sin duda, la carpa agridulce del Huanghe (糖醋鲤鱼, Tángcù lǐyú).

El estilo de Jiaodong (胶东, península de Shandong), que incluye platos de Qingdao, Yantai y Weihai, se diferencia por sus sabores suaves y el uso de marisco fresco proveniente de sus costas: gambas, almejas, pepinos de mar, orejas de mar y otras exquisiteces. Las ostras fritas (炸蛎黄, Zhàlìhuáng) son una de sus recetas más populares. De las numerosas técnicas de la cocina Lu las más utilizadas son la técnica Bao (, Bào), que consiste en freír en aceite muy caliente a fuego fuerte, retirar el aceite y condimentar en la misma sartén; y la técnica Pa (, ), donde se rebozan y se fríen los ingredientes hasta que estén dorados, para después sazonarlos. 

Más sobre Shandong en ConfucioMag:

Jinan: La ciudad de los manantiales


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Publicado originalmente en la Revista Instituto Confucio.
Número 27. 
Volumen VI. Noviembre de 2014.

 

En la lsla del Sol del río Songhua, en Harbin, hay espectáculos para las cuatro estaciones. Foto: 123RF.

La Isla del Sol es una ínsula fluvial en el río Songhua en la ciudad de Harbin. Rodeado de aguas azules, este bellísimo paraje ha sido calificado como de interés turístico y cultural nacional. Se trata de un parque nacional para la preservación del agua además de ser considerado la zona ecológica urbana más grande de China.

Reportaje de
Wu Yunfan
吴云凡
La Isla del Sol se encuentra en Harbin, al sur de la provincia de Heilongjiang. Situada entre la zona antigua y la nueva de la ciudad, cuenta con una superficie total de 88 km2 dividida en tres áreas: occidental, central y oriental.

Hay diferentes opiniones sobre el origen de su llamativo nombre. Uno es que “Isla del Sol” ha evolucionado a partir de la palabra manchú que se emplea para referirse al “Megalobrama amblycephala” (un pez de río), ya que ambas mantienen una pronunciación similar. Desde sus inicios, en Manchuria se ha practicado la pesca y la caza y el río Songhua era rico en este tipo de pez. Hay tres nombres en manchú para referirse a este ejemplar: haihua, falu y Taiyian. Este último, en lengua manchú, se asemeja mucho a la forma de pronunciar “sol” en mandarín. Hace mucho tiempo se le añadió “isla”, hasta el día de hoy, que es como se llama esta localización. No obstante, otro posible origen de la nomenclatura se debe a las playas de fina arena de la isla donde el sol se refleja con fuerza.

Isla del Sol del río Songhua. Foto: 123RF
Lago del Cisne en la Isla del Sol del río Songhua. Foto: 123RF

Las atracciones turísticas más importantes de la isla son el “Lago del Cisne”, las “Cascadas del Sol”, la “Isla de las Ardillas” o el “Pabellón del Agua y del Cielo”. Todas ellas se convirtieron en grandes lugares para el entretenimiento y el ocio familiar, y se generó una enorme expectación entre los habitantes de Harbin.

Pérgolas el parque de la lsla del Sol frente a Harbin, en el río Songhua. Foto: 123RF
Pérgolas el parque de la lsla del Sol frente a Harbin, en el río Songhua. Foto: 123RF

A ello hay que sumarle que, durante la década de los años 70, la famosa cantante china Zheng Xulan, compuso en honor de este lugar su canción “En la Isla del Sol”, muy popular en toda China. Su letra habla de los paisajes del lugar que le han dado fama.

Vista de lsla del Sol desde el río Songhua. Foto: 123RF
Vista de lsla del Sol desde el río Songhua. Foto: 123RF

Tan pronto como los turistas ponen un pie en la isla pueden ver la “Piedra del Sol”, una roca de una forma muy particular situada en la entrada este del parque. Tiene 7’5 m de largo, una profundidad de 2 m, 4’3m de altura y un peso de 150 t. Hay muchas leyendas que gozan de gran aceptación por parte del público sobre esta enorme roca que se yergue imponente en la Isla del Sol. En ella están escritos los tres caracteres que componen el nombre de la isla de la mano de “Zhao Puchu”, una importante personalidad de la sociedad china actual.

Piedra del Sol en en la Isla del Sol frente a Harbin, en el río Songhua. Foto: 123RF
Piedra del Sol en en la Isla del Sol frente a Harbin, en el río Songhua. Foto: 123RF

Durante el verano, los árboles arrojan una agradable sombra, las ondas del río besan las orillas y eso hace que la Isla del Sol bien merezca el apelativo de refugio turístico del calor. Turistas y ciudadanos pueden visitar asimismo el “Pabellón del Agua y del Cielo”, que es un edificio con un estilo arquitectónico al gusto europeo. También se puede disfrutar de la “Isla de las Ardillas” para observar estos pequeños animales, que la convierte en la mayor área para la observación, cría y estudio de las ardillas en la provincia de Heilongjiang. También se puede admirar la “Cascada del Sol”, un salto de agua artificial con un área de aproximadamente 1’5 ha, donde se ha construido una gruta.

Aparte de los lugares mencionados, la Isla del Sol también cuenta con atracciones como Luyuan, el “Lago del Cisne”, el “Jardín de las Flores” o el “Museo de Arte de Hielo y Nieve”. La belleza natural de la isla se complementa con sus hermosas y agradables gentes.

En la lsla del Sol del río Songhua, en Harbin, se elebra un festival internacional con esculturas de hielo y nieve. Foto del 11 de enero de 2019, 123RF.
En la lsla del Sol del río Songhua, en Harbin, se elebra un festival internacional con esculturas de hielo y nieve. Foto del 11 de enero de 2019, 123RF.

En invierno la Isla del Sol se encuentra totalmente invadida por la nieve y el hielo. Cada año se organiza una Exposición Internacional durante la que se esculpen impresionantes figuras utilizando nieve o hielo. Se pueden contemplar dragones volando, paisajes naturales, reproducciones de edificios reales, entre otras opciones tan variadas que no se sabe muy bien dónde elegir la mejor. Además, las estatuas son tan gigantes como realistas y verosímiles, por eso se le ha puesto el nombre de Gran Festival Mundial sobre hielo y nieve.

La belleza de la Isla del Sol reside, sin duda, en la ilimitada visión que ofrece de la naturaleza, pero también en el diferente estilo de sus edificios y en la íntima relación creada entre las personas y la naturaleza. Por eso, si no se visita la Isla del Sol es como si no se hubiera estado en Harbin.

Harbin (哈尔滨), la perla que resplandece entre oriente y occidente


Publicado originalmente en: Revista Instituto Confucio.
Número 52. Volumen I. Enero de 2019.

Té chino variedad Maofeng. Foto: 123RF.

El té chino fue el origen de una bebida que se ha extendido por todo el mundo, ya que la exportación de la planta de té (Camellia sinensis) se inició hace más de 2000 años. En China el té ha desarrollado su propia cultura y es habitual ofrecer una taza a los invitados como muestra de cortesía y respeto.

Té chino: recogiendo té en el municipio de Hangzhou, provincia de Zeijiang. Foto: 123RF.
Té chino: recogiendo té en el municipio de Hangzhou, provincia de Zeijiang. Foto: 123RF.

Artículo de
Sun Hongwei
Instituto Confucio de la Universitat de València
孙洪威
Sin lugar a dudas, el té es una de las tres bebidas más importantes del mundo junto con el café y el cacao. La gran afición que muestra el pueblo chino por el té justifica el papel imprescindible que desempeña esta infusión en la vida cotidiana. Un buen reflejo de esta costumbre es el habitual ofrecimiento de una taza de té chino a los invitados como muestra de cortesía y respeto. Razón por la cual el té ya no se considera simplemente una bebida, sino que ha desarrollado su propia cultura.

China, origen de la planta de té (Camellia sinensis), fue el primer país en desarrollar a partir de este arbusto una bebida. Hace miles de años se localizaron plantas de té en diversas provincias chinas sureñas, tales como Yunnan, Guizhou o Sichuan.  Allí todavía se conserva la tradición milenaria de elaborar los brotes u hojas de té. Otros países, en los que también se cultiva esta planta, han introducido de manera directa o indirecta las semillas o brotes desde China. También han copiado las técnicas de recortar y elaborar sus hojas, a fin de desarrollar su propia producción de hojas de té.

Estatua de Lu Yu, en la Plantación de la Fuente del Dragón, en Meijiawu, Hangzhou. Foto: Wikipedia
Estatua de Lu Yu, el «Sabio del té», en la Plantación de la Fuente del Dragón, en Meijiawu, Hangzhou. Foto: Wikipedia

La popularización del té

Existe una variedad de denominaciones para esta bebida, tales como míng () o chá (), la más usada. El caracter chino apareció por primera vez en el manual de medicina china titulado El libro de las hierbas de Shennong. Pero, ¿a partir de qué momento se convirtió el té chino en una bebida popular?

Durante la dinastía Zhou del Oeste (1027-771 a.C.), el té se utilizaba exclusivamente como ofrenda. Fue en el Periodo Primavera y Otoño (770-403 a.C.), cuando los brotes frescos se consideraron como un tipo de verdura. Más tarde, en el periodo de los Estados Combatientes (403-221 a.C.) se convirtió en una planta medicinal usada como infusión tras hervirse. Posteriormente, durante la dinastía Han del Oeste (206-25 a.C.), el té constituyó una de las mercancías principales en el comercio.

Durante un periodo de más de 300 años, época de la popularización y consolidación del budismo en China desde los Tres Reinos hasta las dinastías meridionales y septentrionales, el cultivo de té se generalizó sobre todo en los valles cercanos a los templos budistas, ya que esta bebida aliviaba el sueño que surge en las meditaciones.

Así, esta religión favoreció la difusión del té chino y, asimismo, esta planta contribuyó paralelamente a la consolidación del budismo, formando una combinación perfecta entre té y meditación. Sin embargo, esta bebida no tuvo una buena acogida entre la población no monástica hasta la dinastía Tang (618-907).

El libro del té, escrito por Lu Yu, es un tratado sobre su cultivo y preparación que le ha hecho pasar a la historia como «El Sabio del Té». Foto: Wikipedia.
El libro del té, escrito por Lu Yu, es un tratado sobre su cultivo y preparación que le ha hecho pasar a la historia como «El Sabio del Té». Foto: Wikipedia.

 

Exportación del té desde China

Pero, ¿cómo empezó la exportación y la difusión del té chino hacia los mercados extranjeros? Según se cree, la historia de la exportación del té se remonta a hace más de dos mil años. La introducción de las hojas de té en los países vecinos de China empezó durante las dinastías meridionales y septentrionales del siglo V. Más tarde, en el siglo IX, unos monjes japoneses llevaron semillas de té a su país, donde tuvo una buena acogida. En el siglo X los comerciantes mongoles llevaron té seco en forma de ladrillos hasta Asia Central pasando por la llanura de Siberia.

Esta planta se extendió también hasta los países del Asia Sudoriental y del sur de África. Esto fue gracias a los viajes que se le atribuyen a Zheng He, el navegante más importante de la dinastía Ming (1368-1644).

El siglo XVIII

Hacia el año 1610, los holandeses llevaron esta bebida china por primera vez a Europa Occidental. Hacia 1650, el té chino llegó a Europa Oriental y, desde ahí, al continente americano. A comienzos del siglo XVIII, la costumbre de tomar té negro considerada una moda entre los nobles chinos, se popularizó en el territorio inglés. Así, regalar hojas de té se convirtió en una práctica habitual (y cara) entre la clase superior de la sociedad.

La famosa Compañía Británica de las Indias Orientales logró muchos beneficios a través de su comercio de té a gran escala a partir del siglo XVIII. En la actualidad, la mayoría de las palabras que hacen referencia a esta bebida en distintos idiomas tienen su origen en el idioma chino, como el “chá” portugués, que proviene de la palabra chá del dialecto cantonés.

Paisaje del té en el municipio de Hangzhou, provincia de Zeijiang. Foto: 123RF.
Paisaje del té en el municipio de Hangzhou, provincia de Zeijiang. Foto: 123RF.

El té en China

Lu Yu fue el experto de mayor prestigio en el estudio del té chino. Logró ser reconocido como “El Sabio del Té” por su trabajo realizado para elaborar la obra titulada El libro del té. En este tratado, el autor muestra de manera exhaustiva la experiencia recogida sobre aspectos tales como el cultivo, la elaboración y la evaluación de esta bebida china y sus clases.

¿Cuál es el origen de la costumbre china de tomar té? Esta tradición se remonta a la dinastía Tang (618-907), época en la que esta bebida entró a formar parte de la vida cotidiana de los chinos. Al principio se añadían diferentes ingredientes, como sésamo, sal, pipas u otras especias que daban un sabor característico a la infusión, pero Lu Yu propuso no agregar ningún elemento para degustar el sabor auténtico del té chino.

Antiguamente, sólo se tomaba té para apagar la sed y la manera de elaborar la infusión consistía en cocer las hojas. No obstante, la mayor evolución se dio durante las dinastías Tang y Song (960-1279), cuando la gente aprendió a apreciar el sabor del té, sus cualidades y lo convirtió en un arte, una cultura.

A medida que el té chino se iba divulgando e iba siendo aceptada por la gente, numerosos eruditos e intelectuales plantearon uno tras otro sus opiniones sobre el té. Bai Juyi, Li Bai, Ouyang Xiu o Su Dongpo, además de ser grandes aficionados a esta bebida elaboraron obras acerca de ella. Estos famosos versos muestran el importante papel que desempañó esta infusión en China:

“Como el emperador tiene ganas de probar el té, las otras hierbas no se atreven a adelantar su florecimiento”.

Dinastía Yuan

a En la dinastía Yuan (1279-1368), el té chino se preparaba cociendo los brotes y las hojas frescas en cazuelas. Pero en durante dinastía Ming se produjo un cambio fundamental con una nueva forma de prepararlo añadiéndole agua hervida. Aparte del té verde tostado, que era la bebida principal, el té de flores también tuvo una buena aceptación.

Dinastía Qing

Durante la dinastía Qing (1644-1911), ya había casas de té por todas partes, tanto en las ciudades como en los pueblos pequeños. Ello reflejaba la costumbre de tomar té entre todas las clases de la sociedad, ya fueran funcionarios o intelectuales. La aparición de un conjunto de tés populares, como el té blanco, junto con las invenciones del té negro y el té Wulong, que tienen un grado de oxidación sustancial o medio, desarrollaron en gran medida el té tradicional, clasificándolo en seis tipos principales de té chino según su elaboración:

  • té verde
  • té negro
  • té de flores
  • té blanco
  • té wulong
  • té seco

Su sabor varía conforme a los diferentes métodos utilizados en el procesamiento. Por ejemplo, el té negro suele ser más fuerte, mientras que el aroma y el sabor del té verde son más suaves. Por su parte, el té de flores desprende un aroma característico a primavera.

Entre las variedades más populares encontramos el té Longjin (Pozo del Dragón), proveniente de la Provincia de Zhejiang; el té Biluochun de Taihu; el té Wulong de la Provincia de Fujian; el té de jazmín de Pekín; el té negro Qimen de la provincia de Anhui y el té Maofeng de la Montaña Amarilla.

Preparación tradicional campesina del té de longjing. Foto: 123RF.
Té chino: preparación tradicional campesina del té de longjing. Foto: 123RF.

Normalmente los chinos no echan azúcar al té. No les importa que tenga un sabor fuerte y siguen una serie de rituales a la hora de prepararlo. Por ejemplo, nunca se hace el té chino con el agua recién hervida, sino por debajo del punto de ebullición (entre 70 y 80 grados). Eso sirve para mantener su sabor y su color auténtico sin perder los valores nutritivos que tiene.

Las funciones que tiene el té son bien conocidas en todo el mundo. No sólo ayuda en la digestión, sino que también sirve como estimulante. Mejora la vista, alivia los efectos del tabaco y del alcohol y es anticancerígeno. De acuerdo con recientes investigaciones, loa química que contiene el té incluyen más de 450 compuestos orgánicos diferentes y 15 tipos de minerales. Por esta razón, está muy relacionado con la salud, debido a sus valores nutritivos y medicinales.

El té también es eficaz tras una comida pesada o para aliviar la sensación de angustia. Así que también desempeña un papel importante para animando, estimulando y alegrando a la gente.

Cuando sostienes una taza de té de jazmín, mirando el vapor y sobre todo aspirando su aroma, te encuentras en una tranquilidad absoluta. Y sigues sin darte cuenta de la relajación que te ha brindado el té chino. Vivir la vida se parece mucho a tomar té, cuyo sabor supone un conjunto dulce y amargo al mismo tiempo. Igual que cada uno tiene su propia forma de tomar el té, sólo es uno mismo quien puede experimentar la vida que le espera.

En resumen, el té chino merecería ser reconocido como la bebida de la paz del siglo XXI.

Distintas variedades del té chino

Xihu Longjin (Pozo del Dragón). Foto: 123RF.
Xihu Longjin (Pozo del Dragón). Foto: 123RF.

Xihu Longjin (Pozo del Dragón)

Este té verde originario del pueblo llamado Longjin, a las afueras de Hangzhou, en la provincia sureña de Zhejiang, destaca por su color, aroma, sabor y apariencia. También el agua con la que se elabora supone una condición fundamental que afecta a la calidad del té. Así, una combinación perfecta sería el té Longjin con el agua de Hupao (Pozo del Tigre Corredor).

Te chino biluochun. Foto: 123RF.
Te chino biluochun. Foto: 123RF.

Biluochun

Es el té proveniente de la montaña Dongting, que está situada cerca del lago Tai de Wuxian, en la provincia de Jiangsu. El té Biluochun tiene un color verde fresco y una forma parecida a la de los caracoles (de ahí el origen de su nombre). Una vez se ha vertido el agua hervida, las hojas de té se extienden como nubes en la taza, con un aroma ligero que se propaga rápidamente.

Té Guanyin de Anxi. Foto: Wikipedia.
Té Guanyin de Anxi. Foto: Wikipedia.

Té Guanyin de Anxi

Se trata de una variedad proveniente de Anxi, al sur de la provincia de Fujian. Pertenece a la familia del té Wulong. Su olor también recuerda al de las orquídeas, pero su sabor es más fuerte. Su elaboración requiere un tipo específico de tetera y se debe seguir un orden para tomarlo: primero hay que aspirar su aroma y después beber el líquido. La variedad Wulong tiene funciones especiales para mejorar la salud y propiedades cosméticas muy apreciadas.

té chino maofeng. Foto: Wikipedia.
té chino maofeng. Foto: Wikipedia.

Maofeng

Tiene su origen en la Montaña Amarilla de la provincia de Anhui. Posee una forma fina y aplastada como la lengua de los pájaros. El olor de este té recuerda al de las orquídeas y su sabor es dulce.

Té blanco de aguja plateada. Foto: Wikipedia.
Té blanco de aguja plateada. Foto: Wikipedia.

Té blanco de aguja plateada

Producido en el norte de Fujian, destaca por su color plateado y su apariencia fina y larga, como la de una aguja.

Té Pu’er. Foto: Wikipedia.
Té Pu’er. Foto: Wikipedia.

Té Pu’er

Tiene su origen en Xishuanbanna, en la provincia de Yunnan. Esta bebida está considerada como un producto medicinal y destaca por sus valores particulares de aroma y sabor.


Revista Instituto Confucio 8

Publicado originalmente en: Revista Instituto Confucio.
Número 8. Volumen V. Septiembre de 2011.

El busto de Li Shizhen en un sello de 1866. Foto: Wikimedia, escaneada por chinau.com (y http://old-www.chinau.com.cn/stampnew/1553428764102.html)

Li Shizhen (1518-1593) fue el médico más famoso de la dinastía Ming. Extendió los conocimientos de la medicina china y fue un consumado escritor.  Su monumental Bencao Gangmu (本草纲目) o Compendio de materia médica consta de 52 volúmenes. Esta obra recoge más de 11.000 descripciones de tratamientos de la medicina china tradicional.

Reportaje de
Mu Xiuwen 
牟秀文
La medicina china tradicional es uno de los hechos diferenciadores más importantes de la cultura china. Su origen se puede encontrar en la época de los míticos emperadores Yan y Huang. Su desarrollo ha sido constante. Li Shizhen (李时珍) dedicó el esfuerzo de toda una vida a escribir el Compendio de materia médica (本草纲目, Běncǎo gāngmù), una de las obras más brillantes que existen. Se ganó el  apodo de “sabio doctor de la dinastía Ming”,

Li Shizhen (1518-1593), nacido en Qichun (Hubei), fue el médico más famoso de la dinastía Ming (, 1368-1644). No solo fue un brillante experto en medicina, sino también un literato que escribió muchas obras, como por ejemplo: Un examen de los ocho meridianos extra (奇经八脉考) o Un estudio del pulso (濒湖脉学).

Estatua de Li Shizen en la «Hunan International Economics University». Foto: Wikimedia commons, dominio público.
Estatua de Li Shizen en la «Hunan International Economics University». Foto: Wikimedia commons, dominio público.

El gran clásico de la medicina china y oriental

Li Shizhen alcanzó fama en el mundo de la medicina china gracias a su obra Compendio de materia médica. Este tratado lo dio a conocer tanto fuera como dentro de China. Tras su publicación, la obra se difundió con rapidez. A día de hoy se ha traducido al inglés, alemán, francés y japonés, entre otros. Tiene el reconocimiento mundial como “gran clásico de la medicina de Oriente”.

Para completar esta monumental obra, Li Shizhen viajó por tierra y mar con una cesta de bambú y zapatos de paja. Atravesó montañas y dejó su huella en Hubei, Jiangsu, Anhui, Jiangxi, Henan, Hebei y otros territorios. Recorrió miles de kilómetros recogiendo hierbas medicinales, visitando a doctores, escuchando las experiencias y consultando cientos de  obras sobre medicina durante veintisiete años.

Li Shizhen, El sabio doctor de la dinastía Ming: reproducción del Bencao Gangmu (本草纲目 "Compendio de Materia Médica"). Foto: Wikipedia.
Reproducción del Bencao Gangmu (本草纲目 «Compendio de Materia Médica»). Foto: Wikimedia commons, dominio público.

El Bencao Gangmu (本草纲目), el gran compendio de medicina china tradicional

Su Compendio está dividido en 52 volúmenes y tiene un total de aproximadamente 1.900.000 caracteres. El libro reúne un total de 1.892 remedios medicinales, de los cuales 1.195 son herbarios. Registra un total de 11.096 descripciones de tratamientos y ofrece 1.160 detalladas ilustraciones de todo tipo de plantas. Li Shizhen consultó las obras médicas de dinastías anteriores a su tiempo, extrayendo la información más importante. También desechó lo innecesario, completó lo insuficiente e hizo importantes descubrimientos que desembocaron en históricos avances.

Página del Bencao Gangmu.
Las ilustraciones en la primera edición del Bencao Gangmu se atribuyen a su hijo Li Jianyuan. De izquierda a derecha y de arriba a abajo: Gouju (naranja trifoliada). Suanzao (dátil espinoso). Shanzhuyu (cornalina). Zhizi (jazmín del cabo. Gardenia jasminoides Ellis). Ruihe (Prinsepia uniflora Batal). Hu tuizi (Eleagnus espinoso/Elaeagnus pungens). Wikimedia Commons dominio público.

Por ejemplo, el nuevo método de clasificación de variedades de hierbas que estableció en sus obras. Antes de la dinastía Ming, todos los libros de medicina se clasificaban básicamente en tres clases: superior, medio e inferior. Este tipo de ordenación se utilizó durante más de mil años pero Li Shizhen se atrevió a romper con la tradición y en su magna obra dividió los remedios medicinales en dieciséis grupos diferentes.

Los 16 grupos de remedios del Bencao Gangmu (本草纲目)

  • agua
  • fuego
  • tierra
  • metal y piedras
  • hierba
  • cereales
  • vegetales
  • frutas
  • madera
  • herramientas y vestimenta
  • insectos
  • escamas
  • conchas
  • pájaros
  • mamíferos
  • personas

Bajo cada tipo de medicamento, Li Shizhen especificó los principios esenciales (, gāng) y bajo estos, la división en categorías (, ). Esta clasificación demuestra una clara estructura.

Ilustración de una edición de 1800 del Bencao gangmu (本草纲目) impreso en 1596. Foto: Wikipedia.
Ilustración de una edición de 1800 del Bencao gangmu (本草纲目) impreso en 1596. Foto: Wikimedia commons, dominio público.

Los diágnósticos de la medicina china tradicional

En la teoría de la medicina tradicional china se indican cuatro métodos de diagnóstico: observar, oler, preguntar y palpar. El método de palpar consiste en tomar el pulso para diagnosticar la condición del paciente. Esta es una práctica actual de la medicina china tradiconal que requiere mucha experiencia. A Li Shizhen se le daba muy bien este método. Por ello escribió Un estudio del pulso. En ese libro detalla su experiencia en esta materia. También se cuenta una historia que demuestra su excelente habilidad en esta práctica.

Las historias de Li Shizhen

Li Shizhen fue un consumado doctor al que se conocía popularmente como el “doctor supremo” (神医, shényī). Cuando tenía más de 30 años se convirtió en el doctor imperial, curando al emperador y a su concubina en numerosas ocasiones. Lo que causó que, entre la gente, surgieran muchas historias sobre los milagros curativos del buen doctor Li Shizhen.

El féretro que goteaba sangre

Cuenta la leyenda que, mientras recogía hierbas un día, vio a un grupo de personas llevando un ataúd hacia el cementerio para el funeral. Del féretro caían gotas de sangre, por lo que se acercó a observarlo y vio que la sangre estaba todavía muy fresca. Entonces, detuvo al grupo y persuadió al encargado para que abriese el ataúd para inspeccionarlo. Una vez abierto comprobó que dentro había una mujer embarazada, sin respiración, que acababa de morir debido a complicaciones durante el parto.

El doctor concluyó que era probable que la mujer no estuviese realmente muerta. Con rapidez, aplicó un masaje tradicional y un tratamiento de acupuntura para salvarla. Poco después, la mujer gimió suavemente y recuperó el conocimiento. Con su ayuda, además, la mujer dio a luz. De este modo, Li Shizhen devolvió la vida a dos personas.

Li Shizhen, grabado. Foto: Wikipedia.
Li Shizhen, grabado. Foto: Wikipedia.

La historia del joven que sólo vivió seis horas más

Recoge la leyenda que un joven que acababa de comer oyó que el doctor había llegado y salió apresurado a verle. Pero había mucha más gente que quería verlo y todos le rodeaban en el jardín sin apenas dejar espacio para que otros se acercasen. El joven tenía prisa por verle. Saltó el muro del jardín y empleó todas sus fuerzas para llegar hasta él. Li Shizhen vio al joven sin aliento y con la cara pálida. Al tomarle el pulso le dijo con lamento que no viviría más de seis horas. Al escuchar el joven sus palabras se mostró visiblemente alarmado y la gente a su alrededor no se lo podía creer. Pero las palabras de Li Shizhen se hicieron pronto realidad. El joven murió seis horas después en su casa.

Resultó que este joven había comido en exceso y saltado un muro. Sus intestinos se habían roto y sus órganos habían sufrido graves daños. Todo esto se manifestó en su pulso tal y como lo diagnosticó correctamente el buen doctor Li.

La poesía de Li Shizhen

No solo era diestro en medicina, también lo fue en la poesía al poseer un excepcional talento literario. Fue muy inteligente desde su niñez. Cuando empezó en la escuela, un profesor le recitó el primer verso de un dístico (composición que consta de dos versos) para ponerle a prueba. Con solo ocho años respondió completando el dístico con un verso que quedaría para la posteridad.

La historia de los dísticos

Se dice que había un dueño de una farmacia que tenía una hija muy guapa e inteligente. Cuando la hija llegó a la edad de casarse, su padre quiso buscarle el marido ideal, así que decidió usar el primer verso de un famoso dístico para buscar un marido a su hija. Numerosos pretendientes acudieron a completar este dístico.

Un joven honesto estaba secretamente enamorado de la hija del dueño de la farmacia desde hacía tiempo. Como era muy humilde y carecía de talento  no sabía cómo completar la composición poética. Le contó entonces su problema a Li Shizhen. Este accedió a ayudar a este joven. Cuando el dueño de la farmacia vio que este joven no era una mala opción le dio otro verso y le dijo que tenía un día para completarlo. Al leer el verso el joven se quedó atónito y se vio obligado a recurrir de nuevo a la sabiduría del doctor quien le ofreció un verso mejor aún mejor.

El farmacéutico se alegró mucho al escucharlo y le respondió con el primer verso de otro dístico dándole ahora medio día para la réplica poética. El joven obtuvo la ayuda de Li Shizhen por tercera vez y respondió a su futuro suegro con un verso incluso más perfecto. Al escucharlo, el dueño de la farmacia se quedó muy satisfecho y le prometió inmediatamente que se casaría con su hija y tendrían un matrimonio perfecto. 

El busto de Li Shizhen en un sello de 1866. Foto: Wikimedia, escaneada por chinau.com (y http://old-www.chinau.com.cn/stampnew/1553428764102.html)
El busto de Li Shizhen en un sello de 1866. Foto: Wikimedia, escaneada por chinau.com (y http://old-www.chinau.com.cn/stampnew/1553428764102.html)

Un legado eterno

Li Shizhen falleció en 1593 a los 76 años. Sus restos fueron enterrados en Zhulinhu, en Qizhou, en el condado de Qichun (Hubei). Cada año, durante la fiesta de Qingming (también conocido como “Día de los Difuntos”), los médicos locales acuden a su tumba para hacer ofrendas. Muchas personas incluso se llevan las hierbas que crecen alrededor de la lápida a casa para tratar enfermedades.

La tumba más famosa de la medicina china tradicional

En 1954, su tumba fue distinguida como una de las reliquias históricas más importantes del país, renovando el cementerio y colocando su retrato en el sepulcro junto con una dedicatoria de Guo Moruo (郭沫若, un famoso escritor chino).

El museo en Li Shizhen en el condado de Qichun (Hubei)

En 1978, el departamento de cultura de la provincia de Hubei construyó un mausoleo en el lugar de la tumba y reformó la sepultura. En 1980 se inauguró un museo conmemorativo dentro del panteón. El recinto consta de cinco partes: el jardín de las hierbas medicinales blancas, el vestíbulo de exposiciones conmemorativas, la tienda de los remedios medicinales, la veranda del monumento al Compendio de materia médica y el cementerio.

Sobre la puerta  del recinto se puede ver grabado el nombre del doctor que escribió Deng Xiaoping con su propia caligrafía. Dentro del museo se encuentran expuestos todo tipo de diagramas, retratos, fotografías, documentos históricos, muestras de remedios medicinales, esculturas. Se trata de una representación de la vida de Li Shizhen y el gran éxito del Compendio de materia médica.


Instituto Confucio 38

Publicado originalmente en: Revista Instituto Confucio.
Número 38. Volumen V. Septiembre de 2016.

El Tie Guan Yin o Tieguanyin (铁观音; pinyin: tiěguānyīn) es un té oolong chino producido en Anxi (provincia de Fujian). Su sabor está cerca de un té verde, con solo un poco de oxidación. Foto: 123RF.

El té llamado tiěguānyīn (铁观) consiste en una variedad del té oolong o wūlóng cuyo nivel de oxidación se encuentra entre el té verde y el negro. La delicadeza y baja producción que manifiesta el tieguanyin determina por un lado su excelente sabor y por el otro la dificultad en el cultivo.

Artículo de
Sun Hongwei
孙洪威
El té llamado tiěguānyīn (铁观音), procedente del condado de Anxi (安溪), en la provincia de Fujian (福建), consiste en una variedad del té oolong o wūlóng (乌龙茶) cuyo nivel de oxidación se encuentra entre el té verde y el negro. La delicadeza y baja producción que manifiesta el tieguanyin determina por un lado su excelente sabor y por el otro la dificultad en el cultivo. Considerado como la variedad más valiosa y representativa de la familia del té oolong, el tieguanyin se sitúa entre las diez variedades más prestigiosas del té chino, alcanzando gran fama tanto dentro como fuera del país gracias a sus extraordinarias cualidades, su delicado aroma y su exquisito sabor.

El té Tieguanyin: aspecto del té y la infusión del Tieguanyin. Foto: Wikipedia
El té Tieguanyin: aspecto del té y la infusión del Tieguanyin. Foto: Wikipedia

Diversas leyendas populares se inspiran en el origen de la denominación de esta variedad de té. Una de las cuales dice que durante el reino Qianlong de la dinastía Qing (清, 1644-1911), Wei Meng, un cultivador de té del condado de Anxi y budista practicante, sabía preparar muy bien el té y todas las mañanas durante diez años le ofreció una taza de esta infusión a la figura de la bodhisattva Guanyin (观音菩萨), diosa de la Misericordia. Una noche, el campesino soñó que existía una planta de té que exhalaba un aroma similar al de la orquídea. Cuando, en sueños, se disponía a recolectarla, fue despertado súbitamente por los ladridos de su perro. Al día siguiente se empeñó en buscar esta planta y no parar hasta encontrarla. Lo hizo en un acantilado igual al que aparecía en sus sueños. Así que ni corto ni perezoso, se llevó unas cuantas hojas de ese té para prepararse una infusión en su casa. Como su sabor era tan exquisito y aromático, Wei Meng dijo que era el mejor té que había probado jamás. Así que se acercó al barranco, arrancó la planta y la cuidó en su casa con mucho mimo. Unos años después estaba tan frondosa que se asemejaba a la figura de Guanyin. Las hojas eran de color verde oscuro, parecido al hierro, así que recibió el nombre de tiěguānyīn, donde tiě (铁) significa hierro, con lo que se le conoce como el té de la diosa de la Misericordia de hierro.

El exquisito té negro Tieguanyin: campesinos en en Anxi (provincia de Fujian). Foto: 123RF.
El exquisito té negro Tieguanyin: campesinos en en Anxi (provincia de Fujian). Foto: 123RF.

La zona de mayor producción de esta variedad de té se encuentra en el condado de Anxi, rodeado de montañas con cumbres elevadas y ligeras nieblas matutinas. Las condiciones naturales, tales como una temperatura media de entre 15 y 18 grados todo el año y la acidez y profundidad del suelo favorecen el crecimiento de las plantas de este té. El refrán popular que dice “cuando llueve mucho, hay flores todo el año, cuando no hay nieve en invierno, se oyen los truenos de vez en cuando” revela precisamente los factores clave para el cultivo del té. El condado de Anxi cuenta con una larga historia en la producción de té gracias a sus extraordinarias condiciones naturales. La cualidad perfecta de este producto herbario y el prestigio que ha ganado como consecuencia le otorga a esta zona el nombre de Fénix y Dragón o la Capital del Té en el sur de Fujian. En 1995, el té cultivado en el condado de Anxi recibió por parte del Ministerio de Agricultura chino la Denominación de Origen del Té Wulong.

El Tie Guan Yin o Tieguanyin (铁观音; pinyin: tiěguānyīn) es un té oolong chino producido en Anxi (provincia de Fujian). Su sabor está cerca de un té verde, con solo un poco de oxidación. Foto: 123RF.
El Tie Guan Yin o Tieguanyin (铁观音; pinyin: tiěguānyīn) es un té oolong chino producido en Anxi (provincia de Fujian). Su sabor está cerca de un té verde, con solo un poco de oxidación. Foto: 123RF.

Hay que dar mucha importancia a la forma correcta con que se prepara el té tieguanyin. Para degustar dicha infusión se recomienda el uso de teteras y tazas delicadas y de tamaño reducido. Durante la elaboración primero hay que introducir en la tetera las hojas de té y llenarla con agua hirviendo hasta la mitad. Después esa agua se tira, pues en este proceso solo se limpian las hojas de impurezas. A continuación ya se prepara la infusión con agua limpia durante dos o tres minutos. Posteriormente, se reparte la infusión caliente entre las tazas según el número de personas. Esta operación se puede repetir hasta tres veces, cambiando el sabor de una a otra degustación. La temperatura ideal del agua con que se elabora la bebida debería mantenerse entre los 80 y 90 grados, y ha de beberse el té entre 30 y 60 minutos después de elaborado para mantener así toda su frescura y propiedades. El proceso de degustación comienza por oler el aroma y después se saborea en el paladar. Se recomienda no añadirle azúcar, de este modo el fragancia transciende en la boca con un retro gusto muy sabroso.

Cuando se está cansado del trabajo también se puede tomar una infusión de tieguanyin para reanimarse. No obstante no es nada recomendable consumir este té con el estómago vacío teniendo en cuenta que esta bebida podría afectar el sistema digestivo, tal como revela el dicho chino que dice que “no bebas el té sin comer nada previamente”. Además, tampoco se considera buena costumbre calentar muchas veces el té con agua hervida debido a que los elementos nutritivos se van agotando progresivamente.

El Tie Guan Yin o Tieguanyin (铁观音; pinyin: tiěguānyīn) es en realidad un té verde tipo Oolong (en la foto), pero su punto de oxidación lo sitúa entre las diez variedades más prestigiosas del té chino. Foto: 123RF.
El Tie Guan Yin o Tieguanyin (铁观音; pinyin: tiěguānyīn) es en realidad un té verde tipo Oolong (en la foto), pero su punto de oxidación lo sitúa entre las diez variedades más prestigiosas del té chino. Foto: 123RF.

Los análisis llevados a cabo sobre el té tieguanyin ponen de manifiesto unos 450 componentes orgánicos y 40 elementos minerales inorgánicos, entre los cuales destaca el polifenol de té, cuya función principal reside en aumentar la capacidad de la encima lipasa para disgregar las grasas y disminuir el nivel de colesterol en la sangre, así como en el control de la tensión arterial y la prevención de la oxidación corporal, el envejecimiento y el cáncer. Además, el tieguanyin ayuda a mantener la elasticidad y mantiene la piel bien hidratada. Hoy se ha puesto muy de moda beber tieguanyin entre la clase alta china, y asimismo en Japón tiene también una muy buena acogida, pues está considerado como el té de belleza o el té para adelgazar.

Todo sobre el té chino


Revista Instituto Confucio 20

Publicado originalmente en: Revista Instituto Confucio.
Número 20. Volumen IV. Septiembre de 2013

Zeng Guofan. Ilustración de Xavier Sepúlveda.

Zeng Guofan (1811-1872) fue uno de los políticos y estrategas más reputados de la historia reciente de China. A lo largo de toda su vida, Zeng Guofan se consideró defensor de la doctrina confuciana y mantuvo su anhelo de mejorar constantemente a través del estudio. Fue el funcionario de etnia han que llegó al más alto rango de toda la dinastía Qing (1644-1912).

Un reportaje de
Gao Hongbo
高洪波
Zeng Guofan, también llamado Bohan y con el título póstumo tras su fallecimiento de Wenzheng, fue conocido a lo largo de la historia como Zeng Wenzheng. Desde su infancia se esforzó por mejorar y estudiar con ahínco. En su más temprana juventud era capaz de leer, memorizar y dar uso al contenido de gran cantidad de libros. Pasó los exámenes imperiales y logró un puesto en el funcionariado y, a partir de entonces, la corte fue atribuyéndole títulos con mayor relevancia. Así, llegó a ocupar los puestos de virrey de Liangjiang, de Zhili e, incluso, fue en su momento Gran Secretario del Palacio Wuying. Fue el funcionario de etnia han que llegó al más alto rango de toda la dinastía Qing.

A lo largo de toda su vida, Zeng Guofan se consideró defensor de la doctrina confuciana y mantuvo su anhelo de mejorar constantemente a través del estudio. Independientemente de lo ajetreado de su tarea política, reservaba tiempo cada día para leer, estudiar y escribir un diario con el que reflexionaba sobre todo aquello que hacía y decía. La introspección era precisamente el método preferido para impulsar su desarrollo personal, pues le servía como punto de partida para su aprendizaje y su maduración. Abordó la vida desde el esfuerzo y la sencillez, si bien se exigía, con una enorme rigurosidad, la necesidad de mantenerse alejado de cualquier tipo de excentricidad y jamás sintió orgullo por su puesto en el funcionariado, como tampoco se juzgó superior ante ninguna persona. Durante el periodo de tiempo en el que trabajó en la administración, se obstinó en hacer de la lealtad a la corte y la conducta personal las principales cuestiones a tener en cuenta a la hora de evaluar el trabajo de quienes se dedicaban a la burocracia. Al mismo tiempo, hizo patente la necesidad de valorar el esfuerzo y el sufrimiento del pueblo y se esforzó cuanto pudo en mejorar el nivel de vida de la clase trabajadora en general.

Zeng Guofan fue el principal impulsor en China de las ciencias naturales y las humanidades más avanzadas de Occidente.

Con respecto a las relaciones sociales, poseía sus propios principios, consistentes en “no aprovecharse bajo ninguna circunstancia de nadie, ni tampoco aceptar nada a cambio”.  Ya fuera como ministro, funcionario, maestro o amigo, basaba su conducta en los preceptos de la tolerancia, la honestidad, la propia exigencia y la importancia de predicar con el ejemplo para ser un modelo para los demás. Su integridad moral y el prominente nivel al que había logrado elevar su desarrollo personal le ayudaron de forma muy notable en su carrera. De hecho, fueron dichos atributos los que le brindaron finalmente el reconocimiento universal y el formidable prestigio que tanto merecía.

Zeng Guofan. Ilustración de Xavier Sepúlveda.
Zeng Guofan. Ilustración de Xavier Sepúlveda.

Disciplina familiar

El desarrollo de su propia moral ejerció también una influencia primordial en todos los miembros de la familia Zeng. Dirigió siempre su conducta según las dos principales máximas de su disciplina familiar: cuidar a sus allegados mediante la paz y mantener la gloria del clan a través del esfuerzo. Como cabeza de familia estimaba que, en tiempos turbulentos, era primordial que en su casa se viviera en un contexto lo más pobre, sencillo y discreto posible. Su premisa era la de enseñar y educar con el ejemplo y mantener siempre una actitud entre la compasión y la severidad. Exigía a los miembros de su familia que llevaran vidas sencillas e independientes, que eludieran la ostentación y rechazaran la posibilidad de dejarse llevar por la comodidad y la holgazanería. Su conducta debía guiarse por la cautela e, incluso, tenían que rehusar salir por la noche. Si bien su intensa agenda política lo tenía ocupado durante prácticamente la totalidad de su tiempo, daba gran importancia a dialogar y comunicarse con sus hijos. Para él, las aficiones y formas de pensar de los más pequeños eran muy dignas de respeto y atención. Uno de sus hijos apreciaba las ciencias naturales y otro prefería ocupar su tiempo en el estudio de las humanidades occidentales. A pesar de ser campos que desconocía, hizo todo lo que estuvo en su mano por apoyar a los jóvenes en su aprendizaje. Estaba convencido de que, en el proceso educativo, lo fundamental era que fueran los propios niños quienes se percataran, por sus medios, de la importancia y el valor de la vida.

Como cabeza de familia estimaba que, en tiempos turbulentos, era primordial que en su casa se viviera en un contexto lo más pobre, sencillo y discreto posible. Su premisa era la de enseñar y educar con el ejemplo y mantener siempre una actitud entre la compasión y la severidad.

Su forma de ver la educación ejerció una importante influencia en los demás ancianos del apellido Zeng que, por ello, siempre sirvieron como perfectos modelos de conducta y asumieron la responsabilidad de educar por sí mismos a sus descendientes. Gracias a ello, aprendían desde muy temprano el valor del respeto, la ayuda, la cortesía y la armonía. El buen ambiente en el que se educaron propició que todos ellos recibieran una formación extraordinaria y que, más tarde, contribuyeran enormemente al avance de la sociedad desde sus labores como científicos, educadores y políticos.

Fue precisamente por su anhelo de desarrollo personal y su proceder con respecto a su responsabilidad familiar que Zeng Guofan pudo avanzar sin ningún tipo de problemas a lo largo de su carrera. Su ascenso coincidió con el último tramo de la dinastía Qing, un momento en el que numerosos y urgentes asuntos de estado quedaban por resolver, y el caos y la confusión se apoderaron del gobierno de la corte. A pesar de pertenecer a la etnia han y no contar con la influencia de las ocho banderas manchúes, las divisiones administrativas en las que estaban situadas todas las familias y servían también para definir su lugar en la organización militar de dicha etnia, Zeng Guofan se valió de un concepto absolutamente pragmático de la política para desarrollar un excelso talento en campos como la administración, las relaciones internacionales, la educación, la economía y la defensa militar y preconizar iniciativas que, en la práctica, resultaron tan positivas como eficaces. 

Gobierno honesto

Durante su carrera política fue muy consciente de que la corrupción era un fenómeno muy presente entre los miembros de la corte y, por ello, advirtió de la imperiosa necesidad de reestructurar el estilo de trabajo de los funcionarios. Consideraba que la moral y la ética de estos eran los principales detonantes tanto del declive como de la gloria de un estado. Como método para acabar con la corrupción, abogó por infligir castigos ejemplares y por ser absolutamente intolerante ante cualquier tipo de comportamiento fraudulento. De la misma forma, también liquidó las normas previas de selección de nuevos funcionarios e instauró un sistema basado en la premisa de defender con vigor un estilo de gobierno honesto y que permitiera situar para los puestos de la administración a personas con grandes capacidades y una contrastada integridad moral. El reputado estadista Li Hongzhang fue, de hecho, uno de sus discípulos y recibió una muy notoria influencia suya en este sentido.

En el plano económico, Zeng Guofan incidió de forma muy significativa en la necesidad de potenciar la agricultura y siguió muy de cerca el nivel de vida del pueblo. Asimismo, puso en marcha diversas medidas para controlar los precios de la plata y los negocios relacionados con la sal, lo que tuvo una enorme utilidad práctica para la economía del país. Fue él quien, tras advertir que China debía contar con su propia industria con capacidad suficiente para fabricar barcos, puentes, armas de artillería y otros elementos modernos, impulsó el conocido como “movimiento de autofortalecimiento,” un periodo de reformas institucionales durante la última etapa de la dinastía Qing tras las derrotas militares y las cesiones a potencias extranjeras. También intervino para facilitar la salida del país a una enorme cantidad de jóvenes que encontraron en el extranjero una excelente oportunidad de seguir formándose y contribuyó a la introducción de numerosos libros occidentales, gracias a los cuales el público chino se abrió a nuevas culturas y tecnologías. Dichas decisiones fueron cruciales para que el país trascendiera desde una civilización agrícola hasta una industrial.

Zeng Guofan liquidó las normas previas de selección de nuevos funcionarios e instauró un sistema basado en la premisa de defender con vigor un estilo de gobierno honesto y que permitiera situar para los puestos de la administración a personas con grandes capacidades y una contrastada integridad moral.

Su carrera política se prolongó durante más de 30 años, a lo largo de los cuales pudo presumir de haber culminado logros de gran importancia. Por ejemplo, su “movimiento de autofortalecimiento” fue el principal impulsor en China de las ciencias naturales y las humanidades más avanzadas de Occidente. Si bien no gozaba de un talento innato, fue sumamente disciplinado a la hora de dedicarse al aprendizaje y a la reflexión. A pesar de haber nacido en una familia agrícola, mostró en todo momento una enorme disposición para alcanzar sus ambiciones. Aunque era consciente del declive sufrido por la dinastía Qing en su última etapa, fue fiel y leal a la corte en todo momento. Su vida fue sencilla pero, a la vez, digna de ser considerada como legendaria.

Los extraordinarios preceptos de Zeng Guofan con respecto al desarrollo personal, a la armonía familiar y al servicio público constituyen un legado de una riqueza espiritual y cultural muy valiosas para las generaciones futuras. Su propio diario, publicado bajo el nombre de Confesiones de Oriente, se ha convertido en el manual en el que muchos lectores confían para orientar su comportamiento; las Normas del clan Zeng es ya uno de los clásicos sobre educación familiar más célebres de China; y El libro de la familia de Zeng Guofan ha sido todo un éxito de ventas durante muchos años. No cabe duda, por tanto, que la influencia ejercida por este notorio personaje aún sigue calando de forma muy profunda en todos y cada uno de los aspectos que constituyen la actual sociedad china.


Publicado originalmente en: Revista Instituto Confucio.
Número 55. Volumen IV. Julio de 2019.

Sitio arqueológico de Zengpiyan. Foto: Wikipedia.

Los restos arqueológicos del yacimiento de Zengpiyan (Guilin), cuentan con una antigüedad de entre 7.000 y 12.000 años, y muestran una civilización con elevados conocimientos en la elaboración de piezas cerámicas. Junto con instrumentos elaborados en piedra, cerámica, hueso y otros vestigios materiales, se han hallado huesos pertenecientes a cerdos domésticos, y también sepulturas con cadáveres colocados de lado con sus piernas flexionadas.

Reportaje de
Wu Yunfan
吴云凡
Guilin, esa joya de la naturaleza situada en la provincia meridional de Guangxi y colmada de bellezas paisajísticas y talento artístico, se encuentra sin duda entre los lugares con mejor calidad de vida de todo el mundo. Es justo allí donde vio la luz la conocida como “cultura de Zengpiyan”, caracterizada por su alto nivel de conocimientos. Los restos arqueológicos, con una antigüedad de entre 7.000 y 12.000 años, constituyen además un ejemplo representativo de yacimiento neolítico en cueva, no solo de la China meridional sino también de todo el sureste asiático, y conforman el núcleo del único Parque Arqueológico Nacional que se halla en el sur del país.   

El descubrimiento y conservación del sitio arqueológico de Zengpiyan puede considerarse el mayor logro de la arqueología rupestre en el sur del país en los años 70 del pasado siglo, y también uno de los hallazgos prehistóricos de mayor influencia nacional en dicho periodo. El yacimiento ocupa una superficie de más de 200 m2 y en él se encontraron numerosos pozos con rastros de ceniza y desperdicios. Sucesivas excavaciones han recuperado instrumentos elaborados en piedra, cerámica, hueso y otros vestigios materiales, que demuestran que Guilin fue uno de los más importantes lugares de origen de la producción cerámica no solo del sur de China sino de todo el país. Además de ello, se han hallado allí una gran cantidad de restos de animales, incluidos los más tempranos huesos pertenecientes a cerdos domésticos, y también sepulturas con cadáveres colocados de lado con sus piernas flexionadas en una curiosa posición de cuclillas, lo que convierte a este lugar en una excelente ventana a la que asomarse para estudiar tan vetusta cultura.

Pagoda del Sol y la Luna, en Guilin. Foto: 123RF.
Pagoda del Sol y la Luna, en Guilin. Foto: 123RF.

En consonancia con su importancia como uno de los orígenes de las artes cerámicas chinas, los alfareros de Zengpiyan emplearon un característico método de mixtura de componentes para la elaboración de sus productos, lo que ofrece un claro testimonio de los extraordinarios conocimientos técnicos que poseían. Dicho método consistía en emplear el barro común y un ingrediente alternativo, como piedra machacada, conchas u otras materias primas según una proporción determinada; y añadir después agua para mezclarlos y conseguir así un objeto artesanal semiacabado de gran cohesión y resistencia al fuego. La vasija obtenida podía soportar una cocción a muy alta temperatura y no se despedazaba ni rompía fácilmente. Gracias a esta técnica, quienes habitaron Zengpiyan alcanzaron un estadio cultural caracterizado por la cocción de alimentos, un hito que supuso un gran avance para la civilización.

El análisis arqueológico de las piezas más tempranas desenterradas en Zengpiyan, puso en evidencia el uso de la mencionada técnica de la mixtura de componentes para realizar objetos peculiares. Mediante el amasado y moldeado, y sin haber sido sometidas previamente a un proceso de cocción a alta temperatura, dichas piezas poseían las características básicas de la cerámica común y una contrastada utilidad práctica, con lo que podían colocarse directamente sobre el fuego para calentar alimentos. De hecho, se cree que esas muestras de la primera etapa constituyen un ejemplo incipiente de producto cerámico y pertenecen, por lo tanto, a la clase de “piezas cerámicas embrionarias”. Se trata de una tipología cuya aparición anuncia la transición cultural de lo crudo a lo cocido y testimonia el alto grado de desarrollo humano en ese estadio primigenio de la evolución.

Centro de producción cerámica

Al mismo tiempo, se han hallado en numerosos yacimientos de los alrededores de Guilin vasijas cerámicas de más de 10.000 años de antigüedad, que guardan una evidente relación con la cerámica embrionaria de Zengpiyan. Ello constituye una demostración del avance y perfeccionamiento de la técnica de mixtura y una prueba de la importancia de Guilin como uno de los centros originarios de producción cerámica de China.

Sitio arqueológico de Zengpiyan.
Zengpiyan: fragmentos de cerámica del yacimiento. Foto: Wikipedia.

Gracias a las sucesivas campañas de excavación, y al análisis arqueológico de los restos materiales, animales y humanos desenterrados, se pueden distinguir cuatro etapas en el desarrollo de Zengpiyan según sus características culturales. A la fase más temprana se adscribe un importante número de fósiles de cerdos que, a juzgar por los especialistas, ya presentaban una morfología modificada debido a un largo proceso de domesticación. Nos encontramos aquí ante el resto verificado más temprano de un cerdo criado en cautividad conocido en China hasta la fecha. La economía de esta cultura residía principalmente en la recolección, la pesca, la caza y una primitiva forma de domesticación de animales.

En la segunda etapa, quizás, ya hubo un cierto desarrollo de la agricultura primitiva y se produjo una difusión generalizada de la crianza de puercos, aunque no representaba una parte imprescindible del sistema económico. En la tercera fase, la población de la zona comenzó a habitar fuera de las cuevas y a construir viviendas con troncos de madera o cañas de bambú. Se transformaron así los habitáculos primitivos en un lugar de enterramiento para los ancestros, a la vez que idearon el peculiar sistema antes mencionado de posicionamiento de los cadáveres sobre un lado con las piernas flexionadas.

En el cuarto estadio aparecen figurillas cerámicas de refinada textura y variada decoración, con una gran riqueza tipológica, y también surgen instrumentos de trabajo de acabado bruñido como hachas y cuchillos de piedra o de hueso, entre otros útiles. Todos ellos presentan una excelente factura y son prueba fehaciente de sus avances. Esta última fase de Zengpiyan, situada cronológicamente entre el 6000 y el 5000 a.C., constituye el nivel más alto de la civilización prehistórica del área de Guilin.   

Desde el Instituto de Arqueología de la Academia China de Ciencias Sociales, y también desde otros departamentos afines, coinciden al afirmar que la antigua cultura de Zengpiyan poseía un alto coeficiente intelectual y un extenso bagaje de conocimientos. La técnica de la mixtura de componentes para la elaboración de piezas cerámicas fue una invención de hace miles de años atribuible a este pueblo, lo que convierte a Guilin en un santuario ancestral de la sabiduría humana.

Grutas de Yungang

Los más de 2.000 años de historia de la ciudad de Datong han dejado como testimonio infinidad de tesoros por descubrir, como las Grutas de Yungang, el Templo Xuankong o la Gran Muralla. Además, la riqueza paisajística de esta zona nos ofrece parajes naturales como la Reserva del lago Wenying, la montaña sagrada Heng o la zona volcánica de Datong.

Un reportaje de
Carolina Navarro Plata
罗悦柔
Por su ubicación estratégica en el norte de China, Datong ha sido a lo largo de la historia un enclave crucial. En los siglos II y I a.C. se encontraba aquí el cuartel general de la comandancia de los han para proteger la frontera occidental de las invasiones de las tribus nómadas. Es considerada una de las 9 capitales chinas de la antigüedad, pues en el año 398 la tribu xianbei fijó aquí la capital de la dinastía Wei del Norte (386-534) que se mantuvo por un periodo de 96 años hasta que en el año 494 se movió a Luoyang, en la provincia de Henan. Además, fue también la capital secundaria durante las dinastías Liao (907-1125) y Jin (1115-1234). Por todo ello, en 1982 se la incluyó en la lista de ciudades históricas.

La muralla rodea el centro histórico de Datong
La muralla rodea el centro histórico de Datong. © fotonomada – stock.adobe.com

Con una población de 3.456.000 de habitantes (est.2018), está ubicada en el norte de Shanxi, en la Llanura de Datong. Es la segunda ciudad más grande de esta provincia, tras su capital, Taiyuan.  Antiguamente era conocida como Yunzhong o Pingcheng. Además, recibe el legendario nombre de “ciudad del fénix”, porque según la leyenda se creó a partir del ala rota de dicho animal mitológico.

Shanxi: Una provincia llena de tesoros

La urbe, situada a una media de 1.000-1.500 m sobre el nivel del mar y de clima monzónico continental, goza de cuatro estaciones bien distintas. La gran diferencia entre la temperatura media de invierno, de unos -11.8 ºC y la de verano, que ronda los 21.9 ºC, hacen que su temperatura media anual sea de tan solo 6.4 ºC. Por ello, el verano es una buena época para escapar del calor sofocante y disfrutar de los muchos encantos históricos y paisajísticos que Datong ofrece a sus visitantes.

Muro de los 9 dragones en Datong. © frdric - stock.adobe.com
Muro de los 9 dragones en Datong. © frdric – stock.adobe.com

Ciudad amurallada

El centro histórico, de forma cuadrangular, está rodeado por su conocida muralla construida originalmente en 1372, durante la dinastía Ming. Recorrerla en bici desde arriba con vistas a toda la ciudad es una de las actividades preferidas por turistas y visitantes. En la reciente reconstrucción de la muralla, se han mantenido docenas de torres de vigilia de madera, como las que se alzaban en el monumento original, con excelentes panorámicas.

Dentro de la ciudad amurallada encontramos una gran cantidad de monumentos históricos. Uno de los que más llaman la atención, por su impresionante colorido y abanico de tonalidades, es el Muro de los 9 dragones, también de la dinastía Ming. Este tipo de mural, decorado minuciosamente con azulejos, se construía frente a residencias reales o templos y tenía una doble función. Por un lado, recibir la protección de los dragones y, por otro, mantener alejadas las miradas curiosas. Este colosal ejemplar de 45.5 m de largo y 8 m de alto, se cuenta que se construyó en 1392 para el 13º hijo de Zhu Yuanzhang, el primer emperador de la dinastía Ming. El Muro de los 9 dragones de Datong es el más antiguo y grande de los que se conservan en China.

El centro histórico de Datong está rodeado por su conocida muralla construida originalmente en 1372. © fotonomada – stock.adobe.com

Al oeste del mural, se encuentra el Monasterio de Huayuan. Los principales edificios del complejo, construido originalmente durante la dinastía Liao (907–1125), incluyen los templos de Huayuan superior e inferior y la pagoda del mismo nombre. Esta última, de madera y 43 m de altura, es una de las más grandes del país. Se puede acceder a su parte más alta para disfrutar de unas preciosas vistas. Un paseo entre los bosques de bambú y los pinos del monasterio es la mejor forma de acabar la visita a este monumental complejo budista. A pocos metros al este, se halla la Torre del Tambor, de la dinastía Ming. En el tercer piso hay un gran tambor que antaño se utilizaba para dar la hora a los habitantes.

Situado en la puerta Wuding, en el norte del recinto amurallado, se encuentra el Museo de Esculturas de China, con obras tanto de artistas consagrados como de jóvenes promesas. Otro museo que es de obligada visita para aquellos que deseen profundizar en la historia de la zona, es el de la propia ciudad de Datong. El edificio, diseñado, entre otros, por el conocido arquitecto Kai Cui, está considerado una obra maestra del diseño. Fue erigido en 2014, en el distrito de Yudong, al este del centro histórico. La colección del museo incluye objetos de la tumba, situada a 13 km al sureste de Datong, de Sima Jinlong, duque de la dinastía Wei del Norte, y su esposa. De entre los más de 400 artefactos está uno de los mayores tesoros que guarda este museo, unas figuras de terracota en miniatura que datan de hace unos 1.500 años. Entre las más de 230 figuras, de unos 30 cm, hay animales domésticos y sirvientes cuya función era acompañar al duque y a su esposa en la otra vida.

Cuevas y estatuas en el interior de las Grutas de Yungang. © ping han - stock.adobe.com
Cuevas y estatuas en el interior de las Grutas de Yungang. © ping han – stock.adobe.com

Para poder saborear el ambiente de la ciudad y conocer mejor las costumbres locales, es necesario visitar la plaza Hongqi, literalmente “de la bandera roja”, al atardecer. En cuanto a naturaleza se refiere, la Reserva del lago Wenying es el pulmón de Datong, además de proveer a la ciudad de recursos hídricos. En 2012 se llevó a cabo la readecuación de la zona mediante la construcción de estructuras respetuosas con el medio ambiente y áreas de paseo, para que los habitantes de la ciudad pudieran disfrutar de este espacio de alto valor ecológico. Esta adecuación ha sido premiada y alabada a nivel internacional.

Grutas de Yungang. © Stripped Pixel - stock.adobe.com
Grutas de Yungang. © Stripped Pixel – stock.adobe.com

Tesoros culturales

A tan solo 16 km al oeste, a los pies de la montaña Wuzhou, se encuentra uno de los mayores tesoros de China, las Grutas de Yungang que, desde 2001, forman parte de la lista del Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO. El arte budista que encontramos en estas cuevas son el reflejo y la consecuencia de los intercambios culturales surgidos de la Ruta de la Seda. Su construcción comenzó en el año 460, durante el reinado del emperador Wencheng de la dinastía Wei del Norte, y finalizó a principios del siglo VI. Las 252 cuevas en las que se encuentran más de 51.000 estatuas, se extienden a lo largo de 1 km de este a oeste. Unas de las más impresionantes son las cinco cuevas de Tan Yao (numeradas del 16 al 20), que acogen estatuas de entre 13.5 y 16.8 m de altura. Su nombre proviene del monje budista que solicitó la construcción de cinco cuevas al emperador Wencheng. La principal figura de la cueva 20 es un colosal Buda sentado sobre una flor de loto. Es típico ver a estudiantes de arte pintando cuadros de las estatuas frente a las grutas o incluso crear en directo reproducciones talladas en piedra.

Grutas de Yungang.
Grutas de Yungang. © fuyi – stock.adobe.com

El templo Xuankong o “colgante”, a unos 65 km al sureste de Datong, se asienta en la ladera de Hengshan, una de las montañas famosas de China. Para la construcción de este templo budista de la dinastía Wei del Norte, se aprovecharon las oquedades de la pared en la que se encuentra. En su mayoría, está construido en madera y consta de más de 40 estancias. Se llama “colgante” porque está suspendido a una altura de unos 50 m sobre el suelo y se ancla a la pared mediante pilares de madera.

Templo Xuankong. © fotonomada - stock.adobe.com
Templo Xuankong. © paveldvorak – stock.adobe.com

Al norte de Datong se pueden recorrer 340 km de la sección central de la Gran Muralla. Aunque la muralla se construyó a lo largo de más de 1.000 años y diferentes dinastías, la mayor parte de la que ha llegado a nuestros días pertenece a la dinastía Ming. Son más de 52 las fortalezas que se encuentran a lo largo de la Gran Muralla de Datong, una de las más importantes a nivel estratégico y militar de la era Desheng, literalmente “de la victoria”. Se encuentra a 1 km del paso que conecta Datong con Mongolia Interior.

Templo Xuankong.
Templo Xuankong. © fotonomada – stock.adobe.com

Otra de las fortalezas que más impresionan es la de Shoukou, ya que se trata de una zona montañosa y la Gran Muralla con sus torres de vigilancia de 15 m de altura, se alzan en las cimas de las montañas. Un lugar donde visitar la Gran Muralla y viajar en el tiempo es el pueblo de Bataizi, en el condado de Zuoyun. Lo que más impresiona de esta zona es la combinación del entorno rural y natural junto con el histórico. Además de la Gran Muralla, aquí se encuentran las ruinas de una iglesia católica construida a finales del siglo XIX por los jesuitas que llegaron a Shanxi. Los vestigios se mimetizan con el entorno y crean una fotografía sublime que impacta a quienes lo visitan. En el pueblo, que preserva el encanto rural, se puede ver a familias alrededor del fuego preparando pasta casera, mientras entonan canciones que narran la historia local.

Casas cueva

En la zona de Datong se pueden visitar las ‘casas cueva’, o yaodong. Se trata de construcciones típicas de la meseta de Loess que, en su mayoría, se encuentran en las provincias de Shanxi, Shaanxi, Henan y Gansu. Este tipo de casas, con entrada semicircular, se caracterizan por ser cálidas en invierno y frescas en verano. Datong también sorprende por su gran variedad paisajística. A tan solo 3 km al noreste encontramos la zona volcánica de Datong, con unos 30 conos volcánicos, que destacan por su majestuosidad y altitud, puesto que superan el millar de metros de altura: Heishan, Jinshan o Gelaoshan. 

El Templo Colgante de Datong

En China un refrán asevera que “venera a los Budas en el monte Wutai y compra cobre en Datong”. La producción de artículos de este metal aquí se remonta a más de 2.700 años atrás. Uno de estos artículos de bronce es el huoguo, literalmente “olla caliente”. Desde la modernidad consta de seis partes: el plato inferior, la base del fuego, la olla y su tapa, así como la chimenea y su tapa. De media pesan unos 3 kg y tienen capacidad para 2.5 l de agua. Los artesanos que producen estos calderos realizan auténticas obras de arte, pues en ellos tallan minuciosamente diseños modernos o clásicos como peces y flores de loto, los Ocho Inmortales o los Nueve Dragones subiendo a la luna. Este último fue ofrecido como regalo en 1973 por Zhou Enlai al presidente de Francia, George Pompidou, en su visita a Datong.

El plato estrella de la cocina de Datong es el huoguo. © smartape - stock.adobe.com
El plato estrella de la cocina de Datong es el huoguo. © smartape – stock.adobe.com

Como no podía ser de otra manera, el plato estrella de la cocina local es el huoguo. Se puede encontrar en la mayoría de restaurantes de la ciudad y no hay casa que se precie que no cuente con uno de ellos en la cocina. Es un tipo de plato para disfrutar en familia. En la olla con caldo se van introduciendo los ingredientes crudos y cortados en tiras muy finas para cocinarlos al instante. Es una sopa deliciosa que se caracteriza por no ser grasienta. Los ingredientes que se le pueden añadir son muy variados pero, en el de Datong, no suelen faltar el cordero, el tofu o la zanahoria. Otros platos típicos de la ciudad son los pastelillos de arroz amarillo, las empanadas fritas, la sopa de cordero agridulce o el cerdo asado.


Insituto Confucio 59

Publicado originalmente en: Revista Instituto Confucio.
Número 59. Volumen 2. Marzo de 2020.

 

 

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