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La gastronomía china cuenta con grandes peculiaridades y está estrechamente vinculada a la cultura del país. Destaca la variedad de productos que se emplean como materia prima, así como los múltiples métodos de cocinar; también el predominio de la comida cocida y el uso de los palillos de madera; el concepto familiar y comunitario de la comida y su atención sobre los efectos sobre la salud de cada alimento.
Un reportaje de
Li Qiushi
李秋实
Gastronomía exquisita y asequible
En efecto, el sabor delicioso es la primera razón por la que los extranjeros nunca se olvidan de la comida china, además de por su precio relativamente asequible. Para conseguir este objetivo, lo fundamental reside en la delicada elaboración llevada a cabo por los cocineros, los cuales pretenden que el sabor original de la materia prima, la forma de cocer los alimentos y el uso de condimentos y especias se fusionen perfectamente hasta obtener una amalgama de sabores nuevos y deliciosos.
En general, la cocina china destaca por su sabor salado y presenta una distribución geográfica dependiendo de los sabores. Así, las comidas del sur suelen ser más dulces, más saladas en el norte, más ácidas en el este y picantes en el oeste.

Diferenciación entre alimentos básicos y no básicos
Se distingue claramente en la gastronomía china entre alimentos básicos, como los derivados de los cereales, y no básicos, como las verduras y la carne, constituyendo a su vez el mapa de la distribución de los alimentos esenciales: el arroz reina en el sur y el trigo, en el norte.
Frutos sí, lácteos no
La civilización agrícola conforma una línea principal de la cultura china. Los antecesores de la actual nación china conservaban y desarrollaban la tradición de la recolecta de los frutos y cultivaban los vegetales como la fuente principal alimentaria. Según diversas investigaciones, los chinos no tienen la misma capacidad que los occidentales para digerir productos lácteos, debido probablemente a su evolución biológica.
En un principio, la cuenca del río Amarillo contaba con tierras fértiles y gozaba de un buen clima. Sin embargo, a causa de numerosos factores como por ejemplo el aumento de la población, esta zona comenzó a sufrir sequías y diversas calamidades que hicieron desaparecer el cultivo. Además, las catástrofes y las diversas guerras acaecidas en esa zona hicieron que, en ocasiones, la situación fuera tan difícil que se llegó a pasar auténtica hambre.

La dieta esencial
A lo largo de la historia los gobernantes chinos han dado mucha importancia a la producción alimentaria y han intentado solucionar de diversas formas las hambrunas, asegurando el pan a sus ciudadanos, tal y como indica la siguiente expresión popular: “El pueblo considera a los alimentos como su dios”. Una dieta china esencial recurre principalmente a los cereales, junto con la carne en poca cantidad y las verduras como alimentos complementarios, que acompañan al arroz o a la pasta realzando su sabor, un tanto soso a priori. Así, el objetivo primordial de la cocción de los alimentos es añadirle al guiso sabores y texturas más agradables.
Seiscientos tipos de verduras
Un estudio llevado a cabo por botánicos occidentales afirma que los chinos consumen más de 600 tipologías de verduras distintas, muchas más que los europeos. Además, ninguna religión en China prohíbe consumir determinados productos, bien animales o vegetales, salvo en ciertas minorías étnicas. De hecho, algunos alimentos considerados pocos sabrosos o no comestibles según criterios occidentales se pueden convertir en platos muy ricos en la mano mágica de los cocineros chinos. Esto constituye, para algunos medios extranjeros, una fuente ideal para criticar la gastronomía china. En realidad, la ingesta de este tipo de alimentos ciertamente extraños, no es más que una costumbre originada por las diversas situaciones naturales y geográficas.

Métodos maravillosos para cocinar
Los métodos aplicados en la cocina china presentan una gran variedad que integra los más comunes como guisar, cocer al vapor, asar, estofar, cocinar a la plancha, freír, saltear, aliñar, etc. Debido a las diferencias que demuestra cada localidad en aspectos de costumbres, tradiciones y gustos propios, se han formado con el tiempo muchas variedades autóctonas gastronómicas, entre las cuales destacan las cocinas Min, Chuan, Yue, Jing, Lu, Su, Xiang, Hui, Hu y otras más.
En general, la gastronomía china presta mucha atención a la decoración y presentación de los platos, ejemplo de ello lo encontramos en la preferencia de trocear los productos en tiras, cuadritos, lonjas o picadillos. Los utensilios más utilizados en la cocina china deberían ser el wok –un tipo de sartén redondeada y profunda- y el fogón, dos herramientas que favorecen los platos salteados.
Asimismo, las técnicas de elaboración de la comida china siempre están concebidas de un modo sensorial, cuyo principio misterioso solo se puede percibir en vez de aclarar. Sin embargo, todo ello coincide con la cultura tradicional china que se centra en aspectos macroestructurales sin especificaciones ni aclaraciones.
La improvisación en la cocina china consiste tanto en la cantidad de condimentos como en el aceite, la sal, el vinagre o la salsa de soja, como en el orden de echarlos en la cazuela, siempre según la propia experiencia de cada cocinero. Eso hace que los sabores varíen entre diferentes cocineros aunque realicen el mismo plato o aunque ellos mismos repitan la receta. Se observa además que los libros de recetas chinas normalmente no especifican la cantidad de los ingredientes a usar, sino que recurren a palabras como “un poco” o “según las proporciones”.
Al fin y al cabo, la elaboración de la comida china es totalmente personal, muy diferente a la comida occidental o a la comida rápida americana, más caracterizada por la estandarización o los estrictos procedimientos de elaboración.
Predominio de la comida cocida y de los palillos de madera
La mayoría de los platos chinos se presenta cocinados, pues los antepasados consideraban que al cocinarlos se eliminaban olores desagradables, es decir, la comida caliente forma parte del carácter fundamental de la cultura gastronómica china. Además, en tiempos remotos ya se elaboraban en cazuelas de barro, lo que hacía que al comerla se tuvieran que utilizar palillos de madera o de bambú y platos de cerámica. Tal costumbre se conserva hasta hoy en día.
Mesa redonda en el entorno familiar
El concepto familiar y comunitario, fundamentos en la filosofía china, siempre ha sido el pretexto cultural para justificar la costumbre ancestral china de reunirse toda la familia en las comidas. Las mesas, tanto en las casas como en los restaurantes, suelen ser redondas para que los participantes se sienten en un círculo, lo que favorece de esta manera el ambiente familiar. Los platos puestos en el centro se comparten entre todos mientras se brinda y se come.
Aunque el hecho de compartir la comida, en lugar de servirla en platos individuales, no está bien visto desde el punto de vista higiénico, coincide con el concepto típico chino de reunión familiar y ayuda a la vez a animar el ambiente. En una palabra, la forma de realizar una comida occidental se asemeja a un baile de salón en parejas, mientras que el banquete chino parece más una danza colectiva.
Exigencia sobre las dietas y atenciones hacia los valores farmacéuticos
Existen diversas fuentes en el vocabulario chino que indican la estrecha relación que mantiene la cocina china con la salud desde la perspectiva de la Medicina China. Así, expresiones como “las enfermedades entran por la boca”, “lo que comes sirve para mejorar la salud”, “más cura la dieta que la lanceta”, hasta dichos milenarios que dicen “los medicamentos y los productos alimenticios comparten el mismo origen y asumen la misma función”, etc. De hecho, algunos platos se preparan aprovechando los valores farmacéuticos de los productos alimenticios para prevenir determinadas enfermedades, así como conseguir el equilibro de los órganos internos entre el ying y el yang.
Estas características expuestas arriba podrían variar conforme a condiciones diacrónicas o geográficas. Con la globalización, la profundización de la abertura y reforma chinas y la intensificación en el intercambio internacional, aumenta considerablemente el consumo de carne y de productos lácteos en China. A la vez continúa la expansión de restaurantes chinos por todo el mundo y la comida occidental obtiene una mejor acogida en este país asiático.
Publicado originalmente en: Revista Instituto Confucio.
Número 16. Volumen I. Enero de 2013.
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