Como todas las lenguas, el idioma chino puede generar equívocos y malentendidos incluso entre los que más lo dominan. Aquí llega una nueva entrega de ejemplos útiles para evitar sorpresas.
La responsabilidad de la limpieza
Una familia de tres personas se trasladó llena de felicidad a su casa nueva compuesta por tres habitaciones y dos salas. Sin embargo, padre e hijo no cuidaban mucho la limpieza y en poco tiempo la casa nueva se volvió patas arriba.
Un día, la mujer ya no pudo aguantar más y escribió una nota en la puerta que decía: ¡Mantener la limpieza es responsabilidad de todos! (讲究卫生,人人有责!)
Cuando volvió el hijo a casa, al ver la nota que dejó su madre, sonrió y añadió un trazo al primer caracter ren (人), transformándolo en da (大) y cambiando el significado de la misma por el de: ¡Mantener la limpieza es responsabilidad de los adultos! (讲究卫生,大人有责!)
Luego volvió el marido, inspirado por el hijo, sin vacilación, le añadió otro trazo encima al mismo carácter, cambiando de nuevo el significado al de fu (夫): ¡Mantener la limpieza es responsabilidad de la mujer! (讲究卫生,夫人有责!)
Redacción en un idioma extranjero
Martín y Juan enseñan inglés en una universidad española. Un día, cuando el profesor Martín estaba corrigiendo la redacción en inglés de un alumno, de repente gritó furiosamente: ¡Por Dios, cómo puede ser! ¡Tantos años enseñando inglés y nunca he visto una redacción tan terrible!
El profesor Juan le preguntó: ¿Qué pasa? ¿De qué se trata?
A lo que contestó Martín: el título es El cuento del príncipe y el mendigo.
¡Me parece muy bien!, dijo Juan convencido
A lo que respondió Martín: “el estudiante escribió al comienzo de la redacción lo siguiente: el niño pobre le preguntó al príncipe: “¿sabes hablar chino?” Y el príncipe contestó afirmativamente. Y a partir de ese momento el resto de la composición la escribió toda en chino. ¡Qué barbaridad! ¡No entiendo nada!”
Más tarde, descubrieron que era un error ortográfico que no encontraron en la revisión. En vez de poner “escribir una redacción en inglés” se había puesto “escribir una redacción en un idioma extranjero”.
Los clasificadores no se pueden omitir
En una clase de chino, el profesor acababa de explicar los usos habituales de algunas palabras, las combinaciones fijas de los clasificadores y algunas cuestiones notables. Para comprobar si todos lo entendieron, preguntó: “¿lo tenéis claro?”
Los estudiantes contestaron juntos: ¡Sí!
Así que el profesor continuó con su clase: “generalmente, aunque los clasificadores solo sirven para una explicación complementaria, no pueden eliminarse a la ligera. Ahora, ¿quién puede darnos un ejemplo para confirmar que no se pueden omitir?”
Martín contestó en voz alta: “por ejemplo en la frase “le doy un cuchillo”, si se quita el clasificador de cuchillo, se convierte en “le doy una puñalada”.
Banquete nupcial de una tonelada
Un chico después de trabajar muchos años en la ciudad, vuelve a casa para contraer matrimonio. Sus padres vivían en un pueblo cercano. Según la costumbre local, el novio tiene que celebrar la boda en su pueblo natal. Un día antes de la boda, su padre le envió un mensaje: “¿cuántos ciudadanos van a asistir a la boda para que preparemos el banquete?”
A lo que el chico contestó: “no hay mucha gente, prepara sólo una tonelada de comida”. Como estaba muy ocupado en aquel entonces, escribió mal el caracter dun (顿) -el clasificador de comida-, por el de dun (吨), una tonelada.
Sorprendido, respondió enseguida su padre: “si he de preparar una tonelada de comida, tengo que ir en seguida a comprar más arroz y una sartén más grande. Te sugiero aplazar la boda un par de días”.
Al igual que cualquier idioma, el lenguaje chino evoluciona y engendra continuas innovaciones. Estas son algunas palabras populares que sirven de ejemplo de las variaciones evolutivas del chino en los últimos años.
La función más destacada del idioma chino consiste en ser el instrumento más importante de la producción, de la vida y de la comunicación del pueblo chino. Con su uso y debido al surgimiento incesante de nuevos conceptos y nociones en la sociedad real, el idioma mismo evoluciona y engendra nuevas variaciones e innovaciones. A continuación, vamos a presentarle una serie de palabras populares, lo cual no es más que la punta de un iceberg de la innovación y las variaciones evolutivas del chino en los últimos años. Esto servirá como plataforma para conocer la sociedad actual china y familiarizarnos con las tendencias del desarrollo del chino. Esperamos que le guste y ayude a despertar su interés por el aprendizaje de la lengua china.
1. Lǘ yǒu (1)驴友
El llamado lǘ yǒu (segundo y tercer tono respectivamente) sirve para designar a aquellas personas a las que les gustan los viajes en solitario o actividades independientes al aire libre. Lǘ (en chino significa burro) es una broma que hacen consigo mismo dichas personas, y al mismo tiempo es la homofonía de lǚ (2) (viajar, alojarse fuera de casa), mientras yǒu (viajar, recorrer, errante) además de ser amigo, es la homofonía de . Generalmente, los “burros amigos” comparten las siguientes características:
Primero, son un grupo de desconocidos. La mayoría de ellos no se conocen antes del viaje. La principal manera de conocerse y contactar entre ellos es por medio de Internet. Por ejemplo planificar las actividades, determinar la fecha y lugar en Internet, etc.
Segundo, respetan sus vidas privadas. Aunque se conozcan cara a cara, los “burros amigos” utilizan mutuamente el modo de tratamiento en Internet. A pesar de estar familiarizados entre sí, mantienen el principio de respetar sus vidas privadas e intimidad. No cuenta o no preguntan dicha información personal, como son nombre real, profesión, edad, datos familiares propios o ajenos. Lo cual es muy diferente de las costumbres de la mayoría de los chinos.
Tercero, la naturaleza del grupo es abierta. Pueden ir y venir con libertad y además en las actividades de estilo auto-ayuda cada uno asume su propio riesgo.
En cuanto a la razón de por qué dichas personas se llaman con humor entre sí “burro amigo”, además de por cuestiones del idioma, también puede ser porque tiene algo que ver con que “lǘ” (burro) es un animal muy trabajador.
2. Hǎi guī 海龟
El llamado hǎi guī (tercer y primer tono respectivamente) se refiere a aquellas personas que después de estudiar o trabajar un plazo de tiempo en el extranjero vuelven a trabajar en China de nuevo. Hǎi significa ultramar (3), mientras que guī quiere decir regresar, volver (4).
Por coincidencia, en chino, la pronunciación hǎi guīes homófona al de un animal acuático, la tortuga marina. Por eso a veces, estas personas son llamadas “tortuga marina” de broma.
En un principio, casi todos los hǎi guīson personas que corresponden a la élite en todos los ámbitos y son muy requeridas en el mercado laboral por su gran experiencia y conocimientos. No es exagerado decir que hoy en día se puede encontrar su presencia entre los principales profesionales y técnicos o como dirigentes administradores en todos los sectores.
Pero durante los últimos años, a medida que ha crecido el número de los hǎi guī, la violenta competencia en el mercado de los recursos humanos y la escasez de las oportunidades de empleo, más la alta expectativas que tiene loshǎi guī en cuanto al puesto y salario se refiere, han provocado que no puedan encontrar un trabajo ideal a corto plazo. No tienen otro remedio que quedarse en casa a esperar mejores oportunidades. Por eso, hay gente que le da a este tipo dehǎi guīotro sobrenombre y sería el de hǎ , que viene a significar “hǎi guī en espera de un trabajo”. A causa de la pronunciación de hǎ es homófona a la de una planta marítima, alga, les llaman jocosamente algas a estas personas.
3. Fěn sī 粉丝
El llamado fěn sī (tercer y primer tono respectivamente) alude a los fanáticos de las estrellas o los famosos. Ellos no solo conocen muy bien los hábitos y las costumbres, el carácter y las preferencias, el vocabulario y el comportamiento, la ropa y la moda de sus ídolos, sino que también los imitan deliberadamente, algunos incluso están completamente obsesionados con ellos y disfrutan con esa situación.
En chino,fěn sī es un tipo de fideo que se elabora con almidón de frijol verde o batata. Lo más increíble es que esta palabra es una traducción de la pronunciación literal de la voz inglesa fan que significa, fanático, seguidor; como suelen ser muchos se suele escribir en plural fans. Fue así como un primer traductor, usando su imaginación e ingenio, tradujo el término como de los seguidores entusiastas por fěn sī (fideo de almidón), desde luego una conversión al chino muy original.
Notas:
(1). La palabra “lǘ yǒu” literalmente, “burro amigo”, tiene la misma pronunciación que la palabra “lǚ”(significa viajar o viaje), simplemente se cambia los tonos.
(2). “lǚ” junto con la siguiente sílaba “” compone la palabra “lǚ”, como se ha mencionado en la primera nota, significa viajar o viaje.
(3). “Hǎi”, literalmente es “mar”, en esta palabra es la simplificación de “hǎ”, ultramar.
(4). La palabra “hǎi guī”, literalmente, volver desde ultramar.
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Chino Mandarín: ese es el idioma oficial de la República Popular China con una historia de más de 4.000 años. Un dialecto original de Beijing que, según las estadísticas oficiales, es la lengua más hablada del mundo.
Chino mandarín: este es el idioma más representativo y hablado de la República Popular China (RPCh). Es una versión oficial y estándar del dialecto hablado en su capital, Beijing –conocido por beijinghua (北京话) o por beifanghua (北方话)-. Aunque en todo el mundo se le llama chino mandarín –nombre procedente de los funcionarios del gobierno imperial que accedían a sus puestos tras aprobar una serie de exámenes basados en las obras de Confucio (551-479 a.C.)-, los chinos poseen otras forma de calificarlo dependiendo de su ubicación o relación histórica, así se refieren a él como baihua (白话) o putonghua (普通话) –idioma común, término acuñado por Mao Zedong (1893-1976) tras la fundación de la República Popular China-, hanyu (汉语) –idioma han, grupo étnico mayoritario-, guoyu (国语) o huayu (华语) –idioma nacional, más utilizado por los chinos de ultramar que habitan las zonas de Indonesia, Malasia, Singapur o Estados Unidos y también en Taiwán- o simplemente zhongwen (中文) o zhongguohua (中国话) –chino en forma más literaria y oficial-.
El chino mandarín pertenece a la familia lingüística Sino-tibetana y, tras una historia de miles de años, fue oficialmente adoptada como lengua de la República Popular China tras su fundación el 1 de octubre de 1949 con el propósito de crear un idioma común para que todos los habitantes de China pudieran entenderse formalmente y es, además, una de las seis lenguas oficiales de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) junto con el árabe, español, francés, inglés y ruso. La unificación de las diferentes variedades del chino en una sola lengua obedeció en realidad más a razones políticas que lingüísticas, pues con ello se pretendía crear una identidad nacional unificada de la que se carecía hasta entonces.
Las estadísticas aseguran que el chino mandarín es hablado por todos los habitantes de China, es decir, más de 1.300 millones de personas, siendo así el idioma más utilizado del mundo, seguido del hindi, del inglés y del español. Sin embargo, la realidad demuestra que sólo una parte de los chinos habla mandarín –se calcula que unos 840 millones-, es decir, los que habitan en Pekín o su área de influencia en el norte del país y en el centro, mientras que en el resto del territorio si no lo hablan, sí son capaces de entenderlo.
El idioma chino, considerado por ellos mismos también como el más difícil del mundo, está compuesto por decenas de miles de distintos caracteres –hanzi (汉字)- que bien solos, bien en grupos de dos o tres tienen significado propio.
El chino mandarín, considerado por ellos mismos también como el más difícil del mundo, está compuesto por decenas de miles de distintos caracteres –hanzi (汉字)- que bien solos, bien en grupos de dos o tres tienen significado propio. Cada caracter es un concepto que representa una palabra monosilábica o una sílaba de una palabra más larga. Su evolución ha sido constante y variada. Así en la actualidad existen dos formas distintas de escribir los caracteres, una la forma simplificada -utilizado en China tras la Revolución Cultural con el fin de que fuera estudiado por la inmensa población y erradicar el analfabetismo-, y otro complicado o tradicional -utilizado primordialmente en Hong Kong, Macao, Singapur y Taiwán-.
Gramaticalmente el idioma chino no es demasiado complicado, incluso algunos filólogos afirman que el chino carece de una gramática bien definida. El caso es que ciertas normas o usos más o menos aceptados sí que existen dándole un carácter gramatical de contexto. Podríamos decir que la única pega o dificultad sería el uso de los clasificadores frente a un sustantivo, una especie de muletilla que hace que el nombre no vaya nunca solo y se defina dentro de un grupo familiar determinado de conceptos. Es un término bastante complicado de explicar y de entender, y no queda más remedio que aprenderlo de memoria, pues cada sustantivo tiene un clasificador distinto.
En chino mandarín los verbos no se conjugan, ni existen los tiempos pasado, presente y futuro, los sustantivos no se declinan, al no existir ni femenino ni masculino ni neutro, ni los adjetivos han de concordar en género y número. Tampoco existen los plurales, pues basta con decir cuántas cosas hay –una, siete o muchas-. Las frases básicas siguen una estructura de sujeto-verbo-predicado, haciéndolas muy parecidas al español, mientras que los adjetivos y frases descriptivas y calificativas, preceden a los sustantivos, como en inglés.
El chino posee además un verbo copulativo shi (是) -ser, en español-, que no cambia de forma con el tiempo verbal, la persona o el número. Esto último constituye una importante ventaja frente a otras lenguas en su aprendizaje, ya que uno puede formular muchas expresiones siempre que conozca cierto número de palabras y maneje algunas reglas gramaticales que son realmente muy simples.
En cuanto a su concepción oral, podemos añadir que se trata de un idioma tonal, es decir, dispone de pocos sonidos silábicos que se repiten multitud de veces y que se distinguen los unos de los otros por su tono, lo que lo convierte en un idioma especialmente musical. Existen cuatro tonos, más el neutro, que se distribuyen dependiendo de su nivel alto, ascendente, descendente-ascendente y descendente. De este modo la sílaba ma con el primer tono significa madre, con el segundo cáñamo, con el tercero caballo y con el cuarto insultar; o la sílaba wen, que puede significar tibio, escritura, besar o preguntar dependiendo del tono en que se pronuncie. Este siempre ha sido el caballo de batalla de todos los extranjeros, especialmente de los occidentales no acostumbrados a este tipo de idiomas, teniendo verdaderos problemas en distinguir un tono de otro o de confundir sus significados, por ello hay que tener mucho cuidado y no decir “te quiero besar” en vez de “te quiero preguntar” o “mi caballo cocina muy bien” en lugar de “mi madre cocina muy bien”.
Se trata de un idioma tonal, ya que dispone de pocos sonidos silábicos que se repiten multitud de veces y que se distinguen los unos de los otros por su tono, lo que lo convierte en un idioma especialmente musical.
Por lo que a su escritura se refiere, el chino está representado por miles de caracteres únicos, unos más complicados que otros. Se supone que fueron inventados hace más de 4000 años por el mítico Emperador Amarillo y se trataba de sencillos dibujos que representaban objetos. Poco a poco esos garabatos fueron evolucionando hasta lo que hoy conocemos por los caracteres actuales, que sin duda, evolucionarán igualmente dependiendo de la tecnología y las necesidades humanas en el futuro.
La lengua china es conocida en todo el mundo por su escritura en forma de caracteres pictográficos. La minoría de ellos es, en verdad, una representación estilizada de lo que representan –una casa, un carro, una persona-, mientras que su mayoría son composiciones de un significado y un sonido. Aunque se han catalogado más de 56.000 caracteres distintos, muy pocos chinos son capaces de identificar más de 12.000 de ellos. Se considera un nivel elevado cuando una persona domina más de 10.000 caracteres y un nivel intermedio entre 6.000 y 8.000, sin embargo para leer el periódico bastará con conocer de entre 2.000 a 3.000 caracteres. La gente que habita las zonas rurales de China conoce entre 1.200 y 1.500 caracteres, suficientes para no ser considerados analfabetos.
Cada carácter chino representa una sílaba hablada, haciendo que el chino se componga principalmente de palabras monosílabas, aunque por lo general también hay composiciones de éstas. Así por ejemplo, la palabra dian –electricidad- y nao –cerebro- componen el concepto de ordenador o computadora –diannao (电脑)- o el sustantivo jia –casa- junto con ren –persona- resulta en la idea de familia o familiar –jiaren (家人)-.
La escritura desarrollada en la época Shang (1600-1046 a.C.) continuó su desarrollo durante la época de la dinastía Zhou (1050-256 a.C.). Como consecuencia de la división política característica de esta época, los caracteres se desarrollaron en formas y estilos muy diversos, coexistiendo numerosas variantes para cada carácter. Al estilo de escritura de esta época se le conoce como dazhuanshu (大篆书) o «escritura de sello grande».
Con la reunificación de China bajo el Primer Emperador Qin Shi Huang (259-210 a.C.), una de las numerosas medidas de normalización afectó precisamente a la escritura. Bajo la supervisión del Primer Ministro Li Si se recopilaron listas con las formas normalizadas de los caracteres. Esta unificación del sistema de escritura dio lugar al estilo de caligrafía xiaozhuanshu (小篆书) o «escritura de sello pequeño», que utilizaba trazos más angulosos y menos circulares que los de la escritura de sello grande antigua.
Durante la dinastía Han (206 a.C.-221 d.C.) surgirían otros estilos de caligrafía que se han conservado hasta nuestros días. El lishu (隶书) o «escritura administrativa», el xingshu (行书) o “escritura semicursiva” -literalmente «corrida»-, y el caoshu (草书) o “escritura cursiva” -literalmente «de hierba»-, se refiere a caracteres rápidamente escritos con trazos sueltos y enlazados.
El último estilo caligráfico en desarrollarse fue el kaishu (楷书) o «escritura regular», que alcanzaría su forma actual durante la dinastía Wei del Norte (386-534). Éste es el estilo principal hoy en día, el que se utiliza en periódicos y libros, así como en formatos electrónicos. De ahí dio el salto al simplificado o jiantizi (简体字) que se usa actualmente en la República Popular China frente al complicado o fantizi (繁体字), usado en Hong Kong, Macao, Taiwán, Singapur, etc.
Pinyin, un apaño para entendernos
Habiendo tantos idiomas y dialectos en China lo único que realmente los une es la escritura, pues todos ellos se escriben utilizando los mismos caracteres, aunque cada persona, dependiendo de su procedencia, los pronunciará de una forma u otra. Sin embargo, los occidentales que se enfrentan por primera vez a un carácter chino son incapaces de descifrarlo y mucho menos de leerlo. Desde hace años se han creado diversos métodos de escritura latina para poder leer de un modo sencillo y preciso la pronunciación de los caracteres chinos.
El pinyin (拼音) –alfabeto fonético, literalmente significa “deletreo por sonido”- fue creado hace más de cien años para poder deletrear fonéticamente los caracteres chinos, aunque no recibió un impulso decisivo hasta 1958, cuando el Partido Comunista de China (PCCh) decidió crear la simplificación de los caracteres, y en la actualidad, no sólo es el más preciso y exacto con respecto a la pronunciación del chino estándar, sino que también es usado internacionalmente para poder escribir los nombres de personas, sobre todo el mundo de la política y los negocios, de ciudades y términos científicos. Gracias a su eficacia ha reemplazado a otros sistemas de romanización más antiguos y menos precisos tales como el Wade Giles (creado en 1859 y modificado en 1912) o el Zhuyin –más conocido como Bopomofo-.
Siguiendo las normas de esta descripción, Pekín debería escribirse Beijing –la capital del norte-, Shangai tendría que ser Shanghai –la ciudad sobre el mar o literalmente “ir al mar”- y Cantón pasaría a ser Guangzhou. Aunque la comunidad internacional ha aceptado este tipo de denominación, sobre todo la de habla inglesa, los hispanohablantes se resisten al cambio y siguen nombrando a esas ciudades con el nombre aceptado de una traducción incorrecta realizada hace siglos por unos monjes franceses.
Cada vez son más los hispanohablantes que se plantean el estudio del chino, sin embargo, todo ellos se enfrentan a un idioma con una pronunciación muy difícil y distinta a la del español. Es por ello, que el aprendizaje del pinyin al comienzo supone un arma muy importante a la hora de enfrentarse a la compleja pronunciación.
En la actualidad, el pinyin es muy útil sobre todo a la hora de estudiar el idioma chino, pues supone la base de la pronunciación y la forma más rápida de conocer cada carácter a qué tono pertenece, lo que simplifica mucho las cosas a los estudiantes occidentales. También es muy útil a la hora de usar el teclado de un ordenador o enviar mensajes de texto SMS a través de un teléfono móvil.
Cada vez son más los hispanohablantes que se plantean el estudio del chino, sin embargo, todo ellos se enfrentan a un idioma con una pronunciación muy difícil y distinta a la del español. Es por ello, que el aprendizaje del pinyin al comienzo supone un arma muy importante a la hora de enfrentarse a la compleja pronunciación de una lengua tonal y con fonemas inexistentes en español –africados, aspirados y retroflejos-. Sin embargo, sigue siendo un tema bastante desatendido y olvidado por parte tanto de los profesores que la imparten, como de los propios alumnos que prefieren emplear su tiempo en la escritura, comprensión oral o en la gramática antes que en la correcta pronunciación. No es exagerado afirmar que sin una buena pronunciación, acompañada de los sistemas acentuales y entonativos que dan como resultado una prosodia difícil de asimilar, es imposible una correcta comunicación, pues nos podemos ver en situaciones en la que una de las partes no entienda a la otra al no pronunciar correctamente o no decir el tono correspondiente.
Así pues, si un día nos acercamos hasta China saludaremos diciendo nin hao! (您好!), compraremos preguntando duoshao qian? (多少钱?) y comeremos un tazón de mifan (米饭) después de visitar la calle comercial Wangfujing (王府井) de Beijing (北京), eso sí, en una perfecta pronunciación.
El chino moderno para todos
En la actualidad, parece imprescindible en la sociedad multicultural y global en la que vivimos ampliar los conocimientos y la enseñanza del idioma chino, conocer su lengua, sus hábitos y costumbres, lo que nos llevará a mejorar en las relaciones internacionales, comerciales, a la hora de cerrar acuerdos económicos y establecer contacto directo con los ciudadanos chinos. Cada vez un número mayor de empresarios y hombres de negocio deciden comenzar sus estudios de chino en un afán por mejorar sus perspectivas y el entendimiento directo con sus contrapartes chinos sin la necesidad de usar un tercer idioma como comodín, por lo general el inglés.
Ahora bien, también es cierto que el chino mandarín es una lengua que precisa de un mayor tiempo de estudio y dedicación comparado con el aprendizaje de otros idiomas europeos. Lo que un estudiante consigue en 740 horas de estudio del inglés, francés o italiano para alcanzar un nivel avanzado, en idioma chino necesita 2.760 horas de clase para el nivel intermedio. Esto significa que un empresario debe dedicarle muchas horas de estudio para alcanzar un nivel suficiente como para usar la terminología económica y de negocios y así establecer relaciones comerciales fructíferas con sus socios chinos, mientras que un entusiasta del chino que desee conocer la lengua por puro interés necesitará menos horas para alcanzar un nivel tal que le sirva como medio efectivo de comunicación en situaciones normales de la vida cuotidiana.
También es cierto que debido a la dificultad del idioma, muchos estudiantes deciden centrarse más en un campo que en otro. Así, los hay que prefieren aprender la escritura -bien porque se sienten atraídos hacia ella, bien porque quieren dedicarse a la traducción escrita-, otros a la lectura de los clásicos –escritos en un lenguaje culto denominado wenyan (文言)-, y los hay también que prefieren dedicarse única y exclusivamente al lenguaje oral, pues su fin es alcanzar un nivel suficiente para mantener conversaciones de todo tipo. Desde luego, lo ideal sería poder dominar todos esos aspectos.
Además de todo eso, aprender un idioma extranjero es, a la vez, conocer y entender la cultura de la nación origen de ese idioma. Así, no es fácil explicar y hacer entender la cultura china a los estudiantes extranjeros, y especialmente a los hispanohablantes, sobre todo por la diferencia de mentalidad y de pensamiento entre el mundo chino y el hispano.
Un mar de dialectos en China
Además del chino mandarín, existen otros nueve grupos dialécticos en todo el país que a su vez se dividen en multitud de subdialectos y que regionalmente se agrupan en el wu o shanghainés –el más hablado después del putonghua-, yue o cantonés, min -de la provincia de Fuzhou-, jin, xiang o hunanés –de la provincia de Hunan-, hakka o kejia, gan, hui y, finalmente, el pinghua. Vemos que en verdad se trata de varias lenguas con diferentes dialectos.
Junto a estas variedades lingüísticas se hablan en China otros idiomas específicos, tales como el tibetano, el uigur, el mongol, el tártaro o los propios de cada una de las 56 minorías étnicas chinas, haciendo que la variedad de idiomas, dialectos y subdialectos se multiplique exponencialmenteen el país más poblado del planeta.
Cada uno de los diferentes dialectos que existen en China utiliza la escritura han, aunque su lectura sea muy distinta, quedando, de esta manera, unificados de algún modo, aunque el cantonés posee unos 3.000 caracteres propios distintos del mandarín. Precisamente éste era el fin de la Revolución Cultural, encauzar a toda la población hacia el uso estandarizado de una misma lengua a la que llamaron el “idioma común” o putonghua mediante su implantación en las escuelas. Usado como arma oficial debería constituir la base de la unidad de la nación china. Se asienta en los dialectos del norte y, especialmente, en el pequinés o mandarín. Aunque no todo el mundo está obligado a hablarlo sí lo entiende, sobre todo la gente joven, pudiendo mantener en cada caso su dialecto o idioma original.
Por su parte, el cantonés o idioma yue (粤语) o también guangzhouhua (广州话) es una lengua de importancia mundial, ya que además de ser hablado por los 72 millones de cantoneses, lo es también por los habitantes de Hong Kong –idioma oficial junto con el inglés-, ciudad de más de siete millones de personas que no hablan mandarín –aunque en los últimos años el Gobierno chino está haciendo un gran esfuerzo por enseñarlo-, Macao y, generalmente, entre las comunidades chinas de ultramar, sobre todo en el sudeste asiático y en la costa oeste de los Estados Unidos y Canadá.
El idioma cantonés –nombrado así en lugar de idioma yue, que sería lo más correcto, por la romanización del francés de la palabra Guangzhou (Cantón en español)- posee seis tonos de duración normal y tres de duración corta, es decir, en total nueve tonos –frente a los cuatro del mandarín, más el neutro-. Conserva un número mayor de sonidos finales frente al chino y su composición silábica permite multitud de combinaciones, pero no triptongos.
El wu (吴语), hablado principalmente en Shanghai, Jiangsu, Zhejiang, Anhui y alrededor de los afluentes del río Yangtsé (en total unos 78 millones de hablantes), sólo tiene dos tonos –ascendente y descendente-. En la actualidad, está prohibido en las escuelas y medios de comunicación, aunque se puede oír en emisoras locales de poco ámbito. La única forma de este idioma permitido en retransmisiones públicas es en la ópera local Hu (沪剧) y en su variedad ortodoxa hablada por campesinos.
Nota:
Parte de la información obtenida para elaborar este artículo ha salido de fuentes encontradas en diversas páginas webs de Internet; del artículo Los dialectos del chino, de Lina María Conde, 445515, Chino III; del manual recopilatorio La enseñanza de la lengua china como lengua extranjera en España (全国汉语教学大会), Valladolid 2007; del libro Fonología china, de Maximiano Cortés; y de otros.
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Equívocos y malentendidos: «Nǎ lǐ, nǎ lǐ», la nueva explicación del carácter «wěn» y el significado de «fāng biàn»
Bonita, ¿dónde?
哪里都漂亮
Martín no sabía bien el significado de nǎ lǐ, nǎ lǐ que siempre utilizan los chinos. Se trata de una expresión de modestia, que en circunstancias normales tiene poco significado práctico.
Una vez, asistió a una boda de un amigo chino y elogió con cortesía la belleza de la novia. En vez de ésta, el novio que estaba al lado le contestó sin pensar: “¡Nǎ lǐ, nǎ lǐ!”
A Martín le sorprendió mucho. Pensaba: “¡qué extraño! Ya he elogiado educadamente la belleza de la novia, todavía no está satisfecho. Quiere que le dé ejemplos para especificar”. Entonces, le dijo: “me gusta su pelo, las cejas, los ojos, las orejas, la nariz, la boca, ¡todo es muy bonito!” La respuesta provocó una carcajada de todos los presentes. (1).
La nueva explicación del carácter wěn
“吻”字新解
María lleva ya dos años estudiando chino y ha alcanzado un cierto conocimiento básico de los métodos y reglas de la escritura de los caracteres chinos. Cuando aprendió el caracter wěn, se planteó una curiosa duda: wěn está compuesto por dos caracteres que son wù y kǒu respectivamente.
El primero significa “no” y el segundo “boca”, lo que conjuntamente significa “sin boca”. ¿Cómo se puede besar sin boca? Es algo que no podía entender.
Después de pensar un ratito, su profesor le contestó sonriendo: los chinos siempre son modestos y tímidos, la combinación de wù y kǒu quiere decir en realidad que cuando se besan no hablan.
No vengas cuando estoy haciendo mis necesidades
我方便时候你不要来
Una vez, unos estudiantes chinos invitaron a cenar a un chico extranjero recién llegado a China a estudiar chino. Durante la cena, uno de los estudiantes chinos dijo: “voy a fāng biàn”. El extranjero no entendió bien qué quería decir. Le contaron que significaba “hacer sus necesidades“. Así que el chico extranjero memorizó la expresión.
Un día, una compañera de clase le dijo que quería visitarle en su dormitorio cuando fuera fāng biàn, a lo que él le respondió rápidamente: “puedes venir cuando quieras menos cuando estoy haciendo mis necesidades”. (2)
Notas:
(1). “nǎ lǐ” además de ser una expresión de modestia para rechazar el elogio, como palabra significa “dónde”.
(2). “fāng biàn” , además de como una expresión coloquial “hacer las necesidades” , significa también “conveniente”, en esta frase se refiere a “cuando le venga bien”
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«Gastar mil piezas de oro comprando huesos». Este modismo se aplica para describir la sinceridad con la que se reclama la necesidad de encontrar personal capacitado.
Gastar mil piezas de oro comprando huesos (Qiān jīn măi gŭ) 千金买骨
En el año 314 a.C. el reino de Yan (燕国) sufrió revueltas internas y su vecino, el reino de Qi (齐国), aprovechó para invadirlo parcialmente. Cuando más adelante Yan Zhao Wang (燕昭王) se convirtió en monarca, decidió captar personal capacitado para así volver a desarrollar y fortalecer el reino de Yan y poder llevar a cabo su plan de venganza. A pesar de que el rey convocó con tiempo la búsqueda de personal, nadie osó presentarse. Por consiguiente, el soberano tuvo que recurrir a un erudito llamado Guo Wei (郭隗).
Para empezar, Guo le contó una historia: había una vez un rey que quería comprar un buen caballo pero, tras varios años intentándolo, no lo había conseguido. Un súbdito del rey se presentó voluntario para encargarse de la búsqueda y se enteró que había una familia que poseía un formidable corcel. Cuando el vasallo acudió en busca del animal, el caballo ya había muerto pero, sorprendentemente, compró sus huesos por mil piezas de oro y los llevó ante el rey. Evidentemente, el monarca no pudo ocultar su descontento al enterarse del precio que había pagado por unos huesos. Sin embargo, el empleado se justificó diciendo: “mi intención era hacer saber a todo el mundo la determinación de su majestad por conseguir un buen caballo.” Dicho y hecho, en menos de un año, ya le habían ofrecido tres caballos excelentes.
Guo Wei prosiguió explicando: “si Su Majestad desea encontrar personal cualificado, por favor, empiece por mí. Si la gente se da cuenta de que una persona como yo está muy apreciada y valorada, otros con más talento también vendrán.” El rey Yan Zhao Wang aceptó su propuesta, le concedió el título de consejero y encargó construir “el escenario de oro” para facilitar la captación de personal. La divulgación de esta noticia atrajo a eruditos de otros reinos, tales como Yue Yi (乐毅), el estratega militar del reino de Wei; o Zou Yan (邹衍), el experto en Yin-Yang (阴阳) procedente del reino de Qi. Con ellos, el reino de Yan consiguió avanzar en su desarrollo y así pudo recuperar los territorios que habían sido ocupados por el reino de Qi. Según cuentan, “el escenario de oro” se encontraba en la villa Gao Li, en el pueblo de Bei Zhang, en la comarca de Ding Xing, de la provincia de Hebei.
Ma Ta Fei Yan, un caballo galopante de bronce, desenterrado en 1969 en una tumba en Leitai (Gansu), simboliza oficialmente la imagen del turismo chino. La pequeña figura fue esculpida hace más de 2.000 años y pesa unos 7 kilos.
Puede que haya estado o que haya viajado en diversas ocasiones a numerosos lugares de interés en China, pero ¿se ha fijado alguna vez en el símbolo del turismo chino, el caballo galopante de bronce? Esta figura tiene su origen en una reliquia histórica de la dinastía Han Oriental (东汉, 220 d.C.) llamada “Caballo galopante pisando una golondrina en vuelo” (马踏飞燕mǎ tà fēi yàn). Esta pieza fue desenterrada en 1969 en una tumba antigua ubicada en Leitai (雷台), perteneciente a la ciudad de Wuwei (武威) en la provincia de Gansu. La reliquia tiene 34,5 centímetros de altura, 45 de longitud, 10 de ancho y pesa 7,15 kilos. Actualmente pertenece a la colección del Museo Provincial de Gansu.
Esta obra maestra, elaborada hace más de 2.000 años, integra varias disciplinas artísticas de la época como la pintura, la escultura y la fundición. Se ha distinguido por un diseño específico aplicado en su modelado y por un alto nivel en la fundición. Ello realza las medidas proporcionales correctas que hacen que el movimiento de las cuatro piernas coincida con la anatomía real de un caballo con su forma de galopar. Este caballo de bronce se caracteriza por tener un aspecto físico elegante, con la cabeza pequeña y el cuello prolongado, así como unas extremidades largas y un cuerpo bastante fibroso. La cola está elevada y su cabeza alta, como si estuviera relinchando. Tres de sus patas están al aire, con la trasera derecha pisando una golondrina en pleno vuelo, de ahí su nombre “Caballo galopante pisando una golondrina en vuelo”. Otro detalle importante es que al caballo no lo sujetan riendas ni carga con silla de montar, unos objetos que condicionarían su plena libertad. De esta manera el corcel puede recorrer más de mil li1 al día, casi como si volara por los cielos.
En los años 70 del siglo pasado, esta preciosa escultura realizó una gira mundial junto con otras reliquias históricas consideradas “tesoros nacionales”. La exhibición, que recibió multitud de visitantes, convirtió a estos vestigios en una especie de “embajadores culturales de China”.
La ausencia de herraduras y el hecho de que la crin y la cola estén al viento realzan su majestuoso impulso. La acción de pisar una golondrina en vuelo le confiere velocidad al tiempo que atrapa un instante único y magnífico. De hecho, la extremidad posterior trasera aguanta todo el peso del caballo y la golondrina se convierte en la base de la pieza al mantener el equilibrio y evidenciar la agilidad, la fuerza y los rítmicos pasos del animal. La golondrina mira hacia atrás atemorizada mientras el caballo observa hacia la izquierda como esperando a ver las patas del ave. Los dos animales en esta escultura, aparte de parecer vivos, se caracterizan por el maravilloso modelado, bellas líneas, proporciones correctas, así como por el uso de técnicas depuradas, una buena composición y una imaginación increíble.
En los años 70 del siglo pasado, esta preciosa escultura realizó una gira mundial junto con otras reliquias históricas consideradas “tesoros nacionales”. El recorrido le llevó a países como Estados Unidos de América, Gran Bretaña, Francia, Japón o Italia entre otros. La exhibición, que recibió multitud de visitantes, convirtió a estos vestigios en una especie de “embajadores culturales de China”, de ahí que la figura del caballo de bronce haya ido ganando reputación a nivel mundial.
Tras un estudio comparativo entre varias propuestas, la Administración Nacional de Turismo de China decidió, en octubre de 1983, recurrir a la escultura Ma Ta Fei Yan como imagen del turismo chino. Se tuvo en cuenta las siguientes consideraciones: 1. La velocidad y la libertad que muestra este caballo, sin que nada le pueda parar, aluden a la prosperidad que se obtendrá del turismo chino en el futuro; 2. El caballo es, desde la antigüedad, un medio de transporte fundamental, símbolo del esfuerzo y, así, los visitantes pueden disfrutar del turismo en China; 3. Esta figura es, además, el emblema de la recóndita y milenaria cultura e historia chinas. El caballo, pues, pone de relieve a las antiguas civilizaciones chinas y atrae así, sin duda, a turistas de todo el mundo.
Nota:
(1). 里, lǐ, unidad china de distancia que equivale a unos 500 metros.
Publicado originalmente en: Revista Instituto Confucio número 26.
Volumen V. Septiembre 2014.
Suíbiàn (随便) es una expresión que les gusta utilizar a muchos estudiantes extranjeros de chino en la vida cotidiana. Sin embargo, es fácil equivocarse en su uso, algunos incluso la utilizan en un momento inapropiado.
您喝点什么?咖啡还是茶? 随便 Nín hē diǎn shénme? Kāfēi háishì chá? Suíbiàn ¿Qué quieres tomar? ¿Café o té? Me da igual
雕刻家随随便便雕一个石像,还不如不雕。 Diāokèjiā suísuíbiànbiàn diāo yígè shíxiàng hái bùrú bù diāo Si un escultor talla una estatua sin prestar atención, es mejor no tallarla.
A muchos estudiantes extranjeros que estudian chino les gusta utilizar la expresión suíbiàn (随便) en la vida cotidiana. Sin embargo, es fácil equivocarse en su uso, algunos incluso la utilizan en un momento inapropiado. Primero, tenemos que aclarar que el uso de suíbiàn está relacionado con el contexto lingüístico, que ahora mostramos.
1. Suíbiàn (随便), como respuesta individual.
Su significado está relacionado con “no ser exigente”. Por ejemplo:
Cuando el hablante tiene dudas en la selección del tipo o cantidad de las cosas y solicita al oyente más información, a lo que el oyente responde suíbiàn (随便), significa que, por cortesía, el oyente no desea elegir entre las opciones dadas por el hablante. Aquí la expresión connota “no tener preferencias, no ser exigente, conformarse”. Por tanto, detrás de suíbiàn (随便) se suelen añadir oraciones como: wǒ zěnme dōu xíng (我怎么都行 / me conformo con todo), nǐ juédìng ba (你决定吧 / tú decides), nǐ kànzhe bàn ba (你看着办吧 / como tú veas) para hacer que la otra persona decida.
Suíbiàn (随便) también se utiliza como fórmula de cortesía. Si diéramos una contestación con una respuesta rápida y poco recapacitada, la persona que formuló la pregunta podría incomodarse. Por lo tanto, para mostrar una actitud generosa, tolerante, tranquila y cordial, se responde con suíbiàn (随便). Esta forma de responder está estrechamente ligada a la mentalidad de la cultura Han, donde en el día a día están mal vistas las personas tacañas, exigentes y estrictas.
Cuando el que responde la pregunta tiene una posición más elevada, el uso de suíbiàn (随便) es adecuado. Por ejemplo:
Aquí, suíbiàn (随便) denota respeto y obediencia hacia la decisión de otra persona.
2. Cuando el hablante sugiere, recuerda o advierte.
En ese caso, si el que contesta expresa indiferencia y desinterés, también se usa suíbiàn (随便). Tiene un sentido grosero, descortés e incluso hostil. Da a entender que al que responde no le importa aquello que el hablante sugiere. Por ejemplo:
(8)A: Nǐ bǎ chē tíng zhèr, jǐngchá huì fá nǐ qián de. (你把车停这儿,警察会罚你钱的。/ Si aparca el coche aquí, la policía le multará.)
B: Suíbiàn. (随便。/ No me importa.)
(9)A: Rúguǒ nǐ bù chī wán wǒ jiù gàosu māma. (如果你不吃完我就告诉妈妈/ Si no te acabas la comida se lo diré a mamá.)
B: Suíbiàn. (随便。/ Haz lo que quieras.)
(10) Nǐ bù dāyìng tā de yāoqiú, tā bù huì gēn nǐ jiéhūn de (你不答应她的要求,她不会跟你结婚的。/ Si no cumples sus condiciones, no se casará contigo)
B: Suíbiàn. (随便。/ No me importa.)
En los ejemplos (8), (9) y (10) según con quién se hable, en vez de usar suíbiàn (随便) también se puede utilizar suí tā de biàn (随他的便 / como él quiera, suí nǐ de biàn (随你的便 / como quieras) y suí tā de biàn (随她的便 / como ella quiera).
Suíbiàn (随便) como molestia, insatisfacción y que el que responde quiere terminar la conversación rápido.
3. Suíbiàn (随便) en la oración enunciativa
Sus significados son los siguientes:
A. Suíbiàn (随便): sin límites, sin restricciones.
(11)Wǒ suíbiàn chī diǎnr dōngxi jiù xíng. (我随便吃点儿东西就行。/ Tomo unas cositas y ya está.)
(12) Wǒmen zhǎo ge dìfāng suíbiàn liáo liáo ba. (我们找个地方随便聊聊吧。/ Buscamos un sitio para charlar relajadamente.)
B. Sin consideración, sin reflexionar, sin pensar.
(13)Zhège dōngxi tā zěnme suíbiàn jiù sòng rénle ne? (这个东西他怎么随便就送人了呢?/ ¿Cómo es que le ha regalado esto a otro/a?)
(14) Diāokèjiā suísuíbiànbiàn diāo yígè shíxiàng hái bùrú bù diāo. (雕刻家随随便便雕一个石像还不如不雕。/ Si un escultor talla una estatua sin prestar atención, es mejor no tallarla.)
4. Informal, irrespetuosamente.
(15)Zhèyàng zhèngshì de chǎnghé, tā chuān dé yě tài suíbiànle. (这样正式的场合,他穿得也太随便了。/ Esta ocasión es muy formal, él viste demasiado informal.)
(16)Tā shuōhuà tài suíbiàn, qǐng bú yào jiànguài. (他说话太随便,请不要见怪。/ Habla demasiado a la ligera, no te ofendas.)
(17)Wǒ bú shì yíge suíbiàn de rén. (我不是一个随便的人。/ No soy una persona informal.)
De hecho, con suíbiàn (随便) lo más importante es expresar arbitrariedad que, por lo general, se manifiesta en diversos aspectos, sin restricciones ni limitaciones.
En resumen, no podemos utilizar suíbiàn (随便) en cualquier situación; es necesario utilizar esta expresión en el contexto adecuado, no sólo para mostrar cortesía y respeto, sino para que la comunicación fluya con éxito.
Publicado originalmente en: Revista Instituto Confucio. Número 26. Volumen V. Septiembre 2014.
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