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Los manchúes, grupo étnico de la región de Manchuria, son una de las minorías del nordeste y norte de China. Poseen una larga y dilatada historia que les ha convertido en la única minoría que ha dado origen a dos dinastías a lo largo del período imperial.

Reportaje de
Shang Shengnan
尚胜男
Los manchúes son descendientes del antiguo pueblo sushen (肃慎) y están emparentados con otros pueblos como los yilou (挹婁), los wuji (勿吉), los heishui mohe (黑水靺鞨), los bohai (渤海) y los jurchen (女真). Los heishui mohe son sus ancestros directos aunque más tarde recibieron el nombre de jurchen. En el año 1616 Nurhaci (努尔哈赤, 1559-1626) fundó la dinastía Jin Posterior (后金). En 1627 su hijo Huang Taiji (皇太极, 1592-1643) le sucedió en el trono y estableció la capital en Shenyang, y cambió el nombre del linaje por el de Qing (清). Durante el reinado de Huang Taiji los jurchen ya eran un pueblo unido. Más tarde, el soberano acuñó formalmente el término “manchú” para referirse a los jurchen, un nombre que acabó en desuso finalmente. Con el tiempo los pueblos de Manchuria se mezclaron con otras etnias y dieron lugar a los actuales manchúes.
A lo largo de la historia se han dedicado a la pesca y a la caza. Los emperadores establecieron el tiro con arco a caballo (骑射, qíshè) como una actividad propia de los pueblos de esa región. Como se podía usar para cazar, para defenderse y, también, como arma de guerra, tenía una gran importancia en la sociedad manchú. Nurhaci definió esta habilidad como fundamental en la construcción del Estado. Durante la unificación de los jurchen, el primer emperador instauró el famoso sistema de las ocho banderas. En 1601 creó las banderas amarilla, roja, azul y blanca; y posteriormente las mismas pero ribeteadas. Bajo este sistema organizó a la población para la producción en tiempos de paz y para el reclutamiento de tropas en periodos de guerra. El procedimiento de las ocho banderas se convirtió en una forma de organización social que integraba a los estamentos civil y militar, por lo que fue clave para controlar a la población de manera efectiva y así unificar el país.

A lo largo de la historia se han dedicado a la pesca y a la caza. Los emperadores establecieron el tiro con arco a caballo (骑射, qíshè) como una actividad propia de los pueblos de esa región. Como se podía usar para cazar, para defenderse y, también, como arma de guerra, tenía una gran importancia en la sociedad manchú. Nurhaci definió esta habilidad como fundamental en la construcción del Estado.
Durante la unificación de los jurchen, el primer emperador instauró el famoso sistema de las ocho banderas. En 1601 creó las banderas amarilla, roja, azul y blanca; y posteriormente las mismas pero ribeteadas. Bajo este sistema organizó a la población para la producción en tiempos de paz y para el reclutamiento de tropas en periodos de guerra. El procedimiento de las ocho banderas se convirtió en una forma de organización social que integraba a los estamentos civil y militar, por lo que fue clave para controlar a la población de manera efectiva y así unificar el país.
En cuanto a la vestimenta y los accesorios de este grupo étnico destaca el tan popularizado qipao (旗袍), llamado yijie (衣介) en la lengua manchú, que se convirtió en su atuendo característico. Lo vestían tanto hombres como mujeres de todas las edades. A partir de los años treinta del siglo XX el qipao se convirtió poco a poco en el traje tradicional de los han. Con el tiempo, esta prenda, especialmente adaptada al cuerpo de las mujeres chinas, ha ganado fama mundial como atuendo característico del pueblo chino.
En ocasiones importantes, las mujeres manchúes que vestían qipao también debían llevar adornos en la cabeza conocidos como “tocados de bandera” (旗头, qitóu), llamados dalachi (答拉赤) en manchú. Este accesorio, así como los bordados y la decoración, eran propios de las mujeres de clase alta. Además del “vestido de bandera” (旗装, qizhuāng) y del “tocado de bandera” (旗头), las mujeres manchúes llevaban también unos “zapatos de bandera” (旗鞋, qíxié) especialmente únicos. Las damas manchúes de la antigüedad solían practicar el tiro con arco a caballo, por lo que tenían las piernas muy fuertes, una característica que se convirtió en un rasgo de belleza. Los zapatos de esta etnia tenían la suela de madera y su punto de equilibrio estaba en el centro. Por su forma se les conocía también como “zapatos de plataforma” (底鞋, dǐxié).

El alfabeto manchú se creó sobre la base del mongol. Antes de fundarse la dinastía Qing, el uso de esta lengua estaba muy extendido pero, con el tiempo, avanzó la integración de los manchúes con los mongoles y los han, lo que conllevó la progresiva aceptación del chino como lengua común de comunicación. El uso del manchú disminuyó drásticamente y hoy en día apenas hay personas que lo hablan.
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Publicado originalmente en: Revista Instituto Confucio.
Número 35. Volumen II. Marzo de 2016.
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