Caballo Hanxue: Una raza de leyenda apreciada por conquistadores. Foto: 123RF.

La raza de caballos «Hànxuè» es una más antiguas del mundo, y se emplea en China desde hace dos milenios. Se caracteriza por un cuerpo perfecto, una gran potencia, alcanzar una elevada velocidad y por el color rojo de su sudor, semejante a la sangre.

Artículo de
Sun Hongwei
孙洪威
El caballo Hànxuè Bǎomǎ (汗血宝马, literalmente el “valioso caballo que suda sangre”), también conocido simplemente como Hànxuè (汗血) o por su nombre tradicional de caballo de Akhal-Teké, consiste en una raza originaria del valle de Akhal en Turkmenistán y una de las más antiguas del mundo con una evolución de más de tres mil años. Según diversos documentos históricos chinos, existen otras denominaciones que hacen referencia a esta especie, entre las cuales destacan la de Tiānmǎ (天马, el “caballo celestial”) y la de Dàyuàn liángmǎ (大宛良马, el “extraordinario caballo de Dayuan”). De manera resumida, este tipo de caballo se caracteriza por un cuerpo perfecto, una gran potencia, alcanzar una elevada velocidad y por el color rojo de su sudor, semejante a la sangre.

Físicamente, los caballos Hanxue tienen la cabeza pequeña y el cuello alto. Sus cuatro patas son largas, lo que les permite moverse con gran facilitad y su piel es fina con pelos muy suaves. Los colores más comunes de su pelaje van desde el dorado claro al rojo púrpura, pasando por el blanco plateado o el negro azabache. Además, su fuerza, velocidad y resistencia le otorga la fama de poder recorrer más de mil li  durante el día y otros ochocientos li por la noche.

Lo más curioso de esta raza de caballo es precisamente el color rojo sangre de su sudor, una peculiaridad que inspira muchas creaciones artísticas. Dicen que cuando estos caballos sudan, lo hacen lentamente y terminan completamente mojados. La tonalidad del sudor se nota todavía más en el caso de los caballos de color castaño oscuro o rojo púrpura, pues parecen estar completamente cubiertos de sangre. Las partes del lomo y del costado, donde hay más concentración de glándulas sudoríparas, intensifican este color tan característico. Esto ha hecho que a lo largo de los dos mil años de historia de este caballo en China se le haya conocido ahí como el “valioso caballo que suda sangre”.

La raza de caballos "Hànxuè" es una más antiguas del mundo. Foto: 123RF.
La raza de caballos «Hànxuè» es una más antiguas del mundo. Foto: 123RF.

Hay una leyenda china sobre el caballo Hanxue que dice que hace mucho tiempo había un jinete que se encontraba asediado junto con su caballo en un desierto inmenso y despoblado. Como no le quedaba ni una gota de agua, se sentía cada vez más agotado y su caballo estaba muy débil, por lo que no podía casi galopar. El desierto parecía infinito y no había ninguna señal de agua potable. El jinete pensó que la única solución pasaba por sacrificar al equino, así que sacó su navaja y le miró a los ojos. El animal pareció entenderlo y asentir con una mirada triste. Entonces el jinete se clavó el cuchillo en el brazo y le dijo al caballo señalando el chorro de sangre: “¡bebe, por favor!” El jamelgo lamió la herida del jinete, levantó la cabeza para relinchar y empezó a correr a toda velocidad con su dueño sobre sus lomos. Al final, lograron localizar un oasis y salir del peligro. Más tarde, el jinete se dio cuenta que el caballo comenzó a sudar sangre. Este cuento legendario muestra la inteligencia de estos animales, así como su excelente relación con los humanos.

Entonces, ¿es cierto lo que dicen las leyendas cuando afirman que estos caballos sudan sangre cuando corren mucho?

Unos especialistas coinciden en que es una manifestación de una enfermedad parasitaria, mientras que otros lo justifican como la infiltración de sangre en las glándulas sudoríparas debido al aumento de la temperatura corporal. No obstante, los expertos turcomanos aportan otra respuesta: se debe a que la piel del caballo es muy fina y se puede observar con facilitad la circulación de la sangre por los vasos sanguíneos cuando corre. Además, el sudor de la parte del cuello contiene sustancias del color rojo, por lo que se ve como si fuese sangre.

Caballo Hanxue: Alejandro Magno con Bucéfalo en un mural helenístico. Bucéfalo no era Hanxue, pero esta raza fue usada y aprecidada por el conquistador macedonio. Foto: wikipedia.
Caballo Hanxue: Alejandro Magno con Bucéfalo en un mural helenístico. Bucéfalo no era Hanxue, pero esta raza fue usada y aprecidada por el conquistador macedonio. Foto: Wikipedia.

Siendo una de las razas de caballos más antiguas, el Hanxue estuvo presente en numerosas batallas, acompañando a importantes figuras históricas, tales como Gengis Kan o Alejandro Magno.

Los documentos históricos nos relatan cómo fue la introducción de este caballo en China. Todo se remonta a la dinastía Han (汉, 206 a.C.-220 d.C.), cuando Zhang Qian, tras regresar de una peregrinación por las regiones del Oeste, informó al emperador Han Wu sobre la presencia de dicho caballo de Dayuan. Al enterarse de la existencia de un equino tan maravilloso, el emperador, muy interesado en conseguirlo, mandó una delegación junto con un caballo de oro de tamaño real a cambio de uno de estos ejemplares. Sin embargo, su petición

Caballo Hanxue: Gengis Khan usó esta raza. Foto: wikipedia.
Caballo Hanxue: Gengis Khan usó esta raza. Foto: Wikipedia.

fue rechazada por el mismo rey. La respuesta negativa y la muerte de los representantes chinos en el camino de retorno, alteró al emperador chino hasta el punto de recurrir a la fuerza. Así fue como estallaron dos guerras, una en el año 104 a.C. y otra en el 101 a.C. El resultado fue que Dayuan se vio obligado a entregar diez ejemplares de la mejor categoría y otros 3.000 de menor pelaje.

En el año 2001, el expresidente de Turkmenistán, Saparmurat Niyazov, obsequió a China con dos caballos Hanxue como embajadores de paz, y otros dos en 2006 a fin de manifestar la gratitud y la buena amistad con el pueblo chino.

La raza de caballos Hanxue procede del valle de Akhal, en Turkmenistan. Foto: 123RF.
La raza de caballos Hanxue procede del valle de Akhal, en Turkmenistan. Foto: 123RF.

Según las estadísticas, existen actualmente en el mundo unos 3.000 ejemplares de caballos Hanxue, de los cuales casi 2.000 están en Turkmenistán. En este país se les considera como símbolo nacional, igual que el oso panda en China, y su imagen figura tanto en las monedas como en el escudo nacional. A pesar de pertenecer a una raza noble, el caballo Hanxue no corre tan rápido como los caballos purasangres ni alcanza la altura con que saltan los caballos Warmblood. De hecho, en las competiciones hípicas de las Olimpiadas, apenas se observa la presencia de los caballos Hanxue. Y en cuanto a su cotización, esta raza resulta más accesible que otros caballos más prestigiosos, como por ejemplo la raza árabe, pues un solo ejemplar de estos podría alcanzar la cifra de varios millones de dólares.

 


Publicado originalmente en: Revista Instituto Confucio.
Número 22. Volumen I. Enero de 2014.

JIao Zi, el primer papel moneda chino se imprimió durante el reinado del emperador Song Taizu (宋太祖, 927-976, que reinó en 960-976). Foto: Wikipedia.

El Jiao Zi fue el primer papel moneda de la historia que se imprimió como billete oficial. Lo llevó a cabo el gobierno en la ciudad de Chengdu (Sichuan) en el primer año Tian Sheng de la Dinastía Song (1023) y su circulación se ha mantenido casi 800 años en el territorio de Sichuan. El valor nominal de los primeros Jiao Zi se determinaba en el mismo momento de ingresar el dinero y posteriormente se imprimían con valor nominal fijo. Siendo la primera muestra de papel moneda oficial autorizada por el gobierno en China, el Jiao Zi también está considerado como el primer billete de dinero en el mundo, 600 años antes del billete emitido por el Banco de Suecia en el año 1661.

Un reportaje de
Li Qiushi
李秋实
La prosperidad económica de la Dinastía Song tiene su origen en las políticas aplicadas durante la fundación inicial del país. Estas medidas desarrollaron el ámbito industrial y comercial, apoyaron la iniciativa emprendedora de los habitantes y explotaron las minas de oro, plata, bronce, hierro y carbón. Todo ello propició la aparición masiva de fábricas o talleres, como astilleros, imprentas, armerías, papel, tejido o cerámica. Algunos de ellos incluso llegaron a contratar a más de mil empleados. En la ciudad de Kai Feng, la capital por aquel entonces, convivían cientos de miles de familias que utilizaban carbón para cocinar y calentar sus casas. El fundador de la dinastía y primer emperador Song, Zhao Kuangyi, impulsó la generación de riqueza entre los habitantes para que la dedicasen a la compraventa inmobiliaria como forma de dejar una buena herencia. Posteriormente el siguiente emperador Song, Shen Zong, aprobó la ordenanza de establecer el desarrollo económico como la política fundamental para todo el país. Esto facilitó que China entrase en una época de gran prosperidad económica y comercial, y tuvo como consecuencia el aumento de su poderío mundial. La mitad de los inventos más prestigiosos en la historia de China, como la pólvora, la brújula y la imprenta, aparecieron durante la Dinastía Song. También las técnicas científicas aplicadas a la navegación, la construcción naval, la medicina, la artesanía o la agricultura fueron pioneras ante el resto del mundo. Por vez primera metrópolis como Quanzhou o Guanzhou comenzaron a emerger por su actividad comercial más que por la administrativa o política. Muchos emprendedores empezaron a abrir sus propios negocios en las calles haciendo que estas ciudades tan concurridas se llenasen de comercios diversos, que producían un incesante ir y venir de gente y que llegaron a tener hasta mercados nocturnos. Precisamente la obra maestra de pintura, “El festival Qing Ming junto al río”, representa los aspectos de la vida cotidiana en las ciudades chinas de la Dinastía Song.

jiao zi
Zhao Kuangyin, El primer emperador de la dinastía Song. Foto: Wikipedia

El auge económico y comercial reclamaba una considerable cantidad de dinero en circulación y, por ello, se aumentó cada vez más la fundición de monedas. Durante la época del emperador Song, Shen Zong, el volumen de fundición de monedas alcanzó los cinco millones de Guan, y un número superior a 320.000 Guan se acuñaron en los Años Kai Yuan de la Dinastía Tang. A pesar de ser un país unificado, en China existía una gran diversidad en el uso de monedas según las distintas zonas geográficas. En algún momento, en el país había 13 regiones en las que circulaban monedas de bronce; 4 zonas que utilizaban monedas de hierro y 2 mixtas, en las que se aceptaban tanto de hierro como de bronce. Estas variedades monetarias del dinero, que integraban las de bronce, plata, hierro o, posteriormente, papel moneda, sólo podían circular por su correspondiente zona geográfica. En las monedas se observa un alto nivel estético que incluye caligrafías elaboradas por algún erudito, o por el mismo emperador, junto con un diseño elegante y una elevada técnica en su acabado. La potente economía de la dinastía Song consolidó sus monedas para que se pudieran utilizar también en los países vecinos. Es por todo lo expuesto anteriormente por lo que hubo escasez de capital metálico disponible, lo que propició la entrada de los bancos privados en el mercado. Aún hoy en día siguen apareciendo mayoritariamente estas antiguas monedas de la Dinastía Song en las excavaciones arqueológicas que se realizan en territorio chino, en Japón o incluso en zonas de África o Europa.

Durante esa época, en la región de Sichuan se recurría a monedas de hierro que eran de mayor peso y menor valor en comparación con las de bronce, lo que dificultaba su uso diario. Debemos tener en cuenta que en la Dinastía Song un Guan consistía en 1.000 monedas de hierro o de bronce ensartadas. Una moneda de bronce equivale a 10 de hierro, por lo que un Guan o mil monedas de hierro podían pesar fácilmente más de 10 kilos. En caso de comprar simplemente una pieza de tela, que valía por aquel entonces 20 Guan, era imprescindible recurrir a carros de caballos para llevar esta cantidad de dinero que pesaba más de 200 kilos. La capital de esta región, Chengdu, siendo uno de los núcleos económicos del país, reclamaba especialmente monedas más convencionales y cómodas a causa de las pésimas condiciones de transporte y comunicación con el mundo exterior.

JIao Zi, el primer papel moneda chino se usó conjuntamente con monedas de bronce. Foto: 123RF.
JIao Zi, el primer papel moneda chino se usó conjuntamente con monedas de hierro. Foto: 123RF.

Los primeros “Jiao Zi” fueron creados por los propios comerciantes de Chengdu y se emiteron libremente a través de la iniciativa privada, con lo que a principios de la Dinastía Song del Norte se estrenaron en Chengdu los “locales específicos para el Jiao Zi”. Estos locales servían para depositar el dinero en metálico y no llevarlo encima. Los comerciantes ingresaban el dinero en estos lugares y, en el mismo momento, se les daba un certificado (un papel elaborado a base de una especie de árbol conocido como mora turca) en el que figuraba el importe depositado que dejaba el cliente. A la hora de sacar el dinero, había que aportar ese documento y pagar un 3% de comisión por el servicio de guardar el dinero. A estas hojas de papel en las que figuraba el importe del dinero depositado se las conoce como el “Jiao Zi”. Se trataba de un recibo impreso con tinta roja y con la firma de la administración y unos códigos secretos en las dos caras de la hoja. El modelo preliminar del Jiao Zi, en vez de constituir un billete en metálico, no era más que un justificante del movimiento de la cuenta, equivalente a la actual libreta o tarjeta de débito.

JIao Zi, el primer papel moneda chino. Foto: Wikipedia.
JIao Zi, el primer papel moneda chino. Foto: Wikipedia.

Debido al aumento en el uso del “Jiao Zi”, muchos comerciantes se agruparon para abrir firmas que se dedicaban a su emisión y así podían hacer efectivo, mediante sucursales repartidas por todo el país, para que los empresarios pudieran ingresar o sacar dinero en otros sitios de forma cómoda y fácil. La fiabilidad que garantizaban estas entidades y la facilidad que ofrecían en la gestión del patrimonio dinerario consolidó y aceleró su entrada y popularización en el mercado. Conforme aumentaron los depósitos con el “Jiao Zi”, los propietarios se dieron cuenta de que el uso parcial del dinero depositado no afectaba al proceso de hacerlo efectivo ni a la garantía del propio local. De hecho empezaron a emitir el “Jiao Zi”, que unificaba el importe y el diseño gráfico, como una nueva alternativa de herramienta financiera para que circulara en el mercado. A partir de ese momento, el Jiao Zi, que destaca por su vía y canales privados, se convirtió realmente en una muestra de papel moneda pero sin autorización o permiso oficial. 

jiao zi
Detalles de la pintura «A lo largo del río durante el Festival Qingming». Foto: Wikipedia.

Sin embargo no todas estas bancas privadas respetaban las normas ni garantizaban el crédito. Hay ejemplos de algunas entidades que cerraban intencionadamente después de una emisión desmesurada de Jiao Zi u otras que desviaban el depósito para sus propios negocios. En caso de mal funcionamiento o la quiebra de dicho negocio, se paralizaba directamente el proceso de hacer efectivo el dinero entregado. Todo ello constituye el origen de los conflictos posteriores, con lo que durante los Años Jingde (1004-1007) de la Dinastía Song, el gobernador de Yizhou (el Sichuan actual), Zhang Yong, ordenó una reorganización de las entidades financieras de Jiao Zi, y se eliminaron las que no gozaban de buena fama restringiendo este negocio sólo a las 16 firmas más potentes en ese momento. En el primer año Tiansheng (1023), el gobierno central tomó la decisión de establecer en Chengdu la “Agencia de Jiao Zi de Yizhou”, en la que fueron asignados delegados de la corte para supervisar la emisión del Jiao Zi, junto con un departamento subcontratado que se responsabilizaba de la producción de papeles específicos con el fin de elaborar los billetes. En el año 1024, y teniendo 360.000 Guan como depósito (un 28% de la emisión total), el gobierno emitió 1,26 millones de Jiao Zi oficial. De esta forma surgió el primer banco estatal, que emitió el primer billete a través de una entidad financiera bajo la administración y control directo del gobierno central.

 A fin de prevenir la falsificación, y a diferencia de cualquier impreso convencional hecho con grabados de madera, el Jiao Zi recurre a grabados de bronce y a una mezcla de tintas negra y roja puestas en una cara. El papel moneda se presenta en forma de rectángulo bordeado con elementos decorativos. En el centro se sitúan proclamas del gobierno o cuentos históricos, junto con dibujos como viviendas, árboles o figuras. Cada billete tiene un valor fijo que figura en la parte superior: desde uno a cinco y hasta diez Guan. Aparte del cuño del gobierno local se añade un sello secreto que equivale a la firma y al actual código secreto. Cualquier Jiao Zi tiene entre 2 y 3 años de caducidad y tiene que renovarse por billetes nuevos cuando caducan. Cada lote de emisión está regulado por el depósito proporcional de monedas de hierro. Únicamente se permitía la circulación de estos billetes dentro del territorio de Sichuan y se prohibía expresamente su impresión privada. 

 Según algunos estudios, el Jiao Zi fue impreso por primera vez en el Templo Wan Fo (diez mil Budas) situado en la ciudad de Chengdu, teniendo en cuenta que la industria de imprenta y producción de papel de esta ciudad lideró en su día este sector a nivel nacional. El papel elaborado en Chengdu se entregaba todos los años a la corte con carácter exclusivo desde la Dinastía Tang. No obstante, al principio de la Dinastía Song, en lugar de recurrir a cualquier imprenta de la capital la corte elegió Chengdu para imprimir el “Da Zang jing” (la “Gran Colección de Sutras”), un proyecto que requirió 130.000 planchas grabadas y 12 años para llevarse a cabo. Por lo expresado anteriormente, se justifica la importancia de la aparición del primer papel moneda “Jiao Zi” en Sichuan.

 El estreno del Jiao Zi ha facilitado y contribuido en gran medida la actividad comercial, la circulación monetaria y, sobre todo, la prosperidad económica. También ha acelerado el traslado del núcleo político, económico y cultural hacia el sur del Río Yangtse. Su aparición solucionó de alguna manera el déficit de la corte, al proporcionarle nuevos ingresos y fuentes de recaudación de impuestos. Durante determinadas épocas históricas de las dinastías Song, Yuan, Ming o Qing, la emisión desmesurada de papel moneda se convirtió en la principal manera de aumentar el ingreso administrativo y explotar al pueblo. Ello provocó que el sistema de papel moneda, que gozaba de buena salud y funcionaba a la perfección, estuviese al borde de la extinción. Y además significó la devaluación del billete hasta que el gobierno tuvo que verse obligado a recurrir de nuevo al dinero en metálico. Así que la regularización aplicada por la continua emisión y circulación de billetes está muy ligada con un moderno sistema jurídico y con la normativa financiera de control y supervisión. 

La emisión de papel moneda se presentó más regulada en la Dinastía Yuan. De hecho cuando el viajero italiano Marco Polo llegó a China, le sorprendió el hecho de que se podían adquirir los artículos con solo un pequeño billete. En el libro “Los viajes de Marco Polo” escrito en el año 1298, introdujo una parte específica para presentar las técnicas aplicadas en la impresión de papel moneda y su posterior emisión y circulación, de manera que los europeos podían conocer por primera vez el papel moneda chino. Alrededor de esta época, dichas técnicas y normas se divulgaron hasta otros países como Irán, Japón o Corea.

 


Publicado originalmente en: Revista Instituto Confucio.
Número 24. Volumen III. Mayo de 2014.

Xiamen: Universidad de Xiamen (厦门大学), 14 de octubre de 2018. Foto: 123RF.

Xiamen (Xiàmén, 厦门), ciudad de la provincia china de Fujian (福建) situada en la costa oeste del mar de China Oriental, está considerada, debido a su alto nivel de vida y enclave idílico marino, como una de las mejores urbes chinas para vivir y también como una de las más románticas.

Reportaje de
Pilar Escuder
y
 José Vicente Castelló 
Conocida en Occidente durante siglos como Amoy, es hoy en día, con sus más de tres millones y medio de habitantes, y un área total de 1575 kilómetros cuadrados, una pintoresca ciudad costera ubicada frente al estrecho de Taiwán. Su zona de influencia comprende las islas de Gulangyu (鼓浪屿) y la de Xiamen propiamente dicha. En realidad, Xiamen es una ciudad-isla conectada con la península por una calzada elevada de cinco kilómetros, además de una vía ferroviaria, una carretera convencional y una vía peatonal, ambas sobre un magnífico puente.

Xiamen: Embalse del lago integrado en la ciudad. Foto: 123RF.
Xiamen: Embalse del lago integrado en la ciudad. Foto: 123RF.

Es la segunda ciudad más grande de la provincia de Fujian y sus calles esconden cientos de historias de piratas, rebeldes, mercaderes y marinos europeos. Tiene una economía fuerte sustentada bajo los pilares del comercio marítimo, las exportaciones, la pesca, la construcción naval, la industria de alimentos, textiles, industria química, telecomunicaciones, servicios financieros y turismo. Como dato anecdótico cabe destacar que la ciudad de Xiamen está hermanada con Guadalajara (México) y con Las Palmas de Gran Canaria (España).

Fujian: Una provincia china que enamora

Un poco de historia

La ciudad fue fundada en el año 282, permaneciendo como poblado pesquero durante muchos siglos. En 1387, durante la dinastía Ming (明, 1368-1644), se convirtió en una base estratégica para luchar contra los piratas del sudeste asiático y bajo este imperio se construyeron las murallas de la ciudad y se convirtió en un puerto marítimo de gran relevancia e importante centro comercial.

Durante el siglo XVII Xiamen se alzó como un decisivo punto de defensa contra la invasión manchú, ante la que el régimen Ming opuso resistencia bajo el liderazgo del legendario pirata Zheng Chenggong (郑成功, 1624-1662), también conocido como Koxinga, a quien conmemora la ciudad.

Poco a poco, fueron llegando las potencias europeas. Así, los portugueses lo hicieron en el siglo XVI, seguidos por los británicos en XVII, y más adelante los holandeses y franceses. Todos ellos intentaron establecer un área comercial en la zona, el cual no tuvo demasiado éxito. Posteriormente, el puerto fue cerrado a los extranjeros en la década de 1750, situación que se mantuvo hasta la Guerra del Opio (1839-1842). En agosto de 1841, una fuerza naval británica forzó la apertura del puerto usando potentes cañones, pasando así a convertirse en uno de los principales puntos comerciales de China con Europa.

Xiamen: vista áera del Jardín de la Exposición. Fto: 123RF.
Xiamen: vista áera del Jardín de la Exposición. Fto: 123RF.

Al poco tiempo los japoneses y otros occidentales siguieron los pasos de los británicos asentando sus consulados e instalándose en la isla de Gulangyu convirtiéndola en un enclave colonial similar a las concesiones extranjeras de Shanghái o Tianjin. En 1938, la ciudad de Xiamen fue invadida por las tropas japonesas, permaneciendo bajo el dominio nipón hasta 1945.

En la década de 1980 Xiamen se convirtió en una de las primeras zonas económicas especiales de China y hoy en día goza de prestigio y del título, concedido en 2006 como la segunda ciudad más habitable del país y el de la más romántica, calificativo otorgado en 2011.

Actualmente es uno de los destinos turísticos más demandados por la población china, pues el clima es cálido y húmedo en verano, y no muy frío en invierno. La mejor temporada para visitarla es en primavera y en otoño debido a su excelente temperatura, pero en realidad Xiamen es visitada en todas las estaciones del año, especialmente en días festivos y durante las celebraciones de las fiestas locales.

Parajes pintorescos y de valor histórico

Una de las atracciones turísticas más importantes de la ciudad de Xiamen es el templo budista Nanputuo (南普陀寺) situado en la parte sur de la urbe, a los pies del monte Wulaofeng y de cara al mar. Fue construido durante la dinastía Tang (唐, 618-907), hace más de 1000 años, y ha sido destruido y reconstruido en varias ocasiones a lo largo de su historia hasta que el emperador Kangxi (康熙, 1662-1722) de la dinastía Qing (清, 1644-1911) mandó rehabilitarlo completamente y convertirlo en lo que es hoy en día.

Se trata de un maravilloso complejo de más de 30.000 metros cuadrados que contiene tres pabellones principales. Así, tenemos la sala de los Reyes Divinos (Tian Wang) en la que se encuentra la estatua del Buda de la Felicidad rodeado por cuatro feroces Reyes Celestiales; tras él está Weituo, ser protector de los monasterios, de la doctrina y de las reliquias budistas, quien sostiene un palo que apunta al suelo indicando que el templo puede ofrecer alojamiento a los peregrinos, sin embargo, si el palo se encuentra en posición horizontal significa que el templo no puede albergarlos.

Xiamen: comunidad internacional de la plaza Zjin de la aviación. Foto: 123RF.
Xiamen: comunidad internacional de la plaza Zjin de la aviación. Foto: 123RF.

La sala del Gran Tesoro (Daxiong-baodian) al norte, alberga las estatuas de la Trinidad de las Tres Edades, que representan a Buda en su vida pasada, presente y futura. En las zonas adyacentes hay 18 luohan en filas de a nueve.

Por su parte, la sala de la Gran Compasión (Dabeidian), de forma octogonal, contiene cuatro estatuas de la diosa Guanyin (de la Misericordia) sobre una base de loto y en ella los creyentes ofrecen incienso divino a los pies de las imágenes.

Al fondo se encuentra además la sala de las Sagradas Escrituras, construido en el año 1936, donde se almacenan los sutras originales y se conservan figuras de marfil, campanas de bronce e imágenes de Buda traídas de Birmania. El templo también contiene la Torre del Tambor (Gulou) al oeste y la Torre de la Campana (Zhonglou) al este, además de los propios dormitorios de los monjes, una biblioteca, salas de estudio –donde ocasionalmente se les puede oír cantar y rezar- y un restaurante vegetariano abierto al público.

El templo está rodeado de hermosos jardines, flores de loto, peces y tortugas por los que se puede disfrutar de un tranquilo y agradable paseo.

Cerca del templo se encuentra la Universidad de Xiamen (厦门大学) fundada en 1921 por el empresario y filántropo chino Chen Jiageng (陈嘉庚, 1874-1961). La universidad cuenta con educación de primer nivel, un servicio de sistema público y amplias instalaciones de investigación. El campus contiene amplias zonas verdes y un lago en su interior.

No muy lejos, en el casco antiguo de la ciudad, en la zona llamada Siming, se encuentra el Centro de Arte Chino Europeo (CEAC, Chinese European Art Center), espacio dedicado al desarrollo e investigación de las artes contemporáneas, en el que se llevan a cabo una amplia y variada programación cultural como exposiciones, charlas, lecturas y talleres entre artistas chinos y europeos, etc. Es un punto de encuentro para artistas y aficionados a la actualidad moderna que se desarrolla en Xiamen.

El complejo militar defensivo Hulishan (湖里山) es una de las atracciones más impactantes al sur de la isla de Xiamen. Su construcción comenzó en 1894 durante la dinastía Qing (清, 1644-1911) y concluyó en 1896. Cubre un área de más de 70.000 metros cuadrados y está compuesto de barracones, un túnel, almacenes y diversos edificios fortificados, todo ello rodeado por un muro de granito y edificado sobre un suelo muy resistente elaborado con una mezcla de cenizas, barro, arena, arroz glutinoso y azúcar de caña.

Dos gigantescos cañones, construidos en 1886 en Alemania a un precio de 80.000 taeles de plata cada uno, custodiaban los flancos oriental y meridional de la isla, sin embargo, ahora sólo queda uno de ellos. Mide más de 13 metros de largo, pesa unas 50 toneladas y tiene un alcance de tiro de 1.600 metros. Es el cañón de retrocarga del siglo XIX más grande y mejor conservado de todo el mundo.

Además, hay más de 50 cañones menores de hierro que datan de las dinastías Ming y Qing. Este lugar sirvió de punto de defensa decisivo durante las agresiones japonesas desde 1900 hasta 1937.

Por su parte, el complejo educativo y académico Jimei (集美) está situado al norte de Xiamen, frente a la isla y a los pies del monte Tianma. Se trata del hogar natal del educador y reputado líder social Chen Jiageng. En él encontramos la Ciudad Escolar y Universitaria de Jimei, fundada en 1913 por el propio filántropo chino. Con un área superior a las 10 hectáreas, alberga desde guarderías infantiles hasta facultades, pasando por colegios e institutos todo ello en un entorno de corte británico combinado con el más puro estilo chino y situado frente al mar.

A unos pocos metros de aquí, en el complejo Ao Yuan –que alberga también la antigua residencia del empresario-, se encuentra el Monumento a la Liberación, de 18 metros de altura, y la tumba del propio Chen Jiageng.

Gastronomía local

La gastronomía es otro de sus reclamos, siendo una ciudad portuaria, Xiamen es conocida por su pescado fresco y su excelente marisco. Cerca del puerto, en la zona de la calle Zhongshan, hay una gran variedad de restaurantes de todo tipo, para todos los gustos y precios, así como tiendas y mercados llenos de gente, a primera hora de la mañana es cuando más concurridos están. En estos mercados se puede comprar gran variedad de comida local, frutas, pescado fresco y otros utensilios de uso diario.

El marisco más cocinado son las gambas, los cangrejos, langostas, vieiras, almejas, ostras, centollos y bogavantes, mientras que en lo que a pescados se refiere la variedad es casi infinita.

Entre las tapas más famosas de Xiamen destaca el tusundong, cocinado con un tipo de marisco llamado xingchong bañado en salsa de vinagre, chile picante, tomate, mostaza y ajo. Se suele servir mucho en los banquetes. Por su parte la sopa de cacahuetes requiere de un proceso muy complicado a la hora de elaborarse. Tiene un sabor dulzón y se acompañan con dim sum de distintos sabores y bollos rellenos al vapor.

Los rollitos de primavera de marisco también son muy populares en Xiamen y se comen sobre todo durante las festividades. También destacan la torta de ostras, los ravioles de arroz, los fideos Shacha y el pastel de Xiamen, todo ello confeccionado con productos locales frescos y de gran calidad.

Sopa de pollo (鸡汤)

La  comida en la Fiesta de la Primavera china sirve de ritual para dar la bienvenida a un próspero año nuevo junto a los seres queridos. En dichos momentos, las elaboraciones en la mesa y los diferentes platos tienen un significado especial con fuertes connotaciones positivas.

La Fiesta de la Primavera (o Año Nuevo Chino) es la celebración perfecta de los chinos para buscar un hueco en sus ajetreadas agendas y disfrutar de las consideradas como las dos piedras angulares de su cultura tradicional: la familia y la comida. Es fácil adivinar, por tanto, la enorme importancia que se le concede a los banquetes que se elaboran con esmero a lo largo del primer mes del calendario lunar. La gastronomía, durante estas fechas, no es solo para disfrutar de los alimentos, sino que se convierte en una especie de ritual para dar la bienvenida a un próspero año nuevo junto a los seres queridos. En dichos momentos, las elaboraciones en la mesa y los diferentes platos tienen un significado especial con fuertes connotaciones positivas.

Ravioles chinos (‘jiǎozi’): Receta para la Fiesta Primavera

Aunque existen ciertos patrones comunes en todo el país, ya que en el norte se preparan jiaozi (饺子), empanadas rellenas, y en el sur niangao (年糕), pasteles de arroz, llama la atención la enorme variedad gastronómica de cada región durante esta celebración. En lugares como Hubei se prefieren los huevos cocidos durante poco tiempo para que la yema sea especialmente visible; en Guanxi se comen, sobre todo, productos azucarados con los que endulzar el nuevo año; en Jiangsu es muy apreciado el plato de la primavera (春盘), elaborado con apio, cebolleta y brotes de bambú, que representan el duro trabajo y las buenas cosechas; en Shaanxi es típico cocinar juntos los jiaozi y los tallarines para armonizar un plato conocido como “hilos de oro y monedas de plata” (金丝穿元宝). La pasta simboliza los hilos de oro y los jiaozi, a su vez, recuerdan a las antiguas monedas de plata chinas que aluden a la prosperidad.

Algunas etnias registran diferencias culturales en sus celebraciones. Los mongoles, por ejemplo, toman sabrosas patas de cordero y albóndigas de carne hervidas en sus tradicionales hornos. La etnia zhuang opta por los zongba (粽粑), hojas de bambú rellenas de arroz glutinoso y otros ingredientes dulces. Se cocinan al vapor y se asemejan a los zongzi (粽子) que se preparan para la Fiesta de las Barcas de Dragón, pero de mayor tamaño ya que pueden alcanzar los 35 cm. En la etnia jingpo destaca el shuijiu (水酒), una especie de licor elaborado a base de arroz mezclado con agua. Los daur colocan pasteles de arroz amarillo al vapor (黄米蒸糕) sobre sus mesas y compiten con sus familiares para ver quién es capaz de comer más, pues de ello depende la suerte del año venidero. La etnia wa prefiere caña de azúcar y bananas mientras que los tujia optan por la carne de cerdo cortada en tacos.

El dios de la cocina. Foto: Wikipedia.
El dios de la cocina. Foto: Wikipedia.

Es obvio que existe una inmensa cantidad de platos que no caben en el párrafo anterior pues, si por algo se caracterizan los banquetes durante la Fiesta de la Primavera, es por su exuberancia. Sin embargo, sí que hay dos elementos comunes e imprescindibles en cualquier menú chino, ya que el simbolismo que han adquirido a lo largo de siglos hace de ellos los dos ingredientes principales de estas fechas: el pescado y el pollo.

Pastel de arroz gelatinoso. Foto: Wikipedia.
Pastel de arroz gelatinoso. Foto: Wikipedia.

El primero es un buen ejemplo de la relevancia alegórica en las costumbres gastronómicas. La palabra “pescado” (, ) se pronuncia igual que el vocablo “excedente” (, ), por lo que evidencia la abundancia de bienes y, por consiguiente, la prosperidad. El pescado más común en estas fechas es la carpa pues, según las leyendas, remontan el curso de los ríos para convertirse en dragones, al igual que los chinos tratan de superar todas las dificultades para mejorar sus negocios y atraer la prosperidad. En algunas zonas también el carpín dorado (鲫鱼, jìyú) es muy importante ya que el primer carácter y “buena suerte” (, ) son homófonos. Lo mismo ocurre con el pez mandarín (鳜鱼, guìyú), típico de las cuencas del río Yangtsé, que su nombre se pronuncia como “riqueza” (, guì) y recuerda a la expresión “tener excedente de riqueza” (富贵有余, fùguìyǒuyú).

Para gozar de los beneficios de cada tipo de pescado, en el sur es común preparar dos platos diferentes: uno para el último día del año y otro para el primero del nuevo. Su presentación en la mesa también sigue un estricto protocolo: se debe dejar que la cabeza del pescado mire al comensal de mayor edad de la reunión. En otros lugares conservan la cabeza y la cola hasta el cambio de año con la finalidad de cumplir con la expresión “tener cabeza y cola” (有头有尾, yǒutóuyǒuwěi), que hace referencia a finalizar lo que se empieza. Si bien es cierto que los platos de pescado suelen ser muy comunes, en algunas zonas se sirven de formas muy peculiares. Como ejemplo, cabe destacar el pescado asado en bambú (竹烧鱼), relleno de carne y otros condimentos, de la minoría dai. Su cocción se realiza a fuego lento dentro de un trozo de caña de bambú y, cuando el aroma comienza a embriagar el ambiente, los miembros de la familia se acercan a la mesa para comérselo con las manos, un hecho mediante el que simbolizan la prosperidad del año siguiente. En Shandong es típico elaborar el plato de la carpa viva (活吃熟鲤), para cuya preparación es imprescindible dominar el tiempo exacto en que ha de cocer, puesto que se trata de conseguir que sus branquias parezcan respirar. Antes de comerlo se le introduce además alcohol por la boca para que las agallas se muevan frenéticamente, lo que simula la vuelta a la vida del animal para animar el ambiente de la festividad.

Zongzi. Foto: 123RF.
Zongzi. Foto: 123RF.

Como dice el refrán, “no hay banquete sin pollo” (无鸡不成宴, wú jī bùchéng yàn). Su significado y simbolismo lo convierten en un elemento imprescindible en los platos preparados para estos días festivos. A lo largo de la historia de China, el fénix ha gozado de un lugar privilegiado en su mitología como ave espiritual cargada de connotaciones positivas y auspiciosas. Su imagen ha sido desde siempre un motivo muy recurrente en todas las expresiones artísticas y presenta un parecido notable con el gallo, representante del ave mitológica en el reino animal. Así queda registrado en las Lecturas imperiales de la época Taiping de la dinastía Song (, 960-1279), en las que se puede leer: “En tiempos del emperador Amarillo, el gallo era el fénix”. Por entonces se creía que el gallo era el ave del Sol pues, con su canto, era capaz de embelesar al astro que, cuando salía, iluminaba la tierra con sus rayos y espantaba a los demonios y espíritus malignos. En chino, el segundo carácter de la palabra “cresta” (鸡冠, jīguān) y el carácter que hace referencia al sombrero que llevaban los funcionarios (, guān) son homófonos, por lo que su ingesta puede llevar al comensal a acumular riquezas o a adquirir un alto cargo en la administración.

Sopa de pollo (鸡汤)
Sopa de pollo (鸡汤)

Durante la Fiesta de la Primavera, el pollo se sirve entero para representar la unión familiar. En Hubei es típica la sopa de pollo (鸡汤). También deben formar parte del menú las patas de pollo (鸡爪, jīzhuǎ) porque su nombre contiene el verbo sujetar (, zhuā) y, con ellas, se trata de “asegurar la fortuna para el año venidero” (新年抓财). En Beijing se realizan matanzas de gallos durante el día 27 del último mes lunar ya que se cree que son animales bondadosos, reencarnaciones de funcionarios celestiales que han descendido al reino humano para indicar la llegada de cada nuevo día, y que con su muerte se les libera. Se preparan en salsa de soja, con una gran cantidad de especias, y cocidos a fuego lento. En Hainan se suele disfrutar del arroz con pollo pues, en esta tierra del sur, tener carne de esta ave durante la Fiesta de la Primavera implica que la familia ha sabido administrar sus bienes y, por tanto, recibirá bendiciones durante el año venidero.

Maotai. Foto: Wikipedia.
Maotai. Foto: Wikipedia.

En la actualidad es posible degustar la mayoría de estos platos en cualquier zona de China. Durante la Fiesta de la Primavera, sin embargo, cada provincia cede el protagonismo del menú a sus platos tradicionales porque, al fin y al cabo, son los transmisores de una cultura ancestral. Son los depositarios del legado simbólico, en el que han creído cientos de generaciones, y que permanecen gracias a una fiesta en la que se olvida por un tiempo la modernidad para volver a disfrutar de los valores más tradicionales.

Símbolos y rituales de la fiesta del año nuevo chino


revista instituto confucio 46

Publicado originalmente en: Revista Instituto Confucio.
Número 46. Volumen I. Enero de 2018.

La cocina china celebra el Año Nuevo con jiaozi

Los jiaozi, conocidos como “empanadas chinas”, “raviolis chinos” o “dumplings” (en su acepción en inglés) son el plato estrella del Año Nuevo chino, o Fiesta de la Primavera. Los ingredientes varían considerablemente según qué zonas, e incluso entre familias, que conservan las recetas transmitidas de generación en generación. Aprende a prepararlos con esta receta ilustrada.

Un reportaje de
Carolina Navarro Plata
罗悦柔
Como ocurre en gran parte de Iberoamérica, la gastronomía es un elemento clave en las celebraciones, y podemos asociar la mayoría de festivales chinos con un plato tradicional: el festival del Medio Otoño y el pastel de la Luna (月饼, yuè bing); el festival del Barco de Dragón y los zongzi (粽子); y la Fiesta de la Primavera (o Año Nuevo Chino) y los jiaozi (饺子) en el norte o niangao (年糕) en el sur.

Símbolos y rituales de la fiesta del año nuevo chino

Los jiaozi, conocidos como “empanadas chinas”, “raviolis chinos” o “dumplings” (en su acepción en inglés) son el plato estrella de la Fiesta de la Primavera. Los ingredientes varían considerablemente según qué zonas, e incluso entre familias, que conservan las recetas transmitidas de generación en generación.

Receta de los jiǎozi (供图). En el norte del país, la comida principal de la Cena de Navidad son los ravioles o jiǎozi. 供图 / FOTO: 123RF.
Receta de los jiǎozi (供图). En el norte del país, la comida principal de la Cena de Navidad son los ravioles o jiǎozi. 供图 / FOTO: 123RF.

En la cultura china la familia ocupa un lugar primordial, reflejándose también en la elaboración de los jiaozi, que requieren de un gran trabajo en equipo. El día previo al Año Nuevo Chino, las familias se reúnen para prepararlos. En muchos casos, los miembros de la familia viven en diferentes partes de China y aprovechan esta ocasión para reunirse alrededor de la mesa, ponerse al día y disfrutar de la compañía de sus seres queridos. Cada uno tiene un rol específico: preparar la masa, amasar, confeccionar el relleno, etc. Así, los jiaozi constituyen algo más que un plato tradicional: son un símbolo de unión, felicidad y armonía.

Los jiaozi y el roscón de Reyes

Hay familias que tienen como costumbre introducir una moneda limpia dentro de uno de los jiaozi. El afortunado que se la encuentre tendrá un año cargado de felicidad. Esta práctica se asemeja a la también antigua tradición que se cumple en algunos países de Iberoamérica, como México, Argentina o España, del roscón de Reyes (también conocido como rosca o rosco de Reyes). El roscón es un dulce típico de Navidad, que se come para desayunar o merendar el 6 de enero, día de Reyes o Epifanía del Señor. En su interior se colocan una figurita de cerámica y un haba. Quien encuentra la figurita tiene derecho a llevar la corona que normalmente acompaña al roscón, y gozará de un año próspero; por el contrario, aquel que encuentre el haba, tendrá que pagar el roscón del año siguiente. Al principio, al igual que en los jiaozi, en vez de una figurita se introducía una moneda dentro del roscón. Esta tradición se remonta al siglo XVIII, cuando el cocinero del rey francés Luis XV introdujo una moneda de oro para complacer al monarca.

Receta de los jiǎozi (供图). El Roscón de Reyes de España e Iberoamérica tradicionalmente esconde en su interior una sorpresa, como los Jiaozi. FOTO: 123RF.
Receta de los jiǎozi (供图). El Roscón de Reyes de España e Iberoamérica tradicionalmente esconde en su interior una sorpresa, como los Jiaozi. FOTO: 123RF.

Zhang Zhongjing y el origen de los jiaozi 

Según cuenta la leyenda, el creador de los jiaozi no fue un cocinero con ilusión de crear una obra de arte culinaria, sino un médico llamado Zhang Zhongjing (张仲景) que vivió durante la dinastía Han del Este (东汉, 25- 220). El doctor Zhang se encontraba de regreso a Changsha en pleno invierno cuando se percató de la pobreza que sufrían los moradores de esa zona debido a la falta de alimentos y cobijo. Y algo que le llamó poderosamente la atención fue que muchos de ellos tenían las orejas heladas. Para ayudarles, el doctor preparó una masa a base de agua y harina que rellenó con cordero y hierbas medicinales, y que envolvió con la masa en forma de oreja. Gracias al remedio casero del doctor Zhang los habitantes vencieron la hambruna y el frío. Los jiaozi originalmente se conocían como jiao’er (娇耳, oreja delicada) por su forma, aunque el nombre fue evolucionando con los años hasta su denominación actual. Diferentes fuentes coinciden en que fue a partir de la dinastía Ming (, 1368-1644) cuando se arraigó la tradición de comer jiaozi durante las celebraciones de la Fiesta de la Primavera.

Receta de los jiǎozi (供图). Los ravioles son muy comunes como cena de gala en todo el país. FOTO: 123RF.
Receta de los jiǎozi (供图). Los ravioles son muy comunes como cena de gala en todo el país. FOTO: 123RF.

INGREDIENTES

Ingredientes (15 a 20 jiaozi)

Para la masa:

  • Harina (500 gr.)
  • Agua (300 ml.)

Para el relleno:

  • Carne picada de cerdo, pollo o ternera (250 gr.)
  • Col china o apio (unos 400 gr.)
  • Aceite de sésamo (una cucharada)
  • Salsa de soja oscura (una cucharada)
  • Sal (una cucharadita)

Para la salsa:

  • Una cucharada de vinagre negro chino
  • Ajo o jengibre

PREPARACIÓN

La cocina china celebra el Año Nuevo con jiaozi

1) Tamizar la harina sobre una superficie limpia y formar un ‘volcán’ con ella.

La cocina china celebra el Año Nuevo con jiaozi

2) Añadir agua poco a poco dentro del volcán y remover. Repetir la operación hasta conseguir una masa suave y elástica.

La cocina china celebra el Año Nuevo con jiaozi

3) Cubrir la masa con un paño de cocina y dejar reposar 25 minutos. Mientras tanto preparar el relleno.

La cocina china celebra el Año Nuevo con jiaozi

4) Añadir en un bol grande la carne picada, el aceite de sésamo, la salsa de soja, la sal y mezclar. 

La cocina china celebra el Año Nuevo con jiaozi

5) Picar la col china muy fina, añadir sal y dejar reposar hasta que expulse el agua (si en vez de col utilizamos apio no necesitamos añadir sal ni dejar reposar). Una vez le hemos quitado el agua, añadirla al bol con la carne y mezclar.

La cocina china celebra el Año Nuevo con jiaozi

6) Cuando la masa ha reposado 25 minutos, volver a amasar durante 2 minutos. Formar un rollo de unos 2 cm. de diámetro y dividirlo en pedazos de 2 cm. aproximadamente.

La cocina china celebra el Año Nuevo con jiaozi

7) Formar bolitas con cada pedazo y aplanar cada una con un rodillo hasta conseguir un disco. La parte central tiene que quedar un poco más gruesa que los bordes.

La cocina china celebra el Año Nuevo con jiaozi

8) Añadir una cucharada de relleno en el centro del disco y doblarlo por la mitad sellando los bordes. Los jiaozi están casi listos.

La cocina china celebra el Año Nuevo con jiaozi

9) Hervir agua en una olla grande y verter los jiaozi. Cuando el agua hierva de nuevo, verter un vaso de agua fría para romper la ebullición. Repetir la operación y cuando hierva de nuevo los jiaozi estarán listos.

La cocina china celebra el Año Nuevo con jiaozi

10) Retirar los jiaozi con una espumadera y servir en una fuente.

La cocina china celebra el Año Nuevo con jiaozi

11) En cuenco pequeño añadir vinagre negro y ajo picado (o jengibre) para mojar los jiaozi.

La cocina china celebra el Año Nuevo con jiaozi

12) Bien, ya podemos empezar a comer. ¡Que aproveche!

El simbolismo de la comida en la Fiesta de la Primavera


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Publicado originalmente en: Revista Instituto Confucio.
Número 28. Volumen I. Enero de 2015.

La fiesta de los farolillos. Foto: 123RF.

El Festival de las Linternas se celebra el decimoquinto día del primer mes del calendario lunar chino, y pone fin a los festejos del Año Nuevo. El plato estrella en esta celebración es el tangyuan (汤圆) un pastelito redondo que se puede tomar solo, rebozado o en sopa. Se celebra el decimoquinto día de la festividad del Año Nuevo chino, la Fiesta de la Primavera.

Bolitas tangyuan (汤圆) para la fiesta de la primavera Foto: 123RF.
Bolitas de tangyuan (汤圆). Foto: 123RF.

Reportaje de
Laura Viciano
En China siempre hay comidas que se vinculan con las fiestas más importantes. Durante la fiesta del Año Nuevo Chino (春节) la tradición recomienda elaborar y comer jiaozi (饺子, empanadas rellenas de carne, pescado o verdura picada); en la Fiesta de las Barcas de Dragón (端午节) se elaboran zongzi (粽子, arroz glutinoso envuelto en hojas de bambú o de caña). Los tangyuan (汤圆) son igualmente tradición en los días que cierran las celebraciones del Año Nuevo chino.

El plato estrella es el tangyuan (汤圆)

No hay Fiesta del Medio Otoño (中秋节) si no se degustan los típicos yuebing (月饼, pastelillos rellenos de pasta de judía roja, o de otras frutas). Así, durante la el Festival de las Linternas (元宵节, la Fiesta de Yuanxiao), el plato estrella es el tangyuan (汤圆) un pastelito redondo que se puede tomar solo, rebozado o en sopa.

El Festival de las Linternas se celebra el decimoquinto día del primer mes del calendario lunar chino, y pone fin a los festejos del Año Nuevo Chino. Es un día importante en el que se anuncia la llegada de la primavera con la primera luna llena.

La fiesta de los farolillos. Foto: 123RF.
Las luces son las protagonistas durante el Festival de las Linternas. Foto: 123RF.

La pronunciación de tangyuan es muy similar a la de tuanyuan (团圆), que significa “reunirse”. Por eso las bolitas redondas, que se elaboran con harina  de arroz glutinoso en polvo, simbolizan a la familia unida. Se cree que comerlas trae felicidad y buena suerte a la familia para el año que comienza. Las familias chinas no solo se reunen en torno a una mesa para comer sino que también preparan juntos los platos que van a consumir. Así, todos juntos salen al aire libre para comer los tangyuan a la luz de la luna. 


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Publicado originalmente en: Revista Instituto Confucio.
Número 41. Volumen II. Marzo de 2017.

Tornaviaje. Foto: Wikipedia.

El «tornaviaje» fue una ruta náutica establecida por el marino español Andrés de Urdaneta en 1565 que permitió a los barcos españoles cruzar el Pacífico de vuelta entre Manila y Acapulco. Esta ruta facilitó durante 250 años el tráfico de mercancías entre Asia, América y Europa, entre ellas la seda, porcelanas y manufacturas elaboradas en China.

Reportaje de
Jesús Martínez
Hace más de cuatro siglos unos marinos españoles se hicieron a la mar y encontraron una ruta de navegación destinada a unir tres continentes de forma regular. Aquella aventura náutica, conocida ahora con el sobrenombre de “tornaviaje”, surcaba el Pacífico de este a oeste desde Asia a América y después a Europa. Fue, por encima de todo, una ruta comercial aunque en las bodegas de los galeones que hacían la travesía también viajaban los conocimientos y las culturas de mundos desconocidos, que hasta entonces muy poco sabían unos de otros.

Tornaviaje

Después de la llegada del explorador de origen portugués Fernando de Magallanes (1480-1521) a las Filipinas, en el mismo año en que murió, y de las sucesivas expediciones asiáticas, la corona de Castilla necesitaba de forma perentoria que sus barcos regresaran directamente desde Asia hasta las costas mexicanas del recientemente descubierto continente americano. A mediados del siglo XV, Constantinopla pasó a formar parte del Imperio Otomano por lo que las rutas de la seda tradicionales, tanto la marítima como la terrestre, se habían vuelto extraordinariamente complicadas y costosas. Por otra parte, el océano Índico y la travesía que bordeaba África permanecían bajo el dominio portugués, según el Tratado de Tordesillas, mientras los navegantes holandeses ponían rumbo a los mares de China.

Andrés de Urdaneta. Foto: Wikipedia.
Andrés de Urdaneta. Foto: Wikipedia.

Para Felipe II era vital establecer la ruta de vuelta, nunca antes explorada, desde las Filipinas hasta América cruzando todo el Pacífico en dirección este. Durante más de cuatro décadas ningún marino logró atrapar los vientos y corrientes. No lo conseguirían hasta 1565, en que un miembro de la expedición de Legazpi, el navegante y monje agustino Andrés de Urdaneta, intentó una ruta diferente. En la San Pedro, una nao de 30 m de eslora, Urdaneta zarpó de Cebú y, por el estrecho de San Bernardino, buscó el noreste. Aprovechó una corriente cálida, estrecha y rápida, desconocida para los marineros europeos, llamada Kuro-Shivo, y llegó hasta el paralelo 39º N. Desde esa coordenada, en el borde septentrional de Japón, zigzagueó hacia el este y salió a mar abierto.

Andrés de Urdaneta. Firma. Foto: Wikipedia.
Andrés de Urdaneta. Firma. Foto: Wikipedia.

Durante más de cuatro décadas ningún marino logró atrapar los vientos y corrientes. No lo conseguirían hasta 1565, en que un miembro de la expedición de Legazpi, el navegante y monje agustino Andrés de Urdaneta, intentó una ruta diferente. 

Tras semanas de navegación por el inmenso y desconocido océano Pacífico, la San Pedro avistó la región de la Alta California y, costeando hacia el sur, atracó en el puerto mexicano de Acapulco el 3 de octubre de 1565. La travesía había durado cuatro meses y 7.644 millas náuticas, equivalentes a más de 14.000 km terrestres, en unas condiciones de extrema dureza en las que el hambre, la sed y el escorbuto habían diezmado a la tripulación. Pero Urdaneta había hallado una ruta que cambiaría la historia y que asentaría “el tornaviaje”. Una hazaña que abrió una nueva era en la navegación marítima. Poco antes que el intrépido monje, sin embargo, Alonso de Arellano, a bordo de un patache de apenas 19 m de eslora separado de la expedición de Legazpi en el viaje de ida a las Filipinas, había arribado también a Acapulco. Pero Arellano no pudo reivindicar la paternidad del nuevo trayecto por las sospechas de deserción y porque no pudo aportar el registro de su rumbo. Para los libros de historia el tornaviaje quedará asociado siempre con el nombre de Andrés de Urdaneta.

El Galeón de Manila

La nueva ruta marítima y comercial será conocida como el Galeón de Manila, y también como la Nao de China o el Galeón de Acapulco. Se mantendrá durante los siguientes 250 años y, aunque arriesgada y difícil, lo cierto es que fue relativamente segura. Del poco más de un centenar de embarcaciones que hicieron la también llamada Carrera de Filipinas se hundieron una cuarta parte y solo cuatro fueron apresadas. Y todo ello a pesar de que solían viajar en solitario y sin escolta. Los barcos españoles, especialmente los galeones, eran naves polivalentes capaces de llevar cargas de más de 1.000 toneladas sin contar con el contrabando, y con espacio suficiente para los cañones y la tropa con la que defenderse de flotas y piratas enemigos. La mayoría de los buques que hicieron la ruta de Urdaneta fueron construidos en astilleros mexicanos del Pacífico, y sobre todo en las Filipinas, con duras maderas tropicales capaces de resistir a los cañones enemigos.

Con el tornaviaje, la Corona española obtiene acceso a las inmensas riquezas de Asia y, sobre todo, de China. Las naos y galeones españoles llevarán también a este continente una ingente cantidad de plata americana que ayudará a monetizar la economía china, cada vez más centrada en el comercio y las artesanías. También llegarán desde América cultivos como el boniato, el tabaco, el chile y el maíz que favorecerán el crecimiento de la población y, finalmente, diversas manufacturas europeas como armas de fuego más eficaces o relojes. A diferencia de los portugueses con Macao, los españoles no pudieron establecer enclaves comerciales en las costas chinas. La dinastía Ming (1368-1644) se mantuvo hermética a los extranjeros y es por ello que son los juncos, fletados por navieras y comerciantes de las actuales provincias de Fujian y Guangdong, los que transportaban sus productos hasta Manila. A las afueras de la ciudad, en el llamado pairan se establecerá una importante comunidad china, a la que se le conoce con el apelativo de “sangley”, integrada en su mayoría por artesanos y comerciantes que tendrán un notable control sobre las actividades comerciales de la colonia.

Con el tornaviaje, la Corona española obtiene acceso a las inmensas riquezas de Asia y, sobre todo, de China. Las naos y galeones españoles llevarán también a este continente una ingente cantidad de plata americana que ayudará a monetizar la economía china, cada vez más centrada en el comercio y las artesanías. 

A la capital filipina llegan la seda, porcelanas y manufacturas como abanicos, biombos, cofres o marquetería elaborados en una China que ya en aquel momento funcionaba como “la fábrica del mundo”. Manila también será el destino para las lacas de Japón, las especias como pimienta, clavo y canela de las Molucas y Borneo, el marfil de Camboya, las gemas y jade de Birmania y de la India, y hasta las alfombras de Persia llevadas por marinos portugueses y musulmanes. La ciudad que lleva en su nombre al arbusto característico de las islas Filipinas, el nilad, se convierte a finales del siglo XVI en un ajetreado núcleo comercial y en el corazón de las rutas marítimas orientales.

Barco moderno réplica de una carabela de la época. Foto: 123RF
Barco moderno réplica de una carabela de la época. Foto: 123RF

La feria más famosa del mundo

Desde el puerto de Cavite, al sudoeste de la ciudad, se exportaban las riquezas de esta parte del mundo en barcos que cada primavera, en su mayoría en solitario, iniciaban el siempre complicado tornaviaje. El reto era que la Nao de China llegara a México a principios del mes de diciembre porque en Acapulco se celebraba una feria que el mismo Alexander von Humboldt calificó como la más famosa del mundo. La población se multiplicaba en esas fechas con comerciantes, arrieros, soldados, funcionarios y una gran muchedumbre a su servicio. Provenían de la capital mexicana, pero también del norte del país, de Santa Fe, de Panamá e incluso del peruano puerto del Callao, de donde partía el Galeón de Lima cargado de la plata del Potosí y que, a la vuelta, repartiría por el sur de América los artículos asiáticos adquiridos en la feria de Acapulco.

Una vez hechos los intercambios y los pagos, todo bajo la atenta mirada de los recaudadores de impuestos, a lomos de mula se transportaban las mercancías desde Acapulco a la ciudad de México a tiempo para ser vendidas en la Feria de Navidad. Una parte del género se quedaba en los palacios de la aristocracia colonial o en las tiendas de los comerciantes locales. El resto continuaba camino hasta el puerto caribeño de Veracruz donde eran embarcados otra vez, ahora en la llamada Flota de Indias, donde atravesaban el océano Atlántico hasta atracar en Sevilla o Cádiz donde los comerciantes locales las distribuían por todo el país y por el resto del continente europeo.

Desde principios del siglo XVII los salones europeos empezaron a adornarse con jarrones Ming y ya podían verse los primeros mantones de Manila que, en realidad, eran de origen chino. El gusto por lo “oriental” comenzó a impregnar a las aristocracias europeas, inicialmente en cuestiones estéticas

Desde España, además, productos como aceite, vino, cueros, arreos, armas o tejidos eran fletados a su vez hacia el continente americano y, desde Acapulco, en una travesía que solía ser más corta y menos arriesgada que la del tornaviaje, llegaban a Manila. Se completaba así un circuito mercantil regular y lo suficientemente fiable como para que los nobles españoles llegaran a encargar a las fábricas chinas vajillas con sus escudos heráldicos estampados. Desde principios del siglo XVII los salones europeos empezaron a adornarse con jarrones Ming y ya podían verse los primeros mantones de Manila que, en realidad, eran de origen chino. El gusto por lo “oriental” comenzó a impregnar a las aristocracias europeas, inicialmente en cuestiones estéticas, mientras que en la América hispana ocurría otro tanto que se puede apreciar en el barroco mexicano o en la artesanía cerámica como la talavera poblana y, más exótico aún, en las peleas de gallos originarias de Asia.

Pero el papel fundamental en el intercambio cultural entre China, América y Europa, a través del Galeón de Manila, lo tuvieron los primeros misioneros cristianos. El dominico Juan Cobo (1547-1593) aprendió el idioma de los chinos que vivían en Manila y fue el primero, en 1592, en traducir un libro del mandarín a una lengua occidental. Se trataba de El espejo rico del claro corazón. Más tarde sería otro dominico, Francisco Varo (1627-1687), quien elaboró el primer manual en español de gramática china, publicada tras su muerte, con el título de Arte de la lengua mandarina (1703). También el miembro de la Compañía de Jesús, Diego de Pantoja (1571-1618), el más estrecho colaborador del jesuita italiano Mateo Ricci (1552-1610) en Beijing, escribió unas completas descripciones del Imperio Ming que fueron difundidas por toda Europa. A la inversa, Pantoja dejó iniciada la traducción al mandarín de la obra El mundo fuera de China. Por el trabajo de los jesuitas el Imperio del Centro también empezaba a conocer mejor a otros pueblos y culturas.

Con todo, la obra que más difusión tuvo en Europa fue la de un agustino que nunca estuvo en China. La Historia de las cosas más notables, ritos y costumbres del gran reyno de la China (1585) la redactó Juan González de Mendoza apoyándose en los testimonios de misioneros, soldados y comerciantes que volvían a Acapulco en la Nao de Manila. La evangelización cristiana quizás no fue un éxito bajo el Imperio Ming pero los misioneros iniciaron el camino para que mundos desconocidos hasta la fecha entre sí comenzaran a saber los unos de los otros. En cuanto al movimiento poblacional, y según los datos del historiador Rubén Carrillo, en sus 250 años de existencia por ese nuevo itinerario arribaron alrededor de 20.000 “chinos” al continente americano. En realidad, la mayoría eran de Filipinas y de zonas del sudeste asiático. Algunos llegaron a la costa occidental mexicana como esclavos y sirvientes aunque hubo también quienes prosperaron y establecieron sus propios negocios.

En 1815, dos siglos y medio después de la hazaña de Urdaneta, la fragata Magallanes apenas puede vender sus mercancías en un México en pleno proceso de independencia. La vuelta a Manila la hará con las bodegas casi vacías. Poco antes en España, las Cortes de Cádiz (1810-1814) ya habían decretado la supresión del Galeón de Manila. El libre comercio y la pujanza de las potencias atlánticas contribuyen a restar valor a esta ruta. Fue el fin de una de las aventuras marítimas y comerciales más arriesgadas y duraderas de la historia y, también, un paso decisivo para el encuentro de tres continentes.


revista instituto confucio 46

Publicado originalmente en: Revista Instituto Confucio.
Número 46. Volumen I. Enero de 2018.

Complejo de Hongyadong en la forma de un gran edificio antiguo. En el interior, hay tiendas, restaurantes, hoteles, tiendas de souvenirs, etc. Y buen mirador. Foto: 123RF.

Debido a las limitaciones geográficas, la mayoría de los edificios de Chongqing se construyen al lado del agua o en laderas empinadas. Entre estas viviendas destaca la casa en saledizo, una edificación civil impregnada de las características tradicionales de la zona.

Un reportaje de
Li Qiushi
李秋实
Si los tradicionales sìhéyuàn (四合院, casas que rodean un patio cuadrado) de Beijing representan el carácter generoso, liberal y estable de los pekineses, y las viviendas urbanas shíkùmén (石库门) de Shanghái coinciden con la mentalidad abierta y perspicaz de sus habitantes, los diàojiǎolóu (吊脚楼, casas en saledizo sobre el agua) de Chongqing son un buen ejemplo de la inteligencia y la resistencia de los ciudadanos de esa gran urbe.

Casas tradicionales de Chongqing, China en el distrito tradicional de Hongyadong. Foto: 123RF.
Casas tradicionales de Chongqing, China en el distrito tradicional de Hongyadong. Foto: 123RF.

Chongqing destaca por su dilatada historia como capital del estado de Ba (巴国), hace unos tres mil años. Más tarde, durante la dinastía Sui (581-618) la ciudad cambió su nombre al de Yuzhou y, de nuevo, al de Gongzhou durante la dinastía Song (960-1279). En 1189, el emperador Guangzong (光宗, 1147-1200) para conmemorar dos acontecimientos importantes, le puso el nombre definitivo de Chong-qing (重庆), que significa “doble felicidad”.

Esta urbe, al estar ubicada en una península, está comunicada por tierra únicamente por el oeste y rodeada de agua por los demás lados, además, su terreno montañoso hace que su superficie tenga un desnivel de hasta 120 metros de altura dependiendo de la zona, constituyendo una orografía única en China. Eso hace que las calles de Chongqing asciendan y desciendan continuamente siguiendo los caprichos geográficos de la montaña donde se haya, al igual que lo hacen sus rascacielos y edificios emblemáticos. Así, se podría afirmar que la ciudad está completamente integrada en la montaña y en su entorno natural. Al mismo tiempo, las miles de escaleras repartidas por todas partes asemejan las teclas de un inmenso piano tocadas por los habitantes de esta ciudad, auténticos protagonistas de una pieza musical interminable que comenzó en la antigüedad y perdura hasta nuestros días, desde el amanecer hasta el anochecer.

El paisaje de la ciudad de chongqing. Foto: 123RF.
El paisaje de la ciudad de chongqing. Foto: 123RF.

Debido a las limitaciones geográficas, la mayoría de los edificios se construyen al lado del agua o en laderas empinadas. Entre estas viviendas destaca la casa en saledizo, una edificación civil impregnada de las características tradicionales de la zona.

Estas casas, principalmente construidas a la orilla del río, cerca de la montaña, aprovechan al máximo los espacios y las condiciones montañosas recurriendo a materiales de construcción como la madera y el bambú. Todos los edificios con forma de casa individual sin muro de carga, se ven desde fuera como si estuvieran inclinados, mientras que los que tienen forma de casas adosadas, presentan un aspecto mucho más sólido y firme. Este estilo de construcción ocupa menos terreno. Asimismo, las paredes de estas viviendas utilizan prioritariamente bambú cubierto de barro en vez de ladrillos o piedras. Para aligerar el peso y la sobrecarga de los pilares se recurre a las tejas pequeñas. Lo curioso de estas casas es que debido a que las laderas se inclinan cada vez más hacia atrás, ganan espacio a medida que sube la altura, precisamente al contrario de lo que ocurre con las construcciones normales.

Chongqing: Zona turística de la cueva Hongya en el distrito de Yuzhong. Foto: 123RF.
Chongqing: Zona turística de la cueva Hongya en el distrito de Yuzhong. Foto: 123RF.

En realidad este tipo de construcciones, utilizadas como viviendas, a pesar de que no son efectivas contra las inundaciones, el fuego ni los insectos, han sido los hogares de los habitantes de Chongqing y alrededores desde hace miles de años. Aunque las inundaciones sumergían los edificios, los desprendimientos de las laderas sepultaban las casas bajo el barro y entraba el agua de las tormentas, no impide el esfuerzo y la insistencia de sus ocupantes, quienes siempre han intentado mejorar y fortalecer sus viviendas. Hoy en día, estas casas se han convertido en un símbolo histórico, y representan la inteligencia y el coraje que aplican los ciudadanos en la exploración y en el aprovechamiento de su entorno natural.

En la actualidad, es casi imposible encontrar dentro de la ciudad una de estas casas en saledizo original, únicamente se las puede localizar en las afueras. Como consecuencia de los años, muchas de estas viviendas de bambú o madera están en peligro, otras han sido destruidas o rehabilitadas con ladrillo. Antiguamente, las orillas del río estaban repletas de estas viviendas, pero ahora numerosos edificios modernos las han reemplazado, como ha ocurrido en el centro de Chongqing. La única casa conservada que existe en el barrio de Hongyandong, es todo un reclamo turístico.

Linternas de papel chinas colgando del edificio dentro de un complejo comercial en la ciudad de Chongqing. Foto: 123RF.
Linternas de papel chinas colgando del edificio dentro de un complejo comercial en la ciudad de Chongqing. Foto: 123RF.

La gente de Chongqing suele decir que los que no han contemplado la ciudad de noche no han podido ver lo maravilloso de esta megalópolis. Al anochecer, las luces encendidas de los edificios situados en distintas alturas resplandecen y se integran en el entorno natural. Los barcos decorados con luces brillan en el río y parecen estrellas repartidas en el cielo. Situada en la desembocadura de dos ríos, Chongqing presenta momentos nocturnos únicos gracias a la desigualdad en altura de la ciudad y a los edificios construidos al lado de la montaña y en las orillas de los ríos, por supuesto entre los cuales están las casas en saledizo sobre el agua.

El paisaje de la ciudad de chongqing. Foto: 123RF.
El paisaje de la ciudad de chongqing. Foto: 123RF.

Publicado originalmente en: Revista Instituto Confucio.
Número 17. Volumen II. Marzo de 2013.

Una bola de Xiuqiu es el símbolo de amor de la etnia Zhuang. Tiene el tamaño de un puño y está lleno de semillas. Fotomontaje: Javier Pérez.

El «xiùqiú» (绣球) es un amuleto chino muy popular que representa la suerte y la fortuna, consiste en una bola multicolor bordada a mano, tiene un tamaño parecido al de un puño y está relleno de semillas. Antiguamente existía la costumbre en China de buscar pareja mediante el lanzamiento de un xiuqiu.

Artículo de
Zhou Fuqin 
周福芹
El xiùqiú (绣球), amuleto chino muy popular que representa la suerte y la fortuna, consiste en una bola multicolor bordada a mano generalmente por las chicas. Además de presentarse en formas de elipse, cuadrado o rombo, la bola recurre mayoritariamente a la forma redonda, tiene un tamaño parecido al de un puño y está relleno de semillas, asimismo sobre los dos extremos opuestos de la bola se colocan respectivamente una cinta coloreada y un colgante rojo.

Una bola de Xiuqiu. Fotomontaje: javier Pérez.
Una bola de Xiuqiu. Fotomontaje: Javier Pérez.

Teniendo en cuenta que dicha bola es la prueba de amor entre los chicos y las chicas jóvenes de la etnia zhuang y, a su vez, tiene muy buena acogida gracias a sus connotaciones auspiciosas, el xiuqiu se ha convertido en un artículo artesanal característico de la provincia autónoma Zhuang de Guangxi. Sus características son el color rojo, el amarillo y el verde como tonalidades esenciales, y está hecho de doce pétalos bordados con flores de ciruelo, orquídeas, crisantemos, bambú, golondrinas, dragones y aves fénix. Las bolas se rellenan de semillas de cereales, de algodón o de alubias de soja a fin de, por un lado, aumentar el peso para facilitar su posterior lanzamiento y, por el otro, consolidar y profundizar los matices de amor o buena cosecha.

Además en Guangxi tienen otra variedad de bola conocida como duìxiù xiùqiú y realizada a mano por artesanos siguiendo la técnica tradicional llamada precisamente duìxiù. Su estructura compleja y peculiar, el material con el que está hecho y su producción manual, junto con un acabado fino y los colores vivos hacen que esta bola sea única y goce de un gran prestigio en todo el mundo. Para la elaboración de un xiuqiu normal se utiliza un cabo de hilo para bordar los dibujos sobre cada cara de la bola, mientras que un duixiu xiuqiu de calidad superior recurre al doble cabo de hilo para resaltar la complejidad y el refinamiento de los patrones, cuyos perfiles están muy bien definidos hasta tal punto de dar la sensación de que los objetos están vivos.

El juego de lanzar la bola tiene lugar principalmente durante el Año Nuevo Chino o durante el Festival de las Canciones del 3 de marzo, el cual coincide con el período de la siembra primaveral. El hecho de rellenar el xiuqiu con semillas de cereales manifiesta la aspiración de logar una buena cosecha; asimismo tiene la connotación de fecundidad, siendo testigo del amor entre las parejas.

Antiguamente existía la costumbre de buscar pareja mediante el lanzamiento de un xiuqiu. Cuando las chicas tenían edad para casarse, los padres acordaban un día (por lo general el 15 de enero o el 15 de agosto del calendario lunar) para reunir bajo su balcón a los solteros interesados. Cuando la joven estaba arreglada, salía y saludaba a todos los presentes, y lanzaba una bola de colores a los chicos aspirantes a casarse con ella. Quien la conseguía, podía proponerle matrimonio. Por lo general, las chicas se fijaban antes en el chico que le gustaba e intentaban lanzar la bola hacia él para que pudiera recogerla con más facilitad.

Además, dicho lanzamiento de bolas, como actividad con una dilatada tradición, forma parte también del Festival Gexu, una celebración típica de la etnia zhuang de esta zona que incluye también la actuación de canciones fol-klóricas y tiene lugar durante los días festivos más importantes de cada año, tales como el Año Nuevo Chino, el 3 de marzo o durante la Fiesta de la Luna.

Los invitados, en este caso chicos y chicas jóvenes, acuden a los campos o a las orillas del río y se dividen en grupos por sexos. Con una distancia marcada entre ellos, comienzan a cantar uno tras otro para saludar y profundizar en el conocimiento mutuo a través de las canciones. Las letras pueden englobar muchos aspectos: desde la vida cuotidiana, los sentimientos, hasta las actividades agrícolas. Desde un lado se lanza una pregunta y el otro da la respuesta de manera espontánea y adecuada. Las voces aparecen sucesivamente y suenan muy agradables y melodiosas. Durante el canto, las chicas lanzan las bolas hacia los chicos del otro lado, quienes las cogen, las aprecian en la mano un rato y se las devuelven con una gran sonrisa. Esta forma de lanzamiento se llama “tirada colectiva o de trato social”, y consiste en que tanto las chicas como los chicos pueden tirar la bola a cualquiera del otro lado, mientras que existe otra variedad conocida como “tirada exclusiva” en la que después de los contactos preliminares y de que ambos estén interesados en seguir conociéndose, la chica saca del bolsillo un xiuqiu elaborado por ella misma y se lo lanza a un chico en concreto para que se lo quede como señal de buena impresión. Si el chico está de acuerdo, puede aportar la bola como prueba y mandar a una casamentera a pedirle en matrimonio. Esta celebración, con canciones y lanzamiento de bolas, puede durar hasta la noche o incluso la madrugada.

Esta tradición se remonta a la dinastía Tang (唐, 618-907) o Song (宋, 960-1279) y hoy en día aún se conserva en las comarcas de Guangxi, tales como en Baise, Liuzhou, Nanning, Hechi, etc. Entre todas, destaca la celebrada en Jingxi, por su prestigio y número de participantes.

El Xiuqiu es el símbolo del amor de la etnia Zhuang . Foto: 123RF
El Xiuqiu es el símbolo del amor de la etnia Zhuang . Foto: 123RF

Existe un xiuqiu gigantesco fabricado en Guangxi que forma parte de la colección del Museo Nacional de Etnias de Japón. Además, para celebrar la transferencia de las soberanías de Hong Kong y Macao a China en 1997 y 1999 se encargaron dos bolas de 1,97 y 2 metros de diámetro respectivamente y otra de más de dos metros para la cumbre China-ANSA (Asociación de Naciones del Sudeste Asiático).

En la actualidad, el xiuqiu de Guang-xi ha penetrado en la sociedad china y se emplea para regalar entre amigos y familiares, como adornos para el hogar o para hacer obsequios en el ámbito diplomático, convirtiéndose de hecho en un embajador que difunde la cultura china y en una plataforma para la difusión del amor, la amistad y los nexos familiares.

En determinadas zonas del Sudeste Asiático como Vietnam, Birmania y Tailandia, o incluso en México, también tienen la tradición de elaborar estas bolas y regalarlas a los familiares o amigos como amuleto de la buena suerte. No obstante, el xiuqiu mexicano tiene un tamaño más reducido con solo seis pétalos y se presenta igualmente de colores múltiples. Durante los festivos importantes o la llegada de huéspedes distinguidos, los mexicanos, que destacan por su hospitalidad, suelen regalar a los mayores o a los invitados una bola similar al xiuqiu como símbolo de suerte. Los tailandeses consideran el xiuqiu como representante de Buda, un amuleto que se lleva diariamente para fortalecer la salud y protegerse de las influencias negativas.


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Publicado originalmente en: Revista Instituto Confucio.
Número 21. Volumen VI. Noviembre de 2013.

La firma de Bada Shanren, uno de los grandes maestros de la pintura con tinta china. Fotomontaje a partir de una foto de 123RF y la firma del maestro de Wikipedia.

La pintura a la tinta china negra en la historia es el máximo representante de la pintura tradicional china. Para realizar obras en esta forma artística se utiliza la tinta china negra como el pigmento principal –único en China-, el agua para diluir la tinta y controlar las concentraciones de la tinta, y el papel de arroz (xuānzhĭ, ) como el soporte. Como aperitivo para el vocabulario, este tipo de pintura se denomina shuĭmòhuà (水墨画), literalmente “pintura al agua y tinta”.

Artículo de
Sun Hongwei
孙洪威
La pintura a la tinta china negra es una rama de la pintura china clásica, y desde hace muchos años, se ha considerado como el máximo representante de la pintura china y una de las técnicas pictóricas que mejor reflejan el espíritu artístico de la pintura tradicional china. Para realizar obras en esta forma artística, se utiliza la tinta china negra como el pigmento principal –único en China-, el agua para diluir la tinta y controlar las concentraciones de la tinta, y el papel de arroz (xuānzhĭ, 宣纸) como el soporte. Por lo tanto, este tipo de pintura se denomina como shuĭmòhuà (水墨画), literalmente “pintura al agua y tinta”. Apenas se necesita aplicar otros colores, basta con la tinta negra diluida en el agua para producir el color negro y diferentes tontos de gris. Normalmente, en función de la carga de agua, la tinta se puede clasificar en tinta concentrada, tinta diluida, tinta seca, tinta húmeda, tinta quemada (muy concentrada), etc. De ahí que la variación del uso de la tinta pueda representar el cambio de claroscuros, entre el negro, el blanco y los grises, expresando sencillez, elegancia, frescura y un atractivo singular que solo la tinta posee.

Pintura con tinta china: pinceles y tampón también para caligrafía. Foto: 123RF
Pintura con tinta china, historia y vocabulario: pinceles máobĭ (毛笔) y tampón, también para caligrafía. Foto: 123RF

Para los observadores, la pintura a la tinta negra es la integración de la belleza de la caligrafía y la representación sutil y magnífica del paisaje natural, simbolizando la aspiración espiritual, que es misteriosa y encantadora.

Wang Wei y el arte del silencio

Historia

Según dicen, la pintura a la tinta china negra surgió en la dinastía Tang (618-907), tomó forma durante las Cinco Dinastías (907-960) y floreció a lo largo de las dinastías Song (960-1279) y Yuan (1279-1378). Se cree que el poeta Wang Wei (王维) de la dinastía Tang (907-960) es el fundador de esta pintura porque antes de él las pinturas chinas presentaban una gran variedad de colores. Bajo la influencia del taoísmo y el budismo e inspirado por el arte de la caligrafía, Wang Wei creó la pintura a la tinta negra. Sin embargo, en la actualidad apenas se encuentran obras originales de este pintor. El arroyo en la nieve (Xuěxītú) es una copia de su obra realizada durante la dinastía Song del Norte (960-1127) y está considerada como la pieza que mejor supo captar el estilo artístico de Wang Wei. El paisaje del arroyo bajo la nieve en las afueras, de aspecto casi real, se creó empleando únicamente tinta negra, pero lo que exhibe es un mundo puro y eterno. A partir de él, la pintura a la tinta negra ganó cada vez mayor popularidad hasta que se convirtió en una técnica primaria de la pintura china clásica, superando otras formas pictóricas de la época.

Pintura a la tinta china: Los pinceles. Foto: 123RF.
Pintura a la tinta china, historia y vocabulario. El pincel lángháo (狼毫) es de pelo duro, normalmente de comadreja siberiana. El pincel yángháo (羊毫) es de pelo blando de cabra. Foto: 123RF.

La formación y el desarrollo de la técnica de la pintura con tinta negra dependen mucho de las herramientas y los materiales empleados. El pincel, la tinta, el papel y el tintero, llamados los “cuatros tesoros de la cámara del letrado”, son las herramientas indispensables para la elaboración de estas pinturas.

Vocabulario

El pincel se llama máobĭ (毛笔) en chino y existen tres tipos: pinceles de pelo duro, pinceles de pelo suave y los de pelo mixto. Los lángháo (狼毫) son pinceles de pelo duro que normalmente se elaboran del pelaje de la comadreja siberiana (huángshŭláng o 黄鼠狼). Mientras, los yángháo (羊毫) son pinceles de pelo suave que la mayoría confeccionados con pelo de cabra. Y los de pelo mixto, el jiānháo (兼毫), normalmente llevan más de dos tipos de pelo. Los pinceles lángháo son más resistentes, mientras que los yángháo son más suaves y flexibles, por su parte, los de pelo mixto tienen una textura suave y firme. Los mejores pinceles chinos son los húbĭ (湖笔), que se fabrican en Huzhou, provincia de Zhejiang.

La tinta también es un elemento fundamental para la pintura y viene en barritas sólidas. Una buena tinta tiene un color puro y lustroso, su tonalidad no pierde la intensidad con el tiempo, y sirve tanto para caligrafía como para pintura. En la antigüedad, la tinta producida en Huizhou (徽州, ahora correspondería a la parte sur de la provincia de Anhui) era la favorita de los literatos, así pues Huīmò (徽墨, tinta de Huizhou) tiene la reputación de “Jīnbú huàn” (金不换, significa que vale más que el oro). Hoy en día, se produce todavía en este lugar tinta líquida que también funciona bien para la pintura. El papel, uno de “los cuatro tesoros”, se refiere al papel de arroz producido en Xuanzhou (宣州, provincia de Anhui). Shēngxuān (生宣, papel crudo de arroz) es un papel que no ha sido procesado en el agua de alumbre y destaca por su capacidad de absorber líquidos. Su característica hace posible una gran variación de pinceladas de tinta sobre el papel. Por lo tanto, para la pintura a la tinta negra se prefiere el shēngxuān. El tintero (yàn o 砚), que también se llama piedra de tinta o laja (yàntái o 砚台), sirve para moler la barrita de tinta y mezclarla con el agua, obteniendo un caldo homogéneo y fino, que facilita la escritura y la pintura. El tintero más famoso es el Duānyàn (端砚), fabricados en Duanxi (端溪), en la ciudad de Zhaoqing, provincia de Guangdong.

La pintura a la tinta china, su historia y su vocabulario tienen sus propias características, haciendo hincapié en revelar el espíritu a través de la forma física y en buscar la belleza sutil entre lo real y lo no real.

Xie He (escritor chino de siglo V) en su libro Gǔhuà Pǐnlù (《古画品录》, El registro de la clasificación de los antiguos pintores) enunció “los seis principios fundamentales” para la pintura, con “la resonancia espiritual o la vitalidad” en primer lugar. Este principio se convirtió en la característica esencial para la pintura china, indicando que la transmisión del interés y del espíritu que el objeto despierta en el artista es muchísimo más importante que retratar la imagen real. En comparación con la pintura occidental que presta mucha atención a la perspectiva realista, la pintura china es muy diferente por su enfoque en la vitalidad y en la interpretación artística del objeto. Es decir, para la pintura china, lo que sugiere la obra es más importante que lo que retrata. Los artistas de pintura china no deben limitarse en visualizar el objeto real, pero tienen que captar el alma del objeto con el “corazón” y transmitirlo.

Pintura a la tinta chna: el maestro Zheng Xie, también llamado Zheng Ban Quiao. Foto: Wikipedia.
Pintura a la tinta china, historia y vocabulario: el maestro Zheng Xie, también llamado Zheng Banquiao. Foto: Wikipedia.

Por lo tanto, muchas obras con la tinta china negra suelen representar un espacio imaginario, esforzándose en mostrar un mundo espiritual. Por ejemplo, en Pescando solo en el río frío (《寒江独钓图》) de Ma Yuan (马远,pintor de la dinastía Song, 960-1279), la imagen es muy sencilla, pero el mensaje que se transmite es muy rico. En una noche silenciosa, bajo la luz pálida de la luna, la superficie del río está vacía salvo por una barca pequeña, donde una persona aguanta una caña, concentrado en el agua tranquilo. La parte trasera de la barca está ligeramente inclinada hacia arriba, y al lado la superficie del agua se riza ligeramente. Da la sensación de que la barca se mueve suavemente con la corriente del agua. Esta obra pretende representar una esfera espiritual, extraordinaria y pura: en plena noche silenciosa, se siente la soledad a través de la luz fría de la luna, de la única embarcación en el río y de la persona solitaria, sin embargo el dueño de la barca parece que está disfrutando de este mundo tranquilo y relajante, y lo tiene todo para él. Aparentemente, la obra no se trata de pescar, pero de la alucinación del ambiente espiritual.

Pintura a la tinta chna: caligrafía de Zheng Ban Quiao. Foto: Wikipedia.
Pintura a la tinta china, historia y vocabulario: caligrafía de Zheng Ban Quiao. Foto: Wikipedia.

Aproximadamente entre el siglo X y el siglo XIV, la pintura con la tinta china negra entra en su periodo de más desarrollo. Con las técnicas de la pintura con tinta china negra, los pintores llevaron a la pintura china al florecimiento, especialmente en la creación de pinturas paisajísticas. Durante este periodo, surgió una gran cantidad de maestros paisajistas con tinta china negra, como Dong Yuan (董源), Ju Ran (巨然), Fan Kuan (范宽), Li Cheng (李成), Guo Xi (郭熙), etc. Así, El principio de la primavera de Guo Xi es representativa de las obras pictóricas de la dinastía Song. Es una pintura que personifica las características estacionales al principio de la primavera, simbolizando que todo empieza a brotar. La obra muestra de una forma muy expresiva un mundo en blanco y negro. Con la luz que sale desde los pies de las montañas y los grises gradados, la imagen da un efecto impresionante e irresistible.

Pintura a la tinta china, historia y vocabulario: firma de Bada Shanren, uno de los grandes maestros de la pintura a tinta. Gráfico de Javier Pérez.
Pintura a la tinta china, historia y vocabulario: firma de Bada Shanren, uno de los grandes maestros de la pintura a tinta. Gráfico de Javier Pérez.

En comparación con los pintores de las dinastías Song y Yuan (1271-1368) que destacaron la grandeza del paisaje, a partir de las dinastías Ming (1368-1644) y Qing (1644-1911), los pintores preferían marcar las obras con su propia personalidad, como Bada Shanren (八大山人) y Zheng Banqiao (郑板桥). Ellos se centran en la libre expresión en su obra, dotándola con un sentimiento más personal. Bada Shanren es un calígrafo y pintor de finales de la dinastía Ming y comienzos de la dinastía Qing, que incorporó hábilmente la caligrafía a la pintura. Sólo con unas pinceladas rápidas, este maestro podía dejar un pájaro vivo sobre el papel. Zheng Banqiao era un pintor de los mediados de la dinastía Qing, es un maestro en pintar la magnolia, el bambú y la piedra. En su obra de tinta negra titulada Bambú, se siente fuertemente la frescura y la espontaneidad. Qi Baishi es un pintor maestro del siglo XX, y las principales influencias de sus obras proceden de Bada Shanren, Zheng Banqiao y otros antiguos pintores. Sus obras de tinta china negra tienen un encanto de vivacidad. En sus pinturas de gambas, su tema favorito, se suelen ver sólo unos camarontes y un gran espacio en blanco, pero lo que sienten los observadores es que el papel está lleno de agua y las gambas están vivas en ella.

En el siglo XXI, la pintura de tinta china negra ha superado las técnicas tradicionales y ha integrado los elementos pictóricos de la pintura occidental para demostrar su encanto a todo el mundo.

tinta china negra
Obra El principio de la primavera de Guo Xi.

Publicado originalmente en: Revista Instituto Confucio.
Número 17. Volumen II. Marzo de 2013.

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