La regata del festival Duanwu, o Fiesta de los barcos dragón, se celebra el quinto día del quinto mes del calendario lunisolar chino. Esta regata tiene más de 2.000 años de historia y honra la figura del gran poeta Qu Yuan (340–278 A.C.).
El Festival Duanwu (端午节), o Fiesta de los barcos dragón, se celebra el quinto día del quinto mes del calendario lunar chino. Cae aproximadamente en el mes de junio. Junto con la Fiesta de la Primavera(春节) y el Festival del Medio Otoño (中秋节), es una de las celebraciones más importantes de China. Tiene más de 2.000 años de historia y honra la figura del gran poeta Qu Yuan (屈原, 340 – 278 A.C.).
Qu Yuan. Colección de «Retratos de hombres famosos» del Museo de Arte de Filadelfia. Autor desconocido. Wikimedia Commons, dominio público.
El poeta Qu Yuan
Qu Yuan está considerado como uno de los poetas más importantes de China. A Qu Yuan le tocó vivir la agitada época de los Reinos Combatientes (战国, 475-220 a.C.). En ese tiempo se enfrentaron los siete grandes reinos: Qi, Chu, Yan, Han, Zhao, Wei y Qin. Tuvo el honor de morir de una forma que propició, según la leyenda, el origen del Festival Duanwu.
De procedencia noble, Qu Yuan fue ministro del reino de Chu. Mientras ocupó el cargo, propuso una serie de reformas. Por un lado, para crear un sistema legal. Por otro, para establecer alianzas con el reino de Qi y combatir así al poderoso reino de Qin. Sin embargo, sus ideas fueron duramente rechazadas y se vio abocado al exilio en varias ocasiones.
Retrato del poeta Qu Yuan en el libro hacia el final de su vida. Lo acompaña un ensayo titulado «El pescador» que relata el estado de ánimo del poeta antes de acabar con su vida. Es del siglo XIV y está en el Museo Metropolitano de Arte. Foto: Wikimedia commons, domino público.
La muerte de Qu Yuan…
Fue durante su destierro cuando escribió su poema patriótico más famoso “Lamento por la separación” (离骚, Lí Sāo). En el relata el dolor que le supone el declive del reino de Chu. Incapaz de soportar la realidad, Qu Yuan se anudó una piedra a la espalda y se lanzó al río Miluo (汨罗江), en la actual provincia de Hunan. Así, acabó con su vida el quinto día del quinto mes lunar.
…y la leyenda del origen de la festival Duanwu
Cuenta la leyenda que los compatriotas del afamado poeta acudieron a auxiliarle con sus barcas pero no lograron salvarlo. Con la esperanza de salvaguardar el cuerpo de Qu Yuan, los habitantes del pueblo lanzaron zongzi (粽子, bolas de arroz) al agua. Así creyeron que los peces se comerían los zongzi en vez del cuerpo del patriota. Los médicos también arrojaron vino de rejalgar (雄黄酒, xiónghuángjiǔ) a las aguas del río Miluo para emborrachar a los peces. Este es el origen de la Fiesta de los barcos dragón del Festival Duanwu.
Zongzi (粽子, arroz glutinoso envuelto en hojas de bambú o de caña). Foto: 123RF.
Los zongzi
El plato estrella del Festival Duanwu son los zongzi (粽子). Son unas bolas de arroz glutinoso rellenas y envueltas en hojas. Tanto su forma, el relleno y la hoja con la que se envuelven, varían según las diferentes tradiciones culinarias y los ingredientes que se encuentran en cada región.
A grandes rasgos podríamos dividirlos en dos categorías: dulces y salados. En el norte de China predomina el zongzi dulce. El ingrediente principal del relleno es la azufaifa seca, también conocida como dátil rojo o dátil chino. En el sur predomina el zongzi salado. El relleno puede llevar una gran variedad de ingredientes como cerdo, huevo salado, alubias rojas, jamón, champiñones o semillas de loto. Forman parte de las grandes comidas tradicionales chinas.
Miembros de un equipo de regata en Hong Kong. Foto: wikimedia commons, dominio público.
La regata del festival Duanwu
Las regatas (赛龙舟, sàilóngzhōu) del Festival Duanwu son parte indispensable de este día. Estas competiciones se llevan a cabo a lo largo y ancho del país, aunque son especialmente populares en el sur de China. Esto es así por la abundancia de ríos y lagos en esa parte del país.
Las embarcaciones miden unos 12 metros de largo e imitan la forma de un dragón, para así alejar a los malos espíritus. La cabeza y la cola del dragón solo se utilizan durante el festival. El resto del año, los remeros entrenan únicamente con la barca.
La popularidad de estas pruebas ha sobrepasado fronteras. En la década de 1970, las barcas de dragón empezaron a ser conocidas a nivel mundial a través de las regatas celebradas en Hong Kong.
Festival Duanwu. Regata de barcos dragón en Jiangyin, provincia de Jiangsu, China. Foto: 123RF.
Cálamo y artemisa
Durante el Festival Duanwu, al igual que sucede en la Fiesta de la Primavera, es típico hacer una limpieza a fondo de las casas. Con esto se pretendía acabar con las bacterias y prevenir enfermedades que proliferaban con la llegada del calor, las lluvias y la humedad. Además, con el propósito de repeler a los insectos y ahuyentar a los malos espíritus, se cuelgan ramos de cálamo y artemisa en las puertas de las casas. Para proteger a los niños, se les cuelga del cuello una bolsita aromática, que está rellena de estas hierbas aromáticas (香包, xiāngbāo).
Cordones de seda
Otra forma de ahuyentar a los malos espíritus es anudarse en la muñeca cinco cordones de seda de diferentes colores (五彩线, wǔcǎi xiàn): amarillo, rojo, azul, blanco y negro. Según la tradición, para atraer la buena suerte hay que llevar los cordones en la muñeca hasta la primera lluvia después del Festival Duanwu. En ese momento hay que tirarlos al agua.
Fragmento del cuadro «Retorno de Zheng He», de Vladimir Kosov. Wikimedia commons, dominio público.
Los viajes de Zheng He (1371-1433) tuvieron lugar entre el mar de China, el golfo de Bengala, el mar de Arabia y el golfo Pérsico. Fue el navegante más importante de la historia de China. Navegó y exploró siete veces el océano Índico con la Flota del Tesoro, compuesta por más de 300 barcos y un total de 27.800 hombres.
Zheng He es el navegante más importante de la historia de China. Recorrió medio mundo años antes que lo hiciera Cristóbal Colón. Lo pudo conseguir gracias a la avanzada tecnología china y la orientación mediante la brújula. Completó un ambicioso plan de comercio y expansión cultural del emperador Yongle.
Estatua de Zheng He en Nanjing. Foto: wikimedia commons, dominio público.
Los viajes de Zheng He
El almirante Zheng He lideró siete grandes viajes entre 1405 y 1433. Navegó a través de vastas redes de comercio en Asia, África y más allá. Su flota, conocida como la «Flota del Tesoro», era una colección de enormes barcos de carga y de guerra. Algunos de estos navíos medían más de 120 metros de largo. Eran capaces de llevar hasta 500 personas, además de grandes cantidades de mercancías.
Estos siete legendarios viajes se realizaron durante la dinastía Ming bajo el mandato del emperador Yongle. El emperador buscaba expandir su influencia y establecer la supremacía marítima de China. Las expediciones de Zheng He consiguieron el objetivo del emperador Zhu Di, también llamado Yongle. Promovieron el comercio, la diplomacia y la apertura de nuevas rutas marítimas. También contribuyeron al intercambio cultural y al entendimiento entre los pueblos con los que Zheng He contactó.
Viajes de Zheng He entre 1405 y 1433. Wikimedia commons, dominio público.
Zheng He (郑和), de sobrenombre Sānbǎo (三保)
Zheng He se escribe en chino 郑和, ( Zhèng Hé) o como se le decía en su época Cheng Ho. Ese nombre, sin embargo, lo recibió del emperador Yongle. Su nombre original era Mǎ Hé 马和. También se le conocía con el sobrenombre de Sānbǎo o lo que es lo mismo 三保) (1).
Nació en la aldea de Hedai, provincia de Yunnan, en 1371. Murió realizando su último viaje en alta mar cerca de las costas de la India en 1433. Tenía con 62 años de edad. Dos años más tarde, en 1435, recibió homenaje con un mausoleo erigido en Nanjing. Su padre, Ma Haiji, y su madre, Weng, tuvieron seis hijos de los que Ma He era el segundo varón.
Casta «semu»
Aunque era chino, Zheng He no pertenecía a la etnia han. Se incluía entre lo que desde la Dinastía Yuan (1279-1368) se denominaba “casta semu”. Esta palabra designaba a todos aquellos que no fueran han, mongoles o extranjeros. Dentro de la casta semu, Zheng He perteneció a la subcasta de la etnia hui. Esta era la única etnia de importancia durante los Ming.
Las características de esta etnia son la práctica del islam y el uso del chino mandarín como lengua habitual. Se cree que sus orígenes musulmanes. Sus ancestros eran árabes que emigraron a China durante la dinastía Tang (618-907) y Song (960-1279). Estos orígenes fueron claves para que le escogieran como almirante de la Flota del Tesoro, ya que iba a visitar regiones de esa religión.
Castrado a los 10 años
Cuando Ma He contaba tan sólo con diez años de edad, la provincia de Yunnan fue reconquistada por el ejército chino de la dinastía Ming (1368-1644). El joven He fue capturado, castrado y reclutado como soldado. La castracióncumplía en la sociadad china de la época una función social importante. Tras ella se le envió a servir a Beiping bajo las órdenes del príncipe Zhu Di.
el emperador Zhu Di, llamado también Emperador Taizong o «Yongle». Foto: Wikimedia commons, dominio público.
El emperador Zhu Di, «Yongle»
Precisamente este príncipe, Zhu Di, ascendió en 1402 al trono con el nombre de emperador Taizong . A su reinado se le conoce como Yongle (1402-1424) o de la “Eterna Felicidad”. Zheng He se convirtió con el tiempo en oficial del ejército y fue el propio emperador quien le puso el nombre de Zheng He como recompensa por sus servicios en la conquista de Nanjing. Con ese nombre quiso preservar la memoria de su caballo perdido en la batalla de Zhengcunba. Así, el eunuco Sanbao se convirtío en Sanbao Zheng He.
Poco a poco, Zheng He se fue distinguiendo como un joven oficial de gran habilidad, tanto para la guerra como para la diplomacia. Rápidamente se hizo con amigos influyentes en la Corte que le ayudaron a subir posiciones. Bajo el mandato del emperador Zhu Di el imperio alcanzó su máximo esplendor y la economía creció a un ritmo vertiginoso. Para poder estrechar la comunicación con otros pueblos, Zhu Di decidió enviar a su eunuco en jefe a recorrer el “Océano Occidental” —lo que correspondería hoy al Océano Índico—, organizando en total siete grandes expediciones navales.
El almirante Zheng He
Zheng He hizo siete viajes; el primero en 1405 y el último en 1431. Fue el almirante de una flota de más de 300 barcos que regresaron cargados de oro, plata y otros tesoros. Un total de 27.800 hombres estuvieron bajo su mando. El eunuco y sus marinos recorrieron medio mundo, llegando hasta el reino de Shampa en el sur de lo que es hoy en día Vietnam. También visitaron el reino de Siam —actual Camboya, Laos y Tailandia—, Malaca —en Malasia—, Java y Sumatra —en Indonesia.
Maqueta de un navío de la flota de Zheng He. Wikimedia commons, domino público.
El almirante con su frota de «Barcos del Tesoro» atravesó el Océano Índico hasta Cochinchina —en el delta del Mekong—, Ceilán —actual Sri Lanka- y Calicut, en la hoy provincia india de Kerala y conocida entonces como “La ciudad de las especias”. Las escuadrillas de la flota de Zheng He recorrieron los mares de Filipinas, India, el Golfo Pérsico, Arabia Saudí —donde visitó La Meca—, África Oriental, África del Sur e, incluso, Egipto. Los viajes de Zheng He contribuyeron al intercambio comercial, cultural y tecnológico entre China y todos esos lugares.
La Flota del Tesoro
La poderosa flota de Zheng He no sólo asombró a los navegantes árabes. También cautivó la atención de los comerciantes de Venecia que frecuentaban la ruta entre Ormuz —en el golfo Pérsico y Adén. En realidad, los viajes de Zheng He se adelantaron 87 años a los de Cristóbal Colón (1541-1506), 93 años a los de Vasco de Gama (1469-1524) y 116 años a los de Fernando de Magallanes (1480-1521). Todos ellos más famosos y admirados que el propio eunuco chino. Tras su muerte en 1433 nunca más la armada china volvió a realizar ninguna expedición de este tipo por los mares del mundo.
La ciudad de Nanjing acoge de manera permanente una reproducción de un «Barco del Tesoro». Foto: Wikimedia commons, dominio público.
Las flotas de Zheng He eran, en realidad, mucho mayores y numerosas que las de los navegantes europeos. El comandante chino capitaneaba entre 48 y 63 navíos en cada expedición. En una ocasión llegó a dirigir 317 barcos y unos 28.000 hombres. Cristóbal Colón llevaba sólo 3 barcos y 90 marineros. Vasco de Gama mandó 4 navíos y 160 hombres. Fernando de Magallanes era el comodoro de 5 barcos y 265 marineros. Por su parte, las naves de Zheng He medían 122 metros de eslora y tenían un desplazamiento de 1.000 toneladas, mientras que las de Cristóbal Colón apenas 30 metros y un desplazamiento de 200 toneladas.
Una ciudad flotante
Eso significa que, comparados con los buques de hoy en día, los barcos chinos asemejaban los gigantescos portacontenedores transoceánicos. Además, junto a estos, navegaban también otras naves menores como almacenes con provisiones, cuadras, porta-municiones, aguadores, enfermería o lanchas pequeñas. Toda una ciudad flotante. Los arquitectos navales chinos fueron capaces de construir tales naves con precisión. Los astrólogos chinos estaban preparados para dirigir la llamada Flota del Tesoro sin perder nunca el rumbo. Siempre volvieron a casa sanos y salvos.
Grabado de uno de los barcos del almirante. Foto: Wikimedia commons, dominio público.
El cambio de emperador
Tras el cambio de emperador en 1424 —cuando ascendió al trono Hongxi (1424-1425)— y en 1425 —cuando le sucedió el emperador Xuande (1425-1435)—, las expediciones se suspendieron y Zheng He no volvió a emprender un nuevo viaje hasta 1431, que sería su séptima y última expedición. Con ella visitó nuevamente el Sudeste asiático y los países del Océano Índico.
Sus misiones sirvieron como un acicate para la emigración, gracias a la cual se produjo la colonización china en el Sureste asiático. Los descendientes de esos primeros chinos emigrados continúan hoy en día viviendo en lugares como Singapur, Malasia, Vietnam, Tailandia, Indonesia y Filipinas. También hay descendientes en menor medida por multitud de islas del Océano Pacífico.
La carga de la flota
Los barcos de Zheng He iban cargados con todo tipo de productos chinos y artesanía. Esas mercaderías sirvieron para el intercambio comercial, como vino, especias, té, pasta, bordados, seda, gasas, ovillos de hilo, lana, porcelana, pinturas, caligrafías o jade. Además, entre los marinos que le acompañaban había gran cantidad de artesanos, médicos, comerciantes, cocineros, funcionarios, científicos, astrónomos para dirigir las rutas y tomar nota de la posición de las estrellas allá por dónde pasaban, barberos, sastres, artistas y, por supuesto, soldados bien entrenados. También llevaban animales vivos —cerdos, vacas, ovejas, pollos, gallinas ponedoras, patos, etc.—, que les servía de víveres.
Dibujo de una jirafa del S. XV. Foto: Wikimedia commons, dominio, público.
La Flota del Tesoro de Zheng He también se trajo de sus viajes materiales nuevos para la construcción, combustible, maderas preciosas, joyas y especias. Todos ellos eran artículos desconocidos por los chinos También trajo alguna que otra enfermedad no catalogada en China y animales exóticos.
En una ocasión se trajo de África dos jirafas y un par de cebras. La Corte Imperial sufrió una conmoción al ver la extraordinaria belleza de estos animales. El emperador Yongle los calificó como como “criaturas mágicas de la buena suerte”. Fueron reproducidos en bronce. Se convirtieron en unos de los símbolos decorativos de los palacios imperiales junto con las grullas, las tortugas, el qilin, el ave fénix o los dragones.
Por su parte, los marineros del eunuco conocieron de la mano de los árabes la técnica para la correcta fabricación del vidrio añadiéndole bórax, lo que lo hacía resistente al fuego y más duradero. Dicho proceso se extendió rápidamente por China. El vidrio se convirtió a partir de entoces en un utensilio de uso diario común.
Vista completa del cuadro «Retorno de Zheng He». Wikimedia commons, dominio público.
El verdadero objetivo de las expediciones y el destino de la flota
Todo ello pretendía, más que conquistar otras naciones, mostrar el enorme poderío de los chinos. Según el oceanógrafo Jin Wu, el objetivo de la Flota del Tesoro fue “manifestar la gloria y el poder de la Dinastía Ming (1368-1644) y recabar tributos de los bárbaros que habitaban más allá de los mares”.
Zheng He siempre respetó las demás naciones y las costumbres locales convirtiéndose en un mensajero de paz y en embajador de la civilización china. Muchos reyes de esos países recibieron personalmente a Zheng He. Incluso, enviaron a algunos de sus ciudadanos a Beijing en la flota del eunuco a aprender de la tecnología y las costumbres de China.
Con el reinado del emperador Xuande (1425-1435) la dinastía Ming (1368-1644) comenzó una etapa de oscurantismo y aislamiento del resto de naciones. Esta etapa duró varios siglos. Siguió los preceptos confucionistas de protección de la cultura china frente a nuevas tendencias extranjeras. Esto hizo que Zheng He dejara de viajar y que su flota fuera desapareciendo poco a poco. Muchas de sus naves fueron destruidas, abandonas o reconvertidas en barcos de pesca. El poderío de China en esa época llegó a su fin y desde entonces el contacto con los foráneos fue limitado. Esto contribuyó a que los viajes de Zheng He pasaran inadvertidos y la cultura china se convirtiera en una incógnita para Occidente.
El emperador Xuande estaba más interesado en controlar los ataques por el norte de los mongoles y en reflotar la economía. Su pronto fallecimiento dio paso a un emperador de siete años, llamado Jungtong, que fue incapaz de controlar la política del país en manos de sus consejeros.
Libros sobre La Flota del Tesoro
Tras sus siete expediciones, los marineros y subordinados de Zheng He redactaron varios libros narrando sus aventuras. Entre ellos se conserva Notas de los viajes a los países extranjeros. En él se describen las características geográficas y naturales de las costas, las costumbres locales y las condiciones de vida de las sociedades que visitaron, extrañas a los chinos. Estaban dirigidos a los eruditos de las clases altas capaces de comprender los textos y asimilar la existencia de “otro mundo”.
Uno de sus sirvientes, llamado Ma Huan, recopiló las observaciones de Zheng He en un libro titulado Visión triunfal en un mar sin límites. Fei Xin construyó su relato en la obra llamada Visión triunfal: barcos navegando bajo un cielo estrellado. Ambas se han convertido en documentos de gran importancia a la hora de estudiar los viajes del eunuco y de comprender el intercambio entre la Dinastía Ming (1368-1644) y las naciones extranjeras.
La tumba de Zheng He
Los documentos oficiales de sus viajes —en los que llegó a visitar más de 30 naciones— escritos por él mismo fueron, sin embargo, destruidos por mandarines burocráticos de la época. Ellos no veían con buenos ojos que un eunuco lograra tanto poder y prestigio dentro de la corte Ming. No obstante, hoy en día existen todavía los astilleros originales en Nanjing donde sus naves fueron construidas, así como los canales por los que se llevaban hasta el mar. También se puede visitar la tumba de Zheng He en Niushou (Nanjing, provincia de Jiangsu), donde reposa parte de su cabello, ropa, zapatos y algunas pertenencias fueron depositadoss en 1435. Suerpo físico cuentan las crónicas que fue arrojado al mar.
En 1985, durante el 580 aniversario del primer viaje de Zheng He, su tumba fue restaurada según las costumbres islámicas. Se le añadió un mausoleo según el estilo de la Dinastía Ming (1368-1644), con frescos con mapas de sus viajes. A este mausoleo se accede por una escalinata con 28 escalones de piedra dividida en cuatro secciones con siete peldaños. Ello representa los siete viajes que realizó durante su vida.
Hay teorías que narran que Zheng He fue mucho más allá. En la obra 1421, el año que China descubrió el mundo, Gavin Menzies —un capitán de submarinos británico— afirma rotundamente que las naves de Zheng He arribaron hasta Australia, Nueva Zelanda y el Polo Sur. Gavin Menzies sostiene que recorrieron toda América, la Antártica, el norte de África y llegaron hasta las puertas de Europa. Es más, afirma que Cristóbal Colón y otros navegantes europeos utilizaron los mapas cartografiados por Zheng He.
Muchas de las afirmaciones de Menzies no cuentan con una evidencia científica probada. El ex-oficial británico lanza una tesis provocativa que no ha sido demostrada. Supondría un cambio radical de la historia de la humanidad.
Presunto mapa del mundo elaborado por Zheng He en 1418. Wikimedia commons, dominio público.
Notas del artículo
(1). El sobrenombre de Sanbao tiene un origen y significado incierto. Los historiadores no se ponen de acuerdo en cuanto a su significado. Existen tres teorías más o menos defendidas sobre lo que realmente quiere decir y el por qué se le puso:
(A) Sanbao —traducido como “El tercer tesoro” y escrito así en chino 三宝—, podría referirse a que su padre lo llamaba de este modo porque Zheng He era el tercer hijo de los seis que tenía.
(B) Sanbao, con el mismo significado que antes y la misma escritura, se referiría a los “Tres tesoros del Budismo”, pues Zheng He, que nació musulmán, con el tiempo abrazó la religión budista.
(C) Sanbao —三保 con el significado del “El tercer protector”— se referiría a que Zheng He en vida prometió honrar, servir y proteger hasta la muerte a tres emperadores de la dinastía Ming (1368-1644), aunque si esta teoría fuera cierta, dicho nombre se le hubiera dado no de joven, sino ya en una edad madura.
Lago del Oasis de la Media Luna en el desierto del Gobi. Foto: 123RF.
El Corredor de Hexi es llamado también Corredor de Gansu. Son una cadena de oasis a lo largo del borde norte de la meseta tibetana, en la provincia china de Gansu. Estos oasis fueron aprovechados por La Ruta de la Seda, entre el desierto de Gobi y Dunhuang.
El Corredor de Hexi, o corredor de Gansu es la entrada a China de la Ruta de la Seda. El origen etimológico de la provincia de Gansu (甘肃, Gānsù) se remonta a la antigüedad. Se refiere a dos prefecturas que hubo en esta provincia durante las dinastías Sui (隋朝, 581-618) y Tang (唐朝, 618-807). Estas prefecturas son Gan (en torno a Zhangye) y Su (en torno a Jiuquan), respectivamente. El nombre deriva del uighur kang (amplio) y su (agua), que se puede traducir literalmente como “lugar de recursos hidráulicos”.
Lanzhou es la capital de la provincia de Gansu. La atraviesa el Huang He, Río Amarillo. Foto: 123RF.
Lanzhou (兰州) la prefectura orquídea
La capital de la provincia de Gansu es Lanzhou, 兰州, Lánzhōu –lanchow según la transcripción antigua. Literalmente significa “prefectura orquídea”. Su población total ronda los 26 millones. Con una superficie de 454.000 km2, es una de las provincias bañadas por el río Amarillo. Gansu limita con las provincias de Qinghai (青海, Qīnghǎi) y Sinkiang (新疆, Xīnjiāng) por el oeste, con Mongolia Interior por el norte, así como con la provincia de Ningxia (宁夏, Níngxià). Por el sur linda con Sichuan (四川, Sìchuān) y, por el este, con la provincia de Shaanxi (陕西, Shǎnxī).
La ubicación geográfica de la provincia de Gansu
La capital de la provincia de Gansu está situada en la parte alta del río Amarillo (黃河, Huánghé). Está a 1.600 metros sobre el nivel del mar. Se encuentra enmarcada por montañas tanto al norte como al sur de la ciudad en el corazón de la República Popular China. Al sur del desierto de Gobi1(戈壁, gē bì) y al norte de la meseta tibetana o la meseta tibetana-Qinghai se encuentra el Corredor de Hexi(河西走廊, Héxī zǒuláng).
Esta ruta también es conocida como el Corredor de Gansu. Antiguamente Lanzhou, “la ciudad dorada”, fue un punto neurálgico en la Ruta de la Seda . Todavía hoy sigue siendo un lugar clave para comerciantes.
El 92% de la población de la provincia de Gansu pertenece a la etnia Han. El 8% restante incluye una gran variedad de minorías. Estas son los hui, tibetanos, tu, manchúes, dongxiang, uighures, mongoles, bonan, salar y kazajos.
Recursos naturales
La principal fuente de recursos de Gansu se basa en la producción agrícola (algodón, maíz, aceite, mijo y melones) y en la minería y extracción de minerales. También se extraen minerales como el cromo, cobalto, carbón, hierro, plomo, mercurio o platino. Las hierbas silvestres para los tratamientos de la medicina tradicional china son prolíficas en su suelo.
Las reservas de níquel que posee la provincia de Gansu suponen un 90% del total de reservas de China. Asimismo, en la ciudad de Yumen (玉门, Yùmén) se encuentra un importante campo de petróleo. El turismo ha sido uno de los aspectos clave en el florecimiento de la economía general de la provincia. El Corredor de Hexi (o Corredor de Gansu) guarda atractivos no sólo como destino nacional, sino también internacional. La Ruta de la Seda está muy presente en la provincia.
La Gran Muralla a su paso por las altas planicies de la provincia de Gansu. Foto: 123RF.
Las huellas de la Ruta de la Seda
Fue durante la dinastía Yuan (元, 1271-1368) cuando Gansu fue establecida como provincia. Los innumerables hallazgos arqueológicos revelan que Gansu fue el origen de diversas culturas neolíticas:
La cultura Dadiwan2 (大地湾文化, DàdìwānWénhuà) en la prefectura de Tianshui (天水市, Tiānshuǐ),
Parte de la cultura sedentaria de Qijia (齐家文化, Qí jiāwénhuà)perteneciente a la Edad de Bronce temprana, que se extendió a lo largo del cauce del río Amarillo.
Tras el tratado de Qingshui, que tuvo lugar entre el Imperio Tibetano y la dinastía Tang (唐, 618-807). La actual provincia de Gansu perdió durante mucho tiempo gran parte de sus tierras. Con la caída del Imperio Uighur, uno de los estados se estableció en Gansu y muchos de sus habitantes se convirtieron al islam.
El Corredor de Hexi y el poeta Li Yi
Durante las dinastías Sui (隋, 581-618) y Tang (唐, 618-807) la provincia de Gansu comenzó a tener una mayor relevancia comercial, política, militar, social y cultural. De la mano de esta dinastía, destacó el escritor romántico Li Gongzuo y el poeta Li Yi (748-829), también conocido bajo el pseudónimo de Junyu, natural de la actual prefectura de Wuwei (武威, Wŭwēi), quien gozó de un gran reconocimiento y prestigio durante la época dorada china.
Complejo Cueva-Templo Maijishan en la ciudad de Tianshui, provincia de Gansu. Foto: 123RF.
Li describió la vida en el servicio militar, así como los paisajes del desierto de Gobi. La poesía de Li Yi trascendió ya que algunos poemas se convirtieron en canciones folklóricas y se difundieron de este modo a gran parte de la población. Durante esta era, la Ruta de la Seda tomó gran consistencia y, en particular, la provincia de Gansu fue un punto crucial y estratégico por la ubicación del Corredor de Hexi (河西走廊, Héxī zǒuláng) o el también llamado Corredor de Gansu, que se extiende a lo largo de la provincia.
El Corredor de Hexi, 1000 km de la Ruta de la Seda
El corredor lo formaban casi 1.000 km de oasis en oasis. Se se situaba en la meseta tibetana. Concretamente al sur del desierto de Gobi (戈壁, gē bì). El Corredor de Hexi transcurre hasta el oeste del oasis budista de Dunhuang (炖煌, Dūnhuáng). Su límite occidental es la estratégica puerta de Jade llamada Yùmén Guān (玉门关). La puerta de Yangguan (la puerta del sol, 阳关) lo delimita por el sur.
Restos de la puerta de Jade. Foto: Wikimedia commons, dominio público.
Ambas puertas fueron construidas durante el reinado del emperador Wu, también conocido como Wudi (汉武帝, 156 – 87 a.C.). Durante la dinastía Han (汉, 206 a.C. – 220 d.C.) fue extendida la Gran Muralla a lo largo del Corredor de Hexi, de la que hoy en día todavía quedan algunos vestigios. Se extendía hasta lo que se conocía como la puerta occidental de China, la puerta Jiayuguan (嘉峪关, Jiāyù Guan) que marcaba el final de la Gran Muralla.
El paso de Jiayuguan, un fuerte de la dinastía Ming
En esta zona tan sumamente concurrida se construyó a principios de la dinastía Ming (明, 1368-1644) –hacia el año 1372– un fuerte que marcaba este paso de la Ruta de la Seda, protegiendo esta entrada de posibles invasiones. El paso de Jiayuguan, también conocido como el “primer y mayor paso bajo el cielo” (天下第一雄关, Tiānxià dì yī xióngguān) es en la actualidad uno de los que mejor se han conservado.
Vista del fuerte de Jiayuguan desde la puerta que da al desierto de Gobi en la provincia de Gansu, China. Este hito en es conocido como «primer paso bajo el cielo», el paso de Jiayu era el fuerte más occidental de la antigua China en la Ruta de la Seda. El tramo que defendía con su guarnición era conocido como «Corredor de Hexi» o «Corredor de Gansu». Foto: 123RF.
Cuenta la leyenda que este proyecto fue asignado a un gerente militar y a un arquitecto. Al recibir el encargo, solicitó el número exacto de ladrillos que iba a necesitar. El gerente le sugirió al arquitecto que debía pedir más ladrillos para los imprevistos. Este, tomando esta sugerencia como un insulto, añadió un único ladrillo al pedido. Finalmente, sobró ese ladrillo y, como recuerdo, fue colocado sobre la repisa de la puerta.
Dunhuang, «magnífico y glorioso»
En la época imperial, la Ruta de la Seda empezaba en Chang’an y discurría hasta Constantinopla. Durante el camino, los comerciantes pasaban por Dunhuang que significaba “magnífico y glorioso” en chino antiguo. Allí refrescaban y alimentaban a sus camellos antes de seguir la ruta por el desierto de Taklamakan (塔克拉玛干沙漠, Tǎkèlāmǎgān Shāmò). El recorrido de la Ruta de la Seda por la actual provincia conectaba Asia central y China. Por ello se beneficiaba de un constante flujo bilateral de mercancías e información de sus tradiciones culturales y costumbres.
Fragmento de un mural en las Grutas de Mogao, en Dunhuang. Foto: 123RF.
Por su situación, la provincia de Gansu se conformó como un canal por el cual transcurría no sólo la mercancía, sino todo un legado de pensamiento de culturas. De este modo, el budismo, que había penetrado en China desde la India allá por el siglo III a.C., se extendió. Cerca de la población de Dunhuang, también conocida como Shazhóu o Shachou (沙州, Shā zhōu) se construyeron las Grutas de Mogao4 (莫高窟, Mògāo Kū), declaradas Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, y las cuevas de Maijishan5 (麦积山, Mài jī shān).
Las Grutas de Mogao
Las Grutas de Mogao, también conocidas como las “Cuevas de Dunhuang” fueron un importante punto de encuentro, ya que se encuentran entre las fronteras de Xinjiang, Tíbet y Qinghai, lugar hasta el que fue extendida la Gran Muralla durante la dinastía Han. El crecimiento de la ciudad de Dunhuang fue paralelo al del budismo puesto que los peregrinos y los monjes se desplazaban hasta las Grutas de Mogao para rezar por un viaje seguro.
Entrada al templo de las Grutas de Mogao, en Dunhuang. Foto: 123RF.
Poco antes de abandonar China a través de la Ruta de la Seda, al final del corredor de Henxi, topaban los peregrinos con estas grutas. En ellas visitaban estatuas y murales budistas milenarios. Cuenta la leyenda que el monje budista Le Zun comenzó a cincelar la primera gruta en el año 366. Esta fue una obra que se prolongó durante diez dinastías y que culminóen la edad de oro china, de la mano de la dinastía Tang. En esa época se alcanzó la cifra de casi mil grutas, un número por el cual serían también conocidas como “Las cuevas de los mil Budas”.
Debido a la ubicación de las mismas y al constante fluyo de peregrinos, las estatuas y los murales tienen un estilo ecléctico con características no sólo chinas, sino también de la India o de Asia Central. Estas grutas son y han sido testimonio de la tradición a lo largo de los años, así como de la evolución y los acontecimientos que se han visto refugiados en los murales.
Parajes desiertos y montañosos
Uno de los atractivos de Gansu y los parajes que componen el Corredor de Henxi es la combinación de desiertos y montañas . Es patente el contraste entre el Desierto de Gobi (situado entre Mongolia y China) y las montañas Qilian en el sur de la provincia (línea geográfica divisoria entre la frontera de Qinghai y Gansu). Cerca del municipio de Xiahe (夏河, Xiàhé), también conocido como “el pequeño Tíbet” debido a su influencia tibetana y a una altura cercana a los 3.000 metros, se encuentra la Pradera Sangke.
Esta planicie está bordeada por el río Daxia (大夏河, Dà xià hé), lugar donde se celebran ceremonias budistas. Desde 1987 se habilitó una zona de turismo para que los visitantes pudieran disfrutar de las tradiciones tibetanas. En este municipio se encuentra también el Monasterio de Labrang (拉卜楞寺, Lābǔlèng sì) fundado en 1709, en el que convive el mayor número de monjes tibetanos después de la Región Autónoma del Tíbet.
Las primeras paradas al este del Corredor de Hexi
Gansu destaca principalmente por formar parte de la Ruta de la Seda, puesto que se erigieron un sinfín de monumentos histórico-culturales a lo largo de la ruta que forman parte del testimonio de los miles de peregrinos y comerciantes que transitaron la zona.
Lago del Oasis de la Media Luna en el desierto del Gobi, el extremo oriental del Corredor de Hexi. Foto: 123RF.
Una de las primeras paradas de la Ruta de la Seda, al entrar en esta provincia, se encuentra en la ciudad de Tianshui (天水市, Tiānshuǐ). Esta ciudad se encuentra en el extremo este del Corredor de Henxi. Está situada a la orilla del río Wei (渭, Wèi), que es donde se encuentra el Templo Fuxi cuya edificación se remonta a la dinastía Ming (明, 1368-1644). En esta ciudad-prefectura de Gansu se encuentran también las cuevas Maiji. En sus paredes hay más de 7.200 estatuas tanto de arcilla como de piedra distribuidas en las 194 oquedades.
Lanzhou, capital de la provincia de Gansu
Lanzhou, la capital de la provincia, es una ciudad famosa por la abundancia de lugares de interés histórico-cultural. Alberga el parque de los Cinco Manantiales (五泉, Wǔquán), el parque de Lanshan y el parque de la montaña de la Pagoda blanca (datado en la dinastía Yuan (元, 1271-1368). Destaca también el templo de Chongqingsi, del siglo XVI, que alberga una estatua de Buda que ronda los cinco metros de altura.
El Museo Provincial de Gansu (甘肃省博物馆, Gānsù shěng bówùguǎn), ubicado en la ciudad de Lanzhou, fue construido en 1956. Cuenta con unas 100.000 piezas consideradas reliquias históricas.
Las cuevas de los diez mil Budas
A casi 100 km. de la ciudad, cerca del condado de Yongjing (永靖县, Yǒngjìng), se pueden visitar las Cuevas de Bingling (cuevas de los “diez mil Budas” en lengua tibetana) cuya primera construcción se remonta a la dinastía Jin Occidental (西晋, 265-317). Estas cuevas conservan tanto pinturas como esculturas de Buda. Representan situaciones y costumbres sociales de aquellos tiempos y se caracterizan por tener un aspecto bastante real. La creación artística en estas cuevas no cesó hasta la dinastía Qing (清, 1644-1912).
Aparte de las Grutas de Mogao y las puertas de Yangguan y Yumen, Dunhuang acoge magníficos lugares y monumentos como “la Pagoda del Caballo Blanco”, la duna Mingsha Shan (también conocida como “la duna de los susurros”), el parque Geológico de Yadan al suroeste del desierto de Gobi o el Lago de la Media Luna en Dunhuang, un oasis en medio del desierto.
Gastronomía árabe
La cocina de Gansu se caracteriza principalmente por el uso de productos regionales de la zona, como el trigo, frijoles, patatas, cebada o el mijo. Su gastronomía también destaca por su cocina árabe, puesto que cuenta con un gran número de restaurantes musulmanes (comúnmente conocidos como “restaurantes Qing Zhen”), que ofrecen platos típicos chinos sin utilizar carne de cerdo.
En la zona de Lanzhou se prepara un plato regional de “fideos con carne de vacuno” (兰州牛肉拉面, Lánzhōuniúròu lāmiàn). Es famoso porque la pasta se hace a mano, estirándola y plegándola durante su elaboración. Estos fideos son comunes en el oeste de China, pero especialmente en Lanzhou. Allí se sirven con carne de cordero o de res, bien en sopas o bien salteado con un ligero toque picante. Lanzhou cuenta también con un variopinto número de platos, como el cerdo cocido Gaosan, que se sirve con salsa de soja o el cordero Tangwang.
Notas
Desierto del Gobi en la provincia de Gansu
1. El desierto de Gobi es uno de los más grandes e importantes del mundo. Se extiende por las provincias de Xinjiang, Gansu y por el sur de Mongolia. Uno de los grandes atractivos de este desierto, es su división en cinco “eco-regiones” distintas. En el Desierto de Gobi se localizaron varias ciudades importantes en la travesía de la Ruda de la Seda.
Cultura neolítica Dadiwan
2. La cultura neolítica Dadiwan se desarrolló hacia el año 6000 a.C. Se han encontrado restos en la provincia de Gansu y Shaanxi. El lugar de Dadiwan fue descubierto en el condado de Qin’an (秦安县, Qín ānxiàn) en la prefectura de Tianshui (天水, tianshuéi).
Cultura Majiayao
3. La cultura Majiayao (chino simplificado: 马家窑文化; chino tradicional: 馬家窰文化, pinyin: Mǎjiāyáo Wenhua) es el nombre por el que se conoce a un grupo de comunidades neolíticas ubicadas en las orillas del río Amarillo, al este de Gansu, la parte oriental de Qinghai y el norte de Sichuan. Los primeros indicios de esta cultura, se remontan hacia el año 3000 a.C.
Grutas de Mogao, Dunhuang en el Corredor de Hexi
4.Las Grutas de Mogao fueron llamadas así en honor al monje Lezun. “Mogao” significa literalmente “las espectaculares hazañas del monje Lezun”. Fue en el año 366 antes de emprender una larga travesía, cuando el monje se detuvo y comenzó a cavar en las rocas la primera gruta ya que le había parecido un sitio ideal para construir un monasterio.
La montaña Maiji
5. La montaña Maiji se encuentra cerca de la ciudad de Tianshui. Los primeros indicios artísticos hallados en estas cuevas se remontan a la dinastía Qin (秦, 221 a.C.-206 a.C.). Está compuesta por 194 cuevas o nichos budistas que albergan cerca de 7.200 estatuas. A esto, hay que añadir los murales pintados que cubren más de 1.300 m2 en las paredes de las cuevas.
Oasis y caravasares formaban la Ruta de la Seda, tanto en los desiertos de Arabia como en las estepas de Asia y el Corredor de Hexi. Foto: 123RF.
La “Ruta de la Seda” (丝绸之路 Sīchóuzhīlù), recibió este nombre del geólogo alemán Ferdinand von Richthofen (1877). El autor bautizó así una ruta de transporte que conectaba la China de la dinastía Han con zonas de Asia central y de la India. La seda era la principal mercancía.
La famosa ruta comienza en la antigua capital del este de China, Chang’an (actual Xi’an). Atraviesa Afganistán, Irán, Irak y Siria entre otros países, alcanza el mar Mediterráneo. Cconcluye en la antigua Roma tras recorrer unos 7.000 km.
Durante miles de años la Ruta de la Seda ha conectado Europa, Asia y África. Diferentes tribus, comerciantes, sacerdotes, diplomáticos, soldados y aventureros iban y venían sin cesar. A lomos de sus caballos y en las jorobas de sus camellos cargaban seda, porcelana, hierro y té que llegaba hasta Occidente.
Pero estas caravanas comerciales también introdujeron técnicas artesanales, artilugios diversos y pensamiento. También portaron frutas y verduras en China. De esta manera, la ruta propició intensos y frecuentes intercambios económico-culturales entre Oriente y Occidente.
La Ruta de la Seda. Foto: Wikimedia commons, dominio público.
En la antigüedad, las inmensas regiones al oeste de China eran conocidas como “Xiyu”(1). En sentido estricto se refiere a la vertiente occidental de China. Da nombre al territorio situado al oeste de Yumenguan y Yangguan. Son estos lugares pretéritos de China al oeste de la actual Dunhuang, en la provincia de Gansu y al este de la cordillera del Pamir (葱岭Cōnglǐng). Se trata de las regiones de lo que es conocido como el Corredor de Hexi o Corredor de Gansu.
En sentido amplio, se refiere también a inmensas regiones al oeste de esta cadena montañosa que incluye a los actuales Afganistán, Irán y Uzbekistán.
Lago del Oasis de la Media Luna en el desierto del Gobi, en el Corredor de Hexi. Foto: 123RF.
El Corredor de Gansu o Corredor de Hexi, en la provincia de Gansu
A lo largo de la historia, la Ruta de la Seda ha estado compuesta por muchos caminos, senderos y vías.El corredor de Hexi(河西走廊Héxīzǒuláng) se encuentra en el extremo este. El recorrido cambiaba constantemente según las condiciones meteorológicas o las circunstancias sociales. Conforme aumentaron las necesidades comerciales se abrieron nuevas alternativas, otras más antiguas fueron modificadas o incluso abandonadas. Como consecuencia de todo ello surgieron diferentes itinerarios: el de la estepa, el del suroeste y el del mar.
Restos de la puerta de Jade, una de las fortificaciones del Corredor de Hexi en la provincia de Gansu. Foto: Wikimedia commons, dominio público.
La apertura de la Ruta de la Seda en el siglo X a.C.
Según los registros chinos, la primera persona que visitó la zona de Xiyu con sedas y otros regalos fue el rey Mu(穆王). Este soberano de la dinastía Zhou Occidental (西周 1046-771 a.C.) partió desde Xi’an con su séquito alrededor del siglo X antes de Cristo. Tras recorrer miles de kilómetros, llegó a la zonas del actual Kirguistán. Allí conoció a la hermosa “Reina Madre de Occidente” (西王母xīwángmǔ). Con ella inició una relación de amistad que hizo que el rey Mu tardara más de dos años en volver a China.
Dibujo de la comitiva del rey Mu de Zhou. Autor desconocido. Wikimedia commons, dominio público.
Como hay pocos registros sobre este asunto algunos creen que se trata sólo de una leyenda. Aun así, se considera la primera constancia que certifica las iniciales llegadas de chinos a las regiones del oeste (Xiyu). La parte este y sur de China están rodeadas por mar y la norte es una inmensa pradera. Unicamente el occidente del país escondía una gran oportunidad de esperanza y misterios.
Alejandro Magno
Entre los años 300 al 100 a.C. sucedieron dos acontecimientos que promovieron la apertura de la Ruta de la Seda. En Occidente, la expedición al este dirigida por Alejandro Magno, y el nacimiento del Imperio Romano. En Oriente, la expedición al oeste, dirigida por Zhang Qian (张骞) durante el reinado del emperador Wu de la dinastía Han (漢武, Han Wu). Alejandro Magno (356-323 a.C.) conquistó el Imperio Persa y la mayor parte de la India, quedándose a un paso de China.
Famoso mosaico encontrado en Pompeya de Alejandro Magno. Foto: Wikimedia commons, dominio público.
Emperador Wu de la dinastía Han y Zhang Qian
En 138 a.C., el ambicioso emperador Han Wu, recién llegado al poder, envió a Zhang Qian como representante imperial de la dinastía Han (汉 206 a.C.-220 d.C.) a las regiones del oeste. Su misión fue buscar alianzas y resistir la invasión de las tribus nómadas Xiongnu (匈奴 Xiōngnú) al norte y noroeste de China. Tras muchas dificultades y frustraciones, la misión de Zhang Qian llegó a Chang’an 13 años después (en el año 125 a.C.).
Durante este viaje, Zhang no siguió un rumbo fijo, ni llevó seda u otros productos autóctonos como regalos. Aunque no formó alianzas empezó a conocer más sobre las regiones occidentales. Zhang informó al emperador Han Wu que en el reino Daxia, situado al noroeste de la India, encontraron bastones de bambú y sedas de Yunnan y Sichuan. Los lugareños dijeron que los habían comprado en la India.
Puerta fortificada de Yumenguan, en la ruta de la seda china del corredor de Hexi, provincia de Gansu. Foto: Wikimedia commons,. dominio público.
La primera comunicación oficial entre paises de la Ruta de la Seda
En el año 119 a.C. Zhang Qian dirigió una expedición de cientos de personas hasta las regiones del oeste. Esta vez llevaron un cargamento de monedas de oro y plata, miles de cabezas de ganado y una gran cantidad de seda y otros productos típicos chinos. De este modo se abrió por primera vez una vía de comunicación oficial entre la China de la dinastía Han y los países de Xiyu. A la vez, desde el oeste, Zhang llevó a China semillas de alfalfa y uva. Tras Zhang Qian, fue Ban Chao (班超) quien se encargó de mantener estables las relaciones diplomáticas en la Ruta de la Seda durante más de 30 años.
Puerta Yangguan en el fuerte Jiayuguan, en el corredor de Hexi, Ruta de la Seda en los límites de China.
La primera mención de la Ruta de la Seda en occidente
De hecho, antes de que Zhang Qian fuera a Xiyu la ruta ya existía entre los pueblos de Oriente y Occidente. En el siglo V a.C., la seda china llegó a la antigua Grecia y se convirtió en la tela favorita de clase alta. El historiador griego Ctesias, fue el primero que mencionó en su obra la palabra “seres” (en griego “de seda” o “lugar de la seda”) para referirse a China.
Dicen que alrededor del siglo I a.C., el emperador romano Julio César acudió al teatro con una bata de seda china tan hermosa que produjo gran admiración entre los presentes. En el Corán se puede leer: “la seda es la tela del paraíso”. Hasta hoy día, en muchas ciudades españolas situadas a lo largo del Mediterráneo se pueden encontrar antiguas lonjas comerciales de seda. Aunque no todas las sedas que se comerciaban allí eran necesariamente de origen chino.
Después de que Zhang Qian abriera la Ruta de la Seda se introdujeron en China desde Xiyu diversos alimentos como uva, alfalfa, nueces, habas, granada, sésamo, zanahoria o pepino. Y materias primas como lana, vidrio, piedras preciosas e incienso; o instrumentos musicales como el konghou y la pipa; e incluso el caballo Ferganá, procedente de Turkmenistán. Con la llegada de la seda a Occidente también se difundieron gradualmente sus conocidos gusanos. También las técnicas para su crianza se hicieron conocidas tanto en Asia central y Persia, como en Oriente Próximo y en España, Italia o Francia.
Figura de cera del explorador Zhang Qian. Foto: Wikimedia commons, domino público.
Historias entrecruzadas en la Ruta
Tras el paso de Zhang Qian la Ruta de la Seda continuó siendo un camino muy transitado. Cuando Wang Zhaojun (王昭君 una de las “cuatro beldades” de la antigua China), viajó al norte para casarse con un xiongnu, sus carruajes también recorrieron las praderas de la Ruta de la Seda. Cai Wenji (蔡文姬 poetisa e intérprete musical de la dinastía Han) fue secuestrada por los xiongnu y llevada al norte .Tras 10 años de cautiverio regresó a la Llanura Central y se dedicó a componer hermosas melodías en su paso por la Ruta de la Seda.
Fa Xian (法显) y Xuan Zang (玄娤), de las dinastías Jin del Este (东晋 317-420) y Tang (唐 618-907) respectivamente, pasaron por la ruta cuando se dirigían a la India para estudiar los sutras de Buda. En 1271 Marco Polo emprendió viaje a Asia y se convirtió en uno de los primeros occidentales en llegar a China después de atravesar la Ruta de la Seda.
600 años después de Marco Polo
600 años después, entre 1868 y 1872, el geólogo alemán Ferdinand von Richthofen llegó a China por segunda vez para investigar las características geográficas y geológicas de 13 provincias de la dinastía Qing (清 1644-1911), entre ellas Guangdong, Jiangxi, Hunan, Hebei y Gansu. Fue durante este período cuando exploró en persona la Ruta de la Seda y le dio el nombre con el que hoy en día la conocemos.
Ferdinand von Richthofen. Foto: Wikimedia commons, dominio público.
El ferrocarril “Puente Continental Euroasiático”
El 1 de diciembre de 1992 se inauguró el ferrocarril llamado el “Puente Continental Euroasiático”. Tiene más de 10.000 kilómetros, que une Lianyungang (provincia de Jiangsu) y Rotterdam. De esta manera y junto a la red de carreteras y el transporte aéreo, la actual o nueva “Ruta de la Seda” se articula de una forma tridimensional.
El 17 de junio de 2014 se inauguró el tren turístico Chang’an que sale de Xi’an y recorre el conocido itinerario de la seda. Aquel día 600 pasajeros tuvieron la oportunidad de disfrutar del trayecto. Este ferrocarril ha sido uno de los eventos más importantes que ha organizado el gobierno chino para impulsar la ruta del siglo XXI.
Cinco días después de esta inauguración, el Comité del Patrimonio Mundial celebró su 38ª reunión en Doha (Qatar) e inscribió el tramo de la Ruta de la Seda que comparten China, Kazajistán y Kirguistán en la lista del Patrimonio Mundial con la denominación Rutas de la Seda: red viaria de la ruta del corredor Chang’an-Tian-shan.
Notas
1. Xiyu (西域 xīyù), regiones del oeste (un término usado en la dinastía Han para designar un territorio al oeste de Yumenguan que incluye la región actual de Xinjiang y parte de Asia central).
Fragmento de una imagen titulada «La flota del Kan a través del archipiélago indio» de «El libro de Maco Polo el veneciano: sobre los reinos y las maravillas del Este». Wikimedia commons, dominio público.
La Ruta Marítima de la Seda es una travesía que hace tres milenios comenzó a surcar las aguas desde el mar Amarillo hasta las costas de Corea y Japón. Menos conocida que la famosa Ruta de la Seda terrestre, las expediciones navales que posteriormente fletaron las diversas dinastías chinas alcanzaron el continente africano e incluso Oriente Medio.
Al menos desde mil años antes de la era común hay constancia de una Ruta Marítima de la Seda, a través del mar Amarillo, que llegaba hasta Corea y Japón. Por esa época, se sabe con certeza que en Egipto ya había seda china aunque es imposible establecer si llegó desde Oriente por tierra o por mar.
Ruta marítima de la Seda y también la séptima expedición de Zheng He. Foto: Confuciomag.
Está documentado que Ciro, y después Alejandro Magno, enviaron flotas hasta la India, el puente obligado en cualquier trayecto marítimo al país de los Seres, “gentes de la seda”. Los romanos usaron y disfrutaron el preciado tejido hasta el punto que el Senado debatió prohibir su uso por la inmensa cantidad de oro que suponía su pago.
La Ruta Marítima de la Seda
Los arqueólogos han encontrado cuencos de vidrio en una tumba china en las costas de Guangzhou. Este hecho indicaría que a través de persas, árabes e indios el comercio entre China y la República de Roma también existió por vía marítima. Los registros documentales del Libro de Han (汉书) certifican que en el siglo II a.C. el emperador Wu (汉武帝) de la dinastía Han (汉, 206 a.C.-220 d.C.) envió una flota que llegó a Ceilán y la India. Son los mismos lugares donde atracaban embarcaciones con los productos y materias primas de griegos, romanos, egipcios o persas.
El monzón y los barcos, motor del comercio
Para todos, los vientos monzónicos aseguraban, según las estaciones, la regularidad de las singladuras. Eso hizo posible que la Ruta Marítima de la Seda superara a la terrestre durante los periodos turbulentos. Las guerras e invasiones dificultaban o interrumpían el viaje de las caravanas por los caminos de Asia Central y Oriente Próximo. Pero los barcos viajaban con mejor fortuna. Desde las ciudades costeras del sur de China, como Guangzhou, hasta el golfo Pérsico, el mar Rojo y el Mediterráneo surgieron un rosario de puertos. Malaca, Calicut, Ormuz, Muscat, Alejandría o Tiro, entre muchas otras ciudades portuarias, actuaban como centros logísticos y de intercambio.
Desde China llegaba la preciada seda, pero también porcelana, té, jade o artículos de hierro y bronce. Desde el oeste, marfil, incienso y mirra, joyas, piedras preciosas y oro, además de las especias y las maderas de la India y del sudeste asiático.
El emperador Wu de la dinastía Han adorando las estatuas de Buda. Pintura en las cuevas de Mogao. Reproducción de Roderick Whitfield, Susan Whitfield, Neville Agnew y Lois Conner. Wikimedia commons, dominio público.
Emerge la flota china
La flota china se benefició de los avanzados conocimientos chinos en astronomía y cartografía. La Ruta Marítima de la Seda no hizo sino crecer en importancia. En el siglo XI, la invención de la brújula y del timón abatible, un mecanismo fundamental para navegar por aguas someras, forjaron una estirpe de navegantes con avanzada tecnología. Su momento glorioso y su emergencia llegó con las expediciones de Zheng He (郑和), en el siglo XV.
Emperador Yongle, llamado Zhu Di (朱棣, Zhū Dì), era el cuarto hijo del emperador Hongwu fundador de la dinastía Ming. Foto: Wikimedia commons, domino público.
Zheng He, el eunuco preferido del emperador Yongle
Zheng He fue un eunuco que se ganó el favor personal del emperador Yongle, de la dinastía Ming (明, 1368-1644). Comandó las siete legendarias exploraciones que lo llevaron hasta Zanzíbar en el África oriental y hasta el estrecho de Ormuz, en el golfo Pérsico. Incluso desembarcó en Yeda, el puerto de la Meca.
Las travesías de Zheng fueron viajes de exploración que aunaban el interés comercial con el político. Contribuyeron a mantener y a consolidar el prestigio de China como potencia hegemónica. Los marineros y soldados embarcados no actuaron como tropas coloniales al estilo europeo sino como una policía naval en aguas históricamente infestadas de piratas. Con puntos tan vulnerables como el citado estrecho de Malaca. Con Zheng He, la Ruta Marítima de la Seda ganó en seguridad y prestigio.
Maqueta de un barco de la flota de Zheng He llamado «barco del tesoro» de 150 m de eslora. Museo de Hong Kong. Foto: 123RF.
Naves de 150 m de eslora
Las naves principales de las flotas de Zheng eran juncos que alcanzaban los 150 m de eslora, es decir, casi cinco veces más que las carabelas occidentales en esa época. Contaban con nueve mástiles, cuatro cubiertas y triple casco. Podían embarcar a 2.000 hombres. Eran auténticos prodigios de la ingeniería naval, seguros y fáciles de gobernar, y a los que acompañaban centenares de naves auxiliares con mercancías para el comercio, caballería, víveres y agua potable. En su momento álgido, esta ingente flota llegó a embarcar a casi 30.000 tripulantes entre marineros, soldados, comerciantes, funcionarios, escribas o científicos.
El fruto de los viajes de Zheng He
De sus viajes, Zheng regresó a la China de la dinastía Ming con un gran prestigio naval y diplomático. También trajo consigo impresionantes objetos de lujo y exóticos, entre ellos una jirafa a la que consideraron una especie de unicornio.
Dibujo de una jirafa del S. XV. Foto: Wikimedia commons, dominio, público.
Algunos historiadores han especulado con la posibilidad de que el gran almirante chino llegara a América. Sin embargo, en el cenit de la gloria naval china, la nueva burocracia imperial enfrentada a los comerciantes consideró que aquellas aventuras habían resultado demasiado caras. Después del viaje de Zheng He, el sucesor del emperador Yongle prohibió el comercio marítimo internacional y la construcción de barcos de más de dos mástiles.
Pero la historia de la Ruta Marítima de la Seda no concluye aquí. En el siglo XV el portugués Vasco de Gama circunnavega África para comerciar directamente con Oriente. Empiezan a cambiar los protagonistas en un tiempo en que la seda deja de ser la principal mercancía porque, aunque la producida en China es de calidad muy superior, ya se manufactura con un relativo éxito en Europa.
La ruta española de las especias: el tornaviaje
Con la apertura de la ruta del Pacífico y la colonización española de las Filipinas surge una nueva Ruta de la Seda: es el tornaviaje. Los galeones españoles llevarán la plata de América para pagar la seda, las lacas, las especias y los artículos de lujo. Estas mercaderías viajarán de vuelta en el llamado Galeón de Manila o Nao de China, hasta Acapulco. En México se volverán a reembarcar las mercancías en la Flota de las Indias hasta España.
Fue una ruta regular y un ejemplo de globalización. Puso en contacto Asia con Iberoamérica y Europa y se prolongó más de doscientos años, hasta bien entrado el siglo XIX.
Las grandes expediciones de Zheng He en el siglo XV fueron el punto culminante de la potencia China en el mar. Mucho antes, las rutas marítimas chinas se impusieron a las terrestres. A partir del siglo VII la mayor capacidad y seguridad de los barcos favoreció el comercio marítimo. Las innovaciones en construcción naval y la invención de la brújula en el siglo IX potenciaron la navegación en mar abierto.
El comercio que propició la antigua Ruta Marítima de la Seda permitió construir un efectivo entramado económico que pervivió a lo largo de los siglos. Ello, unido a las grandes exploraciones navales chinas como las propiciadas por Zeng He en el Siglo XV auparon a China como gran potencia marítima. Las rutas marítimas chinas dominaron el comercio en el este.
La antigua travesía náutica se dividía en dos. Una primera ruta transcurría desde China hasta el mar de la China oriental y enlazaba con la península coreana. La otra ruta se dirigía hacia el mar de la China meridional, el sur de Asia, el mar Arábigo y el golfo Pérsico. Aunque hay evidencias arqueológicas de transporte marítimo anteriores al establecimiento de la conocida Ruta de la Seda, fue en la época de la dinastía Han (202 a. C.-220 d. C.) cuando se establecieron las rutas comerciales marítimas.
Chinos y romanos florecieron al calor del comercio generado por los caminos abiertos por la seda. Pero fueron los árabes quienes jugaron un papel preponderante en el desarrollo de las rutas marítimas. Uno de los mayores puertos de la antigüedad, Berenice, situado en el mar Rojo, fue fundado en el siglo III a. C. y alcanzó su máximo esplendor en el siglo I d. C.
Ruinas de Berenice. Foto: Wikimedia commons, dominio público. De la «Mechanical Curator Collection», British Library.
Recientes trabajos arqueológicos han permitido ubicar el emplazamiento de la antigua ciudad portuaria y evidencias del comercio existente con Asia, al hallar inscripciones en 11 lenguas incluyendo griego, hebreo, copto y sánscrito. Aunque el establecimiento de esta travesía náutica se produce durante la dinastía Han, no es hasta el reinado de los Tang (618-907) cuando se aprecia una fuerte presencia china en el mar Rojo, Persia, Mesopotamia y Egipto.
Rutas más seguras
Las rutas marítimas chinas se impusieron a las terrestres debido a la mayor capacidad y seguridad que ofrecían las flotas para el transporte de mercancías. Los avances tecnológicos en astronomía y en las técnicas de construcción naval facilitaron la navegación a gran escala. La ruta marítima de la seda, y el comercio entre las diferentes regiones, facilitó un escenario donde coexistieron diversidad de culturas y religiones. Alrededor del siglo VII los trayectos a mar abierto favorecieron un comercio extensivo entre China, el sudeste asiático, la India y Oriente Medio.
Múltiples ciudades costeras florecieron y, como ejemplo, Guangzhou llegó a contar con una población de 200.000 residentes que incluía árabes, persas, indios, africanos y habitantes procedentes de Oriente Medio.
El viento clave del Monzón
Sin embargo, las rutas marítimas chinas contaban con la desventaja esencial del tiempo meteorológico impredecible y las tormentas que ocasionaban naufragios y grandes pérdidas de vidas y bienes. Antes de que China inventara la brújula en el siglo XI, la navegación a gran escala solo era posible gracias al conocimiento del régimen de vientos dominante en las distintas zonas y de la astronomía. El monzón estacional era el que controlaba la navegación. Las grandes embarcaciones aprovechaban el monzón. Este viento las transportaba los barcos hacia el este en los meses de julio, agosto y septiembre. Al contrario, soplaba hacia el oeste en diciembre enero y febrero, desde China hacia Oriente Medio,
Las lluvias de la ciruela
La palabra “monzón” proviene del árabe y significa “estación” porque hace referencia a los cambios estacionales de los vientos en superficie dominantes sobre el sur del continente asiático. El ciclo anual del monzón está regulado por el calor transportado a través del ecuador tanto por la atmósfera como por el océano. Un rasgo característico del monzón de Asia Oriental de primavera y comienzos del verano es el frente Mei-Yu, que es una zona de inestabilidad semipermanente y cuasiestacionaria que se extiende desde la meseta tibetana hacia el este-nordeste, alcanzando a Japón. Su periodo comienza a mediados de mayo y continúa hasta principios o mediados del verano, con un desplazamiento hacia el norte.
El legendario Xu Fu en busca del elixir de la vida. Foto: Wikipedia.
Mei-Yu se traduce como “las lluvias de la ciruela”, porque son las lluvias persistentes que se registran en la época del florecimiento de dicho fruto. En este frente se generan sistemas convectivos mesoescalares que ocasionan fuertes y persistentes precipitaciones, a menudo de intensidad torrencial, que se forman y desplazan hacia el este a lo largo del mismo. La inestabilidad, los fuertes movimientos ascendentes y la persistente convección profunda están asociados a un chorro de niveles bajos que trae aire cálido y húmedo desde el mar de la China meridional y la bahía de Bengala.
La construcción naval se convirtió en una gran industria y permitió que se armaran flotas tecnológicamente más avanzadas tanto para fines comerciales como militares
La observación astronómica china
China tiene una milenaria tradición de observación astronómica. El primer registro conocido de un eclipse se hizo en el 2137 a. C. y fueron astrónomos chinos quienes observaron la supernova del año 1054. Se trata de la conocida actualmente como la nebulosa del Cangrejo de la que observaron que permaneció brillante casi un año antes de desaparecer. Entre los años 1436-1449, durante la dinastía Ming (1368-1644), se construyó en Beijing el célebre observatorio astronómico que cuenta con instrumentos de bronce de gran tamaño.
La esfera armilar era uno de los instrumentos utilizados en la navegación de la antigüedad. Eratóstenes (255 a. C.) la mencionó por primera vez. Se trata de un modelo de esfera astral constituido por anillos de metal que representan diferentes planos celestes y reproducen el movimiento aparente de las estrellas. Observando la posición de algunas de ellas, cuya ubicación constaba en los mapas estelares que los astrónomos chinos confeccionaron desde tiempo inmemorial, era posible estimar la localización de algunos puntos geográficos y ello permitía una relativa orientación en la navegación.
Mapa estelar de Dunhuang (ca 650). Foto: Wikipedia.
El mapa estelar de Dunhuang
Cabe destacar el mapa estelar de Dunhuang. Las investigaciones más recientes señalan al astrónomo imperial Li Chunfeng (李淳风, 602-670) como el autor del mismo. Contiene la descripción y ubicación de 1.339 estrellas y pudo haber sido una guía para los viajeros de la Ruta de la Seda terrestre puesto que Dunhuang era un punto clave en el histórico recorrido comercial y su última parada antes de llegar a Xi’an.
Li Chunfeng. Mapa estelar de Dunhuang (ca 650). Wikimedia commons, dominio público.
Invención de la brújula
La actividad económica y la mayor demanda de bienes, junto con el endurecimiento de las condiciones climáticas en las rutas terrestres, acrecentaron las posibilidades de las rutas marítimas chinas y resultaron un incentivo para la innovación tecnológica que culminó en la invención de la brújula. La construcción naval se convirtió en una gran industria y permitió que se armaran flotas tecnológicamente más avanzadas tanto para fines comerciales como militares.
Durante la dinastía Song (960-1279), las naves chinas que navegaban por el océano Índico hasta el mar Rojo para comerciar con los mercados de Oriente Próximo eran mucho más numerosas que los mercantes árabes e indios. Además, la evidencia arqueológica registra porcelana de la dinastía Song en lugares tan remotos como el este del continente africano.
Figura de cesa de Zheng-he en el museo marítimo de Quanzhou. Foto: Wikimedia commons, dominio público.
El libro de Zhu Yu en 1117
La referencia más temprana a un dispositivo magnético que señala el rumbo se halla en el libro Colección de las más importantes técnicas militares (武经总要, Wujing Zongyao) datado entre los años 1040-1044. La primera referencia a una aguja magnetizada aparece en 1088, en un tratado escrito por Shen Kuo, y el primer registro del uso explícito de la misma para la navegación se encuentra en el libro de Zhu Yu (萍洲可谈; Pingzhou Ketan) en 1117.
En Europa las propiedades magnéticas de los metales fueron atribuidas a fuerzas ocultas o sobrenaturales hasta la publicación de la obra De Magnete (1600) de William Gilbert, que se conoció seis siglos más tarde que la primera cita en la literatura china.
Navío recuperado del naufragio de Quanzhou. Foto: Wikipedia.
El barco de Quanzhou (泉州湾古船)
El barco de Quanzhou (泉州湾古船), uno de los mayores hallazgos de la arqueología marina en China. Se trata de un navío del siglo XIII cuyo estudio ha permitido evidenciar las avanzadas técnicas de construcción naval en la dinastía Song, que demuestran el dominio chino en el arte de navegar.
Las expediciones de Zheng He
Entre 1405 y 1433, las expediciones de Zheng He auspiciadas por el emperador Yongle, mostraron al mundo el esplendor del Imperio Chino con su ingente potencia marítima. Se estima que recorrieron más de 160.000 millas náuticas, lo que equivale a dar siete veces la vuelta a la circunferencia terrestre.
La más importante de las expediciones, compuesta por una flota de 317 barcos y una tripulación de más de 25.000 hombres, contaba con el mayor barco de madera jamás construido, de 370 pies de eslora (112 m de longitud) y ocho mástiles. Se puede mencionar que la travesía de Cristóbal Colón dispuso solo de tres navíos, el más grande de los cuales medía 85 pies de eslora (25 m) y una tripulación de 90 hombres.
La flota de Zheng He incluía marineros, eunucos, centenares de oficiales, decenas de médicos, adivinos, artesanos navales, herreros, carpinteros, sastres, cocineros, mercaderes, intérpretes en multitud de lenguas, astrólogos, predictores del tiempo, astrónomos, botánicos y especialistas en protocolo para organizar recepciones oficiales.
Durante las siete expediciones los navíos de Zheng He transportaron toneladas de seda, cerámica y monedas de cobre. Todas esas mercaderías las cambiaron por especias tropicales, gemas exóticas, maderas fragantes, animales desconocidos, textiles y minerales. Entre los bienes más preciados se hallaban las hierbas medicinales, el incienso y la pimienta. También trajeron de vuelta determinadas maderas tropicales, los cacahuetes, el opio, el marfil africano y los caballos árabes. Menos interés despertaba Europa, que solo podía ofrecer lana y vino. El Imperio podía producir esos dos materiales con creces.
El científico y astrónomo Zhang Heng (张衡) inventó en el año 132 un detector de terremotos fabricado principalmente con cobre. Cuatro cabezas de dragón de bronce apuntaban a los puntos cardinales para señalar la procedencia del temblor.
Mil setecientos años antes de la invención del primer sismógrafo en Europa, el científico y astrónomo Zhang Heng (张衡), oriundo de la ciudad de Nanyang (provincia de Henan), presentó allá por el año 132 d.C. un detector de terremotos denominado Houfeng didong yi (候风地动仪, literalmente “instrumento para medir los vientos estacionales y los movimientos de la tierra).
Este hecho ocurrió durante la regencia de la dinastía Han Oriental (东汉, 25-220) en la actual Luoyang (洛阳), ciudad-prefectura de la citada provincia de Henan. Zhang Heng dejó sorprendida a la corte imperial con este detector con forma de jarrón, fabricado con cobre y con diversas cabezas de bronce que simulaban un dragón, y que apuntaban a los diferentes puntos cardinales: norte, sur, este, oeste, noreste, noroeste, sureste y suroeste.
El detector de terremotos de Zang Heng
Debajo de cada una de las cabezas de dragón había un sapo de bronce con la boca abierta. Este instrumento, de dos metros y medio de diámetro, era capaz de detectar cualquier temblor de la tierra, tras el cual se soltaban unas bolas de bronce y caían sobre uno de los sapos que había debajo de cada cabeza de dragón. Al caer, un estrepitoso sonido indicaba movimientos sísmicos.
Puesto que las cabezas de dragón representaban los diferentes puntos cardinales, al desplomarse se podía saber de dónde procedía el terremoto. Los vestigios históricos relatan su gran exactitud e incluso atestiguan que era tan preciso como cualquier dispositivo moderno. Sin embargo, su funcionamiento interior sigue siendo un misterio sujeto, en la mayoría de los casos, a especulaciones. Pese a todo ello, este aparato no era capaz de medir los terremotos, sino solo señalar su procedencia.
Gráfico que muestra el corte y el funcionamiento del detector de terremotos de Zhang Heng. Autor: javierperez.info. Fuentes: https://seismoscope.allshookup.org/remote-sensing-of-earthquakes.pdf, Wikimedia commons, dominio público.
La Historia sobre el «temblor del dragón»
Puesto que el invento original no se conserva y que la mayoría de reproducciones son simplemente estéticas, una réplica funcional de este primer sismógrafo fue elaborada por un equipo integrado por sismólogos, arqueólogos e ingenieros chinos, y se encuentra actualmente ubicada en la sala principal del Museo Nacional de Historia (中国国家博物馆) en Beijing. Cuenta la leyenda que, allá por el año 138, cayó una de las bolas de la cabeza de dragón que apuntaba hacia el oeste, y se desplomó en la dirección donde se encontraba el actual condado de Longxi (陇西县), en la ciudad-prefectura de Dingxi, en la provincia de Gansu. Ese mismo día, al sonar estrepitosamente el ingenioso mecanismo, tuvo lugar un terremoto en ese lugar.
Reproducción del sismógrafo de Zhang Heng. Foto: Wikimedia. Licencica de wikipedia commons, dominio público.
En el año 2006, dos investigadores vinculados al Instituto de Geofísica de la Administración Sismológica de China, Feng Rui y Yu Yan Xiang, determinaron que aquel terremoto que había sido indicado por el invento de Zhang Heng en Longxi fue de magnitud 7, según la escala de Richter, y que tuvo su epicentro en la ciudad-prefectura de Tianshui. En otra ocasión, una de las bolas se desprendió sin que se hubiera notado temblor alguno. Muchos pusieron en duda su fiabilidad puesto que nadie había percibido ningún movimiento sísmico. Días más tarde un mensajero llegó con la noticia de un terremoto en Gansu, un lugar que se encontraba a 600 km de distancia de la corte y en el que se había producido un sismo.
La investigación sobre el funcionamiento del sismógrafo
El investigador Jan Pajak, del Instituto de Tecnología de Wellington (Nueva Zelanda), explicó su funcionamiento en uno de sus artículos titulado Signal processing in the Zhang Heng Seismograph for remote sensing of impending earthquakes. El funcionamiento interno del aparato está sujeto a diversas versiones. Pero el investigador de origen polaco explicó que “un terremoto sacude la estructura de un instrumento de tal forma que es desplazado en relación a un péndulo inercial indicando, a partir de ahí, la existencia de un seísmo”.
Sello chino con la efigie del inventor estampado en 1955. Foto: Wikimedia commons, dominio público.
Zhang Heng el ciéntifico y erudito
Zhang Heng era todo un erudito puesto que, además de astrónomo, matemático y científico, destacó también como uno de los grandes pintores de aquella época. Como astrónomo sobresalió por trazar uno de los primeros mapas estelares, en el que localizó alrededor de 2.500 estrellas. También explicó el fenómeno de los eclipses lunares y sugirió la forma esférica de la Tier
Algunas de sus creaciones más brillantes fueron la esfera armilar hidráulica (Hun Yi) y la constitución espiritual del universo (Ling Xian), en la que, como matemático, destacó por haber mejorado la aproximación del valor del número pi (π) entre 3,1466 y 3,1622. Sin embargo, si por algo destacó fue por la invención del detector de terremotos.
Un cráter lunar y un planeta llevan su nombre
En el año 1970, y en su honor, la Unión Astronómica Internacional (UAI) bautizó uno de los cráteres de la luna con su nombre, como merecido homenaje a la figura de este científico chino. El cráter lunar que lleva su nombre, cuyas coordenadas son 20°24’N 114°00’E, es un cráter de impacto y se ubica en la cara oculta de la luna. Está ubicado al noroeste de la llanura de otro cráter famoso, el dedicado al descubridor de la penicilina Alexander Fleming. Algunos años más tarde, en 1977, se acordó denominar Estrella Zhang Heng al planeta menor número 1802.
A principios del año 2003, cuando se cumplían 1.925 años del aniversario de nacimiento de Zhang Heng, el Centro de Planetas Menores de la UAI bautizó el planeta menor número 9092 como “Estrella del Distrito Nanyang”, en honor al lugar de nacimiento de este ingenioso inventor.
Abordamos algunos usos interesantes de los nombres de los colores blanco (白, bái) y negro (黑, hēi) en chino y en castellano. Mediante esta comparación comprobaremos las diferencias que nos causan problemas en la compresión, su uso y las semejanzas que nos ayudarán a aprender.
Nuestra vida está repleta de colores y ello se refleja del mismo modo en nuestra lengua. Pero cuando hablamos en nuestro idioma materno, pocas veces nos damos cuenta del porqué de los usos de los colores. Sin embargo, durante el aprendizaje de una lengua extranjera, prestamos más atención a las semejanzas y a las discrepancias en el uso de los colores respecto a nuestra lengua. A continuación, vamos a ver algunos usos interesantes en chino y en castellano. Mediante esta comparación comprobaremos las diferencias que nos causan problemas en la compresión, su uso y las semejanzas que nos ayudarán a aprender.
Luz y oscuridad
Sin duda, el blanco (白, bái) y negro (黑, hēi) son colores básicos en todas las lenguas porque representan las dos partes de nuestra vida: la luz y la oscuridad.
«Blanco» en chino (白, bái)
Tanto en castellano como en chino hay varias unidades fraseológicas en las que “blanco” expresa un matiz semántico de “vacío”, por ejemplo: “en blanco”, “monte blanco” (que indica un monte descuajado que se destina a la repoblación) y “papel blanco” (que es el que no está escrito ni impreso, por contraposición al que lo está). En chino, para expresar la idea de “vacío”, utilizamos el carácter que significa “vacío” (空, kōng) junto con el que significa “blanco” (白, bái) para expresar el mismo significado y en muchas unidades fraseológicas como “平白无故” (píngbáiwúgù; sin motivo alguno), “blanco” (白) es equivalente a vacío.
Si buscamos más expresiones que contengan “blanco”, podemos descubrir que aunque tienen sentidos diferentes, hay muchas de ellas en las que el valor de “blanco” todavía significa “vacío” en realidad.
Los significados de «blanco»
Según el diccionario de la Real Academia Española, la expresión “en blanco”, además del significado de “dicho de un libro, de un cuaderno o de una hoja que no están escritos o impresos”, también significa “sin comprender lo que se oye o lee” y “sin saber qué decir”. Y este “blanco” es el vacío de la mente o, mejor dicho, del sentido. En muchas expresiones chinas “blanco” también tiene significado de “sin efecto, sin resultado” (白忙活, báimánghuo) y “sin pagar” (白吃白喝, báichībáihē). Y en estos dos casos el “blanco” es semánticamente un vacío en el efecto y en el coste.
En China, el funeral de las personas de más de setenta años se conoce como “alegría blanca”. Según la Teoría de los Cinco Elementos, el blanco representa el otoño; la estación en la que todas las plantas se marchitan. Es por ello que los chinos creen que el blanco es el color de la desgracia.
Además de estos “blancos” relacionados con “vacío”, en las dos lenguas hay varias unidades en las que los “blancos” contienen significados simbólicos curiosos. En castellano se dice “dar en el blanco” para indicar “acertar”, y aquí el “blanco” se refiere a “objeto situado lejos para ejercitarse en el tiro y puntería”.
En otra unidad “ser el blanco de todas las miradas”, el blanco como el color de la luz solar, el color más brillante, se refiere al centro de atención de los presentes. En chino, este color también contiene el sentido de “luminoso”, como en“白日做梦” (báirìzuòmèng; lit. soñar durante el día), un modismo que es metáfora de una ilusión impracticable y en “月白风清” (yuèbáifēngqīng; lit. con la luna resplandeciente y el viento fresco) que se utiliza para describir una noche tranquila y agradable.
Un valor semántico de “blanco” en chino que también existe en castellano es el de “plata”, el metal que fue utilizado como moneda. Con este sentido aparecen en chino modismos en los que el color blanco representa la plata e indica, en realidad, la moneda y la riqueza, como en “怀黄握白” (huáihuángwòbá) que significa llevar oro y plata, llevar mucho dinero y “财不露白” (cáibùlòubái) que indica no mostrar la riqueza a los demás por mucho que se tenga.
Blanco: el color del funeral
Además de los significados que hemos comentado, el blanco tiene un sentido muy importante en la cultura china: el funeral. En chino tenemos un modismo “红白喜事” (hóngbáixǐshì), alegrías de rojo y de blanco, en las que dichos colores indican respectivamente las bodas y los funerales. En China, el funeral de las personas de más de setenta años se conoce como “alegría blanca”. Según la Teoría de los Cinco Elementos, el blanco representa el otoño; la estación en la que todas las plantas se marchitan. Es por ello que los chinos creen que el blanco es el color de la desgracia. En contraste, en Occidente, el color que se utiliza en los funerales es el negro y esta costumbre ha influido en el funeral chino contemporáneo y moderno.
Negro en chino (黑, hēi)
Aunque el negro (黑, hēi) es el color de la desgracia en occidente, el significado más utilizado de negro en las unidades fraseológicas españolas es “dificultad” e “ilegalidad”. Por ejemplo, “estar/ponerse negro un asunto” indica tener o tomar mal cariz, en otras palabras, expresa la dificultad para realizar algo. Pero en chino el color negro no contiene el significado simbólico de dificultad.
Hoy en día, y debido a sus connotaciones negativas, cuesta imaginarse que, en chino antiguo, el negro fuera positivo ya que es el color del hierro, de donde proviene el significado de justicia y persistencia. Por tanto, “黑脸” (hēiliǎn; lit. cara negra) también se refiere a una persona justa.
Los significados de «negro»
Sin embargo, el significado de “ilegalidad” existe en ambas lenguas en unidades fraseológicas iguales, por ejemplo “dinero negro” y “mercado negro”. Además, en algunas expresiones, negro no solo representa “ilegalidad” sino también “violencia”, como “bandera negra” (bandera que izaban los piratas) y en chino “黑店” (hēidiàn; lit. tienda negra) hacía referencia, en el pasado, a los restaurantes u hoteles en los que mataban y robaban a los clientes. Otro ejemplo es la palabra “mafia” en chino, “黑手党” (hēishǒudǎng; lit. partido de manos negras), muy similar a la expresión en español “mano negra” (actuar de manera subrepticia).
Además negro también contiene el significado de “irritación”. De forma similar en español existe la expresión “ponerse negro” y en chino mediante “黑脸” (hēiliǎn; lit. cara negra) se expresa un estado de irritación.
La figura de Bao Zheng en la Ópera de Beijing. FOTO: Wikimedia commons.
Bao Zheng en la Ópera de Beijing
Hoy en día, y debido a sus connotaciones negativas, cuesta imaginarse que, en chino antiguo, el negro fuera positivo ya que es el color del hierro, de donde proviene el significado de justicia y persistencia. Por tanto, “黑脸” (hēiliǎn; lit. cara negra) también se refiere a una persona justa. La figura de Bao Zheng —funcionario de la dinastía Song—en la Ópera de Beijing, lleva la cara negra y se caracteriza por su justicia.
En realidad, la tez de Bao Zheng no es negra y su figura con cara negra en la Ópera de Beijing proviene de una novela de la dinastía Qing: Tres Héroes y Cinco Galanes (“三侠五义”), en la que, para establecer una figura íntegra y justa como el hierro, convierte su cara en negra. Los significados simbólicos negativos del color negro en chino provienen del budismo: en su terminología, blanco y negro son los sobrenombres de bondad y maldad. Uno de los ejemplos más típicos es la expresión “不分皂白” (bùfēnzàobái; lit. no distinguir entre el negro y el blanco).
Además, como adjetivo en chino, negro también significa tenebroso y tenemos ejemplos como “黑灯瞎火” (hēidēngxiàhuǒ; lit. con la luz tenebrosa y sin fuego). También puede ser un sustantivo con el significado de la noche y de ello surge el modismo “起早贪黑” (qǐzǎotānhēi; levantarse muy temprano y acostarse muy tarde), que significa trabajar diligentemente.
El blanco y el negro, aunque son los colores más básicos y utilizados, parecen también los más monótonos si los comparamos con los otros. Sin embargo, a lo largo de la historia, las diferentes culturas dan valores semánticos variados a través de las distintas lenguas. Los colores también son una ventana por la que podemos conocer culturas y lenguas de todo el mundo.
Pearl S. Buck dibujada por Samuel Johnson Woolf. Coleccion del Smithsonian Museum. Foto: Wikimedia commons, dominio público.
La premio Nobel de literatura Pearl S. Buck (1892-1973), vivió en China durante más de 40 años. A lo largo de su extensa obra literaria creó más de cien novelas, entre las que destaca La buena tierra, inspirada en China.
La escritora estadounidense Pearl Comfort Sydenstricker Buck (1892-1973), vivió en el gigante asiático durante más de 40 años, dijo en una ocasión: “toda mi vida, desde la infancia hasta la vejez, pertenece a China”, mostrando de este modo su gran amor hacia ese país. Pearl S. Buck creó más de cien novelas entre las que destaca La buena tierra, inspirada en China. Esta obra, junto a dos biografías, le valió el Premio Nobel de Literatura de 1938.
Con sus palabras, intentó demostrar a los lectores que a la hora de afrontar la realidad todos los seres humanos poseen una naturaleza común. Según algunos expertos estadounidenses, Pearl S. Buck es la escritora occidental más influyente que ha escrito sobre China después de Marco Polo allá por el siglo XIII. Sus obras, y ella misma, contribuyeron enormemente a estrechar las relaciones entre China y Estados Unidos.
Diversas fotos en la vida de Pearl. De arriba a abajo y de izquierda a derecha: Foto de juventud tomada por Arnold Genthe (librería del Congreso de USA). Foto de autor desconocido. La tercera foto es del tiempo en el que ganó el Nobel de Literatura. La última pertenece al Archivo Nacional Aleman de La Haya. Todas son de Wikimedia Commons, domino público.
Creció en Zhenjiang
Pearl S. Buck nació el 26 de junio de 1892 en Hilsboro (West Virginia, EE.UU.) y a los tres meses de edad llegó a China con sus padres misioneros presbiterianos. Durante los siguientes 40 años, excepto por el tiempo que regresó a Estados Unidos para estudiar en la universidad, vivió en China, hasta 1934 que se marchó definitivamente. En un principio la familia residió en Huai’an (淮安), provincia de Jiangsu (江苏), y se trasladó a la ciudad de Zhenjiang (镇江) cuando Pearl tenía cuatro años y allí vivió otros dieciochos.
Los dos mundos de Pearl S. Buck
Su padre Absalom Sydenstricker (1852-1931) fue un misionero presbiteriano en China desde 1880 hasta 1931, fecha de su fallecimiento. Para facilitar el contacto con los chinos, sus padres decidieron no vivir en las acondicionadas zonas residenciales para extranjeros y hacerlo entre los nativos. Eso hizo que Pearl S. Buck viviera siempre rodeada de un ambiente completamente chino. Su progenitor era además un erudito de la cultura china, por lo que contrató a un maestro chino, apellidado Kong, para que le enseñara a leer los clásicos de la literatura china, las teorías de Confucio y la historia de la civilización china.
Carta a Pearl S. Buck de Soong May-Ling, 3 de noviembre de 1941. Wiikimedia commons, domino público.
Por su parte, su madre, Caroline, le enseñó inglés, música, arte, conocimientos sobre religión e historia de la civilización occidental. Su niñera y el cocinero familiar solían contarle cuentos legendarios, historias folklóricas y costumbres del pueblo chino. La propia Pearl escribió en su autobiografía la siguiente frase:
“Crecí entre dos mundos diferentes, uno corresponde al mundo de visión estrecha y limpia de los norteamericanos; mientras que el otro corresponde a una visión de un mundo amplio, feliz, alegre y menos limpio de los chinos. Los dos mundos no se comunican. En el de los chinos, hablo en chino, me comporto como uno de ellos, como lo mismo y comparto sus pensamientos y sentimientos. En el mundo de los norteamericanos, cierro la puerta que los conecta”.
El regreso a Estados Unidos
En 1910, Pearl S. Buck, con 18 años de edad, regresó a Estados Unidos a estudiar psicología en una universidad. Su comportamiento y sus trenzas de corte chino despertaron gran curiosidad entre sus compañeros, lo cual le hizo sentirse “a disgusto e incómoda”. Después de graduarse en 1914, volvió enseguida a Zhenjiang y enseñó inglés en las escuelas Chongshi y Runzhou sucesivamente. En 1917, se casó con el economista agrícola John Lossing Buck, con el que se trasladó a Suxian (宿县), un pueblo rural de la provincia de Anhui (安徽), lugar en el que permanecieron dos años.
Katharine Hepburn y Turhan Bey in «Estirpe de dragón» (1944). Foto: wikimedia commons, dominio público.
Su época creativa en Nanjing
A finales de 1919 Pearl acompañó a su marido a la Instituto Jinling de la Universidad de Nanjing donde fue a trabajar al departamento de agricultura. En un pequeño apartamento de estilo occidental, escribió casi todas las obras que posteriormente le servirían para lograr el Premio Nobel de Literatura y el Premio Pulitzer en 1935. Ahí tradujo A la orilla del agua, una de las cuatro obras clásicas más famosas de China. Fue la primera versión traducida al inglés bajo el nombre de All men are brothers (Todos los hombres son hermanos).
Las vivencias de Pearl entre campesinos
Pearl y su marido conocieron en Suzhou a muchos campesinos chinos analfabetos que nunca antes habían visto a un extranjero. Vieron con sus propios ojos cómo lucharon para salir de sus penalidades y sobrevivir a desastres naturales. Ella se conmovió profundamente con la sencillez, bondad y tenacidad del sencillo pueblo chino y creyó que eran los verdaderos representantes de la nación china. Por eso, decidió escribir las dificultadas y los deseos de estos campesinos. Más tarde dijo: “No me gustan las obras que describen a los chinos de una manera extraña y grotesca. Mi mayor deseo es hacer que en mis obras aparezca la imagen real de esta nación”.
En sus libros plasmó la vida de los campesinos chinos y describió con todo tipo de detalles su modo de subsistencia, cruzando la brecha entre la cultura oriental y occidental y mostrando la realidad china a los lectores occidentales cambiando las imágenes de “herejes chinos” y “orientales misteriosos” creados anteriormente por otros escritores occidentales. Al final, logró el objetivo de influir positivamente en las generaciones posteriores con respecto a la idea que existía en Occidente sobre china y sus ciudadanos.
La buena tierra, premio Pulitzer
En 1931, su novelaLa buena tierrafue publicada en Estados Unidos consiguiendo un gran éxito de ventas. El libro trata sobre un campesino llamado Wang Long que de la nada llegó a ser rico. Gira en torno a la relación entre los campesinos y la tierra, desde el punto de vista de la prosperidad y la decadencia familiar y el cambio de la naturaleza humana. Su tono exótico y su fuerte sabor rural hicieron a los occidentales sentir el especial encanto de la antigua china. Un año después, La buena tierra obtuvo el Premio Pulitzer y Pearl S. Buck fue nombrada presidenta de la Asociación de Autores de Estados Unidos.
En 1937 la novela fue adaptada en película y causó de nuevo una gran sensación. En 1938, la escritora ganó el Premio Nobel de Literatura y se convirtió en la primera mujer norteamericana en lograr dicho galardón. También llegó a ser la primera ganadora occidental que escribió sobre temas relacionados con China. La versión en inglés de esta novela tuvo más de 70 ediciones y fue traducida a cientos de idiomas en más de 60 países, entre los que destaca Alemania, Francia, Holanda, Suecia, Dinamarca, Noruega, etc. Se trata de la escritora norteamericana cuyos libros han sido publicados en más idiomas.
Su corazón pertenecía a China
En 1934 se mudó de forma permanente a una granja en Pensilvania (EE.UU.) y un año después se divorció de su marido y se casó con su editor Richard Walsh. A partir de entonces, ya no regresó a China.
El 13 de diciembre de 1937 las crueles tropas japonesas llevaron a cabo una sangrienta mascare sobre los civiles de Nanjing. Al enterarse de esta noticia, Pearl publicó inmediatamente un artículo y pronunció un discurso para condenar los excesos del ejército japonés. En 1940, junto con el periodista Edgar P. Snow (1905-1972), conocido por sus libros y artículos sobre el comunismo en China, recaudó fondos y suministros médicos para ayudar en la Guerra de Resistencia contra Japón. Hizo además un llamamiento con el fin de establecer una asociación de auxilio y asumió el papel de presidenta de dicha organización. Con todo, logró recaudar cinco millones de dólares que envió a China como ayuda humanitaria.
En 1940, junto con el periodista Edgar P. Snow (1905-1972), conocido por sus libros y artículos sobre el comunismo en China, recaudó fondos y suministros médicos para ayudar en la Guerra de Resistencia contra Japón.
El Premio Nobel de Literatura
En 1938, cuando recibió el Premio Nobel de Literatura, pronunció un largo discurso titulado Novela chinaen el que dijo:
“Compartí durante largos años mi vida con el pueblo chino, con lo que China siempre ha sido parte de mi vida. Las gentes de mi patria y las de mi tierra de acogida tienen muchos aspectos en común. Lo más importante es que a ambas naciones les gusta la libertad. En este momento, toda China está combatiendo la guerra más tremenda de la historia y está luchando por su libertad. Nunca he sentido tanta veneración por China como ahora. ¡China es invencible!”
Este conmovedor discurso de Pearl supuso todo un apoyo para China durante la guerra y despertó la simpatía y la preocupación por este país en Occidente.
Fundaciones y vida pública
En 1941, Pearl S. Buck y su marido fundaron la Asociación East and West y promovieron la publicación de obras literarias chinas en Norteamérica. Además, fundó una revista mensual titulada Asia para introducir la cultura oriental en el pueblo norteamericano. Gracias a ella, las obras de Lu Xun, Mao Dun, Guo Moruo, Rou Shi, Ding Ling, Xiao Qian o Xiao Hong, entre otros, llegaron a las manos de los lectores occidentales.
Las hojas caídas saben adonde ir
Pearl S. Buck, profundamente enamorada de China y tras muchos años de ausencia, anheló siempre regresar algún día. Cuando se recuperaron débilmente las relaciones bilaterales entre ambos países en 1971 dio la sensación que su deseo pronto se cumpliría. Para ello, envió una y otra vez telegramas a Zhou Enlai y a otros dirigentes chinos.
En febrero de 1972, las relaciones sino-estadounidense experimentaron un vuelco favorable y le pidió al presidente Nixon que la llevara a China en su próxima visita oficial. El presidente norteamericano prometió ayudarla tanto como fuera posible a la vez que anunció a los medios su inminente viaje a China y la publicación de un libro sobre ese país. Como en aquel entonces ambos países no gozaban de relaciones diplomáticas consolidadas, Pearl tuvo que acudir a la embajada china en Canadá a solicitar un visado de entrada.
Sorprendentemente, su solicitud fue rechazada el 17 de mayo de 1972. Este duro golpe le causó una grave enfermedad y el 6 de marzo de 1973, a los 81 años de edad, falleció añorando China, su país de acogida. En su funeral llevaba puesto su qípáo favorito. Así fue como Pearl S. Buck, que contribuyó enormemente en el intercambio cultural de ambos países, se convirtió en una víctima de la barrera cultural y de la guerra fría entre Oriente y Occidente.
Monumento a Pearl en la universidad de Nanjing. La letras chinas 赛珍珠 (Sài Zhēnzhū) escriben su nombre. Foto: Wikimedia commons, dominio público.
Su tumba, en Pensilvania
Después de una breve ceremonia civil, fue enterrada debajo de un árbol a unos cien metros de su residencia de Pensilvania. Sobre su lápida, diseñada y escrita por ella misma, solo hay tres caracteres chinos al estilo zhuàn (1): 赛珍珠 (Sài Zhēnzhū, su nombre chino). Eligió los caracteres chinos para representarse a sí misma, lo cual tiene un profundo significado. De acuerdo con su testamento, su ataúd mira al este y la razón es muy obvia. En la oración fúnebre, el expresidente norteamericano Richard Nixon la elogió y dijo de ella que se trataba de “un puente que comunicaba las civilizaciones oriental y occidental”, “una gran artista” y “una persona sensible y compasiva”.
La huella de Pearl S. Buck en Zhenjiang, Nanjing y Shanghái
Hoy en día, todavía hay turistas chinos que van a visitar la antigua residencia y el cementerio de Pearl S. Buck. En Zhenjiang, Nanjing, Shanghái y otros lugares en los que ella vivió se han establecido asociaciones de investigación de la autora. El 9 de junio de 2012, más de 150 investigadores sobre la vida de la escritora llegados de Estados Unidos, Alemania, Corea del Sur y China se reunieron juntos en Zhenjing para participar en la gran reunión del centésimo vigésimo aniversario del nacimiento de Pearl S. Buck. Hasta el día de su muerte, Pearl nunca se olvidó de China y el pueblo chino no la olvidará jamás.
Nota:(1)El zhuàn (篆) es un estilo de caligrafía china utilizado generalmente en sellos.
Publicado originalmente en: Revista Instituto Confucio. Número 14. Volumen V. Septiembre de 2012.
Los «reganmian», fideos para el desayuno tradicionales de Wuhan. Foto: Wikipedia commons, domino público.
La comida de Wuhan (capital de la provincia de Hubei) se caracteriza por los sabores salados y picantes. También por la importancia que se le da al desayuno. El desayuno más famoso de Wuhan son los reganmian, elaborados mezclando fideos y aceite de sésamo. Son deliciosos y sacian el hambre y, a la vez, son baratos y fáciles de hacer.
La comida de Wuhan tiene como enseña una particular costumbre alimenticia: el desayuno. Antes de comenzar la jornada laboral, la gente va a la calle a llenarse el estómago. A veces toman tres yuanes de tofu, o nuomiji (arroz glutinoso con pollo envuelto en una hoja de loto) recién frito. Otras veces prefieren un bol de tallarines calientes por cinco yuanes, acompañado de un vaso de leche de soja muy caliente. Cuando amanece, se puede ver en las calles de Wuhan a la gente de la ciudad sosteniendo boles de tallarines con ternera aderezados con aceite de guindilla, comiendo al mismo tiempo que se apresuran ataviados con trajes a su trabajo.
Youtiao, similar a los churros. Foto: 123RF.
Youtiao (similar a los churros) y douhua (pudin de tofu dulce)
La gente de Wuhan a menudo compra youtiao (similar a los churros) y douhua (pudin de tofu dulce). Gente de todo tipo se sienta en el callejón Hubu para disfrutar de un desayuno tradicional. La comida de Wuhan tiene muchas frases populares. Y el callejón Hubu no se libra: «Por la mañana se degusta el callejón Hubu, por la noche se come en la calle Jiqing».
Una de las vendedoras de comida callejera en el callejón Hubu. Foto: 123RF.
El callejón Hubu
El callejón Hubu, escondido en la calle Ziyou, en el distrito de Wuchang, es un callejón con cientos de años de antigüedad. Construido durante la dinastía Qing (清, 1644-1911), es el punto de encuentro para tomar el desayuno. Actualmente, tiene cada vez más y más tiendas que se han ganado aquí su reputación, y cada vez hay más gente que viene a este callejón a probar las delicias de la comida de Wuhan. El callejón Hubu se ha convertido en un lugar sagrado para el desayuno de la gente de Wuhan. Algunos locales como el “Xu Sao Hu Tang Fen” (徐嫂糊汤粉), “Cai Lin Re Ganmian” (蔡林记热干面) o “Siji Mei Tangbao” (四季美汤包) se han convertido en señas culturales de la ciudad.
Raganmian (izquierda) y Danjiu, de un puesto de comida callejera en Wuhan. Foto: Wikimedia commons, dominio público.
Comida de Wuhan: los reganmian (热干面)
El desayuno más famoso de Wuhan son los reganmian (热干面, lit. “fideos secos calientes”), elaborados mezclando fideos y aceite de sésamo. Para esta receta se utilizan jianmian (un tipo de fideo). Se puede decir que son «suaves y elásticos, amarillos y húmedos, aromáticos y deliciosos». Los reganmian son deliciosos y sacian el hambre y, a la vez, son baratos y fáciles de hacer. En la década de 1930, este tipo de comida era el desayuno de la gente con salarios más bajos, pero tras la década de los 80 se popularizó en las calles de Wuhan.
Picante
El verano en Wuhan es extremadamente caluroso y húmed. Por eso a menudo la comida de Wuhan incluye picante para estimularlo y además eliminar la humedad del cuerpo. La gente de Wuhan suele decir que se puede prescindir de comer variado, pero no se puede comer sin picante. Con el tiempo, la cocina de esta ciudad ha incorporado sabores salado y picante a sus platos. Los cangrejos estofados de Wuhan se han convertido en un afamado plato de la cocina china.
Por la noche, en la calle, los empleados de los restaurantes lavan los cangrejos que han pescado en el río. Estos grupos de gente lavando cangrejos ya se han convertido en una de las peculiares escenas veraniegas de Wuhan. La gente de Wuhan llama dàxiā (大虾, gambas) a los cangrejos de río.Durante la temporada de pesca la gente se sienta en restaurantes de todos los tamaños donde disfrutan comiendo grandes cantidades de este manjar. En Wuhan se sirven los cangrejos en cuencos grandes y brillantes, y emanan desde lejos un rico y picante aroma que aviva el apetito de todos los comensales. Otra delicia picante de Wuhan, conocida en toda China, es el cuello de pato.
Pesado frito. Foto: 123RF.
La comida de Wuhan y el pescado
El pescado de Wuchang se cría principalmente en el curso bajo del río Yangtsé, por ello la región de Hubei es una gran productora. Este pescado se cocina de muchas maneras diferentes: al vapor, con caldo que refuerza el sabor dulce del pescado; frito a fuego lento, también es una de las delicias de la provincia de Hubei; y asado con salsa picante, muy de moda estos años, fusionando los sabores picante y salado.
Sopa de raiz de loto, un tubérculo local. Foto: 123RF.
La sopa de raiz de loto
El invierno en Wuhan es frío y gris, llegando incluso a cubrirse las hojas de los árboles de una gruesa capa de nieve. Durante esta época del año, la gente de Wuhan toma picante para disipar el frío y además toman sopa caliente para calentar el cuerpo. Desde siempre, la gente de Hubei ha tenido el dicho «si no hay sopa, no es un banquete».
La sopa más famosa de la comida de Wuhan es, sin duda, la sopa de raíz de loto. Debido a los numerosos lagos de Hubei, esta provincia es rica en raíces de loto. Se trata de un tubérculo de sabor suave y dulce. Si se cocina con costillas de cerdo estofadas adquiere un sabor intenso a la vez . La cazuela de sopa caliente de costillas de cerdo y raíz de loto, nada grasienta, con un aroma dulce pero no insípido, deja un agradable sabor de boca y el cuerpo cálido.
No es de extrañar que la gente diga a menudo que un bol de sopa de costillas de cerdo con raíz de loto representa el aroma de la larga cultura de Chu. La comida de Wuhan triunfa en China.
Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.plugin cookies